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    VOL. 27 - 2006                                  REVISTA DEL CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS OFICIALES DE PSICÓLOGOS
    MAYO - AGOSTO




                              PAPELES DEL
               PSICÓLOGO
                                  NUEVAS TERAPIAS PSICOLÓGICAS




                     HIPNOSIS DESPIERTA, MINDFULNESS, TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO
VOLUMEN 27
                                                                                                                                                                     2
Sumario                                                                                                                                 Mayo - Agosto
                                                                                                                                                 2006



Contents                                                   REVISTA DEL CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS OFICIALES DE PSICÓLOGOS




                                            Sección monográfica Special Section
 69. PRESENTACIÓN                                                                     69. HIGHLIGHTS OF THIS SECTION
     Antonio Capafons                                                                     Antonio Capafons
 70. El modelo Valencia de Hipnosis despierta. ¿Técnicas nuevas o                     70. The Valencia model of waking hypnosis. New or innovative
     técnicas innovadoras?.                                                               techniques?.
     Ana Alarcón y Antonio Capafons                                                       Ana Alarcón y Antonio Capafons
 79. La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT). Fundamentos,                        79. Acceptance and Commitment Therapy (ACT). Basis, characteristics,
     características y evidencia.                                                         and evidence.
     M. Carmen Luciano Soriano y María Sonsoles Valdivia Salas                            M. Carmen Luciano Soriano y María Sonsoles Valdivia Salas
 92. Mindfulness.                                                                     92. Mindfulness.
     Miguel Ángel Vallejo Pareja                                                          Miguel Ángel Vallejo Pareja
100. ¿Hay algo nuevo en terapia psicológica?: Tres propuestas y una                  100. Is there anything new in psychological therapy?: Three offers and a
     respuesta posible.                                                                   possible response
     Juan Capafons y Carmen D. Sosa                                                       Juan Capafons y Carmen D. Sosa

                                              Otras aportaciones Regular articles
104. Cambios sociales y trastornos de la personalidad posmoderna.                    104. Social changes and postmodern personality disorders.
     Francisco Martín Murcia                                                              Francisco Martín Murcia
116. Las metáforas en la psicología cognitivo-conductual.                            116. Metaphor discrimination in cognitive-behavioral psychology.
     Jenny Moix Queraltó                                                                  Jenny Moix Queraltó

                                                                   Forum Forum
123. Respuesta al profesor Buela-Casal: La investigación es de todos.                123. Response to professor Buela-Casal: research belongs to everybody.
     César González-Blanch                                                                César González-Blanch
126. Réplica a González-Blanch (2006b): Respuesta al profesor Buela-                 126. Reply to González-Blanch (2006b): Response to professor Buela-
     Casal: la investigación es de todos.                                                 Casal: research belongs to everybody
     Gualberto Buela-Casal                                                                Gualberto Buela-Casal




                                                        Manuel Enrique Medina Tornero                            Pedro Pérez García, Marino Pérez Álvarez, Félix Pérez
                                                        Eduardo Montes Velasco                                   Quintana, José Luis Pinillos, José Antonio Portellano,
 PAPELES DEL                                            Teresa Rizo Gutiérrez                                    José María Prieto, Ismael Quintanilla, Francisco Ramos,
                                                        Manuel Rodríguez Fernández                               Jesús Rodríguez Marín, Carlos Rodríguez Sutil, José
      PSICÓLOGO                                         Concepción Santo Tomás de Abajo                          Ignacio Rubio, Carlos Samaniego, Aurelia Sánchez
                                                        Manuel Mariano Vera Martínez                             Navarro, Javier Urra, Miguel Angel Vallejo y Jaime
                                                        Jesús Ramón Vilalta Suárez                               Vila.
 Edita
 Consejo General de Colegios Oficiales de               Consejo Asesor                                           Diseño y Maquetación
 Psicólogos, España                                     José Antonio Aldaz, Esteban Alonso, Isaac Amigo, José    Juan Antonio Pez Martínez
                                                        Arévalo Serrano, Pilar Arránz, José María Arredondo,
 Director                                               Dositeo Artiaga, Ma Dolores Avia, Sabino Ayestarán,
                                                                                                                 Redacción, administración y publicidad
 Serafín Lemos Giráldez                                                                                          Juan Antonio Pez Martínez
                                                        Francisco Bas, Vicent Bermejo, Amalio Blanco, Cristina
                                                                                                                 Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos
 Directores asociados                                   Botella, Carmen Bragado, Gualberto Buela, José
                                                                                                                 C/ Conde de Peñalver, 45-5º Izq.
 José Ramón Fernández Hermida, Manuel Enrique           Buendía, Vicente Caballo, Francisco Cabello, José
                                                                                                                 28006 Madrid - España
 Medina Tornero, José Carlos Núñez Pérez y José María   Cáceres, Rosa Calvo, Fernando Calvo, Amalia Cañas,
                                                                                                                 Tels.: 91 444 90 20 - Fax: 91 309 56 15
 Peiró Silla                                            Antonio Capafons, José Carlos Caracuel, Helio
                                                                                                                 E-mail: papeles@correo.cop.es
                                                        Carpintero, Mario Carretero, José Antonio Carrobles,
 Consejo Editorial                                                                                               Impresión
                                                        Miguel Costa, Antonio Coy, Sixto Cubo, Piedad Cueto,
 Francisco Santolaya Ochando                                                                                     Intigraf S.L.
                                                        Fernando Díaz Albo, María José Díaz-Aguado, Jesús A.
 Jaume Almenara i Aloy                                                                                           C/ Cormoranes, 14. Poligono Industrial La Estación.
                                                        De Diego, Raúl De Diego, Andrés Duarte López, Rocío
 Julián Baltasar Jaume                                                                                           28320 Pinto Madrid
                                                        Fernández Ballesteros, Nicolás Fernández Losa, Jorge
 Manuel Berdullas Temes
 Rosario Carcas Castillo                                Fernández Del Valle, Concepción Fernández Rodríguez,     Depósito Legal
 Fernando Chacón Fuertes                                Alfredo Fornos, Enrique García Huete, Miguel Anxo        M-27453-1981 / ISSN 0214-7823
 Juan Delgado Muñoz                                     García Álvarez, César Gilolmo, Jesús Gómez Amor,
 Juan Manuel Egurtza Muniain                            Jorge L. González Fernández, Julio Antonio González      De este número 27 Vol, 2 de Papeles del Psicólogo se
                                                        García, José Gutiérrez Terrazas, Adolfo Hernández        han editado 47.400 ejemplares.
 Alfredo Fernández Herrero
                                                        Gordillo, Florencio Jiménez Burillo, Cristóbal Jiménez   Los editores no se hacen responsables de las opiniones
 Aurora Gil Álvarez                                                                                              vertidas en los artículos publicados.
 Lorenzo Gil Hernández                                  Jiménez, Annette T.Kreuz, Francisco Javier Labrador,
 Mª Teresa Hermida Pérez                                José Carlos León Jarriego, Jesús Ramón Loitegui,
 Rosa Jiménez Tornero                                   Roberto Longhi, Aquilino Lousa, Araceli Maciá,            Papeles del Psicólogo está incluida en Psicodoc y en
 Margarita Laviana Cuetos                               Emiliano Martín, María Angeles Martínez Esteban, José     las bases de datos del ISOC (Psedisoc) y en IBECS.
                                                        Joaquín Mira, Luis Montoro, José Muñiz, Nicomedes         También se puede consultar en la página WEB del
 Ramón Loitegui Aldaz
                                                                                                                                 Colegio de Psicólogos:
 Cristina López Díaz                                    Naranjo, Conrado Navalón, José Ignacio Navarro
 Isabel Martínez Díaz de Zugazua                        Guzmán, Luis De Nicolás, Soledad Ortega Cuenca,                            http://www.cop.es
Papeles del Psicólogo, 2006. Vol. 27(2), pp. 69
http://www.cop.es/papeles




                                                   P
                                                                  apeles del Psicólogo pone este número al servicio de
                                                                  especialistas que nos informan sobre algunas de las



  Presentación                                                    tendencias y desarrollos recientes en los tratamientos
                                                                  psicológicos. La idea surgió en el seno del Comité Eje-
                                                                  cutivo de la Sociedad Española de Psicología Clínica y
                                                                  de la Salud, que propuso un simposio sobre Nuevas Te-
                                                                  rapias y Técnicas Clínicas, dentro de su IV Reunión
                                                                  Anual, organizada bajo el lema “Abriendo Caminos a
                                                  la Psicología Clínica y de la Salud”, y celebrada en octubre de 2005.
                                                  En este simposio, que tuve el honor de coordinar, participaron la Dra.
                                                  Ana Alarcón exponiendo los elementos más relevantes del Modelo de
                                                  Valencia de Hipnosis Despierta, el Dr. Miguel Ángel Vallejo, quien
                                                  aportó una muy interesante información sobre Mindfulness, y la Dra.
                                                  Carmen Luciano, quien versó sobre la Terapia de Aceptación y Com-
                                                  promiso. Así mismo, hubo un destacado cuarto participante, el públi-
                                                  co, que, con sus preguntas y consideraciones, animó un fructífero e
                                                  interesantísimo debate sobre temas que los ponentes habían suscitado.
                                                  La falta objetiva de tiempo para exponer y debatir sobre todos ellos,
                                                  estuvo en el ánimo de los Drs. Serafín Lemos y José Ramón Fernández
                                                  a la hora de proponernos la edición de este número monográfico de
                                                  Papeles, cuyos antecedente pueden encontrarse en Infocop, revista que
                                                  dio cuenta del simposio, y entrevistó a alguno de los participantes (vé-
                                                  ase los números del 26/10/2006, y 14/11/06). Así pues, los trabajos
                                                  recogidos en este número están escritos por los mismos autores (con al-
                                                  gún coautor en algunos de ellos) que participaron en ese simposio,
                                                  junto a un “representante” del público que animó el mencionado deba-
                                                  te. Todos los autores reflejan en sus aportaciones a este número, lo que
                                                  de nuevo o innovador tienes las técnicas, métodos y terapias que pre-
                                                  sentan, así como cuáles son sus supuestos y sustento empírico. El re-
                                                  presentante del público, el Dr. Juan Ignacio Capafons, quien tuvo una
                                                  actuación destacada en tal debate, aportará una visión encaminada a
                                                  dar perspectiva a los temas tratados, enmarcándolos en un contexto en
                                                  el que se consideran aspectos comunes, relevancia teórico-práctica de
                                                  las aportaciones, y el posible impacto sobre la Psicología Clínica. En
                                                  un tiempo el que aparecen reiteradamente personas que defienden ha-
                                                  ber creado una terapia o técnica nueva, es interesante analizar lo que
                                                  de novedoso tiene, y, más aún, el supuesto plus de utilidad y eficacia
                                                  puede aportar a lo que ya hay.
                                                      Confío en que la lectura de estos trabajos contribuya al enriqueci-
                                                  miento intelectual de quienes los lean, pero, sobre todo, espero y deseo
                                                  con fuerza, que anime a los lectores a profundizar en los temas ex-
                                                  puestos, a desarrollar su juicio sobre los diferentes aspectos que se
                                                  plantean, y, especialmente, a mejorar su práctica profesional.

                                                                                                   Dr. Antonio Capafons
                                                                                                  Universitat de Valencia
                                                                                                          Mayo de 2006


                                                                                                                       69
Sección Monográfica                                                                         Papeles del Psicólogo, 2006. Vol. 27(2), pp. 70-78
                                                                                                                    http://www.cop.es/papeles




                   EL MODELO DE VALENCIA DE HIPNOSIS DESPIERTA
                   ¿TÉCNICAS NUEVAS O TÉCNICAS INNOVADORAS?
                                        Ana Alarcón* y Antonio Capafons**
                                   *Universitat Jaime I, Castellón. **Universitat de València

   El Modelo de Valencia de Hipnosis Despierta presenta varias características innovadoras que permiten un uso eficiente e inte-
   grador de la hipnosis: la forma de presentarla al cliente evita un lenguaje tranceático o palabras “patologiformes”, mostrán-
   dola como una estrategia general de afrontamiento y de auto-control, que usa las propiedades auto-regulatorias del cerebro.
   El paciente hipnotizado está con los ojos abiertos y conversando fluidamente. Esta perspectiva es más permisiva con el cliente
   y le responsabiliza más sobre su papel en el tratamiento que las perspectivas clásicas de hipnosis despierta. Además, trata de
   integrar distintas formas de intervención clínica, desarrollando procedimientos para el cambio del significado de los “sínto-
   mas”, y de la actitud hacia ellos. La investigación experimental muestra la potencia y eficiencia de estos procedimientos para
   promover sugestiones, pero todavía carece de evidencia empírica en cuanto a su aplicación clínica.
   Palabras Clave: hipnosis despierta, tratamiento psicológico, intervención psicológica, cognitivo-comportamental, sugestión,
   psicoterapia.

   The Waking Hypnosis Valencia Model presents some innovative features that allow an efficient and integrative use of hypnosis.
   The way of presenting hypnosis to patient avoids trance explanations, or pathological-like terms. The hypnotized persons keep
   their eyes open while talking fluently. Moreover, hypnosis is contextualized as a general coping skill for self-control that uses
   the self-regulatory functions of the brain. This perspective is more permissive than the old conceptions of waking hypnosis, and
   involves more to the client in the psychotherapy process. Finally, that model in an integrative one, as has developed suggestion
   procedures for changing the meaning of the patients’ “symptoms”, and their attitudes to them. Thus, it is an approach that in-
   cludes ideas from other psychotherapeutic perspectives. Experimental research shows that the Valencia Model procedures are
   efficient and powerful to promote suggestions. Nevertheless, the empirical evidence for its clinical applications is very short,
   and consequently, more research in needed.
   Key words: waking hypnosis, suggestion, psychological treatment, psychological intervention, cognitive-behavioral, psychothe-
   rapy.

        abitualmente, cuando comentamos nuestro interés                por parte de los profesionales de la Psicología (Capafons
H       por la hipnosis, se nos bombardea con preguntas
        como: ¿Pero eso de la hipnosis es verdad? ¿Bajo
                                                                       & Mendoza, en prensa). Estos investigadores indican
                                                                       que, de casi 800 profesionales de la Psicología encuesta-
hipnosis podría recordar cosas de mi infancia? ¿Con la                 dos, sólo el 15,2% dicen utilizar la hipnosis regularmente,
hipnosis podré acceder a mi subconsciente?                             y únicamente el 7.6% conocen la hipnosis despierta (to-
  Si, además, indicamos que no es necesario que la per-                dos lo que responde se refieren al Modelo de Valencia),
sona hipnotizada cierre los ojos y puede seguir hablando               y el 9.2% la hipnosis activo-alerta. No obstante, hay que
con fluidez o caminando, la sorpresa es mayúscula, mul-                apuntar que los psicólogos que sí utilizan la hipnosis des-
tiplicándose las preguntas casi exponencialmente. Lo que               piertan, la consideran una técnica útil, aceptada fácil-
la mayoría de la gente lega, incluso profesionales de la               mente y con agrado por sus pacientes (Capafons &
Psicología y de la Medicina, intuye acerca de lo que es la             Mendoza, en prensa). Capafons y Mendoza también re-
hipnosis no se corresponde con su realidad experimental                visan las referencias sobre hipnosis despierta en las bases
y su aplicación clínica, debido al peso de los mitos y cre-            de datos al uso, encontrando que son escasísimos los es-
encias erróneas existentes sobre la hipnosis. Quizá por                tudios clínicos y experimentales sobre ella. Esta falta de
ello, la hipnosis es una técnica poco usada en España                  información y de interés por la hipnosis despierta en Es-
                                                                       paña, no puede explicarse porque sea reciente, que no lo
Correspondencia: Antonio Capafons. Facultat de Psicología. Av-         es, pues Wells publicó un trabajo sobre ella ya en 1924,
da. Blasco Ibáñez, 21. 46010. Valencia. España. E-mail: Anto-          y, ya antes que él, Carpenter (1852). Quizá se debe, con
nio.Capafons@uv.es                                                     mayor seguridad, a que ha sido obviada también en la


70
ANA ALARCÓN Y ANTONIO CAPAFONS                                                    Sección Monográfica


investigación y aplicación clínica en el mundo anglosa-      la hipnosis despierta como sólo sugestión despierta (wa-
jón, tal y como hemos indicado. Seguramente en el cam-       king suggestion), sugestión que suele usarse sin ese con-
po de la hipnosis no se ha prestado la atención a su         junto de rituales de inducción. Por otro lado, es
variedad “despierta”, porque no concordaba con la idea       importante aclarar, que cuando hablamos del Modelo
general de la hipnosis como un estado de trance y som-       de Valencia de Hipnosis Despierta, nos referimos a una
nambulismo (Sarbin y Coe, 1972). Por lo tanto, ya pode-      forma clínica de proceder, y a una serie de métodos pa-
mos responder a la pregunta formulada en el título de        ra cambiar actitudes y usar las sugestiones, cuyas carac-
este trabajo sobre si el Modelo de Valencia de Hipnosis      terísticas son:
Despierta es una técnica nueva. Según la Real Academia         1. Que la persona mantenga los ojos abiertos.
de la Lengua nuevo significa, entre otras, recién hecho o      2. No sugerir sueño o relajación, sino actividad y ex-
fabricado, que se ve o se oye por primera vez; repetido            pansión mental.
distinto o diferente de lo que antes había o se tenía          3. Que la persona hipnotizada puede hablar fluida-
aprendido o que sobreviene o se añade a algo que había             mente, caminar y poder realizar las tareas cotidia-
antes, repetido o reiterado para renovarlo. El modelo de           nas, mientras experimenta las sugestiones
Valencia de Hipnosis Despierta, según estas acepciones,            hipnóticas.
no es una técnica nueva excepto quizá si nos acogemos a        4. Que evita sugerir trance, alteración de conciencia,
las dos últimas. Sin embargo, la palabra innovador, que            etc., cuidando el vocabulario para presentar la hip-
significa según esta Academia, mudar o alterar algo, in-           nosis como una estrategia general de afrontamiento.
troduciendo novedades, y, curiosamente, volver algo a su       Esas características la diferencian de la hipnosis alerta
anterior estado, podría calificar el modelo de hipnosis      y activo-alerta, pues en la hipnosis despierta se sugiere
despierta que presentamos. En definitiva, nuestro modelo     desde el principio que la persona mantenga los ojos
sería más innovador que nuevo, como casi todo lo que se      abiertos y que converse natural y fluidamente con el te-
presenta como “nuevo” en Psicología desde la década de       rapeuta, además de presentarse como una estrategia de
los 80. Y defendemos que el Modelo de Valencia de Hip-       auto-control y de afrontamiento (Capafons, 2001a).
nosis Despierta es innovador respecto de la utilización
original de Wells (1924), pues introduce novedades, co-      ¿Por qué hipnosis despierta?
mo, por ejemplo, que es menos autoritario, gira en torno     Podemos considerar dos motivos principales: en primer
a la auto-hipnosis, y promueve un vocabulario diferente      lugar, porque es una técnica hipnótica, y en este sentido
para describir y usar la hipnosis al que usó Wells, y tam-   es altamente probable que muestre las ventajas de di-
bién autores que estudian la hipnosis activo-alerta, o al-   chas técnicas. Cuando se usa como única intervención,
gunos acercamientos ericksonianos. En este sentido,          la hipnosis no parece ser eficaz para tratar problemas
también es innovador y diferente a otros acercamientos       médicos y/o psicológicos (Flammer & Bongartz, 2003).
de hipnosis despierta más recientes (Iglesias & Iglesias,    Pero como coadyuvante, sí parece incrementar la efica-
2005), ya que nuestro modelo de intervención y de hip-       cia de algunas intervenciones psicológicas y médicas,
nosis es cognitivo-comportamental.                           especialmente en el caso del dolor, donde es un trata-
                                                             miento bien establecido (Montgomery & Schnur, 2005).
¿QUÉ ES LA HIPNOSIS DESPIERTA?                               En cuanto a la eficiencia, la hipnosis también puede in-
La palabra “despierta” pone de manifiesto que nos refe-      crementar la eficiencia de algunos tratamientos. De he-
rimos a métodos donde la persona no necesita estar re-       cho Green y Lynn (2000) la consideran como una
lajada ni con los ojos cerrados para poder beneficiarse      técnica eficiente para reducir el consumo de cigarrillos, y
de la sugestión. Es una forma de diferenciar estos méto-     Schoenberger (2000) como coadyuvante eficiente de los
dos de sugestión de los métodos tradicionales, sin querer    tratamientos cognitivo-comportamentales. En segundo lu-
decir con ello que en los métodos tradicionales por rela-    gar, la hipnosis despierta posee una serie de ventajas
jación la persona hipnotizada no esté despierta. Tam-        añadidas sobre la hipnosis tradicional. Wells (1924)
bién usamos la palabra hipnosis, para designar               mencionó algunas con respecto a la hipnosis tradicional:
claramente que se usa un ritual de inducción rotulado        evita la apariencia de un procedimiento misterioso; es
como hipnótico, de modo que no se puede considerar a         más rápida y más fácil, tanto para el terapeuta como


