1. LA PLANEACION
DE PROYECTOS EN
EDUCACION
BASICA
Prof. Juan Manuel Argil Millán.
ASESORIA TECNICA PEDAGOGICA
XCIX ZONA ESCOLAR
2. La Secretaría de Educación Pública reconoce que
para el cumplimiento de los propósitos expresados
en un nuevo plan y programas de estudio se requiere
afrontar añejos y nuevos retos en nuestro sistema de
educación básica.
Para favorecer el logro de los propósitos señalados en
el programa de educación se diseñarán diversas
estrategias y acciones: la actualización de los
maestros; el mejoramiento de la gestión escolar y del
equipamiento tecnológico, así como el
fortalecimiento y la diversificación de los materiales
de apoyo: recursos bibliográficos, audiovisuales e
interactivos.
Se tiene como opción para trabajar la estrategia de
enseñanza basada en Proyectos.
3. ¿Qué es un proyecto?
El “proyecto” es un plan de acción y realización, con una clara
intencionalidad de conseguir un resultado. Todo proyecto, sea
del tipo que sea, implica tres elementos: una propuesta de
hacer o conocer algo, unos medios para llevarlo a cabo y un
producto o realización que puedo evaluar y mejorar.
Es, por lo tanto un proceso, válido para cualquier momento,
edad y situación vital. A lo largo de la vida, cuando nos
proponemos o buscamos algo, seguimos este itinerario:
planificar, realizar y evaluar. Iniciarse en edades tempranas -
educación infantil- en este proceso parece importante ya que
es una forma de aprender a vivir, de aprender a ser, a buscar
metas, a poner los medios para conseguirlas y a autoevaluarse.
Los alumnos encuentran los proyectos divertidos, motivadores
y retadores, y los docentes desempeñan un papel activo tanto
en su inicio como en todo el proceso de la planeación del
proyecto.
4. Para realizar un proyecto se plantea:
• qué se quiere hacer
• para qué lo vamos a hacer
• qué necesitamos
• con qué lo haremos
• dónde encontrar lo que necesitamos
• etc.
Teniendo todos estos datos, se inicia el diseño de las
actividades ubicando, en un formato, los datos generales
de la escuela, del maestro y del grupo, el nombre del
proyecto y la duración total de este (una semana o mas),
los aprendizajes que se desean obtener, las competencias
que desarrollarán los alumnos con dichas actividades,
los materiales que se necesitarán y el tiempo que se
llevará en realizar cada actividad.
5. ¿Para qué trabajar por proyectos?
1. Para ayudar a tener una concepción que entiende que los
alumnos piensan, son críticos, reflexivos, pensantes, capaz de
crear hipótesis. No tienen que ocultar sus saberes, porque las
actividades se diseñan para llevar al alumno a poner en juego
lo que sabe, lo que cree, sus hipótesis, sus conocimientos, sus
creencias, etc.
2. Para ayudar a tener una concepción de la educación que
no busca solamente que el alumno/a adquiera
mecánicamente unos contenidos, sino ayudarle a organizar el
pensamiento, a relacionar. Es decir, ENSEÑAR a PENSAR. Se
trata de que el alumno vayan creando procedimientos
precisos, que le permitan aprender de forma autónoma.
3. Para tener cambio de actitud por parte del educador/a. Su labor
principal no es transmitir conocimientos sino encauzar, orientar,
guiar, provocar conflictos que posibiliten la construcción del
aprendizaje. El maestro proporciona información y estimula para
que el niño y la niña definan y construyan su propio saber.
6. Como metodología se plantea lo siguiente:
Se debe procurar que los niños se den cuenta de que tienen
ideas sobre el tema que se trate, y que de algún sitio habrán
sacado dichas ideas.
Hay que hablar mucho con los alumnos ayudándoles a
volverse sobre lo que ellos mismo dicen; hay que evitar el
hablar por hablar o por seguir una conversación, o la
tendencia a corregir todo lo que los niños dicen, o valorarlo
en términos de acierto o error.
Habrá que inventarse actividades que serán mejores cuanto
más sean capaces de crear esas situaciones de interacción
interrogativo-reflexiva. Habrá que aprovechar cualquier
momento para procurar desarrollar esa capacidad reflexiva y
de autoconciencia de las propias ideas. Sobre todo habrá que
hablar mucho y de manera bien orientada con los niños.
7. En el desarrollo del tema hay momentos en los que el maestro
debe explicitar lo que sabe como resultado de haberlo
estudiado. Debe señalarles a los alumnos otros lugares donde
puedan encontrar también saberes expuestos por personas
que han estudiado el tema.
Hay que crear actividades orientadas a prestar atención a los
conocimientos que viene en los libros o que, procedentes de
éstos, tiene el maestro, el cual no es un adulto más, sino un
adulto que estudia sobre las cosas que enseña, y no sólo sabe
de ellas sino que ayuda a localizar esos saberes en los libros.
Es necesario ayudar a los niños a distinguir los distintos tipos
de fuentes, los libros, los tipos de ellos que existen, lo que hay
que buscar y donde, lo que dicen los mayores, lo que
diferencia entre lo que se dice en una cafetería y lo que se
explica en una lección, entre lo que se dice en algunos debates
de la tele y lo que expone algún estudioso de un tema, etc.
8. Los niños deben ser puestos en situaciones que requieran el que
los conocimientos que se están trabajando en un tema
determinado sean puestos en juego para resolver cuestiones
directa o indirectamente escolares. El maestro debe ir cediendo en
el apoyo que les presta tanto como sea posible, es decir,
aproximándose a la idea de que ningún niño debe tener mas apoyo
que el que necesite, pero tampoco menos. Para unos significará
que casi pueden trabajar solos, mientras que para otros quiere
decir que habrá que continuar prestándoles ayuda, aunque no
necesariamente ésta tiene que partir del maestro, sino que
conviene articular las relaciones entre compañeros de tal manera
que los más capaces puedan ayudar a los que tienen mayores
dificultades.
En el desarrollo de cada tema es fundamental la creación de
situaciones de diálogo bien sistematizadas, donde explícitamente
se trabaje bajo la idea de “ahora vamos a hablar, a decir y a
escuchar” y donde se siguen una serie de n normas básicas para
dialogar: aprender a escuchar, hablar con argumentos, procurar no
intervenir buscando protagonismo, corregir públicamente el propio
pensamiento, etc.
9. Con la mayor frecuencia posible en cada tema, los niños deberán
afrontar la tarea de organizar una exposición oral o un texto
escrito, de modo que su pensamiento se formalice debido a las
exigencias de sistematización que ambas tareas requieren.
El diálogo permanente y el desarrollo de las actitudes y las técnicas
necesarias para mejorar la calidad del mismo, deben presidir toda
la estrategia metodológica.
Esta es una cápsula pedagógica
De la XCIX Zona Escolar de Primarias