1. Catedrático:
Lic. Alberto Díaz Perdomo
Espacio Pedagógico:
Modelo Narrativo: Novela
Integrantes:
Anggy Geraldina Calderón
Fary Said Nicoli Alvarenga
Trabajo:
Ficha de análisis literarios: Niebla
2.
3.
4.
5.
6. Nació en Bilbao en el 1864 y murió en
Salamanca en 1936. Estudió el bachillerato en el
Instituto Vizcaíno, prosiguió sus estudios en la
Universidad de Madrid, donde se doctoró en
Filosofía y Letras.
Poeta, dramaturgo, novelista, pensador, filósofo
escritor, profesor y ensayista español; de una
sagacidad, agudeza e independencia poco
frecuentes en la literatura hispánica. Unamuno
es el mejor prototipo del pensamiento filosófico-
moral que alienta y patrocina el trabajo crítico de
los escritores de la Generación del 98 y está
preocupado por el futuro de España ante el
mundo moderno.
7. El año 1898 fue el en que España perdió
sus últimas colonias ultramarinas, hecho
que provocó un examen de la situación
histórica del país. Los escritores
identificados con la Generación del 98
abogaban por una "europeización" de
España. Para Unamuno esa europeización
debía abarcar también una
"españolización" de lo europeo.
Colaboró en gran número de revistas y
periódicos de su tiempo. Fue
conferenciante en el ateneo madrileño y
en diversos centros de cultura.
8. Unamuno fue un poeta genial. Algunos lo
consideran como uno de los mejores
poetas líricos españoles de su siglo. Fue
hondo y fecundo, pero siempre
"unamuniano", es decir, muy suyo,
inconfundible. En su poesía, Unamuno se
deleita, se confiesa, se abre, nos muestra
su amor familiar y religioso sincero, su
profunda angustia ante el ser, ante Dios,
ante la muerte y ante la inmortalidad de
alma. Es un debatir y debatirse continuo
consigo mismo.
9. Y a los lectores, su poesía nos zarandea y
nos azota, haciéndonos partícipes de sus
propias dudas y angustias espirituales,
como también es sus "ternuras" humanas.
Las obras de Unamuno se distinguen por
una fuerte preocupación filosófica e
incorporan sus estudios de Kant, Hegel,
Kierkegaard, Nietzsche, Schopenhauer e
Ibsen.
10. A Unamuno le apasionó toda su vida la
filosofía y la historia, sobre todo la
filosofía de la historia de España. Fue
profundamente religioso pero se distanció
mucho de la ortodoxia cristiana. El
pensamiento unamuniano refleja su
angustia por la división entre lo ideal y lo
real, entre el corazón y la razón. Unamuno
perdió la fe católica tras unas crisis
juveniles. Vivió unos años de militancia
socialista y estuvo afiliado al Partido
Socialista Obrero Español (PSOE) entre
1894 y 1897.
11. Otra crisis a los 31 años le renovó la
meditación sobre los problemas
espirituales y la política; en 1895 Unamuno
le escribió a Clarín: "Sueño con que el
socialismo sea una verdadera reforma
religiosa, cuando se marchite el
dogmatismo marxiano."
12. Los dos grandes temas del problema de
España y del sentido de la vida humana lo
angustiaron toda su vida. Además de
preocuparse por el futuro de su país,
Unamuno mostró una profunda
preocupación por su fin personal. La fe es
un problema central en su obra, pero no le
interesaba la fe estática sino la fe
individual y personal. Para Unamuno el
anhelo de Dios y de la inmortalidad era tan
importante como el aspecto científico-
racional del individuo.
13. Reconoció, sin embargo, que la fe
tradicional no podía sostenerse ante los
avances científicos modernos. Según
Unamuno, la persona siente la necesidad
de Dios y la fe llega a ser una afirmación
del individuo. Sin embargo, Unamuno
insistió que el aspecto racional de la
persona no le permite creer ciegamente.
Abandonó la militancia política en 1897,
concentrando su atención en el problema
de la muerte y de la nada.
14. Unamuno se consideró "un hombre de
contradicción y de pelea [. . .] uno que
dice una cosa con el corazón y la contraria
con la cabeza, y que hace de esta lucha su
vida." En más de una ocasión el
angustiado escritor declaró que "la paz es
mentira." Los temas predilectos de
Unamuno--la inmortalidad, la procreación,
la maternidad, la lucha del individuo por
realizarse--no son sino pretextos para la
exploración de sus ideas filosóficas.