                                                                                                                    71
Sección Monográfica                                                         EL MODELO DE VALENCIA DE HIPNOSIS DESPIERTA
                                                                              ¿TÉCNICAS NUEVAS O TÉCNICAS INNOVADORAS?




 para el paciente, y puede ser empleada con éxito en un               de realizar cualquier tipo de conducta habitual, inclu-
 mayor número de sujetos.                                             yendo en este repertorio conductual aquellas requeri-
  Así pues, podemos decir que el Modelo de Valencia de                das para el funcionamiento de la terapia: desempeño
 Hipnosis Despierta, presenta algunas ventajas que justifi-           de roles, exposiciones in vivo, etc. (Capafons, 1998b).
 caría, su uso:                                                       Se fomenta, así, la motivación por el tratamiento y las
  - Como la hipnosis despierta propuesta por Wells                    expectativas de éxito (Capafons, 2001a).
    (1924), al mantener la persona los ojos abiertos re-            - Finalmente, el Modelo de Valencia presenta la hipno-
    duce el temor a perder el control. Aunque éste no se              sis despierta como una estrategia general de destre-
    pierde en ninguna condición hipnótica, el no cerrar               zas, de afrontamiento y auto-control (Capafons,
    los ojos refuerza esta idea. En este mismo sentido,               1998b; 2001a), fuera de un contexto de trance, a di-
    ofrece mayores posibilidades en tanto que es más rá-              ferencia del propio Wells (1924).
    pida, más accesible y agradable a un mayor número
    de personas.                                                   ELEMENTOS Y FORMA DE PROCEDER DEL MODELO DE
  - Además, y a diferencia del modelo de Wells, que era            HIPNOSIS DESPIERTA DE VALENCIA
    muy autoritario y favorecía más la pasividad de la             Este modelo se sustenta en el paradigma socio-cogniti-
    persona (John F. Chaves, comunicación personal al              vo o cognitivo-comportamental de la hipnosis. Es la pri-
    segundo autor, 12-1-2005), una característica muy              mera vez que se aborda el tema de la hipnosis
    acusada del Modelo de Valencia es que favorece la              despierta descartando el concepto de trance y se de-
    participación activa de la persona a la vez que se in-         fiende la continuidad entre el comportamiento hipnóti-
    crementan las posibilidades de acción de la terapia            co y el habitual, apelándose a variables tales como
    (es más versátil), ya que la persona hipnotizada pue-          expectativas, motivación, actitudes, creencias, etc. (Ca-
                                                                   pafons, 1999; Lynn & Kirsch, 2005; Spanos y Coe,
                          FIGURA 1                                 1992). Pero, quizás, lo más innovador sea la secuencia
      SECUENCIA DE INTERVENCIÓN CLÍNICA DEL MODELO DE              que propone para manejar la sugestión hipnótica, y
              HIPNOSIS DESPIERTA DE VALENCIA
                                                                   que guía la puesta en práctica de la hipnosis, sea des-
                                                                   pierta o no (figura 1).
                     Presentación de la hipnosis                     Implícito en esa secuencia está nuestro interés en ge-
                                                                   nerar métodos eficientes, que resulten agradables al
                                                                   paciente, rápidos, fáciles de aprender y de aplicar
         Evaluación clínica de la sugestionabilidad hipnótica      (tanto por parte de los pacientes como de los terapeu-
                                                                   tas) y, que en la medida de lo posible, reduzcan el por-
                                                                   centaje de abandonos (Alarcón, Capafons, Bayot y
                       Auto-Hipnosis (Rápida)                      Cardeña, 1999). En este sentido, la evidencia empírica
                                                                   indica que la eficiencia de un programa terapéutico al
                                                                   que se le adjunta hipnosis, puede depender precisa-
                         Metáfora didáctica                        mente del método de inducción que se utilice (Capa-
                                                                   fons, 2001b). Los métodos de inducción resultarán
                                                                   eficientes, según sus propias características, de la ex-
              Sugestiones de práctica y entrenamiento
                                                                   plicación de la hipnosis que se dé a los pacientes, y de
                                                                   las expectativas que ésta les genere (Capafons, 2001b;
                   Hetero-hipnosis (Vigilia-Alerta)
                                                                   Lynn, Nash, Rhue, Frauman, y Sweeney, 1984). La hip-
                                                                   nosis parece ayudar más cuando promueve unas ex-
                                                                   pectativas ajustadas y unas actitudes positivas
                      Sugestiones terapéuticas                     (Schoenberger, 2000). Por ello, el Modelo de Hipnosis
                                                                   Despierta de Valencia trata de conjugar métodos de
                                                                   cambio de actitudes hacia la hipnosis con métodos de
  Modificado de Capafons, A. (2001a). Hipnosis. Madrid: Síntesis
                                                                   inducción y manejo de las sugestiones que favorezcan


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ANA ALARCÓN Y ANTONIO CAPAFONS                                                        Sección Monográfica


el agrado e implicación de la persona a hipnotizar en            ciones de la vida cotidiana que se activan o desactivan a
el proceso de intervención.                                      voluntad; e) por ello, la hipnosis es una forma de auto-
  Así pues, el Modelo de Valencia incluye tres procedi-          control; f) estar hipnotizado no implica estar en un tran-
mientos para establecer un buen rapport, desde una vi-           ce o similar, sino tener la mente preparada para usar los
sión cognitivo-conductual de la hipnosis: la presentación        recursos que también en la vida cotidiana provocan res-
cognitivo-comportamental de la hipnosis, una evaluación          puestas que percibimos como automáticas.
clínica de la sugestionabilidad hipnótica, y una metáfora          La presentación muestra a la hipnosis como un proceso
didáctica sobre la hipnosis. A estos procedimientos se le        voluntario del cliente, evitando palabras tales como “tran-
suman dos métodos de hipnosis despierta (Auto-Hipnosis           ce”, “disociación” o “alteración de conciencia”, que se
Rápida y la (hetero) Hipnosis Vigilia-Alerta) conforman-         pueden asociar a la idea de pérdida de control, generan-
do el modelo que a continuación desarrollamos. Se trata          do miedo e incluso rechazo frontal en algunos pacientes
de una secuencia estructurada pero flexible, cuyo eje            (perdiendo, así, eficiencia). Los resultados experimentales
central es la Auto-Hipnosis Rápida (AHR) (Capafons,              indican que cuando se hace esta presentación o una neu-
1998b). La idea final es que los pacientes puedan acti-          tra, personas que rechazan abiertamente la hipnosis,
var por ellos mismos, y de forma desapercibida, las su-          abandonan significativamente menos si se les oferta una
gestiones terapéuticas en las situaciones cotidianas             hetero hipnosis, que cuando se rotula a la hipnosis como
donde las necesiten (Capafons, 1999).                            un estado de trance (Capafons et al., en revisión). Sin em-
                                                                 bargo, a si se les oferta una auto-hipnosis, desaparecen
Presentación cognitivo-comportamental de la hipnosis             los abandonos y no se encuentran diferencias entre los
Al utilizar la hipnosis como coadyuvante de un tratamien-        tres tipos de presentaciones (neutra, trance, cognitivo-com-
to, es recomendable valorar las creencias y actitudes de         portamental) a la hora de cambiar actitudes negativas ha-
los pacientes (Capafons et al., 2005) dado que expectati-        cia la hipnosis (Capafons et al., 2005). Quizás esto pueda
vas no adecuadas modulan negativamente la respuesta a            explicarse porque la auto-hipnosis puede reforzar la cre-
la sugestión (Kirsch, 1999). Por ello, es necesario dedicar      encia de que no pérdida de control, incrementando así la
un tiempo de la terapia a aclarar conceptos erróneos con         seguridad y confianza en el cliente. Por ello, la presenta-
el fin de no generar falsas expectativas y ofrecer informa-      ción cognitivo-comportamental se aleja de concepciones
ción veraz y ajustada a la investigación. La presentación        misteriosas o “patologiformes” de la hipnosis, y a ella se
cognitivo-comportamental tiene como objetivo que el pa-          apelará durante el resto de la intervención para motivar al
ciente experimente por sí mismo ciertas reacciones que le        cliente a experimentar las sugestiones.
ayuden a entender lo que se puede esperar de la hipnosis.
Para ello, la presentación de la hipnosis incluye un ejerci-     Evaluación cognitivo-comportamental de la
cio motor con el péndulo de Chevreul que ilustra la dife-        sugestionabilidad hipnótica
rencia entre “automático” e “involuntario” reforzando el         En este modelo se evalúa la actitud hacia la hipnosis y
concepto de “interferencia”, central para que el paciente        hacia el terapeuta, y si la persona colabora en un con-
empiece a entender la hipnosis como una técnica de auto-         texto de confianza. Para ello se utilizan unos ejercicios
control. También se establece un símil entre asistir al cine y   clásicos en la hipnosis, dotándoles de un significado di-
estar hipnotizado, de modo que una ficción puede deter-          ferente. Dado que existe una alta correlación entre dar
minar respuestas automáticas e intensas, pero voluntarias        las mismas sugestiones estando la persona hipnotizada y
(Capafons 2001a).                                                fuera de hipnosis (el 64% de la varianza (Hilgard,
  Esta presentación procura transmitir las siguientes ide-       1965)), la evaluación inicial la realizamos fuera del con-
as: a) las respuestas a las sugestiones son actos del            texto hipnótico (Capafons, 2001a). Así favorecemos que
usuario, el terapeuta sólo ayuda; b) tales actos son auto-       el cliente vaya familiarizándose con la hipnosis despier-
máticos, pero voluntarios, aunque se experimentes como           ta. Por ejemplo, el primer ejercicio de balanceo postural,
acaecimientos; c) lo que ocurra durante la hipnosis de-          se sugiere a la persona que, mientras mantiene los ojos
pende de que el cliente use recursos similares a otros ac-       cerrados, los pies juntos y el cuerpo relajado, su cuerpo
tos de la vida cotidiana (por ejemplo, dejarse llevar por        se balancea. Si tras escuchar la sugestión, el paciente se
una ficción, como en el cine); d) la hipnosis implica reac-      balancea ligeramente, es que no está interfiriendo, ya


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Sección Monográfica                                                       EL MODELO DE VALENCIA DE HIPNOSIS DESPIERTA
                                                                            ¿TÉCNICAS NUEVAS O TÉCNICAS INNOVADORAS?




 que ese movimiento es el esperable sin intervención al-         para cualquier tipo de hipnosis, sobre todo si se usa des-
 guna de la sugestión. Si el paciente balancea ostensible-       de una perspectiva cognitivo-comportamental y de auto-
 mente, asumiremos que está colaborando y                        control. Por ello, dependiendo de las circunstancias,
 experimentando el efecto de la sugestión, y, por tanto,         clientes, problema, etc., debe valorarse la conveniencia
 que su actitud es positiva y su expectativa adecuada. En        de cada elemento. Sin embargo, para aplicar coherente-
 el segundo ejercicio (caída hacia atrás) el primer paso         mente el Modelo de Valencia de Hipnosis Despierta la
 es demostrar al paciente que tiene el control completo          AHR es esencial. Como indican Lynn, Kirsch y Rhue
 para evitar que el terapeuta le deje caer hacia atrás sin       (1996) enmarcar la experiencia hipnótica como auto-
 sujetarle. Por ejemplo, se pide a la persona que se tire        hipnosis disminuye las reticencias de los clientes, y los in-
 hacia atrás para comprobar que el terapeuta puede con           volucra activamente en el proceso terapéutico. Además,
 ella. Después, el terapeuta habla al cliente (que está con      existe evidencia experimental de que empezar con auto-
 los ojos cerrados) desde distintas posiciones para que          hipnosis facilita la respuesta posterior a las sugestiones y
 compruebe que por la voz del terapeuta puede saber en           a la propia hetero hipnosis (Jonson, Dawson, Clark, y Si-
 todo momento si se encuentra a la distancia y lugar ade-        korsky, 1983). Concretamente, la AHR tiene las siguien-
 cuados para sujetarle. A continuación, y en la misma po-        tes características (Capafons, 2004): a) rapidez,
 sición que en el ejercicio del balanceo, se sugiere al          necesaria para que pueda utilizarse eficientemente en
 paciente que notará un desequilibrio y caerá hacia atrás.       las situaciones donde el paciente así lo requiera; b)
 Si el paciente cae hacia atrás se concluye que confía de        inadvertencia y estructuración de los pasos a realizar; c)
 forma clara en el terapeuta. Si además sintió el desequili-     sencillez de aprendizaje, facilitada por su conexión con
 brio, asumiremos que experimentó la sugestión sugerida.         los ejercicios de evaluación de la sugestionabilidad, lo
 Pero, si a pesar de notar el desequilibrio, interfiere con la   que, además, facilita las expectativas de que esos pasos
 caída, podemos pensar en una actitud negativa, sobre to-        serán eficaces; d) las auto-sugestiones se dan con ojos
 do si cuando se le pidió que se dejara caer para compro-        abiertos (Capafons y Mendoza, en prensa).
 bar que el terapeuta podía sujetarlo realmente se dejo            La AHR consta de tres pasos (apretón de manos, caída
 caer. Quizá haya una actitud negativa hacia la hipnosis         hacia atrás e inmovilidad del brazo) diseñados para que
 y no hacia el terapeuta, pues, de otro modo, también en         instiguen sensaciones de relajación, pesadez e inmovili-
 esa comprobación se habría negado a caer hacia atrás.           dad corporal (y así se dice al cliente), si bien cabe espe-
 Finalmente, procedemos a aplicar un par de ejercicios           rar que algunas personas experimenten más bien
 más que se rigen más o menos por las mismas ideas, y            ligereza y levitación. En este caso hay que readaptar el
 que no comentamos por razones de espacio.                       procedimiento para ajustarse a las necesidades de los
   Como puede observarse, la forma de usar e interpretar         pacientes. La justificación que se da al cliente es que los
 estos ejercicios clásicos, es divergente de lo habitual, in-    ejercicios están pensados para activar el cerebro para
 novando a la hora de evaluar las actitudes y expectati-         que pueda funcionar de manera rápida y eficaz. El tera-
 vas de manera cualitativa, y muy útil para conocer la           peuta modela los pasos a lo largo de todo el aprendiza-
 predisposición del paciente a colaborar e implicarse en         je, incluido el proceso de desvanecimiento de los
 la terapia. Más aún, la forma de usar estos ejercicios          movimientos claros y visibles de la versión larga de la
 trata de generar expectativas de éxito en el cliente, para      AHR (Capafons, 2001a; 2004). El cumplimiento de una
 que vaya aceptando la alta probabilidad que tiene de            sugestión de reto (dificultad para levantar un brazo) es
 responder a las sugestiones terapéuticas. Finalmente, to-       la señal de que está en auto-hipnosis. Al principio, el
 dos los ejercicios son valiosos, además, porque informan        cliente puede realizar el aprendizaje con los ojos cerra-
 sobre pasos que forman parte de distintos métodos de            dos si así lo prefiere. Una vez afianzado lo aprendido,
 auto-hipnosis que se usan en la intervención.                   se le instruye para que pueda activar todo el proceso sin
                                                                 necesidad de los dos primeros pasos, y con los ojos
 El método de auto-hipnosis rápida                               abiertos. Tan sólo tendrá que reproducir la sensación de
 Es el eje central del modelo de Valencia (Capafons,             la mano pegada a la pierna o similar (disociación del
 1998a, b). Otros elementos del modelo (presentación de          brazo) para “activar” su cerebro. Para ello, se le debe
 la hipnosis, evaluación, y metáfora didáctica) son útiles       explicar el concepto de recuerdo sensorial/emocional


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ANA ALARCÓN Y ANTONIO CAPAFONS                                                    Sección Monográfica


