El documento resume la vida de Santa Rosa de Lima, destacando tres aspectos principales: 1) Tuvo una profunda oración e intimidad con Dios desde la infancia, 2) Llevó una vida ascética y penitente a través de la cual se unió más a Cristo, y 3) Vivió la caridad en un grado alto, especialmente al servir a los pobres y enfermos. El documento pide invocar a Santa Rosa para encontrar nuestras delicias en vivir en comunión con Dios y el prójimo, como ella lo hizo.
GUÍA PARA EL REZO DEL SANTO ROSARIO, tamaño cuartilla A5 .pdf
Santa Rosa de Lima
1. Arzobispado de Arequipa
Domingo
03 de
septiembre
de 2017
LA COLUMNA
De Mons. Javier Del Río Alba
SANTA ROSA DE LIMA
El 30 de agosto hemos celebrado la fiesta de
Santa Rosa de Lima, el primer fruto de santidad
de la Iglesia en el Perú y en todoAmérica. Isabel
Flores de Oliva, tal fue su nombre de pila, nació
en Lima el 20 de abril de 1586, pocas décadas
después de la llegada de los primeros misioneros
españoles a nuestras tierras, y murió el 24 de
agosto de 1617 a los 31 años de edad. El nivel de
santidad que alcanzó en su corta vida en este
mundo ha sido sintetizado por el papa Francisco
conlassiguientespalabras:
“La gloriosísima santa Rosa de Lima, que creció
como lirio entre las espinas (Ct 2,2), se hizo
amiga del Señor desde la infancia, a tal punto que
ya desde pequeña le consagró su virginidad y
empezó a cultivar las virtudes. Desde entonces,
inflamada por el ejemplo y la intercesión de la
Beatísima Virgen María y de santa Catalina de
Siena, ofreció completamente su vida a Dios,
vistiendo el hábito de las Hermanas de la Tercera
Orden Regular de los Predicadores, entregada a
la penitencia y a la oración y ardiendo de pasión
amorosa por ganar para la vida eterna en Cristo a
todos, pecadores e indígenas. Pero, también,
inflamada por el amor a toda la creación, como
hija espiritual de santo Domingo, invitaba
frecuentemente a animales, flores, hierbas y a
todo ser viviente a alabar al Creador. No por
casualidad, pues, ella fue declarada por nuestro
predecesor Clemente X Patrona celestial de
ambas Américas, de Filipinas y de las Indias
occidentales”(Cartadel27dejuliode2017).
Con esas palabras el papa Francisco destaca los
tres aspectos que mejor caracterizan la vida de
nuestra santa. En primer lugar, la oración, es
decir la intimidad con Dios que tuvo desde la
infancia y de la cual brotó todo lo demás. En
segundo lugar, la penitencia. Es sabido que santa
Rosa tuvo una vida bastante ascética y penitente,
difícil de entender para algunos en nuestros días.
No ha faltado quien diga que las mortificaciones
a las que se sometió ponen de manifiesto que
tenía alguna enfermedad mental. La realidad, en
cambio, es que ella encontró en esas
mortificaciones una vía para unirse más a Cristo
y participar en sus sufrimientos como un modo
de “conseguir la participación íntima en la
naturaleza divina, la gloria de los hijos de Dios y
la perfecta hermosura del alma”, según escribió
al médico Castillo en una carta que ha llegado
hastanuestrosdías.
De esa manera, a través de la oración y la
penitencia, santa Rosa fue alcanzando la
perfección y, como es natural en esos casos,
vivió la caridad en grado altísimo, especialmente
para con los más pobres y necesitados. Como
dijo su confesor, fray Juan de Lorenzana, “se
compadecía mucho de las necesidades
corporales y espirituales, y servía a los enfermos
con gran caridad”; y en el mismo sentido,
durante el proceso de su canonización, el señor
Gonzalo de la Mazza declaró que “si la
enfermedad era de cuidado, los visitaba de día y
de noche diversas veces, no se ausentaba de ellos
enningunahora”.
Pidámosle a santa Rosa de Lima que interceda
por nosotros para que podamos encontrar, como
ella, nuestras delicias y nuestras alegrías en vivir
encomuniónconDios yconelprójimo.
+ Javier Del Río Alba
Arzobispo de Arequipa