2. INDICE
1. INTRODUCCIÓN...................................................................... Pág 3
2. RELACIÓN FAMILIAESCUELA.............................................Pág 3
2.1 Transformación
2.2 Características
2.3 Principales aspectos que dificultan la relación
3. ESTRATEGIAS PARA MEJORAR LA RELACIÓN FAMILIA
ESCUELA...................................................................................Pág 9
3.1 Tipos de participación
3.1.1 Implicación de la familia en la escuela para la mejora educativa
3.1.2 Tipos de relaciones entre la familia y la escuela
3.1.3 Buscando fomentar la participación de la familia en la escuela
3.1.4 Aportaciones de la familia para el desarrollo educativo intercultural:
fortalezas y debilidades
3.1.5 Propuestas para la mejora de la implicación familiar en la escuela
3.1.6 Método
3.1.7 Escuela de padres
4. ROLES DE PADRES Y MAESTROS RESPECTO A LA
EDUCACIÓN..............................................................................Pág 18
4.1 Papel que juegan las escuelas
4.2 Papel que juegan los padres
5. DIVERSIDAD.............................................................................Pág 21
5.1 El autismo
5.1.1 Perfil de un niño autista
5.1.2 Síntomas que indican que un niño es autista
5.1.3 Familias de los niños autistas
5.1.4 Atención a las familias
5.1.5 Relación familiaescuela
6. CONCLUSIÓN............................................................................Pág 30
7. BIBLIOGRAFÍA..........................................................................Pág 33
3. 1 INTRODUCCIÓN
Hemos centrado el trabajo en la relación familiaescuela, ya que el
punto general del que hablamos en el título es muy amplio.
Comenzaremos planteando que existen diversos factores que contribuyen
de una u otra forma a que el proceso de desarrollo del niño llegue a su fin
de la forma más rica y completa posible. El conocimiento y estudio de
todos estos aspectos es una tarea fundamental para la psicología y la
psicopedagogía, que puede permitir articular modelos de intervención
cada vez más adecuados para una toma de decisiones responsable que
facilite su crecimiento personal y escolar.
En este variado conjunto de factores, la familia y la escuela se
convierten en los elementos principales y mas importantes a tener en
cuenta: son los dos sistemas fundamentales de los que el niño forma parte,
permitiendo la formación de su identidad; son las plataformas de
lanzamiento para la vida adulta a la que irá accediendo conforme a su
propio proceso de separación e individuación. Para ello, ambos sistemas
deben poder encaminar su acción en la misma dirección, buscando
objetivos comunes en el proceso educativo de los niños.
2RELACIÓN FAMILIA ESCUELA
2.1 transformación
Todos somos conscientes de que a lo largo de la historia se han
sucedido importantes cambios en nuestra sociedad, sobre todo en los
últimos 30 o 40 años. Estos cambios tienen orígenes tanto políticos,
económicos como sociales. Al igual que en a otros aspectos de nuestra
sociedad, estos cambios han influido de forma directa en la familia y la
escuela, que han sufrido grandes transformaciones.
4. La familia en la sociedad preindustrial era la unidad económica, el único
agente socializador, por lo que la educación de sus miembros era total y
asumían plenamente los valores, tradiciones y normas que el grupo
familiar les transmitía e imponía. La educación atendía a fines utilitarios,
eran familias numerosas en las que convivían varias generaciones con una
estricta jerarquía y disciplina (familia patriarcal).
Las revoluciones económicas de los siglos XIX y XX tuvieron grandes
repercusiones sobre la evolución familiar.
Los cambios de la revolución industrial y la inserción de la familia en el
medio urbano hicieron desaparecer gradualmente el rol de protección y de
unidad de producción de sus miembros que desempeñaba
tradicionalmente la familia. Se despertó la valoración de la educación
desde los primeros años de vida , lo que dio lugar a la aparición del
sistema educativo y a las primeras escuelas infantiles. A la escuela se le
asignó una función asistencial e instructiva, la familia se reservó la
educación en cuanto a valores, costumbres, comportamientos...
Este era un momento en el que el maestro casi era uno más de la familia.
Conocía al niño y la niña, a los padres e incluso en muchas ocasiones la
casa donde residía la familia.
En la actualidad las circunstancias familiares han cambiado
notablemente debido a:
– La incorporación masiva de la mujer al ámbito laboral, ha provocado
que la madre pueda dedicar menos tiempo al cuidado de sus hijos e
hijas. También ha supuesto un cambio de roles de padre y madre,
porque las familias en las que ambos trabajan tienen que dividirse
las tareas del hogar y el cuidado de los hijos e hijas.
