Reporte de lectura del Futuro azul de Eoin Colfer.
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Elizondo López Sergio Alberto
Reporte de lectura del Futuro azul de Eoin Colfer.
Introducción:
Este trabajo es un reporte de lectura sobre el libro ―futuro azul‖ el cual Eoin Colfer da la bienvenida a la historia del siguiente modo
(E. Colfer 2004) ―Bienvenidos al tercer milenio; bienvenidos a Satellite City, la ciudad del futuro. Un futuro que no parece nada
prometedor para Cosmo Hill, un huérfano que vive en el Instituto Clarissa Frayne.‖ (Resumen de contraportada). Lo que escribió el
autor en la contraportada, trata de un niño huérfano (Un niño no-patrocinado), el cual pasa por varios problemas en el transcurso de su
libertad, ya después básicamente su problema principal son criaturas azules llenos de luz.
Este es un buen libro para aquellos lectores que les guste imaginar, creer en lo que no ven, el futuro y la ciencia ficción. Al ser una
serie infinita, te da tiempo de pensar sobre lo que vendrá en los demás libros, ¿que otras historias pasaran? ¿Cómo serán las
aventuras?, etc; en la parte superior de la contraportada te deja con un pequeño texto de intriga (E. Colfer 2004): ―–Si me dejáis aquí-
dijo con voz ronca-.Volverán.- ¿Quiénes?-Las criaturas‖ (Resumen de la contraportada), (pág. 43).
Todo comienza en una ciudad llamada (E.Colfer 2004) ―Ciudad Satélite, la ciudad del futuro‖, una ciudad suspendida en el aire;
una ciudad entera hecha a medida para el tercer milenio: todo lo que quiera el cuerpo y nada para lo que necesita el alma (pág. 11)...
En Ciudad satélite vivía Cosmo Hill un chico de apenas 14 años de edad, siendo un no-patrocinado (huérfano), la policía lo llevo a un
orfanatorio llamado Clarissa Frayn (Instituto Clarissa Frayne para Chicos con Dificultades de Relación con los Padres) así fue como
Cosmo Hill quien había nacido en Cosmonaut Hill y abandonado en un basurero, fuese el protagonista de esta historia.
2. (E.Colfer 2004)
La especialidad d e l C l a r i s a F r a y n e e r a p r o b a r p r o d u c t o s n u e v o s : c a d a v e z q u e u n a e m p r e s a producía
un nuevo alimento modificado o desarrollaba un producto farmacéutico no
e x p e r i m e n t a d o , e l o r f a n a t o o f r e c í a c o m o v o l u n t a r i o s a s u s i n t e r n o s p a r a q u e hiciesen de cobayas. En
el aspecto económico, el sistema funcionaba con una lógica aplastante: los huérfanos recibían alimentación y atenciones higiénicas y el
Instituto Frayne recibía dinero por el privilegio (pág. 12).
En el Instituto Clarissa Frayne, todos los niños eran sobre sobreexplotados, incluso algunos morían al no aguantar los experimentos
que hacían con ellos. Él supervisor del Instituto ―Redwood‖ era el encargado de mantener el orden y haría lo que sea para que así
fuera. (E.Colfer 2004) Solo había tres formas de salir del Clarissa Frayne: la adopción, la muerte o la huida (pag. 13).
Mordazas quien es su compañero de esposas en un viaje , quien realmente se llama Francis Murphy, es quien ayuda a conseguir lo que
siempre a querido Cosmo, ―ser libre‖.
(E. Colfer 2004)
La oportunidad de oro de Cosmo para abrazar la libertad se presentó justo al día siguiente, durante un
traslado rutinario. Cuarenta no-patrocinados, Cosmo entre ellos, acababan de pasar el día en una productora de
música viendo una serie de posibles spots televisivos para promocionar grupos de música pop .Los guardias del Frayne subieron
a los no-patrocinados a una camioneta justo después de la sesión. Aquel vehículo debía de tener más de cien años, con
sus n e u m á t i c o s d e c a u c h o y t o d o e n l u g a r d e l a s b a n d a s d e p l á s t i c o h a b i t u a l e s . A Cosmo le pusieron
como compañero de esposas a Mordazas Murphy. Mordazas era un chaval muy majo, solo que hablaba demasiado de ahí el apodo de
mordazas (pag.19).
