Material de apoyo, modulo psicologia de la personalidad
Orientaciones técnicas gestión territorial
1. Modelo y
Orientaciones
Técnicas para la
Gestión Territorial
Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo
de Drogas y Alcohol (SENDA)
Elaborado por: Área de Prevención. División Programática
Selva Careaga Nuñez, Jefa de Área. Francisco Javier Ugarte Reyes, Ximena Morgan
Herrera, Carolina Delgado Mella. Asesores Unidad Comunitaria.
Área de Gestión y Desarrollo Territorial. División Territorial.
Katherine Cortés Farías. Jefa de Área. Tomas Caroca Soto, Viviana Castillo Navarrete,
Felipe Muñoz Vallejos, Natalia Soazo Ahumada, Roxana Yáñez Silva. Asesores Área de
Gestión Territorial.
01/02/2015
2. 1
Índice
INTRODUCCIÓN..................................................................................................................................2
Gestión y vinculación territorial para orientar la oferta programática de SENDA en el ámbito
local................................................................................................................................................2
ENFOQUES CONCEPTUALES PARA LA GESTIÓN TERRITORIAL ............................................................7
Localidad, territorio y comunidad ..................................................................................................7
Enfoque de determinantes sociales de la salud .............................................................................8
Enfoque de derechos ...................................................................................................................10
Fortalecimiento comunitario........................................................................................................13
Gestión de interfaces ...................................................................................................................14
GESTIÓN Y VINCULACIÓN TERRITORIAL ...........................................................................................19
Cinco dimensiones centrales de la gestión y la vinculación territorial del SENDA Previene.........19
1) Intersectorialidad .............................................................................................................19
2) Interfaz programática.......................................................................................................23
3) Levantamiento de información ........................................................................................24
4) Retroalimentación de diseños..........................................................................................26
5) Interfaz comunitaria.........................................................................................................29
RE-ORIENTACIÓN DE LOS PROCESOS DE IMPLEMENTACIÓN...........................................................34
Acciones locales con consistencia técnica....................................................................................36
Orientación para la planificación de metas de los programas centrales ......................................37
DESARROLLO DE LAS DIMENSIONES DE GESTIÓN Y VINCULACIÓN TERRITORIAL ............................42
DESARROLLO DE ACCIONES LOCALES DE PREVENCIÓN....................................................................44
OBJETIVOS SENDA PREVIENE ...........................................................................................................46
EJECUCIÓN DEL MODELO.................................................................................................................47
Actividades del SENDA Regional para la orientación técnica de los SENDA Previene ..................47
Actividades asociadas a las dimensiones de gestión y vinculación territorial ..............................48
Actividades asociadas al desarrollo de acciones locales de prevención.......................................57
RESÚMEN DEL PROCESO DE GESTIÓN DEL SENDA PREVIENE ..........................................................62
3. 2
INTRODUCCIÓN
Gestión y vinculación territorial para orientar la oferta programática de
SENDA en el ámbito local
El Programa SENDA Previene busca implementar acciones coordinadas e integrales para prevenir
el consumo de drogas en los distintos territorios del país. Los SENDA Previene se orientan por un
modelo de gestión de la oferta programática que pretende apoyar a los gobiernos locales y las
comunidades para que definan y lleven a cabo un trabajo planificado, articulado y coherente que
responda a las necesidades preventivas del consumo de drogas y alcohol en los habitantes de sus
comunas y barrios. Sin embargo, la prevalencia de un modelo de desarrollo centralizado, que
instala diseños escasamente maleables por las comunidades, tiende a limitar las posibilidades
reales de conducir un proceso orientado a la auto-gestión y a la apropiación comunitaria de un
enfoque preventivo propio.
Entendiendo las dificultades que manifiesta un proceso tradicional de “instalación”, reconociendo
la diversidad de apuestas territoriales desarrolladas por el SENDA Previene y la historia de dichas
implementaciones, es posible avanzar progresivamente hacia un enfoque que pone el acento en la
“gestión y vinculación territorial” de abordajes preventivos junto a las personas y las comunidades.
Mientras el proceso de instalación supone un conocimiento a priori de las necesidades y las
respuestas apropiadas, requiriéndose luego el involucramiento de las comunidades en el
desarrollo de dichas respuestas, un modelo de gestión centrado en la vinculación busca promover
un estado de apertura sobre las definiciones y las formas de abordar el fenómeno de acuerdo a
las particularidades territoriales, para elaborar junto a los actores sociales las formas más
adecuadas de intervención, sin perder de vista los estándares de calidad asociados a la prevención,
el tratamiento y la integración social.
El enfoque de derechos demanda una superación de la perspectiva de necesidades que ha
orientado al SENDA Previene hasta el momento, y motiva la incorporación de principios de
exigibilidad, adecuación y participación de la ciudadanía en los procesos de prevención,
tratamiento e integración social vinculados al consumo de drogas. Entender la política de drogas
como un espacio de garantías y no como un espacio de respuestas a necesidades específicas,
supone la construcción de mecanismos consistentes de comunicación entre los distintos niveles
del servicio para el desarrollo de diseños flexibles y con un alto nivel de involucramiento de los
actores locales (comunidades, SENDA Previene, municipio, organizaciones, etc.), que no obstante
conserven condiciones mínimas de sistematicidad y evaluación.
Por otro lado, superar una mirada vertical de la política de drogas local, que supone la
flexibilización de los diseños y su adecuación en colaboración con las comunidades, conlleva la
necesidad de definir de manera integral los fenómenos asociados al consumo de drogas en los
distintos territorios, tomando sus distintas dimensiones, significaciones, historias y potenciales
de intervención. A partir de esta mirada integral, la intersectorialidad deja de ser un ejercicio de
4. 3
complementariedad en los abordajes específicos y se constituye como una estrategia que busca
comprender de manera situada el fenómeno en sus distintas dimensiones para luego generar
respuestas integradas que interpelan a distintos servicios desde sus conocimientos y metodologías
especializadas. Esto supone la necesidad de definir de manera conjunta los fenómenos o
problemas, los objetivos de la intervención con enfoque territorial y los puentes que es
necesario reconocer y fortalecer entre los distintos diseños metodológicos.
Orientar la intersectorialidad desde un enfoque territorial integral demanda, además de un
trabajo de diseño conjunto con otros servicios u equipos de intervención, la participación activa de
los distintos actores locales, complementando el vínculo histórico asociado a los liderazgos
vecinales con la visualización, valoración e incorporación efectiva de otras miradas territoriales
provenientes de grupos más específicos y escasamente incluidos en las políticas de drogas como
son los jóvenes, los clubes deportivos, las organizaciones culturales o las asociaciones de adultos
mayores, entre otras. De este modo se busca la coherencia territorial de los lenguajes y los
abordajes que el SENDA Previene propondrá en las distintas comunas y barrios.
La vinculación territorial constituye un eje de trabajo del SENDA Previene donde cuenta con una
experiencia importante en la línea de respuestas locales y acciones de base comunitaria, pero a las
cuales no se les ha otorgado la relevancia necesaria (acompañando técnicamente,
Figura N° 1: Modelos de
intersectorialidad asociados al
SENDA Previene
Complementariedad Integralidad
Problemas y objetivos
definidos de forma
aislada
Límites entre
programas y
protocolos de
derivación
Definición conjunta de los
problemas y los objetivos
de intervención
Metodologías dialogantes
que integran el trabajo
que realizan otros
servicios o equipos
5. 4
retroalimentando, sistematizando y evaluando), enfatizando por el contrario el desarrollo de
diseños que no necesariamente consideran las distintas dimensiones de funcionamiento de los
barrios (laboral, educacional, cultural, organizacional, comunitario, etc.). Sin embargo, se trata de
un trabajo esencial que será potenciado a partir de las orientaciones territoriales actuales, para
que las distintas líneas programáticas dialoguen con las comunidades y generen impactos reales
en las condiciones de vida de las personas.
Lo anterior no debe llevarnos a la confusión de considerar el trabajo con las comunidades como
una línea de prevención comunitaria, la que se desarrolla en un plano técnico específico, basado
en evidencia nacional e internacional que requiere un trabajo de desarrollo en el mismo nivel que
los espacios laborales y educacionales. La vinculación territorial como función basal del SENDA
Previene se orienta a la gestión participativa, implicativa y sostenible de la política de drogas en
el territorio, la que más allá de su formalización en instrumentos municipales, adquiere su valor
cuando logra la apropiación y compromiso de los distintos actores locales.
Para vincular a los actores es necesario desarrollar gestión territorial participativa, y avanzar en
modelos integrales de intersectorialidad, sin embargo, nada de esto tomará real consistencia sin
diagnósticos que apunten a las especificidades de los distintos barrios. Estas especificidades deben
tener relevancia para el tipo de trabajo que busca desarrollar el SENDA Previene. ¿Qué
información es importante para lograr vincular las estrategias preventivas, de tratamiento y de
integración en el barrio? ¿Qué información es importante para construir puentes entre las
iniciativas de prevención laborales, educacionales y comunitarias que se desarrollan en un
barrio? Para ello, el SENDA Previene deberá observar, comprender y tomar decisiones de
diagnóstico basadas en los determinantes sociales de la salud.
Qué costos económicos tiene en el barrio mantener una vida saludable, qué aspectos del
funcionamiento socio-laboral del barrio exponen a las familias al consumo de drogas, qué
dimensiones de la política pública en el barrio afectan las condiciones de participación y
organización comunitaria, qué valores y normas del barrio afectan las condiciones educativas o
formativas de los niños, niñas y jóvenes, son algunas de las interrogantes que pueden orientar al
SENDA Previene para luego diseñar un modelo de gestión adecuado que comunica las distintas
dimensiones preventivas, o las distintas dimensiones del tratamiento y la integración social, en
función de las características barriales.
6. 5
Todas estas consideraciones apuntan a un cambio significativo en la forma de entender el SENDA
Previene, desde la expresión local de una política central para la prevención, tratamiento e
integración social asociada al consumo de drogas, hacia el desarrollo de un modelo gestión
territorial para el incremento del impacto que pueden lograr los programas, centrales o
diseñados en el ámbito local, en las comunas y los barrios intervenidos.