5. – Muchos de los hijos han nacido fuera del matrimonio.
– Existen cada vez más familias monoparentales, donde padre o
madre cubren los roles de ambos.
Estas y otras circunstancias suponen que la relación con la escuela y el
docente hayan cambiado. En general la familia ha relegado muchas de las
funciones educativas en la escuela y en el educador, por consiguiente,
aumenta el numero de guarderías y de personas ajenas a la familia que
cuidan de los hijos desde edades tempranas. En definitiva, se manda
antes a los niños y niñas a las aulas, lo que implica que en el primer
proceso de socialización de los niños ya no interviene preferentemente la
familia y la escuela tiene un protagonismo mucho mayor.
2.2 características
La familia es una institución especialmente compleja, cambiante y
multifacética. Sin embargo, aunque ha sufrido modificaciones, la
condición familiar permanece en esencia. Sigue constituyendo un grupo
humano en el que confluyen todo un conjunto de relaciones, vivencias e
interacciones personales de difícil cuantificación. Y aunque nuestra
sociedad, nuestro modelo de vida, ha ido modificando progresivamente la
morfología familiar, bien mediante la reducción de la convivencia
generacional o a través de la flexibilización de los planteamientos
favoreciendo una coexistencia entre padres e hijos más permisiva y
tolerante, la familia constituye uno de los núcleos sociales donde se ejerce
una poderosa influencia sobre el individuo.
La educación es un proceso muy largo que comienza siendo impartida por
la familia y luego la escuela y se necesita de ambas partes para conseguir
un pleno desarrollo educativo y personal del niño/a. Por ello, la escuela
debe aceptar la importancia de la participación y la colaboración de los
6. padres en la educación de los niños/as y la necesidad de una relación
cordial entre docente y padres para que los/ las profesores/as puedan
realizar su función de manera efectiva y completa. El centro debe tener la
habilidad de reunir a los padres mediante proyectos originales, atrayentes
donde los padres se sientan parte de la educación escolar de sus hijos, a
pesar de que no exista ningún tipo de conocimiento profesional. Y es que
la educación no empieza y termina cuando toca el timbre porque el
alumno es una ser que tiene vida fuera de la escuela por la que se ve muy
influenciado; es por eso que el centro educativo en su conjunto debe luchar
por conseguir la integración de las familias en las escuelas y hacerlos
partícipes de la educación de sus hijos/as; permitiéndoles elegir la
educación que quieren para sus hijos/as y hacer este proceso tan complejo
más efectivo y duradero. Escuela y familia han de compartir inquietudes,
intercambiar informaciones y pensamientos sobre la educación, la escuela,
los hijos…Y ayuda a establecer pactos y acuerdos sobre ciertas
actuaciones hacia el niño/a. La familia tiene que aplicar los acuerdos
tomados e intentar traspasar los conocimientos escolares a la vida diaria.
Y la escuela debe alcanzar en cada niño/a los objetivos acordados o
propuestos y traspasar y aplicar los conocimientos familiares y cotidianos
a la vida escolar de manera que se consiga esta interrelación y unión entre
la educación formal y no formal y ese apoyo y eficacia esperada.
2.3 principales aspectos que dificultan la relación familiaescuela
Es evidente que ambos, tanto los padres como los maestro/as, buscan
el bien de los niños/as, desean que evolucionen en todos sus ámbitos:
personales, sociales, intelectuales, físico y afectivos. Las dificultades se
dan en función a varios aspectos:
a) La organización jerárquica de ambos sistemas: Tanto la familia como
7. los maestros están sujetos a una organización jerárquica y establecen
una serie de límites más o menos flexibles y rígidos. Y ambas
jerarquías y su conjugación, pueden traer consigo ciertos problemas:
En la relación entre el profesor y los padres: Cuando el docente
lleva a cabo una entrevista en el centro con los padres siente
que es la autoridad dentro de la escuela y suele hacer sentir
eso a los padres y madres de sus alumnos; pero los padres se
sienten que son la mayor autoridad de sus hijos, esto es lo que
puede provocar incomodidad. Pero lo correcto es que se
coloquen en una posición complementaria y se concede toda la
autoridad al otro. Esto último facilita los acuerdos pero a la
larga el menor se ve afectado de la necesidad de 7 autoridad de
los padres o profesores y además perderían los recursos que
estos le pueden ofrecer.