(Kroger y Fezler, 1976). Utilizando la disociación del       sultará eficaz para activar los recursos del cliente, y que
brazo como método de inducción-confirmación de estar         tendrá éxito en modular, regular y producir cambio tera-
auto-hipnotizado (versión corta) estamos usando ya la        péutico (Capafons y Mendoza, en prensa). Por otro lado,
hipnosis despierta. Aquí ya la persona se siente activada,   con esta técnica se anima al paciente a mantener los ojos
con los ojos abiertos, manteniendo una posición corporal     abiertos, a adoptar la apariencia de personas activadas
“natural” y una conversación fluida, con todas las venta-    e incluso tener la posibilidad de mantener una conversa-
jas que ello supone para la generalización a la vida coti-   ción con el terapeuta (igual que ocurría con la AHR). La
diana de los avances conseguidos en terapia (Capafons,       HVA requiere un leve ejercicio físico (mover la mano do-
2001a). Los resultados experimentales sobre AHR mues-        minante rítmicamente hasta alcanzar la automatización
tran su eficacia para promover respuestas a las sugestio-    del movimiento) que ayuda a evocar una activación ge-
nes, mostrándose más eficiente (agradable y preferido)       neral, de modo que el cliente puede caminar mientras
que el Método de Enrollamiento Ocular de Spiegel y           permanece hipnotizado. Este método de inducción inclu-
Spiegel (1978). A su vez, la versión corta de la AHR re-     ye sugestiones de mente expandida, y de incremento del
sulta más potente, agradable y preferida que la versión      latido cardíaco, de la respiración y de la velocidad de
larga, (Martínez-Tendero, Capafons, Weber, y Cardeña,        funcionamiento del cerebro. La investigación indica que
2001; Reig, Capafons, Bayot, y Bustillo, 2001).              la HVA tiene ciertas ventajas sobre otras técnicas como la
                                                             hipnosis activo-alerta (Bányai, Zseni y Túry, 1993) ya
La metáfora didáctica: consolidación en el cambio de         que: a) resulta más agradable (Cardeña, Alarcón, Capa-
actitudes                                                    fons y Bayot, 1998) y promueve mayor nivel de sugestión
Una vez el cliente ha experimentado la auto-hipnosis, le     (Alarcón, Capafons, Bayot y Cárdena, 1999); b) incluye
presentamos una metáfora cuyo objetivo es consolidar         unos ejercicios previos para evitar que los pacientes con-
las ideas siguientes: la hipnosis no es peligrosa, implica   fundan estar activado con estar ansioso, algo que puede
esfuerzo y perseverancia para conseguir los cambios          ocurrir (Ludwig y Lyle, 1964); c) es menos engorrosa que
conductuales, y es un instrumento importante, pero como      el método de Bányai, dado que no necesita de una bici-
coadyuvante. La metáfora se usa como recurso didáctico       cleta ergonómica o de una sala muy grande; d) porque
que ayuda al cliente a consolidar y recordar la informa-     la persona hipnotizada con vigilia-alerta mantienen los
ción sobre la hipnosis (Porush, 1987). Una vez auto-hip-     ojos abiertos, lo que no siempre ocurre con el método ac-
notizado, se pide al cliente que se imagine a sí mismo       tivo-alerta de Bányai; e) porque genera un menor número
afrontando una serie de dificultades ficticias (sobrevivir   de abandonos que la técnica activo-alerta.
en una jungla) que va resolviendo con éxito, gracias a
su esfuerzo y al uso correcto de un machete que repre-       El modo clínico de proceder del Modelo de Valencia de
senta a la hipnosis (Capafons, 2001a). La investigación      Hipnosis Despierta
muestra que, tras escuchar la metáfora, la mayoría de        La idea básica es convencer al cliente, a través del uso
los participantes cambian su opinión sobre la hipnosis,      de las sugestiones hipnóticas, de que tiene más posibili-
aceptándola como una técnica coadyuvante y para el           dades de superar su problema de las que cree. Se trata
auto-control, (Capafons, Alarcón y Hemmings, 1999).          de incrementar las expectativas de eficacia personal y de
                                                             resultado (Kirsch, 1985; 1986), fomentando la motiva-
Hetero-HVA (mano alerta)                                     ción del cliente para involucrase en la intervención. Esto
La (hetero) Hipnosis Vigilia Alerta (HVA) se usa en este     es común al uso de la hipnosis tradicional (Barber,
modelo como complemento y apoyo a la AHR, especial-          1985). En nuestro caso, creemos que se va un paso más
mente con aquellos pacientes que presentan mayores difi-     allá, en la medida que las sugestiones se dan con los
cultades con la auto-hipnosis, por su preferencia a ser      ojos abiertos. Esto permite establecer un juego con el pa-
hipnotizados por el terapeuta (Capafons, 1998a;              ciente, quien comienza a comprobar que una serie de
2001a). El terapeuta puede hipnotizar al paciente con la     estímulos (lápices, relojes, o cualquier objeto, incluso
finalidad de reforzar la eficacia de las auto-sugestiones    imaginado), pueden provocar reacciones que, de forma
que se administre utilizando la auto-hipnosis (Capafons,     natural no provocarían. Por ejemplo, ver o tocar un reloj
2001a; 2004). Habitualmente, se sugiere que la AHR re-       puede provocar, según se sugiera, pesadez y, al cabo


                                                                                                                    75
Sección Monográfica                                                     EL MODELO DE VALENCIA DE HIPNOSIS DESPIERTA
                                                                          ¿TÉCNICAS NUEVAS O TÉCNICAS INNOVADORAS?




 de un rato, lo contrario, ligereza. Estos ejercicios nos      usamos metáforas, que potenciamos cuando sea necesa-
 permiten formular al cliente tres preguntas clave:            rio una actitud de pasividad correcta (dejar de luchar
   1. “¿Qué razón hay para que un conjunto de objetos          inútilmente por el síntoma), que nos basamos en las pro-
       evoque distintas reacciones, cuando no hay ninguna      pias estrategias de la persona, etc., les podría dar a en-
       causa para que provoque de forma natural ninguna        tender que les estamos descubriendo el Mediterráneo.
       de ellas?” La respuesta es obvia: la forma de pensar    Quizá lo más innovador del Modelo de Valencia es lo
       y de hablarse sobre él (darse sugestiones), y el per-   divertido (eficiencia) de los ejercicios sugestivos realiza-
       mitir que el cerebro ponga en marcha sus mecanis-       dos, el lenguaje y estrategias de intervención comporta-
       mos auto-regulatorios (una actitud pasiva correcta,     mentales que usa, y el adherirse sistemáticamente a los
       en términos de la Logoterapia de Frankl, (1985)).       principios y resultados que se obtienen en la investiga-
   2. La siguiente pregunta es, también, obvia: “¿Es posi-     ción experimental sobre hipnosis.
       ble que la magnitud, forma, características, etc., de
       su problema (por el que la persona pida ayuda)          Investigación Clínica
       dependa de que no usa correctamente su lenguaje         Gran parte de los esfuerzos del grupo de investigación
       y pensamiento, dificultando las funciones auto-re-      de Valencia se han dirigido a la validación experimental
       gulatorias de su cerebro?”. La respuesta también es     de su Modelo de Hipnosis Despierta. Sin embargo, hay
       simple: parece que sí, ya que la persona ha experi-     muy pocos estudios sobre su eficacia clínica (Capafons y
       mentado distintas emociones según se haya auto-         Mendoza, en prensa). Actualmente sólo hay un estudio
       sugestionado.                                           publicado (Mendoza, 2000), que utiliza un diseño de
   3. Finalmente, se formula la tercera pregunta clave: “Si    N= 1, que sugiere la eficacia del modelo para dejar de
       ayudándose de la hipnosis ha conseguido notar li-       fumar. Además, una investigación preliminar (Martínez-
       gereza, al rato pesadez, después inmovilidad, para      Valero et al, en preparación) muestra que un tratamiento
       terminar con actividad extrema, ¿no cree que tam-       cognitivo-comportamental más hipnosis y medicación re-
       bién podrá experimentar otras cosas que le ayuden       sulta más eficaz que el mismo tratamiento sin hipnosis, y
       a superar su problema?”. La respuesta es, también       que sólo medicación, en el tratamiento de la fibromial-
       en este caso, afirmativa.                               gia.
   Habitualmente, las personas suelen responder adecua-          En general, la experiencia de los clínicos con la hipno-
 damente a las tres preguntas, y el significado de sus         sis despierta es positiva, observando un gran potencial
 “síntomas” varía: ya no son algo inamovible que ocurre        como coadyuvante (Capafons y Mendoza, en prensa). A
 fuera de su control, si no que es la actitud y entendimien-   modo de ilustración, relatamos el caso de un paciente,
 to que tiene del problema lo que modula e incluso deter-      cantante de lírica, cuyo propósito era incrementar la au-
 mina parte de él, o, al menos, de su mantenimiento. En        to-confianza y la seguridad a la hora de enfrentarse a
 este sentido, nuestro modelo conjuga la tradición com-        su público, dado que padecía dificultades físicas para
 portamental, las tradiciones humanista-experienciales de      estar a pleno rendimiento. Entre otros, se trabajaron
 la Logoterapia, y el propio Psicoanálisis del Ego (Kor-       pensamientos negativos referidos a ansiedad anticipato-
 chin, 1976), en las que el significado y la actitud hacia     ria, y se le instruyó en la AHR. El paciente refería, grata-
 los propios “síntomas” son elementos que fomentan los         mente sorprendido, que le resultaba de gran ayuda en el
 síntomas y dificultan su reducción. Por lo tanto, la inter-   momento justo en el que estaba actuando. Ante el públi-
 pretación del significado es algo que tratamos de modifi-     co, era capaz de poner en marcha la técnica en muy po-
 car con nuestro modelo, pero usando una terminología y        cos segundos y administrarse las autosugestiones
 un proceder básicamente comportamentales, derivados           seleccionadas. Además, la persona comentaba que sa-
 rigurosamente de la investigación experimental. En este       ber que podía utilizar la AHR en cualquier momento le
 sentido, también el Modelo de Valencia de Hipnosis Des-       generaba mucha seguridad. En el seguimiento, este pa-
 pierta es innovador, pero no “nuevo”. Creemos que la          ciente utilizaba la técnica para relacionarse con su ma-
 tradición estratégica, el propio Psicoanálisis del Ego o la   dre con la que solía tener conflictos, para dormir
 Logoterapia (Hutzell y Lantz, 1994) encontrarían puntos       tranquilamente la noche anterior a una gala, o para en-
 en común con nuestro modelo. Para ellos, indicarles que       sayar sus piezas de manera más eficaz, y no perder los


76
ANA ALARCÓN Y ANTONIO CAPAFONS                                                         Sección Monográfica


nervios. En definitiva, este paciente había aprendido una            talysts for psychotherapies. En S.J. Lynn & J.P. Garske
manera útil de auto-control. Esta experiencia concuerda              (Eds.), Contemporary psychotherapies: Models and
con la de otros clínicos: la AHR fomenta la generaliza-              methods (333-375). Columbus, OH: Merrill. (Traduc-
ción de respuestas, por lo que muestra su valor como es-             ción, 1988, Bilbao: DDB).
trategia general de afrontamiento.                                Capafons, A. (1998a). Hipnosis clínica: una visión cog-
                                                                     nitivo-comportamental. Papeles del Psicólogo, 69, 71-
CONCLUSIONES                                                         88.
En general, es muy difícil crear algo absolutamente nue-          Capafons, A. (1998b). Rapid self-hypnosis: A suggestion
vo. Ciertamente, “descubrir o redescubrir” es distinto a             method for self-control. Psicothema, 10, 571-581.
“inventar”. Quizás sea esa una de las aportaciones no-            Capafons, A. (1999). La hipnosis despierta setenta y
vedosas del Modelo de Valencia de Hipnosis Despierta:                cuatro años. Anales de Psicología, 15, 77-88.
redescubrir la hipnosis despierta setenta años después            Capafons, A. (2001a). Hipnosis. Madrid: Síntesis.
de su nacimiento, pero dándole una óptica distinta, par-          Capafons, A. (2001b). New methods of hypnosis. En T.
tiendo de los supuestos socio-cognitivo-comportamenta-               McIntyre, Â. Costa, & C. Fernandes (Eds.), Hipnose
les de la hipnosis (Sarbin y Coe, 1972; Kirsch y Lynn,               clínica: Uma abordagem científica (pp. 121-135).
1998) y bajo el amparo de la investigación empírica. El              Braga (Portugal): Bial.
modelo sugiere unas directrices a seguir, pero permitien-         Capafons, A. (2004). Clinical applications of “waking”
do, de manera flexible, adaptarse a las características              hypnosis from a cognitive-behavioural perspective:
de cada caso. Esta forma de abordar la hipnosis des-                 From efficacy to efficiency. Contemporary Hypnosis,
pierta, cuida mucho el lenguaje. No hay ninguna refe-                21, 187-201.
rencia a trance o estado alterado de conciencia, para             Capafons, A., Alarcón, A. & Hemmings, M. (1999). A
evitar asustar o desencantar a los clientes. Además, en-             metaphor for hypnosis. Australian Journal of Clinical
fatiza el auto-control y la perseverancia. Finalmente, tra-          and Experimental Hypnosis, 27, 158-172.
ta de integrar distintas perspectivas sobre la intervención       Capafons, A., Cabañas, S., Alarcón, A. Espejo, B., Men-
psicológica clínica, usando la hipnosis como argumento               doza, M.E., Chaves, J.F., & Monje, A. (2005). Effects
central, pero como técnica adjunta. Por lo tanto, este               of different types of preparatory information on attitu-
modelo considera la hipnosis despierta como una posi-                des toward hypnosis. Contemporary Hypnosis, 22,
ble alternativa y complementaria al uso tradicional de la            67-76.
hipnosis, usando técnicas y prácticas sugestivas agrada-          Capafons, A., & Mendoza, M.E. (en prensa). Clinical
bles, útiles, fáciles de aplicar y de difundir, y, en definiti-      “waking” hypnosis from a cognitive-behavioral pers-
va, eficientes. Sólo la investigación futura indicará si el          pective. En Kirsch, I., Lynn, S.J. & Rhue J.W., Handbo-
Modelo de Valencia es, además, una forma clínica efi-                ok of clinical hypnosis. (Second edition). Washington,
caz de usar la hipnosis como coadyuvante. De momento,                D.C.: American Psychological Association.
la experiencia de los profesionales, siempre heurística,          Capafons, A., Selma, M.L., Cabañas, S., Espejo, B.,
es afirmativa.                                                       Alarcón, A., Mendoza, M.E., & Natkin, Y. (en revi-
                                                                     sión). Effects of different types of preparatory informa-
REFERENCIAS                                                          tion on attitudes toward hypnosis: the case of
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Sección Monográfica                                                      EL MODELO DE VALENCIA DE HIPNOSIS DESPIERTA
                                                                           ¿TÉCNICAS NUEVAS O TÉCNICAS INNOVADORAS?




    hypnosis. A meta-analytic study. Contemporary Hyp-            Washington, D.C.: American Psychological Associa-
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78
Papeles del Psicólogo, 2006. Vol. 27(2), pp. 79-91                                             Sección Monográfica
http://www.cop.es/papeles




                    LA TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO (ACT)1.
                      FUNDAMENTOS, CARACTERÍSTICAS Y EVIDENCIA
                             M. Carmen Luciano Soriano y María Sonsoles Valdivia Salas
                                                      Universidad de Almería

    La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) es la más completa de las incluidas en la Tercera Generación de Terapias de
    Conducta (Hayes, 2004). Se enmarca en una posición filosófica funcional, se asienta en una nueva Teoría del Lenguaje y la
    Cognición; ofrece una alternativa a la psicopatología tradicional: la dimensión funcional de la Evitación Experiencial; y pro-
    mueve la investigación básica y los ensayos controlados. Este artículo se articula en varios apartados. El primero dirigido a los
    avances en la investigación y el curso de las terapias. El segundo contempla las características de la condición humana y lo
    que la cultura promueve. El tercero concierne a una breve descripción de la Teoría del Marco Relacional. Finalmente, se des-
    criben los métodos y componentes de ACT y la evidencia disponible.
    Palabras clave: Terapia Conducta, Terapia Aceptación y Compromiso, Teoría del Marco Relacional, Evitación Experiencial,
    Regulación Verbal, Derivación de Funciones.

    This paper describes Acceptance and Commitment Therapy as the most complete of those included in the Third Wave of Beha-
    vior Therapies (Hayes, 2004). ACT has a functional philosophical position as well as is based in a new Theory of Language
    and Cognition (The Relational Frame Theory -RFT), offers an alternative to mainstream psychopathology: the functional dimen-
    sion of Experiential Avoidance; and promotes basic research and controlled trials in many areas. This paper addresses first,
    the course of behavior therapy. Second, the characteristics of the human condition and what the culture is promoting. Third, a
    brief description of RFT is provided. Finally, the methods and components defining ACT are provided pointing to the available
    empirical evidence in several respects.
    Key Words: Behavior Therapy, Acceptance and Commitment Therapy, Relational Frame Theory, Experiential Avoidance, Ver-
    bal Regulation, Derived Relations.
       n el abanico de opciones terapéuticas para                       to de ciertos problemas que cursaban los adultos. Se
 E     afrontar los trastornos psicológicos, la psicología
       diferencia las terapias con un cierto valor científi-
                                                                        alentó la necesidad de centrarse sobre la dimensión cog-
                                                                        nitiva y se formalizaron las aproximaciones clínicas que
co, de otras que aunque populares, no reúnen esas ca-                   conocemos como terapias cognitivo-conductuales. Éstas
racterísticas. Recientemente, Hayes (2004) ha                           conforman la segunda generación de terapias, que asu-
diferenciado tres generaciones de terapias. La primera                  mieron las técnicas centradas en el cambio por contin-
generación se refiere a la terapia de conducta clásica                  gencias pero otorgando un papel primordial a los
apoyada en el cambio directo del comportamiento me-                     eventos cognitivos como eje causal y mecánico del com-
diante el manejo de contingencias, con técnicas funda-                  portamiento. Postulan su tratamiento directo para poder
mentadas en la investigación básica sobre el manejo de                  modificar el comportamiento del paciente. Estas terapias
las contingencias. A pesar del avance trascendental que                 han resultado exitosas pero presentan importantes limita-
supuso el elenco de procedimientos y éxitos conseguidos                 ciones. El problema principal es que la explicación y los
– actualmente vigentes-, no fue eficaz para el tratamien-               modos de alteración que ofrecen de los problemas son
                                                                        funcionalmente equivalentes a los establecidos cultural-
Correspondencia: Carmen Luciano Soriano. Universidad Alme-              mente, aunque se presenten con ropajes especiales. Sin
ría. Departamento Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psi-           embargo, no han proporcionado, hasta la fecha, una
cológicos. Cañada de San Urbano. 04120 Almería. España.
                                                                        base experimental sobre la formación, derivación y alte-
E-mail: mluciano@ual.es
...............................                                         ración de los eventos privados, ni de las condiciones en
1
  Se mantiene el acrónimo procedente del inglés, ACT (de Accep-         las que se establecen y cambian las relaciones entre los
tance and Commitment Therapy) porque esta terapia se identifica         eventos cognitivos y las acciones, ni las bases experi-
con una sola palabra -ACT- que muestra la importancia de AC-
TUAR en dirección. Utilizar el acrónimo en castellano sería con-        mentales sobre las que se fundamentan la mayoría de
fuso y perdería el sentido original.                                    los métodos clínicos. A pesar de estos agujeros negros


