Ciclo de dos conferencias sobre la historia del tango, impartidas por Germán Ojeda Méndez Casariego, literato y poeta.
Se impartieron el 23 de enero y 5 de febrero de 2013 en la Universidad Popular Carmen de Michelena de Tres Cantos.
Más información en:
http://www.universidadpopularc3c.es/index.php/actividades/conferencias/event/751-conferencia-apuntes-para-una-historia-del-tango-segunda-parte
7. Primera parte
Mi viejo fuelle malevo…
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Los albores
La guardia vieja
El nacimiento de la pena
Los arquetipos del tango
El decarismo, o la conformación de la
orquesta
8. El tango:
• Música de fusión popular
• Música urbana
• Localista: Buenos Aires (y Montevideo)
9. Metafóricamente hablando, las ciudades son como un
inmenso, único poema. Un poema en permanente
construcción y desarrollo, que nos cuenta la historia,
grande y pequeña, del grupo humano que la habita, que
la conforma como un gran cuerpo formado por multitud
de células. La ciudad es obra de los hombres, con sus
pasiones, sus angustias, sus esfuerzos, y nos habla de
ello con una gran voz sutil e incorpórea. Y este poema
suele tener música: Viena, Praga, París, tienen su
propia música que las interpreta, que cuando se
escucha parece evocar la forma de esas ciudades, sus
monumentos, sus paredes, su ambiente.
10. Buenos Aires tiene música de tango. Buenos Aires
respira tango. Los muros de Buenos Aires, entre el
musgo verdoso de la humedad, transpiran tango. El aire
es tango, las calles empedradas umbrosas son tango.
Hay algo de tango en las hojas que arrastra el viento,
hojas de árboles y hojas de periódicos releídos, hay
tango en los callejones del puerto, en la llovizna
persistente del invierno, en los viejos cafés de mesas de
madera y amplios ventanales empañados, en los
“colectivos” decorados por floridos pinceles. Hay tango
en el café con leche y medialunas en la madrugada de
luces amarillentas, en la cola del paro, en los teatros, en
las librerías siempre abiertas de la calle Corrientes. El
tango se arrastra por los arrabales aún bravíos, se
empapa del agua turbia del Riachuelo, se acurruca aún
bajo la luz del farol de la esquina.
18. Han pasado diez años que zarpó de
Francia,
Mademoiselle Ivonne hoy es sólo
"Madame",
la que al ver que todo quedó en la
distancia
con ojos muy tristes bebe su champán...
Ya no es la papusa del Barrio Latino,
ya no es la mistonga florcita de lis...
Ya nada le queda de aquel argentino
que entre tango y mate la alzó de París.
19. • La frustración original: alienación.
• La burguesía mercantil y ganadera: el sueño
de grandeza.
• “La capital de un imperio que nunca existió”
(André Malraux).
• “Los hombres compartieron un pasado ilusorio”
(J. L. Borges).
20. Correos y Telégrafos en Bolívar y Moreno. Antes había sido la casa
familiar de Juan Manuel de Rosas, y después sede del gobierno porteño.
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El tango, música orillera.
Los negros, y el candombe.
Fusión. La influencia española.
El prostíbulo. Las ficheras.
El malevo, el compadrito.
Las coplas picarescas y obscenas.
28. Octubre de 1907.
Los inmigrantes ya
en tierra, esperan
que los carros
lleven sus bártulos a
algún conventillo.
Luego comenzaría
la búsqueda de
trabajo.
29. Hotel de Inmigrantes. Desde 1911 ubicado en Dársena Norte.
Aun se conserva el edificio, y está destinado a oficinas de
migración.
30. Polacos en el viejo Hotel de Inmigrantes que se encontraba
donde hoy está el andén de la estación Retiro del ferrocarril
Mitre. Año 1889.
31.
32. El tango es un
pensamiento triste que
se baila
(E. S. Discépolo)
39. Pobre paica
(El motivo)
Mina que fue en otros tiempos
la más papa milonguera
y en esas noches tangueras
fue la reina del festín.
Hoy no tiene pa´ ponerse,
ni zapatos ni vestidos,
anda enferma y el amigo
no aportó para el bulín.
Ya no tienen sus ojazos
esos fuertes resplandores
y en su cara los colores
se le ven palidecer.