15. Empleaba un lenguaje esencial, sin
adornos, para transmitir sus ideas.
Buscaba un estilo desnudo que permitiera
desplegarse una densidad de ideas.
Unamuno luchaba con el lenguaje para
conseguir lo que él llamaba "una lengua
seca, precisa, rápida, sin tejido
conjuntivo." Sus personajes casi carecen
de descripción física, ya que lo que los
definen es la lucha interior.
16. La obra literaria de Unamuno resiste toda
categorización. Rechazó los límites
tradicionales del género narrativo al
escribir Niebla (1914), obra que él clasificó
de "nívola" en vez de "novela": "Invento
el género e inventar un género no es más
que darle un nombre nuevo, y le doy las
leyes que me placen."
17. 1895-En torno al casticismo (ensayos)
1897-Paz en la guerra (novela sobre la
guerra carlista)
1898-La esfinge (drama)
1899-La venda (drama)
1902-Amor y pedagogía (novela de ideas)
1903-De mi país (ensayos)
1905-Vida de don Quijote y Sancho
1907-Poesías
1910-La España que vuelve Fedra (dramas)
18. 1911-Rosario de sonetos líricos
Por tierras de Portugal y España
(ensayos)
1913-Del sentimiento trágico de la vida en
los hombres y en los pueblos (ensayos)
1914-Niebla
1917-Abel Sánchez: una historia de
pasión
1920-El Cristo de Velázquez (poesía)
Tres novelas ejemplares y un prólogo.
(Dos madres; El marqués de Lumbría;
Nada menos que todo un hombre)
19. 1921-La tía Tula
1922-Andanzas y visiones españolas
1923-Rimas de dentro
Teresa (poesía)
1924-La agonía del cristianismo
(ensayos; no se publicó en España
hasta 1930; Unamuno emplea aquí la
palabra "agonía" en su sentido
etimológico de "lucha")
1925-De Fuerteventura a París. Diario
íntimo de confinamiento y destierro
vertido en sonetos
20. 1926-Sombras de sueño, El otro (dramas)
1927-Cómo se hace una novela 1928-
Romancero del destierro
1929-El hermano Juan o El mundo es
teatro (teatro)
1933-San Manuel Bueno, mártir y tres
novelas más (La novela de Don Sandalio,
jugador de ajedrez; Un pobre hombre rico
o El sentimiento cómico de la vida; Una
historia de amor)
1953-Cancionero. Diario poético
(publicado póstumamente)
21. Corresponde al el Existencialismo y
constituye una de las obras cumbres de
la Generación del 98.
22. El Existencialismo es un movimiento filosófico que
resalta el papel crucial de la existencia, de la
libertad y la elección individual, que gozó de gran
influencia en distintos escritores de los siglos XIX
y XX.
La diversidad de posiciones que se asocian al
existencialismo, provoca que el término no pueda
ser definido con precisión. Se pueden identificar,
sin embargo, algunos temas comunes a todos los
escritores existencialistas. El término en sí mismo
sugiere un tema principal: el énfasis puesto en la
existencia individual concreta y, en consecuencia,
en la subjetividad, la libertad individual y los
conflictos de la elección.
23. Individualismo Moral
La mayoría de los filósofos desde Platón han
mantenido que el bien ético más elevado es el
mismo para todos: en la medida en que uno
se acerca de la perfección moral, se parece a
los demás individuos perfectos en el plano
moral. El filósofo danés del siglo XIX Sören
Kierkegaard, el primer escritor que se calificó
de existencialista, reaccionó contra esta
tradición al insistir en que el bien más
elevado para el individuo es encontrar su
propia y única vocación. Como escribió en su
diario: "Tengo que encontrar una verdad que
sea verdadera para mí… la idea por la que
pueda vivir o morir".
24. Otros escritores existencialistas se han
hecho eco de la creencia de Kierkegaard de
que uno ha de elegir el camino propio sin la
ayuda de modelos universales, objetivos. En
contra de la idea tradicional de que la
elección moral implica un juicio objetivo
sobre el bien y el mal, los existencialistas han
afirmado que no se puede encontrar ninguna
base objetiva, racional, para defender las
decisiones morales. El filósofo alemán del
siglo XIX Friedrich Nietzsche sostuvo que el
individuo tiene que decidir qué situaciones
deben ser consideradas como situaciones
morales.
