La arquitectura barroca se desarrolló en Europa entre los siglos XVII y XVIII. Se caracterizó por el uso de líneas curvas, espirales y figuras complejas en lugar de la simetría renacentista. Roma fue el centro de este estilo, impulsado por arquitectos como Maderno, Bernini y Borromini. El barroco se extendió luego a iglesias, palacios y plazas urbanas, buscando crear conjuntos artísticos teatrales que ensalzaran a los monarcas.
2. La arquitectura barroca es aquella fase de la historia
de la arquitectura europea que vino precedida del
Renacimiento y del Manierismo; se generó en Roma
durante el siglo XVII y se extendió hasta mediados del
siglo XVIII por los Estados absolutistas europeos.
El término Barroco, derivado del portugués
"barrueco", "perla del forma diferente", se utilizó en un
primer momento de forma despectiva para indicar la
falta de regularidad y orden del nuevo estilo. La
característica principal de la arquitectura barroca fue
la utilización de composiciones basadas en líneas
curvas, elipses y espirales, así como figuras
policéntricas complejas compuestas de motivos que
se intersecaban unos con otros. La arquitectura se
valió de la pintura, la escultura y los estucados para
crear conjuntos artísticos teatrales y exuberantes que
sirviesen para ensalzar a los monarcas que los
3. En algunos países europeos como Francia e
Inglaterra y en otras regiones de la Europa
septentrional se produjo un movimiento más
racionalista derivado directamente del
Renacimiento que se denominó Clasicismo
barroco. A lo largo del siglo XVIII se fue
desarrollando en Francia un movimiento
derivado del Barroco que multiplicaba su
exuberancia y se basaba fundamentalmente
en las artes decorativas que se denominó
Rococó y se acabó exportando a buena parte
de Europa.
4. Ya en el siglo XVI, Miguel Ángel Buonarroti había anunciado el
Barroco de una forma colosal y masiva en la cúpula de la Basílica
de San Pedro de Roma, así como las alteraciones en las
proporciones y las tensiones de los órdenes clásicos expresados
en la escalera de acceso a la Biblioteca Laurenciana de Florencia,
del mismo autor, y la enorme cornisa añadida al Palacio Farnese.
Estas intervenciones habían suscitado diversos comentarios en su
época por su brusca alteración de las proporciones clásicas
canónicas. No obstante, en otras obras Miguel Ángel había cedido
a la influencia manierista, por lo que fue sólo tras el fin del
Manierismo cuando se redescubrió a Miguel Ángel como el padre
del Barroco.
El nuevo estilo se desarrolló en Roma, y alcanzó su momento
álgido entre 1630 y 1670; a partir de entonces el Barroco se
extendió por el resto de Italia y de Europa, mientras que en el siglo
XVIII Roma volvió de nuevo al Clasicismo siguiendo el ejemplo de
París.
La influencia del Barroco no se limitó al siglo XVII; a principios del
siglo XVIII se desarrolló el estilo denominado Rococó, que no
siendo una pura continuación del primero podría ser considerado
5. URBANISMO
En 1585 el Papa Sixto V inició las obras para la transformación
urbana de Roma, encargando a Domenico Fontana la conexión
entre los principales edificios religiosos de la ciudad por medio de
grandes ejes viarios rectilíneos. El proyecto, que se basaba en la
ratificación de Roma como ciudad santa, estableció el precedente
para las intervenciones que se habrían de llevar a cabo en diversas
ciudades europeas.
A la planificación centralizada de la ciudad ideal renacentista se
contrapone la visión de la ciudad capital barroca, más dinámica y
abierta a sus propios límites, y al mismo tiempo punto de referencia
para todo el territorio. En Roma, los centros focales del panorama
urbano se subrayaron mediante la colocación de antiguos obeliscos
egipcios y altas cúpulas, mientras que en París los nodos del
sistema viario se definieron por medio de plazas simétricas, en
cuyo centro se colocaba la estatua del soberano.
