SlideShare une entreprise Scribd logo
1  sur  147
Télécharger pour lire hors ligne
Aportes táctico-operativos a los Procesos de intervención 
del Trabajo Social 
ANDREA A. OLIVA 
MANUEL W. MALLARDI 
- COMPILADORES - 
1
ÍNDICE 
Índice ............................................................................................................................... 2 
Capítulo Introductorio: Procesos de Intervención y tácticas operativas en Trabajo 
Social ............................................................................................................................... 4 
Conocimiento Situacional y Práctica del Trabajo Social..............................................12 
Introducción:................................................................................................................12 
Algunas precisiones conceptuales.................................................................................13 
Momento Explicativo:..................................................................................................19 
Cuestión Social: Aspectos Objetivos y Subjetivos de las contradicciones sociales ....21 
Síntesis: los aspectos objetivos y subjetivos de los problemas sociales .........................26 
Bibliografía..................................................................................................................30 
La observación en la práctica profesional del Trabajador Social................................33 
Introducción.................................................................................................................33 
La observación de las manifestaciones de la “cuestión social” ......................................34 
Observación y conocimiento ........................................................................................39 
La observación en las prácticas de intervención y de producción teórica ......................40 
Modalidades de la observación.....................................................................................41 
Bibliografía consultada ................................................................................................43 
La Entrevista en Trabajo Social....................................................................................45 
Palabras Preliminares ...................................................................................................45 
La entrevista en los procesos de intervención profesional del Trabajo Social................46 
Aproximaciones a una definición polilógica de la Entrevista ........................................48 
La reconstrucción de las Manifestaciones de la Cuestión Social en la Entrevista ..........50 
La comprensión activa como momento dialógico con el entrevistado .......................54 
El otro como realidad a reconstruir a partir del discurso............................................56 
La Intervención Socio-educativa en el Trabajo Social ..................................................63 
La intervención Socioeducativa en el proceso de la entrevista ..................................67 
Consideraciones Finales ...............................................................................................70 
Bibliografía..................................................................................................................72 
Características de las Visitas Domiciliarias ..................................................................77 
Introducción.................................................................................................................77 
Visitas y funciones de asistencia gestión y educación ..................................................78 
Los sujetos de la visita .................................................................................................80 
Visitas a usuarios o beneficiarios..............................................................................81 
Visitas a potenciales usuarios o beneficiarios............................................................82 
Visitas a supervisados ..............................................................................................83 
Visitas a sujetos del entorno vincular........................................................................84 
Visitas territoriales a pobladores...............................................................................85 
Bibliografía..................................................................................................................86 
Los registros escritos en Trabajo Social........................................................................88 
Introducción.................................................................................................................88 
Aproximación a los fundamentos ontológicos de los registros escritos .........................89 
El registro escrito como instrumento de aproximación y objetivación de la realidad: Su 
sentido en el aprendizaje ..............................................................................................92 
El registro escrito como recurso en la intervención profesional...................................101 
Bibliografía................................................................................................................108 
Los “Informes Sociales” en los Procesos de Intervención del Trabajo Social ...........110 
2
Introducción...............................................................................................................110 
Instrumentalidad del Trabajo Social e Instrumental Operativo....................................111 
Determinantes identificados en la elaboración de los informes sociales ......................115 
Los informes sociales como producto de mediaciones ..........................................116 
Referencia al análisis de los Recursos como determinantes en los IS ......................120 
Finalidades de los informes sociales...........................................................................121 
Informes de Derivación ..........................................................................................123 
Informes de Actuación y/o Evaluación ..................................................................124 
Informes de Gestión de recursos.............................................................................125 
Párrafos Finales..........................................................................................................128 
Bibliografía................................................................................................................130 
La Asistencia en los Procesos de Intervención del Trabajo Social.............................133 
Introducción...............................................................................................................133 
Información básica para la asistencia..........................................................................134 
Relación entre demandas y prestaciones institucionales..............................................137 
Formas de otorgar prestaciones ..................................................................................140 
Atención a usuarios....................................................................................................143 
Bibliografía................................................................................................................146 
3
CAPÍTULO INTRODUCTORIO: PROCESOS DE INTERVENCIÓN Y TÁCTICAS OPERATIVAS EN 
TRABAJO SOCIAL 
4 
Andrea A. Oliva, Ma. Cecilia Pérez 
y Manuel W. Mallardi 
En la trayectoria histórica de la profesión se han requerido — desde las 
organizaciones empleadoras de profesionales del Trabajo Social— modalidades 
superficiales de intervención con criterios estandarizados, suponiendo un mero 
conocimiento de demandas explicitadas, normativas y procedimientos en torno a las 
prestaciones. Detrás de estos requerimientos se oculta que la profesión interviene en los 
conflictos generados por los antagonismos de las clases fundamentales, tal como fuera 
explicado por Marilda V. Iamamoto, hace casi tres décadas, con un aporte considerado 
pionero. La autora afirma que el Trabajo Social es 
… uno de los elementos que participa en la reproducción de las relaciones 
de clases y de la contradictoria relación entre ellas. En este sentido, se 
realiza un esfuerzo de comprender la profesión históricamente situada, 
configurada como un tipo de especialización del trabajo colectivo dentro 
de la división social del trabajo peculiar de la sociedad industrial 
(Iamamoto, 1984:77). 
Tanto en los procesos de formación como en los de intervención profesional, 
analizar el significado social de la profesión, a partir de su ubicación en las tensiones 
sociales, constituye un momento de la reconstrucción de los procesos sociales generales. 
El desafío que se presenta entonces es el de poder identificar las mediaciones que hacen 
particular el trabajo desempeñado por el profesional de Trabajo Social en la división social 
del trabajo. 
En tal sentido, enmarcamos las producciones sobre lo que consideramos elementos 
táctico-operativos dentro de los procesos de intervención, ubicando la profesión en la 
división social del trabajo, planteando la necesidad de reflexionar sobre el conjunto de 
condiciones y relaciones sociales que le atribuyen un significado, y en las cuales se torna 
posible y necesaria. 
En el tema que tratamos, un aporte fundamental de la autora es la comprensión de 
los intereses contrapuestos que se presentan en la misma actividad, respondiendo tanto a 
demandas del capital como del trabajo. Es decir, que el profesional
Participa tanto de los mecanismos de dominación y explotación como 
también, al mismo tiempo y por la misma actividad, da respuestas a las 
necesidades de sobrevivencia de las clases trabajadoras y de la 
reproducción del antagonismo en esos intereses sociales, reforzando las 
contradicciones que constituyen el móvil básico de la historia. Es a partir 
de esa comprensión que se puede establecer una estrategia profesional y 
política para fortalecer las metas del capital o del trabajo, pero no se 
puede excluirlas del contexto de la práctica profesional ya que las clases 
sólo existen inter-relacionadas. Es esto, inclusive, lo que viabiliza la 
posibilidad de que el profesional se sitúe en el horizonte de los intereses 
de las clases trabajadoras. (Iamamoto, 1997:89) 
La perspectiva histórica y de totalidad asumida, nos exige considerar los 
determinantes y condicionantes que inciden en los procesos de intervención. Asimismo se 
considera la existencia de un campo de autonomía del trabajador social, existiendo 
alternativas para reorientar y traspasar la demanda institucional. 
La condición de trabajador asalariado ocasiona que el profesional deba responder a 
las exigencias de quien lo contrata, sin embargo, también dispone de relativa autonomía en 
el ejercicio de sus funciones y es co-responsable tanto del rumbo de sus actividades como 
de las formas de conducirlas (Iamamoto, 1997). Cabe aclarar que, desde nuestro punto de 
vista, los profesionales del Trabajo Social tienen en los procesos de intervención tres 
funciones fundamentales: asistencia, gestión y educación (Oliva, 2001). 
En este marco, las alternativas se evalúan en función de las finalidades, que están 
imbuidas en las concepciones práctico-políticas de los profesionales, determinadas por el 
grado de autonomía que tiene un profesional particular en un espacio ocupacional 
concreto. Ello conduce a comprender el carácter político de la práctica profesional, 
implicando el análisis de la correlación de fuerzas. 
Haciendo uso del pensamiento luckacsiano para analizar la práctica profesional, 
podemos afirmar que se trata del proceso mediante el cual a partir de los fines 
determinados es decir su teleología, se determinan las alternativas imprescindibles para la 
realización de los fines (Cf. Lukács, 2004). Sostiene Lessa (2000), es la anticipación en 
la conciencia del resultado probable de cada alternativa lo que permite seleccionar aquella 
que se considera mejor, para luego llevarla a la práctica, es decir, objetivar la alternativa 
escogida. 
Además, es necesario incorporar en el análisis tanto las dinámicas organizacionales, 
con sus objetivos y recursos, como el propio profesional en sus dimensiones objetivas y 
5
subjetivas, así como, los distintos posicionamientos de los sujetos que ven sus derechos 
vulnerados en su vida cotidiana. 
Consecuentemente entendemos que es necesario comprender el ejercicio 
profesional más allá de los procesos individuales del profesional, incorporando la 
consideración de otros sujetos así como los distintos elementos que coexisten en la realidad 
y que actúan como condicionantes y/o determinantes de sus acciones. Como plantea 
Montaño (2000), en el ámbito interventivo es fundamental tanto la apropiación de la teoría 
como recurso explicativo de los procesos sociales, como la elaboración de conocimiento 
situacional. 
Al respecto, destacamos dos elementos claves identificados en la práctica 
profesional: por una parte, “lo social” no es un recorte factible de intervención en forma 
independiente de los elementos económicos, políticos, culturales, entre otros; por otra 
parte, el profesional nunca es aséptico, ni neutral y siempre está involucrado con otros 
actores, en una institución determinada, con usuarios determinados, en un régimen político 
particular, en un momento histórico determinado. 
La pobreza, las dificultades de acceso a servicios básicos, la falta de vivienda, el 
trabajo infantil, se piensan, de esta manera, como expresiones, manifestación de la 
“cuestión social”, la cual les otorga significado social e histórico. En los procesos de 
intervención, la “cuestión social” se presenta como problemas económicos, sociales, 
políticos, culturales e ideológicos (Netto, J. P.: 2003) que adquieren un significado 
particular en la heterogeneidad vida cotidiana de las personas que participan de la 
intervención. 
En esa dirección nos estamos refiriendo a “procesos de intervención” y no a “la 
intervención” unidireccional del profesional hacia los usuarios, donde se aplican técnicas o 
se ejecutan procedimientos sin contemplar las relaciones sociales en este orden social, ni 
las diversas situaciones concretas de la vida cotidiana. 
En lo que respecta a la producción teórica sobre la cuestión metodológica — como 
afirma Montaño — se puede ver desde el origen de la profesión propuestas que intentan 
definir métodos o modelos de intervención con la diferenciación en individuos, grupos o 
comunidades, o bien, se enfocan en recortes abstractos de objetos diferenciados por 
campos de actuación, como salud, educación, tercera edad, infancia, etc. Otras 
producciones, intentando dejar atrás la trilogía metodológica generaron las pautas de 
6
procedimientos conocidas como el proceso de investigación, diagnóstico, planificación, 
ejecución y evaluación. 
Asimismo en la formación profesional es necesario profundizar una revisión crítica, 
de la enseñanza basada en propuestas teórico-metodológicas que segmentan, deshistorizan 
y abordan de manera superficial y fenoménica la realidad social, produciendo una 
reificación de los procesos de intervención profesional, donde en apariencia el trabajador 
social manipularía “cosas” rígidas, que le preceden y ante las cuales poco tendría que 
hacer. 
Como explica Yolanda Guerra, son concepciones que se fundamentan en la 
racionalidad formal-abstracta, que es hegemónica en el orden burgués. La autora plantea 
que en 
... la disputa ideológica entre las diversas formas de conocer e 
interpretar la realidad, la hegemonía ha sido de aquellas corrientes que 
no extrapolan las evidencias, la forma, la empiria, el dato inmediato, las 
expresiones de hechos, fenómenos y prácticas, que no tienen en cuenta 
las mediaciones, que no asumen la negatividad, que equiparan fenómenos 
sociales y naturales, y sobre todo operan con procedimientos abstractos, 
los abstraen de sus contenidos concretos y los abstraen de las relaciones 
que los engendran. Este modo de conocer no encuentra respaldo en el 
modo de ser, de constitución y del movimiento del ser social, sino que se 
fundamenta en modelos, reglas, fórmulas y técnicas predeterminadas 
(Guerra, 2006: 2). 
Siguiendo los aportes de Montaño (2000) es necesario que el colectivo profesional 
fortalezca la superación del debate “a priori” sobre el “método de intervención profesional” 
para asumir el de las estrategias de intervención definidas a partir del objeto, de la realidad 
concreta. Se apunta a superar una visión de la intervención profesional como un conjunto 
de procedimientos y técnicas dentro una caja de herramientas que se encuentran aisladas 
del proceso social, a la espera de ser utilizadas por el trabajador social. Es necesario 
avanzar entonces, en la problematización de las estrategias de intervención, como concepto 
organizador central del proceso de intervención. En esta perspectiva, se asume que los 
mismos se desarrollan en un momento histórico y en un lugar determinado donde coexisten 
distintos actores sociales con intereses y objetivos diferentes, los cuales en determinadas 
situaciones pueden coincidir o entrar en conflicto. 
7
Consecuentemente, la estrategia requiere ser pensada a partir de la reconstrucción 
analítica sobre los procesos sociales, tanto en su dimensión objetiva como subjetiva, 
procurando alcanzar objetivos profesionales enmarcados en los procesos socio-políticos. 
… el desarrollo de estrategias de intervención no está determinado 
únicamente por el posicionamiento del Trabajador Social, ni por la 
dirección política de la institución, ni por los usuarios, sino por una 
compleja y dinámica relación que está determinada por diversos recursos, 
mediados por una articulación que se condensa en el arsenal operativo en 
un momento histórico determinado (Oliva, 2007:15). 
En los procesos de intervención los distintos actores involucrados tienen visiones, 
posicionamientos, recursos, intereses particulares, por lo cual es necesario poder identificar 
y comprender esas particularidades y relaciones. 
En estos procesos, el profesional cuenta con la posibilidad de seleccionar 
alternativas que se inscriben y adquieren significado, dirección y materialidad, a partir de 
la finalidad estratégica asumida, a las cuales denominamos tácticas operativas. 
Desde esta perspectiva, se ha trabajado en la crítica a los elementos que emergen 
desde una racionalidad formal-abstracta, procurando desde una ontología marxiana 
recoger los elementos que nos proporciona la realidad. Se considera que la racionalidad 
crítico-dialéctica facilita la comprensión la realidad, concibiendo el pensamiento como 
parte del ser, como explica Guerra: 
La racionalidad critico-dialéctica recoge sus categorías analíticas en la 
propia realidad, las recorre, establece sus vínculos, busca sus mediaciones, 
satura sus objetos de determinaciones y reproduce, en el nivel del 
pensamiento, las múltiples y complejas relaciones que se procesan en la 
realidad. En esta búsqueda de la totalidad, la interrelación entre las 
categorías de la realidad da lugar a los complejos cada vez más 
abarcativos, la perspectiva de la totalidad no se toma como un hecho 
formal del pensamiento, sino como un modo de ser de lo existente 
(Guerra, 2006: 6) 
Reconociendo que se requiere de una mayor profundización sobre la temática, nos 
hemos propuesto recuperar elementos que aporten al debate teórico, centrando la 
producción destinada a una formación crítica de los profesionales. Para ello, la perspectiva 
adoptada se inscribe en una racionalidad y tendencia histórico-crítica heredera del 
pensamiento marxista, la cual asume el desafío de reflexionar sobre los procesos de 
8
intervención profesional, entendidos como los resultados históricos de la compleja relación 
del profesional con los elementos que sobre y subdeterminan su práctica concreta. 
Los contenidos de estas páginas brindan reflexiones sobre distintos elementos 
táctico-operativos de los procesos de intervención, entendiendo que la práctica del Trabajo 
Social no puede ser concebida de manera repetitiva, sino como un proceso que se define a 
partir de determinadas finalidades, lo cual supone valores ético-políticos que lo legitiman 
(Netto, 2003). Los modos de llevar a cabo las tareas son considerados en tanto tácticas 
dentro ese proceso, dejando planteado que no hay una forma de “entrevista”, “visita”, 
“observación” o “registro” sino que, tomando en cuenta las múltiples determinaciones, son 
las finalidades las que van a dar el verdadero contenido a esas acciones. 
Consideramos que tales elementos adquieren significado a partir de su ubicación en 
los procesos de intervención profesional, implicando un posicionamiento que tendiendo a 
superar una visión reificada y deshistorizada de los mismos, los visualiza y aprehende a 
partir de las tensiones sociales en las cuales se inserta el trabajador social. 
Las tácticas operativas definidas como observación, entrevista, visita domiciliaria, 
entre otras, son resignificadas en el marco de pensar la intervención profesional inserta en 
espacios sociales conflictivos, haciendo necesario asumir el componente político de la 
misma y, por lo tanto, definir estrategias de intervención que superen la inmediaticidad, la 
superficialidad cotidiana y el espontaneismo. 
En esta línea, el concepto de estrategia cobra relevancia en la superación de la 
racionalidad formal-abstracta que plantea métodos o modelos con la pretensión de ser 
aplicados, ignorando las particularidades de las situaciones concretas. Asimismo, las 
modalidades táctico-operativas, como conceptualización superadora de las llamadas 
técnicas, permite articular la reflexión de las dimensiones objetivas y subjetivas de los 
procesos sociales y las finalidades ético-políticas, lo que conduce a redimensionar 
elementos de los registros, vistas domiciliarias, entrevistas, entre otros. 
Avanzando en estas discusiones, los trabajos aquí reunidos brindan aproximaciones 
a la asistencia, las entrevistas, los registros, los informes sociales, la producción de 
conocimiento situacional, las visitas domiciliarias y la observación. 
Lejos de producciones aisladas y desvinculadas de las tendencias actuales del 
campo profesional, los distintos aportes son resultados parciales de múltiples procesos que 
9
articulan la formación, la docencia y el ejercicio profesional. Discusiones que se han 
venido desarrollando desde diferentes sectores del colectivo profesional, y que recogidas y 
reflexionadas colectivamente, son reelaboradas en este libro de manera tal que se 
socialicen, difundan y repiensen, redundando ellas en su discusión y debate permanente. 
En el primer capítulo, Manuel Mallardi avanza en la reflexión sobre los procesos de 
elaboración de proyectos sociales en la intervención profesional profundizando en el 
momento de problematización y explicación de la realidad al que denomina de 
conocimiento situacional. 
El Capítulo II es un trabajo realizado por Liliana Madrid, quien se propone aportar 
a la discusión sobre las particularidades de la observación que se realiza en la intervención 
del Trabajo Social, superando el uso irreflexivo que suele ser tomado de las llamadas 
ciencias sociales. 
El Capitulo III, es una síntesis del trabajo de tesis de graduación de Manuel 
Mallardi, donde se recuperan los planteos marxistas de la filosofía del lenguaje 
desarrollados por el pensador ruso Mijail Bajtín para reflexionar y repensar la entrevista en 
los procesos de intervención profesional. 
El Capitulo IV fue elaborado por Andrea Oliva y Silvia Pagliaro, a partir del 
desafío de discutir características heterogéneas que se requieren analizar acerca de las 
Visitas Domiciliarias, recuperando aspectos de sus particularidades según las funciones, 
los actores, las finalidades. Se destacan algunas consideraciones que muestran discusiones 
y controversias aun no saldadas en el colectivo profesional. Asimismo se recupera su 
potencialidad en la intervención como táctica a ser utilizada con fines críticos y de ruptura. 
En el Capítulo V, Ma. Cecilia Pérez presenta una aproximación a las diferentes 
modalidades de Registros Escritos utilizados en la formación y en el ejercicio profesional. 
A partir de entrevistas, consultas de archivos institucionales y la propia experiencia en el 
ejercicio profesional y docente, recupera el carácter ontologico de estos, como momento 
fundante de objetivación de la realidad entre otros aspectos. 
10
El capítulo VI, constituye una síntesis de la tesis de grado realizada por Daniela 
Gallego, quien indaga la particularidad de los informes sociales en los procesos de 
intervención y es analizada de acuerdo a las distintas finalidades identificadas. 
Por último, la cuestión de la Asistencia profesional del Trabajo Social es abordada 
en el Capítulo VII por Andrea Oliva y Virginia Gardey, aportando elementos para analizar 
la asistencia que realizan los profesionales del Trabajo Social en los servicios sociales con 
financiamiento público. 
Referencias Bibliográficas 
Guerra, Y. Ontología social y formación profesional. Cuadernos NEAM N°1, São Paulo: 
PUC/SP 1997. Traducción al español de Ma. Cecilia Pérez, Documentos del 
GIyAS, 2006 
Iamamoto, M Servicio Social y división del Trabajo Social. Cortez Editora, São Paulo, 
11 
1997. 
Iamamoto, M. “La metodología en el Servicio Social: lineamientos para el 
debate”. En: Borgianni, E. y Montaño, C. (Orgs) Metodología y 
Servicio Social. Cortez Editora, São Paulo, 2000 
Iamamoto, M. y Carvalho, R. Relaciones sociales y Trabajo Social. CELATS, Lima, 1984 
Montaño, C.: “El debate metodológico de los ‘80/’90. El enfoque ontológico versus el 
abordaje epistemológico.” En: Montaño, C. y Borgianni (Orgs.), E.: Metodología y 
Servicio Social. Hoy en debate. Cortez Editora, São Paulo, 2000. 
Netto, J. P. “Método y Teoría en las diferentes matrices del Servicio Social”. En: 
Borgianni, E. y Montaño C. (orgs.) Metodología y Servicio Social. Hoy en debate. 
Cortez Editora, São Paulo, 2000. 
Netto, J. P. Capitalismo Monopolista y Servicio Social. Cortez Editora, São Paulo, 1997. 
Oliva, A. Análisis de la práctica profesional de los Trabajadores Sociales en el ámbito 
estatal. PUC/SP, São Paulo, 2001. 
Oliva, A. Los recursos en la intervención profesional del Trabajo Social. Ediciones 
Cooperativas, Bs. As., 2007 
Tobón, M., Rottier N. y Manrique A. La práctica del Trabajador Social - Guía de 
Análisis. CELATS, Lima, 1983
CONOCIMIENTO SITUACIONAL Y PRÁCTICA DEL TRABAJO SOCIAL 
Aportes desde la Planificación Situacional 
12 
Manuel W. Mallardi 
Introducción: 
El presente trabajo se inscribe en un proceso exploratorio que busca avanzar en la 
identificación de las mediaciones que posibiliten explicar los problemas sociales en los 
procesos de elaboración de proyectos sociales desarrollados en el marco de la práctica del 
Trabajo Social, a partir de la inclusión de una perspectiva histórica y de totalidad. 
Se considera que la inclusión de la perspectiva histórico-critica marxista ha 
posibilitado problematizar las particularidades y el significado social de la profesión, en el 
marco del sistema capitalista en el cual se inserta. A partir de dicha situación, es oportuno 
el intento de esbozar las implicancias de dicha perspectiva en la práctica profesional 
cotidiana. 
En este intento, es imposible desconocer los aportes que se han realizado en torno a 
la discusión metodológica en la profesión, las cuales, si bien no serán analizadas aquí, es 
posible dividirlas, sin caer en términos dicotómicos, en las perspectivas epistemológica y 
ontológica. Mientras que la primera perspectiva se caracteriza por un apriorismo 
metodológico, en tanto la determinación del método se realiza con independencia del 
objeto real; en la perspectiva ontológica, recuperando la propuesta marxista, las 
preocupaciones metodológicas son determinadas en relación con el objeto concreto. 
(Montaño, 2000) 
La posibilidad concreta de utilizar una perspectiva teórico-metodológica en el 
ejercicio profesional del Trabajo Social permite el desarrollo de una práctica que posibilita 
fundamentar, tanto las estrategias adoptadas como la producción de conocimiento que 
aporte en la explicación de los procesos sociales que adquieren particularidad en una 
situación concreta. Partiendo de estas premisas, al momento de aportar a las discusiones 
propias de la intervención profesional, se hace necesario explicitar la perspectiva teórico-metodológica 
adoptada, no en términos de un apriorismo metodológico, sino con el fin de 
retomar los procesos de reconstrucción analítica de la realidad y avanzar críticamente en la 
aprehensión de los procesos sociales. 
Sin entrar en detalles, consideramos que, recuperando la postura ontológica, las 
posibilidades de profundizar el debate en torno a la práctica profesional debe partir de
considerar a los procesos sociales desde dos miradas complementarias: por un lado, como 
totalidad compleja, pues esta es una característica intrínseca del objeto y, por lo tanto, el 
proceso de conocimiento debe incorporar a la totalidad como una de sus categorías 
decisivas; mientras que, por el otro, recuperando la historicidad del objeto se requiere un 
abordaje genético, capaz de elucidar el fundamento original, inherente al mismo. (Lukács, 
2004b; Lessa, 1999, 2000b) Se trata de la necesidad de captar la procesualidad histórica 
que permita explicar el presente y diferenciar los aspectos esenciales de los fenoménicos, 
los cuales, dialécticamente unidos y de igual importancia, constituyen lo particular de cada 
objeto1. 
En el intento de recuperar tales aportes en las reflexiones desarrolladas, a 
continuación se avanzará en la presentación de los núcleos centrales que se consideran 
pertinentes al momento de discutir sobre las características del momento explicativo en los 
procesos de planificación social en la intervención profesional del Trabajo Social. En un 
primer momento se sintetizarán los puntos principales en torno a las características que 
adquieren los proyectos sociales, centrando principalmente el análisis de la obra de Matus, 
para luego realizar una síntesis de tal obra con los aportes de autores del Trabajo Social y 
de las ciencias sociales, tendiendo a identificar, como se menciono anteriormente, las 
particularidades que adquiere el momento explicativo. 
Algunas precisiones conceptuales 
La formulación de proyectos sociales en el ámbito del trabajo social ha constituido un 
punto importante de la producción teórica del campo profesional. Sin entrar en esta 
discusión, antes de avanzar en los puntos centrales del presente texto, consideramos 
necesario remarcar, retomando los planteos de Oliva (2007a) que no se debe igualar 
práctica profesional con elaboración de proyectos, siendo ineludible pensar a los segundos 
como parte de las tácticas que el profesional puede utilizar en el ejercicio de su 
intervención profesional. En la misma línea, coincidimos con Fritsch (1996), cuando 
afirma que 
1 Este punto, mencionado aquí sólo sintéticamente, lleva a discutir las posibilidades o no de la producción de 
conocimiento por parte de los trabajadores sociales en el trabajo profesional cotidiano. La polémica remite a 
la distinción teoría/práctica, profesional de campo/profesional académico, entre otros elementos. En 
consonancia con los planteos anteriores, Montaño es contundente al sostener que “en el ámbito interventivo, 
la producción de conocimiento teórico (científico) casi no es posible ni necesaria; en esta actividad es 
fundamental la apropiación de la teoría, como recurso explicativo de los procesos sociales, y la elaboración 
de conocimiento situacional.” (Montaño, 2000: 19). 
13
El Planeamiento Estratégico es discutido en calidad de un instrumental que 
puede ser escogido con el objetivo de racionalizar y dar dirección a la 
necesidad de redefiniciones futuras de una organización, sector o actividad. 
De esta forma, se constituye en un elemento importante de influencia, en el 
nivel técnico y político, interesando, por consecuencia, también al Servicio 
Social (Fritsch, 1996). 
Analizando los procesos de la planificación social, Di Cione (1993) realiza una 