                                                                                                                                        79
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                                                                           FUNDAMENTOS, CARACTERÍSTICAS Y EVIDENCIA




 en el conocimiento básico sobre el funcionamiento psico-       promiso de Hayes, Stroshal y Wilson (1999). Todas es-
 lógico, lo cierto es que la terapia cognitivo-conductual       tas terapias apuestan –y es fundamental la diferencia-
 goza de buena salud siendo la terapia que más réditos          por un cambio de diferente nivel al que proponen las te-
 ha cosechado en el ámbito de los tratamientos psicológi-       rapias previas. No se centran en la eliminación de los
 cos con adultos. Este entendimiento estándar ampliamen-        síntomas cognitivos para así alterar la conducta del pa-
 te diseminado sobre el funcionamiento del ser humano           ciente, sino que se orientan a la alteración de su función
 por las terapias de segunda generación -y compartido por       a través de la alteración del contexto en el que estos sín-
 las terapias farmacológicas- implica que las acciones de       tomas cognitivos resultan problemáticos.
 la persona están reguladas por sus pensamientos y emo-           En su conjunto estas terapias conectan con algunas
 ciones, de modo que para cambiar el funcionamiento ine-        otras consideradas no-científicas, por ejemplo, las tera-
 ficaz se ha de controlar de algún modo aquello que             pias de corte existencial y experiencial (véase Pérez-Ál-
 genere malestar, y el malestar mismo. Por ello, las tera-      varez, 2001). ACT es la más completa de estas nuevas
 pias de segunda generación van dirigidas al cambio de          terapias contextuales y en ella nos centraremos. Sus ca-
 los eventos cognitivos como un medio para alterar las ac-      racterísticas son: (1) parte de un marco global de refe-
 ciones de la persona que presenta trastornos psicológicos.     rencia sobre las ventajas y desventajas de la condición
 Entre las limitaciones de estas terapias, destaca que se       humana, (2) mantiene una filosofía contextual-funcional,
 desconocen sus principios activos o lo que es igual, cuan-     (3) es coherente con un modelo funcional sobre la cogni-
 do producen cambios significativos no se sabe qué lo cau-      ción y el lenguaje (la Teoría del Marco Relacional), y (4)
 só ni por qué. La efectividad de estas terapias se ha          sustenta una perspectiva nueva de la psicopatología en
 relacionado más con sus componentes conductuales que           la que resulta central el concepto funcional de evitación
 con los cognitivos, lo que implica una contradicción con       experiencial destructiva. Desde esta nueva perspectiva,
 sus presupuestos, y, a la vez, un desconocimiento del pa-      se entiende que la conexión entre investigación básica,
 pel real que tiene la intervención directa sobre los eventos   psicopatología, y métodos clínicos es esencial para pro-
 cognitivos. Continúan abiertos numerosos interrogantes         gresar en la prevención y la alteración de los trastornos
 sobre las condiciones en las que resultan efectivas, y al      psicológicos. En lo que sigue, se comentan algunas de
 contrario, cuándo y por qué no lo son.                         estas características.
   La emergencia de las terapias agrupadas en la tercera
 generación (Hayes, 2004), ocurrió por numerosas razo-          LA CONDICIÓN HUMANA Y LO QUE LA CULTURA
 nes. (a) El desconocimiento sobre por qué funciona o fra-      PROMUEVE
 casa la terapia cognitiva; (b) la existencia de                ACT no formula una filosofía novedosa sobre la vida.
 concepciones radicalmente funcionales del comportamien-        Recoge la filosofía de vida que ha sido promulgada por
 to humano; y (c) la curva acelerada de investigaciones bá-     numerosos estudiosos del ser humano mucho antes de
 sicas en lenguaje y cognición desde una perspectiva            que conociéramos la procedencia del autoconocimiento,
 funcional. Esto supuso una oportunidad para agrupar mo-        y de sus pros y contras. La experiencia de la dimensión
 dos de hacer, muchos de ellos tomados de las terapias          sufrimiento-placer ha sido históricamente aceptada como
 “no científicas”, y para confeccionar nuevos métodos.          parte intrínseca de la vida desde diferentes tradiciones
   La tercera generación de terapias representa un salto        religiosas así como por diferentes antropólogos, médi-
 cualitativo porque las técnicas que engloba están orien-       cos, filósofos y literatos (Hayes, Stroshal y Wilson, 1999;
 tadas, no a la evitación/reducción de síntomas, sino a         Luciano, 2001; Wilson y Luciano, 2002). La experiencia
 que la persona actúe con la responsabilidad de la elec-        muestra que el sufrimiento y el placer están en la misma
 ción personal y la aceptación de los eventos privados          dimensión, o dicho de otro modo, que son los dos lados
 que conlleve ese proceder. Entre estas terapias figuran la     de una misma moneda. Uno no puede ir sin el otro, lo
 Terapia Dialéctica de Linehan (1993), la Psicoterapia          que significa que es inevitable tener la posibilidad de
 Analítica Funcional de Kohlenberg y Tsai (1991), la Te-        disfrutar (por ejemplo, al recordar cosas placenteras),
 rapia Integral de Pareja de Jacobson, Christensen, Prin-       sin que ello lleve parejo la posibilidad, antes o después,
 ce, Cordova y Eldridge (2000), la Terapia basada en la         de recordar situaciones que traigan al presente sensacio-
 Toma de Conciencia/Ser consciente de Segal, Williams           nes negativas. La dimensión sufrimiento-placer, que sus-
 y Teasdale (2002), y la Terapia de Aceptación y Com-           tenta el reforzamiento positivo y el negativo, se amplía


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M. CARMEN LUCIANO SORIANO Y MARÍA SONSOLES VALDIVIA SALAS                         Sección Monográfica


en sus posibilidades cuando los organismos llegan a ser        Este tipo de máximas coincide con las concepciones que
verbales. La experiencia que todos compartimos –de un        están a la base de la mayoría de los trastornos psicológi-
modo u otro y en mayor o menor grado- es que busca-          cos y de las terapias de segunda generación. En este sen-
mos el placer, el bienestar, y también alejarnos del dolor   tido, cabe volver a decir (Luciano, 2001; Pérez-Alvárez,
y del malestar (en suma del castigo, de la muerte). Com-     2001, y Szazs, 1960) que la lógica que subyace a los
partimos que nuestras acciones no ocurren sin más, sino      modelos psicológicos y psiquiátricos sobre la “enferme-
que se encaminan hacia algo y que ese algo puede estar       dad y la salud mental”, establecida culturalmente en las
enmarcado bien sólo en lo más básico (placer y elimina-      sociedades desarrolladas, resulta radicalmente contraria
ción del dolor inmediatos) o bien en “algo” más relevan-     a abordar y afrontar el hecho de la condición humana en
te que impregne simbólicamente cada acto que llevamos        toda su extensión. De hecho, las máximas que se ofrecen
a cabo. Por ejemplo, acciones preñadas por la honesti-       para vivir van en contra de la condición humana y, si el
dad, el respeto hacia otros, la fidelidad, el conocimien-    individuo aprende a comportarse de acuerdo a ellas, en-
to, y por un sentimiento de cierta trascendencia. Este       tonces ocurre que por vivir, no se vivirá, sino que se que-
repertorio conforma parte del auto-conocimiento del          dará atrapado en un funcionamiento “lógico” de acuerdo
que sólo el ser verbal disfruta pero también el que le       a lo construido socialmente (“el sufrimiento es malo, en-
condiciona a sufrir más que si no dispusiera del mismo.      tonces actúo para quitarme el sufrimiento”…), pero, a la
Es también importante asumir que no tiene vuelta atrás;      larga, alejado de lo importante y, consecuentemente, con
que una vez que hemos aprendido a comportarnos ver-          “menos vida y más sufrimiento”.
balmente, nuestro funcionamiento queda enmarcado               El conocimiento de este funcionamiento paradójico no
bajo las funciones que cada momento demande según            es novedoso. Sin embargo, es al hilo de la variadas tra-
la regulación que proviene de nuestra propia historia        yectorias de la investigación en conducta verbal cuando
(lógicamente eso no significa que no podamos cambiar         se han empezado a desbrozar los resortes del hecho de
el modo de proceder).                                        ser verbal, y con ello a aportar explicaciones de aquello
  Teniendo en cuenta estas características que definen la    que nuestros mayores conocían muy bien, y que contem-
condición humana, se entiende que los mensajes e ideas       pla filosofías de vida fructíferas. Los porqués de este fun-
que se promueven en las comunidades “avanzadas” co-          cionamiento que atrapa a la persona se ubican en las
mo las formas de vida “correctas”, pueden ser contra-        características que compartimos los seres humanos con
producentes. Las reglas que se ofrecen “inocentemente”       repertorio verbal/relacional y las reglas de la cultura en
son fórmulas para vivir que nos dicen: “no la angustia,      la que dichos repertorios se desarrollan. Las investigacio-
no a los recuerdos penosos, no la tristeza, a la baja au-    nes en este ámbito han permitido la gestación de una te-
toestima, no al dolor, etc., son barreras para vivir”. Lo    oría funcional del lenguaje y la cognición, que
que aconsejan esas fórmulas es “evita tanto como pue-        brevemente comentamos.
das toda esa miseria, apártala de tu vida en cuanto apa-
rezca”, “busca el placer inmediato y elimina                 LA TEORÍA DEL MARCO RELACIONAL (TMR)
rápidamente el menor signo de malestar”. Y en esa lógi-      Como cualquier teoría, la TMR tiene un marco filosófico,
ca, los medios, y con frecuencia, los profesionales, pro-    que en este caso es el Contextualismo Funcional, que
porcionan diversos remedios, como todo tipo de terapias      confluye con el Conductismo Radical de Skinner y el In-
psicológicas y tratamientos farmacológicos que, preten-      terconductismo de Kantor. Muy brevemente (véase Doug-
diendo ser una solución, pueden acabar convirtiéndose        her y Hayes, 2000; Hayes y Wilson, 1995; Luciano y
en un mal remedio para vivir de un modo equilibrado y        Hayes, 2001), se conceptúa el análisis psicológico consi-
satisfactorio. La lógica predominante del “todos contra el   derando al organismo como un todo siempre en acción
malestar y el dolor” y el funcionamiento acorde a ella,      donde priman las funciones que controlan el comporta-
son difíciles de alterar en tanto que poderosos sectores     miento. Es una posición monista, no mentalista ,
económicos y sociales y lo que “la gente quiere de inme-     funcional, no reduccionista, e ideográfica. Defiende que
diato” se ajustan perfectamente, como dos piezas de un       los eventos privados (como contenidos y esquemas cog-
puzzle. El problema surge a la larga, cuando esas dos        nitivos, cuales fueren) se conforman en la historia indivi-
piezas no encajan con otra, más importante: lo que la        dual, y que las relaciones entre eventos privados y
persona valora realmente en su vida.                         acciones del organismo (la regulación verbal del com-


                                                                                                                     81
Sección Monográfica                                                     LA TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO (ACT).
                                                                           FUNDAMENTOS, CARACTERÍSTICAS Y EVIDENCIA




 portamiento) responden a relaciones arbitrarias poten-         tos, probablemente elegiríamos a Paula, aunque no tu-
 ciadas socialmente y no a relaciones mecánicas. Desde          viéramos experiencia con ella. Decimos que, en el ámbi-
 esta filosofía, el criterio de validez de cualquier teoría     to de los cuentos, María está en una relación de
 será que sea efectiva, útil para un objetivo (un énfasis tí-   igualdad (que denominamos Crel) con Pedro, y que am-
 pico en las disciplinas científicas) pero no sólo para pre-    bos están en una relación de comparación (otra Crel)
 decir, sino para controlar o influir, propiciando las          con Paula y, por tanto, las funciones (que denominamos
 condiciones que permitan la prevención y el cambio o           Cfun) de cada uno de ellos se alteran (aunque de modo
 alteración del comportamiento.                                 distinto según la Crel) tras la sola experiencia con Pedro
   La Teoría del Marco Relacional es una continuación de        como buen contador de cuentos. Las claves relacionales
 las leyes establecidas en la investigación bajo el para-       que aprendemos son numerosas y permiten numerosas
 guas del análisis funcional del comportamiento, pero su-       transformaciones de funciones teniendo en cuenta que
 pone un avance cualitativo. Es una teoría dirigida al          siempre son contextuales. Las más básicas serían las de
 análisis funcional del lenguaje y la cognición, aspectos       coordinación/igualdad (“X es como Z en ciertas condi-
 que apenas habían sido analizados previamente a nivel          ciones”), las de comparación (“en ciertas condiciones, X
 experimental en un plano analítico-funcional. En este          es más que Z, o Z menos que X”), de oposición (“en cier-
 sentido, no es una ruptura, sino una continuación que          tas condiciones, X es lo opuesto de Z”), de distinción (“X
 amplía el conocimiento disponible sobre la emergencia          es distinto a Z”), espaciales (“X está cerca de Z, o lejos
 de nuevos comportamientos, ya que propone leyes que            ”); temporales (“X es antes de Z, o después, o ahora”),
 establecen las condiciones para la formación y la altera-      de jerarquía (“X pertenece a Z”); de causalidad (“si X
 ción de funciones, vía procedimientos indirectos, frente a     ocurre, entonces o luego ocurre Z”); deícticos y de pers-
 los conocidos y bien establecidos procedimientos direc-        pectiva (aquí-allí, yo-tú, y aquí-yo versus allí-tú; yo-aquí-
 tos del manejo de contingencias para el establecimiento        ahora y yo-allí-antes, etcétera).
 y cambio de funciones reforzantes, aversivas, motivacio-         Las características del aprendizaje relacional implican de-
 nales, y discriminativas de aproximación y evitación. La       rivación de relaciones y funciones nuevas. Por ejemplo, si
 TMR contempla el efecto de las contingencias, pero su          se aprende que el producto PU es como CO, y que RA es
 foco de análisis es el lenguaje y la cognición concebidos      como CO, y que DI es como PU (tres relaciones básicas ex-
 como aprendizaje relacional. Se mantiene que el apren-         plícitamente aprendidas), entonces se deriva que CO y PU
 dizaje relacional es una respuesta operante que consiste       son iguales (CO-PU), y también CO-RA, y PU-DI (se deno-
 en aprender, desde muy temprano y a través de numero-          minan relaciones derivadas de vínculo mutuo), surgiendo
 sos ejemplos, a relacionar eventos condicionalmente            otras relaciones de vínculo combinatorio: por ejemplo, PU-
 hasta que se produce la abstracción de la clave contex-        RA y DI-RA y DI-CO. Si además, resulta que con el produc-
 tual que los relaciona y se aplica a eventos nuevos distin-    to PU se produce un efecto aversivo (en vez de curar una
 tos a los que permitieron la abstracción. Esto permite (1)     enfermedad, la agudiza), entonces ninguno de los produc-
 que el organismo responda, sobre la base de la clave           tos relacionados a PU se verían útiles para tratar esa enfer-
 abstraída, a un evento en términos de otro con el que no       medad. Las funciones aversivas y discriminativas de
 comparte elementos físicos en común, y (2) que las fun-        evitación de esos productos, para ese tipo de circunstan-
 ciones del primero se transformen en base a la aplica-         cias, se habrían generado vía verbal o relacional en tanto
 ción de la clave abstraída en relación con el segundo.         que procederían de: la función aversiva (Cfun) directamen-
 Por ejemplo, una vez establecido el más básico de los          te adquirida por PU y el contexto relacional que vincula to-
 repertorios relacionales, la abstracción de la clave con-      dos los elementos (en este caso, una Crel de tipo ES).
 textual “es”, o “es como”, o “es igual que”, si nos ense-      Responder a un estímulo en términos de otro, y la transfor-
 ñan que contando cuentos MARIA es igual que PEDRO y            mación de funciones paralela, es clave para entender el su-
 nos gusta mucho cómo PEDRO cuenta los cuentos, en              frimiento más acuciante de los seres verbales. Por ejemplo,
 ausencia de éste, podríamos pedir a MARIA que nos              aprendidos los marcos de comparación, los temporales, y
 contase un cuento (o dicho de otra manera, responde-           deícticos, ya no es posible escapar a la transformación de
 mos a María como responderíamos a Pedro). Si además            funciones que ocurre al comparar los eventos -y uno mis-
 nos dicen que PAULA es “mejor que” María y Pedro, y            mo- en el antes, en el ahora y en el futuro simbólico. El
 tuviéramos que elegir a uno de los tres para contar cuen-      miedo al futuro, por ejemplo, es un producto derivado de


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la historia personal cuya emergencia en un momento dado          cada una de las asignaturas”), decimos que esa conducta
no está bajo control del individuo; lo que sí es posible con-    es un augmenting que ocurre porque estudiar ha adquiri-
trolar es la reacción personal a ese miedo.                      do funciones reforzantes vía verbal. La regulación aug-
  Estas características del aprendizaje relacional tienen ven-   menting puede tener numerosas posibilidades; unas que
tajas e inconvenientes. Por ejemplo, permiten la derivación      permiten a la persona ajustarse a la vida realizando ac-
de recuerdos positivos pero también de los negativos; per-       ciones por el valor moral y/o de transcendencia (actuar a
miten comprender, razonar, y derivar conclusiones que nos        pesar del dolor, o actuar por principios morales que van
hacen ser exitosos en el control del ambiente, pero también      más allá de las contingencias que los cercanos puedan
aquellas que regulan acciones con efectos peligrosos y de-       proporcionar, etc.). Pero también puede resultar en una
sadaptativos. También explican que se deriven estados de         regulación problemática en tanto que la acción tenga
ánimo -y motivaciones- y que cambien “sin aparente ra-           una consecuencia reforzante inmediata pero genere un
zón”, que podamos pensar en positivo de alguien o algo,          desajuste respecto de las contingencias de la vida a la
o cambiar la valoración de alguien o algo, sin haber teni-       larga. Por ejemplo, si la tristeza se sitúa en un marco de
do experiencia alguna que lo justifique. El aprendizaje re-      oposición con la vida (“la tristeza y los pensamientos ne-
lacional es la base que nutre la publicidad, la política, los    gativos son malos, con ellos no se puede vivir”), y ocurre
métodos clínicos, y otras muchas actividades humanas que         que en ciertas circunstancias, se deriva malestar y pensa-
están orientadas a actualizar y alterar funciones psicológi-     mientos negativos; entonces, la tristeza y el malestar de
cas vía verbal. Y es esencialmente relevante por su econo-       sus pensamientos se intensificarán y podrá cumplir fun-
mía, ya que con escasas contingencias se producen nuevas         ciones discriminativas de evitación. Tal intensificación
relaciones y se forman y alteran funciones. Y principalmen-      vendría dada al situar el malestar/pensamientos negati-
te, porque sin un relativo aprendizaje relacional, no es fac-    vos en contraposición temporal a las acciones valiosas
tible la regulación verbal del comportamiento (formular,         (con función simbólica positiva), ya que la transformación
comprender y seguir reglas).                                     de funciones a través del marco de oposición convierte lo
  La TMR diferencia funcionalmente tres tipos de regula-         positivo en negativo y -como un efecto sumador- incre-
ción del comportamiento: pliance, tracking y augmenting.         menta el valor negativo que ya pudiere tener la tristeza.
La regulación, o comportamiento, tipo pliance está con-          Consecuentemente, en ausencia de un nuevo marco que
trolada por una historia de reforzamiento en la que las          contextualizase todos esos elementos, la persona empren-
consecuencias relevantes son mediadas por otros. Un re-          derá acciones para evitar/escapar de tal estado de áni-
pertorio generalizado de regulación pliance es limitante         mo. Ésta es la regulación que define el patrón de
en tanto que genera una dependencia extrema de los               evitación experiencial cuya persistencia puede llegar a
otros y produce insensibilidad a las consecuencias que           ser destructiva si produce una limitación en la vida perso-
emanan de las acciones. La regulación tipo tracking está         nal, pudiendo llegar a la evitación total: el suicidio.
controlada por una historia de reforzamiento donde han             En síntesis. La investigación en la TMR afecta a la ma-
primado las consecuencias que emanan directamente de             yoría de las actividades humanas y necesariamente con-
la forma de la acción efectuada (por ejemplo, cepillarse         cierne a la psicopatología y las terapias psicológicas
los dientes bajo el control del sabor o el efecto que pro-       (véase especialmente Hayes et al., 2001. También, Bar-
duce el cepillo sobre los dientes en vez de por los premios      nes-Holmes, Barnes-Holmes, McHugh y Hayes, 2004;
o castigos que otros propicien). Un repertorio de tracking       Hayes et al., 1999; Luciano, Rodríguez y Gutiérrez,
generalizado, o aplicado a áreas en las que no puede             2004; Wilson, Hayes, Gregg y Zetle, 2001; Wilson y Lu-
funcionar, es problemático (por ejemplo, actuar siguien-         ciano, 2002).2 Resaltamos: (1) establecimiento de nume-
do las reglas “no quiero estar triste” o “no pienses en es-      rosos marcos contextuales o relaciones entre estímulos
tar triste”). El comportamiento tipo augmenting sería            como operantes generalizadas y sus características deri-
regulación bajo el control de funciones transformadas de         vadas; (2) derivación de relaciones (por vínculos mutuos
estímulo. Por ejemplo, si la conducta de estudiar se incre-      y combinatorios) y transfomación de funciones –o sea,
menta después de situar el estudio en un marco temporal          formación y alteración vía verbal de funciones aversivas,
y de condicionalidad con aspectos valorados (“el título es       reforzantes y discriminativas; (3) el funcionamiento por
–significa, me permite- ser independiente o ejercer una          adición de la red relacional y los efectos rebote ante
profesión que sirva para X”, y “el título es estudiar hoy y      cambios directos; (4) la resurgencia de los eventos rela-