En líneas generales, la plaza barroca cedió su función tradicional
cívica y publica para convertirse en un medio de exaltación de la
ideología religiosa o política, como en el caso de las plazas reales
francesas (la Plaza de los Vosgos o la Plaza Vendôme, por
ejemplo) o de la Plaza de San Pedro de Roma.
6.
7. IGLESIAS
Entre las iglesias, el punto de partida de la arquitectura
barroco puede considerarse la Iglesia del Gesù de Roma,
construida a partir de 1568 según el proyecto de Vignola. el
edificio, que representa una síntesis entre la arquitectura
renacentista, manierista y barroca, satisfacía plenamente las
nuevas exigencias surgidas tras la Contrarreforma: la
disposición longitudinal de la planta permitía acoger al mayor
número de fieles, mientras que la planta de cruz latina con
numerosas capillas laterales suponía un retorno a la tradición
del Concilio de Trento.
Por otro lado, la presencia de una cúpula subrayaba la
centralidad del espacio hacia el fondo de la nave, y
presagiaba la búsqueda de una integración entre el esquema
longitudinal y el centralizado. También la fachada, construida
según el proyecto de Giacomo de lla Porta, anticipaba los
elementos más marcadamente barrocos, comparables a los
de los alzados de Santa Susana y San Andrés del Valle.
8.
9. De este modelo derivaron una serie de iglesias de planta
longitudinal centralizada o planta central alargada, caracterizadas
por el eje longitudinal y por la presencia de un elemento catalizador
de la composición, generalmente una cúpula.
Si los arquitectos manieristas alteraban la composición rigurosa de
las fachadas renacentistas añadiéndoles temas y decoraciones
caracterizadas por un intelectualismo refinado, pero sin modificar la
lógica planimétrica y estructural de la fachada de los edificios, los
arquitectos barrocos modificaron tanto la composición en planta
como en fachada, generando una concepción nueva del espacio.
Las fachadas de las iglesias dejaron de ser la continuación lógica
de la sección interna, para convertirse en organismos plásticos que
marcaban la transición entre el espacio exterior y el interior. El
espacio interior, por tanto, estaba compuesto a partir de figuras
complejas basadas en elipses y líneas curvas, y se definía a través
del movimiento de los elementos espaciales, diferenciándose
radicalmente de la concepción renacentista que generaba una
sucesión uniforme de elementos dispuestos de forma simétrica
entre ellos.
10. PALACIOS
En la arquitectura civil del momento se puede distinguir entre dos
tipos de construcciones nobles: el palacio, situado generalmente en
el interior de la ciudad, y la villa del campo.
El palacio italiano y sus derivados europeos permanecieron fieles a
la tipología residencial desarrollada durante el Renacimiento, con
un cuerpo edificado cerrado en torno a un patio interno. Se dotó a
las fachadas principales de cuerpos centrales resaltados y
decorados mediante el uso de órdenes gigantes, que ya habían
sido anticipados por Palladio. Se extendieron los ejes de simetría al
interior del edificio, donde se abrían el vestíbulo y el patio interno;
por ejemplo, el eje longitudinal introducido en el Palacio Barberini
de Roma contribuía a la definición de la planta y subrayaba la
conexión con el exterior del edificio. Por otro lado, este palacio
constituyó un punto importante del desarrollo de la tipología
residencial palaciega italiana: la planta se constituía en forma de
H, y la entrada se producía mediante un profundo atrio que iba
haciéndose más estrecho sucesivamente, hasta llegar a una sala
elíptica que servía de centro nodal al palacio entero.
11.