En el transcurso del viaje, el camión donde los transportaban se estrello con un anuncio de Ciudad Satelite, y fue ahí donde Cosmo
tuvo su oportunidad de ser libre, y así fue como Cosmo junto a Mordazas subieron al primer edificio que vieron cruzando un puesto de
comida china en el cual había gente que le tenia miedo a los no-patrocinados. Los dos chicos subieron hasta la azotea y ahí fue cuando
3. Redwood los acorralo, ya que Redwood era incapaz de dejar libre a un no-patrocinado, Cosmo y Mordazas ser rindieron, pero aquel
día empezó a llover (Gotas que podrían atravesar un ojo a casusa de la contaminación, pues los días eran de colores, un día azul otro
amarillo, etc. Todo a causa de pesticidas), la lluvia y el viento provoco que cayeran al vacio, mientras Redwood se alegraba que así
tendría una excusa que cayeron por accidente y no por que él provoco su caída. Al caer, los dos chicos chocaron contra un generador
de electricidad y junto con la lluvia, se hiso más potente la descarga eléctrica que recibieron aquellos dos chicos.
(E.Colfer 2004)
L a v i d a d e C o s m o n o p a s ó a t o d a velocidad por delante de sus ojos. Si en un momento estaba suplicando por
su vida ante el supervisor Redwood, al cabo de un segundo la tierra y el cielo dieron una v o l t e r e t a e n e l a i r e
y a c a b ó b o c a a b a j o e n c i m a d e l g e n e r a d o r d e l a a z o t e a d e l edificio contiguo. Pero vivo, decididamente. Con
grandes dolores, eso sí, pero vivo al fin y al
c a b o . E l d o l o r l o d e m o s t r a b a . C o s m o t e n í a l a v i s i ó n b o r r o s a , c o n u n a n u b e multicolor
de cables, chispas, transformadores antiguos y chips oxidados que le revoloteaban alrededor de la cabeza como copos de nieve
sanguinolentos. Sintió una sacudida en el brazo: Mordazas se estaba moviendo. (pag.38).
Ya en el suelo, Cosmo sintió que algo se le trepo a su pecho, hecho un vistazo y con las pocas fuerzas que tenía, y con visión
borrosa vio una criatura azul del tamaño de un niño, con apenas cuatro dedos quien le estaba absorbiendo la poca energía que tenia; de
tal manera que aquella criatura se alimentaba de la vida de Cosmo.
Afortunadamente, aparecen 4 aparentemente niños, Stefan Bashkir de 18 años, Luien Bonn alias ―Lorito‖ de 28 años (Con la
enfermedad de enanismo, era un niño Bartoli) y Mona Vásquez.
4. Estos cuatro ―aparentemente niños‖ eran oteadores (personas que pueden observar a aquellas criaturas azules), por que no toda la
gente los puede ver.
Tras una charla muy corta con Cosmo, decidieron llevarlo con ellos, lo curaron de sus heridas pues Lorito era un científico famoso
que trabajaba con genética humana.A Cosmo le plastificaron las costillas, le implantaron placas robóticas en el cráneo y el tendón de
Aquiles izquierdo se lo cambiaron.
(E.Colfer 2004)
— ¿Mordazas? —Repitió la chica—. ¿Tienes fuerzas para decir una sola palabra y esa es la palabra que eliges? Cosmo sintió cómo
una lágrima le resbalaba por la mejilla. Mordazas había sido lo más parecido a un amigo que había tenido en su vida. La chica vio la lágrima
e hizo la deducción lógica. Compuso una mueca de fastidio al ver que había metido la pata. —Lo siento. Mordazas, ¿era ese el nombre de tu
amigo?— ¿Está...?— L o s i e n t o , c h a v a l . C u a n d o l l e g a m o s y a s e h a b í a i d o . L o d e j a m o s a l l í , ¿ t e acuerdas? Cosmo
levantó el brazo. Lo único que llevaba alrededor de la muñeca era una venda. — L a e l e c t r i c i d a d t e f u n d i ó p a r t e d e l a s
e s p o s a s e n l a p i e l . L o r i t o t u v o q u e arrancártela. Tuviste suerte de que no te reventara la vena. Cosmo no se sentía tan afortunado,
y no solo por su muñeca. — E n r e a l i d a d , L o r i t o t u v o q u e t r a b a j a r c o n t i g o a b a s e d e b i e n . N o h a b r í a s llegado con
vida a un hospital, así que tuvimos que usar lo que teníamos a mano (pág. 46).