síntesis de las distintas perspectivas analíticas que pretenden descifrar, determinar los 
límites e implicancias de los proyectos sociales. Luego de realizar un recorrido de la 
bibliografía especializada, el autor concluye: 
a) en primer lugar el proyecto es concebido como ‘unidad elemental de 
acción’ y como ‘unidad de sentido’; 
b) en segundo lugar se lo considera como instancia ‘racional’ y 
‘racionalizadora’ de decisiones o procesos; 
c) en tercer lugar, aunque no siempre, como momento instrumental de 
objetivos más globales tales como el desarrollo social y/o la planificación 
social (Di Cione, 1993: 3-4). 
Posteriormente, considerando la interdependencia de los tres aspectos mencionados, 
el autor nos propone tres conjuntos de problemas, que, consideramos, deben constituirse en 
directrices al momento de reflexionar, ya sea sobre la elaboración de proyectos sociales, 
como de cualquier momento metodológico involucrado en dicho proceso: 
a) cómo delimitar una unidad de intervención o de acción que involucra la 
concurrencia de la totalidad de la reproducción social; 
b) bajo qué supuestos ‘ideológicos’ y con qué criterios operativos puede 
discriminarse la ‘racionalidad’ o ‘irracionalidad’ de los procesos de toma 
de decisiones; 
c) por lo tanto, cómo asignar una determinada dirección de sentido (fines, 
objetivos) en contextos de reproducción social y/o regulación social en la 
que coexisten funcional y contradictoriamente una multiplicidad objetiva y 
subjetiva de sentidos posibles (Di Cione, 1993: 4). 
En definitiva, concluye provisoriamente el autor, toda elaboración de proyectos 
sociales se efectúa en espacios sociales contradictorios, por lo cual los primeros asumen 
dicho carácter. De esta manera, se recupera dentro del ámbito de la planificación social la 
dimensión política que envuelve a los procesos sociales en los cuales se insertarán las 
distintas fuerzas, tendiendo a la reproducción o modificación de los mismos. (Cf. Veras 
Baptista, 2002; Matus, 1992, S/F; Pichardo Muñiz, 1993). Consecuentemente, se 
consideran válidos los aportes de Robirosa (1990), cuando sintetizando sus visiones acerca 
del significado de un proyecto social, argumenta que el mismo es simultáneamente cada 
uno de los siguientes puntos: un escenario en el que interactúan diferentes actores sociales; 
una unidad de planificación social con coherencia interna y externa que se inserta en 
14
procesos preexistentes de la realidad; un espacio de intercambio de información, de 
alianzas y resistencias; un ámbito para el aprendizaje social de todos los actores; y un 
proceso de elaboración de diagnósticos y estrategias de acción y de aplicación, monitoreo y 
ajuste de dichas estrategias y de ejecución de lo elaborado. 
Tomando como base estas líneas introductorias, se considera oportuno avanzar en 
la síntesis de las principales líneas argumentativas desarrolladas por Matus. Cabe aclarar 
que en principio, el autor, pensando en procesos de planificación social globales, se refiere 
en distintas oportunidades a la elaboración de planes sociales. Aquí, aceptando las 
diferencias entre los niveles de intervención de proyectos, programas y planes, se 
visualizan pertinentes sus argumentaciones sin entrar en las distinciones y particularidades 
de cada uno. 
En términos generales, Matus considera que la planificación situacional es el 
cálculo que precede y preside la acción. Evitando posturas rígidas, normativas y estáticas, 
el autor considera que 
…planificar es sólo trazar un camino, definir los hitos principales, pero no 
implica ni puede implicar un cálculo previo de la totalidad y particularidad 
situacional. Una dosis subordinada de improvisación, de espontaneidad y 
de cálculo del momento conforma necesariamente la conducción práctica 
de una estrategia” por lo que aquello que “se planifica es aquella parte 
capaz de arrastrar al todo en la dirección y por el cause previsto. La parte 
de improvisación, de espontaneidad y de cálculo inmediatista, no es una 
desviación del plan, es un complemento indispensable y natural de su 
ejecución práctica (Matus, 1980: 353). 
De este modo, el principal avance teórico de Matus consiste en considerar al plan 
como el producto momentáneo del proceso por el cual un actor selecciona una cadena 
de acciones para alcanzar sus objetivos y el mismo se cumple 
…cuando éste es determinante de lo esencial de la praxis y, por lo tanto, su 
cálculo se confirma aproximadamente en lo más relevante del resultado de 
la acción real. El plan no se cumple si la praxis contradice el plan o su 
grado de intersección con él niega el cálculo previo. Lo esencial en el 
cumplimiento del plan es que la praxis reflexiva e intencional que surge del 
plan articule ‘para sí’ la praxis espontánea que necesariamente conforma y 
completa la realidad, así como la praxis derivada de los planes de 
oposición de las otras fuerzas sociales (Matus, 1980: 354). 
Esa postura nos permite apreciar una visión dinámica e histórica de los procesos de 
planificación en tanto que el plan es una fuerza incitadora de una entre todas las realidades 
posibles e implica lo ‘calculable’ y ‘lo determinante’ para ‘arrastrar’ el desarrollo real de 
15
los hechos, por lo que no coarta la iniciativa, la creatividad, la imaginación y la 
capacidad de improvisación de los actores sociales. Por ello, los objetivos del plan no 
constituyen productos acabados, sino parte de un proceso que sólo llega a su término 
cuando, tras sufrir los cambios exigidos por el proceso práctico, es ya un producto real, 
donde la relación del plan con la praxis no implica solamente la sujeción de la praxis al 
plan, sino igualmente la posibilidad de realizar cambios en el plan ante los requerimientos 
de la praxis. (Matus, 1980)2 
Sobre esta base, reflexionar en torno a la categoría Situación, permite una 
aproximación a la realidad considerando los elementos objetivos y subjetivos que la 
componen, como así también las distintas fuerzas sociales coexistentes3. En palabras del 
autor, se define a la situación a partir de la identificación de un actor y su acción, donde 
…acción y situación conforman un sistema complejo con el actor. La 
realidad adquiere el carácter de situación en relación al actor y a la acción 
de éste. Por eso, una misma realidad es al mismo tiempo muchas 
situaciones, dependiendo ello de cómo está situado el actor y cuál es su 
acción (Matus, 1980: 55). 
En toda situación el autor identifica un componente estructural, estructura o sistema 
de estructuras al que denomina genosituación, y, en relación dialéctica, la fenosituación, 
pensada como el contorno fenoménico específico que cubre o envuelve a la estructura. Esta 
última contiene lo diverso, lo específico, lo particular, tratándose de la apariencia, la 
realidad visible, inestructurada, inentendible, sino en relación directa con la genosituación 
y las leyes que la caracterizan. Otra característica atribuida por el autor a la fenosituación 
es que la misma presenta creatividad propia, heterogeneidad y existencia veloz. 
Analizando la relación dialéctica entre la genosituación y la fenosituación 
sostiene que la primera se encuentra envuelta en la segunda, por lo cual su percepción no 
2 En otras secciones del trabajo, Matus sostiene: “en este sentido, la praxis no es sólo ejecución de lo 
programado por las fuerzas sociales en pugna, es también ‘planificación espontánea atomizada e instantánea’ 
y desarrollo de la creatividad en cada ámbito pertinente. Es creación diseminante en torno al ‘hilo conductor’ 
del plan de cada actor o fuerza social válida en la lucha social. (…) El paso del plan a la realidad requiere la 
mediación de la praxis. El plan sólo existe por y en relación con la práctica. Como la práctica ‘no habla por sí 
misma’, debe ser examinada y sistematizada para su crítica y propósitos de modificaciones por algún actor o 
fuerza social. Así el plan surge del examen crítico de la realidad y determina la praxis de cambio como 
propósito de una fuerza social” (…) “El plan es así, praxis derivado de la crítica renovadora o transformadora 
por una fuerza social; nace de la praxis, se anticipa a ella para reconducirla y vuelve a ella como proceso 
objetivo de construcción de la situación” (Matus, 1980: 356) 
3 Brevemente creemos importante mencionar que tomamos los aspectos objetivos y subjetivos en sentido 
amplio. Si bien trabajando desde otro marco teórico, coincidimos con los aportes de Allardt (1996) quien 
sostiene que lo objetivo implica aquello vinculado a las condiciones reales y a las prácticas evidentes, 
mientras que los subjetivos implican las actitudes, niveles de satisfacciones/insatisfacción, etc. Esta postura 
lleva a definir como objetivo no sólo a problemas como escasa infraestructura sanitaria, el hacinamiento, sino 
también a la violencia doméstica, el maltrato infantil, etc. 
16
es directa, sino a través de la fenosituación, constituyéndose la situación en síntesis 
dialéctica entre ambas. De este modo, la realidad, si bien existe aún sin explicar, al ser 
definida por un actor se convierte en situación. 
Recuperando el carácter político de las situaciones, en tanto los individuos, pueden 
participar en más de un grupo social, canalizando influencias, poder y recursos en el 
ámbito de los proyectos sociales concretos, adquiere importancia hacer referencia 
brevemente a las fuerzas sociales, las cuales con capacidad y voluntad de acción para ser 
actores relevante en la producción de hechos sociales, son identificadas en las distintas 
situaciones y en el escenario que actúa como metacontorno. En este sentido, el autor ubica 
como fuerza social de la genosituación a las clases sociales, en tanto grupos sociales 
antagónicamente situados a partir de su ubicación en el modo de producción. Por otro lado, 
los conceptos de grupo o agrupamiento social tratan de elementos fenosituacionales por 
los cuales se expresan las ideas de un conjunto social de individuos con intereses 
fenosituacionales comunes. Por estas razones, estas segundas fuerzas sociales tienen una 
entidad más inestable en su composición y límites que la clase social, y que por ser su 
aglutinamiento y cohesión derivado de relaciones puramente fenosituacionales, es mucho 
más variable. 
La diferencia substancial entre ambos tipos de fuerzas sociales estriba en que, a 
diferencia de las clases sociales, las agrupaciones sociales pueden ser de muy diversa 
naturaleza, donde el ser parte de un grupo social no es excluyente de la pertenencia a otros 
grupos sociales. 
Por otro lado, ubicando la situación en el espacio contextual de un escenario, se 
define a la primera, además de síntesis dialéctica entre la fenosituación y la genosituación, 
como el momento que remite concretamente a la lucha por reproducir o transformar la 
sociedad, siendo, por lo tanto, un momento de la realidad explicado por las fuerzas sociales 
que actúan sobre ella, donde el contenido e implicancias de la situación refiere a la 
naturaleza de la acción política que pretenden ejercer o ejercen en la misma las fuerzas 
sociales interactuantes. En consecuencia, la situación social está: 
a. Referida a la naturaleza de la acción ejercida sobre ella. 
b. Definida y explicada por la o las fuerzas sociales que interactúan con 
17 
ella. 
c. Especificada en un rango de tiempo y espacio histórico concreto.
d. Situada en un sistema más amplio que la comprende y con el cual 
interactúa, denominado escenario.4 
Analizando los procesos dinámicos que caracterizan a las situaciones, Matus 
plantea que las estructuras pueden ser transformadas o modificadas, en donde la primera 
hace referencia al cambio de las estructuras, mientras que la segunda a un cambio en las 
mismas, no alterando lo esencial de las mismas: su organización y el ejercicio de la función 
dominante. 
Sin embargo, es en la genosituación donde se encuentra la posibilidad de la 
transformación a través de las contradicciones en el interior y entre las estructuras que la 
componen. De este modo encontramos en la genosituación la posibilidad de que se 
desarrollen contradicciones, mientras que en la fenosituación, con la presencia de los 
distintos grupos sociales es posible que se gesten y se desarrollen conflictos. 
Esquemáticamente, podemos presentar los elementos anteriores de la siguiente 
18 
manera: 
SITUACIÓN 
Componente Procesos Actores o 
Fuerzas Sociales Acciones Cambios 
Fenosituación Conflictos Agrupamientos o 
grupos sociales 
Genosituación Contradicciones Clases Sociales 
Reproducción 
o 
Transformación 
Modificación 
o 
Transformación 
Avanzando en las mediaciones establecidas por el autor en torno a cuestiones 
metodológicas, recuperamos los cuatro momentos que se visualizan en el proceso de 
planificación. Pensar en momentos y no en etapas rígidas, permite asumir el proceso como 
un continuo caracterizado por un permanente aprendizaje, un permanente cálculo, una 
permanente explicación, un permanente diseño y una acción persistente en el día a día 
(Matus, 1980, 1992). 
Como se ha intentado demostrar a lo largo de las páginas precedentes, la 
planificación situacional reconoce que los procesos sociales son dinámicos, conflictivos, en 
4 “El escenario en que existe la situación es el ambiente externo a ella y que a su vez forma parte con la 
misma de un sistema más amplio. La situación está referida a su escenario y el escenario está referido a la 
situación que encierra. De manera que las mismas consideraciones eficaces para demarcar la situación, lo son 
para demarcar el escenario. (…) El escenario es un metacontorno relevante y limitante de la situación, que 
envuelve no sólo a la situación específica objeto del análisis, sino que cubre a varias situaciones distintas 
simultáneas en el tiempo, pero con legados históricos diversos y en espacios también diferentes.” (Matus, 
1980: 66)
donde cada momento debe ser actualizado de manera constante, y la racionalidad de cada 
uno está dada por la lógica del mismo proceso. Así el cálculo que precede y preside la 
acción es un proceso continuo que no cesa nunca, acompañando la realidad cambiante. 
Dentro del proceso general de la planificación situacional, el autor identifica los 
siguientes momentos: 1. Momento explicativo: Es el equivalente al diagnóstico en la 
planificación normativa, aunque superando el mero listado descriptivo de aquello que 
consideramos problemas. Implica seleccionar que problemas se trabajarán, explicar las 
causas de cada uno y del conjunto de los mismos que caracterizan la situación inicial; 2. 
Momento Normativo: Este momento apunta para lo más trascendental de la planificación, 
el diseño del deber ser; 3. Momento estratégico: Implica producir un proceso interactivo 
entre la búsqueda positiva por construir viabilidad política, económica y organizacional al 
diseño normativo y la necesidad de ajustar o restringir dicho diseño a lo que resulta viable; 
y 4. Momento Táctico-operacional: Finalmente, a partir de haber razonado, pensado y 
reflexionado sobre la realidad y las estrategias adecuadas para garantizar la viabilidad, 
surge la necesidad de tomar decisiones, ejecutar y evaluar la continuidad del plan. 
Momento Explicativo: 
Este momento consiste en la identificación y análisis de los problemas sociales, a través de 
un proceso de reconstrucción analítica de la realidad. En el campo de la planificación 
social se ha trabajado sobre este momento denominándolo “Diagnóstico Social”, 
atribuyéndole distintas características y significados. De estos trabajos, consideramos 
oportuno mencionar los aportes de Pichardo Muñiz (1993), quien recuperando los aportes 
centrales de la propuestas de Matus, sostiene que el diagnóstico situacional debe permitir 
“identificar las posibles determinaciones y relaciones causales que inciden en la 
producción de los fenómenos sociales y en delimitar las posibilidades de acción”, para lo 
cual, como resultado, debe proporcionar, tanto una visión orgánica y dinámica de los 
procesos sociales y las determinaciones de estos, como una ubicación de los espacios 
estratégicos para la acción (Pichardo Muñiz, 1993: 70). 
Por su parte, Robirosa en el momento del diagnóstico de la situación considera que 
se debe explorar el campo de intervención directa donde el proyecto se inserta; el contexto 
más amplio afecta y es afectado por el proyecto; y el marco administrativo, institucional y 
19
político donde se desarrolla la gestión del proyecto. Al respecto sostiene la necesidad de 
desarrollar una 
…exploración por aproximaciones sucesivas, mediante una inteligente 
búsqueda, selección y utilización de información pertinente al tema de 
estudio, y sucesivas reconstrucciones tentativas de la realidad mediante la 
confrontación y síntesis de informaciones parciales –objetivas y subjetivas-en 
un trabajo grupal de elaboración intersubjetiva (Robirosa, et al., 1990: 
49). 
Implica desarrollar una explicación situacional, por lo cual se recuperan y 
resignifican los aportes brindados por Matus en su trayectoria académica para pensar las 
situaciones sociales. Se requiere, entonces, explicar las causas de cada problema y del 
conjunto de problemas que marcan la situación inicial, avanzando en la identificación de 
las relaciones entre la feno y la genosituación. Superando la descripción superficial e 
inmediata de los problemas sociales, la explicación situacional implica además aceptar que 
nuestra explicación no es necesariamente compartida por los otros sujetos que también 
existen en la realidad, siendo necesario precisar, definir cual es la explicación de “los 
otros”, en tanto la misma es parte de la realidad. Resulta imprescindible reconocer que el 
concepto de situación hace explícito al interlocutor o a los interlocutores, por lo que 
explicar la realidad lleva a considerar el papel de los mismos y penetrar en sus 
explicaciones. De este modo, la diferencia sustancial entre el diagnóstico tradicional, que 
es pensado como un monólogo de alguien que lo escribe en su propia visión, la explicación 
situacional es un diálogo, entre el actor y los actores, cuyo relato es recuperado por uno de 
los actores, en tanto sujeto cohabitante de una realidad conflictiva que admite otros relatos. 
(Matus, 1987). 
Avanzando en la aprehensión de los procesos sociales desde los aportes teórico-metodológicos 
desarrollados por Matus, se hace necesario precisar las particularidades que 
tales procesos adquieren en un sistema económico-social particular. En este sentido, siendo 
coherentes con los planteos precedentes, se considera que la reflexión que se hace de las 
situaciones sociales en tanto problemáticas, requiere pensar a las mismas en estrecha 
relación con las características que adquiere la “cuestión social” en un momento y espacio 
particular. Es decir, se requiere problematizar la situación, avanzando en la identificación 
de las mismas como ‘problemas sociales’ vinculados dialécticamente a las formas que 
adquiere la ‘cuestión social’ en un momento histórico determinado. 
20
Cuestión Social: Aspectos Objetivos y Subjetivos de las contradicciones sociales 
En el plano operativo un problema social se presenta como una “brecha entre una 
realidad o un aspecto de la realidad observada y un valor o deseo de cómo debe ser esa 
realidad para un determinado observador, sea este individual o colectivo.” (Rovere, 
2006: 108, resaltado nuestro). 
Tal brecha es analizada a partir de la realización de una delimitación social y 
geográfica en donde se encuentra, donde la primera hace referencia a la población que está 
afectada por el problema y la segunda a la ubicación física en donde se desarrolla, ya sea 
comunitaria u organizacional (Novakovsky y Chaves, 1999). Igualmente, se sostiene que 
definir un problema implica considerar que: a) los problemas están relacionados con 
actores; b) se deben formular en estado negativo; c) implican aspectos reales y actuales; d) 
no deben confundirse con la falta de solución del problema (p. e. Falta de escuelas); y e) 
siempre tienen causas identificables (Martinic, 1997). 
Sin embargo, la inclusión de la perspectiva situacional lleva a complejizar tales 
puntos, en tanto se acepta la existencia de intereses, posicionamientos y acciones distintas. 
La categoría situación implica, como se menciono anteriormente, que una misma realidad 
adquiere distinto significado para los diferentes actores, individuales y/o colectivos 
involucrados en la misma. Es a partir del posicionamiento de cada actor, su sistema de 
valores, su experiencia y sus intereses que sus apreciaciones sobre la realidad estarán 
condicionadas (Rovere, 2006). Por ello, en cada situación se encuentran tantos intereses 
como actores relevantes coexistan, adquiriendo la dimensión política relevancia en los 
procesos sociales (Matus, 1985, 1987, 1991; Robirosa, et al., 1990). A partir de tales 
intereses es posible analizar los posicionamientos de tales actores, donde la consecuencia 
de la tensión entre reproducir o transformar alcanza su síntesis en el resultado de 
transformación o modificación, dependiendo que los cambios sean en lo que respecta a las 
estructuras o no del problema social respectivamente5. 
De igual manera, se requiere captar las particularidades del mismo en relación 
dialéctica con los procesos sociales generales, es decir, pensar al problema de referencia 
como parte de la totalidad de la cual adquiere significado social, donde totalidad no 
significa todos los hechos, sino es pensar a la realidad como un todo estructurado y 
5 El propio Matus considera que “el concepto de situación hace explícito al interlocutor, que en el conflicto 
extremo es el oponente. Por ello, explicar la realidad en que se vive supone necesariamente considerar el 
papel de los otros actores y penetrar en sus explicaciones. De otra manera la explicación es incompleta, 
desligada de su contexto institucional.” (Matus, 1987: 149). 
21
dialéctico, en el cual puede ser comprendido racionalmente cualquier hecho (Kosik, 
1984). Se trata de pensar los conflictos particulares, que se presentan en el cotidiano, ya 
sean vinculados a las diferencias de género, a la educación, la salud, el desempleo, la 
violencia, etc., en relación a las contradicciones sociales mayores, por lo cual no afecta a 
toda la población por igual, sino que presenta una relación directa con la inserción de los 
sujetos en las distintas clases y fracciones sociales, los cuales se pueden posicionar o no 
estratégicamente asumiendo papeles políticos fundamentales en la inclusión en la agenda 
pública de determinados problemas sociales y sus posibles soluciones. 
Así, en procura de superar una visión inmediata, fragmentada y estática de los 
‘problemas sociales’, se debe pensar a los mismos como la expresión de las desigualdades 
inherentes al desarrollo del sistema capitalista, es decir como una manifestación de la 
“cuestión social” (Iamamoto, 1997; Rozas, 2001). Conocer, aunque sea brevemente las 
características de dicha “cuestión social” y las formas como se manifiesta en un plano 
general, constituyen un punto que debe estar presente al procurar definir y explicar un 
problema social. 
Desde la perspectiva teórica marxista Netto sostiene que el propio desarrollo 
capitalista es el que produce la “cuestión social”, entendida como el “conjunto de 
problemas económicos, sociales, políticos, culturales e ideológicos que delimitan la 
emergencia de la clase obrera como sujeto socio-político en el marco de la sociedad 
burguesa” (Netto, 2003a: 154). En términos históricos, ubica el último cuarto del siglo 
XVIII y el siglo XIX, como el momento en donde el aumento del pauperismo se desarrolla 
en paralelo al crecimiento de la capacidad social de producir riqueza. Sin embargo, además 
del crecimiento del pauperismo se considera que el surgimiento de la “cuestión social” 
implica que los grupos sociales en dicha situación iniciarán diversas modalidades de 
protesta, configurando una amenaza a las instituciones sociales existentes. Dicho momento 
se comienza a desarrollar en los comienzos del siglo XIX (Netto, 2003b).6 
Por su parte, se sostiene que dentro de los discursos teóricos referidos a la “cuestión 
social”, el análisis marxiano logra situar históricamente dicha situación a partir de la 
explotación producto de la relación capital/trabajo propia del capitalismo, en tanto que si 
bien la explotación se encontraba en sociedades precedentes al régimen del capital, la 
6 En una postura coherente con los enunciados anteriores, Grassi sostiene que por cuestión social “se hace 
referencia a la puesta en escena de esa falla estructural del capitalismo moderno cuya emergencia, expresada 
en términos del problema del pauperismo, los especialistas ubican en el siglo XIX, cuando los conflictos 
toman una forma tal que ya no pueden ser resueltos por la vieja filantropía.” (Grassi, 2003: 21) 
22
distinción se alcanza en tanto dicha explotación se efectiva en un marco de contradicciones 
y antagonismos que llevan a afirmar que 
…ésta no es una secuela adjetiva o transitoria del régimen del capital: su 
existencia y sus manifestaciones son indisociables de la dinámica 
específica del capital transformado en potencia social dominante. La 
‘cuestión social’ es constitutiva del desarrollo del capitalismo. No se 
suprime la primera conservándose el segundo (Netto, 2003b: 62). 
En esta conjunción de aumento a niveles sin precedentes de los procesos de 
pauperización con el involucramiento de la clase trabajadora en la esfera política y la 
necesidad del capital por instaurar medidas correctivas a ambas situaciones, encontramos 
la esencia del surgimiento y desarrollo de la “cuestión social”. 
Dicha “cuestión social” en cada momento histórico se manifiesta a partir de un 
conjunto de problemas/secuelas sociales particulares susceptibles de ser atendidos, cuya 
imposición en la agenda pública se encuentra directamente relacionada con el 
posicionamiento de los distintos sectores sociales coexistentes. En este sentido Estela 
Grassi plantea que es necesaria la acción de sujetos interesados en imponer que una 
aflicción sea considerada problema social por la sociedad en su conjunto (Grassi, 2003). 
Por ello, “cuestión social” no sólo remite a la contradicción entre capital y trabajo, sino al 
conflicto político, surgido y determinado por esas contradicciones (Pereyra, 2003). 
La perspectiva analítica adoptada conlleva la necesidad de incluir no sólo las 
dimensiones objetivas de las condiciones de vida de los distintos sectores de la clase-que-vive- 
del-trabajo7, sino también las distintas movilizaciones y posicionamientos que los 
mismos desarrollan tendientes a ampliar los márgenes de las intervenciones sociales del 
Estado. 
Se hace evidente a partir de los planteos sintetizados arriba, cómo la discusión entre 
la aparente distinción y/o separación entre estructura y acción o estructura y sujeto dentro 
de la perspectiva marxista, se encuentra saldada a partir de la incorporación de la noción 
“cuestión social”, en tanto la misma expresa la relación dialéctica entre ambas categorías, 
7 Por cuestiones de espacio no podemos desarrollar las implicancias de las características que adquieren en la 
actualidad las clases sociales fundamentales. Consideramos oportuno mencionar sucintamente los planteos 
teóricos desarrollados por el sociólogo brasileño Antunes (2005), quien aceptando el análisis marxista de la 
existencia de clases sociales antagónicas: burguesía y proletariado, realiza un fructífero trabajo para descifrar 
la fragmentación, heterogeneidad y complejidad que adquiere la clase trabajadora en la actualidad, no sólo 
en lo que refiere a las condiciones objetivas de los sujetos sino también sobre la relación de las mismas con la 
subjetividad, el modo de pensar de los distintas fuerzas sociales. Dicho autor utiliza la expresión clase-que-vive- 
del-trabajo, englobando tanto trabajadores productivos, como a los trabajadores improductivos, y 
trabajadores precarizados, part time, a los asalariados de la economía informal (trabajadores asalariados no 
registrados, trabajadores por cuenta propia que prestan servicios diversos), como así también a los 
trabajadores desempleados, expulsados del proceso productivo y del mercado de trabajo. 
23
pues, como se dijo, además de las condiciones objetivas de vida de la clase-que-vive-del-trabajo, 
se incorpora el accionar de sujetos situados estratégicamente asumiendo papeles 
políticos fundamentales en la transformación de necesidades sociales en cuestiones. Se 
hace necesario analizar, en situaciones concretas, los limites y posibilidades de dichos 
sujetos de constituirse en fuerzas sociales, con poder de presión efectivo para incluir en la 
agenda pública determinados problemas sociales y sus posibles soluciones (Pereyra, 2003). 
En relación con las implicancias de incluir la noción de “cuestión social” en el 
análisis de procesos sociales, se remite a las formas de reconocimiento e inclusión de la 
misma en la agenda pública. Sintéticamente, se puede afirmar que en el transcurso del siglo 
XX el capitalismo demanda al Estado una modalidad de intervención que asegure los 
lucros de los monopolios, donde la preservación y control de la fuerza de trabajo ocupada y 
excedente adquiere especial relevancia. (Netto, 1997) La legitimación política se alcanza 
mediante la institucionalización de derechos y garantías sociales y civiles. De este modo, 
en el capitalismo la política social, entendida como intervención gubernamental en las 
relaciones sociales, aparece con las movilizaciones obreras desarrolladas en el siglo XIX, 
donde el Estado asume algunas reivindicaciones y las institucionaliza como derechos 
sociales (Vieira, 1999). 
De este modo, históricamente, las secuelas de la “cuestión social” se tornan objeto 
de la intervención del Estado, favoreciendo la implementación continua de políticas 
sociales específicas. Si bien, este no es el espacio para analizar las características que 
adquiere la intervención estatal sobre las secuelas de la “cuestión social” brevemente 
podemos sostener que en dicha intervención se produce una fragmentación y parcialización 
de la misma, por lo que se hacen necesarios tantos tipos de políticas sociales como 
problemáticas sociales se hubiesen reconocido a partir de los resultados históricos y 
concretos de las luchas sociales (Netto, 1997, Montaño, 1999). 
No reconociendo las implicancias de la “cuestión social” se reconocen sus 
refracciones, es decir a fin de negar la contradicción capital/trabajo y los conflictos de ella 
derivada, los problemas sociales son presentados ajenos a la misma (Netto, 1997). El 
problema social, visibilizado en su aspecto fenosituacional, inmediato, es reconocido a la 
par de que se niegan las mediaciones que lo remiten a la contradicción estructural. Al 
respecto, Oliva, retomando a Netto, sostiene que 
…lo que se nos presenta no es directamente la ‘cuestión social’ sino sus 
refracciones, dado que en forma abstracta se recortan segmentos de la vida 
24
social para intervenir sobre ellos, como si eso nada tuviera que ver con la 
relación capital-trabajo (Oliva, 2007b: 166). 
A partir de incluir a la ‘cuestión social’ como un elemento a ser considerado al 
momento de explicar e intervenir en el marco de los procesos planificación social, el 
desafío consiste en realizar en camino de reconstrucción que permita reconocer que esa 
situación que se presenta aislada, como un fragmento de la realidad, constituye en su 
esencia una refracción de las contradicciones sociales, de las cuales adquiere significado y 
relevancia. Poder desentrañar las particularidades de un problema social implica ubicarlo 
como parte de la totalidad en la cual se inscribe y recuperar el proceso histórico de su 
constitución, lo cual exige identificar las mediaciones que llevan a explicarlo en relación 
con las particularidades socio-históricas de la “cuestión social”. Se debe procurar superar 
la mera enunciación de los factores causales, en tanto los mismos adquieren significado a 
partir de la ubicación de las condiciones objetivas y subjetivas de los sujetos involucrados 
en los problemas sociales. Así, una explicación situacional debe ser capaz de articular los 
factores causales objetivos que dan origen al problema social, las apropiaciones subjetivas 