A continuación se presentan las orientaciones conceptuales y técnicas que permiten un tránsito
progresivo en la función del SENDA Previene desde la instalación de la política pública hacia la
construcción participativa y situada de abordajes preventivos en los distintos barrios de la
comuna. Los énfasis conceptuales estarán puestos en los enfoques de “Localidad, territorio y
comunidad”, “Determinantes sociales de la salud”, “Enfoque de Derechos”, “Fortalecimiento
comunitario” y “Gestión de interfaces”.
Figura N° 2: Modelos de recolección
de datos del SENDA Previene
Énfasis comunal
Énfasis en el problema
de drogas definido a
priori (prevalencias,
percepciones de riesgo)
y su expresión comunal
en distintas
dimensiones globales
Definición contextual del
problema de drogas (impactos
en el desarrollo humano) y
observación de determinantes
sociales que explican la
variación de los efectos y las
consecuencias del consumo
entre barrios de la misma
comuna
Énfasis barrial
7. 6
Oferta
programática
Gestiones para orientar
la oferta programática
Gestión territorial
Vinculación territorial
Intersectorialidad
¿Qué estrategias de intersectorialidad requiere la oferta
programática en la comuna?
• Niveles de integralidad (evaluable)
• Coordinación de mesa comunal
Interfaz programática
¿Qué procesos de articulación entre los programas SENDA
requieren las características de la comuna?
• Prevención, tratamiento, integración
• Utilización de fondos concursables
• Definición local de la prevención
Levantamiento de información
¿Qué información se necesita para adecuar la oferta programática
a las características territoriales de la comuna?
• Variabilidad sanitaria asociada al consumo de drogas
Retroalimentación de diseños
¿De qué manera los diagnósticos basados en DSS y las estrategias
de modulación local impactan en el diseño central de programas?
• Estrategias de comunicación regional y nacional /
Información e iniciativas
Interfaz comunitaria
¿Qué estrategias requiere la instalación de una oferta modulada en
los territorios o barrios específicos?
• Prevención sostenible, saberes contextuales, participación
• Diferencia con la prevención comunitaria
Laboral
Educacional
Comunitaria
TRATAMIENTO
INTEGRACIÓN
PREVENCIÓN
Figura N° 3: estructura General
del Modelo
8. 7
ENFOQUES CONCEPTUALES PARA LA GESTIÓN TERRITORIAL
Localidad, territorio y comunidad
La política pública que actualmente se orienta al consumo de drogas debe considerar un nuevo
contexto de demandas ciudadanas y narrativas sobre el consumo que se sostienen en la
emergencia de identidades y subjetividades diversas escasamente visibles para el funcionamiento
tradicional del Estado chileno. Las corrientes centralistas, universalistas y verticales de la política
pública se tensionan, respectivamente, desde los conceptos de localidad, territorio y comunidad.
La localidad hace referencia a una unidad de desarrollo distinta a la que prevalece desde una
mirada centralista homogeneizadora de los proyectos y perspectivas de bienestar que sostiene la
población chilena. Desde la localidad emergen miradas diversas sobre la forma de elaborar y
sostener proyectos vitales a nivel individual y colectivo que deben tener cabida en la política
pública, especialmente cuando se trata de una práctica compleja y reflexiva, como es el consumo
de drogas, que difícilmente tolera una comprensión y abordaje unívoco para todo el país.
El concepto de territorio enfatiza el ámbito concreto de intervención atendiendo a sus
especificidades físicas, históricas, sociales, económicas, culturales y políticas. El territorio
evidencia la imposibilidad de sostener metodologías rígidas para abordar las prácticas de
consumo, incentivando la generación de políticas, programas y proyectos con énfasis en su
capacidad de modulación y adecuación a los contextos particulares.
Finalmente, el concepto de comunidad rompe con la mirada verticalista y afirma la importancia de
reconocer y validar el saber teórico y práctico que se encuentra en las bases sociales,
enfatizando la necesidad de fortalecer el capital social para el abordaje de las problemáticas
sociales. La generación de políticas que no recogen estos elementos presentes en los entramados
comunitarios, que se construyen cotidianamente entre las personas que habitan un mismo ámbito
de interacciones, conlleva la generación de discursos con escaso arraigo, intervenciones poco
eficientes y con bajo nivel de sostenibilidad una vez finalizados los períodos de ejecución.
Avanzar en esta perspectiva de gestión es especialmente relevante en SENDA debido a las
características históricas y territoriales del consumo de drogas y sus efectos negativos. Entre
distintos países, regiones, comunas e incluso barrios, el consumo de drogas genera efectos
diferenciados en el desarrollo o el bienestar de las personas, tensionando una mirada de la salud
que se reduce a los impactos de esta práctica en la salud física de las personas.
De este modo, SENDA abre la política pública de prevención y tratamiento a la diversidad de las
localidades, los territorios, las comunidades y las personas, en el entendido de que el problema
sanitario asociado al consumo de drogas adquiere múltiples dimensiones que no es posible
comprender o intervenir desde una única disciplina, desde un único equipo profesional o desde un
único servicio, y por el contrario demandan respuestas específicas e integrales que se adecúen a
9. 8
las particularidades de los agentes sociales involucrados, lo que por cierto conlleva elevar
significativamente los niveles de participación de la ciudadanía.
Enfoque de determinantes sociales de la salud
La preocupación por los impactos diferenciados del consumo de drogas en la salud de las personas
conecta la perspectiva de SENDA con un enfoque de determinantes sociales de la salud que
permite entender por qué algunas personas son capaces de iniciar y abandonar sin mayores
inconvenientes sus prácticas de consumo mientras para otros estos significa un deterioro continuo
y creciente de sus condiciones de vida.
Ampliar la perspectiva de salud significa atender la relación que tiene la salud física con otras
dimensiones de la salud como es la salud mental y social. Esta perspectiva integral de salud no se
reduce al cuerpo e incorpora progresivamente nuevas dimensiones de capacidades y dimensiones
de bienestar, asociadas a la adaptación, la vinculación, la felicidad y en último instancia el
desarrollo integral de las personas. Este último punto hace referencia a las definiciones actuales
de salud centradas en el desarrollo humano y la comprensión de los problemas o las
enfermedades como amenazas al potencial de desarrollo que tienen las personas y las
comunidades. Esto supone abandonar la idea de que las amenazas sanitarias se relacionan
exclusivamente con la integridad física y avanzar progresivamente en la inclusión de las distintas
dimensiones de desarrollo (social, económico, cultural, relacional, comunitario, afectivo, etc.) en la
política pública, cuestión que toma especial importancia para el caso del consumo de drogas.
Política centralizada
Política localizada
Demandas
ciudadanas
Características
del fenómeno
Perspectiva
territorial
Geografía
Historia /
Identidad
Sociedad /
Cultura
Política /
Economía
Saber teórico y práctico de las personas y las
comunidades
Perspectiva
comunitaria
Figura N° 4: Política Localizada con
Perspectiva Territorial y Comunitaria
10. 9
Los determinantes sociales de la salud ponen énfasis en los entornos que acompañan la
emergencia de un problema de salud como es el consumo de drogas. Los diagnósticos que hace la
política pública en este marco se diversifican y toman una orientación que ya no es meramente
descriptiva y por el contrario busca entender como los problemas de salud se vinculan con
factores tales como la desigualdad y la precarización continúa de ciertos sectores de la población
chilena. Esto supone entender los determinantes sociales de la salud en al menos tres niveles
básicos: Sistémico, estructural e intermedio.
El nivel sistémico hace referencia al funcionamiento económico y político del país. La distribución
desigual del poder y el dinero constituyen un nivel basal para entender por qué los problemas
de salud se diferencian y no afectan a todos por igual. En este nivel el rol del Estado es
fundamental e incluye el funcionamiento de la política pública, como actor que puede aliviar o
profundizar las brechas de acceso a recursos de acuerdo a la definición que hace de la ciudadanía
(pasiva, activa, participante, receptora, gestora, etc.) y las metodologías que despliega para
conseguir los resultados de bienestar. Este punto es fundamental para entender que la política
pública no es inocua y por el contrario puede profundizar la distribución desigual de poder y
dinero si los paradigmas que utiliza no reconocen las capacidades, los derechos y los recursos de la
ciudadanía.
En un segundo nivel se encuentran las condiciones estructurales que diferencian los accesos que
tienen los distintos actores sociales a los recursos desigualmente distribuidos. El acceso que tienen
las personas, los grupos o las comunidades a la distribución de recursos no es aleatorio y responde
a una serie de criterios de género, edad, etnia, clase social y por cierto también territorial. El lugar
donde viven las personas estructura en gran medida el acceso que tienen a los recursos y luego a
las condiciones de bienestar que median su relación con prácticas de riesgo, como es el consumo
de drogas. Este punto es fundamental para valorar la gestión territorial en tanto intervención en
las condiciones estructurales que discriminan, estigmatizan o excluyen a sectores específicos de la
población, exponiéndolos a resultados sanitarios del consumo de drogas diametralmente distintos
a los que presentan poblaciones con mejores accesos a recursos sociales, culturales, económicos y
políticos.
Los potenciales de acción que tiene el SENDA en los niveles sistémicos y estructurales son variados
y se relacionan directamente con el desarrollo de enfoques territoriales que incorporan
perspectivas de género, niñez y juventud e interculturalidad, centrados en el ejercicio de
derechos, para elaborar nuevos marcos de comprensión e intervención del consumo de drogas
consistentes con los lineamientos internacionales y las demandas que la sociedad civil hace al
Estado.