(E. Colfer 2004)
Al transcurrir unas horas Cosmo despertó, (E.Colfer 2004) ¿Se puede saber quiénes sois? —inquirió—. ¿Qué está pasando aquí? Stefan
estaba reparando con cinta aislante lo que quedaba de su ramo de flores. —Nosotros vivimos aquí, así que la pregunta
sería más bien quién eres tú. Parecía justo. —Soy Cosmo Hill. Cuando me encontrasteis estaba escapándome del Instituto Clarissa
Frayne para Chicos con Dificultades de Relación con los Padres. Lorito se echó a reír. —
Cosmo Hill. A ti te encontraron en los alrededores de Cosmonaut Hill, ¿verdad?—Sí, así es. —Los
orfanatos llevan siglos usando ese viejo truco. Una vez conocí a un
h o m b r e d e S a n F r a n c i s c o q u e s e l l a m a b a H o l d e n G a t e . A d i v i n a d ó n d e l o encontraron. —
El supervisor Redwood vendrá a por mí y a por Mordazas. Lorito negó con la cabeza. —No. Por lo que a las autoridades respecta, estás tan
muerto como tu amigo, Cosmo. Trabajé un par de meses en la enfermería de un orfanato hasta que me
e n t e r é d e l o q u e o c u r r e a l l í d e n t r o . T o d o s l o s o r f a n a t o s , y t o d a s l a s d e m á s instituciones de
5. comercio humano, utilizan micro localizadores en los poros para mantener vigilados a sus residentes en todo momento. El
generador de ese tejado debe de haber carbonizado todos los localizadores de tu piel. Estás limpio y libre, eres una «no-persona» (pag.59).
(E. Colfer 2004)
Cosmo sintió cómo si le acabaran de quitar un peso físico de encima. —Ahora me toca a mí. ¿Quiénes sois?— ¿ Q u e q u i é n e s
somos? —Lorito señaló con aire teatral a Stefan—.Ese
E s t e f a n B a s h k i r , s e g u n d a g e n e r a c i ó n d e p o b l a d o r e s d e C i u d a d S a t é l i t e , d e descendencia rusa. Yo
soy Luden Bonn, alias Lorito, por mi manía desquiciante de repetir lo que dice la gente. Y Mona Vasquez, supongo que ya lo sabes.
—Ahora ya sé cómo os llamáis, pero ¿qué hacéis? Lorito separó los brazos, extendiéndolos al máximo. —Nosotros, Cosmo Hill, somos los únicos e
incomparables Sobrenaturalitas. Los labios de Cosmo dibujaron una sonrisa débil. — ¿Cómo? ¿Es que no os gusta llevar ropa? Stefan no pudo reprimir una
carcajada. — E s o s s o n l o s n a t u r i s t a s , C o s m o , y y a n a d i e h a c e e s a s c o s a s , s o b r e t o d o
después de que la capa de ozono se haya vuelto tan fina que parece film transparente. Nos
hacemos llamar los Sobrenaturalitas porque cazamos criaturas sobrenaturales. —Yo no —interrumpió Lorito—. Yo soy médico.
Intento curar a la gente, eso es todo. Lo de la caza se lo dejo a Stefan. Es el único que se ha entrenado en una academia
de policía. Cosmo miró a la chica durmiente. — ¿Y qué hay de Mona? No es policía, no con ese tatuaje...—No —le dio la razón Stefan—. Mona
se ocupa del transporte. Tiene algo de...mmm... formación en ese campo (pag.60).
Después de saber a lo que se encargaban cada quien, en aquel grupo de Oteadores, Cosmo quiso ayudarlos a destruir a todas esas criaturas azules.
Cuando Cosmo logro curarse de sus heridas, fue su primer día para entrenar, un entrenamiento que duro solo 20 segundos; le dieron una vara electrizante y se
explicaron como funcionaba, y después de eso estaba listo para una misión como la que se presentó ese mismo día.
Los 4 aparentemente niños, se pasaban de un edificio en otro (todos los edificios eran casi del mismo tamaño), ellos hacían eso para que los abogados
(empleados de empresas grandes que van a la escena del crimen para cambiar las evidencias a su favor) no los pudiesen encontrar y ellos podrían meter a los mas
grandes a la cárcel y a los mas chicos a institutos como el de Clarissa Frayne.
