MAPA MENTAL DE GESTION FINANCIERA PARA CORRECTO MANEJO DE EMPRESAS
Mirando el futuro desde Colombia
1. MIRANDO AL FUTURO DESDE COLOMBIA
Por
Eric Vivoni Aristizábal
MARZO DEL 2010
Basado en el libro Los Desafíos de la Gerencia del Siglo XXI del autor Peter
F. Drucker, esbozaré de una manera simple, como el Gobierno Colombiano
ha enfrentado el reto de establecer una visión para Colombia de cara al año
2019.
El futuro es el tiempo por venir. Tradicionalmente el tiempo se describe
como la “magnitud física con la que medimos la duración o separación de
acontecimientos sujetos a cambio”1
. Profundizando un poco en la definición
anterior, podemos inferir entonces que al ser el tiempo continuo, el cambio
también lo es y fluye incansablemente al igual que el tiempo. Aristóteles
expresaba que la naturaleza esta compuesta por sustancias que se hayan en
constante movimiento y cambio, lo anterior nos lleva a pensar que el cambio
es algo natural, sin embargo encontramos frases tales como: “El cambio
atropella el cambio”2
que comunican de manera fuerte y clara que el cambio,
a pesar de ser algo natural, no es domesticable.
1
http://es.wikipedia.org/wiki/Tiempo 2010-03-07
2
SENGE, Peter. Autor del libro “La Quinta Disciplina”.
2. Podemos igualmente decir que: el pasado ya no existe, el presente es un
instante y el futuro esta por llegar. La certeza que el futuro llegará, es algo
que es independiente a nuestro querer. El futuro es inevitable.
El futuro entonces es el gran desafío para las Gerencias, tanto públicas como
privadas; el reto de los Gerentes es llevar a sus organizaciones a través de la
línea del tiempo aprendiendo del pasado, actuando en el presente y
moldeando su futuro.
Moldear el futuro de una organización o país, implica necesariamente
cuestionar los viejos paradigmas y crear unos nuevos que sirvan de base
para aprovechar las oportunidades que el cambio genera. Esto fue lo que
precisamente el Gobierno Nacional de Colombia pretendió hacer con la
publicación del documento “Visión Colombia II Centenario”, que propone una
visión de Colombia para el año 2019, fecha en la cual se celebrarán los 200
años de vida republicana.
Esta visión plantea unas metas ambiciosas en diferentes campos, metas que
nos hacen trascender lo cotidiano, metas que lleven a la nación a tener un
mejor país en términos de competitividad, igualdad de oportunidades,
pluralismo y calidad de vida. Tener una visión a mediano o largo plazo nos
lleva a asumir el compromiso que como ciudadanos tenemos frente a la
construcción de esa nueva patria; a trazar una ruta a seguir; a superar los
Planes de Gobierno cortoplacistas y preferir trabajar en Planes de Estado o
mejor aún, en Planes Nacionales. Planes estos que deben estar por encima
de intereses mezquinos, donde el bien general este por encima del bien
particular. La Visión entonces será el hilo conductor al que deben llegar los
Planes de Gobierno y de esta forma superar el cortoplacismo.
3. Colombia no puede seguir siendo arrollada por el cambio, por el contrario,
debemos como nación moldear nuestro futuro, sacar provecho de nuestras
ventajas comparativas y crear las ventajes competitivas que nos ayuden a
lograr las dos grandes metas de Colombia para el año 2019, como son el
consolidar el modelo político democrático y afianzar el modelo
socioeconómico que garantice la igualdad de oportunidades. Estas metas
parecen ambiciosas, pero así deben ser, metas que nos reten, nos exijan,
que nos hagan pensar creativamente para hallar el cómo vamos a lograrlo,
porque algo es claro, una visión sin acción no sirve de nada.
Colombia ha sufrido lo que podemos llamar la maldición de la abundancia.
Desde los primeros años de educación todo colombiano ha escuchado que
tenemos una gran riqueza de recursos naturales, variedad de climas, dos
océanos, una posición geoestratégica envidiable, entre otras ventajas
comparativas, pero estas en vez de servir de base para desarrollar ventajas
competitivas y catapultarnos al desarrollo, nos ha mantenido en la zona de
comodidad y seguimos aportándole al mundo bienes y servicios de muy poco
valor agregado. ¿Acaso sobreviviremos en un futuro basando nuestra
competitividad en una mano de obra barata? ¿Exportando productos como el
banano o el café sin ningún proceso de valor añadido? ¿Qué pasará cuando
ya no tengamos más carbón o petróleo para exportar? Son preguntas que
nos deben llevar a una seria reflexión, no solo por parte del gobierno,
también por parte de las universidades y la industria.
Colombia debe encarar el futuro con un mayor nivel de competitividad, que le
de herramientas para enfrentar un mundo que será cada día más diferente al
que conocemos hoy. Un mundo en el cual fenómenos demográficos, de
4. naturaleza social, cambiarán el mercado externo que Colombia esta obligada
a ganar. No es necesario acudir a una pitonisa para predecir el futuro del
mercado que es al fin al cabo, el futuro del individuo consumidor, sólo es
necesario ver las tendencias y hacer lectura de los fenómenos
predominantes:
Una población envejecida en los países desarrollados debido a una
mayor esperanza de vida y una reducción de la natalidad.
Una mayor distribución del ingreso, lo que lleva a cambios en la
tendencia de gastos.
Los trabajadores del conocimiento harán que se redefina la
evaluación de desempeño.
Estaremos enfrentados a la competitividad global, lo cual trae tanto
amenazas como oportunidades.
Las fuerzas económicas estarán por encima del fraccionamiento
político.
La adecuada lectura de los fenómenos anteriores presupone que hay un
“buen lector”, un líder del cambio. Cómo lo afirma Peter Drucker, el cambio
no se puede administrar, simplemente hay que mantenerse delante de él y
para eso hay que estar atentos a las señales de cambio. Si prevemos el
cambio, si creamos un sistema que favorezca el cambio, que lo estimule;
estaremos creando oportunidades de mejora y por consiguiente el cambio
será nuestro mejor aliado para el desarrollo como país. He ahí la importancia
de crear una visión de país, porque podremos enfrentar el cambio de manera
controlada, sin caer en la trampa de tomar el primer camino que aparezca al
frente nuestro debido al cambio; podremos entonces modelar el futuro que
5. queremos como nación, porque cada paso que demos hacía el futuro abrirá
cientos de caminos y la Visión será nuestra brújula para tomar el correcto.
Los líderes de cambio deben estar presentes en el conocido triángulo de
competitividad: Estado – Universidad – Empresa. Si alguno de estos tres
elementos queda rezagado, el futuro vendrá para recordarnos que no leímos
sus mensajes y nos cobrará un elevado costo por la falta de visión.
La Visión de la Colombia del año 2019, nos lleva a pensar en la gran
responsabilidad que tenemos los líderes políticos, académicos y
empresariales; responsabilidad que pasa por el hecho de primero
administrarnos a nosotros mismo. La administración de uno mismo es el
tema más interesante que puede alguien desarrollar, porque finalmente la
sociedad esta conformada por individuos y si hay una buena
autoadministración del individuo para potencializar sus fortalezas, estaremos
finalmente potencializando a la sociedad entera.
Podemos resumir entonces que el futuro implícitamente tiene algún grado de
incertidumbre, pero podemos moldearlo a través de una visión que
amalgame los esfuerzos individuales de una sociedad y que genere los
paradigmas necesarios para estar siempre delante de él.