que realizan los sujetos involucrados, como así también la acción que realizaron en el 
proceso analizado, las cuales son tensionadas por un continuum de transformación-reproducción. 
Es así que cualquier reflexión que procure recuperar las particularidades de 
situaciones concretas haciendo referencia a los grupos específicos que son atravesados por 
problemas sociales, debe incluir las mediaciones de las tendencias generales o 
universalidad/generalidad (Pontes, 2003; Lukács, 1966) que le otorgan significado. No 
sólo conlleva a recuperar las dimensiones objetivas que caracterizan a un grupo social 
como parte de la clase-que-vive-del-trabajo, sino también el impacto que tal ubicación 
tiene en la subjetividad, representaciones de los sujetos, pues en términos de abordaje de 
totalidad, la singularidad del/los individuo/s sólo es posible reconstruirla dentro de las 
determinaciones particulares de su época (Lessa, 2000b). 
En la definición de un problema social aparecen involucrados distintos individuos o 
grupos sociales posicionados de acuerdo a sus intereses y alianzas particulares. Tales 
actores, ya sean aquellos afectados por el problema de manera directa como otros 
vinculados a organizaciones sociales estatales y no estatales, representan intereses y poseen 
visiones construidas históricamente. Centrándonos en las visiones que sobre el problema 
social puedan tener las personas afectadas por el mismo, se requiere reconstruir la 
25
subjetividad, en tanto valores e idearios que pautan sus acciones, ya sea como clase o a 
través de sus distintas mediaciones (sindicatos, partidos, organizaciones, etc.), 
repercutiendo en la vida cotidiana de los sujetos, las formas de relacionarse entre si y las 
visiones que construyen de si mismos y de su entorno. Por ello, se hace necesario avanzar 
en la problematización de las visiones, apreciaciones que los sujetos tienen con respecto al 
problema social, en tanto la subjetividad de constituye en un elemento de la explicación 
situacional. 
En términos generales, avanzar en el análisis de la subjetividad siendo coherentes 
con los puntos anteriores, implica pensarla en relación directa con las relaciones de 
producción y la inserción de los sujetos en las distintas clases sociales existentes. 
Siguiendo a Lukács, Infranca (2005) sostiene que en el capitalismo el ser social, al tener 
que vender su fuerza de trabajo a fin de poder reproducirse cotidianamente, aparece 
dominado en su esencia por la forma fetichista de la mercancía, que no sólo transforma al 
sujeto en cosa, sino que modifica todo el proceso de reproducción social. El proceso de 
reificación, por el cual el hombre se transforma en cosa, ocupa aspectos de la vida 
cotidiana en general, y, por extensión, las relaciones entre las personas adquieren el 
carácter de cosas con leyes propias (Lukács, 1985). 
Por ello, es posible sostener que dentro del sistema capitalista contemporáneo los 
procesos de alienación y de reificación, repercuten directamente sobre las visiones y 
representaciones que poseen los trabajadores acerca de sí mismos y su entorno inmediato. 
Es por eso, que en algunas situaciones los problemas sociales son aprehendidos en su 
inmediatez y superficialidad, no pudiendo captarse la procesualidad que los caracteriza, 
llegando a la construcción de una visión ahistórica y naturalizada de los mismos (Cf. 
Lessa, 2000b; Guerra, 2003 y 2007). 
Síntesis: los aspectos objetivos y subjetivos de los problemas sociales 
A partir de los planteos teóricos que se desarrollaron precedentemente, es necesario 
avanzar en la explicitación de estrategias metodológicas que viabilicen el desarrollo de la 
explicación situacional de los problemas sociales. Los temores de caer en esquemas rígidos 
no deben impedir tal punto, en tanto la reconstrucción analítica de los procesos sociales y, 
por ende, la identificación de las mediaciones debe partir de la negación de la inmediatez a 
través de sucesivas aproximaciones a la realidad concreta. (Pontes, 2003). Para ello, se 
deben recuperar los antecedentes metodológicos que han permitido realizar tales 
26
aproximaciones, no como directrices dogmáticas de acceso a la realidad, sino a fin de 
contrastar tanto los conocimientos como las estrategias metodológicas con nuevas 
situaciones sociales8. 
En principio, cabe precisar que las posturas adoptadas anteriormente llevan a la 
necesidad de realizar una explicación situacional que sea capaz de articular las 
interrelaciones entre los aspectos objetivos y subjetivos que adquieren visibilidad como 
problema social pudiendo identificar las mediaciones con los factores causales, en tanto 
manifestación refractada de la “cuestión social”. 
Sin embargo, en la continuidad del trabajo es necesario realizar dos aclaraciones, la 
primera lleva a establecer advertencias para evitar los riesgos de caer en un reduccionismo 
subjetivo al momento de explicar los problemas sociales, mientras que la segunda remite a 
problematizar y contextualizar tal dimensión subjetiva. La explicitación y profundización 
de tales aclaraciones, constituyen los puntos centrales que se desarrollarán para cerrar el 
presente texto. 
Frente a una constante subjetivización de los procesos sociales, que muchas veces 
vienen aparejados de la psicologización de los problemas sociales, siendo tratados desde 
premisas morales (Netto, 1997), se requiere recalcar la jerarquía que adquieren las 
dimensiones objetivas de la realidad como estructuradoras de los problemas sociales. En 
este punto si bien se acepta la definición de estos últimos como una brecha entre una 
realidad y un valor o deseo de cómo debe ser esa realidad para un observador, no se debe 
caer en el equivoco de subjetivizar en su totalidad tal brecha. Además, elementos como los 
deseos, los valores, las normas, deben ser escudriñados y analizados socio-históricamente a 
fin de no caer en un análisis inmediato del fenómeno. Tal planteo lleva a interrogarnos 
sobre las manifestaciones objetivas que permiten que un aspecto de la realidad pueda ser 
considerado como problema, en tanto se parte de aceptar que la realidad tiene una 
objetividad propia, distinta de la conciencia, de la subjetividad. (Lessa, 2000b) 
El análisis histórico y en perspectiva de totalidad implica el conocimiento de los 
factores causales tanto para comprender el problema en la actualidad como la interrelación 
entre tales factores. Técnicas como el flujograma situacional, el árbol de problemas o el 
8 Al respecto Lessa expresa claramente que “cuando iniciamos (una) investigación de algo desconocido, 
jamás podemos tener certeza a priori de cuáles procedimientos investigativos (por lo tanto, de cuál método) 
se revelarán como los más adecuados para conocerlo. Con base en lo que ya conocemos, con base en las 
experiencias con objetos que nos parecen semejantes, etc., podemos hacer previsiones y anticipaciones de 
cuál probablemente será el método más adecuado.” (Lessa, 2000b: 202) 
27
diagrama causa-efecto son de gran utilidad para esta tarea en tanto permiten sistematizar 
las causalidades que son posible captar en torno a un problema. 
Este punto ha sido el más trabajado en la bibliografía sobre la Planificación Social, 
por lo que sólo brevemente incluiremos aquellos puntos que se consideran centrales y 
necesarios. En un primer lugar se trata de poder captar las manifestaciones del problema en 
la actualidad, lo cual lleva a determinar lo que generalmente se denomina línea base, la 
cual consiste construir indicadores que posibiliten conocer cuál es el grado de desarrollo 
del problema social que se abordará. 
Por otro lado, es necesario poder identificar las causas que explican el problema, las 
cuales encuentran su origen en las características que adquiere la “cuestión social” en un 
momento particular, por lo cual se pueden llamar factores o causas estructurales. Las 
mismas a través de procesos y mediaciones determinan o condicionan causas indirectas o 
directas (Novakovsky y Chaves, 1999). La valoración de determinadas causas como 
directas, indirectas o estructurales remite a discusiones teóricas, políticas y vivenciales, por 
lo cual en su ubicación en uno u otro plano adquiere relevancia la lógica situacional de 
aprehensión de las visiones construidas en torno a un determinado problema social. 
Para finalizar cabe recalcar que claramente hemos intentado dejar marcada la 
necesidad de incluir los aspectos subjetivos de la realidad al momento de explicar los 
problemas sociales, lo cual lleva a reflexionar sobre los distintos actores sociales que 
coexisten, con visiones e intereses diferentes, muchas veces antagónicos, en todas las 
situaciones. Sin embargo, sin ánimo de caer en una hegemonía académica al momento de 
explicar la realidad, consideramos que en la práctica del Trabajo Social, el profesional se 
incorpora como actor a tales situaciones con sus propios recursos (Oliva, 2007a), es decir, 
intereses, visiones y marcos teórico-metodológicos específicos a partir de su inserción en 
la división social y técnica del trabajo y la adscripción a un proyecto profesional particular. 
Por ello, su explicación situacional debe dar cuenta de esas competencias aprehendidas, 
principalmente en lo que respecta a cuestiones metodológicas, posibilitando la realización 
de explicaciones que superen, principalmente, la inmediatez de los fenómenos sociales. 
Una de las premisas que es necesario incorporar al momento de explicar la realidad, 
es la de poder reconstruir los aspectos subjetivos de la realidad en términos de 
comprensión activa (Bajtín, M. 1997), lo cual implica proceder introduciendo el objeto de 
estudio en totalidades siempre más amplias, a partir de la totalidad de la forma ideológica 
con la que se vincula, y sin perder de vista el proceso global de reproducción social al que 
28
dicha forma ideológica pertenece, como forma de la comunicación social, como forma de 
signos (Ponzio, 1999). 
Considerando que la vida cotidiana9 es el espacio donde el individuo y la sociedad 
mantienen una relación espontánea, pragmática, sin crítica, Barroco (2004) manifiesta que 
el ‘nosotros’ es como aquél por el cual el ‘yo’ existe, o sea, a través de una identificación 
inmediata. De este modo, la autora considera que la cotidianidad es el campo privilegiado 
de la reproducción de la alienación, en donde se produce la repetición acrítica de los 
valores, pues el pensamiento cotidiano se fundamenta en juicios provisionales, por la 
unidad inmediata entre el pensamiento y la acción. Es entonces, el espacio en el cual la 
reproducción social se realiza a través de los individuos, espacio donde la aprehensión de 
la realidad comienza y acaba en su conocimiento inmediato, por lo cual permite visualizar 
una representación caótica de la misma, sin necesidad de construir mediaciones (Lessa, 
2000). Consecuentemente, se sostiene que en la vida cotidiana la aprehensión que los 
individuos realicen de los problemas sociales que los afectan se encontrará tensionada por 
las distintas visiones que coexistan en la sociedad, las cuales, sin caer en esquematismos se 
presentan como un continuum de naturalización-problematización. 
Así, afirmando la impronta situacional de las explicaciones que se realizan es 
necesario incluir las visiones que los distintos actores poseen sobre el problema, debiendo 
identificar la vinculación tanto con los aspectos objetivos del problema social como con las 
visiones que la sociedad en la cual se insertan ha construido en relación al mismo. La 
importancia de incorporar tal dimensión se encuentra fundamentada por la interrelación 
con el momento normativo y estratégico, es decir con la definición de los objetivos y 
estrategias para alcanzarlos, pues la identificación de visiones naturalizadas de los 
problemas sociales interpela al profesional en el establecimiento de estrategias que 
posibiliten en un primer momento una problematización conjunta de los mismos. 
De esta manera es posible avanzar en una explicación que se adentre en los factores 
causales y niegue/supere los procesos de reificación y alienación que en las relaciones 
capitalistas atraviesan la vida cotidiana de los sujetos (Infranca, 2005; Lukács, 1985; 
Heller, 1977), en tanto la propia vida cotidiana a partir de los conflictos y contradicciones 
que la caracterizan, permiten a los individuos y grupos sociales, preguntarse el por qué de 
sus características, sobre las causas de los procesos sociales que los involucran, tanto 
9 Las implicancias de esta categoría escapa a las posibilidades analíticas de este trabajo. Para ampliar véase 
Guerra, 2007; Barroco, 2004; Lessa, 2000; Heller, 1977; Gonzaga Mattos Monteiro, 1995. 
29
individual como colectivamente y en algunos casos plantearse posibilidades de ruptura, de 
problematización y reconstrucción de las visiones elaboradas hasta entonces. 
Es a partir de conocer el grado de problematización de las situaciones sociales que 
atraviesan a las personas, las posiciones asumidas en torno a los mismos, que se abre la 
posibilidad de encaminar procesos de planificación viables, en tanto recuperan la 
dimensión política en estrecha relación con las condiciones de vida de los sujetos. 
Bibliografía 
Allardt, E. “Tener, amar, ser: una alternativa al modelo sueco de investigación sobre el 
bienestar”; en La calidad de vida; Nussbaum, M. y A. Sen. FCE, México, 1996. 
Antunes, R. ¿Adiós al Trabajo?, Ensayo sobre las metamorfosis y la centralidad del 
mundo del trabajo. Cortez Editora, São Paulo, 2001. 
Antunes, R. Los sentidos del Trabajo. Ensayo sobre la afirmación y la negación del 
trabajo. Taller de Estudios Laborales–Herramientas Ediciones, Bs. As., 2005. 
Bajtín, M. “El problema de los géneros discursivos”; en: Estética de la Creación Verbal. 
Siglo XXI editores, Buenos Aires, 1997. 
Barroco, M. L. Ética y Servicio Social: Fundamentos Ontológicos. Cortez Editora, São 
30 
Paulo, 2004. 
Di Cione, Vicente. Formulación y evaluación de proyectos de acción social. 
“CUADERNOS”, Serie Aportes, Departamento de Trabajo social, FCH-UNICEN, 
Tandil, 1991. 
Fritsch, R. Planeamiento estratégico: instrumental para la intervención del Servicio 
Social? Em: Revista Serviço Social & Sociedade. Nº 52, Año XVII. Cortez Editora, 
São Paulo, 1996. 
Gonzaga Mattos Monteiro, L. Neomarxismo: individuo e subjetividade. EDUC–Editora da 
PUC-SP, São Paulo, 1995. 
Grassi, E. 2003. Políticas y problemas sociales en la sociedad neoliberal. La otra década 
infame. Bs. As.: Espacio Editorial. 
Guerra, Y. “Instrumentalidad del proceso de trabajo y Servicio Social”. En: Borgianni, 
Guerra y Montaño (orgs.): Servicio Social Crítico. Hacia la construcción del nuevo 
proyecto ético-político profesional. Cortez Editora, São Paulo, 2003. 
Heller, A. Sociología de la Vida Cotidiana. Ediciones Península, Barcelona, 1977. 
Iamamoto, M. V. Servicio Social y División del Trabajo. Cortez Editora, São Paulo, 1997.
Infranca, A. Trabajo, Individuo, Historia. El concepto de trabajo en Lukács. Ediciones 
31 
Herramienta, Bs. As, 2005. 
Lessa, S. Lukács, ontología e método: em busca de un(a) pesquizador(a) interessado (a). 
En: Praia Vermelha. Estudos de Política e Teoria Social. Volumen 1, Nº 2. 
PPGESS-UFRJ, Río de Janeiro, 1999. 
Lessa, S. O processo de produção social: trabalho e sociabilidade. Capacitação em 
Serviço Social e Política Social; Módulo 2: Crise Contemporânea, Questão Social e 
Serviço Social. CEAD, Brasilia, 2000. 
Lessa, S. “Lukács: El método y su fundamento ontológico”; en: Borgianni, E. y Montaño, 
C. Metodología y Servicio Social. Hoy en debate. Cortez Editora, São Paulo, 
2000b. 
Lukács, G. “La Categoría de la Particularidad”; en Estética. Grijabo, Barcelona, 1966. 
Martinic, S. Evaluación de Proyectos. Conceptos y herramientas para el aprendizaje. 
COMEXANI-CEJUV, México, 1997. 
Matus, C. Planificación de Situaciones. Fondo de Cultura Económica, México, 1980. 
Matus, C. Planificación, libertad y conflicto. IVEPLAN, Venezuela, 1985. 
Matus, C. Adiós señor presidente. Planificación, Antiplanificación y Gobierno. 
POMAIRE, Venezuela, 1987. 
Matus, C. “El Plan como apuesta”; en VVAA: Crisis del Estado y del planeamiento. 
Revista de la Fundación SEADE, Brasil, 1991. 
Matus, C. “Fundamentos de la Planificación Situacional”; en Uribe Rivera, F. J. (Org.). 
Planeamiento y Programación en Salud. Un enfoque estratégico. Cortez Editora, 
São Paulo, 1992. 
Montaño, C.: “El debate metodológico de los ‘80/’90. El enfoque ontológico versus el 
abordaje epistemológico.” En: Montaño, C. y Borgianni (Orgs.), E.: Metodología y 
Servicio Social. Hoy en debate. Cortez Editora, São Paulo, 1997. 
Netto, J. P. Capitalismo Monopolista y Servicio Social. Cortez Editora, São Paulo, 1997. 
Netto, J. P. “El Servicio Social y la tradición marxista”. En: Borgianni, Guerra y Montaño 
(orgs.): Servicio Social Crítico. Hacia la construcción del nuevo proyecto ético-político 
profesional. Cortez Editora, São Paulo, 2003a. 
Netto, J. P. “Cinco notas a propósito de la “Cuestión Social”. En: Borgianni, Guerra y 
Montaño (orgs.): Servicio Social Crítico. Hacia la construcción del nuevo proyecto 
ético-político profesional. Cortez Editora, São Paulo, 2003b.
Novakovsky, I. y P. Chaves (coords.). Gestión integral de programas sociales orientada a 
resultados. Manual metodológico para la Planificación y Evaluación de 
Programas Sociales. SIEMPRO/UNESCO/FCE, Brasil, 1999. 
Oliva, A. A. Los recursos en la intervención profesional del Trabajo Social. Ediciones 
32 
Cooperativas, Bs. As., 2007a. 
Oliva, A. A. Trabajo Social y lucha de clases. Análisis histórico de las modalidades de 
intervención en Argentina. Imago Mundi, Bs. As, 2007b. 
Pereyra, P. A. P. “La política social en el contexto de la seguridad social y del Welfare 
State: la particularidad de la asistencia social” En: Borgianni E. y Montaño, C.: La 
Política Social Hoy. Cortez Editora, São Paulo, 1999. 
Pereyra, P. A. P. “Cuestión Social, Servicio Social y Derechos de Ciudadanía”. En: 
Borgianni, Guerra y Montaño (orgs.): Servicio Social Crítico. Hacia la 
construcción del nuevo proyecto ético-político profesional. Cortez Editora, São 
Paulo, 2003. 
Pichardo Muñiz, A. Planificación y programación social. Humanitas, Bs. As, 1993. 
Robirosa, M., et .al. Turbulencia y planificación social. UNICEF/Siglo XXI, Bs. As., 
1990. 
Rovere, Mario. R. Planificación estratégica de recursos humanos en salud. OPS., 
Washington, 2006. 
Rozas, M. La Intervención Profesional en relación con la Cuestión Social. El caso del 
Trabajo Social. Espacio Editorial, Bs. As., 2001. 
Veras Baptista, Miriam. Planeamiento Social. Intencionalidad e instrumentación. Veras 
Editora, São Paulo, 2002. 
Vieira, E. “Política Social, política económica y método”. En: Borgianni E. y Montaño, 
C.: La Política Social Hoy. Cortez Editora, São Paulo, 1999.
LA OBSERVACIÓN EN LA PRÁCTICA PROFESIONAL DEL TRABAJADOR SOCIAL 
33 
Liliana B. Madrid 
Introducción 
El presente capítulo tiene la intención de involucrar a los estudiantes de trabajo 
social en los aspectos constitutivos de la observación en la intervención profesional del 
Trabajo Social. 
Se estima importante lograr que alumnos y alumnas consideren que la observación 
es una práctica que puede estar orientada por fines diferentes: investigación-docencia 
(producción de conocimiento), intervención profesional (asistencia, gestión, educación) o 
pre-profesionales (prácticas de formación académica). El objetivo es realizar un aporte con 
el fin de superar cierto uso “mecánico” de la observación, para avanzar hacia una práctica 
profesional en la cual la dimensión instrumental no quede aislada o desvinculada de las 
concepciones teóricas, ontológicas y las opciones políticas. En este sentido, tal como se ha 
planteado en el capitulo anterior, demanda adherir a la perspectiva ontológica donde las 
preocupaciones metodológicas son determinadas a posteriori del objeto concreto 
(Montaño, 2000)10. 
Es necesario señalar que la observación es una práctica que, junto con otras tácticas 
permite, a través de las sucesivas aproximaciones que el profesional realiza al objeto, 
reconstruir las manifestaciones de la “cuestión social” en la vida cotidiana de las personas. 
Implica superar el apriorismo metodológico y recuperar los aportes desarrollados en los 
procesos de reconstrucción de la realidad a fin de contrastarlos nuevamente con la misma, 
permitiendo el avance y síntesis en el desvelamiento de los procesos sociales. Se considera 
que la observación no es técnica porque no existe control del objeto al cual aplicar métodos 
y técnicas sino que se cuenta con conocimientos teóricos e informativos que permiten 
intervenir, planteando tácticas y desarrollando estrategias. Al igual que las visitas 
domiciliarias que se desarrollarán en capitulo siguiente, la modalidad de observación está 
estrechamente vinculada a la posición ético-política, no hay posibilidad de intervención 
neutra11. 
Agnes Heller, elabora una visión sobre la vida cotidiana que —aunque sumamente 
compleja— permite esclarecer las vías de acceso a la identificación de las mediaciones 
10 Para ampliar véase capitulo desarrollado por el Lic. Manuel Mallardi. 
11 Lo expuesto fue retomado del capitulo de la Dra. Andrea Oliva.
entre los procesos universales y particulares. La autora explica —con el fin de aproximarse 
a la subjetividad de los hombres en la vida cotidiana—, que los individuos desarrollan en 
su historia un conjunto de actividades a fin de garantizar su reproducción que constituye su 
vida cotidiana y, a su vez, posibilita la reproducción social. De este modo, cada hombre 
particular concreto se reproduce de un modo distinto que sus semejantes, aunque en el 
marco de su inserción en la división social del trabajo, lo que hace que dichas actividades 
(comer, dormir, etc.) sean idénticas sólo en planos elevadamente abstractos. 
Consecuentemente, la autorreproducción “…es, por consiguiente, un momento de la 
reproducción de la sociedad” (Heller, A. 1977: 20). 
La observación de las manifestaciones de la “cuestión social” 
El término “cuestión social” tiene una historia de aproximadamente 170 años y 
comenzó a ser utilizada en la tercera década del siglo XIX. Surge para dar cuenta del 
fenómeno del pauperismo en el que se sumergió la población trabajadora en lo que se 
constituye como la instauración del capitalismo en su fase industrial y competitiva. Si bien 
la desigualdad entre ricos y pobres se observaba anteriormente, era radicalmente nueva la 
dinámica de la pobreza que entonces se generalizaba. “La pobreza crecía en razón directa 
con el aumento de la capacidad social de producir riquezas” (Netto: 2003, 57). 
A partir de la segunda mitad del siglo XIX la expresión “cuestión social” se instala 
en el vocabulario propio del pensamiento conservador. La “cuestión social” pierde su 
estructura histórica determinada y es naturalizada. El enfrentamiento de sus 
manifestaciones es función de un programa de reformas que antes que nada preserve la 
propiedad privada de los medios de producción. Se desvincula cualquier medida tendiente 
a problematizar el orden económico social establecido: se trata de combatir las 
manifestaciones de la “cuestión social” sin tocar los fundamentos de la sociedad burguesa 
(Netto, 2003). 
Hoy, algunos autores hablan de la nueva “cuestión social”, pero los problemas 
actuales, si bien no manifiestan explícitamente los rasgos propios del proceso europeo del 
siglo XIX en plena revolución industrial, son producto de la misma contradicción. Lo que 
diferencia los problemas del siglo XIX con los actuales es el menor grado de politización 
de este último. “Cuestión social” no es sinónimo de la contradicción entre capital y trabajo 
y entre fuerzas productivas y relaciones de producción sino de conflicto político, 
determinado por esas contradicciones (Pereyra, 2003). 
34
35 
En este articulo se entenderá que la 
“Cuestión Social” debe ser aprehendida como el conjunto de las 
expresiones de las desigualdades de la sociedad capitalista madura, que 
tiene una raíz común: la producción social se hace cada vez mas 
colectiva, el trabajo se torna cada vez mas social, mientras que la 
apropiación de sus frutos se mantiene privada, monopolizada por una 
parte de la sociedad (Iamamoto: 2003, 41). 
Iamamoto (1997) aporta a esta reflexión aspectos importantes a considerar al 
momento de aprehender la complejidad de la intervención del trabajo social en las 
manifestaciones de la “cuestión social”. Destaca que pensar 
…la práctica profesional como socialmente determinada apenas por las 
fuerzas dominantes de la sociedad permitiría caer en una perspectiva 
“determinista”, según la cual nada nos restaría hacer. Del lado opuesto, 
se podría caer en una visión “heroica” de la profesión, cuando esta es 
entendida apenas como referida a los intereses de las clases subalternas, 
desvinculados de sus relaciones con el bloque de poder. En tercer lugar, 
al considerar la práctica profesional como producto exclusivo de sus 
agentes, desconociendo los condicionamientos históricos coyunturales, 
se corre el riesgo de caer en una perspectiva “voluntarista” de 
declaración de buenas intenciones, que serán subvertidas por la realidad 
de la práctica. Por lo tanto, aprehender el movimiento contradictorio de 
la práctica profesional como actividad socialmente determinada por las 
condiciones histórico coyunturales, reconociendo que estas son 
mediatizadas por las respuestas dadas por el colectivo profesional – 
dentro de los limites establecidos por la propia realidad- es condición 
básica para aprehender el perfil y las posibilidades del servicio social 
hoy, las nuevas perspectivas del espacio profesional. Lo que define al 
servicio social es la conjugación de esos factores contradictorios 
(Iamamoto, 1997). 
Margarita Rozas Pagaza (2001) entiende a la intervención como un campo 
problemático en la medida que se constituye en el escenario cotidiano donde se objetivan 
las manifestaciones de la “cuestión social” y que atraviesan la vida cotidiana de los sujetos. 
Este punto de partida se diferencia de posiciones que entienden a la intervención desde una 
perspectiva instrumentalista o de instrumentalización de técnicas. 
La intervención no solo es la constitución de acciones diversas y 
desconectadas, por el contrario debe estar fundamentada en bases 
teóricas y metodológicas, que superen el carácter normativo e 
instrumental de la misma. En esta perspectiva, el concepto de la 
intervención en trabajo social es la conjugación del análisis del contexto, 
concepto e instrumentos que tienen sentido en función de sus objetivos y 
fines (Rozas Pagaza, 2001: 317). 
La intervención profesional demanda a la observación, en tanto práctica que 
consiste en utilizar los sentidos para indagar fenómenos, hechos o realidades sociales, la
posibilidad de visualizar en toda su complejidad diversas manifestaciones de la cuestión 
social. 
Si bien la observación es una práctica que todos los hombres realizan existe 
diferencia cuando se estructura desde el sentido común o desde un plano profesional. 
Generalmente suele decirse que la primera esta teñida de las subjetividades de quienes 
observan y también de quienes son observados, caracterizada por la ausencia de un marco 
teórico previo que delimite la acción de observar y que no responde a preguntas o 
cuestiones específicas fijadas con antelación. Por el contrario, pensar a la observación 
desde el plano profesional señala el acercamiento a la realidad desde una posición definida, 
fundamentalmente teórica. Implica una actividad deliberada y consciente, sistemática, 
describiendo, relacionando, sistematizando y, sobre todo, tratando de interpretar y captar 
significado. La observación se realiza en un marco de “desconfianza” de las propias 
convicciones, dudando de ver lo que se ve, contrastando incesantemente datos con datos, 
informantes con informantes, interpretaciones propias con ajenas. 
Observar en trabajo social no presupone la existencia de un área específica de 
intervención profesional, recortada de la totalidad social, como si los fenómenos sociales 
se comportaran independientemente uno de otro. La observación en la práctica profesional 
del trabajo social debe superar una realidad “recortada”, es decir, la construcción de un 
objeto específico de intervención en “lo social” excluyendo de tal objeto los determinantes 
económicos, culturales, políticos, etc. porque supone pertenece a otras esferas 
profesionales. 
Una práctica de estas características no superará la apariencia de los hechos y 
tenderá a observar los procesos sociales como “cosas” y desarticulados de una estructura 
más amplia. Conocer e interpretar la realidad demanda tener en cuenta las mediaciones 
(Guerra, 2000) y no abstraer los fenómenos de las relaciones que los engendran. Caso 
contrario, se desarrollará un proceso de naturalización de la realidad social segmentado en 
esferas autónomas y considerando los fenómenos como evolución de la naturaleza y no 
como construcción de los hombres, práctica considerada deshistorizada. Conocer la 
realidad de esta forma condiciona las respuestas y lleva a cambios parciales de la misma 
(Montaño, 2000). 
La intervención estatal en la era del monopolio soslaya los aspectos económicos e 
históricos propios del capitalismo, llevando la cuestión al terreno de las responsabilidades 
individuales. Así, los problemas sociales: 
36
Asumen un carácter compensatorio, no dirigidas a asegurar 
derechos universales, sino fundamentalmente como formas de 
regulación de la relación capital-trabajo, formas indirectas de 
salario (ubicadas fuera de la lógica del mercado y adquiriendo el 
status de beneficio o dadiva), que permitan el mantenimiento y la 
reproducción de la fuerza de trabajo, así como una forma de 
legitimación del Estado y de moralización de las clases 
subalternas (Parra: 1999, 89). 
La estigmatización de la pobreza y la marginación del pobre implican la 
destitución de la ciudadanía económica y el cercenamiento del derecho a la 
libertad sustentada sobre una concepción de la pobreza como condición de 
existencia del capitalismo, como un mal necesario a la sustentación del régimen 
(Martinelli, 1992: 97). 
Observar los fenómenos de la realidad social desde una racionalidad que supere la 
segmentación, la naturalización y la dehistorización conseguirá distanciarse de respuestas a 
la cuestión social que sólo se enfrentan en sus refracciones (Netto, 1997), sus 
manifestación puntuales y superficiales, donde las causas de fondo son ignoradas y las 
consecuencias observadas como causas. 
La cuestión social es atacada en sus refracciones, en sus secuelas 
aprehendidas como problemáticas cuya naturaleza totalizante, si es 
asumida consecuentemente, impediría la intervención. De ahí surge la 
categorización de los problemas sociales y de sus vulnerabilizados, no 
solo con la consecuente priorización de las acciones sino sobretodo con 
la atomización de las demandas y la competencia entre las categorías 
demandantes (Netto: 1997, 22). 
El trabajador social utiliza la observación en su práctica cotidiana, en el desarrollo 
de entrevistas, visitas domiciliarias o la confección de informes sociales, fortaleciendo el 
proceso de intervención y permitiendo el acceso a la información que los observados o el 
contexto inmediato tal vez no expresan de manera directa. Esto implica que el desarrollo 
de la observación en el ámbito profesional del trabajo social, para alcanzar el propósito de 
su utilización, demanda un trabajo de orientación (objetivos), planificación, marco teórico 
de referencia y exposición a criterios de veracidad, objetividad, fiabilidad y precisión. Este 
proceso que envuelve a la observación pretende examinar a la realidad tal como ocurre sin 
ningún tipo de interferencias, modificación o manipulación. 
Lo señalado anteriormente demanda tener presente que quien observa es un actor 
social. En ese sentido es necesario discutir la idea del observador como sujeto social e 
involucra reflexionar acerca del posicionamiento que asume y en consecuencia las 
definiciones que realiza. 
37
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social
Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de  Intervención del Trabajo Social