6. En la bodega donde vivían, tenían un elevador, el que los subía hasta la azotea para cruzar de un edificio a otro, utilizando una tecnología muy vieja. Eran puentes
que se estiraban con gas y un rodete, y era muy probable que te calleras. Por ser la primera vez de Cosmo, el sentía un miedo enorme de tan sólo pensar que
volvería a ver esas criaturas azules, que casi le quitaban la vida.
Llegando en la escena del los hechos, se encontraron con millares de aquellas peculiares criaturas azules, las cuales estaban atacando a la gente, por fortuna
llegaron a tiempo para destruirlos; volaban y volaban burbujas brillantes( cuando los atacaban con energía pura se empezaban a hinchar hasta el punto de explotar y
aquella explosión creaba burbujas brillantes).
En la pelea contra aquellas criaturas, empezaron a llegar los abogados y los pajarillos de la policía (helicópteros que vigilaban por las alturas) y pajarillos de la
T.V.
Hasta que los acorralaron, Stefan pudo hacer algo. (E. Colfer 2004) Cosmo advirtió que tanto Mona como Lorito estaban cambiando los
cartuchos de sus armas. Stefan se levantó muy despacio, con las manos encima de la cabeza. — ¡No disparen! —gritó—. No voy armado (pag.91).
(E. Colfer 2004) Los abogados se separaron, convirtiéndose de este modo en dos objetivos. Apuntaban con sendas armas a la
cabeza de Stefan. — H a s e s c a p a d o d e l l u g a r d e l a c c i d e n t e — g r i t ó u n o d e s d e e l o t r o l a d o d e l espacio que separaba
ambos edificios—. Tenemos derecho a empaquetarte. —Ya lo sé, pero venga, chicos... Solo quería ver el espectáculo. No he
tocado nada. Además, mi padre es embajador, tenemos inmunidad diplomática. Los abogados dieron un respingo (pág.92).
La inmunidad diplomática era más o menos superflua desde el Tratado de Un Sólo Mundo, pero todavía quedaba
alguna que otra república remota que insistía en aferrarse a sus derechos. Si se empaquetaba aún auténtico diplomático, el
responsable se enfrentaba a pasar cinco años en los tribunales y los veinte siguientes en la cárcel.
7. (E. Colfer 2004) —Y si tienes inmunidad diplomática, ¿por qué llevas esas placas de cráneo?«Placas de cráneo» era el término
en jerga para referirse a las máscaras de visión nocturna que llevaban Stefan y su equipo. Los bajos niveles de radiación del
plástico significaban que no solo podían repeler los rayos X, sino también eliminar el
v í d e o . A u n q u e l o s S o b r e n a t u r a l i t a s q u e d a s e n g r a b a d o s e n u n a c á m a r a , s u s cabezas solo aparecerían como
una imagen borrosa e irreconocible. — P r o t e c c i ó n u l t r a v i o l e t a , e s o e s t o d o . L o j u r o , n o q u i e r o q u e m e f r í a n e l
cerebro. Uno de los dos abogados empuñó su arma aún con más fuerza. —
¿Rayos ultravioleta? ¿De noche? Vale, señor Inmunidad Diplomática, enséñanos algún tipo
de documentación, anda (pág.92).
(E. Colfer 2004) Y más te vale que no sea falsa, o no verás una cubeta hasta mañana por la mañana. Stefan se metió la mano en el interior del
abrigo y, con solo dos dedos, sacó un documento de identidad. —Os lo voy a tirar, ¿de acuerdo? No os emocionéis con el gatillo, ¿eh? Que
mi padre conoce al alcalde Sol. —Con una mano. Pon la otra encima de la cabeza. Stefan hizo lo que le decían y lanzó el carnet al aire. El
viento lo atrapó en sus garras y elevó la tarjeta plastificada otros veinte metros más arriba. — I m b é c i l —
m a s c u l l ó e l a b o g a d o n ú m e r o u n o s i n d e s v i a r l a m i r a d a d e l rectángulo de plástico. —Ya lo tengo —dijo el número
dos. En ese momento, mientras los dos abogados miraban el carnet, Lorito y Mona abrieron fuego simultáneamente y dispararon una
ráfaga entera de sus cartuchos nuevos. Dos balas verdes atravesaron a toda velocidad el edificio Stromberg, dejando tras de sí una
estela viscosa. Se estrellaron contra las viseras de los abogados, y u n a e s p e c i e d e p a p i l l a p e g a j o s a y v e r d e s e
l e s d e s p a r r a m ó p o r l a c a b e z a y l o s hombros (pág.93).