La organización jerárquica de la familia: A veces el/la
profesor/a quieren realizar la entrevista o reuniones con los
padres y pocas veces ocurre esto puesto que solo asiste o el
padre o la madre pero no los dos. Puede ocurrir que el que
suele asistir es la autoridad en la casa y por tanto los acuerdos
tiene garantía de que se cumplan; pero si por el contrario el
padre que acude a la entrevista es el de menor poder jerárquico
en la familia se está poniendo en riesgo que los acuerdos se
lleguen a realizar.
La organización jerárquica de la escuela: En los claustros es
frecuente colocar etiquetas a los niños, y estas son apoyadas
por la mayoría de los docentes. Estas etiquetas están presente
en el discurso del tutor con la familia y también influye el
8. papel o posición que este ocupa en el claustro.
b) Las reglas: Las familias y las escuelas se organizan por reglas, estas
pueden ser rígidas o flexibles. Los niños suelen interiorizar las reglas del
hogar y las contrastan con las del entorno y especialmente las de la
escuela, donde pasan parte importante de su vida y si estas reglas
propuestas por las familias y la escuela son muy diferentes en el niño/a
puede producirse un conflicto personal y el chico/a puede sentirse perdido.
Y por todo ello la familia debe elegir la escuela donde sus reglas sean las
más acorde con las de ellos/ellas.
Existen familias con muy pocas reglas, algo habitual y sobre
todo en lo referente a ponerles límites en la conducta de los
hijos. Cada vez se están dando más familias diferentes a las
tradicionales y esto da lugar a que se de mayor flexibilidad en
las normas pero esto a veces se da de forma extrema dando
lugar a que no existan reglas o sean muy pocas las que
imperen el hogar.
La falta de claridad de las reglas es otra dificultad entre las
familias y escuelas, esto no solo se da en la familia si no en la
escuela sobre todo debido por el continuo cambio de profesores.
Disparidad de reglas entre la familia y la escuela: El hecho de
que existan reglas dispares en ambas instituciones provoca que
el niño/a se sientan confuso, perdido; confrontando por su
cuenta ambos modelos y es que la escuela y la familia debe
compartir reglas y valores de cómo convivir en el mundo.
c) Sistema de creencias: Las creencias es lo que da sentido a la
conducta individual de las personas tanto en la familia como en la
escuela. Muchos mitos se han trasmitidos a través de la cultura y están
12. de decisiones.
3.1.3 Buscando fomentar la participación de la familia en la escuela.
Necesitamos que la familia se centre en la escuela y para ello
necesitamos una escuela atenta a la diversidad, flexible, abierta y cercana
a la comunidad.
Otras propuestas en este sentido son realizadas por Gómez cuando
sugiere que los padres pueden colaborar con el centro controlando la
asistencia escolar de los hijos/as, promoviendo la lectura en casa,
controlando la televisión que ven, el uso de internet o los videojuegos,
asistiendo y participando más y mejor en el centro escolar, mejorando la
actitud hacia el centro escolar y hacia los programas educativos
comunitarios,… etc. Esta autora, propone tres niveles de implicación
familiar en la escuela y una serie de mejoras de la cultura de origen.
Podríamos hablar de una pirámide de participación familiar en base a los
tres niveles graduados de implicación participación y apoyo general,
participación diaria o continuada y toma de decisiones o administración
escolar
Apenas un 10% de las familias llegan realmente a tomar decisiones en el
sistema educativo o en el centro escolar de sus hijos/as, es decir, participar
en la organización y gestión del centro.
13. 3.1.4 Aportaciones de las familias para el desarrollo educativo
intercultural: Fortalezas y debilidades.
a) Fortalezas para la implicación de las familias en la escuela:
La consideración que las familias tienen de la escuela como instrumento
de promoción social y de crecimiento personal del alumnado es un punto
fuerte.
Las familias tienen depositadas ciertas esperanzas en la escuela como
institución que les ayuda a educar a sus hijos/as.
Se considera importante educar en valores a los hijos desde casa y que
éstos se vean reflejados, en la misma dirección, en la escuela, por ejemplo,
procurar que los hijos/as vayan a la escuela con las tareas realizadas, bien
alimentados, aseados y descansados para que puedan rendir en la escuela.
El modelado desde la familia es fundamental para educar a los hijos/as,
por eso hay que dar ejemplo respetando al profesor/a para que el niño
aprenda a respetarlo.