Está enferma, sufre y llora
y manya con sentimiento
de que así, enferma y sin vento,
más nadie la va a querer.
……………………………….
40. Pizza en La Boca, comiéndola a la vieja usanza, de pie y con un vino
moscato o garnacha. Las pizzas no siempre fueron redondas. Foto 1929.
41. Recién ensanchada. La Avenida Corrientes en la década del 30; se ven las
medianeras de la edificación que quedo en pie en la acera de impares.
42. El 96: su recorrido era por Monroe, Alvarez Thomas, Rivera, Córdoba,
Talcahuano, Alsina y Plaza de Mayo. Foto de la esquina de Alsina y Defensa.
43. Los primeros colectivos. Los ‘taxímetros colectivos’
comenzaron una aventura que con el tiempo se transformó en
el transporte de las grandes ciudades.
44. El 60, circulando por la
avenida Callao, con una
capacidad de 11
asientos.
46. Café de los Inmortales, en Corrientes 922. Una versión dice
que el nombre se lo puso Florencio Sánchez.
47. Los arquetipos del tango
1. El cabaret, que reemplaza al viejo prostíbulo, pero sin dejar
de lado su función de “antro de perdición”.
2. La chica de barrio que es deslumbrada por las luces de la
gran ciudad, y que es reprobada por el varón que la sigue
queriendo.
3. La francesita que vino en busca de su destino, en un burdel
del arrabal.
4. París y la nostalgia de los argentinos exiliados.
5. El malevo amurado.
6. La vieja.
7. La nostalgia de tiempos idos.
48. 1 y 2)
La costurerita que dio aquel mal paso
(y lo que es más grave, sin necesidad…)
(Evaristo Carriego)
49.
50.
51.
52.
53. Pobre milonga
(1923)
¡Milonguera! Lo quiso tu suerte
y siempre pa´ todos milonga serás...
Hasta que te sorprenda la muerte,
ni amor, ni consuelo, ni nada tendrás...
Milonga,
nadie cree que sos buena;
tu martirio se prolonga
y se ríen de tu pena.
Milonga,
tenés que seguir cantando
aunque tu dolor se oponga,
pues si ven que estás llorando,
Milonga, todos dicen que es “chiqué”...
¡Pobre Milonga!
Es inútil que pretendas escaparte...
¡pobre muchacha!
54. Carne de cabaret
Pobre percanta que pasa su vida
entre la farra, milonga y champán,
que lleva enferma su almita perdida
que cayó en garras de un torpe bacán
y que en su pecho tan sólo se anida
el triste goce que causa un gotán.
.................
así fue en la pendiente fatal,
del cabaret al hospital
donde asilo encontró.
.................
Pobre percanta que está contratada
vendiendo su alma por un copetín,
..................
61. Galleguita
(1924) de Petorossi y Navarrine
Galleguita, la divina,
la que a la playa argentina
llegó una tarde de abril,
sin más prendas
ni tesoros
que tus negros ojos moros
y tu cuerpito gentil;
siendo buena
eras honrada
pero no te valió nada
que otras cayeron igual,
eras linda
galleguita
y tras la primera cita
fuiste a parar al "Pigalle".
64. Aquí, en este Montmartre,
faubourg sentimental,
yo siento que el recuerdo
me clava su puñal...
¡Cómo habrá cambiado tu calle Corrientes,
Suipacha, Esmeralda, tu mismo arrabal...!
Alguien me ha contado que está floreciente
y un juego de calles se da en diagonal...
¡No sabés las ganas que tengo de verte!
Aquí estoy parado, sin plata y sin fe...
¡Quién sabe, una noche me encane la muerte
y chau, Buenos Aires, no te vuelvo a ver...!
65. Margarita Gauthier
(1935), de Nelson y Mora
Hoy te evoco emocionado,
mi divina Margarita,
hoy te añoro en mis recuerdos
¡Oh, mi dulce inspiración!
Soy tu Armando, el que te clama,
mi sedosa muñequita,
el que te llora... el que reza
embargado de emoción;
..................
Nunca olvido aquella noche
que, besándome en la boca,
una camelia muy frágil
de tu pecho se cayó;
la tomaste tristemente...
la besaste como loca,
y entre aquellos pobres pétalos
una mancha apareció.
