El documento describe diferentes patologías del lenguaje como trastornos simples y congénitos de gravedad variable, así como agnosias que implican la incapacidad de comprender significados simbólicos. También cubre la agrafia como un trastorno que impide la expresión escrita independientemente del nivel mental, y alteraciones conductuales causadas por lesiones en los hemisferios cerebrales izquierdo y derecho que afectan funciones como el habla, la lectura, la escritura y la memoria.