25. Todos los existencialistas han seguido a
Kierkegaard al resaltar la importancia de la
acción individual apasionada al decidir
sobre la moral y la verdad. Han insistido,
por tanto, en que la experiencia personal y
actuar según las convicciones propias son
factores esenciales para llegar a la verdad.
Así, la comprensión de una situación por
parte de alguien que está comprometido en
esa situación es más alta que la del
observador indiferente, objetivo.
26. Este énfasis puesto en la perspectiva del
agente individual ha hecho que los
existencialistas sean suspicaces respecto al
razonamiento sistemático. Kierkegaard,
Nietzsche y otros escritores existencialistas
fueron, de un modo intencionado, no
sistemáticos en la exposición de sus
filosofías y prefirieron expresarse mediante
aforismos, diálogos, parábolas y otras formas
literarias. A pesar de su posición
antirracionalista de partida, no se puede decir
que la mayoría de los existencialistas fueran
irracionales en el sentido de negar toda
validez al pensamiento racional.
27. Han mantenido que la claridad racional es
deseable allí donde sea posible, pero que
las materias más importantes de la vida no
son accesibles a la razón o a la ciencia.
Además, han sostenido que incluso la
ciencia no es tan racional como se supone.
Nietzsche, por ejemplo, afirmó que la
visión científica de un universo ordenado
es para la mayoría una ficción práctica, una
entelequia.
28. El hombre es pura existencia y pura
libertad.
El hombre no tiene razón de ser ni
sentido determinado.
El hombre es una pasión inútil. Nada
tiene un por qué. El mundo es
absurdo.
Los demás disminuyen mi libertad.
No podemos salir del absurdo de la
existencia sino por la muerte.
29. La palabra existencia se utiliza referida
exclusivamente al ser humano. Sólo el
hombre existe.
Existir significa que el hombre “se realiza
como interioridad, como conciencia y
como libertad, saliendo fuera de sí
mismo, en el encuentro con las cosas y
en la apertura con los otros en el mundo
(Dondeyne)”.
Subraya la individualidad del ser humano,
por encima del hombre abstracto del
Idealismo y del hombre genérico del
Marxismo.
30. Lo particular · Subjetividad · Existencia
Experiencia · Individualidad · Libertad
Lo inmediato
31. + Importancia del hombre concreto
existencial
+ Importancia del SER del hombre sobre
el TENER o POSEER.
+Valor de la libertad: importancia de la
opción personal y de la responsabilidad
en el mundo
32. -Visión trágica y desesperada de la
existencia, encerrada en un aquí y
ahora sin más esperanza.
-Disolución de la verdad en la subjetividad.
El mundo de los valores los crea
el hombre en el ejercicio de su libertad, al
optar por esto o aquello. No existen
valores objetivos y permanentes.
33. -Afirmación de la libertad como una fuerza
sin límites y sin metas.
-Desconfianza hacia la apertura y el amor
a los otros hombres: imposibilidad de
comunicación interpersonal y de
comunidad humana.
34.
35. Se ha llegado a definir el término
“generación” como una unidad cronológica
conforme a la cual debiera computarse la
historia. Se señala que debemos distinguir
entre una generación que acepta su herencia
de sus antecesores -
generaciones acumulativas- que conserva y
enriquece el legado cultural; y otra, que
rechaza esa herencia y busca una respuesta
espontánea, original: son
generaciones eliminatorias o de combate. De
este tipo es la Generación del 98.
36. A pesar de los numerosos cambios
políticos y sociales que afectaron a España
durante la primera mitad del siglo XX., la
creación cultural fue testigo de un nuevo
renacimiento, entró en una fase
desacostumbrada de actividad creadora,
surgió un esplendor que provocó que
algunos estudiosos hablaran de este
periodo como “La edad de plata”, que tiene
sus inicios en 1898 y termina con el
estallido de la guerra civil en 1936.