Contenu connexe

Tendances

Etica profesional trabajo social
Etica profesional trabajo social Etica profesional trabajo social
Etica profesional trabajo social vianmore
 
La Globalización y el Trabajo Social
La Globalización y el Trabajo SocialLa Globalización y el Trabajo Social
La Globalización y el Trabajo SocialMartha Astorga
 
Modelo de intervencion comunitaria sistemico
Modelo de intervencion comunitaria sistemicoModelo de intervencion comunitaria sistemico
Modelo de intervencion comunitaria sistemicoolga laura flores
 
Trabajador social como educador social (ensayo) (6)
Trabajador social como educador social (ensayo) (6)Trabajador social como educador social (ensayo) (6)
Trabajador social como educador social (ensayo) (6)olga laura flores
 
Origen del trabajo social a nivel internacional
Origen del trabajo social a nivel internacionalOrigen del trabajo social a nivel internacional
Origen del trabajo social a nivel internacionaldelasaguassilva24
 
Iamamoto ss y div del trabajo 2015
Iamamoto ss y div del trabajo 2015Iamamoto ss y div del trabajo 2015
Iamamoto ss y div del trabajo 2015saladaniela
 
Intervencion profesional del trabajador social del bullying escolar en los ad...
Intervencion profesional del trabajador social del bullying escolar en los ad...Intervencion profesional del trabajador social del bullying escolar en los ad...
Intervencion profesional del trabajador social del bullying escolar en los ad...bellalava
 
Campos de accion del Trabajador Social
Campos de accion del Trabajador SocialCampos de accion del Trabajador Social
Campos de accion del Trabajador SocialGabrielaV20
 
Diagnóstico social
Diagnóstico socialDiagnóstico social
Diagnóstico socialyajope
 
Tema Nº 1: Introduccion al diagnostico social pareticipativo
Tema Nº 1: Introduccion al diagnostico social pareticipativoTema Nº 1: Introduccion al diagnostico social pareticipativo
Tema Nº 1: Introduccion al diagnostico social pareticipativocarlos fuensalida claro
 
METODOLOGÍA DE INTERVENCIÓN EN TRABAJO SOCIAL.pptx
METODOLOGÍA DE INTERVENCIÓN EN TRABAJO SOCIAL.pptxMETODOLOGÍA DE INTERVENCIÓN EN TRABAJO SOCIAL.pptx
METODOLOGÍA DE INTERVENCIÓN EN TRABAJO SOCIAL.pptxDanielaTRUJILLORUIZ1
 
DIMENSIONES DEL TRABAJO SOCIAL EN LO TEÓRICO.pdf
DIMENSIONES DEL TRABAJO SOCIAL EN LO TEÓRICO.pdfDIMENSIONES DEL TRABAJO SOCIAL EN LO TEÓRICO.pdf
DIMENSIONES DEL TRABAJO SOCIAL EN LO TEÓRICO.pdfConsueloGarca21
 
Trabajo Social de Caso
Trabajo Social de CasoTrabajo Social de Caso
Trabajo Social de Casoguest30f6c
 
MÉTODOS TRADICIONALES DE TRABAJO SOCIAL
MÉTODOS TRADICIONALES DE TRABAJO SOCIALMÉTODOS TRADICIONALES DE TRABAJO SOCIAL
MÉTODOS TRADICIONALES DE TRABAJO SOCIALbryandcodmw
 
Paradigmas funcionalista, conflictivista y hermenéutico
Paradigmas funcionalista, conflictivista y hermenéuticoParadigmas funcionalista, conflictivista y hermenéutico
Paradigmas funcionalista, conflictivista y hermenéuticoladymesa
 
46634326.texto el diagnostico social
46634326.texto el diagnostico social46634326.texto el diagnostico social
46634326.texto el diagnostico socialedgar.gonzalezb
 
Historia del Trabajo Social
Historia del Trabajo SocialHistoria del Trabajo Social
Historia del Trabajo SocialPatricio Infante
 

Tendances (20)

Etica profesional trabajo social
Etica profesional trabajo social Etica profesional trabajo social
Etica profesional trabajo social
 
La Globalización y el Trabajo Social
La Globalización y el Trabajo SocialLa Globalización y el Trabajo Social
La Globalización y el Trabajo Social
 
Modelo de intervencion comunitaria sistemico
Modelo de intervencion comunitaria sistemicoModelo de intervencion comunitaria sistemico
Modelo de intervencion comunitaria sistemico
 
Trabajador social como educador social (ensayo) (6)
Trabajador social como educador social (ensayo) (6)Trabajador social como educador social (ensayo) (6)
Trabajador social como educador social (ensayo) (6)
 
El objeto en trabajo social
El objeto en trabajo socialEl objeto en trabajo social
El objeto en trabajo social
 
Areas de trabajo social
Areas de trabajo socialAreas de trabajo social
Areas de trabajo social
 
Origen del trabajo social a nivel internacional
Origen del trabajo social a nivel internacionalOrigen del trabajo social a nivel internacional
Origen del trabajo social a nivel internacional
 
Iamamoto ss y div del trabajo 2015
Iamamoto ss y div del trabajo 2015Iamamoto ss y div del trabajo 2015
Iamamoto ss y div del trabajo 2015
 
Intervencion profesional del trabajador social del bullying escolar en los ad...
Intervencion profesional del trabajador social del bullying escolar en los ad...Intervencion profesional del trabajador social del bullying escolar en los ad...
Intervencion profesional del trabajador social del bullying escolar en los ad...
 
Campos de accion del Trabajador Social
Campos de accion del Trabajador SocialCampos de accion del Trabajador Social
Campos de accion del Trabajador Social
 
Diagnóstico social
Diagnóstico socialDiagnóstico social
Diagnóstico social
 
Tema Nº 1: Introduccion al diagnostico social pareticipativo
Tema Nº 1: Introduccion al diagnostico social pareticipativoTema Nº 1: Introduccion al diagnostico social pareticipativo
Tema Nº 1: Introduccion al diagnostico social pareticipativo
 
METODOLOGÍA DE INTERVENCIÓN EN TRABAJO SOCIAL.pptx
METODOLOGÍA DE INTERVENCIÓN EN TRABAJO SOCIAL.pptxMETODOLOGÍA DE INTERVENCIÓN EN TRABAJO SOCIAL.pptx
METODOLOGÍA DE INTERVENCIÓN EN TRABAJO SOCIAL.pptx
 
DIMENSIONES DEL TRABAJO SOCIAL EN LO TEÓRICO.pdf
DIMENSIONES DEL TRABAJO SOCIAL EN LO TEÓRICO.pdfDIMENSIONES DEL TRABAJO SOCIAL EN LO TEÓRICO.pdf
DIMENSIONES DEL TRABAJO SOCIAL EN LO TEÓRICO.pdf
 
Trabajo Social de Caso
Trabajo Social de CasoTrabajo Social de Caso
Trabajo Social de Caso
 
HISTORIA DEL TRABAJO SOCIAL
HISTORIA DEL TRABAJO SOCIALHISTORIA DEL TRABAJO SOCIAL
HISTORIA DEL TRABAJO SOCIAL
 
MÉTODOS TRADICIONALES DE TRABAJO SOCIAL
MÉTODOS TRADICIONALES DE TRABAJO SOCIALMÉTODOS TRADICIONALES DE TRABAJO SOCIAL
MÉTODOS TRADICIONALES DE TRABAJO SOCIAL
 
Paradigmas funcionalista, conflictivista y hermenéutico
Paradigmas funcionalista, conflictivista y hermenéuticoParadigmas funcionalista, conflictivista y hermenéutico
Paradigmas funcionalista, conflictivista y hermenéutico
 
46634326.texto el diagnostico social
46634326.texto el diagnostico social46634326.texto el diagnostico social
46634326.texto el diagnostico social
 
Historia del Trabajo Social
Historia del Trabajo SocialHistoria del Trabajo Social
Historia del Trabajo Social
 

En vedette

Cronograma 2do cuatrimestre 2014
Cronograma 2do cuatrimestre 2014Cronograma 2do cuatrimestre 2014
Cronograma 2do cuatrimestre 2014Virna Quentrequeo
 
Metodologías y métodos de trabajo social
Metodologías y métodos de trabajo socialMetodologías y métodos de trabajo social
Metodologías y métodos de trabajo socialDalex Arauz
 
Hamburguesas
HamburguesasHamburguesas
HamburguesasPaladini
 
Cuestionario de software 2
Cuestionario de software 2Cuestionario de software 2
Cuestionario de software 2GTA_IVO
 
La evolución de los automóviles
La evolución de los automóvilesLa evolución de los automóviles
La evolución de los automóvilesjoseptower
 
Aprendizaje colaborativo edith
Aprendizaje colaborativo edithAprendizaje colaborativo edith
Aprendizaje colaborativo edithozunaedith
 
Actividad 3.1 tegnologia educativa
Actividad 3.1 tegnologia educativaActividad 3.1 tegnologia educativa
Actividad 3.1 tegnologia educativacobos1972
 
Laetnografiajuridicaunmetodoparaeldesarrollodeinvestigacionesempiricasenelcam...
Laetnografiajuridicaunmetodoparaeldesarrollodeinvestigacionesempiricasenelcam...Laetnografiajuridicaunmetodoparaeldesarrollodeinvestigacionesempiricasenelcam...
Laetnografiajuridicaunmetodoparaeldesarrollodeinvestigacionesempiricasenelcam...IsaacEnrique3
 
Revista Rebeldia N* 16
Revista Rebeldia N* 16Revista Rebeldia N* 16
Revista Rebeldia N* 16ezln
 
Parcial2 pedrozo maria
Parcial2 pedrozo mariaParcial2 pedrozo maria
Parcial2 pedrozo mariacardenasbelen
 
Plan nacional del buen vivir
Plan nacional del buen vivirPlan nacional del buen vivir
Plan nacional del buen vivirKatty Delgado
 
Venta de smartphone en 2012
Venta de smartphone en 2012Venta de smartphone en 2012
Venta de smartphone en 2012pabloyemilio
 
Examen 1
Examen 1Examen 1
Examen 1mada50
 

En vedette (20)

Cronograma 2do cuatrimestre 2014
Cronograma 2do cuatrimestre 2014Cronograma 2do cuatrimestre 2014
Cronograma 2do cuatrimestre 2014
 
TRABAJO SOCIAL HERRAMIENTAS
TRABAJO SOCIAL HERRAMIENTASTRABAJO SOCIAL HERRAMIENTAS
TRABAJO SOCIAL HERRAMIENTAS
 
Metodologías y métodos de trabajo social
Metodologías y métodos de trabajo socialMetodologías y métodos de trabajo social
Metodologías y métodos de trabajo social
 
Hamburguesas
HamburguesasHamburguesas
Hamburguesas
 
Ingenieria
IngenieriaIngenieria
Ingenieria
 
Cuestionario de software 2
Cuestionario de software 2Cuestionario de software 2
Cuestionario de software 2
 
La evolución de los automóviles
La evolución de los automóvilesLa evolución de los automóviles
La evolución de los automóviles
 
Aprendizaje colaborativo edith
Aprendizaje colaborativo edithAprendizaje colaborativo edith
Aprendizaje colaborativo edith
 
Gimnasia ritmica
Gimnasia ritmicaGimnasia ritmica
Gimnasia ritmica
 
Proeyecto de vida
Proeyecto de vidaProeyecto de vida
Proeyecto de vida
 
Teorias
TeoriasTeorias
Teorias
 
Actividad 3.1 tegnologia educativa
Actividad 3.1 tegnologia educativaActividad 3.1 tegnologia educativa
Actividad 3.1 tegnologia educativa
 
Laetnografiajuridicaunmetodoparaeldesarrollodeinvestigacionesempiricasenelcam...
Laetnografiajuridicaunmetodoparaeldesarrollodeinvestigacionesempiricasenelcam...Laetnografiajuridicaunmetodoparaeldesarrollodeinvestigacionesempiricasenelcam...
Laetnografiajuridicaunmetodoparaeldesarrollodeinvestigacionesempiricasenelcam...
 
