2. OFRENDA PARA EL SANTUARIO Cada príncipe ofrendaba un buey, y cada dos príncipes un carro. MERARITAS GERSONITAS Recibieron dos carros y cuatro bueyes para poder transportar las cortinas y las cubiertas del Santuario con sus cuerdas. Recibieron cuatro carros y ocho bueyes para poder transportar las tablas, barras, columnas y bases del Santuario. No recibieron ni carros ni bueyes porque tenían que transportar el mobiliario del Santuario sobre sus hombros. COATITAS
3. OFRENDA PARA EL SANTUARIO Dios se preocupó por su pueblo y quiso facilitar la obra de los levitas dándoles los medios de transportes adecuados para el traslado del Santuario (carros cubiertos y bueyes) Al recibirlos como ofrenda, estos carros y bueyes eran santos y podían ser usados para el trabajo sagrado. Debemos tener cuidado con la forma en que usamos lo que ha sido consagrado o dedicado a Dios para no dar un uso común a las cosas santas. ¿Por qué se tenían que ofrendar carros y bueyes para el transporte del santuario?
4. EL ATRIO EXTERIOR Ofrenda de dedicación del altar de los holocaustos Cada jefe de tribu traía: Una fuente de 1’5 kg. de plata lleno de flor de harina amasada con aceite. Un tazón de 800 gr. de plata lleno de flor de harina amasada con aceite. Una bandeja de oro de 110 gr. llena de incienso. Para holocausto: 1 novillo, 1 carnero y 1 cordero de un año. Para expiación: 1 macho cabrío. Para sacrificio de paz: 2 bueyes, 5 carneros, 5 machos cabríos y 5 corderos de un año.
5. EL ATRIO EXTERIOR Ofrenda de dedicación del altar de los holocaustos Cada tribu, fuese grande o pequeña, ofrecía lo mismo. Todos somos iguales ante Dios. El altar representaba el sacrificio de Cristo, el único medio de salvación para todo pecador.
6. EL LUGAR SANTO Jesús, intercesor de nuestras oraciones Jesús, el pan de vida Jesús, la luz del mundo
7. EL LUGAR SANTO Sus ramales estaban decorados con “copas” en forma de almendras, con “manzanas” o capiteles que, al parecer de algunos eruditos, podrían ser como granadas, y con “flores”. Una por una, las lámparas del candelero eran atendidas cada noche al ponerse el sol, y nuevamente a la mañana. Nunca quedaban todas apagadas a la vez. Según la representación del candelero en el arco de Tito, y de acuerdo con lo que dice Josefo (Antigüedades iii, 6.7), el “candelero” tenía una columna central de la cual se desprendían hacia arriba tres pares de ramales que alcanzaban hasta un mismo nivel. No se dan las dimensiones del candelero, pero estaba hecho de oro macizo.
8. EL LUGAR SANTO EL CANDELABRO, SÍMBOLO DEL ESPÍRITU SANTO “Estos son los siete ojos [espíritus] del SEÑOR, que recorren toda la tierra” (Zacarías, 4: 10 y Apocalipsis, 5: 6)
9. EL LUGAR SANTÍSIMO El trono de Dios. Jesús, nuestro mediador en el Juicio Investigador.
10. El arca del Testimonio era una caja de 1’10 m. de largo, 70 cm. de ancho y 70 cm. de alto recubierta de oro puro por dentro, con una moldura de oro alrededor. En su interior contenía el “Testimonio” (las dos tablas de la Ley escritas con el dedo de Dios) EL LUGAR SANTÍSIMO Su tapa, llamada “propiciatorio”, tenía en sus dos extremos dos querubines de oro labrados a martillo que formaban una sola pieza con el propiciatorio. Cada querubín cubría su cuerpo con un ala y la otra la extendía hasta tocar el ala del otro querubín. Estaban uno frente al otro y miraban al propiciatorio, donde se manifestaba la presencia de dios (la “Shekinah”)
11. EL LUGAR SANTÍSIMO Al igual que Dios se comunicaba con Moisés en el Lugar Santísimo desde la Shekinah, nosotros podemos llegar hasta Su trono ─a través de Jesucristo─ para hablar con Dios y, especialmente, oír su voz. “Así que, hermanos, mediante la sangre de Jesús, tenemos plena libertad para entrar en el Lugar Santísimo, por el camino nuevo y vivo que Él nos ha abierto a través de la cortina, es decir, a través de su cuerpo; y tenemos además un gran sacerdote al frente de la familia de Dios. Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura” Hebreos, 10: 19-22 NVI
12. Después de dedicar los utensilios, consagraron a las personas que debían ayudar a ministrar con estos objetos. LA CONSAGRACIÓN DE LOS AYUDANTES DEL SANTUARIO
13. LA CONSAGRACIÓN DE LOS AYUDANTES DEL SANTUARIO De esta forma consagraron a los levitas para las tareas del santuario:
14. LA CONSAGRACIÓN DE LOS AYUDANTES DEL SANTUARIO “De todos los israelitas, ellos me pertenecen por completo; son mi regalo especial. Los he apartado para mí en lugar de todos los primogénitos de Israel… y se los he entregado a Aarón y a sus hijos como un regalo. Los levitas ministrarán en la Tienda de Reunión a favor de los israelitas, y harán propiciación por ellos, para que no sufran una desgracia al acercarse al Santuario” Números, 8: 16, 19 NVI Los levitas fueron una ofrenda viviente. Hacían reconciliación por el pueblo, ayudaban a proteger a los hijos de Israel de la ira divina que afrontarían si se acercaban al santuario. Hoy en día, consagramos también por la imposición de manos a los responsables de la conservación física y espiritual de la iglesia: pastores, ancianos y diáconos.