Una mujer está cansada de su rutina diaria de trabajo, familia y tareas domésticas. Mientras duerme, tiene un sueño en el que un mensajero de Dios le dice que ya no tendrá que preocuparse por nada de eso, porque otra persona se hará cargo de su trabajo y su familia estará bien cuidada. Ella no quiere morir, pero el mensajero insiste en que eso es lo que ella quería, el descanso eterno. La mujer despierta asustada junto a su marido y se da cuenta de que fue solo un sueño, apreciando ahora más su