Este documento discute la fotografía como una metáfora de la vida psíquica y un instrumento para la asimilación simbólica del mundo. Explica que la fotografía permite introyectar experiencias a través de imágenes, y participa en procesos de simbolización sensorial, afectiva y motriz. También describe varios imaginarios asociados con la fotografía, incluyendo la fijación y asimilación del mundo, la huella frente a la simple marca, y la captura del tiempo frente a su interrupción.