2. • Adoración eucarística con adolescentes en una parroquia de EEUU: la religiosidad protege a los jóvenes de depresión y adicciones,
pero requiere que se practique con asiduidad, no basta una mera creencia
• Un estudio de Michelle V. Porche en 2015, difundido por la Chester University, a partir de 900 entrevistas en profundidad,
demostraba que si los adolescentes hacen una “opción personal” de implicarse en actividades espirituales y religiosas, y eran
perseverantes en asistir al culto y a comunidades de fe, se protegían contra el alcohol y las adicciones (es decir, no bebían en
exceso ni se drogaban).
• “Nuestro estudio apoya que una mayor religiosidad en la infancia y primera etapa adulta, definida como más asistencia a la
iglesia en estos periodos de vida, puede proteger contra un uso precoz del alcohol y contra el desarrollo de problemas de
alcoholismo posteriores. La religiosidad es uno de los muchos factores que pueden influir el uso del alcohol pero el hecho es que
está asociada con un riesgo menor en los primeros años de vida adulta y eso es importante para intervenciones potenciales”,
señala el estudio de Porche.
• Estudios anteriores ya detectaban estos efectos. Por ejemplo, un estudio de 2001 (de Hodge, Cardenas y Montoya) y otro de 1999
(de John M. Wallace) mostraba que los jóvenes latinos de EEUU que acudían a la iglesia con más frecuencia eran los que menos
se implicaban en el uso de drogas.
• Despertar amor y maravilla en los apáticos
• El problema de esto es que no tiene mucho sentido que los padres poco o casi nada creyentes digan a sus hijos "ve a misa cada
domingo, y a los scouts y a tu grupo juvenil parroquial, que te protegerá" si ellos, adultos, no acuden nunca a misa o no
participan en nada de la parroquia. El niño quizá lo soporta, pero el adolescente se indignará con razón: ¿por qué él debe ser
regular en su asistencia y sus padres no, si es algo bueno? Por otra parte, es cierto que en la adolescencia el muchacho busca más
el ejemplo de los iguales (y de jóvenes adultos) y ya intuye que hay muchas cosas que sus padres no conocen.
3. • El sacerdote jesuita Robert Brungs, fundador y director de ITEST
(Theological Encounter with Science and Technology), explica al
respecto, en su trabajo con gente alejada de la fe: "Si podemos
ayudar enseñando a los niños el Amor de Dios por nosotros y su
deseo de que le amemos, así como el misterio y la belleza de la
Creación, y sí, su utilidad para la humanidad, habremos conseguido
mucho".
• La clave está en que esos alejados que empiezan a interesarse por la
Iglesia están buscando cosas buenas como moralidad, valores y
seguridad para sus hijos... pero sin fundarlas en el Amor de Dios, y el
Amor a Dios, en la relación con Él, tienen pies de barro (incluso
estadísticamente).
4. • Justina Miller, autora del análisis-resumen de MagisCenter, concluye:
"Nuestro papel como cristianos en la Nueva Evangelización
es despertar un sentido de maravilla en los apáticos. A veces esto
implica ayudarles a retirar obstáculos sobre ciencia, razón y fe, pero al
final, como dice el padre Brung, si mantenemos el Amor de Dios y su
plan para la Creación como nuestro fundamento y
objetivo, lograremos mucho".