El resumen cuenta la historia de un niño que quería conocer a Dios y emprendió un largo viaje. En el camino, se encontró con una anciana en el parque a la que le ofreció comida y bebida. Pasaron la tarde juntos sonriendo y comiendo sin hablar. Al volver a casa, tanto el niño como la anciana le dijeron a sus familiares que habían "almorzado con Dios" y se sentían felices. La moraleja es que pequeños actos de bondad como una sonrisa o escuchar a alguien pueden cambiar
3. • Un niño
pequeño
quería conocer
a Dios.
Sabía que
tendría que
hacer un largo
viaje para
llegar hasta
donde Él vive,
así que guardó
en su maleta
pastelitos de
chocolate y
refrescos de
fruta…
Y empezó su
andadura.
4. • Cuando había
caminado unas
horas, se encontró
con una mujer
anciana.
• Estaba sentada en
un banco del parque,
sola, contemplando
en silencio algunas
palomas que
picoteaban migajas
de pan que ella les
arrojaba.
5. • El niño se sentó junto a ella
y abrió su maleta.
• Comenzó a beber uno de
sus refrescos cuando notó
que la anciana le miraba,
así que le ofreció uno de
ellos. Ella agradecida lo
aceptó y le sonrió. Su
sonrisa era muy bella, tanto
que el niño quería verla de
nuevo, así que le ofreció
entonces uno de sus
pastelillos.
• De nuevo ella le sonrió. El
niño estaba encantado, y se
quedó toda la tarde junto a
ella, comiendo y sonriendo,
aunque sin hablar una
palabra.
6. • Cuando
oscurecía, el
niño se levantó
para irse.
• Dio algunos
pasos, pero se
detuvo; dio
vuelta atrás,
corrió hacia la
anciana y le dio
un abrazo.
Ella después de
abrazarlo, le
dedicó la más
grande sonrisa
de su vida.
7. • Cuando el niño llegó
a su casa, su madre
quedó sorprendida
de la cara de
felicidad que traía.
Entonces le
preguntó:
-"Hijo, ¿qué hiciste
hoy que te hizo tan
feliz?".
El niño le
contestó:"¡Hoy
almorcé con Dios!"...
Y antes de que su
madre reaccionara,
añadió:
-"Y ¿sabes? ¡Tiene la
sonrisa más
hermosa que nunca
he visto!"
8. • Mientras tanto, la anciana,
también radiante de felicidad,
regresó a su casa.
Su hijo se quedó sorprendido
de la expresión de paz que
reflejaba en su cara, y le
preguntó:
-"Mamá, ¿qué hiciste hoy que
te ha puesto tan feliz?“.
La anciana le contestó:
-"¡Comí pastelitos de
chocolate con Dios, en el
parque!"...
Y antes de que su hijo
respondiera, añadió:
-"Y ¿sabes? ¡Es más joven de
lo que yo pensaba!" …
9. • Moraleja:
• Con frecuencia, no damos
importancia al poder de un
abrazo,
• de una palmada en la
espalda,
• de una sonrisa sincera, de
una palabra de aliento,
• de un oído que escucha,
• de un cumplido sincero,
• o del acto más pequeño de
preocupación...
Mas todos esos detalles
tienen el mágico poder de
cambiar tu vida o la de los
demás, de darle un gran
giro y hacerla feliz.
10. • Todas las personas llegan a nuestras vidas por una razón,
bien sea por un tiempo o se quedan para toda una vida.
¡Recíbelos a todos por igual!
¡¡¡ AH, Y NO OLVIDES ALMORZAR SIEMPRE CON DIOS...!!!
11. Y si lo deseas, envía
este mensaje a las
personas que han
tocado tu vida de
manera especial,
de una u otra forma,
en una situación,
en una parte de tu
existencia
o en tu vida
entera…
así como
lo has hecho
tú
con la mía.