                                                                                                                        83
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  • 2. VOLUMEN 27 2 Sumario Mayo - Agosto 2006 Contents REVISTA DEL CONSEJO GENERAL DE COLEGIOS OFICIALES DE PSICÓLOGOS Sección monográfica Special Section 69. PRESENTACIÓN 69. HIGHLIGHTS OF THIS SECTION Antonio Capafons Antonio Capafons 70. El modelo Valencia de Hipnosis despierta. ¿Técnicas nuevas o 70. The Valencia model of waking hypnosis. New or innovative técnicas innovadoras?. techniques?. Ana Alarcón y Antonio Capafons Ana Alarcón y Antonio Capafons 79. La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT). Fundamentos, 79. Acceptance and Commitment Therapy (ACT). Basis, characteristics, características y evidencia. and evidence. M. Carmen Luciano Soriano y María Sonsoles Valdivia Salas M. Carmen Luciano Soriano y María Sonsoles Valdivia Salas 92. Mindfulness. 92. Mindfulness. Miguel Ángel Vallejo Pareja Miguel Ángel Vallejo Pareja 100. ¿Hay algo nuevo en terapia psicológica?: Tres propuestas y una 100. Is there anything new in psychological therapy?: Three offers and a respuesta posible. possible response Juan Capafons y Carmen D. Sosa Juan Capafons y Carmen D. Sosa Otras aportaciones Regular articles 104. Cambios sociales y trastornos de la personalidad posmoderna. 104. Social changes and postmodern personality disorders. Francisco Martín Murcia Francisco Martín Murcia 116. Las metáforas en la psicología cognitivo-conductual. 116. Metaphor discrimination in cognitive-behavioral psychology. Jenny Moix Queraltó Jenny Moix Queraltó Forum Forum 123. Respuesta al profesor Buela-Casal: La investigación es de todos. 123. Response to professor Buela-Casal: research belongs to everybody. César González-Blanch César González-Blanch 126. Réplica a González-Blanch (2006b): Respuesta al profesor Buela- 126. Reply to González-Blanch (2006b): Response to professor Buela- Casal: la investigación es de todos. Casal: research belongs to everybody Gualberto Buela-Casal Gualberto Buela-Casal Manuel Enrique Medina Tornero Pedro Pérez García, Marino Pérez Álvarez, Félix Pérez Eduardo Montes Velasco Quintana, José Luis Pinillos, José Antonio Portellano, PAPELES DEL Teresa Rizo Gutiérrez José María Prieto, Ismael Quintanilla, Francisco Ramos, Manuel Rodríguez Fernández Jesús Rodríguez Marín, Carlos Rodríguez Sutil, José PSICÓLOGO Concepción Santo Tomás de Abajo Ignacio Rubio, Carlos Samaniego, Aurelia Sánchez Manuel Mariano Vera Martínez Navarro, Javier Urra, Miguel Angel Vallejo y Jaime Jesús Ramón Vilalta Suárez Vila. Edita Consejo General de Colegios Oficiales de Consejo Asesor Diseño y Maquetación Psicólogos, España José Antonio Aldaz, Esteban Alonso, Isaac Amigo, José Juan Antonio Pez Martínez Arévalo Serrano, Pilar Arránz, José María Arredondo, Director Dositeo Artiaga, Ma Dolores Avia, Sabino Ayestarán, Redacción, administración y publicidad Serafín Lemos Giráldez Juan Antonio Pez Martínez Francisco Bas, Vicent Bermejo, Amalio Blanco, Cristina Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos Directores asociados Botella, Carmen Bragado, Gualberto Buela, José C/ Conde de Peñalver, 45-5º Izq. José Ramón Fernández Hermida, Manuel Enrique Buendía, Vicente Caballo, Francisco Cabello, José 28006 Madrid - España Medina Tornero, José Carlos Núñez Pérez y José María Cáceres, Rosa Calvo, Fernando Calvo, Amalia Cañas, Tels.: 91 444 90 20 - Fax: 91 309 56 15 Peiró Silla Antonio Capafons, José Carlos Caracuel, Helio E-mail: papeles@correo.cop.es Carpintero, Mario Carretero, José Antonio Carrobles, Consejo Editorial Impresión Miguel Costa, Antonio Coy, Sixto Cubo, Piedad Cueto, Francisco Santolaya Ochando Intigraf S.L. Fernando Díaz Albo, María José Díaz-Aguado, Jesús A. Jaume Almenara i Aloy C/ Cormoranes, 14. Poligono Industrial La Estación. De Diego, Raúl De Diego, Andrés Duarte López, Rocío Julián Baltasar Jaume 28320 Pinto Madrid Fernández Ballesteros, Nicolás Fernández Losa, Jorge Manuel Berdullas Temes Rosario Carcas Castillo Fernández Del Valle, Concepción Fernández Rodríguez, Depósito Legal Fernando Chacón Fuertes Alfredo Fornos, Enrique García Huete, Miguel Anxo M-27453-1981 / ISSN 0214-7823 Juan Delgado Muñoz García Álvarez, César Gilolmo, Jesús Gómez Amor, Juan Manuel Egurtza Muniain Jorge L. González Fernández, Julio Antonio González De este número 27 Vol, 2 de Papeles del Psicólogo se García, José Gutiérrez Terrazas, Adolfo Hernández han editado 47.400 ejemplares. Alfredo Fernández Herrero Gordillo, Florencio Jiménez Burillo, Cristóbal Jiménez Los editores no se hacen responsables de las opiniones Aurora Gil Álvarez vertidas en los artículos publicados. Lorenzo Gil Hernández Jiménez, Annette T.Kreuz, Francisco Javier Labrador, Mª Teresa Hermida Pérez José Carlos León Jarriego, Jesús Ramón Loitegui, Rosa Jiménez Tornero Roberto Longhi, Aquilino Lousa, Araceli Maciá, Papeles del Psicólogo está incluida en Psicodoc y en Margarita Laviana Cuetos Emiliano Martín, María Angeles Martínez Esteban, José las bases de datos del ISOC (Psedisoc) y en IBECS. Joaquín Mira, Luis Montoro, José Muñiz, Nicomedes También se puede consultar en la página WEB del Ramón Loitegui Aldaz Colegio de Psicólogos: Cristina López Díaz Naranjo, Conrado Navalón, José Ignacio Navarro Isabel Martínez Díaz de Zugazua Guzmán, Luis De Nicolás, Soledad Ortega Cuenca, http://www.cop.es
  • 3. Papeles del Psicólogo, 2006. Vol. 27(2), pp. 69 http://www.cop.es/papeles P apeles del Psicólogo pone este número al servicio de especialistas que nos informan sobre algunas de las Presentación tendencias y desarrollos recientes en los tratamientos psicológicos. La idea surgió en el seno del Comité Eje- cutivo de la Sociedad Española de Psicología Clínica y de la Salud, que propuso un simposio sobre Nuevas Te- rapias y Técnicas Clínicas, dentro de su IV Reunión Anual, organizada bajo el lema “Abriendo Caminos a la Psicología Clínica y de la Salud”, y celebrada en octubre de 2005. En este simposio, que tuve el honor de coordinar, participaron la Dra. Ana Alarcón exponiendo los elementos más relevantes del Modelo de Valencia de Hipnosis Despierta, el Dr. Miguel Ángel Vallejo, quien aportó una muy interesante información sobre Mindfulness, y la Dra. Carmen Luciano, quien versó sobre la Terapia de Aceptación y Com- promiso. Así mismo, hubo un destacado cuarto participante, el públi- co, que, con sus preguntas y consideraciones, animó un fructífero e interesantísimo debate sobre temas que los ponentes habían suscitado. La falta objetiva de tiempo para exponer y debatir sobre todos ellos, estuvo en el ánimo de los Drs. Serafín Lemos y José Ramón Fernández a la hora de proponernos la edición de este número monográfico de Papeles, cuyos antecedente pueden encontrarse en Infocop, revista que dio cuenta del simposio, y entrevistó a alguno de los participantes (vé- ase los números del 26/10/2006, y 14/11/06). Así pues, los trabajos recogidos en este número están escritos por los mismos autores (con al- gún coautor en algunos de ellos) que participaron en ese simposio, junto a un “representante” del público que animó el mencionado deba- te. Todos los autores reflejan en sus aportaciones a este número, lo que de nuevo o innovador tienes las técnicas, métodos y terapias que pre- sentan, así como cuáles son sus supuestos y sustento empírico. El re- presentante del público, el Dr. Juan Ignacio Capafons, quien tuvo una actuación destacada en tal debate, aportará una visión encaminada a dar perspectiva a los temas tratados, enmarcándolos en un contexto en el que se consideran aspectos comunes, relevancia teórico-práctica de las aportaciones, y el posible impacto sobre la Psicología Clínica. En un tiempo el que aparecen reiteradamente personas que defienden ha- ber creado una terapia o técnica nueva, es interesante analizar lo que de novedoso tiene, y, más aún, el supuesto plus de utilidad y eficacia puede aportar a lo que ya hay. Confío en que la lectura de estos trabajos contribuya al enriqueci- miento intelectual de quienes los lean, pero, sobre todo, espero y deseo con fuerza, que anime a los lectores a profundizar en los temas ex- puestos, a desarrollar su juicio sobre los diferentes aspectos que se plantean, y, especialmente, a mejorar su práctica profesional. Dr. Antonio Capafons Universitat de Valencia Mayo de 2006 69
  • 4. Sección Monográfica Papeles del Psicólogo, 2006. Vol. 27(2), pp. 70-78 http://www.cop.es/papeles EL MODELO DE VALENCIA DE HIPNOSIS DESPIERTA ¿TÉCNICAS NUEVAS O TÉCNICAS INNOVADORAS? Ana Alarcón* y Antonio Capafons** *Universitat Jaime I, Castellón. **Universitat de València El Modelo de Valencia de Hipnosis Despierta presenta varias características innovadoras que permiten un uso eficiente e inte- grador de la hipnosis: la forma de presentarla al cliente evita un lenguaje tranceático o palabras “patologiformes”, mostrán- dola como una estrategia general de afrontamiento y de auto-control, que usa las propiedades auto-regulatorias del cerebro. El paciente hipnotizado está con los ojos abiertos y conversando fluidamente. Esta perspectiva es más permisiva con el cliente y le responsabiliza más sobre su papel en el tratamiento que las perspectivas clásicas de hipnosis despierta. Además, trata de integrar distintas formas de intervención clínica, desarrollando procedimientos para el cambio del significado de los “sínto- mas”, y de la actitud hacia ellos. La investigación experimental muestra la potencia y eficiencia de estos procedimientos para promover sugestiones, pero todavía carece de evidencia empírica en cuanto a su aplicación clínica. Palabras Clave: hipnosis despierta, tratamiento psicológico, intervención psicológica, cognitivo-comportamental, sugestión, psicoterapia. The Waking Hypnosis Valencia Model presents some innovative features that allow an efficient and integrative use of hypnosis. The way of presenting hypnosis to patient avoids trance explanations, or pathological-like terms. The hypnotized persons keep their eyes open while talking fluently. Moreover, hypnosis is contextualized as a general coping skill for self-control that uses the self-regulatory functions of the brain. This perspective is more permissive than the old conceptions of waking hypnosis, and involves more to the client in the psychotherapy process. Finally, that model in an integrative one, as has developed suggestion procedures for changing the meaning of the patients’ “symptoms”, and their attitudes to them. Thus, it is an approach that in- cludes ideas from other psychotherapeutic perspectives. Experimental research shows that the Valencia Model procedures are efficient and powerful to promote suggestions. Nevertheless, the empirical evidence for its clinical applications is very short, and consequently, more research in needed. Key words: waking hypnosis, suggestion, psychological treatment, psychological intervention, cognitive-behavioral, psychothe- rapy. abitualmente, cuando comentamos nuestro interés por parte de los profesionales de la Psicología (Capafons H por la hipnosis, se nos bombardea con preguntas como: ¿Pero eso de la hipnosis es verdad? ¿Bajo & Mendoza, en prensa). Estos investigadores indican que, de casi 800 profesionales de la Psicología encuesta- hipnosis podría recordar cosas de mi infancia? ¿Con la dos, sólo el 15,2% dicen utilizar la hipnosis regularmente, hipnosis podré acceder a mi subconsciente? y únicamente el 7.6% conocen la hipnosis despierta (to- Si, además, indicamos que no es necesario que la per- dos lo que responde se refieren al Modelo de Valencia), sona hipnotizada cierre los ojos y puede seguir hablando y el 9.2% la hipnosis activo-alerta. No obstante, hay que con fluidez o caminando, la sorpresa es mayúscula, mul- apuntar que los psicólogos que sí utilizan la hipnosis des- tiplicándose las preguntas casi exponencialmente. Lo que piertan, la consideran una técnica útil, aceptada fácil- la mayoría de la gente lega, incluso profesionales de la mente y con agrado por sus pacientes (Capafons & Psicología y de la Medicina, intuye acerca de lo que es la Mendoza, en prensa). Capafons y Mendoza también re- hipnosis no se corresponde con su realidad experimental visan las referencias sobre hipnosis despierta en las bases y su aplicación clínica, debido al peso de los mitos y cre- de datos al uso, encontrando que son escasísimos los es- encias erróneas existentes sobre la hipnosis. Quizá por tudios clínicos y experimentales sobre ella. Esta falta de ello, la hipnosis es una técnica poco usada en España información y de interés por la hipnosis despierta en Es- paña, no puede explicarse porque sea reciente, que no lo Correspondencia: Antonio Capafons. Facultat de Psicología. Av- es, pues Wells publicó un trabajo sobre ella ya en 1924, da. Blasco Ibáñez, 21. 46010. Valencia. España. E-mail: Anto- y, ya antes que él, Carpenter (1852). Quizá se debe, con nio.Capafons@uv.es mayor seguridad, a que ha sido obviada también en la 70
  • 5. ANA ALARCÓN Y ANTONIO CAPAFONS Sección Monográfica investigación y aplicación clínica en el mundo anglosa- la hipnosis despierta como sólo sugestión despierta (wa- jón, tal y como hemos indicado. Seguramente en el cam- king suggestion), sugestión que suele usarse sin ese con- po de la hipnosis no se ha prestado la atención a su junto de rituales de inducción. Por otro lado, es variedad “despierta”, porque no concordaba con la idea importante aclarar, que cuando hablamos del Modelo general de la hipnosis como un estado de trance y som- de Valencia de Hipnosis Despierta, nos referimos a una nambulismo (Sarbin y Coe, 1972). Por lo tanto, ya pode- forma clínica de proceder, y a una serie de métodos pa- mos responder a la pregunta formulada en el título de ra cambiar actitudes y usar las sugestiones, cuyas carac- este trabajo sobre si el Modelo de Valencia de Hipnosis terísticas son: Despierta es una técnica nueva. Según la Real Academia 1. Que la persona mantenga los ojos abiertos. de la Lengua nuevo significa, entre otras, recién hecho o 2. No sugerir sueño o relajación, sino actividad y ex- fabricado, que se ve o se oye por primera vez; repetido pansión mental. distinto o diferente de lo que antes había o se tenía 3. Que la persona hipnotizada puede hablar fluida- aprendido o que sobreviene o se añade a algo que había mente, caminar y poder realizar las tareas cotidia- antes, repetido o reiterado para renovarlo. El modelo de nas, mientras experimenta las sugestiones Valencia de Hipnosis Despierta, según estas acepciones, hipnóticas. no es una técnica nueva excepto quizá si nos acogemos a 4. Que evita sugerir trance, alteración de conciencia, las dos últimas. Sin embargo, la palabra innovador, que etc., cuidando el vocabulario para presentar la hip- significa según esta Academia, mudar o alterar algo, in- nosis como una estrategia general de afrontamiento. troduciendo novedades, y, curiosamente, volver algo a su Esas características la diferencian de la hipnosis alerta anterior estado, podría calificar el modelo de hipnosis y activo-alerta, pues en la hipnosis despierta se sugiere despierta que presentamos. En definitiva, nuestro modelo desde el principio que la persona mantenga los ojos sería más innovador que nuevo, como casi todo lo que se abiertos y que converse natural y fluidamente con el te- presenta como “nuevo” en Psicología desde la década de rapeuta, además de presentarse como una estrategia de los 80. Y defendemos que el Modelo de Valencia de Hip- auto-control y de afrontamiento (Capafons, 2001a). nosis Despierta es innovador respecto de la utilización original de Wells (1924), pues introduce novedades, co- ¿Por qué hipnosis despierta? mo, por ejemplo, que es menos autoritario, gira en torno Podemos considerar dos motivos principales: en primer a la auto-hipnosis, y promueve un vocabulario diferente lugar, porque es una técnica hipnótica, y en este sentido para describir y usar la hipnosis al que usó Wells, y tam- es altamente probable que muestre las ventajas de di- bién autores que estudian la hipnosis activo-alerta, o al- chas técnicas. Cuando se usa como única intervención, gunos acercamientos ericksonianos. En este sentido, la hipnosis no parece ser eficaz para tratar problemas también es innovador y diferente a otros acercamientos médicos y/o psicológicos (Flammer & Bongartz, 2003). de hipnosis despierta más recientes (Iglesias & Iglesias, Pero como coadyuvante, sí parece incrementar la efica- 2005), ya que nuestro modelo de intervención y de hip- cia de algunas intervenciones psicológicas y médicas, nosis es cognitivo-comportamental. especialmente en el caso del dolor, donde es un trata- miento bien establecido (Montgomery & Schnur, 2005). ¿QUÉ ES LA HIPNOSIS DESPIERTA? En cuanto a la eficiencia, la hipnosis también puede in- La palabra “despierta” pone de manifiesto que nos refe- crementar la eficiencia de algunos tratamientos. De he- rimos a métodos donde la persona no necesita estar re- cho Green y Lynn (2000) la consideran como una lajada ni con los ojos cerrados para poder beneficiarse técnica eficiente para reducir el consumo de cigarrillos, y de la sugestión. Es una forma de diferenciar estos méto- Schoenberger (2000) como coadyuvante eficiente de los dos de sugestión de los métodos tradicionales, sin querer tratamientos cognitivo-comportamentales. En segundo lu- decir con ello que en los métodos tradicionales por rela- gar, la hipnosis despierta posee una serie de ventajas jación la persona hipnotizada no esté despierta. Tam- añadidas sobre la hipnosis tradicional. Wells (1924) bién usamos la palabra hipnosis, para designar mencionó algunas con respecto a la hipnosis tradicional: claramente que se usa un ritual de inducción rotulado evita la apariencia de un procedimiento misterioso; es como hipnótico, de modo que no se puede considerar a más rápida y más fácil, tanto para el terapeuta como 71