12. En Francia, no obstante, el palacio urbano de la nobleza,
denominado hôtel, recuperó para sí el esquema de los castillos
medievales. El clima más duro reclamaba una optimización del
soleamiento en las principales estancias, lo que generó fachadas
escalonadas y grandes alas laterales. El cuerpo principal se
encontraba retrasado respecto a la calle y precedido de la cour
d'honneur, un espacio de transición abierto al exterior que al mismo
tiempo separaba el palacio de la ciudad. Un ejemplo de este
esquema es el parisino Palacio del Luxemburgo, construido a partir
de 1615 por Salomon de Brosse. Aquí, a diferencia de otros
edificios del mismo estilo y época, los pabellones angulares no
fueron destinados a locales de servicio, sino que contenían
estancias principales en cada planta.
Fue notable el desarrollo francés de residencias en el campo, los
denominados châteaux, que llevaron a la realización de extensos
complejos de los que partían los ejes viarios principales que
ordenaban el entorno. Entre ellos cabe destacar el Palacio de
Vaux-le-Vicomte (1656-1659), proyectado por Louis Le Vau, y el
Palacio de Versalles, máximo símbolo del absolutismo francés y
cuyas labores de reconstrucción fueron iniciadas por el mismo Le
Vau por encargo de Luis XIV.
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14. CARACTERISTICAS
GENERALES DE LA
ARQUITECTURA BARROCA
- En la arquitectura barroca, los conceptos de
volumen y simetría vigentes en el renacimiento
son reemplazados por el dinamismo y la
teatralidad. El producto de este nuevo modo de
diseñar los espacios es una edificación de
proporciones ciclópeas en la que, más que la
exactitud de la geometría, prima la superposición
de planos y volúmenes, un recurso tendente a
lograr diferentes efectos ópticos y contrastes
cromáticos y lumínicos, tanto en las fachadas
como en el diseño de los interiores. Hay que
añadir, además, el interés por el movimiento, el
papel destacado de la decoración, etc.
15. Las proporciones antropomórficas de las columnas
renacentistas se vieron duplicadas, orden gigante,
para poder recorrer ininterrumpidamente las nuevas
fachadas de doble planta, siguiendo los primeros
arquitectos barrocos, como Maderno, el modelo de la
fachada de la Iglesia del Gesú de Roma, de Giacomo
della Porta.
- A partir de 1630, comienzan a proliferar las plantas
elípticas y ovaladas de menores dimensiones, lo que
pronto se convertiría en uno de los rasgos
arquitectónicos típicos del barroco. Son las iglesias de
Bernini y Borromini, en las que las formas
redondeadas reemplazaron a las anguladas, y los
muros parecen curvarse de adentro hacia afuera y
viceversa, en sucesión cóncava y convexa, dotando
al conjunto de un fuerte dinamismo.
16. - Con respecto a la arquitectura palaciega, el
palacio barroco se halla organizado en tres
plantas y en lugar de concentrarse en un sólo
bloque cúbico, como el renacentista, parece
extenderse ilimitadamente, en varias alas,
sobre el paisaje, en una repetición
interminable de columnas y ventanas. El más
emblemático es el Palacio de Versalles, del
arquitecto francés Mansart.
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18. ARQUITECTURA BARROCA EN
ITALIA
El centro de la arquitectura barroca
italiana será la ciudad de
Roma, donde se producen grandes
trasformaciones urbanas mediante
trasformaciones ornamentales, que
consisten en el embellecimiento de la
ciudad mediante grandes
fachadas, fuentes, arquitecturas
efímeras, etc.
Carlo Maderno
- Maderno es uno de los más
importantes arquitectos del periodo
de transición, durante las primeras
décadas del barroco
romano, destacando entre sus obras
las siguientes:
+ La Iglesia de Santa Susana: Su
fachada tipológicamente responde al
tipo que puso de moda la Compañía
de Jesús con la de la Iglesia del
Gesú de Roma, realizada por
Giacomo della Porta.
19. + San Pedro del Vaticano
:Prolonga la planta de la cruz
griega por la parte de los
pies, llegando así a un
compromiso entre el tipo de
cruz latina y el de cruz griega
y levanta una gran
fachada, baja para así
admirar la cúpula de Miguel
Ángel, desarrollándose
longitudinalmente y no en
altura, pese a la gran
monumentalidad de sus
columnas y pilastras corintias
de orden gigante; como
remate un frontón central y
ático coronado por estatuas.
