1. Lindo Pueblo.
Todo empezó un jueves cualquiera en la ciudad el día que una chica se le averió
su auto y le toco montar en flota para poder llegar a su casa. Mientras esperaba la
flota escucho a un grupo de personas hablar de la “ruta macondo realismo
mágico” no escucho mucho más pero si en su mente le llamo la atención que
podría ser eso. Durante todo el camino a casa imagino diversas cosas de lo que
sería esto; al llegar a casa entro y encontró su familia planeado a qué lugar irían
de fin de semana como era costumbre.
- Hola familia como están, no pensarían no pedir mi opinión
- Claro que no hija- contesto su madre-, ven sienta con nosotros
- De camino a casa he escuchado de un lugar el cual se le es llamado la
tierra del realismo mágico y me parece interesante si podríamos ir allí.
A Los padres le pareció de igual manera llamativo y aceptaron.
Camila durante ese mismo día en la noche averiguó como llegar a ese lugar y se
encontró con la sorpresa de que era en tren el famoso y único tren amarillo.
El sábado muy temprano la familia Gonzales despertó muy emocionada porque
por fin irían a ese nuevo lugar, salieron de casa dejando a su sobrino para cuidarla
y le mantuviera informado sobre cómo iban las cosas mientras estaban ausentes.
Después de despedirse partieron a tomar uno de las tres rutas quehabía y
empezaron una nueva aventura. Durante el camino vieron lo hermoso que era,
pasaron por lugares que no conocían hasta entonces como lo era parte de la
zona bananera.
Al llegar a macondo se encontraron con un bello y hermoso lugar con sus
pequeñas casas, muchas flores y con un detalle en particular las mariposas
amarillas, al bajar del tren en la estación se acercaron al puesto de comidas que
había allí y comieron algo, tenían mucha hambre ya que no habían comido nada.
Cuando pensaron donde se quedarían empezaron a preguntar a las personas q se
encontraban en el lugar sobre un sitio donde pudieran llegar los forasteros y se
dieron cuenta de que todos eran muy amables y humildes; con las indicaciones
que ellos les dieron empezaron a caminar el pueblo y fueron conociendo lo lindo
que era pero solo poco después empezó a serenar y una llovizna constante y una
familia los acogió mientras todo pasaba, a dicha familia les parecieron agradables
y de buen corazón los Gonzales
Daniela la esposa del señor García entablo conversación con Camila y su madre,
mientras su esposo le mostraba al señor Gonzales lo que hacían para ganarse la
2. vida unos dulces en forma de animales para que a los niños le llamara la atención;
estos eran una pareja joven los cuales eran padres primerizos y tenían una
hermosa niña la cual iban a bautizar en pocos días.
A la familia Gonzales se les hizo tarde para buscar un lugar donde quedarse y a
los García no les pareció mal, darles posada mientas se encontraban en
macondo.
Al día siguiente después de tomar el desayuno Daniela les dio un pequeño tur por
la casa, esta era mi amplia con múltiples habitaciones y un gran patio lleno de
vegetación y animalitos de la naturaleza.
Siendo este un pueblo muy tranquilo salieron por sus calles para conocer un
poco más de su bella y costumbres; de tanto caminar se encontraron con un
balneario y se les antojo meterse a disfrutar del agua fría ya que tenían mucho
calor, permanecieron hay por un largo rato pero tiempo después salieron a buscar
donde almorzar y se encontraron de camino a casa con un puesto ambulante de
sopas donde llegaba toda clase de gente por la sazón que tenía su dueña
alcocinar, luego de haber comido se dirigieron a la casa de los García para
cambiar su ropa mojada.
En las horas de la tarde le preguntaron a Daniela en donde podría ir a recibir un
telegrama ya que estaban seguros que su sobrino les había estado informando
como iban las cosas en la ciudad
- Claro que si hay un lugar donde pueden ir, vamos y los acompañamos si no
hay problema – dice Daniela-
- Me parece buena idea –contesta Camila- así no tendremos ningún
inconveniente para regresar más tarde
- Déjame y recojo algunas cosas y salimos de una
- Está bien
Cuando terminaron de arreglarse salieron las dos familias, conocieron un poco
más el pueblo pero al momento de llegar a al lugar se llevaron una gran sorpresa y
con asombro
- ¡no hay nadie y está abierto! – exclamando los Gonzales
- Por ahí debe estar Manuel, este es un pueblo muy seguro y no pasara nada
entremos tal vez ahorita llegue- dice Daniela
Con toda confianza entraron, esperaron un poco, pero al ver que nadie llegaba
buscaron a ver si encontraban algún telegrama de su sobrino, al parecer él no
había escrito, no encontraron nada y se fueron dejando a puerta de la casa del
telegrafista entre abierta.
3. Ya estaba oscureciendo y tenían un poco de sed, los Gonzales le invitaron a los
García a comer y beber algo en un restaurante que había por el lugar tratando de
demostrar lo agradecido que estaban por su acojo y hospitalidad; estuvieron largo
rato en el lugar pero al caer la noche decidieron dirigirse a descansar a casa ya
que al día siguiente era el bautizo de su hermosa bebe, al llegar los García
acostaron a su niña y arreglaron la casa mientras los Gonzales descansaban; al
cabo de unas horas por fin se pudieron acostar pero estaban ansiosos por que
amaneciera.
En la mañana del gran día los García se levantaron con mucha alegría e invitaron
a los Gonzales que los acompañaran a la iglesia San José y que hicieran parte de
ese día tan especial para ellos. Todos estaban elegantes para la ocasión en
especial la hermosa bebe, ya eran las 8:30 y partieron a la iglesia para asistir a la
ceremonia que empezaba a la 9:00.
De camino a la iglesia todo marchaba perfecto, llegaron a tiempo y escucharon
toda la misa; al culminar el sacerdote bautizo a la pequeña en compañía de sus
padres, padrinos y los Gonzales.
Ya estando en la casa los García ofrecieron un almuerzo a los que los
acompañaron para pasar un rato agradable; al caer la media tarde los Gonzales
recogieron sus pertenencia y agradecieron por el trato que habían brindado en el
pueblo y se marcharon a la estación a comprar los tiquetes para ir de vuelta a la
cuidad con la experiencia que les había brindado un pueblo tan hermoso y
partiendo en el tren amarillo.
Autora: Silvia Baena