Origen y consecuencias del Primer Plan Quinquenal de Perón
1. Fecha de entrega: 28/10/11
Nombre y Apellido: Cristina Reynaga
Año: 4to 5ta
Turno: Tarde
Elaboración de un informe sobre el origen, las características y consecuencias
de la aplicación de este plan económico
2. En su mensaje al Congreso Nacional del 19 de octubre de 1946, el Presidente Perón
presentó los lineamientos del Plan del Poder Ejecutivo sobre Realizaciones e Inversiones para el
Quinquenio 1947-1951 (1). En él se condensaban los principales lineamientos de su acción de
gobierno para los siguientes cinco años y los proyectos de ley sobre distintas materias que el
Ejecutivo pretendía que se sancionaran como parte de su plan de realizaciones e inversiones.
Por ejemplo, entre una treintena de dichos proyectos se contaban los siguientes: ley de
organización de los ministerios, ley concediendo derechos electorales a la mujer, ley de
organización de la sanidad pública, ley de reforma universitaria, ley de organización del Servicio
Exterior de la Nación, ley de fomento de la industria nacional, etc.
Respecto del comercio exterior, el plan planteaba la necesidad de rever y codificar en un solo
cuerpo el conjunto de medidas que afectaban la exportación y la importación, reglamentando
la tipificación, el envase y la certificación de la calidad de los productos exportables y
estableciendo un régimen aduanero ajustado a las realidades de ese momento. En
consecuencia, elevaba a la consideración legislativa un proyecto de modificación de la ley de
aduanas que proponía adecuarla a las nuevas normas de protección del trabajo nacional, en
función de la cantidad de mano de obra ocupada, salarios altos y consumo de materias primas
nacionales. Además, proponía explorar la posibilidad de establecer una unión aduanera con los
países sudamericanos que facilitara el intercambio comercial.
De acuerdo con el proyecto de ley, estos objetivos reclamaban que se dotara al Poder Ejecutivo
de facultades para aumentar, disminuir e incluso imponer derechos a mercaderías liberadas. La
idea era que el Ejecutivo pudiera actuar rápidamente ante circunstancias apremiantes que
pudieran dañar la economía nacional o causar perjuicios a los consumidores. Asimismo, se
consideraba conveniente confeccionar un nuevo arancel de importación sobre la base de la
nomenclatura sugerida por el Comité de Expertos de la ex Liga de Naciones, al cual deberían
volcarse los aforos, derechos, adicionales y recargos vigentes en ese momento. Se reconocía
también la conveniencia de unificar las normas de procedimientos dispersos en las ordenanzas,
ley de aduana, decretos reglamentarios, resoluciones ministeriales, etc., así como aclarar
conceptos y ampliar ciertos plazos exiguos para el trámite aduanero. Por otra parte, con el
objeto de agilizar los servicios aduaneros y portuarios, se proponía unificar en cuada aduana o
receptoría esas funciones, bajo la dirección, coordinación y fiscalización de un organismo
central que se denominaría Administración General de Aduanas y Puertos de la Nación, el cual
substituiría –aunque con mayores atribuciones- a la hasta entonces Dirección General de
Aduanas.
El Primer Plan Quinquenal, aprovecha la coyuntura de la Crisis de Posguerra: gran
disponibilidad de divisas y altos precios de las materias primas en el Mercado Mundial. Se
comienza con la nacionalización de los Servicios Públicos (gas, telefonía, flota mercante, etc.),
destacándose la readquisición de los FFCC (resultaban poco redituables para Inglaterra y se
aceptan como cancelación de deudas por las exportaciones, ya que las libras estaban
congeladas en los Bancos de las islas) considerada por algunos un claro ejemplo de la
independencia de la economía peronista y una nueva derrota económica en manos de
Inglaterra por otros. Sigue la nacionalización del Banco Central, el cual jugaría un papel muy
importante en el control de las políticas crediticias y monetarias.
Se crea en 1946 el IAPI (Instituto Argentino de la Producción y el Intercambio) para controlar
el viraje de divisas desde el Agro a la nueva Industria nacional y lograr la “nacionalización del
Comercio Exterior”. Su función era comprar la producción agropecuaria no consumida por el
Mercado Interno a un precio determinado por el Estado y venderla luego en el Mercado
3. Internacional; la diferencia obtenida financiaba los créditos blandos otorgados por los Bancos
Nación, Industrial e Hipotecario, destinados a la pequeña y mediana burguesía.
Con la declaración de guerra al Eje se crea la Dirección Nacional de Industrias del Estado
(DINIE) para tomar bajo control del Estado las filiales de empresas alemanas radicadas en
Argentina.
En lo que respecta a la Industria, se desarrolló principalmente el área textil, la siderurgia y la
metalurgia. Gracias a la restricción de importaciones y a la política crediticia vigente, se
expandió notablemente el número de pequeños y medianos establecimientos industriales.
En 1949, disminuye el flujo de divisas desde el Agro y dada la excesiva dependencia creada
por el modelo económico, aumenta la inflación. El hecho de no haber impulsado en desarrollo
de la Industria Pesada hacía que el Estado se viera obligado a importar desde herramientas y
maquinaria hasta combustibles, y dependiera entonces del Mercado Internacional. La
contracción del flujo de divisas obtenidas por la actividad agrícola se debe a varios factores: los
productores rurales se sienten desalentados por las pocas ganancias que obtienen (casi todo
queda en manos del IAPI, ya que no podían comerciar directamente con los empresarios
extranjeros) y se ven obligados a arrendar sus tierras, desastres naturales (plagas y sequías)
azotan el país y arruinan las cosechas y el precio internacional del cereal cae. Este último punto
resulta el más conflictivo: en la Posguerra Argentina era uno de los pocos productores agrícolas
en pie y por lo tanto era el principal proveedor de Europa, pero a fines de la década del 40
EEUU aplica el Plan Marshall (programa de recuperación económica del viejo continente
mediante créditos y donaciones) y prohíbe que los dólares aportados a Europa en el plan de
ayuda se utilicen para comprar productos argentinos.
Como el pilar de la redistribución del ingreso a favor de los obreros eran los altos precios de
los productos agropecuarios a nivel internacional, los salarios de los trabajadores comenzaron a
deteriorarse. Perón ordena entonces la política del ahorro e intenta trabar cualquier tipo de
protesta o levantamiento.