Artigas
ArtigasArtigas
Artigas
 
Revista Rebeldia N* 16
Revista Rebeldia N* 16Revista Rebeldia N* 16
Revista Rebeldia N* 16
 
Parcial2 pedrozo maria
Parcial2 pedrozo mariaParcial2 pedrozo maria
Parcial2 pedrozo maria
 
Plan nacional del buen vivir
Plan nacional del buen vivirPlan nacional del buen vivir
Plan nacional del buen vivir
 
Barman
BarmanBarman
Barman
 
Venta de smartphone en 2012
Venta de smartphone en 2012Venta de smartphone en 2012
Venta de smartphone en 2012
 
Examen 1
Examen 1Examen 1
Examen 1
 

Similaire à Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de Intervención del Trabajo Social

15 tesis corregida por villafuerte
15 tesis corregida por villafuerte15 tesis corregida por villafuerte
15 tesis corregida por villafuerteAdalberto
 
MANUAL PARA TUTORES DE PERSONAL MIR EN MEDICINA DEL TRABAJO.pdf
MANUAL PARA TUTORES DE PERSONAL MIR EN MEDICINA DEL TRABAJO.pdfMANUAL PARA TUTORES DE PERSONAL MIR EN MEDICINA DEL TRABAJO.pdf
MANUAL PARA TUTORES DE PERSONAL MIR EN MEDICINA DEL TRABAJO.pdfPrevencionar
 
10 Temas Candentes de la Sanidad Española en 2019
10 Temas Candentes de la Sanidad Española en 201910 Temas Candentes de la Sanidad Española en 2019
10 Temas Candentes de la Sanidad Española en 2019Nacho Vallejo-Maroto
 
Guía 2019 'Diez temas candentes de la sanidad española'_Círculo de empresarios
Guía 2019 'Diez temas candentes de la sanidad española'_Círculo de empresariosGuía 2019 'Diez temas candentes de la sanidad española'_Círculo de empresarios
Guía 2019 'Diez temas candentes de la sanidad española'_Círculo de empresariosRichard Canabate
 
proceso unificado de software
proceso unificado de softwareproceso unificado de software
proceso unificado de softwarealextm76
 
Competencias del docente y contenidos
Competencias del docente y contenidosCompetencias del docente y contenidos
Competencias del docente y contenidosTatiana Molina
 
INICIATIVA EMPRENEDORA - Fundación Princep d'Asturies
INICIATIVA EMPRENEDORA - Fundación Princep d'AsturiesINICIATIVA EMPRENEDORA - Fundación Princep d'Asturies
INICIATIVA EMPRENEDORA - Fundación Princep d'AsturiesEmprèn UPF
 
La Atención Primaria de Salud en España y sus Comunidades Autónomas
La Atención Primaria de Salud en España y sus Comunidades AutónomasLa Atención Primaria de Salud en España y sus Comunidades Autónomas
La Atención Primaria de Salud en España y sus Comunidades AutónomasRicardo Ruiz de Adana
 
manual-de-uso-y-descripcion-de-sle-2-0
manual-de-uso-y-descripcion-de-sle-2-0manual-de-uso-y-descripcion-de-sle-2-0
manual-de-uso-y-descripcion-de-sle-2-0harold3011
 
Manual de convivencia
Manual de convivenciaManual de convivencia
Manual de convivenciamarianorelia
 
Revista Juventud Colegial
Revista Juventud ColegialRevista Juventud Colegial
Revista Juventud ColegialPancho Arteaga
 
Ofertas de empleo público y de pruebas de capacitación profesional - Semana 1...
Ofertas de empleo público y de pruebas de capacitación profesional - Semana 1...Ofertas de empleo público y de pruebas de capacitación profesional - Semana 1...
Ofertas de empleo público y de pruebas de capacitación profesional - Semana 1...Asociación parados de Castellón
 

Similaire à Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de Intervención del Trabajo Social (20)

Valparaiso
ValparaisoValparaiso
Valparaiso
 
Escuela primaria
Escuela primariaEscuela primaria
Escuela primaria
 
37MSEC_FOL.pdf
37MSEC_FOL.pdf37MSEC_FOL.pdf
37MSEC_FOL.pdf
 
Apunte Rup
Apunte RupApunte Rup
Apunte Rup
 
15 tesis corregida por villafuerte
15 tesis corregida por villafuerte15 tesis corregida por villafuerte
15 tesis corregida por villafuerte
 
MANUAL PARA TUTORES DE PERSONAL MIR EN MEDICINA DEL TRABAJO.pdf
MANUAL PARA TUTORES DE PERSONAL MIR EN MEDICINA DEL TRABAJO.pdfMANUAL PARA TUTORES DE PERSONAL MIR EN MEDICINA DEL TRABAJO.pdf
MANUAL PARA TUTORES DE PERSONAL MIR EN MEDICINA DEL TRABAJO.pdf
 
10 Temas Candentes de la Sanidad Española en 2019
10 Temas Candentes de la Sanidad Española en 201910 Temas Candentes de la Sanidad Española en 2019
10 Temas Candentes de la Sanidad Española en 2019
 
Guía 2019 'Diez temas candentes de la sanidad española'_Círculo de empresarios
Guía 2019 'Diez temas candentes de la sanidad española'_Círculo de empresariosGuía 2019 'Diez temas candentes de la sanidad española'_Círculo de empresarios
Guía 2019 'Diez temas candentes de la sanidad española'_Círculo de empresarios
 
proceso unificado de software
proceso unificado de softwareproceso unificado de software
proceso unificado de software
 
Competencias del docente y contenidos
Competencias del docente y contenidosCompetencias del docente y contenidos
Competencias del docente y contenidos
 
INTELIGENCIAS MULTIPLES
INTELIGENCIAS MULTIPLES INTELIGENCIAS MULTIPLES
INTELIGENCIAS MULTIPLES
 
INICIATIVA EMPRENEDORA - Fundación Princep d'Asturies
INICIATIVA EMPRENEDORA - Fundación Princep d'AsturiesINICIATIVA EMPRENEDORA - Fundación Princep d'Asturies
INICIATIVA EMPRENEDORA - Fundación Princep d'Asturies
 
La Atención Primaria de Salud en España y sus Comunidades Autónomas
La Atención Primaria de Salud en España y sus Comunidades AutónomasLa Atención Primaria de Salud en España y sus Comunidades Autónomas
La Atención Primaria de Salud en España y sus Comunidades Autónomas
 
08 encla2008
08 encla200808 encla2008
08 encla2008
 
manual-de-uso-y-descripcion-de-sle-2-0
manual-de-uso-y-descripcion-de-sle-2-0manual-de-uso-y-descripcion-de-sle-2-0
manual-de-uso-y-descripcion-de-sle-2-0
 
Manual de convivencia
Manual de convivenciaManual de convivencia
Manual de convivencia
 
Revista Juventud Colegial
Revista Juventud ColegialRevista Juventud Colegial
Revista Juventud Colegial
 
Medición y Valoración del Capital Intelectual
Medición y Valoración del Capital IntelectualMedición y Valoración del Capital Intelectual
Medición y Valoración del Capital Intelectual
 
Manual ADOS 2.pdf
Manual ADOS 2.pdfManual ADOS 2.pdf
Manual ADOS 2.pdf
 
Ofertas de empleo público y de pruebas de capacitación profesional - Semana 1...
Ofertas de empleo público y de pruebas de capacitación profesional - Semana 1...Ofertas de empleo público y de pruebas de capacitación profesional - Semana 1...
Ofertas de empleo público y de pruebas de capacitación profesional - Semana 1...
 

Plus de Virna Quentrequeo

Guia orientadora tp final 2018
Guia orientadora tp final 2018Guia orientadora tp final 2018
Guia orientadora tp final 2018Virna Quentrequeo
 
Guia de estudio guerra instrumentalidad
Guia de estudio guerra    instrumentalidadGuia de estudio guerra    instrumentalidad
Guia de estudio guerra instrumentalidadVirna Quentrequeo
 
Guia de estudio netto capitalismo contemporaneo
Guia de estudio netto capitalismo    contemporaneoGuia de estudio netto capitalismo    contemporaneo
Guia de estudio netto capitalismo contemporaneoVirna Quentrequeo
 
Laura Riveiro: Aportes de la teoria feminista para pensar el ejercicio profe...
 Laura Riveiro: Aportes de la teoria feminista para pensar el ejercicio profe... Laura Riveiro: Aportes de la teoria feminista para pensar el ejercicio profe...
Laura Riveiro: Aportes de la teoria feminista para pensar el ejercicio profe...Virna Quentrequeo
 
Servicio social en tiempo de capital fetiche. capital financiero, trabajo y c...
Servicio social en tiempo de capital fetiche. capital financiero, trabajo y c...Servicio social en tiempo de capital fetiche. capital financiero, trabajo y c...
Servicio social en tiempo de capital fetiche. capital financiero, trabajo y c...Virna Quentrequeo
 
Guia de estudio fernandez soto y tripiana
Guia de estudio fernandez soto y tripianaGuia de estudio fernandez soto y tripiana
Guia de estudio fernandez soto y tripianaVirna Quentrequeo
 
Behring & Boschetti: Politica, fundamentos e historia
Behring & Boschetti: Politica, fundamentos e historiaBehring & Boschetti: Politica, fundamentos e historia
Behring & Boschetti: Politica, fundamentos e historiaVirna Quentrequeo
 
Iamamoto ss_y_división_del_trabajo
Iamamoto  ss_y_división_del_trabajoIamamoto  ss_y_división_del_trabajo
Iamamoto ss_y_división_del_trabajoVirna Quentrequeo
 
Iamamoto ss_y_división_del_trabajo
Iamamoto  ss_y_división_del_trabajoIamamoto  ss_y_división_del_trabajo
Iamamoto ss_y_división_del_trabajoVirna Quentrequeo
 
Los comunistas somos el futuro
Los comunistas somos el futuroLos comunistas somos el futuro
Los comunistas somos el futuroVirna Quentrequeo
 
Territorios de-sujetos-peligrosos
Territorios de-sujetos-peligrososTerritorios de-sujetos-peligrosos
Territorios de-sujetos-peligrososVirna Quentrequeo
 

Plus de Virna Quentrequeo (20)

Netto cap 9 traduccion
Netto cap 9 traduccion Netto cap 9 traduccion
Netto cap 9 traduccion
 
Guia orientadora tp final 2018
Guia orientadora tp final 2018Guia orientadora tp final 2018
Guia orientadora tp final 2018
 
Guia de estudio guerra instrumentalidad
Guia de estudio guerra    instrumentalidadGuia de estudio guerra    instrumentalidad
Guia de estudio guerra instrumentalidad
 
Guia de estudio netto capitalismo contemporaneo
Guia de estudio netto capitalismo    contemporaneoGuia de estudio netto capitalismo    contemporaneo
Guia de estudio netto capitalismo contemporaneo
 
Tp daniel rimoli
Tp daniel rimoliTp daniel rimoli
Tp daniel rimoli
 
Laura Riveiro: Aportes de la teoria feminista para pensar el ejercicio profe...
 Laura Riveiro: Aportes de la teoria feminista para pensar el ejercicio profe... Laura Riveiro: Aportes de la teoria feminista para pensar el ejercicio profe...
Laura Riveiro: Aportes de la teoria feminista para pensar el ejercicio profe...
 
Netto cap 9
Netto cap 9Netto cap 9
Netto cap 9
 
Servicio social en tiempo de capital fetiche. capital financiero, trabajo y c...
Servicio social en tiempo de capital fetiche. capital financiero, trabajo y c...Servicio social en tiempo de capital fetiche. capital financiero, trabajo y c...
Servicio social en tiempo de capital fetiche. capital financiero, trabajo y c...
 
Guia de estudio netto cap 9
Guia de estudio netto cap 9Guia de estudio netto cap 9
Guia de estudio netto cap 9
 
Guia de estudio fernandez soto y tripiana
Guia de estudio fernandez soto y tripianaGuia de estudio fernandez soto y tripiana
Guia de estudio fernandez soto y tripiana
 
Guia de estudio Rajland
Guia de estudio RajlandGuia de estudio Rajland
Guia de estudio Rajland
 
Trabajo integrador 2014(1)
Trabajo integrador 2014(1)Trabajo integrador 2014(1)
Trabajo integrador 2014(1)
 
Behring & Boschetti: Politica, fundamentos e historia
Behring & Boschetti: Politica, fundamentos e historiaBehring & Boschetti: Politica, fundamentos e historia
Behring & Boschetti: Politica, fundamentos e historia
 
Netto braz el imperialismo
Netto braz el imperialismoNetto braz el imperialismo
Netto braz el imperialismo
 
Iamamoto ss_y_división_del_trabajo
Iamamoto  ss_y_división_del_trabajoIamamoto  ss_y_división_del_trabajo
Iamamoto ss_y_división_del_trabajo
 
Iamamoto ss_y_división_del_trabajo
Iamamoto  ss_y_división_del_trabajoIamamoto  ss_y_división_del_trabajo
Iamamoto ss_y_división_del_trabajo
 
Programa ts iii_2014
Programa ts iii_2014Programa ts iii_2014
Programa ts iii_2014
 
Kohan 05abr03
Kohan 05abr03Kohan 05abr03
Kohan 05abr03
 
Los comunistas somos el futuro
Los comunistas somos el futuroLos comunistas somos el futuro
Los comunistas somos el futuro
 
Territorios de-sujetos-peligrosos
Territorios de-sujetos-peligrososTerritorios de-sujetos-peligrosos
Territorios de-sujetos-peligrosos
 

Dernier

Curso = Metodos Tecnicas y Modelos de Enseñanza.pdf
Curso = Metodos Tecnicas y Modelos de Enseñanza.pdfCurso = Metodos Tecnicas y Modelos de Enseñanza.pdf
Curso = Metodos Tecnicas y Modelos de Enseñanza.pdfFrancisco158360
 
🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docxEliaHernndez7
 
LA LITERATURA DEL BARROCO 2023-2024pptx.pptx
LA LITERATURA DEL BARROCO 2023-2024pptx.pptxLA LITERATURA DEL BARROCO 2023-2024pptx.pptx
LA LITERATURA DEL BARROCO 2023-2024pptx.pptxlclcarmen
 
2024 KIT DE HABILIDADES SOCIOEMOCIONALES.pdf
2024 KIT DE HABILIDADES SOCIOEMOCIONALES.pdf2024 KIT DE HABILIDADES SOCIOEMOCIONALES.pdf
2024 KIT DE HABILIDADES SOCIOEMOCIONALES.pdfMiguelHuaman31
 
5.- Doerr-Mide-lo-que-importa-DESARROLLO PERSONAL
5.- Doerr-Mide-lo-que-importa-DESARROLLO PERSONAL5.- Doerr-Mide-lo-que-importa-DESARROLLO PERSONAL
5.- Doerr-Mide-lo-que-importa-DESARROLLO PERSONALMiNeyi1
 
Tema 10. Dinámica y funciones de la Atmosfera 2024
Tema 10. Dinámica y funciones de la Atmosfera 2024Tema 10. Dinámica y funciones de la Atmosfera 2024
Tema 10. Dinámica y funciones de la Atmosfera 2024IES Vicent Andres Estelles
 
Infografía EE con pie del 2023 (3)-1.pdf
Infografía EE con pie del 2023 (3)-1.pdfInfografía EE con pie del 2023 (3)-1.pdf
Infografía EE con pie del 2023 (3)-1.pdfAlfaresbilingual
 
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESOPrueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESOluismii249
 
6.-Como-Atraer-El-Amor-01-Lain-Garcia-Calvo.pdf
6.-Como-Atraer-El-Amor-01-Lain-Garcia-Calvo.pdf6.-Como-Atraer-El-Amor-01-Lain-Garcia-Calvo.pdf
6.-Como-Atraer-El-Amor-01-Lain-Garcia-Calvo.pdfMiNeyi1
 
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO .pptx
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO   .pptxINSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO   .pptx
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO .pptxdeimerhdz21
 
Proyecto de aprendizaje dia de la madre MINT.pdf
Proyecto de aprendizaje dia de la madre MINT.pdfProyecto de aprendizaje dia de la madre MINT.pdf
Proyecto de aprendizaje dia de la madre MINT.pdfpatriciaines1993
 
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLAACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLAJAVIER SOLIS NOYOLA
 
origen y desarrollo del ensayo literario
origen y desarrollo del ensayo literarioorigen y desarrollo del ensayo literario
origen y desarrollo del ensayo literarioELIASAURELIOCHAVEZCA1
 
SEPTIMO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO VS
SEPTIMO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO VSSEPTIMO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO VS
SEPTIMO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO VSYadi Campos
 
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptxSEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptxYadi Campos
 
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonablesPIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonablesYanirisBarcelDelaHoz
 
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESOPrueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESOluismii249
 

Dernier (20)

Curso = Metodos Tecnicas y Modelos de Enseñanza.pdf
Curso = Metodos Tecnicas y Modelos de Enseñanza.pdfCurso = Metodos Tecnicas y Modelos de Enseñanza.pdf
Curso = Metodos Tecnicas y Modelos de Enseñanza.pdf
 
🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
 
LA LITERATURA DEL BARROCO 2023-2024pptx.pptx
LA LITERATURA DEL BARROCO 2023-2024pptx.pptxLA LITERATURA DEL BARROCO 2023-2024pptx.pptx
LA LITERATURA DEL BARROCO 2023-2024pptx.pptx
 
2024 KIT DE HABILIDADES SOCIOEMOCIONALES.pdf
2024 KIT DE HABILIDADES SOCIOEMOCIONALES.pdf2024 KIT DE HABILIDADES SOCIOEMOCIONALES.pdf
2024 KIT DE HABILIDADES SOCIOEMOCIONALES.pdf
 
5.- Doerr-Mide-lo-que-importa-DESARROLLO PERSONAL
5.- Doerr-Mide-lo-que-importa-DESARROLLO PERSONAL5.- Doerr-Mide-lo-que-importa-DESARROLLO PERSONAL
5.- Doerr-Mide-lo-que-importa-DESARROLLO PERSONAL
 
Tema 10. Dinámica y funciones de la Atmosfera 2024
Tema 10. Dinámica y funciones de la Atmosfera 2024Tema 10. Dinámica y funciones de la Atmosfera 2024
Tema 10. Dinámica y funciones de la Atmosfera 2024
 
Infografía EE con pie del 2023 (3)-1.pdf
Infografía EE con pie del 2023 (3)-1.pdfInfografía EE con pie del 2023 (3)-1.pdf
Infografía EE con pie del 2023 (3)-1.pdf
 
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESOPrueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 2º de la ESO
 
6.-Como-Atraer-El-Amor-01-Lain-Garcia-Calvo.pdf
6.-Como-Atraer-El-Amor-01-Lain-Garcia-Calvo.pdf6.-Como-Atraer-El-Amor-01-Lain-Garcia-Calvo.pdf
6.-Como-Atraer-El-Amor-01-Lain-Garcia-Calvo.pdf
 
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO .pptx
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO   .pptxINSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO   .pptx
INSTRUCCION PREPARATORIA DE TIRO .pptx
 
Proyecto de aprendizaje dia de la madre MINT.pdf
Proyecto de aprendizaje dia de la madre MINT.pdfProyecto de aprendizaje dia de la madre MINT.pdf
Proyecto de aprendizaje dia de la madre MINT.pdf
 
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLAACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
 
origen y desarrollo del ensayo literario
origen y desarrollo del ensayo literarioorigen y desarrollo del ensayo literario
origen y desarrollo del ensayo literario
 
SEPTIMO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO VS
SEPTIMO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO VSSEPTIMO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO VS
SEPTIMO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO VS
 
Interpretación de cortes geológicos 2024
Interpretación de cortes geológicos 2024Interpretación de cortes geológicos 2024
Interpretación de cortes geológicos 2024
 
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptxSEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
SEXTO SEGUNDO PERIODO EMPRENDIMIENTO.pptx
 
Tema 8.- PROTECCION DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN.pdf
Tema 8.- PROTECCION DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN.pdfTema 8.- PROTECCION DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN.pdf
Tema 8.- PROTECCION DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN.pdf
 
Supuestos_prácticos_funciones.docx
Supuestos_prácticos_funciones.docxSupuestos_prácticos_funciones.docx
Supuestos_prácticos_funciones.docx
 
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonablesPIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
PIAR v 015. 2024 Plan Individual de ajustes razonables
 
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESOPrueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
Prueba de evaluación Geografía e Historia Comunidad de Madrid 4ºESO
 

Mallardi - Oliva: Aportes táctico-operativos a los Procesos de Intervención del Trabajo Social