20. Gian Lorenzo Bernini
- En el Barroco pleno, entre 1630 y 1680,
encontramos a los arquitectos más conocidos.
- Bernini se inspira en Miguel Ángel y en la Roma
antigua, pero con criterios de teatralidad,
escenográficos y urbanos. Su arquitectura será
sencilla, pero de gran monumentalidad y criterio
escenográfico, multiplicando el dinamismo y la
decoración.
- Sus principales obras arquitectónicas son:
+ Baldaquino de San Pedro del Vaticano: Manifiesto
en bronce de la estética barroca sobre la tumba del
apóstol, de 29 metros de altura, recargado con
abundantes elementos decorativos, tratamiento
distinto y rupturista de los órdenes clásicos, cuatro
columnas salomónicas con capitel de orden
compuesto sostienen un entablamento ondulado,
coronado por un dosel, decorado con figuras de
ángeles y niños, sobre el que se alzan cuatro volutas
que convergen en el globo terráqueo que sostiene
una cruz.
21. + Columnata de la Plaza de San Pedro del
Vaticano: De planta con dos tramos, uno
trapezoidal y otro ovalado, contribuyendo
con su perspectiva a empujar hacia el
fondo la fachada del templo; todo el
conjunto está rodeado por cuatro filas de
columnas de orden colosal. La plaza que
se forma es concebida como una gran
atrio destinado a la celebración de
ceremonias masivas, dotándola de una
gran teatralidad y la escenografía.
+ Iglesia de San Andrés en el Quirinal : De
planta elíptica, al igual que la cúpula, con
el eje mayor paralelo a la puerta, en la
fachada un pórtico con un entablamento
curvo, convexo, y volutas que sostienen el
escudo de la familia papal.
+ Fuente de los Cuatro Ríos :se encuentra
en la Piazza Navona de Roma y se
compone de una base formada de una
gran piscina elíptica, coronada en su
centro de una gran mole de mármol, sobre
la cual se eleva un obelisco; las estatuas
que componen la fuente son alegorías de
los cuatro ríos principales de La Tierra
(Nilo, Ganges, Danubio, Río de la Plata);
además árboles y plantas emergen del
agua entre rocas.
22. Francesco Borromini
- Lleva hasta sus últimos extremos el
dinamismo en la arquitectura barroca. Fue
precursor de las plantas en elipse,
fachadas teatrales, en las que a los
elementos cóncavos, corresponden otros
convexos, por ejemplo en la
correspondencia entre fachada y cúpula,
etc.
- Sus principales obras arquitectónicas
son:
+ Iglesia de San Carlo alle Quatro Fontane
en Roma: De planta elíptica y capillas
radiales, utiliza el muro curvo con
elementos cóncavo-convexos, cubriendo
el conjunto con una cúpula oval. La
fachada, muy dinámica, está dividida en
dos cuerpos con columnas y profundas
hornacinas con estatuas, rematada en la
parte superior con una balaustrada y un
gran medallón oval, provocando fuertes
efectos lumínicos.
+ Iglesia de San Ivo della Sapienza en
Roma: Constantes entrantes y salientes,
abriendo a un espacio central poligonal
alternativamente tramos cóncavos y
convexos. Destaca la cúpula, también con
unos tramos cóncavos y otros convexos y
de enorme sentido ascensional.
+ Oratorio de los Filipenses en Roma:
Fachada curva cóncava, excepto en el
centro que sobresale en el primer piso y
se rehunde en un profundo nicho en el
segundo, rematando la parte superior con
un frontón mixtilíneo.
23. Pietro da Cortona
- Discípulo de
Bernini, aunque tiene un
lenguaje más sereno.