37. El primer cambio lo inicia la pérdida de las
últimas colonias de España, y en general, la
conclusión de un largo periodo de decadencia
que tuvo su origen en el siglo XVII. Un amplio
grupo de escritores reaccionó en contra de
estos acontecimientos, en una búsqueda
constante de las causas y las soluciones para
volver a construir lo que en tiempos fue
España. Se les conoce como “La Generación
del 98” y en este grupo se encuentran
muchas figuras importantes de la literatura
española. Sin embargo, sus actividades no se
limitaban únicamente a la literatura, sino que
se extendían desde el campo de la ciencia, la
medicina y la historia hasta la realización de
ensayos.
38. Algunos miembros de esta Generación alcanzaron
un lugar en la literatura universal, como es el caso
del escritor vasco Miguel de Unamuno, autor de la
obra analizada, quien en su “Sentimiento trágico
de la vida”, ofrece las reflexiones y los temas
básicos del Existencialismo. Otro escritor de
origen vasco, Pío Baroja, gran novelista realista,
crea su narración con increíble simplicidad,
naturaleza y dinamismo. Azorín nos describe
Castilla y su gente, la “belleza de lo ordinario”. El
gallego Ramón María del Valle Inclán nos
proporciona la musicalidad de su prosa, la que
experimenta la primera estética modernista y el
“esperpento”. El andaluz, Antonio Machado, inició
su poesía contemporánea con una profunda
meditación temporal.
39. En casi todos los escritores de la generación
del Noventa y Ocho es fundamental la
preocupación por España y sus problemas.
Las características de la “Generación del
Noventa y Ocho” son las siguientes:
Pesimismo patriótico: La Patria no debe ser
alabada de puertas afuera. España debe ser
conocida en sus bellezas olvidadas.
La europeización: La cultura española pierde
su carácter tradicional y se deja influenciar
según modelos extranjeros, especialmente
alemanes, ingleses y franceses.
40. El Autodidactismo: Se refiere a que los
escritores de esta generación son autodidactas;
llevan a la prensa y al libro sus ideas y sus
doctrinas.
La Rebeldía: Toda la labor de la generación del
Noventa y Ocho está caracterizada por un noble
deseo renovador.
El Estilo: Los escritores del Noventa y Ocho
estudian concienzudamente el lenguaje,
aprovechando el origen etimológico de las
palabras. Es de sobra sabido que había una gran
diferencia entre los autores del 98 en cuanto al
estilo se refiere, pero a la vez tenían en común
una actitud crítica e interrogativa, y muchas
ganas de modernizar y liberalizar España.
41.
42. Augusto Pérez, un joven de muy buena
posición, sale de su casa con el paraguas
bajo el brazo pues amenaza con llover.
Augusto vivía en una casa muy grande de la
calle Alameda y en compañía de sus dos
fieles sirvientes. Su madre había muerto dos
años atrás y él era el único heredero de una
considerable fortuna.
Augusto se pasaba la vida entre el casino -en
compañía de su amigo Víctor-, sus paseos
por la Alameda y su casa. Augusto había
gozado de una buena educación y amaba la
lectura, disfrutaba de sostener intensos
monólogos con él mismo.
43. Una tarde, mientras se dirigía al casino, se
cruzó con una joven de lindas facciones y,
sobre todo, de unos ojos oscuros tan
profundos como el abismo. La presencia de la
joven llamó la atención de Augusto que al
verla salir de un edificio, decidió preguntar
por su nombre. Tocó a la puerta de la portera
y ésta, Margarita, le habló de la maestra de
piano. Se llamaba Eugenia, huérfana, vivía
con sus tíos y tenía muchos pretendientes.
Augusto se marchó turbado y dispuesto a
ponerse en contacto con la joven. Ya en el
casino, le contó a Víctor que se había
enamorado a primera vista.
44. De regreso en su casa, se dispuso a
pensar en Eugenia y a escribirle una carta.
Reconocía que la había vista muy poco y
casi ni la recordaba, pero el efecto que le
había causado era más profundo que eso:
había descubierto a las mujeres y, con ello,
el amor. Cuando Augusto lleva la carta a la
portera, ésta le dice que la señorita
Eugenia tiene novio. Augusto Pérez está
dispuesto a luchar por su nuevo y, hasta
entonces, único amor.
45. Después de varios días, bajo cualquier
pretexto se mete en la casa de Eugenia y
conoce a sus tíos. Ermelinda, la tía, mujer
interesada en el dinero, al saber la
procedencia del joven decide apoyarlo en
su conquista. La tía le informa a Augusto
que Eugenia sufre mucho porque debe
pagar la hipoteca de su casa.