  • 6. Sección Monográfica EL MODELO DE VALENCIA DE HIPNOSIS DESPIERTA ¿TÉCNICAS NUEVAS O TÉCNICAS INNOVADORAS? para el paciente, y puede ser empleada con éxito en un de realizar cualquier tipo de conducta habitual, inclu- mayor número de sujetos. yendo en este repertorio conductual aquellas requeri- Así pues, podemos decir que el Modelo de Valencia de das para el funcionamiento de la terapia: desempeño Hipnosis Despierta, presenta algunas ventajas que justifi- de roles, exposiciones in vivo, etc. (Capafons, 1998b). caría, su uso: Se fomenta, así, la motivación por el tratamiento y las - Como la hipnosis despierta propuesta por Wells expectativas de éxito (Capafons, 2001a). (1924), al mantener la persona los ojos abiertos re- - Finalmente, el Modelo de Valencia presenta la hipno- duce el temor a perder el control. Aunque éste no se sis despierta como una estrategia general de destre- pierde en ninguna condición hipnótica, el no cerrar zas, de afrontamiento y auto-control (Capafons, los ojos refuerza esta idea. En este mismo sentido, 1998b; 2001a), fuera de un contexto de trance, a di- ofrece mayores posibilidades en tanto que es más rá- ferencia del propio Wells (1924). pida, más accesible y agradable a un mayor número de personas. ELEMENTOS Y FORMA DE PROCEDER DEL MODELO DE - Además, y a diferencia del modelo de Wells, que era HIPNOSIS DESPIERTA DE VALENCIA muy autoritario y favorecía más la pasividad de la Este modelo se sustenta en el paradigma socio-cogniti- persona (John F. Chaves, comunicación personal al vo o cognitivo-comportamental de la hipnosis. Es la pri- segundo autor, 12-1-2005), una característica muy mera vez que se aborda el tema de la hipnosis acusada del Modelo de Valencia es que favorece la despierta descartando el concepto de trance y se de- participación activa de la persona a la vez que se in- fiende la continuidad entre el comportamiento hipnóti- crementan las posibilidades de acción de la terapia co y el habitual, apelándose a variables tales como (es más versátil), ya que la persona hipnotizada pue- expectativas, motivación, actitudes, creencias, etc. (Ca- pafons, 1999; Lynn & Kirsch, 2005; Spanos y Coe, FIGURA 1 1992). Pero, quizás, lo más innovador sea la secuencia SECUENCIA DE INTERVENCIÓN CLÍNICA DEL MODELO DE que propone para manejar la sugestión hipnótica, y HIPNOSIS DESPIERTA DE VALENCIA que guía la puesta en práctica de la hipnosis, sea des- pierta o no (figura 1). Presentación de la hipnosis Implícito en esa secuencia está nuestro interés en ge- nerar métodos eficientes, que resulten agradables al paciente, rápidos, fáciles de aprender y de aplicar Evaluación clínica de la sugestionabilidad hipnótica (tanto por parte de los pacientes como de los terapeu- tas) y, que en la medida de lo posible, reduzcan el por- centaje de abandonos (Alarcón, Capafons, Bayot y Auto-Hipnosis (Rápida) Cardeña, 1999). En este sentido, la evidencia empírica indica que la eficiencia de un programa terapéutico al que se le adjunta hipnosis, puede depender precisa- Metáfora didáctica mente del método de inducción que se utilice (Capa- fons, 2001b). Los métodos de inducción resultarán eficientes, según sus propias características, de la ex- Sugestiones de práctica y entrenamiento plicación de la hipnosis que se dé a los pacientes, y de las expectativas que ésta les genere (Capafons, 2001b; Hetero-hipnosis (Vigilia-Alerta) Lynn, Nash, Rhue, Frauman, y Sweeney, 1984). La hip- nosis parece ayudar más cuando promueve unas ex- pectativas ajustadas y unas actitudes positivas Sugestiones terapéuticas (Schoenberger, 2000). Por ello, el Modelo de Hipnosis Despierta de Valencia trata de conjugar métodos de cambio de actitudes hacia la hipnosis con métodos de Modificado de Capafons, A. (2001a). Hipnosis. Madrid: Síntesis inducción y manejo de las sugestiones que favorezcan 72
  • 7. ANA ALARCÓN Y ANTONIO CAPAFONS Sección Monográfica el agrado e implicación de la persona a hipnotizar en ciones de la vida cotidiana que se activan o desactivan a el proceso de intervención. voluntad; e) por ello, la hipnosis es una forma de auto- Así pues, el Modelo de Valencia incluye tres procedi- control; f) estar hipnotizado no implica estar en un tran- mientos para establecer un buen rapport, desde una vi- ce o similar, sino tener la mente preparada para usar los sión cognitivo-conductual de la hipnosis: la presentación recursos que también en la vida cotidiana provocan res- cognitivo-comportamental de la hipnosis, una evaluación puestas que percibimos como automáticas. clínica de la sugestionabilidad hipnótica, y una metáfora La presentación muestra a la hipnosis como un proceso didáctica sobre la hipnosis. A estos procedimientos se le voluntario del cliente, evitando palabras tales como “tran- suman dos métodos de hipnosis despierta (Auto-Hipnosis ce”, “disociación” o “alteración de conciencia”, que se Rápida y la (hetero) Hipnosis Vigilia-Alerta) conforman- pueden asociar a la idea de pérdida de control, generan- do el modelo que a continuación desarrollamos. Se trata do miedo e incluso rechazo frontal en algunos pacientes de una secuencia estructurada pero flexible, cuyo eje (perdiendo, así, eficiencia). Los resultados experimentales central es la Auto-Hipnosis Rápida (AHR) (Capafons, indican que cuando se hace esta presentación o una neu- 1998b). La idea final es que los pacientes puedan acti- tra, personas que rechazan abiertamente la hipnosis, var por ellos mismos, y de forma desapercibida, las su- abandonan significativamente menos si se les oferta una gestiones terapéuticas en las situaciones cotidianas hetero hipnosis, que cuando se rotula a la hipnosis como donde las necesiten (Capafons, 1999). un estado de trance (Capafons et al., en revisión). Sin em- bargo, a si se les oferta una auto-hipnosis, desaparecen Presentación cognitivo-comportamental de la hipnosis los abandonos y no se encuentran diferencias entre los Al utilizar la hipnosis como coadyuvante de un tratamien- tres tipos de presentaciones (neutra, trance, cognitivo-com- to, es recomendable valorar las creencias y actitudes de portamental) a la hora de cambiar actitudes negativas ha- los pacientes (Capafons et al., 2005) dado que expectati- cia la hipnosis (Capafons et al., 2005). Quizás esto pueda vas no adecuadas modulan negativamente la respuesta a explicarse porque la auto-hipnosis puede reforzar la cre- la sugestión (Kirsch, 1999). Por ello, es necesario dedicar encia de que no pérdida de control, incrementando así la un tiempo de la terapia a aclarar conceptos erróneos con seguridad y confianza en el cliente. Por ello, la presenta- el fin de no generar falsas expectativas y ofrecer informa- ción cognitivo-comportamental se aleja de concepciones ción veraz y ajustada a la investigación. La presentación misteriosas o “patologiformes” de la hipnosis, y a ella se cognitivo-comportamental tiene como objetivo que el pa- apelará durante el resto de la intervención para motivar al ciente experimente por sí mismo ciertas reacciones que le cliente a experimentar las sugestiones. ayuden a entender lo que se puede esperar de la hipnosis. Para ello, la presentación de la hipnosis incluye un ejerci- Evaluación cognitivo-comportamental de la cio motor con el péndulo de Chevreul que ilustra la dife- sugestionabilidad hipnótica rencia entre “automático” e “involuntario” reforzando el En este modelo se evalúa la actitud hacia la hipnosis y concepto de “interferencia”, central para que el paciente hacia el terapeuta, y si la persona colabora en un con- empiece a entender la hipnosis como una técnica de auto- texto de confianza. Para ello se utilizan unos ejercicios control. También se establece un símil entre asistir al cine y clásicos en la hipnosis, dotándoles de un significado di- estar hipnotizado, de modo que una ficción puede deter- ferente. Dado que existe una alta correlación entre dar minar respuestas automáticas e intensas, pero voluntarias las mismas sugestiones estando la persona hipnotizada y (Capafons 2001a). fuera de hipnosis (el 64% de la varianza (Hilgard, Esta presentación procura transmitir las siguientes ide- 1965)), la evaluación inicial la realizamos fuera del con- as: a) las respuestas a las sugestiones son actos del texto hipnótico (Capafons, 2001a). Así favorecemos que usuario, el terapeuta sólo ayuda; b) tales actos son auto- el cliente vaya familiarizándose con la hipnosis despier- máticos, pero voluntarios, aunque se experimentes como ta. Por ejemplo, el primer ejercicio de balanceo postural, acaecimientos; c) lo que ocurra durante la hipnosis de- se sugiere a la persona que, mientras mantiene los ojos pende de que el cliente use recursos similares a otros ac- cerrados, los pies juntos y el cuerpo relajado, su cuerpo tos de la vida cotidiana (por ejemplo, dejarse llevar por se balancea. Si tras escuchar la sugestión, el paciente se una ficción, como en el cine); d) la hipnosis implica reac- balancea ligeramente, es que no está interfiriendo, ya 73
  • 8. Sección Monográfica EL MODELO DE VALENCIA DE HIPNOSIS DESPIERTA ¿TÉCNICAS NUEVAS O TÉCNICAS INNOVADORAS? que ese movimiento es el esperable sin intervención al- para cualquier tipo de hipnosis, sobre todo si se usa des- guna de la sugestión. Si el paciente balancea ostensible- de una perspectiva cognitivo-comportamental y de auto- mente, asumiremos que está colaborando y control. Por ello, dependiendo de las circunstancias, experimentando el efecto de la sugestión, y, por tanto, clientes, problema, etc., debe valorarse la conveniencia que su actitud es positiva y su expectativa adecuada. En de cada elemento. Sin embargo, para aplicar coherente- el segundo ejercicio (caída hacia atrás) el primer paso mente el Modelo de Valencia de Hipnosis Despierta la es demostrar al paciente que tiene el control completo AHR es esencial. Como indican Lynn, Kirsch y Rhue para evitar que el terapeuta le deje caer hacia atrás sin (1996) enmarcar la experiencia hipnótica como auto- sujetarle. Por ejemplo, se pide a la persona que se tire hipnosis disminuye las reticencias de los clientes, y los in- hacia atrás para comprobar que el terapeuta puede con volucra activamente en el proceso terapéutico. Además, ella. Después, el terapeuta habla al cliente (que está con existe evidencia experimental de que empezar con auto- los ojos cerrados) desde distintas posiciones para que hipnosis facilita la respuesta posterior a las sugestiones y compruebe que por la voz del terapeuta puede saber en a la propia hetero hipnosis (Jonson, Dawson, Clark, y Si- todo momento si se encuentra a la distancia y lugar ade- korsky, 1983). Concretamente, la AHR tiene las siguien- cuados para sujetarle. A continuación, y en la misma po- tes características (Capafons, 2004): a) rapidez, sición que en el ejercicio del balanceo, se sugiere al necesaria para que pueda utilizarse eficientemente en paciente que notará un desequilibrio y caerá hacia atrás. las situaciones donde el paciente así lo requiera; b) Si el paciente cae hacia atrás se concluye que confía de inadvertencia y estructuración de los pasos a realizar; c) forma clara en el terapeuta. Si además sintió el desequili- sencillez de aprendizaje, facilitada por su conexión con brio, asumiremos que experimentó la sugestión sugerida. los ejercicios de evaluación de la sugestionabilidad, lo Pero, si a pesar de notar el desequilibrio, interfiere con la que, además, facilita las expectativas de que esos pasos caída, podemos pensar en una actitud negativa, sobre to- serán eficaces; d) las auto-sugestiones se dan con ojos do si cuando se le pidió que se dejara caer para compro- abiertos (Capafons y Mendoza, en prensa). bar que el terapeuta podía sujetarlo realmente se dejo La AHR consta de tres pasos (apretón de manos, caída caer. Quizá haya una actitud negativa hacia la hipnosis hacia atrás e inmovilidad del brazo) diseñados para que y no hacia el terapeuta, pues, de otro modo, también en instiguen sensaciones de relajación, pesadez e inmovili- esa comprobación se habría negado a caer hacia atrás. dad corporal (y así se dice al cliente), si bien cabe espe- Finalmente, procedemos a aplicar un par de ejercicios rar que algunas personas experimenten más bien más que se rigen más o menos por las mismas ideas, y ligereza y levitación. En este caso hay que readaptar el que no comentamos por razones de espacio. procedimiento para ajustarse a las necesidades de los Como puede observarse, la forma de usar e interpretar pacientes. La justificación que se da al cliente es que los estos ejercicios clásicos, es divergente de lo habitual, in- ejercicios están pensados para activar el cerebro para novando a la hora de evaluar las actitudes y expectati- que pueda funcionar de manera rápida y eficaz. El tera- vas de manera cualitativa, y muy útil para conocer la peuta modela los pasos a lo largo de todo el aprendiza- predisposición del paciente a colaborar e implicarse en je, incluido el proceso de desvanecimiento de los la terapia. Más aún, la forma de usar estos ejercicios movimientos claros y visibles de la versión larga de la trata de generar expectativas de éxito en el cliente, para AHR (Capafons, 2001a; 2004). El cumplimiento de una que vaya aceptando la alta probabilidad que tiene de sugestión de reto (dificultad para levantar un brazo) es responder a las sugestiones terapéuticas. Finalmente, to- la señal de que está en auto-hipnosis. Al principio, el dos los ejercicios son valiosos, además, porque informan cliente puede realizar el aprendizaje con los ojos cerra- sobre pasos que forman parte de distintos métodos de dos si así lo prefiere. Una vez afianzado lo aprendido, auto-hipnosis que se usan en la intervención. se le instruye para que pueda activar todo el proceso sin necesidad de los dos primeros pasos, y con los ojos El método de auto-hipnosis rápida abiertos. Tan sólo tendrá que reproducir la sensación de Es el eje central del modelo de Valencia (Capafons, la mano pegada a la pierna o similar (disociación del 1998a, b). Otros elementos del modelo (presentación de brazo) para “activar” su cerebro. Para ello, se le debe la hipnosis, evaluación, y metáfora didáctica) son útiles explicar el concepto de recuerdo sensorial/emocional 74
  • 9. ANA ALARCÓN Y ANTONIO CAPAFONS Sección Monográfica (Kroger y Fezler, 1976). Utilizando la disociación del sultará eficaz para activar los recursos del cliente, y que brazo como método de inducción-confirmación de estar tendrá éxito en modular, regular y producir cambio tera- auto-hipnotizado (versión corta) estamos usando ya la péutico (Capafons y Mendoza, en prensa). Por otro lado, hipnosis despierta. Aquí ya la persona se siente activada, con esta técnica se anima al paciente a mantener los ojos con los ojos abiertos, manteniendo una posición corporal abiertos, a adoptar la apariencia de personas activadas “natural” y una conversación fluida, con todas las venta- e incluso tener la posibilidad de mantener una conversa- jas que ello supone para la generalización a la vida coti- ción con el terapeuta (igual que ocurría con la AHR). La diana de los avances conseguidos en terapia (Capafons, HVA requiere un leve ejercicio físico (mover la mano do- 2001a). Los resultados experimentales sobre AHR mues- minante rítmicamente hasta alcanzar la automatización tran su eficacia para promover respuestas a las sugestio- del movimiento) que ayuda a evocar una activación ge- nes, mostrándose más eficiente (agradable y preferido) neral, de modo que el cliente puede caminar mientras que el Método de Enrollamiento Ocular de Spiegel y permanece hipnotizado. Este método de inducción inclu- Spiegel (1978). A su vez, la versión corta de la AHR re- ye sugestiones de mente expandida, y de incremento del sulta más potente, agradable y preferida que la versión latido cardíaco, de la respiración y de la velocidad de larga, (Martínez-Tendero, Capafons, Weber, y Cardeña, funcionamiento del cerebro. La investigación indica que 2001; Reig, Capafons, Bayot, y Bustillo, 2001). la HVA tiene ciertas ventajas sobre otras técnicas como la hipnosis activo-alerta (Bányai, Zseni y Túry, 1993) ya La metáfora didáctica: consolidación en el cambio de que: a) resulta más agradable (Cardeña, Alarcón, Capa- actitudes fons y Bayot, 1998) y promueve mayor nivel de sugestión Una vez el cliente ha experimentado la auto-hipnosis, le (Alarcón, Capafons, Bayot y Cárdena, 1999); b) incluye presentamos una metáfora cuyo objetivo es consolidar unos ejercicios previos para evitar que los pacientes con- las ideas siguientes: la hipnosis no es peligrosa, implica fundan estar activado con estar ansioso, algo que puede esfuerzo y perseverancia para conseguir los cambios ocurrir (Ludwig y Lyle, 1964); c) es menos engorrosa que conductuales, y es un instrumento importante, pero como el método de Bányai, dado que no necesita de una bici- coadyuvante. La metáfora se usa como recurso didáctico cleta ergonómica o de una sala muy grande; d) porque que ayuda al cliente a consolidar y recordar la informa- la persona hipnotizada con vigilia-alerta mantienen los ción sobre la hipnosis (Porush, 1987). Una vez auto-hip- ojos abiertos, lo que no siempre ocurre con el método ac- notizado, se pide al cliente que se imagine a sí mismo tivo-alerta de Bányai; e) porque genera un menor número afrontando una serie de dificultades ficticias (sobrevivir de abandonos que la técnica activo-alerta. en una jungla) que va resolviendo con éxito, gracias a su esfuerzo y al uso correcto de un machete que repre- El modo clínico de proceder del Modelo de Valencia de senta a la hipnosis (Capafons, 2001a). La investigación Hipnosis Despierta muestra que, tras escuchar la metáfora, la mayoría de La idea básica es convencer al cliente, a través del uso los participantes cambian su opinión sobre la hipnosis, de las sugestiones hipnóticas, de que tiene más posibili- aceptándola como una técnica coadyuvante y para el dades de superar su problema de las que cree. Se trata auto-control, (Capafons, Alarcón y Hemmings, 1999). de incrementar las expectativas de eficacia personal y de resultado (Kirsch, 1985; 1986), fomentando la motiva- Hetero-HVA (mano alerta) ción del cliente para involucrase en la intervención. Esto La (hetero) Hipnosis Vigilia Alerta (HVA) se usa en este es común al uso de la hipnosis tradicional (Barber, modelo como complemento y apoyo a la AHR, especial- 1985). En nuestro caso, creemos que se va un paso más mente con aquellos pacientes que presentan mayores difi- allá, en la medida que las sugestiones se dan con los cultades con la auto-hipnosis, por su preferencia a ser ojos abiertos. Esto permite establecer un juego con el pa- hipnotizados por el terapeuta (Capafons, 1998a; ciente, quien comienza a comprobar que una serie de 2001a). El terapeuta puede hipnotizar al paciente con la estímulos (lápices, relojes, o cualquier objeto, incluso finalidad de reforzar la eficacia de las auto-sugestiones imaginado), pueden provocar reacciones que, de forma que se administre utilizando la auto-hipnosis (Capafons, natural no provocarían. Por ejemplo, ver o tocar un reloj 2001a; 2004). Habitualmente, se sugiere que la AHR re- puede provocar, según se sugiera, pesadez y, al cabo 75