Construye:
+ Iglesia de los santos Lucas
y Martina de Roma: De planta
cruz griega y alzado muy
esbelto, la fachada se curva
hacia fuera, relacionándose
bien con el perfil de la
cúpula, también convexo.
+ Fachada de Santa María de
la Paz en Roma: Destaca su
pórtico bajo columnado
semicircular, avanzando
hacia el centro de la
plaza, por lo que logra un
gran efecto de claroscuro.
24. Baldassare Longhena
- Trabaja en Venecia, donde
construye:
+ Santa María de la Salud de
Venecia: Obra maestra de
diseño escenográfico, de
planta central con
deambulatorio y una amplia
cúpula anclada mediante
enormes volutas barrocas a
su base octogonal.
+ Palacio Pésaro de Venecia:
Sobre el canal, con un
basamento con fuerte
almohadillado y abundante
decoración en los dos pisos
superiores.
25. Guarino Guarini
- Es otro de los grandes arquitectos
del período. Trabaja, sobre todo, en
Turín, donde realiza obras como:
+ Palacio Carignano de Turín: El
cuerpo principal y las alas laterales
forman una composición ondulante
típicamente barroca y de suprema
elegancia. Todo el edificio es de
ladrillo cocido, con la decoración
tallada a base de estrellas y otros
motivos de acusada personalidad e
inventiva.
+ Capilla del Santo Sudario de Turín:
Sobre una base circular y cubierta
por una cúpula cónica de base
octogonal, compuesta por
nervaduras segmentadas que se
traman imitando las labores de
cestería.
26. Fillippo Juvara
- En el siglo XVIII el Barroco evoluciona en
dos direcciones, por un lado se evoluciona
hacia la exuberancia decorativa del
Rococó, y por otro existe un retorno a la
simplicidad del siglo XVI, que prepara el
Neoclásico. Juvara, cansado de los
mayores excesos del Barroco, es el mejor
representante de este último Barroco
tardío y sereno, siendo un auténtico
precursor del neoclasicismo. Entre sus
obras destacan:
+ Basílica Superga de Turín: De planta
central, un octógono irregular cubierto con
un gran cúpula sobre tambor, precedida de
un pórtico tetrástilo clásico con frontón.
+ Fachada del palacio Madama de Turín:
Estructura la fachada a partir de un alto
zócalo almohadillado, sobre el un orden
colosal e columnas y pilastras corintias
rematándola con una balaustrada con
estatuas.
+ Palacio de la Granja de San Ildefonso:
en 1735 el arquitecto recibió una invitación
del rey borbón de España, Felipe V, para
quien realizo la fachada y proyectó el
nuevo Palacio Real de Madrid, ejecutado
después de la muerte de Juvara por
27. ARQUITECTURA BARROCA EN
FRANCIA
- En Francia las artes se pusieron al servicio del sistema
político mediante la organización de las Academias, que
controlaban el desarrollo literario y artístico. El
proteccionismo estatal sustituyó al mecenazgo renacentista,
lo que fomentó un arte clasicista en el que domina la
monumentalidad y la grandeza, sobre todo en la construcción
de palacios, que se situó a la cabeza de la producción
arquitectónica del Barroco en Francia.
- Palacio de Versalles: El arquitecto Le Vau, al que reemplazó
Mansart, el decorador Le Brun y el diseñador de jardines Le
Nôtre convirtieron Versalles en el prototipo de los futuros
palacios europeos del siglo XVIII, que tendrá su máxima
eclosión en Italia y España con Juvara; al exterior es
majestuoso y de relativa pureza clásica, pero en oposición a
esto la suntuosidad de espejos y decorados dominan en el
interior.
28. - Iglesia de los Inválidos de
París, de Mansart: A la
monumentalidad del
conjunto de Los Inválidos
agregó Mansart esta
capilla, que representa el
triunfo del clasicismo
francés frente al barroco
romano; la
monumentalidad de los
dos cuerpos horizontales
es contrarrestada por la
sensación de verticalidad
de la elegante cúpula
sostenida por doble
tambor.