  • 1. Aportes táctico-operativos a los Procesos de intervención del Trabajo Social ANDREA A. OLIVA MANUEL W. MALLARDI - COMPILADORES - 1
  • 2. ÍNDICE Índice ............................................................................................................................... 2 Capítulo Introductorio: Procesos de Intervención y tácticas operativas en Trabajo Social ............................................................................................................................... 4 Conocimiento Situacional y Práctica del Trabajo Social..............................................12 Introducción:................................................................................................................12 Algunas precisiones conceptuales.................................................................................13 Momento Explicativo:..................................................................................................19 Cuestión Social: Aspectos Objetivos y Subjetivos de las contradicciones sociales ....21 Síntesis: los aspectos objetivos y subjetivos de los problemas sociales .........................26 Bibliografía..................................................................................................................30 La observación en la práctica profesional del Trabajador Social................................33 Introducción.................................................................................................................33 La observación de las manifestaciones de la “cuestión social” ......................................34 Observación y conocimiento ........................................................................................39 La observación en las prácticas de intervención y de producción teórica ......................40 Modalidades de la observación.....................................................................................41 Bibliografía consultada ................................................................................................43 La Entrevista en Trabajo Social....................................................................................45 Palabras Preliminares ...................................................................................................45 La entrevista en los procesos de intervención profesional del Trabajo Social................46 Aproximaciones a una definición polilógica de la Entrevista ........................................48 La reconstrucción de las Manifestaciones de la Cuestión Social en la Entrevista ..........50 La comprensión activa como momento dialógico con el entrevistado .......................54 El otro como realidad a reconstruir a partir del discurso............................................56 La Intervención Socio-educativa en el Trabajo Social ..................................................63 La intervención Socioeducativa en el proceso de la entrevista ..................................67 Consideraciones Finales ...............................................................................................70 Bibliografía..................................................................................................................72 Características de las Visitas Domiciliarias ..................................................................77 Introducción.................................................................................................................77 Visitas y funciones de asistencia gestión y educación ..................................................78 Los sujetos de la visita .................................................................................................80 Visitas a usuarios o beneficiarios..............................................................................81 Visitas a potenciales usuarios o beneficiarios............................................................82 Visitas a supervisados ..............................................................................................83 Visitas a sujetos del entorno vincular........................................................................84 Visitas territoriales a pobladores...............................................................................85 Bibliografía..................................................................................................................86 Los registros escritos en Trabajo Social........................................................................88 Introducción.................................................................................................................88 Aproximación a los fundamentos ontológicos de los registros escritos .........................89 El registro escrito como instrumento de aproximación y objetivación de la realidad: Su sentido en el aprendizaje ..............................................................................................92 El registro escrito como recurso en la intervención profesional...................................101 Bibliografía................................................................................................................108 Los “Informes Sociales” en los Procesos de Intervención del Trabajo Social ...........110 2
  • 3. Introducción...............................................................................................................110 Instrumentalidad del Trabajo Social e Instrumental Operativo....................................111 Determinantes identificados en la elaboración de los informes sociales ......................115 Los informes sociales como producto de mediaciones ..........................................116 Referencia al análisis de los Recursos como determinantes en los IS ......................120 Finalidades de los informes sociales...........................................................................121 Informes de Derivación ..........................................................................................123 Informes de Actuación y/o Evaluación ..................................................................124 Informes de Gestión de recursos.............................................................................125 Párrafos Finales..........................................................................................................128 Bibliografía................................................................................................................130 La Asistencia en los Procesos de Intervención del Trabajo Social.............................133 Introducción...............................................................................................................133 Información básica para la asistencia..........................................................................134 Relación entre demandas y prestaciones institucionales..............................................137 Formas de otorgar prestaciones ..................................................................................140 Atención a usuarios....................................................................................................143 Bibliografía................................................................................................................146 3
  • 4. CAPÍTULO INTRODUCTORIO: PROCESOS DE INTERVENCIÓN Y TÁCTICAS OPERATIVAS EN TRABAJO SOCIAL 4 Andrea A. Oliva, Ma. Cecilia Pérez y Manuel W. Mallardi En la trayectoria histórica de la profesión se han requerido — desde las organizaciones empleadoras de profesionales del Trabajo Social— modalidades superficiales de intervención con criterios estandarizados, suponiendo un mero conocimiento de demandas explicitadas, normativas y procedimientos en torno a las prestaciones. Detrás de estos requerimientos se oculta que la profesión interviene en los conflictos generados por los antagonismos de las clases fundamentales, tal como fuera explicado por Marilda V. Iamamoto, hace casi tres décadas, con un aporte considerado pionero. La autora afirma que el Trabajo Social es … uno de los elementos que participa en la reproducción de las relaciones de clases y de la contradictoria relación entre ellas. En este sentido, se realiza un esfuerzo de comprender la profesión históricamente situada, configurada como un tipo de especialización del trabajo colectivo dentro de la división social del trabajo peculiar de la sociedad industrial (Iamamoto, 1984:77). Tanto en los procesos de formación como en los de intervención profesional, analizar el significado social de la profesión, a partir de su ubicación en las tensiones sociales, constituye un momento de la reconstrucción de los procesos sociales generales. El desafío que se presenta entonces es el de poder identificar las mediaciones que hacen particular el trabajo desempeñado por el profesional de Trabajo Social en la división social del trabajo. En tal sentido, enmarcamos las producciones sobre lo que consideramos elementos táctico-operativos dentro de los procesos de intervención, ubicando la profesión en la división social del trabajo, planteando la necesidad de reflexionar sobre el conjunto de condiciones y relaciones sociales que le atribuyen un significado, y en las cuales se torna posible y necesaria. En el tema que tratamos, un aporte fundamental de la autora es la comprensión de los intereses contrapuestos que se presentan en la misma actividad, respondiendo tanto a demandas del capital como del trabajo. Es decir, que el profesional
  • 5. Participa tanto de los mecanismos de dominación y explotación como también, al mismo tiempo y por la misma actividad, da respuestas a las necesidades de sobrevivencia de las clases trabajadoras y de la reproducción del antagonismo en esos intereses sociales, reforzando las contradicciones que constituyen el móvil básico de la historia. Es a partir de esa comprensión que se puede establecer una estrategia profesional y política para fortalecer las metas del capital o del trabajo, pero no se puede excluirlas del contexto de la práctica profesional ya que las clases sólo existen inter-relacionadas. Es esto, inclusive, lo que viabiliza la posibilidad de que el profesional se sitúe en el horizonte de los intereses de las clases trabajadoras. (Iamamoto, 1997:89) La perspectiva histórica y de totalidad asumida, nos exige considerar los determinantes y condicionantes que inciden en los procesos de intervención. Asimismo se considera la existencia de un campo de autonomía del trabajador social, existiendo alternativas para reorientar y traspasar la demanda institucional. La condición de trabajador asalariado ocasiona que el profesional deba responder a las exigencias de quien lo contrata, sin embargo, también dispone de relativa autonomía en el ejercicio de sus funciones y es co-responsable tanto del rumbo de sus actividades como de las formas de conducirlas (Iamamoto, 1997). Cabe aclarar que, desde nuestro punto de vista, los profesionales del Trabajo Social tienen en los procesos de intervención tres funciones fundamentales: asistencia, gestión y educación (Oliva, 2001). En este marco, las alternativas se evalúan en función de las finalidades, que están imbuidas en las concepciones práctico-políticas de los profesionales, determinadas por el grado de autonomía que tiene un profesional particular en un espacio ocupacional concreto. Ello conduce a comprender el carácter político de la práctica profesional, implicando el análisis de la correlación de fuerzas. Haciendo uso del pensamiento luckacsiano para analizar la práctica profesional, podemos afirmar que se trata del proceso mediante el cual a partir de los fines determinados es decir su teleología, se determinan las alternativas imprescindibles para la realización de los fines (Cf. Lukács, 2004). Sostiene Lessa (2000), es la anticipación en la conciencia del resultado probable de cada alternativa lo que permite seleccionar aquella que se considera mejor, para luego llevarla a la práctica, es decir, objetivar la alternativa escogida. Además, es necesario incorporar en el análisis tanto las dinámicas organizacionales, con sus objetivos y recursos, como el propio profesional en sus dimensiones objetivas y 5
  • 6. subjetivas, así como, los distintos posicionamientos de los sujetos que ven sus derechos vulnerados en su vida cotidiana. Consecuentemente entendemos que es necesario comprender el ejercicio profesional más allá de los procesos individuales del profesional, incorporando la consideración de otros sujetos así como los distintos elementos que coexisten en la realidad y que actúan como condicionantes y/o determinantes de sus acciones. Como plantea Montaño (2000), en el ámbito interventivo es fundamental tanto la apropiación de la teoría como recurso explicativo de los procesos sociales, como la elaboración de conocimiento situacional. Al respecto, destacamos dos elementos claves identificados en la práctica profesional: por una parte, “lo social” no es un recorte factible de intervención en forma independiente de los elementos económicos, políticos, culturales, entre otros; por otra parte, el profesional nunca es aséptico, ni neutral y siempre está involucrado con otros actores, en una institución determinada, con usuarios determinados, en un régimen político particular, en un momento histórico determinado. La pobreza, las dificultades de acceso a servicios básicos, la falta de vivienda, el trabajo infantil, se piensan, de esta manera, como expresiones, manifestación de la “cuestión social”, la cual les otorga significado social e histórico. En los procesos de intervención, la “cuestión social” se presenta como problemas económicos, sociales, políticos, culturales e ideológicos (Netto, J. P.: 2003) que adquieren un significado particular en la heterogeneidad vida cotidiana de las personas que participan de la intervención. En esa dirección nos estamos refiriendo a “procesos de intervención” y no a “la intervención” unidireccional del profesional hacia los usuarios, donde se aplican técnicas o se ejecutan procedimientos sin contemplar las relaciones sociales en este orden social, ni las diversas situaciones concretas de la vida cotidiana. En lo que respecta a la producción teórica sobre la cuestión metodológica — como afirma Montaño — se puede ver desde el origen de la profesión propuestas que intentan definir métodos o modelos de intervención con la diferenciación en individuos, grupos o comunidades, o bien, se enfocan en recortes abstractos de objetos diferenciados por campos de actuación, como salud, educación, tercera edad, infancia, etc. Otras producciones, intentando dejar atrás la trilogía metodológica generaron las pautas de 6
  • 7. procedimientos conocidas como el proceso de investigación, diagnóstico, planificación, ejecución y evaluación. Asimismo en la formación profesional es necesario profundizar una revisión crítica, de la enseñanza basada en propuestas teórico-metodológicas que segmentan, deshistorizan y abordan de manera superficial y fenoménica la realidad social, produciendo una reificación de los procesos de intervención profesional, donde en apariencia el trabajador social manipularía “cosas” rígidas, que le preceden y ante las cuales poco tendría que hacer. Como explica Yolanda Guerra, son concepciones que se fundamentan en la racionalidad formal-abstracta, que es hegemónica en el orden burgués. La autora plantea que en ... la disputa ideológica entre las diversas formas de conocer e interpretar la realidad, la hegemonía ha sido de aquellas corrientes que no extrapolan las evidencias, la forma, la empiria, el dato inmediato, las expresiones de hechos, fenómenos y prácticas, que no tienen en cuenta las mediaciones, que no asumen la negatividad, que equiparan fenómenos sociales y naturales, y sobre todo operan con procedimientos abstractos, los abstraen de sus contenidos concretos y los abstraen de las relaciones que los engendran. Este modo de conocer no encuentra respaldo en el modo de ser, de constitución y del movimiento del ser social, sino que se fundamenta en modelos, reglas, fórmulas y técnicas predeterminadas (Guerra, 2006: 2). Siguiendo los aportes de Montaño (2000) es necesario que el colectivo profesional fortalezca la superación del debate “a priori” sobre el “método de intervención profesional” para asumir el de las estrategias de intervención definidas a partir del objeto, de la realidad concreta. Se apunta a superar una visión de la intervención profesional como un conjunto de procedimientos y técnicas dentro una caja de herramientas que se encuentran aisladas del proceso social, a la espera de ser utilizadas por el trabajador social. Es necesario avanzar entonces, en la problematización de las estrategias de intervención, como concepto organizador central del proceso de intervención. En esta perspectiva, se asume que los mismos se desarrollan en un momento histórico y en un lugar determinado donde coexisten distintos actores sociales con intereses y objetivos diferentes, los cuales en determinadas situaciones pueden coincidir o entrar en conflicto. 7
  • 8. Consecuentemente, la estrategia requiere ser pensada a partir de la reconstrucción analítica sobre los procesos sociales, tanto en su dimensión objetiva como subjetiva, procurando alcanzar objetivos profesionales enmarcados en los procesos socio-políticos. … el desarrollo de estrategias de intervención no está determinado únicamente por el posicionamiento del Trabajador Social, ni por la dirección política de la institución, ni por los usuarios, sino por una compleja y dinámica relación que está determinada por diversos recursos, mediados por una articulación que se condensa en el arsenal operativo en un momento histórico determinado (Oliva, 2007:15). En los procesos de intervención los distintos actores involucrados tienen visiones, posicionamientos, recursos, intereses particulares, por lo cual es necesario poder identificar y comprender esas particularidades y relaciones. En estos procesos, el profesional cuenta con la posibilidad de seleccionar alternativas que se inscriben y adquieren significado, dirección y materialidad, a partir de la finalidad estratégica asumida, a las cuales denominamos tácticas operativas. Desde esta perspectiva, se ha trabajado en la crítica a los elementos que emergen desde una racionalidad formal-abstracta, procurando desde una ontología marxiana recoger los elementos que nos proporciona la realidad. Se considera que la racionalidad crítico-dialéctica facilita la comprensión la realidad, concibiendo el pensamiento como parte del ser, como explica Guerra: La racionalidad critico-dialéctica recoge sus categorías analíticas en la propia realidad, las recorre, establece sus vínculos, busca sus mediaciones, satura sus objetos de determinaciones y reproduce, en el nivel del pensamiento, las múltiples y complejas relaciones que se procesan en la realidad. En esta búsqueda de la totalidad, la interrelación entre las categorías de la realidad da lugar a los complejos cada vez más abarcativos, la perspectiva de la totalidad no se toma como un hecho formal del pensamiento, sino como un modo de ser de lo existente (Guerra, 2006: 6) Reconociendo que se requiere de una mayor profundización sobre la temática, nos hemos propuesto recuperar elementos que aporten al debate teórico, centrando la producción destinada a una formación crítica de los profesionales. Para ello, la perspectiva adoptada se inscribe en una racionalidad y tendencia histórico-crítica heredera del pensamiento marxista, la cual asume el desafío de reflexionar sobre los procesos de 8
  • 9. intervención profesional, entendidos como los resultados históricos de la compleja relación del profesional con los elementos que sobre y subdeterminan su práctica concreta. Los contenidos de estas páginas brindan reflexiones sobre distintos elementos táctico-operativos de los procesos de intervención, entendiendo que la práctica del Trabajo Social no puede ser concebida de manera repetitiva, sino como un proceso que se define a partir de determinadas finalidades, lo cual supone valores ético-políticos que lo legitiman (Netto, 2003). Los modos de llevar a cabo las tareas son considerados en tanto tácticas dentro ese proceso, dejando planteado que no hay una forma de “entrevista”, “visita”, “observación” o “registro” sino que, tomando en cuenta las múltiples determinaciones, son las finalidades las que van a dar el verdadero contenido a esas acciones. Consideramos que tales elementos adquieren significado a partir de su ubicación en los procesos de intervención profesional, implicando un posicionamiento que tendiendo a superar una visión reificada y deshistorizada de los mismos, los visualiza y aprehende a partir de las tensiones sociales en las cuales se inserta el trabajador social. Las tácticas operativas definidas como observación, entrevista, visita domiciliaria, entre otras, son resignificadas en el marco de pensar la intervención profesional inserta en espacios sociales conflictivos, haciendo necesario asumir el componente político de la misma y, por lo tanto, definir estrategias de intervención que superen la inmediaticidad, la superficialidad cotidiana y el espontaneismo. En esta línea, el concepto de estrategia cobra relevancia en la superación de la racionalidad formal-abstracta que plantea métodos o modelos con la pretensión de ser aplicados, ignorando las particularidades de las situaciones concretas. Asimismo, las modalidades táctico-operativas, como conceptualización superadora de las llamadas técnicas, permite articular la reflexión de las dimensiones objetivas y subjetivas de los procesos sociales y las finalidades ético-políticas, lo que conduce a redimensionar elementos de los registros, vistas domiciliarias, entrevistas, entre otros. Avanzando en estas discusiones, los trabajos aquí reunidos brindan aproximaciones a la asistencia, las entrevistas, los registros, los informes sociales, la producción de conocimiento situacional, las visitas domiciliarias y la observación. Lejos de producciones aisladas y desvinculadas de las tendencias actuales del campo profesional, los distintos aportes son resultados parciales de múltiples procesos que 9
  • 10. articulan la formación, la docencia y el ejercicio profesional. Discusiones que se han venido desarrollando desde diferentes sectores del colectivo profesional, y que recogidas y reflexionadas colectivamente, son reelaboradas en este libro de manera tal que se socialicen, difundan y repiensen, redundando ellas en su discusión y debate permanente. En el primer capítulo, Manuel Mallardi avanza en la reflexión sobre los procesos de elaboración de proyectos sociales en la intervención profesional profundizando en el momento de problematización y explicación de la realidad al que denomina de conocimiento situacional. El Capítulo II es un trabajo realizado por Liliana Madrid, quien se propone aportar a la discusión sobre las particularidades de la observación que se realiza en la intervención del Trabajo Social, superando el uso irreflexivo que suele ser tomado de las llamadas ciencias sociales. El Capitulo III, es una síntesis del trabajo de tesis de graduación de Manuel Mallardi, donde se recuperan los planteos marxistas de la filosofía del lenguaje desarrollados por el pensador ruso Mijail Bajtín para reflexionar y repensar la entrevista en los procesos de intervención profesional. El Capitulo IV fue elaborado por Andrea Oliva y Silvia Pagliaro, a partir del desafío de discutir características heterogéneas que se requieren analizar acerca de las Visitas Domiciliarias, recuperando aspectos de sus particularidades según las funciones, los actores, las finalidades. Se destacan algunas consideraciones que muestran discusiones y controversias aun no saldadas en el colectivo profesional. Asimismo se recupera su potencialidad en la intervención como táctica a ser utilizada con fines críticos y de ruptura. En el Capítulo V, Ma. Cecilia Pérez presenta una aproximación a las diferentes modalidades de Registros Escritos utilizados en la formación y en el ejercicio profesional. A partir de entrevistas, consultas de archivos institucionales y la propia experiencia en el ejercicio profesional y docente, recupera el carácter ontologico de estos, como momento fundante de objetivación de la realidad entre otros aspectos. 10
  • 11. El capítulo VI, constituye una síntesis de la tesis de grado realizada por Daniela Gallego, quien indaga la particularidad de los informes sociales en los procesos de intervención y es analizada de acuerdo a las distintas finalidades identificadas. Por último, la cuestión de la Asistencia profesional del Trabajo Social es abordada en el Capítulo VII por Andrea Oliva y Virginia Gardey, aportando elementos para analizar la asistencia que realizan los profesionales del Trabajo Social en los servicios sociales con financiamiento público. Referencias Bibliográficas Guerra, Y. Ontología social y formación profesional. Cuadernos NEAM N°1, São Paulo: PUC/SP 1997. Traducción al español de Ma. Cecilia Pérez, Documentos del GIyAS, 2006 Iamamoto, M Servicio Social y división del Trabajo Social. Cortez Editora, São Paulo, 11 1997. Iamamoto, M. “La metodología en el Servicio Social: lineamientos para el debate”. En: Borgianni, E. y Montaño, C. (Orgs) Metodología y Servicio Social. Cortez Editora, São Paulo, 2000 Iamamoto, M. y Carvalho, R. Relaciones sociales y Trabajo Social. CELATS, Lima, 1984 Montaño, C.: “El debate metodológico de los ‘80/’90. El enfoque ontológico versus el abordaje epistemológico.” En: Montaño, C. y Borgianni (Orgs.), E.: Metodología y Servicio Social. Hoy en debate. Cortez Editora, São Paulo, 2000. Netto, J. P. “Método y Teoría en las diferentes matrices del Servicio Social”. En: Borgianni, E. y Montaño C. (orgs.) Metodología y Servicio Social. Hoy en debate. Cortez Editora, São Paulo, 2000. Netto, J. P. Capitalismo Monopolista y Servicio Social. Cortez Editora, São Paulo, 1997. Oliva, A. Análisis de la práctica profesional de los Trabajadores Sociales en el ámbito estatal. PUC/SP, São Paulo, 2001. Oliva, A. Los recursos en la intervención profesional del Trabajo Social. Ediciones Cooperativas, Bs. As., 2007 Tobón, M., Rottier N. y Manrique A. La práctica del Trabajador Social - Guía de Análisis. CELATS, Lima, 1983
  • 12. CONOCIMIENTO SITUACIONAL Y PRÁCTICA DEL TRABAJO SOCIAL Aportes desde la Planificación Situacional 12 Manuel W. Mallardi Introducción: El presente trabajo se inscribe en un proceso exploratorio que busca avanzar en la identificación de las mediaciones que posibiliten explicar los problemas sociales en los procesos de elaboración de proyectos sociales desarrollados en el marco de la práctica del Trabajo Social, a partir de la inclusión de una perspectiva histórica y de totalidad. Se considera que la inclusión de la perspectiva histórico-critica marxista ha posibilitado problematizar las particularidades y el significado social de la profesión, en el marco del sistema capitalista en el cual se inserta. A partir de dicha situación, es oportuno el intento de esbozar las implicancias de dicha perspectiva en la práctica profesional cotidiana. En este intento, es imposible desconocer los aportes que se han realizado en torno a la discusión metodológica en la profesión, las cuales, si bien no serán analizadas aquí, es posible dividirlas, sin caer en términos dicotómicos, en las perspectivas epistemológica y ontológica. Mientras que la primera perspectiva se caracteriza por un apriorismo metodológico, en tanto la determinación del método se realiza con independencia del objeto real; en la perspectiva ontológica, recuperando la propuesta marxista, las preocupaciones metodológicas son determinadas en relación con el objeto concreto. (Montaño, 2000) La posibilidad concreta de utilizar una perspectiva teórico-metodológica en el ejercicio profesional del Trabajo Social permite el desarrollo de una práctica que posibilita fundamentar, tanto las estrategias adoptadas como la producción de conocimiento que aporte en la explicación de los procesos sociales que adquieren particularidad en una situación concreta. Partiendo de estas premisas, al momento de aportar a las discusiones propias de la intervención profesional, se hace necesario explicitar la perspectiva teórico-metodológica adoptada, no en términos de un apriorismo metodológico, sino con el fin de retomar los procesos de reconstrucción analítica de la realidad y avanzar críticamente en la aprehensión de los procesos sociales. Sin entrar en detalles, consideramos que, recuperando la postura ontológica, las posibilidades de profundizar el debate en torno a la práctica profesional debe partir de
  • 13. considerar a los procesos sociales desde dos miradas complementarias: por un lado, como totalidad compleja, pues esta es una característica intrínseca del objeto y, por lo tanto, el proceso de conocimiento debe incorporar a la totalidad como una de sus categorías decisivas; mientras que, por el otro, recuperando la historicidad del objeto se requiere un abordaje genético, capaz de elucidar el fundamento original, inherente al mismo. (Lukács, 2004b; Lessa, 1999, 2000b) Se trata de la necesidad de captar la procesualidad histórica que permita explicar el presente y diferenciar los aspectos esenciales de los fenoménicos, los cuales, dialécticamente unidos y de igual importancia, constituyen lo particular de cada objeto1. En el intento de recuperar tales aportes en las reflexiones desarrolladas, a continuación se avanzará en la presentación de los núcleos centrales que se consideran pertinentes al momento de discutir sobre las características del momento explicativo en los procesos de planificación social en la intervención profesional del Trabajo Social. En un primer momento se sintetizarán los puntos principales en torno a las características que adquieren los proyectos sociales, centrando principalmente el análisis de la obra de Matus, para luego realizar una síntesis de tal obra con los aportes de autores del Trabajo Social y de las ciencias sociales, tendiendo a identificar, como se menciono anteriormente, las particularidades que adquiere el momento explicativo. Algunas precisiones conceptuales La formulación de proyectos sociales en el ámbito del trabajo social ha constituido un punto importante de la producción teórica del campo profesional. Sin entrar en esta discusión, antes de avanzar en los puntos centrales del presente texto, consideramos necesario remarcar, retomando los planteos de Oliva (2007a) que no se debe igualar práctica profesional con elaboración de proyectos, siendo ineludible pensar a los segundos como parte de las tácticas que el profesional puede utilizar en el ejercicio de su intervención profesional. En la misma línea, coincidimos con Fritsch (1996), cuando afirma que 1 Este punto, mencionado aquí sólo sintéticamente, lleva a discutir las posibilidades o no de la producción de conocimiento por parte de los trabajadores sociales en el trabajo profesional cotidiano. La polémica remite a la distinción teoría/práctica, profesional de campo/profesional académico, entre otros elementos. En consonancia con los planteos anteriores, Montaño es contundente al sostener que “en el ámbito interventivo, la producción de conocimiento teórico (científico) casi no es posible ni necesaria; en esta actividad es fundamental la apropiación de la teoría, como recurso explicativo de los procesos sociales, y la elaboración de conocimiento situacional.” (Montaño, 2000: 19). 13