  • 10. Sección Monográfica EL MODELO DE VALENCIA DE HIPNOSIS DESPIERTA ¿TÉCNICAS NUEVAS O TÉCNICAS INNOVADORAS? de un rato, lo contrario, ligereza. Estos ejercicios nos usamos metáforas, que potenciamos cuando sea necesa- permiten formular al cliente tres preguntas clave: rio una actitud de pasividad correcta (dejar de luchar 1. “¿Qué razón hay para que un conjunto de objetos inútilmente por el síntoma), que nos basamos en las pro- evoque distintas reacciones, cuando no hay ninguna pias estrategias de la persona, etc., les podría dar a en- causa para que provoque de forma natural ninguna tender que les estamos descubriendo el Mediterráneo. de ellas?” La respuesta es obvia: la forma de pensar Quizá lo más innovador del Modelo de Valencia es lo y de hablarse sobre él (darse sugestiones), y el per- divertido (eficiencia) de los ejercicios sugestivos realiza- mitir que el cerebro ponga en marcha sus mecanis- dos, el lenguaje y estrategias de intervención comporta- mos auto-regulatorios (una actitud pasiva correcta, mentales que usa, y el adherirse sistemáticamente a los en términos de la Logoterapia de Frankl, (1985)). principios y resultados que se obtienen en la investiga- 2. La siguiente pregunta es, también, obvia: “¿Es posi- ción experimental sobre hipnosis. ble que la magnitud, forma, características, etc., de su problema (por el que la persona pida ayuda) Investigación Clínica dependa de que no usa correctamente su lenguaje Gran parte de los esfuerzos del grupo de investigación y pensamiento, dificultando las funciones auto-re- de Valencia se han dirigido a la validación experimental gulatorias de su cerebro?”. La respuesta también es de su Modelo de Hipnosis Despierta. Sin embargo, hay simple: parece que sí, ya que la persona ha experi- muy pocos estudios sobre su eficacia clínica (Capafons y mentado distintas emociones según se haya auto- Mendoza, en prensa). Actualmente sólo hay un estudio sugestionado. publicado (Mendoza, 2000), que utiliza un diseño de 3. Finalmente, se formula la tercera pregunta clave: “Si N= 1, que sugiere la eficacia del modelo para dejar de ayudándose de la hipnosis ha conseguido notar li- fumar. Además, una investigación preliminar (Martínez- gereza, al rato pesadez, después inmovilidad, para Valero et al, en preparación) muestra que un tratamiento terminar con actividad extrema, ¿no cree que tam- cognitivo-comportamental más hipnosis y medicación re- bién podrá experimentar otras cosas que le ayuden sulta más eficaz que el mismo tratamiento sin hipnosis, y a superar su problema?”. La respuesta es, también que sólo medicación, en el tratamiento de la fibromial- en este caso, afirmativa. gia. Habitualmente, las personas suelen responder adecua- En general, la experiencia de los clínicos con la hipno- damente a las tres preguntas, y el significado de sus sis despierta es positiva, observando un gran potencial “síntomas” varía: ya no son algo inamovible que ocurre como coadyuvante (Capafons y Mendoza, en prensa). A fuera de su control, si no que es la actitud y entendimien- modo de ilustración, relatamos el caso de un paciente, to que tiene del problema lo que modula e incluso deter- cantante de lírica, cuyo propósito era incrementar la au- mina parte de él, o, al menos, de su mantenimiento. En to-confianza y la seguridad a la hora de enfrentarse a este sentido, nuestro modelo conjuga la tradición com- su público, dado que padecía dificultades físicas para portamental, las tradiciones humanista-experienciales de estar a pleno rendimiento. Entre otros, se trabajaron la Logoterapia, y el propio Psicoanálisis del Ego (Kor- pensamientos negativos referidos a ansiedad anticipato- chin, 1976), en las que el significado y la actitud hacia ria, y se le instruyó en la AHR. El paciente refería, grata- los propios “síntomas” son elementos que fomentan los mente sorprendido, que le resultaba de gran ayuda en el síntomas y dificultan su reducción. Por lo tanto, la inter- momento justo en el que estaba actuando. Ante el públi- pretación del significado es algo que tratamos de modifi- co, era capaz de poner en marcha la técnica en muy po- car con nuestro modelo, pero usando una terminología y cos segundos y administrarse las autosugestiones un proceder básicamente comportamentales, derivados seleccionadas. Además, la persona comentaba que sa- rigurosamente de la investigación experimental. En este ber que podía utilizar la AHR en cualquier momento le sentido, también el Modelo de Valencia de Hipnosis Des- generaba mucha seguridad. En el seguimiento, este pa- pierta es innovador, pero no “nuevo”. Creemos que la ciente utilizaba la técnica para relacionarse con su ma- tradición estratégica, el propio Psicoanálisis del Ego o la dre con la que solía tener conflictos, para dormir Logoterapia (Hutzell y Lantz, 1994) encontrarían puntos tranquilamente la noche anterior a una gala, o para en- en común con nuestro modelo. Para ellos, indicarles que sayar sus piezas de manera más eficaz, y no perder los 76
  • 11. ANA ALARCÓN Y ANTONIO CAPAFONS Sección Monográfica nervios. En definitiva, este paciente había aprendido una talysts for psychotherapies. En S.J. Lynn & J.P. Garske manera útil de auto-control. Esta experiencia concuerda (Eds.), Contemporary psychotherapies: Models and con la de otros clínicos: la AHR fomenta la generaliza- methods (333-375). Columbus, OH: Merrill. (Traduc- ción de respuestas, por lo que muestra su valor como es- ción, 1988, Bilbao: DDB). trategia general de afrontamiento. Capafons, A. (1998a). Hipnosis clínica: una visión cog- nitivo-comportamental. Papeles del Psicólogo, 69, 71- CONCLUSIONES 88. En general, es muy difícil crear algo absolutamente nue- Capafons, A. (1998b). Rapid self-hypnosis: A suggestion vo. Ciertamente, “descubrir o redescubrir” es distinto a method for self-control. Psicothema, 10, 571-581. “inventar”. Quizás sea esa una de las aportaciones no- Capafons, A. (1999). La hipnosis despierta setenta y vedosas del Modelo de Valencia de Hipnosis Despierta: cuatro años. Anales de Psicología, 15, 77-88. redescubrir la hipnosis despierta setenta años después Capafons, A. (2001a). Hipnosis. Madrid: Síntesis. de su nacimiento, pero dándole una óptica distinta, par- Capafons, A. (2001b). New methods of hypnosis. En T. tiendo de los supuestos socio-cognitivo-comportamenta- McIntyre, Â. Costa, & C. Fernandes (Eds.), Hipnose les de la hipnosis (Sarbin y Coe, 1972; Kirsch y Lynn, clínica: Uma abordagem científica (pp. 121-135). 1998) y bajo el amparo de la investigación empírica. El Braga (Portugal): Bial. modelo sugiere unas directrices a seguir, pero permitien- Capafons, A. (2004). Clinical applications of “waking” do, de manera flexible, adaptarse a las características hypnosis from a cognitive-behavioural perspective: de cada caso. Esta forma de abordar la hipnosis des- From efficacy to efficiency. Contemporary Hypnosis, pierta, cuida mucho el lenguaje. No hay ninguna refe- 21, 187-201. rencia a trance o estado alterado de conciencia, para Capafons, A., Alarcón, A. & Hemmings, M. (1999). A evitar asustar o desencantar a los clientes. Además, en- metaphor for hypnosis. Australian Journal of Clinical fatiza el auto-control y la perseverancia. Finalmente, tra- and Experimental Hypnosis, 27, 158-172. ta de integrar distintas perspectivas sobre la intervención Capafons, A., Cabañas, S., Alarcón, A. Espejo, B., Men- psicológica clínica, usando la hipnosis como argumento doza, M.E., Chaves, J.F., & Monje, A. (2005). Effects central, pero como técnica adjunta. Por lo tanto, este of different types of preparatory information on attitu- modelo considera la hipnosis despierta como una posi- des toward hypnosis. Contemporary Hypnosis, 22, ble alternativa y complementaria al uso tradicional de la 67-76. hipnosis, usando técnicas y prácticas sugestivas agrada- Capafons, A., & Mendoza, M.E. (en prensa). Clinical bles, útiles, fáciles de aplicar y de difundir, y, en definiti- “waking” hypnosis from a cognitive-behavioral pers- va, eficientes. Sólo la investigación futura indicará si el pective. En Kirsch, I., Lynn, S.J. & Rhue J.W., Handbo- Modelo de Valencia es, además, una forma clínica efi- ok of clinical hypnosis. (Second edition). Washington, caz de usar la hipnosis como coadyuvante. De momento, D.C.: American Psychological Association. la experiencia de los profesionales, siempre heurística, Capafons, A., Selma, M.L., Cabañas, S., Espejo, B., es afirmativa. Alarcón, A., Mendoza, M.E., & Natkin, Y. (en revi- sión). Effects of different types of preparatory informa- REFERENCIAS tion on attitudes toward hypnosis: the case of Alarcón, A., Capafons, A., Bayot, A., & Cardeña, E. heterohypnosis. (1999). Preference between two methods of active- Cardeña, E., Alarcón, A., Capafons, A., & Bayot, A. alert hypnosis: Not all techniques are created equal... (1998). Effects on suggestibility of a new method of American Journal of Clinical Hypnosis. 41, 269-276. active-alert hypnosis. International Journal of Clinical Bányai, É. I., Zseni, A., & Túry, F. (1993). Active-alert and Experimental Hypnosis, 45, 280-294. hypnosis in psychotherapy. En J.W. Rhue, S.J. Lynn & Carpenter, W.B. (1852). On the influence of suggestion I. Kirsch (Eds.), Handbook of clinical hypnosis (pp. modifying and directing muscular movement, indepen- 271-290). Washington, D. C: American Psychological dently of volition. Proceedings, Royal Institution of Association. Great Britain, 1, 147-153. Barber, T.X. (1985). Hypnosuggestive procedures as ca- Flammer, E., & Bongartz, W. (2003). On the efficacy of 77
  • 12. Sección Monográfica EL MODELO DE VALENCIA DE HIPNOSIS DESPIERTA ¿TÉCNICAS NUEVAS O TÉCNICAS INNOVADORAS? hypnosis. A meta-analytic study. Contemporary Hyp- Washington, D.C.: American Psychological Associa- nosis, 20, 179-197. tion Frankl, V.E. (1985). Logos, paradox, and the search for Lynn, S.J., Nash, M.R., Rhue, J.W., Frauman, D.C., & meaning. En M.J. Mahoney & A. Freeman (Eds.), Sweeney, C. (1984). Nonvolition, expectancies, and Cognition and psychotherapy (pp. 259-275). New hypnotic rapport. Journal of Abnormal Psychology, York: Plenum Press. 93, 295-303. Green, J.P., & Lynn, S.J. (2000). Hypnosis and sugges- Ludwig, A.M., & Lyle, W.H. (1964). Tension induction tion-based approaches to smoking cessation: An exa- and the hyperalert trance. Journal of Abnormal and mination of the evidence. International Journal of Social Psychology, 69, 70-76. Clinical and Experimental Hypnosis, 48, 195-224. Martínez-Tendero, J., Capafons, A., Weber, V., & Car- Hilgard, E.R. (1965). Hypnotic susceptibility . Nueva deña, E. (2001). Rapid Self-Hypnosis: A new self-hyp- York: Harcourt, Brace & World. nosis method and its comparison with the Hypnosis Hutzell, R.R., & Lantz, J. (1994).Uses of hypnosis in lo- Induction Profile. American Journal of Clinical Hypno- gotherapy. International Forum for logotherapy, 17, sis, 44, 3-11. 87-92. Martínez-Valero, C., Castell, A., Capafons, A., Sala J., Iglesias, A., & Iglesias, A. (2005). Awake-alert hypnosis Espejo, B., & Cardeña, E. (en preparación). Prelimi- in the treatment of panic disorder: A case report. nary study of a medical-psychological treatment for fi- American Journal of Clinical Hypnosis, 47, 249-258. bromialgia: the role of waking hypnosis. Mendoza, M.E. (2000). La hipnosis como adjunto en el Jonson, L.S., Dawson, S.L., Clark, J.L., & Sikorsky, C. tratamiento del hábito de fumar: Estudio de caso. Psi- (1983). Self-hypnosis versus hetero-hypnosis: Order cothema, 12, 330-338. effects and sex differences in behavioural and expe- Montgomery, G.H., & Schnur, J.B. (2005). Eficacia y riential impact. International Journal of Clinical and aplicación de la hipnosis clínica. Papeles del Psicólo- Experimental Hypnosis, 31, 139-154. go, 89, 3-8. Kirsch, I. (1985). Self-efficacy and expectancy: Old wine Porush, D. (1987). What Homer can teach technical wri- with new labels. Journal of Personality and Social Psy- ters: The mnemonic value of poetic devices. Journal of chology, 49, 824-830. Technical Writing and Communication, 17, 129-143. Kirsch, I. (1986). Early research on self-efficacy: What Reig, I., Capafons, A., Bayot, A., & Bustillo, A. (2001). we already know without knowing we knew. Journal Suggestion and degree of pleasantness of rapid self- of Social and Clinical Psychology, 4, 339-358. hypnosis and its abbreviated variant. Australian Jour- Kirsch, I. (1999). Hypnosis and placebos: Response ex- nal of Clinical and Experimental Hypnosis, 29, pectancy as a mediator of suggestion effects. Anales 152-164. de Psicología, 15, 99-110. Sarbin, T. R., & Coe, W.C. (1972). Hypnosis: A social Kirsch, I., & Lynn, S.J. (1998). Social-cognitive alternati- psychological analysis of influence communication. ves to dissociation theories of hypnotic involuntariness. Nueva York: Holt, Rinehart & Winston. Review of General Psychology, 2, 66-80. Schoenberger, N.E. (2000). Research on hypnosis as an Korchin, S.J. (1976): Modern clinical psychology: Princi- adjunct to cognitive-behavioral psychotherapy. Inter- ples of interventions in clinic and community. Nueva national Journal of Experimental and Clinical Hypno- York: Basic Books. sis, 48, 154-169. Kroger, W.S., & Fezler, W.D. (1976). Hypnosis and be- Spanos, N.P., & Coe, W.C. (1992). A social-psychologi- havior modification: Imagery conditioning. Philadelp- cal approach to hypnosis. In E. Fromm & M.R. Nash hia: Lippincot. (Eds.), Contemporary hypnosis research (pp. 102- Lynn, S.J., & Kirsch, I. (2005). Teorías de hipnosis. Pape- 130). Nueva York: Guilford Press. les del Psicólogo, 25, 9-15. Spiegel, H., & Spiegel, D. (1978). Trance and treatment: Lynn, S.J., Kirsch, I., & Rhue, J.W. (1996). Maximising Clinical uses of hypnosis. Nueva York: Basic Books. treatment gains: Recommendations for the practice of Wells, W. (1924). Experiments in waking hypnosis for clinical hypnosis. In S.J. Lynn, I. Kirsch & J.W. Rhue instructional purposes. Journal of Abnormal and So- (Eds.), Casebook of clinical hypnosis (pp. 395-406). cial Psychology, 18, 389-404. 78
  • 13. Papeles del Psicólogo, 2006. Vol. 27(2), pp. 79-91 Sección Monográfica http://www.cop.es/papeles LA TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO (ACT)1. FUNDAMENTOS, CARACTERÍSTICAS Y EVIDENCIA M. Carmen Luciano Soriano y María Sonsoles Valdivia Salas Universidad de Almería La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) es la más completa de las incluidas en la Tercera Generación de Terapias de Conducta (Hayes, 2004). Se enmarca en una posición filosófica funcional, se asienta en una nueva Teoría del Lenguaje y la Cognición; ofrece una alternativa a la psicopatología tradicional: la dimensión funcional de la Evitación Experiencial; y pro- mueve la investigación básica y los ensayos controlados. Este artículo se articula en varios apartados. El primero dirigido a los avances en la investigación y el curso de las terapias. El segundo contempla las características de la condición humana y lo que la cultura promueve. El tercero concierne a una breve descripción de la Teoría del Marco Relacional. Finalmente, se des- criben los métodos y componentes de ACT y la evidencia disponible. Palabras clave: Terapia Conducta, Terapia Aceptación y Compromiso, Teoría del Marco Relacional, Evitación Experiencial, Regulación Verbal, Derivación de Funciones. This paper describes Acceptance and Commitment Therapy as the most complete of those included in the Third Wave of Beha- vior Therapies (Hayes, 2004). ACT has a functional philosophical position as well as is based in a new Theory of Language and Cognition (The Relational Frame Theory -RFT), offers an alternative to mainstream psychopathology: the functional dimen- sion of Experiential Avoidance; and promotes basic research and controlled trials in many areas. This paper addresses first, the course of behavior therapy. Second, the characteristics of the human condition and what the culture is promoting. Third, a brief description of RFT is provided. Finally, the methods and components defining ACT are provided pointing to the available empirical evidence in several respects. Key Words: Behavior Therapy, Acceptance and Commitment Therapy, Relational Frame Theory, Experiential Avoidance, Ver- bal Regulation, Derived Relations. n el abanico de opciones terapéuticas para to de ciertos problemas que cursaban los adultos. Se E afrontar los trastornos psicológicos, la psicología diferencia las terapias con un cierto valor científi- alentó la necesidad de centrarse sobre la dimensión cog- nitiva y se formalizaron las aproximaciones clínicas que co, de otras que aunque populares, no reúnen esas ca- conocemos como terapias cognitivo-conductuales. Éstas racterísticas. Recientemente, Hayes (2004) ha conforman la segunda generación de terapias, que asu- diferenciado tres generaciones de terapias. La primera mieron las técnicas centradas en el cambio por contin- generación se refiere a la terapia de conducta clásica gencias pero otorgando un papel primordial a los apoyada en el cambio directo del comportamiento me- eventos cognitivos como eje causal y mecánico del com- diante el manejo de contingencias, con técnicas funda- portamiento. Postulan su tratamiento directo para poder mentadas en la investigación básica sobre el manejo de modificar el comportamiento del paciente. Estas terapias las contingencias. A pesar del avance trascendental que han resultado exitosas pero presentan importantes limita- supuso el elenco de procedimientos y éxitos conseguidos ciones. El problema principal es que la explicación y los – actualmente vigentes-, no fue eficaz para el tratamien- modos de alteración que ofrecen de los problemas son funcionalmente equivalentes a los establecidos cultural- Correspondencia: Carmen Luciano Soriano. Universidad Alme- mente, aunque se presenten con ropajes especiales. Sin ría. Departamento Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psi- embargo, no han proporcionado, hasta la fecha, una cológicos. Cañada de San Urbano. 04120 Almería. España. base experimental sobre la formación, derivación y alte- E-mail: mluciano@ual.es ............................... ración de los eventos privados, ni de las condiciones en 1 Se mantiene el acrónimo procedente del inglés, ACT (de Accep- las que se establecen y cambian las relaciones entre los tance and Commitment Therapy) porque esta terapia se identifica eventos cognitivos y las acciones, ni las bases experi- con una sola palabra -ACT- que muestra la importancia de AC- TUAR en dirección. Utilizar el acrónimo en castellano sería con- mentales sobre las que se fundamentan la mayoría de fuso y perdería el sentido original. los métodos clínicos. A pesar de estos agujeros negros 79