29. ARQUITECTURA BARROCA EN
ESPAÑA
- En España el Barroco coincide con el período cultural que se ha
denominado el Siglo de Oro. Es un período de máximo desarrollo de las
letras y las artes, que contrasta con la profunda y compleja crisis política,
social y económica que se vive en España.
- En la arquitectura barroca española se observa una mezcla de
ornamentación y sobriedad, alternándose en un mismo edificio tramos muy
barrocos, de abundante y complicada decoración, con otros paramentos
completamente lisos, en los que sobresale la claridad de los esquemas
constructivos. Además, la arquitectura barroca española se caracteriza por
no modificar substancialmente las plantas ni los muros, al contrario de lo
visto en Italia, y por la utilización de materiales pobres, salvo en algunas
fachadas donde sí se utiliza la piedra.
- Distinguimos tres períodos-estilos en la arquitectura barroca española: el
primero abarcaría hasta el segundo tercio del S. XVII, se vivirá todavía la
influencia herreriana, con plantas renacentistas de gran sobriedad
decorativa; el segundo periodo abarcaría el siglo XVII y se prolonga
también al XVIII en algunos casos, caracterizándose por el abandono de la
austeridad herreriana y el enriquecimiento de la decoración; el último
periodo, que se desarrolla también a lo largo del siglo XVIII, se caracteriza
por reunir un grupo de construcciones en el que se mezclan las influencias
italianas y francesas, sin ninguna conexión con el estilo del periodo
anterior.
30. Juan Gómez de Mora
- En este arquitecto aún observamos la
herencia e influencia de la arquitectura
herreriana, sobre todo en sus primeras
obras, donde destaca principalmente la
sobriedad y el clasicismo:
+ Iglesia del Convento de la Encarnación
de Madrid: obra sencilla y serena, de
fachada de composición clara, enmarcada
por dos pilastras de orden colosal, con
frontón, bolas escurialenses, etc.
+ Palacio de Santa Cruz de Madrid:
solamente en piedra la parte central de la
fachada y las ventanas; el panel central es
de gran monumentalidad y está decorado
con elementos clásicos usados ya con un
movimiento y un ritmo más barrocos.
+ La Plaza Mayor de Madrid: con su
estructura cerrada, rodeada de pórticos
para los tenderos y de balcones para las
fiestas, siguiendo el estilo herreriano de
formas austeras, sobrias y geométricas.
+ Obra suya es también el proyecto de la
Cárcel de Corte o Casa de la Villa de
Madrid, de parecidas características y
modificado con posterioridad.
31. La plenitud del barroco castellano
A) Los Churriguera
- José, Joaquín y Alberto de Churriguera
fueron una familia de arquitectos barrocos
cuyo apellido se en convertido en
sinónimo de la multiplicidad de ornatos y
descoyuntamiento de los elementos
arquitectónicos tradicionales (el término
“churrigueresco”).
- Sin embargo estas características
plenamente barrocas aparecen solamente
en sus retablos, ya que son más
conservadores en sus obras propiamente
arquitectónicas, donde la decoración se
concentra exclusivamente en algunas
zonas del edificio.
+ Retablo de San Esteban de Salamanca:
José Benito de Churriguera emplea en una
estructura arquitectónica aún reconocible
con elementos barrocos, como columnas
salomónicas de orden gigante, los perfiles
curvados, la ruptura de los elementos
clásicos, etc.
+ Plaza Mayor de Salamanca : Ejemplo de
la arquitectura de Alberto de Churriguera,
que sigue la traza de la Plaza Mayor de
Madrid, de Gómez de Mora, aunque con
una mayor presencia de elementos
32. Pedro de Ribera
- El más importante arquitecto
español de todo el barroco por
su gran imaginación.