  • 14. El Planeamiento Estratégico es discutido en calidad de un instrumental que puede ser escogido con el objetivo de racionalizar y dar dirección a la necesidad de redefiniciones futuras de una organización, sector o actividad. De esta forma, se constituye en un elemento importante de influencia, en el nivel técnico y político, interesando, por consecuencia, también al Servicio Social (Fritsch, 1996). Analizando los procesos de la planificación social, Di Cione (1993) realiza una síntesis de las distintas perspectivas analíticas que pretenden descifrar, determinar los límites e implicancias de los proyectos sociales. Luego de realizar un recorrido de la bibliografía especializada, el autor concluye: a) en primer lugar el proyecto es concebido como ‘unidad elemental de acción’ y como ‘unidad de sentido’; b) en segundo lugar se lo considera como instancia ‘racional’ y ‘racionalizadora’ de decisiones o procesos; c) en tercer lugar, aunque no siempre, como momento instrumental de objetivos más globales tales como el desarrollo social y/o la planificación social (Di Cione, 1993: 3-4). Posteriormente, considerando la interdependencia de los tres aspectos mencionados, el autor nos propone tres conjuntos de problemas, que, consideramos, deben constituirse en directrices al momento de reflexionar, ya sea sobre la elaboración de proyectos sociales, como de cualquier momento metodológico involucrado en dicho proceso: a) cómo delimitar una unidad de intervención o de acción que involucra la concurrencia de la totalidad de la reproducción social; b) bajo qué supuestos ‘ideológicos’ y con qué criterios operativos puede discriminarse la ‘racionalidad’ o ‘irracionalidad’ de los procesos de toma de decisiones; c) por lo tanto, cómo asignar una determinada dirección de sentido (fines, objetivos) en contextos de reproducción social y/o regulación social en la que coexisten funcional y contradictoriamente una multiplicidad objetiva y subjetiva de sentidos posibles (Di Cione, 1993: 4). En definitiva, concluye provisoriamente el autor, toda elaboración de proyectos sociales se efectúa en espacios sociales contradictorios, por lo cual los primeros asumen dicho carácter. De esta manera, se recupera dentro del ámbito de la planificación social la dimensión política que envuelve a los procesos sociales en los cuales se insertarán las distintas fuerzas, tendiendo a la reproducción o modificación de los mismos. (Cf. Veras Baptista, 2002; Matus, 1992, S/F; Pichardo Muñiz, 1993). Consecuentemente, se consideran válidos los aportes de Robirosa (1990), cuando sintetizando sus visiones acerca del significado de un proyecto social, argumenta que el mismo es simultáneamente cada uno de los siguientes puntos: un escenario en el que interactúan diferentes actores sociales; una unidad de planificación social con coherencia interna y externa que se inserta en 14
  • 15. procesos preexistentes de la realidad; un espacio de intercambio de información, de alianzas y resistencias; un ámbito para el aprendizaje social de todos los actores; y un proceso de elaboración de diagnósticos y estrategias de acción y de aplicación, monitoreo y ajuste de dichas estrategias y de ejecución de lo elaborado. Tomando como base estas líneas introductorias, se considera oportuno avanzar en la síntesis de las principales líneas argumentativas desarrolladas por Matus. Cabe aclarar que en principio, el autor, pensando en procesos de planificación social globales, se refiere en distintas oportunidades a la elaboración de planes sociales. Aquí, aceptando las diferencias entre los niveles de intervención de proyectos, programas y planes, se visualizan pertinentes sus argumentaciones sin entrar en las distinciones y particularidades de cada uno. En términos generales, Matus considera que la planificación situacional es el cálculo que precede y preside la acción. Evitando posturas rígidas, normativas y estáticas, el autor considera que …planificar es sólo trazar un camino, definir los hitos principales, pero no implica ni puede implicar un cálculo previo de la totalidad y particularidad situacional. Una dosis subordinada de improvisación, de espontaneidad y de cálculo del momento conforma necesariamente la conducción práctica de una estrategia” por lo que aquello que “se planifica es aquella parte capaz de arrastrar al todo en la dirección y por el cause previsto. La parte de improvisación, de espontaneidad y de cálculo inmediatista, no es una desviación del plan, es un complemento indispensable y natural de su ejecución práctica (Matus, 1980: 353). De este modo, el principal avance teórico de Matus consiste en considerar al plan como el producto momentáneo del proceso por el cual un actor selecciona una cadena de acciones para alcanzar sus objetivos y el mismo se cumple …cuando éste es determinante de lo esencial de la praxis y, por lo tanto, su cálculo se confirma aproximadamente en lo más relevante del resultado de la acción real. El plan no se cumple si la praxis contradice el plan o su grado de intersección con él niega el cálculo previo. Lo esencial en el cumplimiento del plan es que la praxis reflexiva e intencional que surge del plan articule ‘para sí’ la praxis espontánea que necesariamente conforma y completa la realidad, así como la praxis derivada de los planes de oposición de las otras fuerzas sociales (Matus, 1980: 354). Esa postura nos permite apreciar una visión dinámica e histórica de los procesos de planificación en tanto que el plan es una fuerza incitadora de una entre todas las realidades posibles e implica lo ‘calculable’ y ‘lo determinante’ para ‘arrastrar’ el desarrollo real de 15
  • 16. los hechos, por lo que no coarta la iniciativa, la creatividad, la imaginación y la capacidad de improvisación de los actores sociales. Por ello, los objetivos del plan no constituyen productos acabados, sino parte de un proceso que sólo llega a su término cuando, tras sufrir los cambios exigidos por el proceso práctico, es ya un producto real, donde la relación del plan con la praxis no implica solamente la sujeción de la praxis al plan, sino igualmente la posibilidad de realizar cambios en el plan ante los requerimientos de la praxis. (Matus, 1980)2 Sobre esta base, reflexionar en torno a la categoría Situación, permite una aproximación a la realidad considerando los elementos objetivos y subjetivos que la componen, como así también las distintas fuerzas sociales coexistentes3. En palabras del autor, se define a la situación a partir de la identificación de un actor y su acción, donde …acción y situación conforman un sistema complejo con el actor. La realidad adquiere el carácter de situación en relación al actor y a la acción de éste. Por eso, una misma realidad es al mismo tiempo muchas situaciones, dependiendo ello de cómo está situado el actor y cuál es su acción (Matus, 1980: 55). En toda situación el autor identifica un componente estructural, estructura o sistema de estructuras al que denomina genosituación, y, en relación dialéctica, la fenosituación, pensada como el contorno fenoménico específico que cubre o envuelve a la estructura. Esta última contiene lo diverso, lo específico, lo particular, tratándose de la apariencia, la realidad visible, inestructurada, inentendible, sino en relación directa con la genosituación y las leyes que la caracterizan. Otra característica atribuida por el autor a la fenosituación es que la misma presenta creatividad propia, heterogeneidad y existencia veloz. Analizando la relación dialéctica entre la genosituación y la fenosituación sostiene que la primera se encuentra envuelta en la segunda, por lo cual su percepción no 2 En otras secciones del trabajo, Matus sostiene: “en este sentido, la praxis no es sólo ejecución de lo programado por las fuerzas sociales en pugna, es también ‘planificación espontánea atomizada e instantánea’ y desarrollo de la creatividad en cada ámbito pertinente. Es creación diseminante en torno al ‘hilo conductor’ del plan de cada actor o fuerza social válida en la lucha social. (…) El paso del plan a la realidad requiere la mediación de la praxis. El plan sólo existe por y en relación con la práctica. Como la práctica ‘no habla por sí misma’, debe ser examinada y sistematizada para su crítica y propósitos de modificaciones por algún actor o fuerza social. Así el plan surge del examen crítico de la realidad y determina la praxis de cambio como propósito de una fuerza social” (…) “El plan es así, praxis derivado de la crítica renovadora o transformadora por una fuerza social; nace de la praxis, se anticipa a ella para reconducirla y vuelve a ella como proceso objetivo de construcción de la situación” (Matus, 1980: 356) 3 Brevemente creemos importante mencionar que tomamos los aspectos objetivos y subjetivos en sentido amplio. Si bien trabajando desde otro marco teórico, coincidimos con los aportes de Allardt (1996) quien sostiene que lo objetivo implica aquello vinculado a las condiciones reales y a las prácticas evidentes, mientras que los subjetivos implican las actitudes, niveles de satisfacciones/insatisfacción, etc. Esta postura lleva a definir como objetivo no sólo a problemas como escasa infraestructura sanitaria, el hacinamiento, sino también a la violencia doméstica, el maltrato infantil, etc. 16
  • 17. es directa, sino a través de la fenosituación, constituyéndose la situación en síntesis dialéctica entre ambas. De este modo, la realidad, si bien existe aún sin explicar, al ser definida por un actor se convierte en situación. Recuperando el carácter político de las situaciones, en tanto los individuos, pueden participar en más de un grupo social, canalizando influencias, poder y recursos en el ámbito de los proyectos sociales concretos, adquiere importancia hacer referencia brevemente a las fuerzas sociales, las cuales con capacidad y voluntad de acción para ser actores relevante en la producción de hechos sociales, son identificadas en las distintas situaciones y en el escenario que actúa como metacontorno. En este sentido, el autor ubica como fuerza social de la genosituación a las clases sociales, en tanto grupos sociales antagónicamente situados a partir de su ubicación en el modo de producción. Por otro lado, los conceptos de grupo o agrupamiento social tratan de elementos fenosituacionales por los cuales se expresan las ideas de un conjunto social de individuos con intereses fenosituacionales comunes. Por estas razones, estas segundas fuerzas sociales tienen una entidad más inestable en su composición y límites que la clase social, y que por ser su aglutinamiento y cohesión derivado de relaciones puramente fenosituacionales, es mucho más variable. La diferencia substancial entre ambos tipos de fuerzas sociales estriba en que, a diferencia de las clases sociales, las agrupaciones sociales pueden ser de muy diversa naturaleza, donde el ser parte de un grupo social no es excluyente de la pertenencia a otros grupos sociales. Por otro lado, ubicando la situación en el espacio contextual de un escenario, se define a la primera, además de síntesis dialéctica entre la fenosituación y la genosituación, como el momento que remite concretamente a la lucha por reproducir o transformar la sociedad, siendo, por lo tanto, un momento de la realidad explicado por las fuerzas sociales que actúan sobre ella, donde el contenido e implicancias de la situación refiere a la naturaleza de la acción política que pretenden ejercer o ejercen en la misma las fuerzas sociales interactuantes. En consecuencia, la situación social está: a. Referida a la naturaleza de la acción ejercida sobre ella. b. Definida y explicada por la o las fuerzas sociales que interactúan con 17 ella. c. Especificada en un rango de tiempo y espacio histórico concreto.
  • 18. d. Situada en un sistema más amplio que la comprende y con el cual interactúa, denominado escenario.4 Analizando los procesos dinámicos que caracterizan a las situaciones, Matus plantea que las estructuras pueden ser transformadas o modificadas, en donde la primera hace referencia al cambio de las estructuras, mientras que la segunda a un cambio en las mismas, no alterando lo esencial de las mismas: su organización y el ejercicio de la función dominante. Sin embargo, es en la genosituación donde se encuentra la posibilidad de la transformación a través de las contradicciones en el interior y entre las estructuras que la componen. De este modo encontramos en la genosituación la posibilidad de que se desarrollen contradicciones, mientras que en la fenosituación, con la presencia de los distintos grupos sociales es posible que se gesten y se desarrollen conflictos. Esquemáticamente, podemos presentar los elementos anteriores de la siguiente 18 manera: SITUACIÓN Componente Procesos Actores o Fuerzas Sociales Acciones Cambios Fenosituación Conflictos Agrupamientos o grupos sociales Genosituación Contradicciones Clases Sociales Reproducción o Transformación Modificación o Transformación Avanzando en las mediaciones establecidas por el autor en torno a cuestiones metodológicas, recuperamos los cuatro momentos que se visualizan en el proceso de planificación. Pensar en momentos y no en etapas rígidas, permite asumir el proceso como un continuo caracterizado por un permanente aprendizaje, un permanente cálculo, una permanente explicación, un permanente diseño y una acción persistente en el día a día (Matus, 1980, 1992). Como se ha intentado demostrar a lo largo de las páginas precedentes, la planificación situacional reconoce que los procesos sociales son dinámicos, conflictivos, en 4 “El escenario en que existe la situación es el ambiente externo a ella y que a su vez forma parte con la misma de un sistema más amplio. La situación está referida a su escenario y el escenario está referido a la situación que encierra. De manera que las mismas consideraciones eficaces para demarcar la situación, lo son para demarcar el escenario. (…) El escenario es un metacontorno relevante y limitante de la situación, que envuelve no sólo a la situación específica objeto del análisis, sino que cubre a varias situaciones distintas simultáneas en el tiempo, pero con legados históricos diversos y en espacios también diferentes.” (Matus, 1980: 66)
  • 19. donde cada momento debe ser actualizado de manera constante, y la racionalidad de cada uno está dada por la lógica del mismo proceso. Así el cálculo que precede y preside la acción es un proceso continuo que no cesa nunca, acompañando la realidad cambiante. Dentro del proceso general de la planificación situacional, el autor identifica los siguientes momentos: 1. Momento explicativo: Es el equivalente al diagnóstico en la planificación normativa, aunque superando el mero listado descriptivo de aquello que consideramos problemas. Implica seleccionar que problemas se trabajarán, explicar las causas de cada uno y del conjunto de los mismos que caracterizan la situación inicial; 2. Momento Normativo: Este momento apunta para lo más trascendental de la planificación, el diseño del deber ser; 3. Momento estratégico: Implica producir un proceso interactivo entre la búsqueda positiva por construir viabilidad política, económica y organizacional al diseño normativo y la necesidad de ajustar o restringir dicho diseño a lo que resulta viable; y 4. Momento Táctico-operacional: Finalmente, a partir de haber razonado, pensado y reflexionado sobre la realidad y las estrategias adecuadas para garantizar la viabilidad, surge la necesidad de tomar decisiones, ejecutar y evaluar la continuidad del plan. Momento Explicativo: Este momento consiste en la identificación y análisis de los problemas sociales, a través de un proceso de reconstrucción analítica de la realidad. En el campo de la planificación social se ha trabajado sobre este momento denominándolo “Diagnóstico Social”, atribuyéndole distintas características y significados. De estos trabajos, consideramos oportuno mencionar los aportes de Pichardo Muñiz (1993), quien recuperando los aportes centrales de la propuestas de Matus, sostiene que el diagnóstico situacional debe permitir “identificar las posibles determinaciones y relaciones causales que inciden en la producción de los fenómenos sociales y en delimitar las posibilidades de acción”, para lo cual, como resultado, debe proporcionar, tanto una visión orgánica y dinámica de los procesos sociales y las determinaciones de estos, como una ubicación de los espacios estratégicos para la acción (Pichardo Muñiz, 1993: 70). Por su parte, Robirosa en el momento del diagnóstico de la situación considera que se debe explorar el campo de intervención directa donde el proyecto se inserta; el contexto más amplio afecta y es afectado por el proyecto; y el marco administrativo, institucional y 19
  • 20. político donde se desarrolla la gestión del proyecto. Al respecto sostiene la necesidad de desarrollar una …exploración por aproximaciones sucesivas, mediante una inteligente búsqueda, selección y utilización de información pertinente al tema de estudio, y sucesivas reconstrucciones tentativas de la realidad mediante la confrontación y síntesis de informaciones parciales –objetivas y subjetivas-en un trabajo grupal de elaboración intersubjetiva (Robirosa, et al., 1990: 49). Implica desarrollar una explicación situacional, por lo cual se recuperan y resignifican los aportes brindados por Matus en su trayectoria académica para pensar las situaciones sociales. Se requiere, entonces, explicar las causas de cada problema y del conjunto de problemas que marcan la situación inicial, avanzando en la identificación de las relaciones entre la feno y la genosituación. Superando la descripción superficial e inmediata de los problemas sociales, la explicación situacional implica además aceptar que nuestra explicación no es necesariamente compartida por los otros sujetos que también existen en la realidad, siendo necesario precisar, definir cual es la explicación de “los otros”, en tanto la misma es parte de la realidad. Resulta imprescindible reconocer que el concepto de situación hace explícito al interlocutor o a los interlocutores, por lo que explicar la realidad lleva a considerar el papel de los mismos y penetrar en sus explicaciones. De este modo, la diferencia sustancial entre el diagnóstico tradicional, que es pensado como un monólogo de alguien que lo escribe en su propia visión, la explicación situacional es un diálogo, entre el actor y los actores, cuyo relato es recuperado por uno de los actores, en tanto sujeto cohabitante de una realidad conflictiva que admite otros relatos. (Matus, 1987). Avanzando en la aprehensión de los procesos sociales desde los aportes teórico-metodológicos desarrollados por Matus, se hace necesario precisar las particularidades que tales procesos adquieren en un sistema económico-social particular. En este sentido, siendo coherentes con los planteos precedentes, se considera que la reflexión que se hace de las situaciones sociales en tanto problemáticas, requiere pensar a las mismas en estrecha relación con las características que adquiere la “cuestión social” en un momento y espacio particular. Es decir, se requiere problematizar la situación, avanzando en la identificación de las mismas como ‘problemas sociales’ vinculados dialécticamente a las formas que adquiere la ‘cuestión social’ en un momento histórico determinado. 20
  • 21. Cuestión Social: Aspectos Objetivos y Subjetivos de las contradicciones sociales En el plano operativo un problema social se presenta como una “brecha entre una realidad o un aspecto de la realidad observada y un valor o deseo de cómo debe ser esa realidad para un determinado observador, sea este individual o colectivo.” (Rovere, 2006: 108, resaltado nuestro). Tal brecha es analizada a partir de la realización de una delimitación social y geográfica en donde se encuentra, donde la primera hace referencia a la población que está afectada por el problema y la segunda a la ubicación física en donde se desarrolla, ya sea comunitaria u organizacional (Novakovsky y Chaves, 1999). Igualmente, se sostiene que definir un problema implica considerar que: a) los problemas están relacionados con actores; b) se deben formular en estado negativo; c) implican aspectos reales y actuales; d) no deben confundirse con la falta de solución del problema (p. e. Falta de escuelas); y e) siempre tienen causas identificables (Martinic, 1997). Sin embargo, la inclusión de la perspectiva situacional lleva a complejizar tales puntos, en tanto se acepta la existencia de intereses, posicionamientos y acciones distintas. La categoría situación implica, como se menciono anteriormente, que una misma realidad adquiere distinto significado para los diferentes actores, individuales y/o colectivos involucrados en la misma. Es a partir del posicionamiento de cada actor, su sistema de valores, su experiencia y sus intereses que sus apreciaciones sobre la realidad estarán condicionadas (Rovere, 2006). Por ello, en cada situación se encuentran tantos intereses como actores relevantes coexistan, adquiriendo la dimensión política relevancia en los procesos sociales (Matus, 1985, 1987, 1991; Robirosa, et al., 1990). A partir de tales intereses es posible analizar los posicionamientos de tales actores, donde la consecuencia de la tensión entre reproducir o transformar alcanza su síntesis en el resultado de transformación o modificación, dependiendo que los cambios sean en lo que respecta a las estructuras o no del problema social respectivamente5. De igual manera, se requiere captar las particularidades del mismo en relación dialéctica con los procesos sociales generales, es decir, pensar al problema de referencia como parte de la totalidad de la cual adquiere significado social, donde totalidad no significa todos los hechos, sino es pensar a la realidad como un todo estructurado y 5 El propio Matus considera que “el concepto de situación hace explícito al interlocutor, que en el conflicto extremo es el oponente. Por ello, explicar la realidad en que se vive supone necesariamente considerar el papel de los otros actores y penetrar en sus explicaciones. De otra manera la explicación es incompleta, desligada de su contexto institucional.” (Matus, 1987: 149). 21
  • 22. dialéctico, en el cual puede ser comprendido racionalmente cualquier hecho (Kosik, 1984). Se trata de pensar los conflictos particulares, que se presentan en el cotidiano, ya sean vinculados a las diferencias de género, a la educación, la salud, el desempleo, la violencia, etc., en relación a las contradicciones sociales mayores, por lo cual no afecta a toda la población por igual, sino que presenta una relación directa con la inserción de los sujetos en las distintas clases y fracciones sociales, los cuales se pueden posicionar o no estratégicamente asumiendo papeles políticos fundamentales en la inclusión en la agenda pública de determinados problemas sociales y sus posibles soluciones. Así, en procura de superar una visión inmediata, fragmentada y estática de los ‘problemas sociales’, se debe pensar a los mismos como la expresión de las desigualdades inherentes al desarrollo del sistema capitalista, es decir como una manifestación de la “cuestión social” (Iamamoto, 1997; Rozas, 2001). Conocer, aunque sea brevemente las características de dicha “cuestión social” y las formas como se manifiesta en un plano general, constituyen un punto que debe estar presente al procurar definir y explicar un problema social. Desde la perspectiva teórica marxista Netto sostiene que el propio desarrollo capitalista es el que produce la “cuestión social”, entendida como el “conjunto de problemas económicos, sociales, políticos, culturales e ideológicos que delimitan la emergencia de la clase obrera como sujeto socio-político en el marco de la sociedad burguesa” (Netto, 2003a: 154). En términos históricos, ubica el último cuarto del siglo XVIII y el siglo XIX, como el momento en donde el aumento del pauperismo se desarrolla en paralelo al crecimiento de la capacidad social de producir riqueza. Sin embargo, además del crecimiento del pauperismo se considera que el surgimiento de la “cuestión social” implica que los grupos sociales en dicha situación iniciarán diversas modalidades de protesta, configurando una amenaza a las instituciones sociales existentes. Dicho momento se comienza a desarrollar en los comienzos del siglo XIX (Netto, 2003b).6 Por su parte, se sostiene que dentro de los discursos teóricos referidos a la “cuestión social”, el análisis marxiano logra situar históricamente dicha situación a partir de la explotación producto de la relación capital/trabajo propia del capitalismo, en tanto que si bien la explotación se encontraba en sociedades precedentes al régimen del capital, la 6 En una postura coherente con los enunciados anteriores, Grassi sostiene que por cuestión social “se hace referencia a la puesta en escena de esa falla estructural del capitalismo moderno cuya emergencia, expresada en términos del problema del pauperismo, los especialistas ubican en el siglo XIX, cuando los conflictos toman una forma tal que ya no pueden ser resueltos por la vieja filantropía.” (Grassi, 2003: 21) 22
  • 23. distinción se alcanza en tanto dicha explotación se efectiva en un marco de contradicciones y antagonismos que llevan a afirmar que …ésta no es una secuela adjetiva o transitoria del régimen del capital: su existencia y sus manifestaciones son indisociables de la dinámica específica del capital transformado en potencia social dominante. La ‘cuestión social’ es constitutiva del desarrollo del capitalismo. No se suprime la primera conservándose el segundo (Netto, 2003b: 62). En esta conjunción de aumento a niveles sin precedentes de los procesos de pauperización con el involucramiento de la clase trabajadora en la esfera política y la necesidad del capital por instaurar medidas correctivas a ambas situaciones, encontramos la esencia del surgimiento y desarrollo de la “cuestión social”. Dicha “cuestión social” en cada momento histórico se manifiesta a partir de un conjunto de problemas/secuelas sociales particulares susceptibles de ser atendidos, cuya imposición en la agenda pública se encuentra directamente relacionada con el posicionamiento de los distintos sectores sociales coexistentes. En este sentido Estela Grassi plantea que es necesaria la acción de sujetos interesados en imponer que una aflicción sea considerada problema social por la sociedad en su conjunto (Grassi, 2003). Por ello, “cuestión social” no sólo remite a la contradicción entre capital y trabajo, sino al conflicto político, surgido y determinado por esas contradicciones (Pereyra, 2003). La perspectiva analítica adoptada conlleva la necesidad de incluir no sólo las dimensiones objetivas de las condiciones de vida de los distintos sectores de la clase-que-vive- del-trabajo7, sino también las distintas movilizaciones y posicionamientos que los mismos desarrollan tendientes a ampliar los márgenes de las intervenciones sociales del Estado. Se hace evidente a partir de los planteos sintetizados arriba, cómo la discusión entre la aparente distinción y/o separación entre estructura y acción o estructura y sujeto dentro de la perspectiva marxista, se encuentra saldada a partir de la incorporación de la noción “cuestión social”, en tanto la misma expresa la relación dialéctica entre ambas categorías, 7 Por cuestiones de espacio no podemos desarrollar las implicancias de las características que adquieren en la actualidad las clases sociales fundamentales. Consideramos oportuno mencionar sucintamente los planteos teóricos desarrollados por el sociólogo brasileño Antunes (2005), quien aceptando el análisis marxista de la existencia de clases sociales antagónicas: burguesía y proletariado, realiza un fructífero trabajo para descifrar la fragmentación, heterogeneidad y complejidad que adquiere la clase trabajadora en la actualidad, no sólo en lo que refiere a las condiciones objetivas de los sujetos sino también sobre la relación de las mismas con la subjetividad, el modo de pensar de los distintas fuerzas sociales. Dicho autor utiliza la expresión clase-que-vive- del-trabajo, englobando tanto trabajadores productivos, como a los trabajadores improductivos, y trabajadores precarizados, part time, a los asalariados de la economía informal (trabajadores asalariados no registrados, trabajadores por cuenta propia que prestan servicios diversos), como así también a los trabajadores desempleados, expulsados del proceso productivo y del mercado de trabajo. 23
  • 24. pues, como se dijo, además de las condiciones objetivas de vida de la clase-que-vive-del-trabajo, se incorpora el accionar de sujetos situados estratégicamente asumiendo papeles políticos fundamentales en la transformación de necesidades sociales en cuestiones. Se hace necesario analizar, en situaciones concretas, los limites y posibilidades de dichos sujetos de constituirse en fuerzas sociales, con poder de presión efectivo para incluir en la agenda pública determinados problemas sociales y sus posibles soluciones (Pereyra, 2003). En relación con las implicancias de incluir la noción de “cuestión social” en el análisis de procesos sociales, se remite a las formas de reconocimiento e inclusión de la misma en la agenda pública. Sintéticamente, se puede afirmar que en el transcurso del siglo XX el capitalismo demanda al Estado una modalidad de intervención que asegure los lucros de los monopolios, donde la preservación y control de la fuerza de trabajo ocupada y excedente adquiere especial relevancia. (Netto, 1997) La legitimación política se alcanza mediante la institucionalización de derechos y garantías sociales y civiles. De este modo, en el capitalismo la política social, entendida como intervención gubernamental en las relaciones sociales, aparece con las movilizaciones obreras desarrolladas en el siglo XIX, donde el Estado asume algunas reivindicaciones y las institucionaliza como derechos sociales (Vieira, 1999). De este modo, históricamente, las secuelas de la “cuestión social” se tornan objeto de la intervención del Estado, favoreciendo la implementación continua de políticas sociales específicas. Si bien, este no es el espacio para analizar las características que adquiere la intervención estatal sobre las secuelas de la “cuestión social” brevemente podemos sostener que en dicha intervención se produce una fragmentación y parcialización de la misma, por lo que se hacen necesarios tantos tipos de políticas sociales como problemáticas sociales se hubiesen reconocido a partir de los resultados históricos y concretos de las luchas sociales (Netto, 1997, Montaño, 1999). No reconociendo las implicancias de la “cuestión social” se reconocen sus refracciones, es decir a fin de negar la contradicción capital/trabajo y los conflictos de ella derivada, los problemas sociales son presentados ajenos a la misma (Netto, 1997). El problema social, visibilizado en su aspecto fenosituacional, inmediato, es reconocido a la par de que se niegan las mediaciones que lo remiten a la contradicción estructural. Al respecto, Oliva, retomando a Netto, sostiene que …lo que se nos presenta no es directamente la ‘cuestión social’ sino sus refracciones, dado que en forma abstracta se recortan segmentos de la vida 24