  • 14. Sección Monográfica LA TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO (ACT). FUNDAMENTOS, CARACTERÍSTICAS Y EVIDENCIA en el conocimiento básico sobre el funcionamiento psico- promiso de Hayes, Stroshal y Wilson (1999). Todas es- lógico, lo cierto es que la terapia cognitivo-conductual tas terapias apuestan –y es fundamental la diferencia- goza de buena salud siendo la terapia que más réditos por un cambio de diferente nivel al que proponen las te- ha cosechado en el ámbito de los tratamientos psicológi- rapias previas. No se centran en la eliminación de los cos con adultos. Este entendimiento estándar ampliamen- síntomas cognitivos para así alterar la conducta del pa- te diseminado sobre el funcionamiento del ser humano ciente, sino que se orientan a la alteración de su función por las terapias de segunda generación -y compartido por a través de la alteración del contexto en el que estos sín- las terapias farmacológicas- implica que las acciones de tomas cognitivos resultan problemáticos. la persona están reguladas por sus pensamientos y emo- En su conjunto estas terapias conectan con algunas ciones, de modo que para cambiar el funcionamiento ine- otras consideradas no-científicas, por ejemplo, las tera- ficaz se ha de controlar de algún modo aquello que pias de corte existencial y experiencial (véase Pérez-Ál- genere malestar, y el malestar mismo. Por ello, las tera- varez, 2001). ACT es la más completa de estas nuevas pias de segunda generación van dirigidas al cambio de terapias contextuales y en ella nos centraremos. Sus ca- los eventos cognitivos como un medio para alterar las ac- racterísticas son: (1) parte de un marco global de refe- ciones de la persona que presenta trastornos psicológicos. rencia sobre las ventajas y desventajas de la condición Entre las limitaciones de estas terapias, destaca que se humana, (2) mantiene una filosofía contextual-funcional, desconocen sus principios activos o lo que es igual, cuan- (3) es coherente con un modelo funcional sobre la cogni- do producen cambios significativos no se sabe qué lo cau- ción y el lenguaje (la Teoría del Marco Relacional), y (4) só ni por qué. La efectividad de estas terapias se ha sustenta una perspectiva nueva de la psicopatología en relacionado más con sus componentes conductuales que la que resulta central el concepto funcional de evitación con los cognitivos, lo que implica una contradicción con experiencial destructiva. Desde esta nueva perspectiva, sus presupuestos, y, a la vez, un desconocimiento del pa- se entiende que la conexión entre investigación básica, pel real que tiene la intervención directa sobre los eventos psicopatología, y métodos clínicos es esencial para pro- cognitivos. Continúan abiertos numerosos interrogantes gresar en la prevención y la alteración de los trastornos sobre las condiciones en las que resultan efectivas, y al psicológicos. En lo que sigue, se comentan algunas de contrario, cuándo y por qué no lo son. estas características. La emergencia de las terapias agrupadas en la tercera generación (Hayes, 2004), ocurrió por numerosas razo- LA CONDICIÓN HUMANA Y LO QUE LA CULTURA nes. (a) El desconocimiento sobre por qué funciona o fra- PROMUEVE casa la terapia cognitiva; (b) la existencia de ACT no formula una filosofía novedosa sobre la vida. concepciones radicalmente funcionales del comportamien- Recoge la filosofía de vida que ha sido promulgada por to humano; y (c) la curva acelerada de investigaciones bá- numerosos estudiosos del ser humano mucho antes de sicas en lenguaje y cognición desde una perspectiva que conociéramos la procedencia del autoconocimiento, funcional. Esto supuso una oportunidad para agrupar mo- y de sus pros y contras. La experiencia de la dimensión dos de hacer, muchos de ellos tomados de las terapias sufrimiento-placer ha sido históricamente aceptada como “no científicas”, y para confeccionar nuevos métodos. parte intrínseca de la vida desde diferentes tradiciones La tercera generación de terapias representa un salto religiosas así como por diferentes antropólogos, médi- cualitativo porque las técnicas que engloba están orien- cos, filósofos y literatos (Hayes, Stroshal y Wilson, 1999; tadas, no a la evitación/reducción de síntomas, sino a Luciano, 2001; Wilson y Luciano, 2002). La experiencia que la persona actúe con la responsabilidad de la elec- muestra que el sufrimiento y el placer están en la misma ción personal y la aceptación de los eventos privados dimensión, o dicho de otro modo, que son los dos lados que conlleve ese proceder. Entre estas terapias figuran la de una misma moneda. Uno no puede ir sin el otro, lo Terapia Dialéctica de Linehan (1993), la Psicoterapia que significa que es inevitable tener la posibilidad de Analítica Funcional de Kohlenberg y Tsai (1991), la Te- disfrutar (por ejemplo, al recordar cosas placenteras), rapia Integral de Pareja de Jacobson, Christensen, Prin- sin que ello lleve parejo la posibilidad, antes o después, ce, Cordova y Eldridge (2000), la Terapia basada en la de recordar situaciones que traigan al presente sensacio- Toma de Conciencia/Ser consciente de Segal, Williams nes negativas. La dimensión sufrimiento-placer, que sus- y Teasdale (2002), y la Terapia de Aceptación y Com- tenta el reforzamiento positivo y el negativo, se amplía 80
  • 15. M. CARMEN LUCIANO SORIANO Y MARÍA SONSOLES VALDIVIA SALAS Sección Monográfica en sus posibilidades cuando los organismos llegan a ser Este tipo de máximas coincide con las concepciones que verbales. La experiencia que todos compartimos –de un están a la base de la mayoría de los trastornos psicológi- modo u otro y en mayor o menor grado- es que busca- cos y de las terapias de segunda generación. En este sen- mos el placer, el bienestar, y también alejarnos del dolor tido, cabe volver a decir (Luciano, 2001; Pérez-Alvárez, y del malestar (en suma del castigo, de la muerte). Com- 2001, y Szazs, 1960) que la lógica que subyace a los partimos que nuestras acciones no ocurren sin más, sino modelos psicológicos y psiquiátricos sobre la “enferme- que se encaminan hacia algo y que ese algo puede estar dad y la salud mental”, establecida culturalmente en las enmarcado bien sólo en lo más básico (placer y elimina- sociedades desarrolladas, resulta radicalmente contraria ción del dolor inmediatos) o bien en “algo” más relevan- a abordar y afrontar el hecho de la condición humana en te que impregne simbólicamente cada acto que llevamos toda su extensión. De hecho, las máximas que se ofrecen a cabo. Por ejemplo, acciones preñadas por la honesti- para vivir van en contra de la condición humana y, si el dad, el respeto hacia otros, la fidelidad, el conocimien- individuo aprende a comportarse de acuerdo a ellas, en- to, y por un sentimiento de cierta trascendencia. Este tonces ocurre que por vivir, no se vivirá, sino que se que- repertorio conforma parte del auto-conocimiento del dará atrapado en un funcionamiento “lógico” de acuerdo que sólo el ser verbal disfruta pero también el que le a lo construido socialmente (“el sufrimiento es malo, en- condiciona a sufrir más que si no dispusiera del mismo. tonces actúo para quitarme el sufrimiento”…), pero, a la Es también importante asumir que no tiene vuelta atrás; larga, alejado de lo importante y, consecuentemente, con que una vez que hemos aprendido a comportarnos ver- “menos vida y más sufrimiento”. balmente, nuestro funcionamiento queda enmarcado El conocimiento de este funcionamiento paradójico no bajo las funciones que cada momento demande según es novedoso. Sin embargo, es al hilo de la variadas tra- la regulación que proviene de nuestra propia historia yectorias de la investigación en conducta verbal cuando (lógicamente eso no significa que no podamos cambiar se han empezado a desbrozar los resortes del hecho de el modo de proceder). ser verbal, y con ello a aportar explicaciones de aquello Teniendo en cuenta estas características que definen la que nuestros mayores conocían muy bien, y que contem- condición humana, se entiende que los mensajes e ideas pla filosofías de vida fructíferas. Los porqués de este fun- que se promueven en las comunidades “avanzadas” co- cionamiento que atrapa a la persona se ubican en las mo las formas de vida “correctas”, pueden ser contra- características que compartimos los seres humanos con producentes. Las reglas que se ofrecen “inocentemente” repertorio verbal/relacional y las reglas de la cultura en son fórmulas para vivir que nos dicen: “no la angustia, la que dichos repertorios se desarrollan. Las investigacio- no a los recuerdos penosos, no la tristeza, a la baja au- nes en este ámbito han permitido la gestación de una te- toestima, no al dolor, etc., son barreras para vivir”. Lo oría funcional del lenguaje y la cognición, que que aconsejan esas fórmulas es “evita tanto como pue- brevemente comentamos. das toda esa miseria, apártala de tu vida en cuanto apa- rezca”, “busca el placer inmediato y elimina LA TEORÍA DEL MARCO RELACIONAL (TMR) rápidamente el menor signo de malestar”. Y en esa lógi- Como cualquier teoría, la TMR tiene un marco filosófico, ca, los medios, y con frecuencia, los profesionales, pro- que en este caso es el Contextualismo Funcional, que porcionan diversos remedios, como todo tipo de terapias confluye con el Conductismo Radical de Skinner y el In- psicológicas y tratamientos farmacológicos que, preten- terconductismo de Kantor. Muy brevemente (véase Doug- diendo ser una solución, pueden acabar convirtiéndose her y Hayes, 2000; Hayes y Wilson, 1995; Luciano y en un mal remedio para vivir de un modo equilibrado y Hayes, 2001), se conceptúa el análisis psicológico consi- satisfactorio. La lógica predominante del “todos contra el derando al organismo como un todo siempre en acción malestar y el dolor” y el funcionamiento acorde a ella, donde priman las funciones que controlan el comporta- son difíciles de alterar en tanto que poderosos sectores miento. Es una posición monista, no mentalista , económicos y sociales y lo que “la gente quiere de inme- funcional, no reduccionista, e ideográfica. Defiende que diato” se ajustan perfectamente, como dos piezas de un los eventos privados (como contenidos y esquemas cog- puzzle. El problema surge a la larga, cuando esas dos nitivos, cuales fueren) se conforman en la historia indivi- piezas no encajan con otra, más importante: lo que la dual, y que las relaciones entre eventos privados y persona valora realmente en su vida. acciones del organismo (la regulación verbal del com- 81
  • 16. Sección Monográfica LA TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO (ACT). FUNDAMENTOS, CARACTERÍSTICAS Y EVIDENCIA portamiento) responden a relaciones arbitrarias poten- tos, probablemente elegiríamos a Paula, aunque no tu- ciadas socialmente y no a relaciones mecánicas. Desde viéramos experiencia con ella. Decimos que, en el ámbi- esta filosofía, el criterio de validez de cualquier teoría to de los cuentos, María está en una relación de será que sea efectiva, útil para un objetivo (un énfasis tí- igualdad (que denominamos Crel) con Pedro, y que am- pico en las disciplinas científicas) pero no sólo para pre- bos están en una relación de comparación (otra Crel) decir, sino para controlar o influir, propiciando las con Paula y, por tanto, las funciones (que denominamos condiciones que permitan la prevención y el cambio o Cfun) de cada uno de ellos se alteran (aunque de modo alteración del comportamiento. distinto según la Crel) tras la sola experiencia con Pedro La Teoría del Marco Relacional es una continuación de como buen contador de cuentos. Las claves relacionales las leyes establecidas en la investigación bajo el para- que aprendemos son numerosas y permiten numerosas guas del análisis funcional del comportamiento, pero su- transformaciones de funciones teniendo en cuenta que pone un avance cualitativo. Es una teoría dirigida al siempre son contextuales. Las más básicas serían las de análisis funcional del lenguaje y la cognición, aspectos coordinación/igualdad (“X es como Z en ciertas condi- que apenas habían sido analizados previamente a nivel ciones”), las de comparación (“en ciertas condiciones, X experimental en un plano analítico-funcional. En este es más que Z, o Z menos que X”), de oposición (“en cier- sentido, no es una ruptura, sino una continuación que tas condiciones, X es lo opuesto de Z”), de distinción (“X amplía el conocimiento disponible sobre la emergencia es distinto a Z”), espaciales (“X está cerca de Z, o lejos de nuevos comportamientos, ya que propone leyes que ”); temporales (“X es antes de Z, o después, o ahora”), establecen las condiciones para la formación y la altera- de jerarquía (“X pertenece a Z”); de causalidad (“si X ción de funciones, vía procedimientos indirectos, frente a ocurre, entonces o luego ocurre Z”); deícticos y de pers- los conocidos y bien establecidos procedimientos direc- pectiva (aquí-allí, yo-tú, y aquí-yo versus allí-tú; yo-aquí- tos del manejo de contingencias para el establecimiento ahora y yo-allí-antes, etcétera). y cambio de funciones reforzantes, aversivas, motivacio- Las características del aprendizaje relacional implican de- nales, y discriminativas de aproximación y evitación. La rivación de relaciones y funciones nuevas. Por ejemplo, si TMR contempla el efecto de las contingencias, pero su se aprende que el producto PU es como CO, y que RA es foco de análisis es el lenguaje y la cognición concebidos como CO, y que DI es como PU (tres relaciones básicas ex- como aprendizaje relacional. Se mantiene que el apren- plícitamente aprendidas), entonces se deriva que CO y PU dizaje relacional es una respuesta operante que consiste son iguales (CO-PU), y también CO-RA, y PU-DI (se deno- en aprender, desde muy temprano y a través de numero- minan relaciones derivadas de vínculo mutuo), surgiendo sos ejemplos, a relacionar eventos condicionalmente otras relaciones de vínculo combinatorio: por ejemplo, PU- hasta que se produce la abstracción de la clave contex- RA y DI-RA y DI-CO. Si además, resulta que con el produc- tual que los relaciona y se aplica a eventos nuevos distin- to PU se produce un efecto aversivo (en vez de curar una tos a los que permitieron la abstracción. Esto permite (1) enfermedad, la agudiza), entonces ninguno de los produc- que el organismo responda, sobre la base de la clave tos relacionados a PU se verían útiles para tratar esa enfer- abstraída, a un evento en términos de otro con el que no medad. Las funciones aversivas y discriminativas de comparte elementos físicos en común, y (2) que las fun- evitación de esos productos, para ese tipo de circunstan- ciones del primero se transformen en base a la aplica- cias, se habrían generado vía verbal o relacional en tanto ción de la clave abstraída en relación con el segundo. que procederían de: la función aversiva (Cfun) directamen- Por ejemplo, una vez establecido el más básico de los te adquirida por PU y el contexto relacional que vincula to- repertorios relacionales, la abstracción de la clave con- dos los elementos (en este caso, una Crel de tipo ES). textual “es”, o “es como”, o “es igual que”, si nos ense- Responder a un estímulo en términos de otro, y la transfor- ñan que contando cuentos MARIA es igual que PEDRO y mación de funciones paralela, es clave para entender el su- nos gusta mucho cómo PEDRO cuenta los cuentos, en frimiento más acuciante de los seres verbales. Por ejemplo, ausencia de éste, podríamos pedir a MARIA que nos aprendidos los marcos de comparación, los temporales, y contase un cuento (o dicho de otra manera, responde- deícticos, ya no es posible escapar a la transformación de mos a María como responderíamos a Pedro). Si además funciones que ocurre al comparar los eventos -y uno mis- nos dicen que PAULA es “mejor que” María y Pedro, y mo- en el antes, en el ahora y en el futuro simbólico. El tuviéramos que elegir a uno de los tres para contar cuen- miedo al futuro, por ejemplo, es un producto derivado de 82
  • 17. M. CARMEN LUCIANO SORIANO Y MARÍA SONSOLES VALDIVIA SALAS Sección Monográfica la historia personal cuya emergencia en un momento dado cada una de las asignaturas”), decimos que esa conducta no está bajo control del individuo; lo que sí es posible con- es un augmenting que ocurre porque estudiar ha adquiri- trolar es la reacción personal a ese miedo. do funciones reforzantes vía verbal. La regulación aug- Estas características del aprendizaje relacional tienen ven- menting puede tener numerosas posibilidades; unas que tajas e inconvenientes. Por ejemplo, permiten la derivación permiten a la persona ajustarse a la vida realizando ac- de recuerdos positivos pero también de los negativos; per- ciones por el valor moral y/o de transcendencia (actuar a miten comprender, razonar, y derivar conclusiones que nos pesar del dolor, o actuar por principios morales que van hacen ser exitosos en el control del ambiente, pero también más allá de las contingencias que los cercanos puedan aquellas que regulan acciones con efectos peligrosos y de- proporcionar, etc.). Pero también puede resultar en una sadaptativos. También explican que se deriven estados de regulación problemática en tanto que la acción tenga ánimo -y motivaciones- y que cambien “sin aparente ra- una consecuencia reforzante inmediata pero genere un zón”, que podamos pensar en positivo de alguien o algo, desajuste respecto de las contingencias de la vida a la o cambiar la valoración de alguien o algo, sin haber teni- larga. Por ejemplo, si la tristeza se sitúa en un marco de do experiencia alguna que lo justifique. El aprendizaje re- oposición con la vida (“la tristeza y los pensamientos ne- lacional es la base que nutre la publicidad, la política, los gativos son malos, con ellos no se puede vivir”), y ocurre métodos clínicos, y otras muchas actividades humanas que que en ciertas circunstancias, se deriva malestar y pensa- están orientadas a actualizar y alterar funciones psicológi- mientos negativos; entonces, la tristeza y el malestar de cas vía verbal. Y es esencialmente relevante por su econo- sus pensamientos se intensificarán y podrá cumplir fun- mía, ya que con escasas contingencias se producen nuevas ciones discriminativas de evitación. Tal intensificación relaciones y se forman y alteran funciones. Y principalmen- vendría dada al situar el malestar/pensamientos negati- te, porque sin un relativo aprendizaje relacional, no es fac- vos en contraposición temporal a las acciones valiosas tible la regulación verbal del comportamiento (formular, (con función simbólica positiva), ya que la transformación comprender y seguir reglas). de funciones a través del marco de oposición convierte lo La TMR diferencia funcionalmente tres tipos de regula- positivo en negativo y -como un efecto sumador- incre- ción del comportamiento: pliance, tracking y augmenting. menta el valor negativo que ya pudiere tener la tristeza. La regulación, o comportamiento, tipo pliance está con- Consecuentemente, en ausencia de un nuevo marco que trolada por una historia de reforzamiento en la que las contextualizase todos esos elementos, la persona empren- consecuencias relevantes son mediadas por otros. Un re- derá acciones para evitar/escapar de tal estado de áni- pertorio generalizado de regulación pliance es limitante mo. Ésta es la regulación que define el patrón de en tanto que genera una dependencia extrema de los evitación experiencial cuya persistencia puede llegar a otros y produce insensibilidad a las consecuencias que ser destructiva si produce una limitación en la vida perso- emanan de las acciones. La regulación tipo tracking está nal, pudiendo llegar a la evitación total: el suicidio. controlada por una historia de reforzamiento donde han En síntesis. La investigación en la TMR afecta a la ma- primado las consecuencias que emanan directamente de yoría de las actividades humanas y necesariamente con- la forma de la acción efectuada (por ejemplo, cepillarse cierne a la psicopatología y las terapias psicológicas los dientes bajo el control del sabor o el efecto que pro- (véase especialmente Hayes et al., 2001. También, Bar- duce el cepillo sobre los dientes en vez de por los premios nes-Holmes, Barnes-Holmes, McHugh y Hayes, 2004; o castigos que otros propicien). Un repertorio de tracking Hayes et al., 1999; Luciano, Rodríguez y Gutiérrez, generalizado, o aplicado a áreas en las que no puede 2004; Wilson, Hayes, Gregg y Zetle, 2001; Wilson y Lu- funcionar, es problemático (por ejemplo, actuar siguien- ciano, 2002).2 Resaltamos: (1) establecimiento de nume- do las reglas “no quiero estar triste” o “no pienses en es- rosos marcos contextuales o relaciones entre estímulos tar triste”). El comportamiento tipo augmenting sería como operantes generalizadas y sus características deri- regulación bajo el control de funciones transformadas de vadas; (2) derivación de relaciones (por vínculos mutuos estímulo. Por ejemplo, si la conducta de estudiar se incre- y combinatorios) y transfomación de funciones –o sea, menta después de situar el estudio en un marco temporal formación y alteración vía verbal de funciones aversivas, y de condicionalidad con aspectos valorados (“el título es reforzantes y discriminativas; (3) el funcionamiento por –significa, me permite- ser independiente o ejercer una adición de la red relacional y los efectos rebote ante profesión que sirva para X”, y “el título es estudiar hoy y cambios directos; (4) la resurgencia de los eventos rela- 83