- Centra casi todos los
elementos decorativos en sus
estrechas fachadas, que
contrastan con la austeridad del
resto del muro, utilizando los
elementos ornamentales del
vocabulario churrigueresco:
+ Antiguo Hospicio de Madrid:
mezcla en la fachada ladrillo y
piedra, material usado para la
decoración que enmarca la
puerta, lugar donde rompe
incluso la cornisa; la
ornamentación es original y
alejada de los esquemas
clásicos:
estípites, entablamentos
curvados, cortinajes
33. Narciso Tomé
- Su obra cumbre, síntesis del
ideal de la arquitectura
barroca del final del barroco,
donde pretende una
integración total de las tres
artes plásticas, fue:
+ Transparente de la Catedral
de Toledo: situado en la
girola, se caracteriza por su
teatralidad y escenografía
puramente barrocas, por el
acentuado dinamismo de la
composición y por la bicromía
de los materiales en los que
está realizado, bronce y
mármol.
34. Arquitectura barroca en
Andalucía
A) Alonso Cano
- Inicia el segundo periodo de
la arquitectura barroca
española que mencionamos
en la introducción, realiza:
+ Fachada de la Catedral de
Granada: Con tres arcos que
medio punto, que cubren el
paramento
rehundido, formado por dos
cuerpos, el inferior con puerta
de arco de medio punto y
óculo, y el superior con
óculos, utilizando pilastras de
orden gigante y medallones
como elementos decorativos.
35. Leonardo de Figueroa
- Arquitecto cuya obra es una
síntesis de lo árabe, el
plateresco y el barroco; trabajó
principalmente en Sevilla:
+ Colegio de San Telmo de
Sevilla: espléndida fachada
barroca en la que destaca la
portada, de desarrollo vertical y
realizada en piedra,
contrastando con las alas
horizontales y construidas en
ladrillo.
+ Iglesia de San Luis de los
Franceses de Sevilla: su obra
maestra construida a partir de
1691, presenta la novedad de
ser de planta central de cruz
griega con ábsides
semicirculares en los ejes, la
fachada es de dos cuerpos y
esta profusamente decorada,
36. Francisco Hurtado
- En sus obras funde
arquitectura, escultura y
pintura, mediante una
decoración desbordante
realizada con mármoles de
distintos colores, constantes
entrantes y
salientes, abundancia de
esculturas y motivos
decorativos de todo
tipo, empleo de ventanas y
tabernáculos en sus
composiciones, etc.
+ Sagrario de la Cartuja de
Granada: Con una
exuberante decoración a
base de líneas curvas y
quebradas.
37. Arquitectura barroca en Galicia:
Fernando Casas Novoa
- Entre sus obras sobresale la
Fachada del Obradoiro de la
Catedral de Santiago de Compostela
: gigantesco arco de triunfo entre dos
torres, del que destacan la
abundancia de elementos curvados,
la sensación de ascenso y el empleo
de grandes ventanales como en el
estilo gótico.
Durante el barroco se construyeron
en España las grandes residencias
de los borbones, encargos que
cayeron en manos de arquitectos
extranjeros. Estos edificios, Palacio
de Aranjuez, Palacio de San
Ildefonso en La Granja y Palacio
Real de Madrid, son de estructura
más clara y clásica, no apareciendo
en ellos el recargamiento ornamental
que hemos visto en otro tipo de
obras.
38. - El Palacio Real de : Juan
Bautista Sachetti modificó el
proyecto de Juvara para el
Palacio Real de
Madrid, comenzado en
1734, reduciendo sus
dimensiones y aumentando
su altura, un cuerpo sirve de
basamento, en forma de alto
zócalo almohadillado y en el
cuerpo principal con dos
pisos de ventanas se alternan
columnas y pilastras de orden
gigante, coronándose el
edificio con una balaustrada.
De planta cuadrada, con
salientes en los ángulos, gran
patio central y un saliente en
la fachada posterior
correspondiente a la capilla.