..............
66. Mimí Pinson
(1947), de Rótulo y Roggero
Un día más, un año más,
que estoy perdido en la neblina...
En esa niebla de la noche parisina
que te alejaste para nunca retornar.
Yo te llamé Mimí Pinsón,
porque tu afán de ser coqueta
te fue arrastrando al igual que la griseta,
y el mismo mal, y su final
te castigó.
Mimí Pinsón,
yo te soñé en la novela de Musset
y te encontré después en mi destino...
¡Qué cortos fueron los caminos de los sueños
y qué vanos los empeños,
por salvarte de la muerte!
67. Sigue la nieve castigando el ventanal,
y yo con esta soledad...
Mimí Pinsón,
aún te busco por las calles de París...
Igual que ayer te veo y te presiento;
pero es inútil, ya no vienes a mi encuentro,
Mimí Pinsón...
Un año más que tú no estás,
y nuevamente la neblina
trae recuerdos de mis noches parisinas,
y en el recuerdo, nuevamente, vuelves tú...
Estás en mí, te vuelvo a ver...
Y en mis delirios de poeta
beso tus manos y el manojo de violetas...
¡Igual que ayer, igual que hoy
y siempre igual!......................
71. “Fue a conciencia pura
que perdí tu amor,
nada más que por salvarte”
(Confesión, 1931)
“¿Dónde estaba Dios cuando te fuiste,
dónde estaba el sol que no te vio?”
(Canción desesperada, 1945)
E. S. Discépolo
72. En términos psicoanalíticos, tan caros a la cultura argentina
contemporánea, es un lugar común decir que el tango tal como lo
modeló Contursi ejemplifica a la perfección el encuentro de la
histérica y el neurótico obsesivo. No es materia de esta charla
profundizar en este análisis, pero desde luego, llama la atención
la gran riqueza del tango para servir de material para un tratado
sobre la histeria. Los mismos temas se repiten una y otra vez,
bajo formas siempre diferentes, con magníficos matices y
hallazgos estéticos nuevos, hasta conformar una única historia
arquetípica contada de memoria.
En el esquema pos-contursiano, la histérica se ofrece, es
exaltada a la gloria, mientras el varón se rinde a sus pies. Pero
ella nunca llega a realizar su deseo, porque el sentido nuclear de
su papel es el propio ofrecimiento, la fugacidad de la pasión como
imagen de la fugacidad de la vida, y así la histérica se ve obligada
a continuar su carrera lejos del varón sometido, en un juego
continuo de seducción engañosa, bajo diferentes máscaras.
76. no tengo ya mi madrecita buena
mi rancho es una ruina, ya todo se acabó.
(Viejo Rincón, Cayol y Hoyos, 1925)
Cómo olvidarte en esta queja,
cafetín de Buenos Aires,
si sos lo único en la vida
que se pareció a mi vieja....
(Cafetín de Buenos Aires, Discépolo)
80. Sur
(1948, Homero Manzi y Aníbal Troilo)
San Juan y Boedo antiguo, y todo el cielo,
Pompeya y, más allá la inundación,
tu melena de novia en el recuerdo,
y tu nombre flotando en el adiós.
La esquina del herrero, barro y pampa,
tu casa, tu vereda y el zanjón,
y un perfume de yuyos y de alfalfa
que me llena de nuevo el corazón
Sur, paredón y después,
Sur, una luz de almacén.
Ya nunca me verás como me vieras,
recostado en la vidriera
y esperándote,
81. ya nunca alumbraré con las estrellas
nuestra marcha sin querellas
por las noches de Pompeya.
Las calles y las lunas suburbanas
y mi amor en tu ventana
todo ha muerto, ya lo sé.
San Juan y Boedo antiguo, cielo perdido,
Pompeya, y al llegar al terraplén,
tus veinte años temblando de cariño
bajo el beso que entonces te robé.
Nostalgia de las cosas que han pasado,
arena que la vida se llevó,
pesadumbre del barrio que ha cambiado
y amargura del sueño que murió.