También existe la conciencia de lo importante que es mantener un
contacto directo con el/la profesor/a tutor/a para la correcta educación de
los hijos.
Desde la familia se intenta contrastar la opinión de los niños con la del
profesor ante cualquier problema de cara a evitar cualquier conflicto o
situación violenta. Es bueno ayudar en las tareas escolares o deberes a los
15. contacto a los profesores con las madres que no hablan español.
Poder aumentar o modificar el horario de visita de las familias al
profesorado para evitar las coincidencias con el horario de trabajo.
Fomentar la visión de la escuela como una institución socializadora
de promoción personal y social a disposición del alumnado y las familias.
Articular en el centro actividades de sensibilización para concienciar de
la importancia de establecer una relación cívica entre la familia y la
escuela.
De un modo más integral, una opción o modalidad que podría agrupar la
mayoría de estas propuestas es la creación de escuelas de padres/madres o
de familiares. Se trataría de fomentar la planificación y el desarrollo de
diversas actividades sociales y formativas con el fin de aumentar la
relación entre las familias y el centro educativo por medio de su formación
en cómo ayudar a los hijos en la realización de las tareas escolares, el
conocimiento de la adolescencias, el uso del español,… Sería interesante
diversificar las temáticas tratadas hacia intereses y necesidades reales de
las familias, aunque éstos no sean estrictamente escolares, como por
ejemplo temas sociales, sanitarios, de vivienda, legales, laborales, uso de
nuevas tecnologías,…
3.1.6 Método.
Objetivos:
En este trabajo lo que hemos intentado es que poco a poco se vayan
cumpliendo estos objetivos.
a) Establecer valores interculturales en el centro educativo mediante
18. 4.1. El papel que juegan los padres
Son ellos quienes tienen la posibilidad de decidir acerca de las
cuestiones esenciales, más cuando los hijos son menores. Son quienes
eligen el centro educativo, sobre todo en las etapas de educación primaria
y secundaria. Ayudan a los hijos también a elegir los amigos al situarles
en determinados contextos sociales, donde se entablan las relaciones de
amistad. Son quienes gozan de esa relación de intimidad única que
exclusivamente se da en el seno de una familia y que permite todo tipo de
interrelaciones personales: de afecto, ayuda, orientación, soporte, etc., que
influyen y modifican los comportamientos de todos sus miembros.
Son quienes están en mejores condiciones, a causa de su cariño
desinteresado, de conseguir el crecimiento en autonomía de sus hijos y,
por tanto, la madurez: un crecimiento en libertad y responsabilidad que
solamente es posible, de manera armónica, cuando la familia soporta las
decisiones personales, con su mezcla de aciertos y errores. Y es al elegir la
escuela cuando la hacen partícipe de sus deseos, ideales, valores y
objetivos educativos, aunque con frecuencia no los tengan ellos mismos
suficientemente definidos o explícitos.
4.2. El papel que juega la escuela
Los padres con la escuela establecen una particular relación de confianza,
mediante la cual delegan autoridad, funciones, objetivos familiares, etc.,
en la institución a la que confían sus hijos. La relación que se entabla
entre familia y escuela es tan peculiar que sólo cabe situarla en el marco
de la confianza, es la escuela, como parte de la familia, una prolongación
suya, adquiriendo así su pleno sentido.
19. Esa relación de confianza es la que determina, matiza y da forma al
binomio familiaescuela, que debe estar marcado por una actitud de
responsabilidad compartida y complementaria en la tarea de educar a los
hijos. Ello implica una verdadera relación de comunicación donde padres y
maestros establezcan una vía abierta de información, de orientación,
sobre la educación de los hijos, constructiva y exenta de tensiones por el
papel que cada uno de ellos desempeña. Si no se produce ese acuerdo
previo sobre cómo y para qué queremos educar a nuestros hijos, la
disfuncionalidad en la relación padresmaestros y en el mismo proceso
educativo, estará asegurada. Una escuela no puede limitar su actividad a
los campos que sean de su exclusivo interés, sin atender a las necesidades
de la familia.
Por tanto, deben ponerse de acuerdo y definir los roles a representar, para
que el sentimiento de intrusión en cada uno de sus espacios sea reducido.
En concreto, nos venimos refiriendo al recelo de los profesores hacia los
padres por miedo a que se entrometan en demasía en su trabajo, y
viceversa, que los maestros se inmiscuyan más de lo debido en la vida
familiar. El fin último, es favorecer la construcción de un ambiente más
relajado y de mayor confianza.