Así pasan los días, Augusto pensando y
pensando hasta que encuentra la forma de
acercarse a su amor: pagarle la hipoteca.
46. Después de un tiempo de frecuentar a los
tíos de Eugenia, una tarde les informa que
la deuda está saldada. Liduvina, la criada
de Augusto, le informa que la maestra de
piano pregunta por él. Eugenia rechaza su
ayuda y le reclama sus intenciones de
comprar su amor, además, ella asegura
estar enamorada y próxima a casarse.
Mauricio, el sobrino de la portera, es el
galán de Eugenia, un hombre sin oficio ni
beneficio y sin mayor iniciativa pero del
cual la señorita está enamorada.
47. Siempre que se encuentran, Eugenia le
reclama sus pocas intenciones de trabajar
y, ahora, lo amenaza con casarse con
Augusto Pérez si no le deja otra alternativa.
Mauricio le sugiere que acepte la
propuesta, Eugenia se indigna y decide
dejarlo. El tiempo pasa y Eugenia ha
despertado en Augusto los deseos de
enamorarse, además, es el consejo que le
dan sus amigos. Después de consultar
varias opiniones, Augusto decide buscar el
amor en otras mujeres.
48. A la ruptura con Mauricio, Eugenia decide
reconciliarse con Augusto. La joven
aparece en casa de Augusto, le agradece el
pago de la hipoteca y le ofrece su amistad.
El joven Pérez decide probar las
intenciones de Eugenia pero cae en la
trampa. Se van a casar pero, pocos días
antes de la boda, Eugenia le escribe para
decirle que se va con Mauricio quien ha
encontrado un empleo que el mismo Pérez
le consiguió.
Después de darle mil vueltas al asunto,
Pérez decide suicidarse pero antes quiere
consultar otra opinión.
49. Va a Salamanca donde vive Miguel Unamuno y tras
discutir ambos acaloradamente y tras revelarse el
personaje hacia su creador, poniéndole furioso.
Éste se niega rotundamente y le confiesa que
Augusto es un ente de ficción que, además, no
puede decidir sobre su destino. Unamuno decide
matar a Augusto Pérez antes que él mismo lo haga.
Esa noche, Augusto regresa a casa y les avisa a
sus sirvientes que va a morir. Liduvina y Domingo
creen que se ha vuelto loco, pero cuando Augusto
se va a dormir y este ya no despierta. Tras
enterarse Unamuno de la muerte de su personaje,
piensa en resucitarle para que se quite la vida a sí
mismo, pero la aparición de Augusto en los sueños
del autor le previene de tal barbaridad.
50. La verdad
El amor
La mentira
La pobreza
La desconfianza
La envidia
El egoísmo
La depresión
El suicidio
53. Ermelinda
Fermín
Antolín S. Paparrigopoulos
Marta
54.
55. Aunque el tiempo es lineal, Unamuno
intercala una pequeña historia al margen
del argumento principal, como ya hizo en
su día Don Miguel de Cervantes Saavedra
en la que fue su obra maestra y en opinión
de Miguel de Unamuno “la biblia española”
“El Ingenioso hidalgo Don Quijote de la
Mancha”. Sin embargo esta historia corta
que ocupa solamente un capítulo de la
obra, así que no altera el orden
cronológico de esta obra.
56.
57. Es ante todo una gran novela, por varios motivos,
algunos son sus peculiaridades y su propio estilo,
así como la magnífica recreación sentimental,
pasional y humana de sus escasos personajes.
A nuestro parecer cabe destacar la importancia
que tiene en el protagonista de la obra Augusto
Pérez, su propia condición humana, su carácter, o
su falta de él, su decisión unas veces o su
indecisión para el posterior devenir y desenlace de
la novela.
Otro aspecto reseñable, por lo que tiene de
novedad e incluso de provocación con el lector es
el recurso de confrontar, realidad e irrealidad,
normalidad y fantasía, todo esto llevado por parte
del autor hasta el extremo de convertirse él mismo
en un personaje de su propia novela.