Los determinantes intermedios constituyen un tercer nivel de observación y acción que se
relaciona con las conductas y los factores psicosociales directamente visibles en los territorios
que interviene SENDA. Si bien no constituyen el problema de salud específicamente abordado, en
nuestro caso el consumo problemático de drogas, sí constituyen sus variables más próximas, tales
como la deserción escolar, la exposición a ofertas de drogas en el barrio, el descuido de los
11. 10
espacios públicos, la desorganización barrial, la prevalencia de las presiones grupales, etc. Todos
estos factores psicosociales son re-leídos desde el enfoque de determinantes sociales como
efectos de la desigualdad y el acceso precario a recursos que protegen a las personas o las
comunidades y les permiten desplegar sus potencialidades de desarrollo.
Se trata de un nivel que si bien es explorado por las intervenciones de prevención, tratamiento e
integración, conserva el potencial de ser re-definido como la expresión de la desigualdad, la
precarización y la postergación continua de las comunidades y las personas, para luego desarrollar
esfuerzos locales de coordinación o articulación esenciales una vez que el consumo de drogas
logra tomar consistencia en todos los niveles de los determinantes sociales.
La labor del SENDA Previene es esencial en la promoción y liderazgo del desarrollo de una
perspectiva comprensiva que incorpora los distintos niveles de los determinantes sociales para
observar las prácticas de consumo a nivel local y articular respuestas adecuadas. Las
investigaciones e intervenciones internacionales en torno a factores protectores de nivel
comunitario evidencian resultados positivos en múltiples niveles, posibilitando una integración
rigurosa y sistemática entre las prácticas de consumo y las variables del entorno sociocultural que
permiten avanzar en el estudio y orientación de los determinantes sociales. Para ello es necesario
generar nuevos niveles de diagnóstico y orientar la construcción de comisiones con impacto
efectivo en el desarrollo de las intervenciones y el diseño programático de nivel central. Este
último es fundamental, en tanto la generación de una oferta programática modular supone el
diálogo constante de las comunidades con el nivel central para el desarrollo de pre-diseños
consistentes y orientaciones de utilización técnica adecuadas para la consecución de los objetivos
preventivos a nivel local.
Enfoque de derechos
Observación de
determinantes
sociales
Distribución desigual de
recursos
Estructura y acceso a
posiciones de bienestar
Relación de las personas y las
comunidades con el Estado
Adecuación de la oferta
programática
Factores psicosociales
Poblaciones de riesgo /
Mecanismos de exclusión social
Factores protectores y de riesgo
Figura N° 5: Estructura para la
observación de los DSS
12. 11
Mientras los mecanismos de exclusión o los factores psicosociales relacionados con el consumo de
drogas y alcohol pueden ser abordados rápidamente por el SENDA Previene una vez que incorpora
el enfoque de determinantes sociales de la salud en su forma de observar, articular y gestionar
recursos preventivos en los distintos territorios de la comuna, los impactos sanitarios que tiene la
relación de estas mismas personas o comunidades con el Estado y específicamente con la política
pública, tienden a ser más difusos y difíciles de incorporar. El enfoque de derechos permite
abordar de manera efectiva este nivel de los determinantes sociales, alertando sobre las
perspectivas o prácticas empobrecedoras o vulneradoras, asociadas a las políticas públicas, y
promoviendo una relación colaborativa y horizontal entre las comunidades y la política pública
de drogas en la comuna.
Los determinantes sociales de la salud apuntan al desarrollo humano, motivando una mirada
integral del bienestar físico, mental, relacional o social, en directa relación con las amenazas y los
recursos que existen en el entorno para lograr el despliegue efectivo de estos niveles. Este nivel de
integralidad supone abordar los problemas sanitarios de forma interdependiente y con una
perspectiva amplia, que procure la indivisibilidad de las distintas dimensiones del desarrollo.
El enfoque de derechos permite ordenar las intervenciones sociales para que los esfuerzos por
mejorar condiciones de vida específicas no conlleven la precarización de las personas o las
comunidades en otros ámbitos del bienestar, y por el contrario las acciones de toda política
pública apunten a la garantía o restitución de derechos fundamentales. Entendiendo esto, la
perspectiva de derechos protege un marco de observación e intervención constituido por “niveles
mínimos de tratos, servicios y oportunidades1
”, que orienta el diseño y ejecución de programas
sociales.
Ya sean de primera generación (civiles o políticos), segunda generación (económicos, sociales y
culturales) o tercera generación (colectivos y de los pueblos), el marco de derecho debe orientar la
forma en la que el SENDA Previene define las poblaciones con las que desarrollará un trabajo
colaborativo y las metodologías que avanzan hacia una relación positiva y reivindicativa con el
Estado. De esta forma, es posible que el nivel sistémico de los determinantes sociales sea
efectivamente considerado en los diseños programáticos de SENDA en el territorio, contribuyendo
a fomentar el ejercicio ciudadano y una distribución más equitativa de los recursos públicos.
Los principios que configuran este marco general, y que son los que orientan el “Enfoque Basado
en Derechos Humanos” (EBDH), especialmente utilizado en la planificación de programas de
desarrollo, son los siguientes2
: 1) Universalidad e inalienabilidad, es decir, que todas las personas
tienen los mismos derechos irrenunciables, 2) Indivisibilidad, que postula la imposibilidad de
dividir o jerarquizar las dimensiones de la dignidad humana, 3) Interdependencia o interrelación,
es decir, que los derechos se encuentran relacionados y, a menudo, la realización de algunos
1
Asociación Pro Derechos Humanos de España (2008): “Enfoque basado en derechos humanos y
cooperación internacional para el desarrollo”. Madrid, Pp. 11.
2
Gómez-Galán, M; Pavón, D; Sainz, H (2013): “El enfoque basado en derechos humanos en los programas y
proyectos de desarrollo”. Madrid, Pp. 72.
13. 12
derechos deviene en la realización de otros, 4) Igualdad y no discriminación, principio que elimina
todo tipo de discriminación en el ejercicio de derechos, 5) Participación e inclusión, el que resalta
el derecho a la participación libre de las personas y las comunidades en todos los procesos que
apuntan a la garantía o restitución de los derechos que tienen reconocidos, y 6) Rendición de
cuentas, o la obligación que tiene el Estado u otros titulares de deberes de rendir cuentas sobre
las iniciativas que apuntan a la garantía de derechos.
Este marco demanda un cambio en la política pública desde la perspectiva de necesidades hacia la
perspectiva de derechos, especialmente relevante para los grupos que tienen menos poder
frente a la acción del Estado, como son los grupos minoritarios (migrantes, minorías sexuales,
etnias, y otros), los ancianos o los niños. En este último caso, Norberto Liwski3
, del Comité para la
Defensa de la Salud, la Ética y los Derechos Humanos (CODESEDH) de la República Argentina,
especifica elementos centrales para distinguir la perspectiva de necesidades de la perspectiva de
derechos, tales como:
Perspectiva de necesidades Perspectiva de derechos
Los niños merecen ayuda Los niños tienen derecho a recibir ayuda
Proyectos específicos orientados a grupos
específicos de niños
Enfoque integral
Provisión de servicios Mayor toma de conciencia por todos los grupos (padres,
niños, tomadores de decisiones)
Perspectiva a corto plazo, cerrando brechas Perspectiva a largo plazo
Los gobiernos deben hacer algo, pero nadie
tiene obligaciones definidas
Los gobiernos tienen obligaciones morales y legales
Los niños pueden participar con el fin de
mejorar la prestación de servicios
Los niños son participantes activos por derecho
Debido a la escasez de recursos, algunos niños
pueden ser excluidos
Todos los niños tienen el mismo derecho a desplegar su
potencial de desarrollo
Cada trabajo tiene su propia meta y no existe
un propósito global unificado
Existe una meta global a la cual todo trabajo contribuye
Ciertos grupos tienen la especialización
técnica para satisfacer las necesidades de los
niños
Todos los adultos pueden desempeñar un papel para el
logro de los derechos del niños
El despliegue territorial de la política pública de drogas requiere una consideración por la
sostenibilidad que tienen los programas en el territorio, procurando procesos fundamentales de
apropiación, ya sea de parte de las personas o las comunidades, fortalecimiento de las
capacidades y los recursos presentes en el territorio, y desarrollo de gestiones exitosas en el plano
de la integralidad e intersectorialidad de los abordajes.
3
Ibíd. Pp. 12
14. 13
Un alto nivel de participación de los distintos actores sociales involucrados en el despliegue
comunal de la política de drogas, deviene en el ejercicio y reivindicación constante de derechos, ya
sea en un plano individual o colectivo, que promueve el involucramiento efectivo de las
comunidades y la extensión de las figuras que garantizan el desarrollo positivo de las personas. Sin
embargo, esta perspectiva debe dialogar y encontrar soluciones o salidas adecuadas a la
pasividad y desmovilización característica de los territorios que han convivido largamente con
políticas asistencialistas, centradas en problemas definidos e intervenidos sin incorporar los
saberes o prácticas presentes en las comunidades. Para ello, el SENDA Previene deberá ser capaz
de articular un discurso preventivo asociado al ejercicio de derechos (por ejemplo, promoviendo el
conocimiento y discusión sobre el artículo N°33 de la Convención sobre los Derechos del Niño),
fortaleciendo una mirada inclusiva y participativa frente al consumo de drogas y alcohol.
Fortalecimiento comunitario
Entendiendo lo anterior, la participación de las comunidades tiene varios niveles de gestión
territorial relevantes que pasan por el tránsito desde la mera implementación hacia la gestión
local, territorial y comunitaria de programas, y desde la gestión hacia la auto-gestión
programática por parte de las propias comunidades. La forma de desarrollar programas que
potencien los recursos comunitarios en vez de exigir el involucramiento de las personas en
iniciativas que no les son propias, pasa por el levantamiento de las capacidades presentes en el
territorio, su valorización y la elaboración de experiencias de participación para que sean estas las
que orientan el desarrollo de pre-diseños programáticos. De esto deriva la importancia de la
conformación de un SENDA-Previene participativo, articulador de iniciativas preventivas diversas,
observador de determinantes sociales de la salud y promotor de cambios socioculturales locales
que apuntan a la protección de las personas y las comunidades frente al consumo problemático de
drogas y alcohol.