Ahora, cada uno es autónomo y responsable de sus funciones y cometidos.
El especificar dichos roles, no garantizará que la relación vaya por los
cauces que se buscan, sino que es importante que cada cual, se
responsabilice en desarrollar sus tareas.
En definitiva, tal como señala Kñallinsky (1999), basándose en
Montandon, “La escuela forma parte de la vida cotidiana de cada familia”
y por ello, solo por eso, ambas deben complementarse.
21. educativa que pueden generar o acentuar sus dificultades. Esta
concepción, en el ámbito curricular, ha dado lugar a propuestas rígidas y
homogeneizadoras, en las que la Administración Educativa establece al
mínimo detalle las decisiones relativas al qué, cómo y cuándo enseñar y
evaluar, sin tener en cuenta que los procesos de enseñanzaaprendizaje
tienen en lugar en contextos muy distintos, generando un elevado número
de dificultades de aprendizaje, repeticiones, ausentismo y fracaso escolar.
La respuesta a la diversidad como todo proceso de innovación afecta
a la globalidad del centro, e implica cuestionar la práctica educativa
tradicional, introduciendo cambios sustanciales en la misma. Estos
cambios pueden producir ciertos temores e inseguridad en los profesores
que pueden evitarse, en gran medida, si se toman decisiones compartidas.
La experiencia demuestra que la respuesta a la diversidad y la educación
de los alumnos con necesidades educativas especiales, ha de ser un
proyecto de escuela y no de profesores aislados, ya que uno de los factores
de éxito de la integración es que ésta sea debatida en profundidad y
asumida por toda la comunidad educativa.
Dar respuesta a la diversidad significa romper con el esquema tradicional
en el que todos los niños hacen lo mismo, en el mismo momento, de la
misma forma y con los mismos materiales. La cuestión central es como
organizar las situaciones de enseñanza de forma que sea posible
personalizar las experiencias de aprendizaje comunes, es decir, como
lograr el mayor grado posible de interacción y participación de todos los
alumnos, sin perder de vista las necesidades concretas de cada uno.
Cuanto más flexible sea esta organización, más fácil será, por otro lado, la
incorporación de los profesores de apoyo a la dinámica del aula para
22. facilitar el proceso de aprendizaje de todos los alumnos.
Las decisiones que se tomen en el ámbito del centro son aún muy
generales y están dirigidas a dar un primer nivel de respuesta a la
totalidad del alumnado, sin embargo son imprescindibles para crear las
condiciones necesarias que favorezcan una educación personalizada en el
aula. La planificación de la acción educativa a seguir en el centro ha de
tener en cuenta las necesidades de todos los alumnos, incluyendo las de
las de aquellos que pertenecen a otras culturas, provienen de ambientes
sociales de privados o tienen algún tipo de discapacidad.
A continuación dejamos un vídeo interesante:
. El cazo de Lorenzo: https://www.youtube.com/watch?v=K0usZT3LGOQ
5.1 El autismo
El autismo se define como un conjunto de trastornos complejos del
desarrollo neurológico, caracterizado por dificultades en las relaciones
sociales, alteraciones de la capacidad de comunicación, y patrones de
conducta estereotipados, restringidos y repetitivos. Generalmente se
manifiesta durante los tres primeros años de vida, y se caracteriza por:
Aislamiento social.
Dificultades para comunicarse (lenguaje, mímica...).
Patrones estereotipados de conducta, es decir, gestos o expresiones
que se repiten sin variación.
El concepto clásico de autismo ha variado mucho desde sus
descripciones originales y en la actualidad se habla de un continuo, por lo
23. que se prefiere usar el término ‘trastornos del espectro autista’ (TEA),
dada la variable afectación cognitiva y del lenguaje, de manera que en la
cuarta edición del Manual diagnóstico y estadístico de las enfermedades
mentales (DSMIV) se encuadran como un subgrupo dentro de los
trastornos generalizados del desarrollo (TGD). Afectan de forma diversa y
con distinto grado de intensidad a cada individuo lo que significa que dos
personas con el mismo diagnóstico pueden comportarse de diferente
manera y tener aptitudes distintas. La prevalencia de los TEA se ha visto
incrementada desde mediados de los años noventa, quizá por un mejor
reconocimiento del trastorno, con cifras de prevalencia actual del orden de
un caso por cada 150 niños, con una proporción hombremujer de 4 a 1.