58. Otro aspecto a tener en cuenta es la
magnífica recreación del universo personal
de cada uno de sus personajes, sobre todo
Augusto y Eugenia, sus pasiones, sus
certezas y contradicciones, sus caracteres y
los condicionantes de los mismos. Con todo
esto Unamuno llega a involucrar al lector en
sus propios personajes mucho más de lo
que parece a primera vista, ya que cada uno
desde el principio va labrando su propio
devenir en la novela.
59.
60. En cierto modo es verdad que costó
mucho leerlo, pero no porque fuera
aburrido, sino por los amplios monólogos
filosóficos que Augusto se plantea y que a
nosotros personalmente nos han
encantado. La historia de niebla es en sí
muy simple y no contiene ninguna
complicación en lo que al argumento se
refiere; lo difícil de veras es entender
completamente al protagonista, cuyos
soliloquios de contenido filosófico y
metafísico a veces no son sino reflejos de
las bases del pensamiento de Miguel de
Unamuno.
61. La lectura de este clásico de la
generación del 98 es amena divertida y
profundamente filosófica, y por lo tanto
didáctica, además de reconfortante. Influye
también saber que ésta es la primera
novela en la que un personaje se rebela
contra su autor ante la decisión del
creador de darle muerte.
62.
63. La amistad
El amor
La religión
La traición
Los celos
El odio
La desconfianza
La envidia
La cobardía
El suicidio
64.
65. “Pues eso es, querido Augusto, que tu
repuesto de amor dormía inerte en el fondo
de tu alma, sin tener donde meterse; llegó
Eugenia, la pianista, te sacudió y remejió
con sus ojos esa charca en que tu amor
dormía: se despertó este, brotó de ella, y
como es tan grande se extiende a todas
partes. … (Pág. 135)
66. Al despedirse, Víctor, poniéndose la
diestra, a guisa de yugo, sobre el
cerviguillo, le susurró al oído:
––Conque Eugenita la pianista, ¿eh?
Bien, Augustito, bien; tú poseerás la
tierra… (Pág.13)
67. “La ley es siempre triste, don Augusto.
Y es más triste un amor que nace y se
cría sobre la tumba de otro, y como una
planta que se alimenta, como de
mantillo, de la podredumbre de otra
planta”… (Pág. 207)
68. ¿Qué es sino un vago? Y a nosotros ¿qué
nos importa que trabaje o no? ¡El trabajo!
¡El trabajo! ¡Hipocresía! Para trabajo el de
ese pobre paralítico que va ahí medio
arrastrándose... Pero ¿y qué sé yo?
¡Perdone, hermano!
… (Pag.8)
69. Y ya en la cama siguió diciéndose: «Pues
el caso es que he estado aburriéndome sin
saberlo, y dos mortales años... desde que
murió mi santa madre... (Pág.15)
70. Ya lo decía mi inolvidable don Leoncio:
¡no metáis en la cabeza lo que os quepa en
el bolsillo! A lo que habría que añadir por
complemento: ¡no metáis en el bolsillo lo
que os quepa en la cabeza!... (Pág.9)
71.
72.
73. Se estructura en un prólogo. Después de
este prólogo le suceden treinta y tres
capítulos estructurados en cinco partes.
Tras estos capítulos termina con un
epílogo
1. Prólogo de Víctor Goti y post-prólogo de
Unamuno.
2. Cap. I al V. Muestran el inicio de la
transformación que sufre Augusto. Por
una mujer sale de la nebulosa y toma
contacto con el exterior.
3. Desde el VI al XXX: vaivenes de las
inciertas relaciones del protagonista con
Eugenia. Confusas cavilaciones.
74. 4.Cap. XI al XXXIII. Estamos en otra
perspectiva, adquirimos conciencia de
que es un ser ficticio que está a
expensas de su creador. Irrumpe la
primera persona en la voz narradora (el
propio Unamuno).
5. Oración fúnebre a modo de epílogo
de Orfeo (nombre metafórico:
emprende la búsqueda del alma perdida
de su amo). Antecedentes: el coloquio
de los perros de Cervantes.
