1. Nutrir emocionalmente el 2021
Cuatro dimensiones para ensayar la recuperación
Marcelo Manucci
Dec 10, 2020·5 min read
El 2020 ha sido un año difícil para muchos, traumático para otros tantos. Si bien tratamos de
encontrar responsables que puedan apaciguar la angustia o la ansiedad ante este paisaje
desconcertante (existen en algunas escalas específicas), no hay muchas precisiones sobre
cuando nos sacaremos estas máscaras y volveremos a recuperar el año que dejamos en el
último brindis.
Este tiempo ha traído una especie de tsunami arrasador de gran intensidad que se llevó
proyectos, afectos, vínculos, trabajos y perspectivas. Al asomarnos a lo que ha quedado
luego del encierro, pretendemos que esa fuerza exterior nos devuelva nuestro mundo
interior. Así es que, nos esperanzamos con una vacuna que habilite el abrazo o que al
cambiar de almanaque recuperemos algo de lo perdido.
Vivimos dentro de nuestras descripciones de la realidad. Somos los creadores de las
circunstancias que enfrentamos. Los hechos generan situaciones cotidianas sobre las
cuales nosotros creamos historias que definen el territorio dentro del cual vivimos. Podemos
ser artífices de nuevas circunstancias. Simplemente, examina las emociones que sostienen
tus historias. ¿A dónde ha quedado anudado emocionalmente el relato de tu vida cotidiana?
2. No podemos ignorar el paso del tiempo, pero podemos decidir cómo abordar
este momento que está cambiando el espacio de nuestras vidas.
Estas cuatro dimensiones subjetivas permiten redefinir emocionalmente las circunstancias
cotidianas y nutrir nuestro mundo íntimo con otras perspectivas.
Curiosidad
Esta actitud permitirá transformar la incertidumbre en posibilidades, ampliar la mirada para
diseñar alternativas. La curiosidad nos permite explorar. Es un antídoto poderoso para la
resignación porque naturalizar lo irremediable de un paisaje inalterable impide la búsqueda
de lo nuevo. ¿Cómo activar la curiosidad? Crea una rutina para sorprenderte, para
atrapar lo inesperado. Como decía Pablo Picasso: “La inspiración existe, pero tiene que
encontrarnos trabajando”. Precisamente, necesitas crear una estructura para sostener a lo
nuevo, al igual que algunas especies de plantas de jardín que se aferran a puntos en la
pared para desplegar sus brotes. Activa la química del entusiasmo para explorar algo
nuevo. Evita las palabras que contaminan tu paisaje con mandatos de imposibilidad. No te
aferres a palabras que tengan impacto negativo en tu guion y participa en conversaciones
que puedan enriquecer tu mundo interior con nuevas perspectivas.
Aceptación
Debemos aceptar este presente para dar pasos transformadores hacia el futuro. No
subestimes la aceptación, porque no es resignación. La resignación es la validación de la
imposibilidad; la aceptación implica la valentía de mirar de frente a la vida cotidiana. La
aceptación incluye la paciencia, la templanza, la responsabilidad. Por el contrario, la
negación, la subestimación, el resentimiento son funcionales a la victimización y sostienen
la inercia. ¿Cómo asumir esta posición? Es importante no mezclar las emociones del
presente con las emociones del futuro porque puedes arrastrar el desencanto y la
frustración hacia lo nuevo. Acepta la adversidad como punto de partida para ampliar las
respuestas emocionales. Deja abierto tu relato a nuevas significaciones sobre lo que
aparece en el contexto, no lo fuerces a tener todas las respuestas porque puedes quedar
atrapado en tus propias palabras. Los finales abiertos te permitirán ensayar nuevas
versiones de lo posible.
Creatividad
Este es el recurso más valioso para lidiar con la mediocridad. Si algo ha develado la
pandemia es la mediocridad de autoridades, líderes, colegas, familiares que nos empujan a
vivir en una sola versión de los hechos. La creatividad es diferente de la curiosidad. La
curiosidad nos permite explorar lo nuevo, la creatividad nos lleva a dar forma a algo nuevo.
Es probable que muchos de nuestros referentes hayan quedado atrapados en sus propios
muros de certezas egocéntricas. Sin referencias claras, necesitaremos desarmar las
certezas para recuperar nuestro sustento económico, para recuperar los vínculos
emocionales, para convivir con la incertidumbre. Necesitaremos creatividad para ir al
supermercado, para nutrir nuestros afectos, para sanar escenas dolorosas, para despedir lo
3. inevitable. ¿Cómo desplegar la creatividad? Los hábitos que ordenan el paisaje interior
son resultados de nuestra historia. Una forma sutil de ensayar la creatividad es desafiar
nuestros propios hábitos, relativizar nuestras imposibilidades. No aceptes la imposibilidad
de la inercia, siempre puedes probar algo nuevo. La última vez nunca será la última.
Introduce pequeños cambios en los comportamientos para alterar sutilmente la rutina.
Cambia los roles en situaciones cotidianas y busca escenas donde pueda experimentar
nuevos personajes y roles.
Inspiración
Sin un horizonte inspirador no hay posibilidad de que algo nuevo ingrese a nuestras vidas.
Somos los artífices de nuestro destino. ¿Cuál es tu compromiso con un nuevo destino? El
compromiso permitirá que la inspiración no muera en los brazos del desaliento. Se pueden
abrir las fronteras de las regiones, pero quizá, tu relato no te deje mover del resentimiento y
los reproches. La esperanza depende de las palabras que trazan el horizonte de tu paisaje.
¿En qué paisaje estás viviendo? La dimensión de ese horizonte definirá las posibilidades de
recuperación y transformación ante nuevas incertidumbres. ¿Cómo trazar un horizonte
inspirador? Recupera el espacio interior para silenciar la profunda superficialidad exterior.
Crea preguntas abiertas que te permitan desafiar tu propio guion. ¿Qué preguntas son hoy
importantes en tu vida? ¿A dónde te llevan estas preguntas? Usa las sutilezas diarias para
transformar la rutina en momentos sublimes.
Vivimos dentro de nuestros territorios emocionales que se materializan a través de relatos,
los cuales dan sentido a los hechos que enfrentamos. Las oportunidades de transformación
del paisaje personal dependerán de las explicaciones propias sobre lo que vivimos. Cuando
introduces nuevas referencias en tus narraciones, enriqueces tu cotidianeidad. Las opciones
para darle más brillo y color a tu paisaje interior están justo frente a tus ojos, pero es posible
que no las veas porque quizás estés buscando en un lugar inapropiado.
La transformación de las explicaciones no cambia las situaciones (no altera los
hechos), cambia la relación personal con los hechos (cambia las posibilidades
de tus circunstancias) y redefine una posición emocional para abordar estos
acontecimientos.
El sentido de estas cuatro dimensiones es ampliar un horizonte de referencia que te permita
transformar la resignación en aceptación y dar los primeros pasos en un nuevo presente
que no dependerá exclusivamente de los vaivenes del mundo exterior, de las decisiones
políticas, de la disponibilidad de dinero o de la segunda dosis de la vacuna.
La resignación es la imposibilidad de lo nuevo en tu vida. La aceptación es el punto de
partida para crear algo diferente, es el reconocimiento de las limitaciones para
transformarlas. Acepta el presente desde la inspiración, no te resignes a un presente
irremediable.