2. Según varias fuentes consultadas, el apellido García puede significar
“joven”, “joven guerrero” o, quizás, “príncipe de vista agraciada”.
Cualquiera de estos sentidos parece apropiado si lo aplicamos a estas
dos figuras de las letras argentinas pues ambos, en su momento, fueron
jóvenes guerreros con una visión especialmente sagaz acerca de lo que
había que hacer para mover un poco las letras argentinas.
Germán García, escritor, cuya novela Nanina tuvo el honor de ser
censurada por la dictadura del general Onganía en 1968 y que contribuyó
como pocos al enriquecimiento de la literatura argentina con los aportes
del psicoanálisis fue, también, el fundador de la revista Literal (1973-
1977), que aportaba una visión especial, desde la ribera de las letras, de
una época especialmente crítica y difícil pero, a la vez, apasionante, de
la historia argentina: la de la década del 70. Precisamente el último
número de Literal fue editado por Horacio García, quien comenzaba
entonces su andadura de editor, un poco cansado de sus estudios de
filosofía.
3. En ambos casos, en ambos García (en castellano los apellidos
no se pluralizan, a diferencia del inglés y por eso son Los
Simpson aunque en el original sean The Simpsons), que,
curiosamente, no mantienen ninguna relación de parentesco
pero se hallan unidos por la pasión de las letras, se trató del
inicio de una andadura de varios años, que los llevó por
caminos diversos “desfaciendo entuertos”. No estás de más
homenajear hoy a ambos, unidos por algo más que un
apellido.
Sobre Horacio García:
http://www.bn.gov.ar/horacio-garcia
http://gentedellibro.ning.com/profile/HoracioGarcia
Sobre Germán García:
http://es.wikipedia.org/wiki/Germ%C3%A1n_Garc%C3%ADa
http://www.buenosaires.gov.ar/areas/com_social/audiovideoteca/literatura/ga
http://www.revistaelabasto.com.ar/Entrevista_a_German_Garcia.htm
4.
5.
6. LAS FICHAS DE HORACIO Y GERMÁN GARCÍA
– Y así, con Literal y un Conrad comenzó tu
carrera de editor…
Sí, comenzó con eso, supongo... Después con
Germán hacíamos unas fichas… pero esas eran ya
más modestas… Eran como textos que le
interesaban que circularan… Ya ni me acuerdo los
títulos que salieron… Por ahí Germán se acuerda…
Eran artículos, algunos de autores locales y otros
traducidos… eran textos que por ahí interesaba
que circularan… se vendían por ahí, qué sé yo…
Germán lo vendía en “los grupos” en los que daba
clases, en las librerías, yo tenía una librería en
Corrientes en ese momento…
Entrevista a Horacio García
Sitio de la Biblioteca Nacional (
http://www.bn.gov.ar/horacio-garcia)
7. La idea de difundir, de propagar –de donde vienen los términos
“difusión” y “propaganda”- impregna la modernidad. O quizás haya
que retroceder y decir que impregna la historia de Occidente. O quizás
esto también se quede chico y haya que hablar de al historia de al
humanidad. Desde que se inició el proselitismo religioso ha existido la
idea de que, en algún momento, ha imperado el error y hay que
combatirlo. Hay que propagar, hay que difundir, hay que hacer
accesibles a todos ciertas verdades que es necesario conozcan. Por su
bien.
Se supone que existe un matiz entre los términos difusión y
propaganda. El propagandista no sólo difunde ciertas ideas. Quiere
convencer de las mismas, quiere implantarlas en la mente de su
auditorio. El difusor o divulgador espera que cada quien haga su propio
juicio.
8. Esta idea se ha laicizado pero, en esencia, sigue siendo lo mismo. Y en
rigor algo de verdad tiene incluso para las ideas más erróneas. Como
señaló John Stuart Mill, no existe error más grande que intentar detener
el error con la represión o la censura. Sería interesante repasar al
historia, hacer una historia de la propaganda de la difusión, de la
divulgación. La palabra escrita, la palabra hablada, la música, las artes
visuales. Dentro de la palabra escrita obtendríamos los famosos
catecismos. El formato de preguntas y respuestas ideado por el padre
Astete sigue utilizándose hasta hoy con el término FAQ. Los periódicos y
pasquines, la constitución liberal española en formato redondo para
poder ser transportada en las polveras de las damas. Folletos,
compendios y minilibros editados por diversos grupos políticos. Ediciones
populares, ediciones de bolsillo. Unos quieren cambiar el mundo, otros
quieren dar a conocer ideas o autores que los inspiran. Y, de ese modo,
también cambiar el mundo. ¿Quién no quiere cambiar el mundo?
Suponemos que las fichas editadas por Horacio y Germán García, como
su nombre lo indica, tendrían un formato de pequeñas fichas
independientes aunque relacionadas entre sí, algo similar a una
presentación de bolsillo en power point o algún programa similar. Sería
realmente útil poder acceder a alguna de estas pequeñas joyas
bibliográficas.