Así pues, los TEA incluyen las categorías de trastorno autista, síndrome
de Asperger y trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
A pesar de todos los avances en la neurociencia y de los métodos
genéticos, no se ha podido establecer todavía un modelo que explique la
etiología y fisiopatología de los TEA, aunque se presupone una base
genética y unos factores epigenéticos y ambientales.
5.1.1 Perfil de un niño autista
El niño autista tiene una mirada que no mira, pero que traspasa. En
el lactante, se suele observar un balbuceo monótono del sonido, un
balbuceo tardío y una falta de contacto con su entorno, así como un
lenguaje gestual. En sus primeras interacciones con los demás lo primero
que se detecta es que no sigue a la madre en sus intentos de comunicación
y puede entretenerse con un objeto sin saber para qué sirve.
En la etapa preescolar, el niño empieza a parecer extraño porque no
24. habla. Le cuesta asumir el yo e identificar a los demás. No establece
contacto con los demás de ninguna forma. Estos niños autistas pueden
presentar conductas agresivas, incluso para sí mismos.
Otra característica del autismo es la tendencia a llevar a cabo
actividades de poco alcance de manera repetitiva, como dar vueltas o
llevar a cabo movimientos rítmicos con su cuerpo (aletear con sus brazos).
Los autistas con un alto nivel funcional pueden repetir los anuncios
comerciales de la televisión o llevar a cabo rituales complejos al acostarse.
En la adolescencia, se dice que 1/3 de los autistas suelen sufrir
ataques epilépticos, lo que hace pensar en una causa de origen nervioso.
5.1.2 Síntomas que indican que un niño es autista:
Indicadores precoces:
- No balbucea ninguna palabra al año de edad.
- No señala ningún objeto hasta los 12 meses.
- No responde a su nombre.
- No pronuncia palabras hasta los 16 meses, o frases de dos o más
palabras hasta aproximadamente los dos años.
- No establece un contacto visual correcto.
- Alinea de manera excesiva los juguetes u otros objetos.
- No sonríe ni muestra receptividad social.
Indicadores tardíos:
b) No tiene interés en hacer amigos.
c) No es capaz de comenzar o mantener una conversación.
d) Es poco imaginativo a la hora de jugar.
e) Utiliza un lenguaje repetitivo.
25. f) Tiene rutinas y cualquier intento de modificarlas le genera una gran
angustia.
g) Muestra un apego excesivo a determinados objetos.
5.1.3 Familias de los niños autistas.
El papel de las familias en la educación de los alumnos/as autistas es
de enorme relevancia, aunque está condicionado por dos cuestiones
fundamentales:
La familia puede ser parte pasiva como núcleo que recibe un “Shock” por
lo que ha de desarrollar mecanismos de adaptación y superación de ese
estado.
Las familias de personas con autismo necesitan de apoyos muy intensos
y especializados durante casi toda su vida, aunque éstos se hacen más
evidentes en los primeros años de aparición del trastorno. En este sentido
destacan dos momentos claves:
Cuando se sospecha que su hijo/a tiene un problema de
comunicación.
Cuando se confirman las sospechas por parte de un especialista;
incluso se ensombrece el panorama al aparecer la palabra “autismo”.
Este momento se retarda con demasiada frecuencia en muchos
casos, principalmente por la complejidad propia del trastorno, por la
escasa formación de los profesionales en este campo.
La asimilación de un trastorno tan grave no es nada fácil, por lo que el
apoyo a estas familias supone el respeto a los ritmos de asimilación de
cada una. Sin embargo, respetar los ritmos no implica “cruzarse de
brazos”, ya que una adecuada comprensión de la situación hará que el
26. niño/a evolucione más favorablemente.
La familia como agente activo tendrá que adaptarse a la situación de su
hijo/a y desarrollar estrategias de superación y comprensión del trastorno.
Para ello, necesitará la orientación y apoyo de profesionales especializados
cuyas líneas básicas de asesoramiento podrán ir encaminadas a lo
siguiente:
Orientaciones para organizar las actividades de la vida diaria, de
modo que favorezcan la anticipación y la comunicación.
Proporcionar información necesaria para que las familias vayan
comprendiendo mejor cada día el problema.
Apoyar la consecución de los objetivos del programa de intervención,
sobre todo aquellos destinados a la mejora de la comunicación, la
autonomía personal y la autodeterminación.
Facilitar la adquisición, por parte de los familiares, de las técnicas
básicas que ayuden a conseguir los objetos propuestos,
especialmente las de modificación de conducta y de las habilidades
de comunicación.
Favorecer los contactos con otras familias afectadas.