(E. Colfer 2004) Los dos abogados de emergencia cayeron redondos al suelo, hincando las uñas en la porquería cegadora y verde. —Bolas
de chicle —explicó Mona, esbozando su sonrisa deslumbrante—. La sustancia más repugnante de todo el planeta. Esos
cascos son historia; una vez me tiraron una bola de chicle y me destrozaron mi chaqueta antibalas favorita. Esos tíos están
fuera de combate hasta que aparezcan los de su escuadrón (pag.93).
Así es como Stefan y Mona abrieron fuego contra los abogados y de esa manera pudieron escapar ese día. Llegando a la bodega donde vivían, Mona quiso darle
un pequeño paseo a Cosmo, sacarlo de aquella bodega, Cosmo le preguntó a Lorito que si quería ir pero el negó aquella invitación al decir que volvió con un dedo
menos, Cosmo se puso nerviosos pero junto a Mona no le tenia miedo a nada.
8. Tardaron como 1 hora para llegar al sitio donde quería ir Mona, al llegar a esa calle Mona le explico a Cosmo que en esas calles había nacido; era su barrio. Entre
las calles se encontraba gente de cuidado, pero al ir con Mona no había problema, puesto que ella pertenencia a la banda mas peligrosa de todas esas calles de ahí el
tatuaje de su frente, el cual esa una secuencia de ADN con partes de carros, pistones, neumáticos, etc. Aquella gente trataba de ganarse la vida en carreras de autos 4
x 4.
Mona llevo a Cosmo con un viejo amigo de ella, un francés llamado Jean-Pierre que ella le debía dinero, al llegar a su local el se encontraba bajo un motor sucio
y él todo manchado de aceite de motor, le dijo que ella le debía un mofle pero Mona se lo negó porque eso que le había vendido era una porquería y además el le
debía algo que no se le podía pagar con nada.
Al recordar Jean-Pierre, acepto el acuerdo que Mona le propuso ―Darle una pieza del motor de la chatarra del carro que utilizaban ellos (Oteadores) y de esa
manera ya estaban de acuerdo).
De regalo, Jean-Pierrie le regalo unas bujías, al despedirse del francés aparecieron varias de esas criaturas azules, pero eran ofensivas solo esperaban que una
persona se lastimara para que ellas o ellos, pudieran atacar.
Nadie podía ver a esas criaturas, solo los oteadores (personas que han estado cerca de la muerte y tienen la capacidad de verlos).
9. Lo poco que alcancé a leer de este libro me pareció interesante, en mi caso me gusta imaginar mucho y al leer el libro me iba imaginando cada cosa. Al leer
esto: (E. Colfer 2004) L a v i d a d e C o s m o n o p a s ó a t o d a velocidad por delante de sus ojos. Si en un momento
estaba suplicando por su vida ante el supervisor Redwood, al cabo de un segundo la tierra y el cielo dieron una
v o l t e r e t a e n e l a i r e y a c a b ó b o c a a b a j o e n c i m a d e l g e n e r a d o r d e l a a z o t e a d e l edificio contiguo. Pero
vivo, decididamente. Con grandes dolores, eso sí, pero vivo al fin y al
c a b o . E l d o l o r l o d e m o s t r a b a . C o s m o t e n í a l a v i s i ó n b o r r o s a , c o n u n a n u b e multicolor
de cables, chispas, transformadores antiguos y chips oxidados que le revoloteaban alrededor de la cabeza como copos de nieve
sanguinolentos. Sintió una sacudida en el brazo: Mordazas se estaba moviendo. (pag.38).
Me conmovió mucho y me gusto como se relaciono toda la historia, nunca hubiera pensado que Mordazas hubiera muerto. La verdad
recomiendo este libro para personas que les gusta imaginar, y viajar entre las palabras.
Fuentes de información:
Bibliografía:
Colfer.E. (2004). Futuro azul. México D.F: Montena.
Cibergrafía:
Colfer. E. (2006). Futuro azul. Recuperado de: http://es.scribd.com/doc/23214666/Futuro-Azul-Eoin-Colfer el 26 se Septiembre de 2012.
Colfer. E. (2006, ). Futuro azul. Recuperado de: http://www.lecturalia.com/libro/7980/futuro-azul el 26 se Septiembre de 2012.