Desde una perspectiva de gestión, el proceso de fortalecimiento comunitario tiene impactos
directos en los resultados que logran los programas sociales en los distintos territorios, sin
embargo, más relevante aún es que ésta mirada comunitaria genera mejores niveles de
sostenibilidad de dichos resultados, en la medida en que involucra a los distintos actores locales
en la observación y construcción de abordajes autónomos frente a los factores que amenazan el
potencial de bienestar de la comunidad. La disposición a actuar es un punto central del
fortalecimiento comunitario, trascendiendo la mirada tradicional centrada exclusivamente en las
juntas de vecinos y sus líderes, para buscar la movilización efectiva de los distintos actores
sociales.
La relación entre capital social y control social es fundamental para entender la centralidad del
punto anterior: en la medida en que aumentan las confianzas entre los vecinos y se generan
instancias que permiten definir colectivamente los problemas y sus soluciones, las personas
15. 14
tienden a aumentar su disposición a actuar frente a las situaciones que amenazan el bienestar del
barrio. Esta disposición se traduce en acciones concretas o bien en la posibilidad de promover
valores y normas que apuntan a las convenciones dialogadas y trabajadas en instancias de
fortalecimiento comunitario. De esta forma, el SENDA Previene puede cumplir un rol fundamental
en la creación de capital social, evitando la monopolización de las redes y acompañando procesos
de auto-gestión efectiva que no se agotan en las capacidades específicas de las juntas de vecinos u
otras organizaciones de alta visibilidad.
En la misma línea que el enfoque de derechos, el enfoque de fortalecimiento comunitario también
apunta a los determinantes sociales de la salud en un nivel sistémico, indagando en los impactos
negativos de intervenciones sociales verticales y asistencialistas que promueven la pasividad, la
desorganización o la concentración del capital social. Asumir el enfoque de determinantes sociales
de la salud, en este sentido, supone entender que la producción, distribución y consumo de
drogas en los barrios se relaciona con el escaso control social de parte de los vecinos y la falta de
organización social, y que estos factores se relacionan directamente con las acciones del Estado
en estas comunidades, específicamente en relación a la forma en la que se entienden las
intervenciones sociales.
Entendiendo lo anterior, es relevante que la gestión territorial de SENDA transite hacia un foco
barrial territorial más específico que toma las especificidades de los determinantes sociales,
permite comparar realidades dentro de las mismas comunas, articular las intervenciones en base a
las características de las poblaciones, y trabajar elementos de fortalecimiento comunitario con
impacto directo en el abordaje del consumo de drogas en sus distintos niveles. Esto a través de un
proceso gradual que permita reconocer la limitaciones y dificultades que se puedan presentar en
la implementación de este énfasis en el trabajo desarrollado por SENDA en el territorio,
preocupándose por el desarrollo del acompañamiento técnico que requieran los equipos y
realizando los ajustes y mejoras que surjan desde éstos en dicho proceso de implementación.
Gestión de interfaces
El análisis de interfaz constituye un paradigma de la intervención social que busca superar la idea
de que los diseños programáticos pueden ser “instalados” en los territorios. En sintonía con el
enfoque de derechos, se trata del reconocimiento de las distintas realidades locales, la diversidad
de lenguajes, valores, intereses o formas de entender los problemas que aquejan a las personas y
las comunidades, para luego construir espacios de diálogo, negociación, (re)conocimiento y
empoderamiento que permitan efectivamente desarrollar intervención adecuadas, significativas y
con resultados positivos:
“el análisis de interfaz ayuda a de-construir el concepto de intervención
planificada, visualizándolo como un proceso continuo de construcción social,
16. 15
negociación y consulta entre diversos actores, y no simplemente la aplicación de
un ya especificado plan de acción con productos esperados4
”.
El proceso de intervención en los territorios supone el encuentro entre los valores técnicos de los
profesionales SENDA, centrados en las narrativas de factores protectores, de riesgo,
vulnerabilidades, determinantes sociales de la salud, enfoque de derecho, entre otros, con los
valores que sostienen las comunidades locales y que naturalmente distan de los códigos que
aprenden cotidianamente los funcionarios SENDA en su trabajo diario.
La observación, comprensión e intervención de estas diferencias constituyen procesos esenciales
para lograr los niveles de participación e involucramiento anteriormente justificado desde los
enfoques de derechos y fortalecimiento comunitario, la construcción colaborativa de diseños
pertinentes y oportunos frente a las características territoriales, y la ejecución efectiva de los
abordajes que se consensuan con las comunidades y las personas.
La construcción de interfaces busca visibilizar un proceso que tiende a ser obviado por las
intervenciones sociales, apelando a las cercanías que el propio gobierno local trabaja con las
juntas de vecinos y sus líderes. No obstante la utilidad que reviste este contacto basal entre la
política local y las comunidades, las política sociales que dialogan exclusivamente con estos
actores corren variados riesgos que amenazan sus cualidades participativas. Algunos de estos
riesgos se relacionan con la expectativa de que la comunidad se ajuste a sus diseños de programa
atendiendo a la historia de vinculación y colaboración con los municipios, la reducción de los
lenguajes, las perspectivas o los intereses de la comunidad a la mirada del dirigente vecinal, la
pérdida de vista de los usuarios directos de los programas, y especialmente el escaso
involucramiento de los demás actores de la comunidad en el seguimiento, revisión,
complementación, orientación o reforzamiento de las iniciativas que se desarrollan en el barrio.
Una forma distinta de elaborar estas interfaces territoriales no excluye el contacto con las juntas
de vecinos, sino que utiliza estos contactos basales para acceder a otros actores de la comunidad
que puedan aportar perspectivas y posturas diversas frente a los diseños que se proponen desde
el SENDA. Esto supone que el SENDA Previene deberá abrirse al diálogo y la negociación de sus
enfoques con más personas y miembros de la comunidad, ofreciendo adecuaciones técnicas que
apunten a la inclusión efectiva de sus contribuciones en la ejecución de los programas,
procurando al mismo tiempo el cumplimiento de las formalidades (tiempos, presupuestos,
procesos críticos, etc.) que justifican su participación en los presupuestos públicos. Cabe
mencionar que en las primeras etapas de implementación de éste trabajo, existirá especial
apertura a considerar aquellos aspectos que son limitantes del proceso, por ejemplo dificultades
estructurales, insuficiencia presupuestaria, problemas logísticos o de cualquier otra índole, los
cuales deberán ser gestionados según corresponda en los diferentes niveles de la institución.
4
Duhart, D. (2006). Exclusión, Poder y Relaciones Sociales. Revista Mad. No. 14. Santiago, Chile:
Departamento de Antropología, Universidad de Chile. Pp. 30
17. 16
Este último punto es fundamental, y es por esta razón que el despliegue de los programas SENDA
en el territorio deben considerar herramientas técnicas de involucramiento, tales como la
configuración de un grupo motor (conformado por miembros de las comunidades donde se
despliega el SENDA Previene y que colaboran en el proceso de movilización comunitaria) que
acompañe constantemente el despliegue de los programas en el territorio, diagnósticos
participativos que orienten dimensiones específicas de los programas (¿Cómo trabajamos con los
jóvenes de este sector?), planificaciones comunitarias que valoricen y movilicen los recursos de la
propia comunidad en relación a la oferta del SENDA Previene (¿Qué puede aportar la comunidad
en el despliegue de las iniciativas de prevención laborales, educativas y comunitarias que propone
SENDA?), y el desarrollo de evaluaciones anuales con la comunidad, centradas tanto en el
cumplimiento de las planificaciones como en los aprendizajes que permiten dar sostenibilidad a la
prevención en el territorio (¿Qué hemos aprendido este año que se queda en la comunidad aun
cuando los programas específicos se terminen?).
En ésta línea y desde un enfoque que considera una perspectiva intercultural, los procesos de
descentración cultural que puede desarrollar el equipo SENDA Previene frente a las comunidades,
y específicamente frente a los grupos minoritarios que son convocados por los distintos
programas, son fundamentales5
:
1) El primer proceso es el de la descentración cultural, que consiste en explicitar y luego
comprender sus propios anclajes culturales y profesionales, considerándose a sí mismo
como sujeto de cultura, y no ya el sujeto de la cultura que entrega información, que
aporta el saber sin cuestionarse sobre los sesgos culturales de dicha información. Los
adecuados códigos de convivencia, las representaciones de la familia, de la relación entre
los hombres y las mujeres, y las formas de socializar a los niños por ejemplo serán en este
proceso de relativización cultural puntos sensibles, difíciles de cuestionar para quien se ha
educado y formado en la cultura dominante.
5
Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y alcohol (SENDA). “Modelo
para la Prevención Comunitaria del Consumo de Drogas y Alcohol”. Santiago, Chile. 2015.
Valores, intereses,
lenguajes y
funcionamiento
programáticos de SENDA
Diagnóstico participativo
Valores, intereses,
lenguajes y funcionamiento
organizacional de las
comunidades
Grupo motor
Planificación comunitaria
Evaluaciones
Figura N° 6: Gestión de Interfaces
18. 17
2) El segundo proceso consiste en explorar el marco de referencia del otro para entender el
sentido de las prácticas culturales del grupo minoritario, darles sentido, o sea entender
las maneras de pensar y de sentir que sustentan dichas prácticas, sin necesariamente
compartirlas. La relación intercultural adecuada consiste, en este enfoque, en relacionarse
con el otro dándole sentido a sus prácticas culturales, consciente de sus propios anclajes,
pero sin devenir el otro. Este constituye un aspecto de fundamental relevancia para el
trabajo territorial, otorgando vital relevancia a la alteridad y perspectiva del “otro”.
3) Finalmente, consciente de sus anclajes culturales, habiendo validado y dado sentido a las
prácticas culturales del otro, el profesional entra en un proceso de negociación, de
mediación, para encontrar ya no respuestas idénticas a las situaciones identificadas, sino
más bien respuestas compatibles las unas con las otras, que permitan la comprensión
común, la colaboración, la movilización necesaria de las comunidades implicadas, cada
uno con sus bagajes y competencias culturales. En los dos últimos procesos la figura del
mediador cultural se hace necesaria. Normalmente este mediador es una persona de la
comunidad, pero validada en los dos campos culturales, con un importante capital de
reconocimiento y de liderazgo.