Ofrecer información sobre los apoyos sociales en los casos en los que
fuera necesario. Ayudarles a construir una visión realista de los
trastornos del autismo que favorezca la implicación de las familias
sin que se “exalte” demasiado la fantasía.
5.1.4 Atención a las familias
Los padres necesitan servicios de atención y tratamiento, servicios
de apoyo familiar, apoyo terapéutico. Las familias deben disponer de
27. verdaderas redes de servicio para dar respuesta a todas sus necesidades,
ya que el /la autista precisa de un tratamiento pluridisciplinar.
En cuanto al diagnóstico hay que señalar que se retrasa
injustificadamente. No es aconsejable dar un diagnóstico antes de los 2 o 2
años y medios. Si se hace un diagnóstico y se cree que el niño/a padece
autismo, hay que decirlo a los padres para comenzar el tratamiento. Es
importante que todo pediatra conozca las señales de alarma, dado que
sobre todo en las etapas iniciales los padres pueden tener más una
sensación de intranquilidad acerca de su hijo que una necesidad de
búsqueda de un diagnóstico. La presencia de estos signos de alarma
indicaría la necesidad de realizar estudios más específicos y, si fuese
necesario, la derivación a centros de atención temprana, servicios de
neuropediatría u otros especialistas. Tras la sospecha diagnóstica de un
TEA, se deben realizar diferentes test específicos, que no sólo podrán
confirmar el diagnóstico, sino que pueden dar una idea del grado de
afectación, tanto de una manera global como específica (lenguaje,
inteligencia, interacción social, intereses restringidos a las posibilidades
de escolarización) para aprovechar mejor los recursos al alcance de las
familias.
En los centros de desarrollo infantil y atención temprana se trabaja
con el niño y su entorno, a través de programas de intervención que se
adecuan a las características individuales de cada paciente y su familia.
La intervención temprana intensiva ha demostrado que puede modificar,
al menos en ciertos casos, el mal pronóstico generalmente asociado a estos
niños. Por tanto, parece justificado iniciar de forma precoz un programa
de intervención, tanto desde el punto de vista social como de la evidencia
científica, aunque queda por dilucidar cuál es su duración e intensidad
28. idóneas. Los programas de intervención, aunque existen diferentes
aproximaciones según su orientación conceptual, están dirigidos a
potenciar las diferentes áreas del desarrollo del niño, fomentando una
mayor independencia en las actividades de la vida diaria.
El psiquiatra de niños/as puede ayudar a los padres a resolver los
problemas emocionales que surgen como resultado de vivir con un niño/a
autista y orientarlos de manera que puedan crear un ambiente favorable
para el desarrollo y la enseñanza del niño/a.
5.1.5 Relación familiaescuela respecto al niño autistas
Los padres son los primeros educadores de los niños, pero los
profesores también cumplen una importante labor. Una buena relación
entre padres y maestros facilitará al niño su proceso de enseñanza
aprendizaje. Por lo tanto, esta relación debe ser cordial y amistosa
generando un buen clima de confianza entre ambos. Gracias a ella, se
genera en los niños y niñas sentimientos de seguridad y motivación hacia
el aprendizaje ya que ellos y ellas son conscientes de la preocupación y la
labor educativa que realizan sus padres y maestros. Pero desempeñar
estas funciones en un niño con autismo es algo difícil. El autismo es una
minusvalía resultante de un déficit del desarrollo de la comunicación, lo
que significa que este niño no se comunica como los otros niños. Para un
niño autista es difícil comprender a los demás, al igual que los demás no le
comprenden a él, lo que provoca una separación en su grupo de iguales y
en el ámbito familiar. Padres y familiares deben compartir toda la
información para poder ayudar al niño que sufre autismo y contribuir
juntos a su integración en la familia, en la escuela y en la sociedad.
29. 6CONCLUSIÓN
Como destacábamos en nuestra introducción, al hablar de
participación de las familias en la escuela estamos ante un amplio abanico
de realidades. Existen algunos aspectos bastante generalizados sobre los
que quisiéramos reflexionar brevemente. En primer lugar, hemos visto
que las familias, en su gran mayoría, se muestran preocupadas por
cuestiones particulares unidas con sus hijos o hijas y no tanto con el
centro en general, con lo que no perciben como necesario participar
activamente en las decisiones que afectan a toda la comunidad educativa.
