La cultura provee los valores y patrones que los miembros de una sociedad deben compartir para darle estabilidad. Estos se internalizan en la personalidad y luego se institucionalizan en roles sociales, configurando el sistema social. La cultura opera a través de los roles, que estructuran el sistema de acción general.
1. Introducción:
El presente ensayo intentará dar respuesta a la pregunta de ¿cómo actúa la
cultura sobre la personalidad del individuo? Esta pregunta nos obliga a intentar
comprender desde el punto de vista sistémico, cómo la cultura, en cuanto es una
configuración sistémica, representa el primer paso en la estructuración del sistema
de acción general y en el mantenimiento de este, ya que dentro del pensamiento
de Personas la sociedad no sería en sentido estricto todas las personalidades
posibles, sino que en realidad sería la conformación de todos los roles posibles.
El concepto de cultura nos permite afianzar la idea de que las sociedades para
poder sobrevivir y constituirse como tales, necesitan de una orientación cultural
común que a su vez necesita ser compartida los más ampliamente posible por los
miembros de esta, de manera que puedan concebir una identidad societaria
común, proporcionando de esta forma “un sistema de acción con un anclaje
estructural muy estable.
Los roles deben por lo tanto tener un punto de partida que permita su
configuración (y el de la sociedad), por lo tanto la pertinencia de la pregunta en
relación a la cultura y la personalidad, podría ayudarnos a entender cómo es que
la sociedad se va configurando u organizando en base a las orientaciones,
motivaciones y valores de los actores respecto de una situación.
El rol para Personas necesita estructurarse en base justamente a las orientaciones
calóricas y motivacionales que los actores dan a sus acciones. Por lo tanto es aquí
en donde el siguiente ensayo comienza a tomar cuerpo, ya que los valores y
patrones culturales se internalizarían primero en el sistema de la personalidad y
luego de esto se institucionalizarían en el sistema social, lo que finalmente daría
paso a la conformación de los roles.
Para nosotros esta lógica sistémica con la cual trabaja Personas, nos indicaría que
la cultura se manifestaría y por lo tanto operaría en los roles, los cuales
estructuran finalmente el sistema social y el sistema general de la acción.
Por lo tanto para poder responder la pregunta que motiva el presente ensayo
comenzaremos dando una mirada general al marco de referencia de la teoría de la
acción, centrándonos además en los subsistemas de acción en los que se
traducen o desembocan los cuatro imperativos funcionales que cualquier sistema
de acción debe de poseer (AGIL), para luego poder entrar más en detalle respecto
de lo que significa la cultura (en cuanto observaremos que es uno de los
subsistemas de acción), dentro del pensamiento de Personas y de cómo esta
actúa en el proceso de conformación de la personalidad y de los roles que
conforman el sistema social para poder así dar contestación a la pregunta que
motiva el presente ensayo.
2. En Nuestra Sociedad:
Nuestras sociedades están viviendo cambios culturales de magnitud. Estas formas
diversas de mirar, de sentir la realidad, de otorgar significados, que cuestionan un
mundo esencialista sostenido en un absolutismo de la razón, ofrecen nuevas
posibilidades a tal fe que confesamos.
En el último período el mundo ha presenciado una sucesión de enfrentamientos en
torno a temas culturales entre los cuales parecería que el choque entre Occidente
y el Islam ha pasado a desempeñar una paz del paradigmático. Contrariamente a
lo que sostuviera Samuel Huntington, quien hace diez años predijo que las
próximas guerras obedecerían a conflictos civilizatorios, personalmente creo que
en la actualidad los factores culturales están llamados a jugar un papel
fundamental en la construcción de nuestras sociedades.
La cultura, que se refiere a la visión del mundo y a las formas de vida
prevalecientes en cada etapa en una sociedad determinada, ha adquirido en el
mundo actual una extraordinaria relevancia. Gianni Vattimo ha sostenido que así
como el siglo XVIII confirió a la política la tarea de reformar la sociedad, y el siglo
XIX asignó su construcción a la economía, así el siglo XX encomendó la
configuración de la sociedad a la cultura.
En efecto, son múltiples los testimonios respecto a la capacidad que ha adquirido
nuestra visión cultural de la realidad para diseñar la sociedad en que vivimos y
nuestra propia vida dentro de ella. Implica esto que el significado y el valor que
atribuimos a los distintos elementos que configuran nuestra sociedad están
complementando el papel de la ley natural en el proceso de construcción social o
ayudando a interpretarla en las diversas situaciones. En otras palabras, estamos
viviendo un proceso de anexión de la sociedad por la cultura. Como las visiones
culturales que prevalecen en un momento dado radican en la subjetividad de las
personas, lo que estamos viviendo es una tendencia al fortalecimiento de nuestra
capacidad como sujetos para moldear nuestra sociedad y nuestra propia vida.
