Los nuevos estándares de contenidos están permitiendo que se simplifique la creación y sobre todo la distribución de contenidos altamente interactivos que difuminan algunas fronteras entre contenidos y aplicaciones y permiten nuevos usos innovadores en la educación. Estos cambios de estándares y de tecnología posibilitan nuevos tipos de aplicaciones como narrativas no lineales, nuevos tipos de interacciones con los usuarios e incluso la aplicación de analíticas de aprendizaje a partir del análisis de la interacción de los usuarios con el contenido. Al avanzar en estos formatos no es descartable que se puedan incorporar nuevos elementos altamente interactivos como serían posiblemente los juegos educativos.