Al respecto, cabe destacar, que cerca de la mitad de las familias
opinan que el equipo directivo y el profesorado prefieren que no participen
en el funcionamiento de centro, aunque todos sabemos que resulta
evidente que la tarea educativa de los docentes requiere un apoyo de las
familias y un trabajo conjunto . Vemos necesario, por tanto, aumentar la
toma de decisiones conjuntas para facilitar la implicación de las familias y
lograr un mejor funcionamiento de los centros docentes. Por otra parte, la
mayoría de familias destacan la necesidad de formarse en temas
educativos, así como disponer de espacios de intercambio y reflexión. En
relación con las necesidades formativas, podemos reflexionar en cuanto a
que más de la mitad de las familias sí disponen de escuelas de padres en
los centros educativos a los que asisten sus hijos o hijas, pero son escasos
otros espacios de participación como los grupos de trabajo o comisiones
mixtas (formadas por diferentes miembros de la comunidad educativa).
Seguramente, estos dos espacios les permitirían cubrir las necesidades
que señalan, ya que resulta importante la formación que puedan recibir a
través de distintos canales, pero también son necesarios aquellos ámbitos
en los que los padres y madres puedan expresar sus diversas
30. preocupaciones, así como intercambiar sus experiencias.
Introduciéndonos en el tema de la convivencia, podemos ver que
todas las familias consideran que su rol en la convivencia escolar debe ser
educar a los hijos e hijas para que sean respetuosos con los demás y una
gran mayoría opina que deben educar a los hijos e hijas para que
obedezcan las instrucciones de los docentes. Como puede deducirse, las
familias sienten que sus funciones prioritarias se desempeñan en el
ámbito privado con sus hijos o hijas, cuestiones particulares como ya
destacábamos previamente; no obstante, consideramos que sus funciones
deberían extenderse más allá de estos límites si pretendemos construir
convivencia. . Cabe decir que más de la mitad de las familias entienden
que para promover la convivencia sus funciones van más allá del ámbito
personal y las familias deben formar parte de una comisión promotora de
convivencia o ser mediador o mediadora formando parte del equipo de
mediación. Por otro lado se ha observado que las madres son más
conscientes de su participación e implicación en los centros, así como que
manifiestan un mayor grado de acuerdo en que la convivencia implica
relaciones ser respetuosas y cordiales, mientras que los padres parecen
conocen mejor algunos de los espacios de participación en los centros
escolares, como los grupos de trabajo o comisiones promovidas por el
AMPA.
Por último exponemos algunas citas de diferentes autores, que nos
hacen reflexionar y motivarnos para que esta relación no sea “incómoda y
fría” además de para intentar entre todos los futuros docentes que la
escuela evolucione cada vez más...
Para Mañani y Sánchez (1997) cuando la familia llega a la escuela se
adentra en un lugar desconocido donde no se sabe de entrada qué actitud
31. adoptar, cómo manifestarse, cómo participar y, en definitiva, “cuál es su
papel” en ese mundo, por ello sería más sencillo que fuese la escuela la
que diera el primer paso, la que facilitase canales y formas de
comunicación e intercambios. Por ejemplo las reuniones iniciales con los
padres pueden ser un buen momento, los intercambios comunicativos
informales e individuales, o reuniones planificadas en las aulas, etc.”. Es
imprescindible buscar canales de colaboración para que ambos contextos
(familia y escuela) encuentren un espacio y tiempo para poder
comunicarse, interaccionar, intercambiar informaciones, estrategias,
recursos, etc.
Simón (1966), expone que los padres deben confiar a los maestros
durante varios cientos de horas anuales a sus hijos, y se plantea si estos
padres no querrán conocer a esa persona con quien debe compartir su
hijo,..., ¿sería necesario reunirse con esas personas e intercambiar
impresiones?. Para Simón los maestros que se esfuercen por
comprender a sus alumnos deben conocer a los padres, porque ¿quién
podría negar que dos personas, embarcadas en la misma empresa y
persiguiendo el mismo objetivo, conseguirán más si se ponen a resolver el
problema en común?. Si los padres se mancomunan en la labor educativa
y si el niño siente, en sentido positivo naturalmente, el encuentro entre el
maestro y los padres, surge una atmósfera de trabajo más propicia. Por
ello sería conveniente para lograr así una mayor participación de los
padres, buscar el momento más propicio de las reuniones; el día de la
reunión saludar previamente a los padres de forma individual, agradecer
su asistencia, averiguar los temas educativos que más interesan a los
padres y por último como hemos acentuado anteriormente, darles la
confianza en su totalidad.