Abraham, llamado originalmente Abram, fue elegido por Dios para fundar un gran pueblo. Dios le pidió que dejara su tierra y viajara a Canaán, prometiéndole numerosa descendencia a pesar de que él y su esposa Sara eran ancianos e infértiles. Más tarde, Dios puso a prueba la fe de Abraham al ordenarle sacrificar a su hijo Isaac, aunque finalmente lo detuvo. La obediencia y fe de Abraham en las promesas de Dios a pesar de las dificultades lo convirtieron
2. Hace muchos años, unos 4.000, existió un hombre justo y temeroso de Dios llamado Abram. Tenía la vida resuelta, pues poseía un gran rebaño y vivía tranquilo con su mujer, Sara, en una ciudad llamada Ur, en la región de Caldea.
3. Pero un día, Dios le pidió que dejara la casa de su padre y se fuera hacia una tierra que Él le mostraría. Le prometió que le haría padre de un gran pueblo, una tierra (Canaán) y que le daría toda clase de bendiciones
4. Él fue el hombre elegido por Dios para una misión: fundar un pueblo en el cual Dios se manifestaría y en el cual nacería, dos mil años después, el Salvador.
5. Salió, pues, Abraham como se lo había ordenado el Señor. Llevó consigo a Sara, su mujer, y a Lot, su sobrino, y salieron para dirigirse a la tierra de Canaán (Gén.12,1-5)
6. Fue un largo viaje. Una vez en la tierra de Canaán, “el Señor lo sacó fuera de casa y le dijo: mira el cielo; cuenta las estrellas, si puedes. Y añadió: así será tu descendencia. Y Abraham creyó a Dios” (Gén.15,5-6)
7. Pasado el tiempo, Dios volvió a hablar con Abraham: “Yo haré contigo mi Alianza y te multiplicaré grandemente. Cayó Abraham en tierra, y siguió diciéndole Dios: He aquí mi pacto contigo: serás padre de una muchedumbre de pueblos. Desde hoy no te llamarás Abram, sino Abraham, porque te tengo destinado por padre de muchas naciones (Gén.17,2-5). Y Dios y Abraham fueron fieles a la Alianza que hicieron
8. Abraham se fió de Dios y, aunque tenía más de noventa años y Sara, su mujer, no podía tener descendencia, cuando Él le dijo que tendría un hijo, le creyó y no dudó
9. Además, Dios quiso probar la fe de Abraham con una dura prueba: le pidió que le ofreciera en sacrificio la vida de su único hijo, Isaac, que el mismo Dios le había concedido de modo milagroso
10. “ Toma a tu hijo, a tu unigénito, a quien amas, y ofrécelo en sacrificio sobre una de las montañas que yo te indicaré” (Gén.22,2)
11. Aquello parecía absurdo: si él y Sara no podían tener más hijos y sacrificaba al único que tenía, ¿cómo llegaría a ser padre de un pueblo numeroso? Era lógico que no entendiera lo q ue Dios le pedía, pero aún así Abraham obed eció a Dios
12.
13. Se llevó a Isaac a la montaña y, cuando estaba a punto de matar a su hijo con un cuchillo, un ángel del Señor lo detuvo y le dijo: “No le hagas daño”.
14. Vio, entonces, a un cordero enredado en la maleza, al cual sacrificó en lugar de su hijo
15. Y añadió el ángel de Dios: “Por haber hecho esto y no haber perdonado a tu hijo único por amor a mí, Yo te llenaré de bendiciones y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como las arenas del mar… y serán benditas en tu descendencia todas las naciones de la tierra, porque has obedecido mi voz” (Gén.22,16-18)
16. Abraham creyó en Dios contra toda razón: cuando su mujer ya no puede tener hijos, cree a Dios que le anuncia descendencia; cuando Dios le ordena sacrificar a su hijo único, sigue creyendo que Dios será fiel y le dará numerosos descendientes…
17. Por eso el autor de la carta a los Hebreos dice de Abraham que es modelo de fe , porque se fió de Dios y “partió sin saber dónde iba” (Heb.11,8)