82. El tango ante la crisis: El desencanto.
Como hemos visto hasta ahora, la década del 20, los años locos, época
de auge de la música popular y de las artes en todo el mundo, es
también lo que podría considerarse la primera época de oro del tango
Hemos dado un repaso a la temática fundamental del tango, que ya
está plenamente desarrollada en esos años, a través de lo que
podemos identificar como sus arquetipos fundamentales. Vimos varios
ejemplos de cada tipo, algunos menos conocidos, otros unidos para
siempre a la memoria colectiva del occidente latino, y aún más allá.
Todos, en general, pequeñas obras maestras de la cultura popular.
Pero la historia no acaba en esos años felices. De hecho, el tango, para
acabar de perfeccionarse como una música triste, profunda, que canta
las hondas penas del individuo solitario, deberá pasar aún por otros
avatares históricos y sociales que lo cambiarán otra vez.
Aparece por entonces, aunque lo podríamos rastrear desde los mismos
comienzos, según se fue explicando, otro componente típico del tango:
el desencanto.
83. Como abrazao a un rencor
(1931) de Podestá y Rossi
(Recitado)
"¡Está listo..."!, sentenciaron las comadres;
y el varón, ya difunto en el presagio,
en el último momento de su pobre vida rea,
dejó al mundo el testamento de estas amargas palabras,
piantadas de su rencor...
Esta noche para siempre terminaron mis hazañas,
un chamuyo misterioso me acorrala el corazón.
Alguien chaira en los rincones el rigor de una guadaña
y anda un algo cerca ´el catre, olfateándose el cajón.
Los recuerdos más fuleros me destrozan la zabeca,
una infancia sin juguetes y un pasado sin honor,
el dolor de unas cadenas, que aún me queman las
muñecas,
y una mina que arrodilla mis arrestos de varón...
84. Yo quiero morir conmigo,
sin confesión y sin Dios.
Crucificao en mis penas,
como abrazao a un rencor...
Nada le debo a la vida,
nada le debo al amor;
aquellas me dio amarguras
y el amor, una traición.
Yo no quiero la comedia de las lágrimas sinceras,
ni palabras de consuelo, ni ando en busca de perdón;
no pretendo sacramentos, ni palabras funebreras:
yo me entrego mansamente, como me entregué al
botón.
Sólo a usted, mama lejana, si viviese le daría
el consuelo de encenderle cuatro velas a mi adiós,
de volcar todo su pecho sobre mi hereje agonía,
de llorar sobre mis manos y pedirme el corazón.
(botón: policía)
(chamuyo: rumor, conversación)
(chairar: afilar)
85. Acquaforte
(1931) de Marambio y Pettorossi
Es medianoche, el cabaret despierta;
muchas mujeres, flores y champán...
Va a comenzar la eterna y triste fiesta
de los que viven al ritmo de un gotán.
Cuarenta años de vida me encadenan;
blanca la testa, viejo el corazón...
Hoy puedo ya mirar con mucha pena
lo que en otros tiempos miré con ilusión.
Las pobres milongas,
dopadas de besos,
me miran extrañas,
con curiosidad.
Ya no me conocen,
estoy solo y viejo,
88. Según Blas Matamoros, La ciudad del tango: “De Caro es esencialmente
polifónico y el apoyo de la sección rítmica, no es ya ritmo por sí, sino ritmo
para la frase...Maneja normalmente los dos métodos polifónicos por
excelencia: la polifonía propiamente dicha – paralelismo de voces y el
contrapunto- alternancia de voces. La polifonía se logra en el sexteto
típico por medio de la independencia y relevancia dadas a cada
instrumento. La distancia polifónica entre las voces se logra dando los
solos melódicos a los bandoneones y dejando a los violines en pedal, o
viceversa, melodizando los violines y apoyando los bandoneones por medio
de variaciones rítmicas.
El bajo apoya la base formal. El piano juega solísticamente: tiene a su
cargo puentes y oberturas y aun pasajes en que suple a la orquesta.
Eventualmente la bifonía se da entre violín solista y piano. Una polifonía
secundaria lleva a los violines a tener, uno, el más pastoso y grave, el rol
del canto melódico, y el más agudo el rol del contracanto armónico
94. “¿Pero no ves, gilito embanderado,
que la razón la tiene el de más guita?”
(Quevachaché, 1928)
“No pienses más, sentate a un lao,
que a nadie importa si naciste
honrao.”
(Cambalache, 1935)
E. S. Discépolo