La gestión de estas interfaces es diversa y depende de muchos factores locales tales como el tipo
de liderazgo de los dirigentes vecinales, la disposición a participar de otros grupos de la
comunidad, el nivel de representatividad de las juntas de vecinos, o la historia de participaciones
y sus efectos en la actitud de los distintos actores de la comunidad frente a las intervenciones
sociales. No obstante estas consideraciones, es importante que el SENDA Previene sostenga al
menos dos escenarios secuenciales de interfaz posible: Un escenario de interfaz inicial, centrado
en la inserción inicial en el territorio, la caracterización inicial de los recursos organizacionales, la
indagación en las experiencia pasadas susceptibles de ser revitalizadas para la vinculación del
SENDA con la comunidad, la revisión del potencial colaborador de otros actores sociales y la
capacidad que tienen las juntas de vecinos de convocatoria, y la evaluación del liderazgo de los
líderes vecinales para determinar la relevancia o urgencia de incluir a más actores sociales en los
procesos iniciales de vinculación (rescatando la experiencia desarrollada por el SENDA Previene en
su relación con la comunidad), y otro de interfaz complementada, centrado la toma de contacto
con otros actores, la caracterización específica de los valores, los intereses, la historia, los grupos o
las actividades que desarrolla la comunidad, la movilización de experiencias pasadas de
participación, la negociación amplia del diseño programático que ofrece SENDA Previene, ya sea a
nivel de prevención, tratamiento e integración social, y el reforzamiento de liderazgos positivos
que permitan la emergencia de grupos motores y un involucramiento de la comunidad con todo el
proceso de implementación.
19. 18
Otra dimensión relevante de la gestión de interfaces se relaciona con la modulación institucional
de la oferta programática de SENDA para responder de manera adecuada a las especificidades del
territorio. Si bien en este plano los códigos o los lenguajes no son tan distintos, y existen
conceptos o funcionamientos institucionales transversales que acercan el trabajo que realizan las
distintas áreas programáticas, es necesario avanzar en un diálogo inter-área que abra los diseños
para que estos puedan complementarse de una manera adecuada en los distintos territorios.
Esto no supone construir puentes rígidos o estrategias unívocas de vinculación, sino por el
contrario encontrar y motivar espacios susceptibles de ser intervenidos por la gestión territorial
del SENDA Previene de acuerdo a las especificidades del territorio: ¿Cómo dialoga, por ejemplo, la
oferta programática de integración social con los programas de la unidad laboral de prevención?
Para evitar la rigidez de los puentes que pueden construirse a nivel central entre los distintos
programas SENDA, es necesario que sea el SENDA Previene el que acerque y articule los
programas en el ámbito local, levantando alertas oportunas sobre las dificultades que imponen
los diseños particulares para realizar estas acciones. De este último punto deriva la necesidad de
avanzar en un mecanismo eficiente de retroalimentación regional y comunal de los diseños
programáticos.
La articulación de la oferta programática con perspectiva local y territorial no sólo impacta en la
adecuación e integralidad de los abordajes, sino que también permite un avance en la
configuración de una perspectiva local de prevención. Este punto es fundamental para que el
SENDA Previene sostenga una mirada y una estrategia global propia que oriente su compresión del
fenómeno y la utilización de los recursos disponibles. En este plano se destaca la distinción entre
las actividades que son efectivamente preventivas de aquellas que tienden a la vinculación
territorial o la promoción del bienestar general de la población o las comunidades. Qué es o no
preventivo constituye una pregunta que demanda un conocimiento situado, en constante
Profesionales
externos
Comunidad
Interfaz inicial
Líderes
visibles
Gobierno
local
Otros actores
locales
Política pública
Contacto con líderes visibles
Caracterización inicial del territorio y la comunidad
Indagación en experiencias pasadas
Potencial colaborador de otros actores
Capacidad de convocatoria
Evaluación del liderazgo
Profesionales
externos
Interfaz complementada
Líderes
visibles
Gobierno
local
Contacto con otros actores locales
Caracterización específica del territorio y la comunidad
Movilización de experiencias pasadas
Capacidad de convocatoria de otros actores
Negociación del diseño programático
Reforzamiento del liderazgo
Figura N° 7: Articulación entre
Interfaz inicial y complementada
20. 19
diálogo con la evidencia internacional y nacional, y fundamentado desde las apuestas específicas
que hace el SENDA Previene en materia de articulación y modelación de abordajes.
GESTIÓN Y VINCULACIÓN TERRITORIAL
Cinco dimensiones centrales de la gestión y la vinculación territorial del
SENDA Previene
A continuación se presentan cinco pilares conceptuales y prácticos que responden técnicamente a
los enfoques utilizados, y que orientarán el trabajo del SENDA Previene durante el año 2015.
1) Intersectorialidad
Definir Intersectorialidad alude en primera instancia a la relación entre diversos actores que se
articulan para la satisfacción de una necesidad o la solución de un problema. No obstante cuando
profundizamos la delimitación del concepto y clarificamos el sentido que tiene nos encontramos
con dos premisas de fundamental relevancia:
Una primera premisa alude a que la articulación de diversos actores constituye un esfuerzo para
la búsqueda de una respuesta integral a los problemas que afectan a las comunidades. Esto se
relaciona al carácter político de la Intersectorialidad, lo que se traduce en que toda política pública
que apunte a otorgar una respuesta global que tiene su correlato en el bienestar de las personas,
como es el caso de la respuesta estatal para el abordaje del consumo de drogas y alcohol en la
población, debe planificarse y ejecutarse de manera intersectorial.
Una segunda premisa se refiere a que al integrar sectores que presentan propuestas de
intervención diversas, es posible utilizar dichas diferencias y ponerlas al servicio efectivo de la
solución de los problemas sociales una vez que éstos son definidos de manera conjunta. Así, una
respuesta planteada intersectorialmente para abordar la temática de drogas, cuenta con mayores
recursos que complementan las estrategias a implementar y aumentan el alcance de sus
resultados. Esto refuerza el carácter técnico de la Intersectorialidad ya que constituye una forma
de responder con mejores soluciones que actuando sectorialmente.
Lo anterior adquiere relevancia dado que en un primer nivel de Intersectorialidad se apunta a la
especificidad que cada sector aporta para el abordaje de los problemas, pero en un segundo nivel
abre el espacio al desarrollo de lógicas de acción colectiva lo que permite orientar el trabajo que
SENDA desarrolla en el territorio y que tiene su expresión en la articulación del espacio público y el
sector social.
21. 20
De esta manera definiremos la Intersectorialidad como la “Articulación de saberes y experiencias
en el planeamiento, realización y evaluación de acciones, con el objetivo de alcanzar resultados
integrados en situaciones complejas, buscando un efecto sinérgico en el desarrollo social”.6
Entender de ésta manera la Intersectorialidad, destaca algunos elementos clave como la
integración, que alude a la aplicación de una visión integradora de objetivos y procesos, y
remite además a dejar de lado la idea de un espacio cerrado de un saber institucional o sectorial
que no acepta el trabajo con otros para alcanzar sus fines y aumentar el impacto de sus
intervenciones.
Otro elemento de relevancia se refiere a la inclusividad, relacionado a que el efecto de la
Intersectorialidad tiene su manifestación desde el diseño hasta la evaluación de las acciones, es
decir, el trabajo desarrollado en ésta línea desafía tanto la construcción conceptual de lo que
SENDA busca en ésta relación con otros actores institucionales u organizaciones, así como también
entrega pautas para el desarrollo e implementación de las acciones acordadas. El trabajo
intersectorial desarrollado deberá permear por tanto los objetivos, estrategias, actividades,
recursos y herramientas de todas las instituciones vinculadas, trabajo que deberá ser liderado por
el SENDA-Previene, atendiendo a la instalación de este en la comuna.
Finalmente la mancomunidad constituye un elemento que cobra fuerza al definir
Intersectorialidad, dado que supone compartir recursos, responsabilidades y acciones, y por lo
tanto implica solidaridad y poder.7
Cuestiones que permitirán potenciar el trabajo desarrollado
para abordar la temática de consumo en la comuna ya no como la expresión de un programa
específico que propone y ejecuta directamente las acciones preventivas, sino más bien como un
eje de articulación de dichos recursos para gestionar una respuesta pública capaz de responder al
continuo de Prevención, Tratamiento e Integración.
En ésta línea la Intersectorialidad exige el desarrollo de una secuencia ordenada de tareas
específicas que permita responder a estas definiciones del trabajo que desarrolla el SENDA-
Previene y que bajo ésta nueva mirada incorpora énfasis distintos a los que se venía ajustando su
gestión en la comuna. Esto impulsa el desarrollo progresivo de un trabajo planificado y evaluable a
partir de su despliegue técnico en el territorio. Cada una de estas tareas se retroalimentan y
sostienen en el trabajo cotidiano con aquellas instituciones u organizaciones presentes en el
territorio y que se constituyen en actores importantes que colaboran con el abordaje de la
problemática del consumo en la comuna. Lo anterior responde a la definición compleja del
fenómeno, incorporando las visiones, recursos y estrategias de otros sectores.
Esta mirada enfatiza el desarrollo de alianzas y acuerdos con cada sector, de manera de relevar la
construcción conjunta del problema y definir un modo de actuación coordinado y efectivo. De
acuerdo a lo anterior, cabe destacar que la coordinación interinstitucional (Ej. Coordinación de
6
Junqueira, Luciano (1998), “Descentralización, Intersectorialidad y red en la gestión de la ciudad”, en Revista del CLAD
Reforma y Democracia, No. 12, Caracas.
7
Cunill, Nuria. (2005). “La Intersectorialidad en el gobierno y gestión de la política pública” en X Congreso Internacional
del CLAD sobre la reforma del Estado y la Administración Pública”. Santiago, Chile, 18-21 octubre del 2005.