Influencias En Nuestra Sociedad:
El influjo que ejercen los medios de comunicación de masas sobre la sociedad
actual es innegable, en unos casos esta capacidad de intervención sobre el
individuo, y por ende, sobre la colectividad social puede resultar beneficiosa, sin
embargo en otras ocasiones, puede tener un efecto realmente perjudicial. Así lo
afirma Juan Pablo II al expresar en el año 1996 que “Estos medios tienen una
utilidad indiscutible, pero no deben engañarnos ni adueñarse de nuestra vida”.
Así, las sociedades modernas disponen de unos sistemas políticos principalmente
basados en los principios democráticos, de este modo, para estos entes el
3. manejo, o gestión de la información tiene un carácter fundamental para sus
objetivos, es la llamada teledemocracia.
la posesión o uso de determinados bienes o servicios creados por la publicidad
como sinónimo de un determinado status social comporta, que si conduces tal o
cual vehículo, o si vistes esta u otra marca obtendrás grandes dosis de
autosatisfacción personal y un elevado grado de aprobación social, de este modo,
se ha instalado en nuestra sociedad actual la denominada cultura de marca, que
es gestionada por parte de todos los operadores económicos que confluyen en el
mercado, así algunas empresas utilizan estos signos marcarios para proporcionar
al consumidor un plus de calidad en sus productos marcas de garantía y obtener
con ello una ventaja competitiva de orden superior con respecto al resto
competidores, por su parte muchos consumidores hacen uso de estos signos
como símbolos de su poder y capacidad económica, como verdaderas referencias
de su status.
En definitiva, la televisión es una fábrica de estereotipos, para directa o
subliminalmente crear en el destinatario sensaciones de autoestima,
reconocimiento, o distinción social, pero no hay que olvidar que también puede
causar el efecto inverso, en caso de que el receptor no se ajuste a esos modelos
preestablecidos.
De este modo, la coexistencia de distintos medios de comunicación , cada uno de
ellos con sus propias características, supone una lucha por la supervivencia en
términos técnicos y de audiencia, si bien la rápida implantación de Internet no es
garantía de supremacía para este último medio sobre los otros, pues existen
determinados aspectos que mitigan su presunta hegemonía comunicacional, así la
carencia de una verdadera autoridad global con jurisdicción propia para impedir o
evitar la difusión de contenidos que se incardinan dentro de los tipos penales más
comunes; tampoco el denominado e-commerce ha alcanzado todavía las cotas
necesarias de seguridad para permitir la realización de transacciones económicas
fiables; la amenaza constante de los potentes virus informáticos propagados por
desalmados hackers informáticos, son factores importantes a la hora de relativizar
el magno poder con que parece contar la red mundial informática (Internet).
En definitiva, la influencia ya sea positiva o negativa que ejercen los medios de
comunicación sobre nuestra sociedad actual, produce una auténtica
transformación del individuo.
4. Conclusión:
La sociedad se encuentra conformada por sistemas y subsistemas que conforman
las estructuras básicas para el funcionamiento e interacción de los sujetos en la
sociedad. Estas estructuras establecen a su vez relaciones de intercambio entre
ellas y una de esas relaciones trata de los intercambios entre el subsistema
cultural y el subsistema de la personalidad.
La cultura entrega las pautas y valores que los miembros de la sociedad deben
compartir para dar estabilidad al sistema en conjunto con la estabilidad
motivacional que haga posible que el sistema pueda recoger o crear los elementos
que considere necesarios para su subsistencia. La personalidad nos demuestra
cómo los sujetos van aprehendiendo, internalizando, van desarrollando y
manteniendo una motivación adecuada dentro del sistema social, dando paso al
proceso de institucionalización de los valores y pautas culturales en el sistema
social.
De esta forma respondemos la pregunta inicial, puesto que en definitiva la cultura
es en donde se refleja la sociedad y esta operaría a través del concepto de rol que
al mismo tiempo es el elemento central que configura a la sociedad (pluralidad de
roles posibles).
Bibliografía:
Castro, F. (1961, junio). Palabras a los intelectuales. Reunión conocida como
Palabras.
Los Intelectuales, Salón de Actos de la Biblioteca Nacional, Ciudad de La Habana,
Cuba.
Lucera, M. J. (2002, enero).
http://www.caletasur.cl/Biblioteca%20VirtualRosental, M., Ludin, P., (1965).
Diccionario filosófico. Montevideo.