  • 25. social para intervenir sobre ellos, como si eso nada tuviera que ver con la relación capital-trabajo (Oliva, 2007b: 166). A partir de incluir a la ‘cuestión social’ como un elemento a ser considerado al momento de explicar e intervenir en el marco de los procesos planificación social, el desafío consiste en realizar en camino de reconstrucción que permita reconocer que esa situación que se presenta aislada, como un fragmento de la realidad, constituye en su esencia una refracción de las contradicciones sociales, de las cuales adquiere significado y relevancia. Poder desentrañar las particularidades de un problema social implica ubicarlo como parte de la totalidad en la cual se inscribe y recuperar el proceso histórico de su constitución, lo cual exige identificar las mediaciones que llevan a explicarlo en relación con las particularidades socio-históricas de la “cuestión social”. Se debe procurar superar la mera enunciación de los factores causales, en tanto los mismos adquieren significado a partir de la ubicación de las condiciones objetivas y subjetivas de los sujetos involucrados en los problemas sociales. Así, una explicación situacional debe ser capaz de articular los factores causales objetivos que dan origen al problema social, las apropiaciones subjetivas que realizan los sujetos involucrados, como así también la acción que realizaron en el proceso analizado, las cuales son tensionadas por un continuum de transformación-reproducción. Es así que cualquier reflexión que procure recuperar las particularidades de situaciones concretas haciendo referencia a los grupos específicos que son atravesados por problemas sociales, debe incluir las mediaciones de las tendencias generales o universalidad/generalidad (Pontes, 2003; Lukács, 1966) que le otorgan significado. No sólo conlleva a recuperar las dimensiones objetivas que caracterizan a un grupo social como parte de la clase-que-vive-del-trabajo, sino también el impacto que tal ubicación tiene en la subjetividad, representaciones de los sujetos, pues en términos de abordaje de totalidad, la singularidad del/los individuo/s sólo es posible reconstruirla dentro de las determinaciones particulares de su época (Lessa, 2000b). En la definición de un problema social aparecen involucrados distintos individuos o grupos sociales posicionados de acuerdo a sus intereses y alianzas particulares. Tales actores, ya sean aquellos afectados por el problema de manera directa como otros vinculados a organizaciones sociales estatales y no estatales, representan intereses y poseen visiones construidas históricamente. Centrándonos en las visiones que sobre el problema social puedan tener las personas afectadas por el mismo, se requiere reconstruir la 25
  • 26. subjetividad, en tanto valores e idearios que pautan sus acciones, ya sea como clase o a través de sus distintas mediaciones (sindicatos, partidos, organizaciones, etc.), repercutiendo en la vida cotidiana de los sujetos, las formas de relacionarse entre si y las visiones que construyen de si mismos y de su entorno. Por ello, se hace necesario avanzar en la problematización de las visiones, apreciaciones que los sujetos tienen con respecto al problema social, en tanto la subjetividad de constituye en un elemento de la explicación situacional. En términos generales, avanzar en el análisis de la subjetividad siendo coherentes con los puntos anteriores, implica pensarla en relación directa con las relaciones de producción y la inserción de los sujetos en las distintas clases sociales existentes. Siguiendo a Lukács, Infranca (2005) sostiene que en el capitalismo el ser social, al tener que vender su fuerza de trabajo a fin de poder reproducirse cotidianamente, aparece dominado en su esencia por la forma fetichista de la mercancía, que no sólo transforma al sujeto en cosa, sino que modifica todo el proceso de reproducción social. El proceso de reificación, por el cual el hombre se transforma en cosa, ocupa aspectos de la vida cotidiana en general, y, por extensión, las relaciones entre las personas adquieren el carácter de cosas con leyes propias (Lukács, 1985). Por ello, es posible sostener que dentro del sistema capitalista contemporáneo los procesos de alienación y de reificación, repercuten directamente sobre las visiones y representaciones que poseen los trabajadores acerca de sí mismos y su entorno inmediato. Es por eso, que en algunas situaciones los problemas sociales son aprehendidos en su inmediatez y superficialidad, no pudiendo captarse la procesualidad que los caracteriza, llegando a la construcción de una visión ahistórica y naturalizada de los mismos (Cf. Lessa, 2000b; Guerra, 2003 y 2007). Síntesis: los aspectos objetivos y subjetivos de los problemas sociales A partir de los planteos teóricos que se desarrollaron precedentemente, es necesario avanzar en la explicitación de estrategias metodológicas que viabilicen el desarrollo de la explicación situacional de los problemas sociales. Los temores de caer en esquemas rígidos no deben impedir tal punto, en tanto la reconstrucción analítica de los procesos sociales y, por ende, la identificación de las mediaciones debe partir de la negación de la inmediatez a través de sucesivas aproximaciones a la realidad concreta. (Pontes, 2003). Para ello, se deben recuperar los antecedentes metodológicos que han permitido realizar tales 26
  • 27. aproximaciones, no como directrices dogmáticas de acceso a la realidad, sino a fin de contrastar tanto los conocimientos como las estrategias metodológicas con nuevas situaciones sociales8. En principio, cabe precisar que las posturas adoptadas anteriormente llevan a la necesidad de realizar una explicación situacional que sea capaz de articular las interrelaciones entre los aspectos objetivos y subjetivos que adquieren visibilidad como problema social pudiendo identificar las mediaciones con los factores causales, en tanto manifestación refractada de la “cuestión social”. Sin embargo, en la continuidad del trabajo es necesario realizar dos aclaraciones, la primera lleva a establecer advertencias para evitar los riesgos de caer en un reduccionismo subjetivo al momento de explicar los problemas sociales, mientras que la segunda remite a problematizar y contextualizar tal dimensión subjetiva. La explicitación y profundización de tales aclaraciones, constituyen los puntos centrales que se desarrollarán para cerrar el presente texto. Frente a una constante subjetivización de los procesos sociales, que muchas veces vienen aparejados de la psicologización de los problemas sociales, siendo tratados desde premisas morales (Netto, 1997), se requiere recalcar la jerarquía que adquieren las dimensiones objetivas de la realidad como estructuradoras de los problemas sociales. En este punto si bien se acepta la definición de estos últimos como una brecha entre una realidad y un valor o deseo de cómo debe ser esa realidad para un observador, no se debe caer en el equivoco de subjetivizar en su totalidad tal brecha. Además, elementos como los deseos, los valores, las normas, deben ser escudriñados y analizados socio-históricamente a fin de no caer en un análisis inmediato del fenómeno. Tal planteo lleva a interrogarnos sobre las manifestaciones objetivas que permiten que un aspecto de la realidad pueda ser considerado como problema, en tanto se parte de aceptar que la realidad tiene una objetividad propia, distinta de la conciencia, de la subjetividad. (Lessa, 2000b) El análisis histórico y en perspectiva de totalidad implica el conocimiento de los factores causales tanto para comprender el problema en la actualidad como la interrelación entre tales factores. Técnicas como el flujograma situacional, el árbol de problemas o el 8 Al respecto Lessa expresa claramente que “cuando iniciamos (una) investigación de algo desconocido, jamás podemos tener certeza a priori de cuáles procedimientos investigativos (por lo tanto, de cuál método) se revelarán como los más adecuados para conocerlo. Con base en lo que ya conocemos, con base en las experiencias con objetos que nos parecen semejantes, etc., podemos hacer previsiones y anticipaciones de cuál probablemente será el método más adecuado.” (Lessa, 2000b: 202) 27
  • 28. diagrama causa-efecto son de gran utilidad para esta tarea en tanto permiten sistematizar las causalidades que son posible captar en torno a un problema. Este punto ha sido el más trabajado en la bibliografía sobre la Planificación Social, por lo que sólo brevemente incluiremos aquellos puntos que se consideran centrales y necesarios. En un primer lugar se trata de poder captar las manifestaciones del problema en la actualidad, lo cual lleva a determinar lo que generalmente se denomina línea base, la cual consiste construir indicadores que posibiliten conocer cuál es el grado de desarrollo del problema social que se abordará. Por otro lado, es necesario poder identificar las causas que explican el problema, las cuales encuentran su origen en las características que adquiere la “cuestión social” en un momento particular, por lo cual se pueden llamar factores o causas estructurales. Las mismas a través de procesos y mediaciones determinan o condicionan causas indirectas o directas (Novakovsky y Chaves, 1999). La valoración de determinadas causas como directas, indirectas o estructurales remite a discusiones teóricas, políticas y vivenciales, por lo cual en su ubicación en uno u otro plano adquiere relevancia la lógica situacional de aprehensión de las visiones construidas en torno a un determinado problema social. Para finalizar cabe recalcar que claramente hemos intentado dejar marcada la necesidad de incluir los aspectos subjetivos de la realidad al momento de explicar los problemas sociales, lo cual lleva a reflexionar sobre los distintos actores sociales que coexisten, con visiones e intereses diferentes, muchas veces antagónicos, en todas las situaciones. Sin embargo, sin ánimo de caer en una hegemonía académica al momento de explicar la realidad, consideramos que en la práctica del Trabajo Social, el profesional se incorpora como actor a tales situaciones con sus propios recursos (Oliva, 2007a), es decir, intereses, visiones y marcos teórico-metodológicos específicos a partir de su inserción en la división social y técnica del trabajo y la adscripción a un proyecto profesional particular. Por ello, su explicación situacional debe dar cuenta de esas competencias aprehendidas, principalmente en lo que respecta a cuestiones metodológicas, posibilitando la realización de explicaciones que superen, principalmente, la inmediatez de los fenómenos sociales. Una de las premisas que es necesario incorporar al momento de explicar la realidad, es la de poder reconstruir los aspectos subjetivos de la realidad en términos de comprensión activa (Bajtín, M. 1997), lo cual implica proceder introduciendo el objeto de estudio en totalidades siempre más amplias, a partir de la totalidad de la forma ideológica con la que se vincula, y sin perder de vista el proceso global de reproducción social al que 28
  • 29. dicha forma ideológica pertenece, como forma de la comunicación social, como forma de signos (Ponzio, 1999). Considerando que la vida cotidiana9 es el espacio donde el individuo y la sociedad mantienen una relación espontánea, pragmática, sin crítica, Barroco (2004) manifiesta que el ‘nosotros’ es como aquél por el cual el ‘yo’ existe, o sea, a través de una identificación inmediata. De este modo, la autora considera que la cotidianidad es el campo privilegiado de la reproducción de la alienación, en donde se produce la repetición acrítica de los valores, pues el pensamiento cotidiano se fundamenta en juicios provisionales, por la unidad inmediata entre el pensamiento y la acción. Es entonces, el espacio en el cual la reproducción social se realiza a través de los individuos, espacio donde la aprehensión de la realidad comienza y acaba en su conocimiento inmediato, por lo cual permite visualizar una representación caótica de la misma, sin necesidad de construir mediaciones (Lessa, 2000). Consecuentemente, se sostiene que en la vida cotidiana la aprehensión que los individuos realicen de los problemas sociales que los afectan se encontrará tensionada por las distintas visiones que coexistan en la sociedad, las cuales, sin caer en esquematismos se presentan como un continuum de naturalización-problematización. Así, afirmando la impronta situacional de las explicaciones que se realizan es necesario incluir las visiones que los distintos actores poseen sobre el problema, debiendo identificar la vinculación tanto con los aspectos objetivos del problema social como con las visiones que la sociedad en la cual se insertan ha construido en relación al mismo. La importancia de incorporar tal dimensión se encuentra fundamentada por la interrelación con el momento normativo y estratégico, es decir con la definición de los objetivos y estrategias para alcanzarlos, pues la identificación de visiones naturalizadas de los problemas sociales interpela al profesional en el establecimiento de estrategias que posibiliten en un primer momento una problematización conjunta de los mismos. De esta manera es posible avanzar en una explicación que se adentre en los factores causales y niegue/supere los procesos de reificación y alienación que en las relaciones capitalistas atraviesan la vida cotidiana de los sujetos (Infranca, 2005; Lukács, 1985; Heller, 1977), en tanto la propia vida cotidiana a partir de los conflictos y contradicciones que la caracterizan, permiten a los individuos y grupos sociales, preguntarse el por qué de sus características, sobre las causas de los procesos sociales que los involucran, tanto 9 Las implicancias de esta categoría escapa a las posibilidades analíticas de este trabajo. Para ampliar véase Guerra, 2007; Barroco, 2004; Lessa, 2000; Heller, 1977; Gonzaga Mattos Monteiro, 1995. 29
  • 30. individual como colectivamente y en algunos casos plantearse posibilidades de ruptura, de problematización y reconstrucción de las visiones elaboradas hasta entonces. Es a partir de conocer el grado de problematización de las situaciones sociales que atraviesan a las personas, las posiciones asumidas en torno a los mismos, que se abre la posibilidad de encaminar procesos de planificación viables, en tanto recuperan la dimensión política en estrecha relación con las condiciones de vida de los sujetos. Bibliografía Allardt, E. “Tener, amar, ser: una alternativa al modelo sueco de investigación sobre el bienestar”; en La calidad de vida; Nussbaum, M. y A. Sen. FCE, México, 1996. Antunes, R. ¿Adiós al Trabajo?, Ensayo sobre las metamorfosis y la centralidad del mundo del trabajo. Cortez Editora, São Paulo, 2001. Antunes, R. Los sentidos del Trabajo. Ensayo sobre la afirmación y la negación del trabajo. Taller de Estudios Laborales–Herramientas Ediciones, Bs. As., 2005. Bajtín, M. “El problema de los géneros discursivos”; en: Estética de la Creación Verbal. Siglo XXI editores, Buenos Aires, 1997. Barroco, M. L. Ética y Servicio Social: Fundamentos Ontológicos. Cortez Editora, São 30 Paulo, 2004. Di Cione, Vicente. Formulación y evaluación de proyectos de acción social. “CUADERNOS”, Serie Aportes, Departamento de Trabajo social, FCH-UNICEN, Tandil, 1991. Fritsch, R. Planeamiento estratégico: instrumental para la intervención del Servicio Social? Em: Revista Serviço Social & Sociedade. Nº 52, Año XVII. Cortez Editora, São Paulo, 1996. Gonzaga Mattos Monteiro, L. Neomarxismo: individuo e subjetividade. EDUC–Editora da PUC-SP, São Paulo, 1995. Grassi, E. 2003. Políticas y problemas sociales en la sociedad neoliberal. La otra década infame. Bs. As.: Espacio Editorial. Guerra, Y. “Instrumentalidad del proceso de trabajo y Servicio Social”. En: Borgianni, Guerra y Montaño (orgs.): Servicio Social Crítico. Hacia la construcción del nuevo proyecto ético-político profesional. Cortez Editora, São Paulo, 2003. Heller, A. Sociología de la Vida Cotidiana. Ediciones Península, Barcelona, 1977. Iamamoto, M. V. Servicio Social y División del Trabajo. Cortez Editora, São Paulo, 1997.
  • 31. Infranca, A. Trabajo, Individuo, Historia. El concepto de trabajo en Lukács. Ediciones 31 Herramienta, Bs. As, 2005. Lessa, S. Lukács, ontología e método: em busca de un(a) pesquizador(a) interessado (a). En: Praia Vermelha. Estudos de Política e Teoria Social. Volumen 1, Nº 2. PPGESS-UFRJ, Río de Janeiro, 1999. Lessa, S. O processo de produção social: trabalho e sociabilidade. Capacitação em Serviço Social e Política Social; Módulo 2: Crise Contemporânea, Questão Social e Serviço Social. CEAD, Brasilia, 2000. Lessa, S. “Lukács: El método y su fundamento ontológico”; en: Borgianni, E. y Montaño, C. Metodología y Servicio Social. Hoy en debate. Cortez Editora, São Paulo, 2000b. Lukács, G. “La Categoría de la Particularidad”; en Estética. Grijabo, Barcelona, 1966. Martinic, S. Evaluación de Proyectos. Conceptos y herramientas para el aprendizaje. COMEXANI-CEJUV, México, 1997. Matus, C. Planificación de Situaciones. Fondo de Cultura Económica, México, 1980. Matus, C. Planificación, libertad y conflicto. IVEPLAN, Venezuela, 1985. Matus, C. Adiós señor presidente. Planificación, Antiplanificación y Gobierno. POMAIRE, Venezuela, 1987. Matus, C. “El Plan como apuesta”; en VVAA: Crisis del Estado y del planeamiento. Revista de la Fundación SEADE, Brasil, 1991. Matus, C. “Fundamentos de la Planificación Situacional”; en Uribe Rivera, F. J. (Org.). Planeamiento y Programación en Salud. Un enfoque estratégico. Cortez Editora, São Paulo, 1992. Montaño, C.: “El debate metodológico de los ‘80/’90. El enfoque ontológico versus el abordaje epistemológico.” En: Montaño, C. y Borgianni (Orgs.), E.: Metodología y Servicio Social. Hoy en debate. Cortez Editora, São Paulo, 1997. Netto, J. P. Capitalismo Monopolista y Servicio Social. Cortez Editora, São Paulo, 1997. Netto, J. P. “El Servicio Social y la tradición marxista”. En: Borgianni, Guerra y Montaño (orgs.): Servicio Social Crítico. Hacia la construcción del nuevo proyecto ético-político profesional. Cortez Editora, São Paulo, 2003a. Netto, J. P. “Cinco notas a propósito de la “Cuestión Social”. En: Borgianni, Guerra y Montaño (orgs.): Servicio Social Crítico. Hacia la construcción del nuevo proyecto ético-político profesional. Cortez Editora, São Paulo, 2003b.
  • 32. Novakovsky, I. y P. Chaves (coords.). Gestión integral de programas sociales orientada a resultados. Manual metodológico para la Planificación y Evaluación de Programas Sociales. SIEMPRO/UNESCO/FCE, Brasil, 1999. Oliva, A. A. Los recursos en la intervención profesional del Trabajo Social. Ediciones 32 Cooperativas, Bs. As., 2007a. Oliva, A. A. Trabajo Social y lucha de clases. Análisis histórico de las modalidades de intervención en Argentina. Imago Mundi, Bs. As, 2007b. Pereyra, P. A. P. “La política social en el contexto de la seguridad social y del Welfare State: la particularidad de la asistencia social” En: Borgianni E. y Montaño, C.: La Política Social Hoy. Cortez Editora, São Paulo, 1999. Pereyra, P. A. P. “Cuestión Social, Servicio Social y Derechos de Ciudadanía”. En: Borgianni, Guerra y Montaño (orgs.): Servicio Social Crítico. Hacia la construcción del nuevo proyecto ético-político profesional. Cortez Editora, São Paulo, 2003. Pichardo Muñiz, A. Planificación y programación social. Humanitas, Bs. As, 1993. Robirosa, M., et .al. Turbulencia y planificación social. UNICEF/Siglo XXI, Bs. As., 1990. Rovere, Mario. R. Planificación estratégica de recursos humanos en salud. OPS., Washington, 2006. Rozas, M. La Intervención Profesional en relación con la Cuestión Social. El caso del Trabajo Social. Espacio Editorial, Bs. As., 2001. Veras Baptista, Miriam. Planeamiento Social. Intencionalidad e instrumentación. Veras Editora, São Paulo, 2002. Vieira, E. “Política Social, política económica y método”. En: Borgianni E. y Montaño, C.: La Política Social Hoy. Cortez Editora, São Paulo, 1999.
  • 33. LA OBSERVACIÓN EN LA PRÁCTICA PROFESIONAL DEL TRABAJADOR SOCIAL 33 Liliana B. Madrid Introducción El presente capítulo tiene la intención de involucrar a los estudiantes de trabajo social en los aspectos constitutivos de la observación en la intervención profesional del Trabajo Social. Se estima importante lograr que alumnos y alumnas consideren que la observación es una práctica que puede estar orientada por fines diferentes: investigación-docencia (producción de conocimiento), intervención profesional (asistencia, gestión, educación) o pre-profesionales (prácticas de formación académica). El objetivo es realizar un aporte con el fin de superar cierto uso “mecánico” de la observación, para avanzar hacia una práctica profesional en la cual la dimensión instrumental no quede aislada o desvinculada de las concepciones teóricas, ontológicas y las opciones políticas. En este sentido, tal como se ha planteado en el capitulo anterior, demanda adherir a la perspectiva ontológica donde las preocupaciones metodológicas son determinadas a posteriori del objeto concreto (Montaño, 2000)10. Es necesario señalar que la observación es una práctica que, junto con otras tácticas permite, a través de las sucesivas aproximaciones que el profesional realiza al objeto, reconstruir las manifestaciones de la “cuestión social” en la vida cotidiana de las personas. Implica superar el apriorismo metodológico y recuperar los aportes desarrollados en los procesos de reconstrucción de la realidad a fin de contrastarlos nuevamente con la misma, permitiendo el avance y síntesis en el desvelamiento de los procesos sociales. Se considera que la observación no es técnica porque no existe control del objeto al cual aplicar métodos y técnicas sino que se cuenta con conocimientos teóricos e informativos que permiten intervenir, planteando tácticas y desarrollando estrategias. Al igual que las visitas domiciliarias que se desarrollarán en capitulo siguiente, la modalidad de observación está estrechamente vinculada a la posición ético-política, no hay posibilidad de intervención neutra11. Agnes Heller, elabora una visión sobre la vida cotidiana que —aunque sumamente compleja— permite esclarecer las vías de acceso a la identificación de las mediaciones 10 Para ampliar véase capitulo desarrollado por el Lic. Manuel Mallardi. 11 Lo expuesto fue retomado del capitulo de la Dra. Andrea Oliva.
  • 34. entre los procesos universales y particulares. La autora explica —con el fin de aproximarse a la subjetividad de los hombres en la vida cotidiana—, que los individuos desarrollan en su historia un conjunto de actividades a fin de garantizar su reproducción que constituye su vida cotidiana y, a su vez, posibilita la reproducción social. De este modo, cada hombre particular concreto se reproduce de un modo distinto que sus semejantes, aunque en el marco de su inserción en la división social del trabajo, lo que hace que dichas actividades (comer, dormir, etc.) sean idénticas sólo en planos elevadamente abstractos. Consecuentemente, la autorreproducción “…es, por consiguiente, un momento de la reproducción de la sociedad” (Heller, A. 1977: 20). La observación de las manifestaciones de la “cuestión social” El término “cuestión social” tiene una historia de aproximadamente 170 años y comenzó a ser utilizada en la tercera década del siglo XIX. Surge para dar cuenta del fenómeno del pauperismo en el que se sumergió la población trabajadora en lo que se constituye como la instauración del capitalismo en su fase industrial y competitiva. Si bien la desigualdad entre ricos y pobres se observaba anteriormente, era radicalmente nueva la dinámica de la pobreza que entonces se generalizaba. “La pobreza crecía en razón directa con el aumento de la capacidad social de producir riquezas” (Netto: 2003, 57). A partir de la segunda mitad del siglo XIX la expresión “cuestión social” se instala en el vocabulario propio del pensamiento conservador. La “cuestión social” pierde su estructura histórica determinada y es naturalizada. El enfrentamiento de sus manifestaciones es función de un programa de reformas que antes que nada preserve la propiedad privada de los medios de producción. Se desvincula cualquier medida tendiente a problematizar el orden económico social establecido: se trata de combatir las manifestaciones de la “cuestión social” sin tocar los fundamentos de la sociedad burguesa (Netto, 2003). Hoy, algunos autores hablan de la nueva “cuestión social”, pero los problemas actuales, si bien no manifiestan explícitamente los rasgos propios del proceso europeo del siglo XIX en plena revolución industrial, son producto de la misma contradicción. Lo que diferencia los problemas del siglo XIX con los actuales es el menor grado de politización de este último. “Cuestión social” no es sinónimo de la contradicción entre capital y trabajo y entre fuerzas productivas y relaciones de producción sino de conflicto político, determinado por esas contradicciones (Pereyra, 2003). 34
  • 35. 35 En este articulo se entenderá que la “Cuestión Social” debe ser aprehendida como el conjunto de las expresiones de las desigualdades de la sociedad capitalista madura, que tiene una raíz común: la producción social se hace cada vez mas colectiva, el trabajo se torna cada vez mas social, mientras que la apropiación de sus frutos se mantiene privada, monopolizada por una parte de la sociedad (Iamamoto: 2003, 41). Iamamoto (1997) aporta a esta reflexión aspectos importantes a considerar al momento de aprehender la complejidad de la intervención del trabajo social en las manifestaciones de la “cuestión social”. Destaca que pensar …la práctica profesional como socialmente determinada apenas por las fuerzas dominantes de la sociedad permitiría caer en una perspectiva “determinista”, según la cual nada nos restaría hacer. Del lado opuesto, se podría caer en una visión “heroica” de la profesión, cuando esta es entendida apenas como referida a los intereses de las clases subalternas, desvinculados de sus relaciones con el bloque de poder. En tercer lugar, al considerar la práctica profesional como producto exclusivo de sus agentes, desconociendo los condicionamientos históricos coyunturales, se corre el riesgo de caer en una perspectiva “voluntarista” de declaración de buenas intenciones, que serán subvertidas por la realidad de la práctica. Por lo tanto, aprehender el movimiento contradictorio de la práctica profesional como actividad socialmente determinada por las condiciones histórico coyunturales, reconociendo que estas son mediatizadas por las respuestas dadas por el colectivo profesional – dentro de los limites establecidos por la propia realidad- es condición básica para aprehender el perfil y las posibilidades del servicio social hoy, las nuevas perspectivas del espacio profesional. Lo que define al servicio social es la conjugación de esos factores contradictorios (Iamamoto, 1997). Margarita Rozas Pagaza (2001) entiende a la intervención como un campo problemático en la medida que se constituye en el escenario cotidiano donde se objetivan las manifestaciones de la “cuestión social” y que atraviesan la vida cotidiana de los sujetos. Este punto de partida se diferencia de posiciones que entienden a la intervención desde una perspectiva instrumentalista o de instrumentalización de técnicas. La intervención no solo es la constitución de acciones diversas y desconectadas, por el contrario debe estar fundamentada en bases teóricas y metodológicas, que superen el carácter normativo e instrumental de la misma. En esta perspectiva, el concepto de la intervención en trabajo social es la conjugación del análisis del contexto, concepto e instrumentos que tienen sentido en función de sus objetivos y fines (Rozas Pagaza, 2001: 317). La intervención profesional demanda a la observación, en tanto práctica que consiste en utilizar los sentidos para indagar fenómenos, hechos o realidades sociales, la
  • 36. posibilidad de visualizar en toda su complejidad diversas manifestaciones de la cuestión social. Si bien la observación es una práctica que todos los hombres realizan existe diferencia cuando se estructura desde el sentido común o desde un plano profesional. Generalmente suele decirse que la primera esta teñida de las subjetividades de quienes observan y también de quienes son observados, caracterizada por la ausencia de un marco teórico previo que delimite la acción de observar y que no responde a preguntas o cuestiones específicas fijadas con antelación. Por el contrario, pensar a la observación desde el plano profesional señala el acercamiento a la realidad desde una posición definida, fundamentalmente teórica. Implica una actividad deliberada y consciente, sistemática, describiendo, relacionando, sistematizando y, sobre todo, tratando de interpretar y captar significado. La observación se realiza en un marco de “desconfianza” de las propias convicciones, dudando de ver lo que se ve, contrastando incesantemente datos con datos, informantes con informantes, interpretaciones propias con ajenas. Observar en trabajo social no presupone la existencia de un área específica de intervención profesional, recortada de la totalidad social, como si los fenómenos sociales se comportaran independientemente uno de otro. La observación en la práctica profesional del trabajo social debe superar una realidad “recortada”, es decir, la construcción de un objeto específico de intervención en “lo social” excluyendo de tal objeto los determinantes económicos, culturales, políticos, etc. porque supone pertenece a otras esferas profesionales. Una práctica de estas características no superará la apariencia de los hechos y tenderá a observar los procesos sociales como “cosas” y desarticulados de una estructura más amplia. Conocer e interpretar la realidad demanda tener en cuenta las mediaciones (Guerra, 2000) y no abstraer los fenómenos de las relaciones que los engendran. Caso contrario, se desarrollará un proceso de naturalización de la realidad social segmentado en esferas autónomas y considerando los fenómenos como evolución de la naturaleza y no como construcción de los hombres, práctica considerada deshistorizada. Conocer la realidad de esta forma condiciona las respuestas y lleva a cambios parciales de la misma (Montaño, 2000). La intervención estatal en la era del monopolio soslaya los aspectos económicos e históricos propios del capitalismo, llevando la cuestión al terreno de las responsabilidades individuales. Así, los problemas sociales: 36
  • 37. Asumen un carácter compensatorio, no dirigidas a asegurar derechos universales, sino fundamentalmente como formas de regulación de la relación capital-trabajo, formas indirectas de salario (ubicadas fuera de la lógica del mercado y adquiriendo el status de beneficio o dadiva), que permitan el mantenimiento y la reproducción de la fuerza de trabajo, así como una forma de legitimación del Estado y de moralización de las clases subalternas (Parra: 1999, 89). La estigmatización de la pobreza y la marginación del pobre implican la destitución de la ciudadanía económica y el cercenamiento del derecho a la libertad sustentada sobre una concepción de la pobreza como condición de existencia del capitalismo, como un mal necesario a la sustentación del régimen (Martinelli, 1992: 97). Observar los fenómenos de la realidad social desde una racionalidad que supere la segmentación, la naturalización y la dehistorización conseguirá distanciarse de respuestas a la cuestión social que sólo se enfrentan en sus refracciones (Netto, 1997), sus manifestación puntuales y superficiales, donde las causas de fondo son ignoradas y las consecuencias observadas como causas. La cuestión social es atacada en sus refracciones, en sus secuelas aprehendidas como problemáticas cuya naturaleza totalizante, si es asumida consecuentemente, impediría la intervención. De ahí surge la categorización de los problemas sociales y de sus vulnerabilizados, no solo con la consecuente priorización de las acciones sino sobretodo con la atomización de las demandas y la competencia entre las categorías demandantes (Netto: 1997, 22). El trabajador social utiliza la observación en su práctica cotidiana, en el desarrollo de entrevistas, visitas domiciliarias o la confección de informes sociales, fortaleciendo el proceso de intervención y permitiendo el acceso a la información que los observados o el contexto inmediato tal vez no expresan de manera directa. Esto implica que el desarrollo de la observación en el ámbito profesional del trabajo social, para alcanzar el propósito de su utilización, demanda un trabajo de orientación (objetivos), planificación, marco teórico de referencia y exposición a criterios de veracidad, objetividad, fiabilidad y precisión. Este proceso que envuelve a la observación pretende examinar a la realidad tal como ocurre sin ningún tipo de interferencias, modificación o manipulación. Lo señalado anteriormente demanda tener presente que quien observa es un actor social. En ese sentido es necesario discutir la idea del observador como sujeto social e involucra reflexionar acerca del posicionamiento que asume y en consecuencia las definiciones que realiza. 37