22. 21
actividades aisladas) si bien es indispensable para el trabajo Intersectorial, constituye un primer
nivel en la consolidación de abordajes conjuntos e integrados en la temática de drogas. Este
trabajo genera una plataforma indispensable para el trabajo intersectorial dado que permite la
reflexión en torno a la imposibilidad de resolución de problemas en la insularidad en la que operan
hoy día las instituciones.
A fin de apuntar a objetivos que contribuyan a la sostenibilidad de la gestión del SENDA-Previene
en la comuna y a la consolidación de este énfasis, se requiere el desarrollo de los siguientes
procesos que constituyen niveles de trabajo intersectorial:
Construcción conjunta del problema: Referido a consensuar visiones, entendiendo que el
consumo de drogas en la población no constituye un área específica de intervención
gubernamental, y por lo tanto se requiere incorporar la lógica del abordaje preventivo en las
políticas, planes y programas existentes, considerando las especificidades de la población a la que
van dirigidas. En esta definición conjunta del problema, es posible consensuar la definición de
objetivos que apunten explícitamente a la garantía o restitución de los derechos vulnerados de
las personas o las comunidades, entendiendo que el enfoque de derechos busca una mirada
integral y coherente de los distintos niveles de bienestar de las comunidades, sin hacer prevalecer
ninguno de ellos (Principio de “Indivisibilidad”).
Consensuar el bien común al que se apunta y las formas más efectivas de alcanzarlo: Se espera
que en este trabajo se compartan con otras instituciones presentes en los barrios principios
respecto de la manera de intervenir en los territorios desde una mirada de fomento de la
participación de los miembros de las comunidades y resguardando procesos que faciliten e
impulsen progresivamente el involucramiento de la comunidad en la solución a los problemas. Lo
anterior enriquecido por la integración de saberes contextuales producto de las diversas
experiencias de vinculación con los territorios de la comuna y de intervención con grupos
específicos, agregando mayor pertinencia al despliegue de la oferta programática que articula el
SENDA-Previene en la comuna. Este ejercicio permite integrar las características específicas de las
poblaciones, apuntando progresivamente a un equilibrio entre los diferentes tipos de
intervenciones de manera de avanzar en mejorar la calidad de vida de las poblaciones donde se
despliega SENDA.
Generación de contratos de trabajo conjunto: Para que el trabajo desarrollado sea efectivo, se
requiere que como producto de la toma de acuerdos entre el SENDA-Previene y las demás
instituciones presentes en el territorio se realice una formalización de los objetivos y actividades
a desarrollar en conjunto, esbozados de manera que sea posible evaluarlos (indicadores) y realizar
un balance del trabajo realizado con miras a realizar los ajustes que se requieren con una mirada
de continuidad de las estrategia implementada. Para esto, se incorporará un instrumento
denominado Plan de Intersectorialidad, el cual reemplazará a la Política de Prevención
(instrumento solicitado hasta el año 2014) y tendrá el fin de otorgar mayor flexibilidad al trabajo
de articulación del SENDA-Previene, ordenar el trabajo que se desarrolla en la comuna y en los
barrios en ésta línea, y facilitar la responsabilización efectiva en la ejecución de otras instituciones
23. 22
y organizaciones en el abordaje del consumo de drogas y alcohol en la población. Dicho Plan será
validado al inicio de cada año por actores del inter-sector y autoridades municipales, quienes
también realizarán la evaluación del mismo al finalizar el periodo.
Evaluar en conjunto el trabajo desarrollado: El trabajo de evaluación conjunta denotará el mayor
nivel de trabajo Intersectorial del SENDA Previene. Cada relación complementaria con otras
entidades será analizada en conjunto en términos del nivel de articulación de las estrategias, el
número de actividades realizadas, el cumplimiento de los objetivos planteados, identificando
facilitadores y obstaculizadores que puedan potenciar la complementariedad lograda y que pueda
proyectar y dar continuidad a dicha articulación. Cabe señalar que el objetivo final de este trabajo
conjunto será insertar la temática de drogas y alcohol en las herramientas e instrumentos propios
de planificación, gestión, intervención y evaluación de las entidades que se orientan al bienestar
de las comunidades, siendo deseable que todo el trabajo intersectorial apunte en un estado
avanzado a lograr este objetivo.
A continuación se presenta un esquema que establece niveles de calidad en el desarrollo del Plan
de Intersectorialidad:
Figura N° 8: Niveles de desarrollo del Plan de Intersectorialidad
Coordinación
de actividades
aisladas
Definición conjunta del
problema
Construcción conjunta de
los objetivos de intervención
Construcción conjunta de las
metodologías de
intervención
Evaluación conjunta de los
resultados del Plan de
Intersectorialidad
Formalización en
el Plan de
Intersectorialidad
Coordinación
interinstitucional
Desarrollo de un Plan de Intersectorialidad evaluado en
distintos niveles de calidad
24. 23
2) Interfaz programática
La interfaz programática constituye un ejercicio de revisión y articulación de la oferta
programática de SENDA de acuerdo a las características de los territorios en los que busca
intervenir SENDA Previene. Se trata de un ejercicio de armonización de los diseños de los
programas para que puedan conectarse de forma eficiente en los distintos barrios, maximizando
la utilización de los recursos institucionales y procurando que las comunidades que se involucran
en el trabajo de mejoramiento de sus condiciones de vida y la prevención, tratamiento e
integración social del consumo de drogas, cuenten con una red operativa y no una serie de
abordajes aislados.
La construcción de una interfaz programática sigue los mismos lineamientos descritos en el
apartado conceptual de gestión de interfaces, procurando que los profesionales asociados a cada
ámbito de intervención sean capaces de desarrollar un proceso de negociación de los énfasis de
intervención, los lenguajes, las metodologías y sus resultados, para enlazarse efectivamente con
los demás profesionales SENDA que se encuentran en la misma comuna y barrio.
Esta interfaz tiene distintos niveles de complejidad, puesto que los programas disponibles pueden
estar o no en la misma área de SENDA. En la dimensión inter-área, es necesario que el SENDA
Previene conduzca un proceso de diálogo entre los programas de prevención, tratamiento o
integración social, sin importar si se trata de organismos ejecutores públicos o privados. Este
último es fundamental, en tanto es necesario que el SENDA Previene se constituya efectivamente
como un articulador de los recursos institucionales en la comuna, promoviendo un enfoque
coherente en cada sector y barrio intervenido.
En el plano de la prevención el nivel de complejidad es menor en tanto las distintas unidades
comparten un lenguaje regular de área. Sin embargo, en el plano barrial los vínculos que deben
mantener las estrategias educacionales, laborales y comunitarias demandan una postura muy
activa y creativa de parte del SENDA Previene, procurando que los esfuerzos que se realizan en
cada dimensión se vean reforzados y complementados por los demás. Problematizar junto a las
organizaciones sociales la educación de los NNJ del barrio, procurar elaborar iniciativas de
protección a la salida del colegio, integrar en los debates u otras actividades escolares a las
organizaciones sociales, generar actividades escolares de reconocimiento de identidades y
recursos barriales, problematizar junto a las empresas el contexto barrial y el rol de la empresa en
ese contexto, entre otras muchas iniciativas, permiten hilar los recursos preventivos y avanzar en
una perspectiva preventiva propia del barrio, que involucre a todos sus actores (familias,
trabajadores, profesores, estudiantes, líderes organizacionales, etc.) en un proceso sostenible y
autónomo.
Para trabajar la interfaz programática, el SENDA Previene deberá elaborar un Plan Barrial de
Gestión, integrado por un recuento de los programas SENDA presentes en cada barrio o sector de
la comuna, las características de estas unidades territoriales y la estrategia que promoverá el
SENDA Previene para dar coherencia al trabajo que los programas realizan en el lugar, procurando
25. 24
un alto nivel de participación e involucramiento de los distintos actores sociales y las
comunidades.
Este plan deberá guiar las decisiones que toma el SENDA Previene en los distintos territorios, lo
que incluye la utilización y focalización de recursos complementarios gestionados en la comuna
como consecuencia de la validación (Municipal u otra) del trabajo desarrollado, en el caso de que
esto exista.
En este sentido, se espera que el SENDA Previene utilice sus recursos en el fortalecimiento de su
modelo de gestión, generando puentes entre las distintas iniciativas presentes en los territorios y
buscando la mayor cantidad de sinergias. Además, este tipo de gestión busca orientar la discusión
sobre los resultados que logran los distintos programas, tomando una perspectiva amplia de las
dificultades que enfrentan los barrios y cuáles son las apuestas institucionales que debe hacer
SENDA en cada uno de ellos.
3) Levantamiento de información
Tal como fue señalado anteriormente, el enfoque de determinantes sociales de la salud motiva
una mirada del territorio centrada en la observación, comprensión e intervención de los factores
Disponibilidad de
recursos programáticos
Levantamiento de
información
¿Cómo se van a
articular los programas
SENDA en el territorio?
¿Qué características
tienen los barrios que
busca intervenir SENDA
Previene?
¿Qué recursos
programáticos tiene
disponible el SENDA
Previene para abordar
las características
levantadas?
Dimensión Inter-área
Dimensión preventiva
¿Cómo se van a articular los programas
de prevención, tratamiento e
integración social en el barrio?
¿Cómo se van a articular los programas
de prevención educacional, laboral y
comunitaria en el barrio?
Plan barrial de
gestión SENDA
Figura N° 9: Proceso construcción
Plan Barrial
26. 25
que explican la variabilidad de los efectos y consecuencias del consumo de drogas y alcohol, ya
sea en un nivel sistémico, estructural o psicosocial.
Orientar las acciones del SENDA Previene de acuerdo a estos lineamientos conceptuales supone
re-configurar progresivamente los procesos de recolección de datos, pasando de una mirada
comunal a una de mayor especificidad respecto del territorio, es decir, hacia una observación de
los barrios y las características que permiten efectivamente diseñar abordajes preventivos, de
tratamiento o de integración social que respondan en mayor medida a esas particularidades. Cabe
mencionar que si bien los diagnósticos comunales constituyen un insumo esencial para el
posicionamiento del SENDA Previene en la comuna, es necesario en este punto iniciar una fase de
profundización mayor.