75. Había cesado la llovizna. Cerró y plegó su
paraguas y lo enfundó. Acercóse a un banco,
y al palparlo se encontró con que estaba
húmedo. Sacó un periódico, lo colocó sobre
el banco y sentóse. Luego su cartera y
blandió su pluma estilográfica. «He aquí un
chisme utilísimo ––se dijo––; de otro modo,
tendría que apuntar con lápiz el nombre de
esa señorita y podría borrarse…. (Pág.9)
76. Pero... ¿adónde me llevas, loca
fantasía?» Y apuntó en su cartera:
Eugenia Domingo del Arco, Avenida de
la Alameda, 58. Encima de esta
apuntación había estos dos
endecasílabos:
De la cuna nos viene la tristeza
y también de la cuna la alegría... (Pág.9)
77. Mehabían llevado allí sus ojos, sus ojos,
que son refulgentes estrellas mellizas en la
nebulosa de mi mundo. Perdóneme,
Eugenia, y deje que le dé familiarmente este
dulce nombre; perdóneme la lírica. Yo vivo
en perpetua lírica infinitesimal… (Pág.11)
78. Estami vida mansa, rutinaria, humilde, es una
oda pindárica tejida con las mil pequeñeces
de lo cotidiano. ¡Lo cotidiano! ¡El pan nuestro
de cada día, dánosle hoy! Dame, Señor, las
mil menudencias de cada día. Los hombres
no sucumbimos a las grandes penas ni a las
grandes alegrías, y es porque esas penas y
esas alegrías vienen embozadas en una
inmensa niebla de pequeños incidentes…
(Pág.10)
79.
80. Aproximadamente un año.
Ocurreen un pequeño pueblo, cerca de
Salamanca, este pueblo no es mencionado
en la obra. El despacho de Unamuno es
recreado en el viaje que realiza Augusto a
Salamanca.
81.
82. En forma directa: Se transmite
fielmente lo que dicen los personajes.
––Dígame, buena mujer ––interpeló a la
portera sin sacar el índice y el pulgar del
bolsillo––, ¿podría decirme aquí, en
confianza y para inter nos, el nombre de
esta señorita que acaba de entrar?––Eso no
es ningún secreto ni nada malo, caballero.
––Por lo mismo. ––Pues se llama doña
Eugenia Domingo del Arco.
–– ¿Domingo? Será Dominga...––No, señor,
Domingo; Domingo es su primer apellido…
(Pág.9)
83. Y ha estado estos días de morro, con un humor de
todos los diablos. Hasta que ayer me llamó, me dijo
que estaba arrepentida de cuanto le había dicho a
usted, que se excedió y fue con usted injusta, que
reconoce la rectitud y nobleza de las intenciones de
usted y que quiere no ya que usted le perdone
aquello que le dijo de que la quería comprar, sino
que no cree semejante cosa. Es en esto en lo que
hizo más hincapié. Dice que ante todo quiere que
usted le crea que si dijo aquello fue por excitación,
por despecho, pero que no lo cree...
... (Pág.46)
84. Abrió el paraguas por fin y se quedó un
momento suspenso y pensando: «y ahora,
¿hacia dónde voy?, ¿tiro a la derecha o a
la izquierda?» Porque Augusto no era un
caminante, sino un paseante de la vida.
«Esperaré a que pase un perro ––se dijo––
y tomaré la dirección inicial que él
tome.»…(Pág.8)
85.
86. El narrador protagonista (Es testigo de la
historia. Él participa de la misma, observa y
describe lo que hace cada uno de los
personajes porque conviven con ellos).
Los vagos son ellos, los que dicen que trabajan y
no hacen sino aturdirse y ahogar el pensamiento.
Porque, vamos a ver, ese mamarracho de
chocolatero que se pone ahí, detrás de esa
vidriera, a darle al rollo majadero, para que le
veamos, ese exhibicionista del trabajo, ¿qué es
sino un vago? Y a nosotros ¿qué nos importa que
trabaje o no? ¡El trabajo! ¡El trabajo! ¡Hipocresía!...
(Pág.8)
87. El
narrador observador (Sólo cuenta lo que
puede observar. El narrador muestra lo que
ve, de modo parecido a como lo hace una
cámara de cine o video.)
¿Qué hará allí, tirado de bruces en el suelo?
¡Contemplar a alguna hormiga, de seguro! ¡La
hormiga, ¡bah!, uno de los animales más
hipócritas! Apenas hace sino pasearse y
hacernos creer que trabaja. Es como ese gandul
que va ahí, a paso de carga, codeando a todos
aquellos con quienes se cruzan, y no me cabe
duda de que no tiene nada que hacer… (Pág.8)