Los determinantes sociales de la salud orientan la observación de los barrios a nivel sistémico,
promoviendo la pregunta por el tipo de intervención que se hace en el barrio, la existencia de
instancias de participación, los aprendizajes que han logrado las intervenciones en los barrios,
los efectos negativos de programas verticales o asistencialistas, entre otros elementos esenciales
para poder retomar, renegociar o reconstruir la relación de las comunidades con las políticas
públicas. Evitar este nivel de información amenaza el potencial que tiene la oferta programática de
SENDA de generar una interfaz comunitaria consistente.
Por otro lado, los determinantes sociales apuntan a un nivel estructural, indagando en los
mecanismos de exclusión social que precarizan las condiciones de vida de determinados grupos
dentro de la comuna. ¿Cuáles son los grupos más vulnerables? ¿Qué mecanismos de exclusión son
los más importantes en esta condición de vulnerabilidad? ¿Qué características tienen estos
grupos? ¿Cómo se pueden abordar estas poblaciones? El SENDA Previene tiene la labor de indagar
en los distintos barrios las variables de edad, género, etnia o ubicación geográfica que están
exponiendo con mayor fuerza a algunos grupos sociales frente al consumo de drogas.
Finalmente, los determinantes intermedios ponen énfasis en las prácticas concretas, los riesgos
específicos que exponen al consumo de drogas a los grupos de mayor vulnerabilidad en los
barrios. La escasa utilización de los espacios públicos, la violencia familiar, el poco involucramiento
de los vecinos, la deserción escolar, el aislamiento de los colegios en relación a los barrios, las
condiciones laborales, procesos migratorios, estigmatizaciones, etc. constituyen procesos que el
SENDA Previene debe investigar a fondo en cada uno de los barrios donde busca intervenir
colegios, empresas o comunidades. Sin esta información, el SENDA Previene no podrá orientar el
funcionamiento de los programas hacia los factores específicos que están potenciando el riesgo de
consumo de drogas en el territorio.
Este último punto es fundamental, en tanto la información recabada por el SENDA Previene debe
cumplir un primer criterio de calidad fundamental que es su usabilidad. Usualmente la
recolección de información general de la comuna no permite la orientación de las intervenciones y
la generación de sinergias entre los distintos abordajes, desperdiciando los esfuerzos que el
SENDA Previene puede hacer en materia de recolección de datos. Por el contrario, el tránsito
progresivo hacia una mayor cantidad de datos sobre las características barriales específicas
27. 26
fortalece la capacidad del SENDA Previene de gestionar un modelo de prevención específico, que
entiende los determinantes sociales involucrados en el riesgo que tienen las personas y las
comunidades frente al consumo de drogas.
Por lo anterior, a partir del año 2015, el SENDA Previene deberá generar estrategias de recolección
de información, basada en los determinantes sociales de la salud, y de utilización de datos para el
diseño de abordajes integrales en los barrios. Este último objetivo deberá guiar todo el proceso de
recolección de datos, ¿Qué necesita saber el SENDA Previene para adecuar y generar un modelo
integral de intervención en materia de drogas en el barrio?
4) Retroalimentación de diseños
El estilo de participación social que promueve SENDA, alude a un proceso de doble vía y continúo
de comunicación, lo que implica la incorporación de los usuarios de los programas en su diseño y
ejecución, promoviendo el protagonismo de los actores sociales y la capacidad de los diseños de
responder a las características de los territorios donde se implementan.
Esto supone que los miembros de las comunidades entiendan los procesos y mecanismos a través
de los cuales la institución u organización responsable pretende abordar los problemas, se
socialicen objetivos de los programas, se abran espacios para el diálogo respecto a los mismos y a
las mejores formas de abordarlos en conjunto, se revisen conjuntamente los resultados y se
promueva la participación de la comunidad durante todos los procesos de ejecución.
Observación
Intervención
Información comunal
Información barrial
• Sistémica
• Estructural
• Psicosocial
Adecuación de la
oferta programática
UsabilidadSENDA
Previene
Plan de gestión de
drogas para el barrio
Figura N° 10: Proceso de
Levantamiento de Información
28. 27
En este trabajo el SENDA-Previene debe incentivar a la población para que exprese su opinión y
percepciones sobre los objetivos y características de los programas, la utilización de los recursos,
las estrategias, los avances o dificultades en los procesos de implementación. Con todo esto se
logra una retroalimentación entre el Estado y los ciudadanos en la medida que se incorporan
informaciones relevantes que adaptan los diseños de acuerdo a la perspectiva de los propios
usuarios de los programas.
La estructura propuesta requiere avanzar desde una modalidad tradicional de implementación de
programas diseñados en forma centralizada y sin atender a las particularidades de los territorios,
hacia una modalidad que entiende las diferencias geográficas, culturales y sociales como
elementos constitutivos de las dinámicas de consumo y luego de las posibilidades de intervención.
Estas diferencias se acompañan de la construcción de conocimientos y abordajes territoriales que
revisten un valor esencial para la retroalimentación de los diseños propuestos desde un nivel
central.
Para la realización efectiva de esta modalidad de trabajo de retroalimentación, será necesario que
el SENDA-Previene explore y fortalezca formas eficientes de vincularse con el territorio, centradas
en la generación de espacios de diálogo permanentes y adecuados para la retroalimentar los
diseños en sus distintos niveles. Si bien las reuniones participativas con miembros de la
comunidad en los territorios donde se despliega la oferta programática de SENDA, cumple la
función central de involucrar a los actores sociales en la definición de los problemas y las
estrategias de intervención, procurando su participación en los procesos de monitoreo y
evaluación, estas instancias también deberán formar parte de un enfoque de retroalimentación
que busca valorar los saberes y las prácticas situadas para pensar y desarrollar nuevos programas.
Ahora bien, este conocimiento situado no se restringe a las comunidades sino que incluye también
al gobierno local, los distintos programas y equipos de intervención presentes en terreno, y por
cierto la experiencia del SENDA Previene en todo el proceso de gestión y vinculación territorial
desarrollado.
Todos estos aspectos se recogerán a través de una pauta indagatoria que será llenada por el
SENDA Previene y trabajada a nivel regional por el Gestor Territorial. Será éste quien, luego de
generar una matriz de retroalimentación con las particularidades de la implementación de los
programas en la región, realizará las recomendaciones necesarias al Área de Gestión Territorial de
SENDA Nacional para la retroalimentación de los diseños programáticos.
Para ello los equipos técnicos en cada nivel deberán analizar los elementos de los diseños que
están dificultando o potenciando el desempeño de los programas en el territorio, y sus
resultados esperados, valiéndose para esto de la información recabada respecto de la
implementación de los mismos, y proponiendo alternativas para superar dichas dificultades.
Se espera que el SENDA Previene sintetice información del ámbito local referida a los saberes y las
prácticas locales que revisten valor para la oferta programática de SENDA y que hasta el momento
no han sido consideradas por el diseño programático. En este mismo plano, las revisiones y
29. 28
recomendaciones sobre el funcionamiento de la política local y las experiencias de intervención
presentes en el territorio, ayudan a los equipos de diseño para actualizar constantemente los
procesos técnicos asociados a los programas y por lo tanto deberán también estar incluidos en
esta primera síntesis. Finalmente, la experiencia del propio SENDA Previene en la implementación
de los programas de SENDA, sus dificultades, elementos positivos, rigideces, etc. también
constituyen insumos esenciales que deberán ser posteriormente sintetizados por el SENDA
Regional.
El SENDA Regional deberá realizar una síntesis de retroalimentación que incorpora tres
dimensiones fundamentales. En primer lugar esta síntesis deberá reunir todos aquellos elementos
que se relacionan con la vinculación de los programas en el territorio, es decir, en qué medida
logran sintonizar con las particularidades comunales, barriales, institucionales, organizaciones, y
que recursos visualizados por los SENDA Previene mejorarían el impacto de los diseños en este
nivel. En un segundo apartado de síntesis, se espera que el SENDA Regional sea capaz de elaborar
consideraciones sobre el nivel de adecuación de los programas, incorporando los saberes y
prácticas elaborados a nivel comunal y barrial, que pueden fortalecer los objetivos de los diseños o
bien pueden solucionar problemas evidenciados. Finalmente, en concordancia con el enfoque de
gestión de interfaces, se espera que el SENDA Regional pueda sintetizar las dificultades o las
fortalezas que presentan los diseños en sus niveles de apertura y flexibilidad, y por lo tanto, en su
capacidad de articularse con otros diseños programáticos SENDA o de otros programas con los que
se busca trabajar intersectorialmente.
Para realizar este trabajo de síntesis, el área de gestión territorial socializará dos pautas de síntesis
que deben ser llenadas por SENDA Previene y SENDA Regional siguiendo las orientaciones recién
presentadas.
Síntesis del SENDA Previene
Comunidades Saberes y prácticas
Conocimiento
situado
Gobierno local
Equipos técnicos
SENDA Previene
Experiencias de intervención
Resultados de la gestión y la vinculación
Política local
Síntesis del SENDA
Regional
Consideraciones de diseño
Articulación
Adecuación
Vinculación
Figura N° 11: Proceso Síntesis
Comunal-Regional
30. 29
5) Interfaz comunitaria
El SENDA-Previene ha enfatizado tradicionalmente una vinculación territorial que realza la
participación de actores y organizaciones locales en el desarrollo de las políticas de prevención,
destacando las capacidades que éstos tienen para la formulación y evaluación de los programas
sociales. Lo anterior, en el entendido de que la participación permite una distribución más
equitativa del poder y una mayor visibilidad de los problemas sociales, además de aumentar la
efectividad y eficacia de las políticas.
Si bien la cercanía que este Programa tiene con las autoridades locales y las comunidades le ofrece
un escenario propicio para responder frente a la temática de las drogas y el alcohol con
participación de los mismos, sabemos que el grado de implicación es variable y no siempre un
objetivo concreto a alcanzar, el cual requiere indudablemente del despliegue de estrategias
adecuadas que la promuevan. En esta misma línea, hoy día frente al énfasis que impone la
instalación del discurso de la gobernanza a la base de la emergencia de la nueva gestión pública,
es indispensable otorgarle una mayor profundidad al tema de la participación y un sentido
específico respecto de la gestión de programas en el territorio.
La realidad social es compleja, dinámica y diversa, lo que no admite una visión única, sino que
requiere una aproximación pluralista, por lo cual un operar estatal tradicional, centralizado y
basado en la unilateralidad no es suficiente para responder a la dinámica en la cual se
implementan los distintos diseños programáticos.
La gobernanza en la actualidad identifica mecanismos a través de los cuales las diferentes
preferencias de los ciudadanos son consideradas, poniendo énfasis en que las estrategias
propuestas para responder a las demandas sociales sean capaces de alcanzar las expectativas de
los actores sociales involucrados. En este sentido, la gobernanza como una guía de interacción
entre actores interdependientes supone una modificación de la relación entre el Estado y la
sociedad, facilitando procesos que recojan las diversas visiones, recursos e intereses de las
personas y sienta las bases para la cooperación en el abordaje de las problemáticas sociales.8
En un contexto en que la política pública orientada a abordar el consumo de drogas y alcohol en la
población es cuestionado por el grado en que efectivamente responde a las características de los
territorios y a las dinámicas comunitarias presentes en las comunas donde interviene el SENDA
Previene, se impone el desafío de redefinir la forma en que son llevados la gestión territorial de la
oferta programática y los procesos técnicos de desarrollo de programas en la institución, esto
implica sustituir procesos basados en la “bajada” lineal de programas, por mecanismos capaces
de generar espacios de negociación y coordinación con los actores locales presentes en las
comunidades, orientados a generar fortalecimiento y movilización comunitaria. Esto también
recogiendo desde los SENDA Previene las experiencias de respuestas situadas a las características
de los territorios que han impulsado desde su conformación.
8
“La Gobernanza hoy: 10 textos de referencia”. Instituto Nacional de Administración Pública. Madrid, 2005.
31. 30
Para garantizar que los objetivos relacionados a la gobernanza se concreten, es necesario que los
procesos institucionales llevados a nivel local, regional y nacional, respondan a los principios de
transparencia, participación, rendición de cuentas (accountability), eficacia y coherencia.9
Estos principios desafían la forma en que hoy día se diseñan los programas desde SENDA,
cuestionando aspectos como, por ejemplo, el que la formulación y la evaluación de las propuestas
no impliquen a las comunidades a quienes se dirigen, ni tampoco consideren la especificidad
propia de los territorios. Por lo tanto, resulta imprescindible diseñar un tipo de gestión e
intervención sensible a estos aspectos y capaz de fortalecer efectivamente a las comunidades en
el abordaje de la temática del consumo de alcohol y drogas, impulsando procesos de autogestión
que aumenten la sustentabilidad de las implementaciones desarrolladas en el espacio local.
En ésta línea el fortalecimiento comunitario surge como un objetivo transversal a la
implementación de la oferta programática en el área, considerando en las intervenciones
desarrolladas la heterogeneidad y complejidad de las relaciones comunitarias, en tanto éstas
influyen directamente en las maneras en que la comunidad toma decisiones y avanza en fortalecer
sus herramientas y disposición para la acción colectiva en la temática drogas.10
Esta forma de mirar la intervención releva los saberes contextuales por sobre el conocimiento
“experto”, mostrando por tanto una institucionalidad flexible y abierta a los espacios de
generación de conocimiento compartido, donde las particularidades de los territorios así como
también de las dinámicas comunitarias presentes en el espacio local, imprimen una especificidad
propia al trabajo que se realiza.
En la misma línea, se pone énfasis en que el objetivo final de las acciones impulsadas en el
territorio por el SENDA Previene se enfoquen en la emergencia de propuestas desde la propia
comunidad, construyendo por tanto un espacio propicio para la vinculación, el encuentro y el
empoderamiento, donde las personas también marcan el rumbo a seguir11
. Lo anterior, a través
del establecimiento de mecanismos e instrumentos específicos que facilitan este proceso desde el
espacio local hasta el espacio de diseño programático, evitando el riesgo de quedarse en el plano
meramente discursivo o relegando este tema a un espacio restringido de la planificación.
Tomando como referencia lo anteriormente expuesto y las recomendaciones de la CICAD para el
desarrollo de un modelo integral de abordaje comunitario para la reducción de la demanda12
, es
posible establecer algunas estrategias que se requiere desarrollar para la instalación de una oferta
9
“La Gobernanza hoy: 10 textos de referencia”. Instituto Nacional de Administración Pública. Madrid, 2005.
10
Montenegro, M. (2004), en “Modelo para la Prevención Comunitaria del consumo de drogas y alcohol.”
SENDA, 2015.
11
“Modelo para la Prevención Comunitaria del consumo de drogas y alcohol.” SENDA, 2015.
12
Informe XIV Reunión del grupo de expertos en reducción de la demanda. Organización de Estados
Americanos. Lineamientos Hemisféricos de la CICAD para la construcción de un modelo integral de abordaje
comunitario para la reducción de la demanda de drogas, 2013. Washington DC, U.S. Recuperado de
http://www.cicad. Oas.org/apps/Document.aspx?Id=2206
32. 31
modulada en los territorios específicos donde se despliega el SENDA-Previene. Dichas estrategias
tienen que ver con:
Desarrollar problematizaciones situadas y en conjunto con los miembros de la
comunidad respecto a la temática de drogas, que den cuenta de una mirada compleja del
fenómeno, y enfaticen la consideración de las diferencias sociales, culturales y étnicas que
tiene su manifestación en los diversos territorios.
Enfatizar la movilización comunitaria como un objetivo en la forma de vincularse con la
comunidad y en las intervenciones propuestas, resguardando una planificación técnica
que apunte a la sostenibilidad de la oferta articulada en el territorio.
Reconocer a las personas y las comunidades inmersas en espacios que se relacionan e
interactúan y sobre los que hay que intervenir en conjunto, lo cual cuestiona el desarrollo
de intervenciones que no dialogan entre sí y se abocan a abordar sólo un espacio de
desenvolvimiento de la vida de las personas.
Proponer herramientas y mecanismos para promover la participación comunitaria en la
implementación de la oferta programática, involucrando a los miembros de la comunidad
en los equipos de intervención (no sólo como destinatarios) y en los espacios de
evaluación de la misma.
Desarrollar diagnósticos participativos locales con enfoque cualitativo que faciliten un
mejor acercamiento a los miembros de las comunidades, los sentidos y los significados
que éstos le atribuyen al consumo de drogas y cómo sus condiciones de vida influyen la
manifestación del mismo.
Lo anterior requiere preocuparse por analizar el espacio de relación entre la comunidad y la
institución, interfaz donde se juega la posibilidad de implementar programas eficaces pero que
incluyan además niveles adecuados de contextualización local y participación de la comunidad.
Entendiendo también que en dicho espacio el SENDA Previene cuenta con una experiencia
importante en el desarrollo de diagnósticos o aproximaciones participativas, pero donde se
requiere que esto sea acompañado técnicamente desde el nivel regional de SENDA e insumado y
sistematizado también desde el nivel nacional para retroalimentar y fortalecer ésta perspectiva de
trabajo.
El concepto de interfaz alude a una mirada sobre la tensión permanente entre la lógica
institucional y la lógica de la comunidad, lo que colabora en concebir la intervención como un
espacio no sólo definido por los procesos formales, administrativos y técnicos, sino como un
espacio para la co-construcción de abordajes del consumo de drogas, donde la negociación y la
consulta (respecto a productos, tiempos, formas, etc.) entre los diversos actores vinculados
constituye una cuestión fundamental a tener en cuenta en el proceso de trabajo.
33. 32
Esto exige al SENDA Previene, en su rol de articulador de oferta programática, considerar aquellas
variables de la interfaz comunitaria que potencian o restringen los procesos de empoderamiento
comunitario:13
Las relaciones de interfaz sostenidas deben ser congruentes con la mirada de la
participación expuesta, es decir, como elemento sustantivo del desarrollo de la
comunidad.
Cuidar que el foco de la relación establecida con la comunidad no sea la entrega de
recursos materiales, lo cual no permite superar el desarrollo de una relación de tipo
clientelar, semiclientelar o asistencialista, que no facilitan el desarrollo de capacidades y
de procesos de autogestión en la comunidad.
Es necesario realizar procesos sistemáticos de evaluación crítica y participativa, así como
el desarrollo de procesos de fortalecimiento de los profesionales SENDA para el trabajo
comunitario.
Fortalecer el tránsito progresivo a un tipo de participación más activa y reflexiva,
mediante procesos educativos transversales.14
Un interfaz ideal demandaría el compromiso afectivo del SENDA-Previene con la comunidad,
acción lo cual favorece el empoderamiento mediante un intercambio complementario (ambos
actores tienen algo que aportar al otro) y alta confianza. Cuestiones todas éstas que deben estar
a la base de los procesos de planificación, implementación y evaluación de los programas
articulados por SENDA-Previene en el territorio.
13
Zambrano, A. (2009). Trayectorias Organizacionales y Empoderamiento Comunitario: Un Análisis de
Interfaz en Dos Localidades de la Región de la Araucanía. PSYKHE 2009, Vol. 18, N˚ 2, 65-78.
14
Zambrano, A. (2007). Criterios de intervención en estrategias de empoderamiento comunitario: la
perspectiva de profesionales y expertos de la intervención comunitaria en Chile y España. En. Trayectorias
Organizacionales y Empoderamiento Comunitario: Un Análisis de Interfaz en Dos Localidades de la Región de
la Araucanía. Zambrano, A. (2009). PSYKHE 2009, Vol. 18, N˚ 2, 65-78.
Implementación de
programas diseñados
Autogestión comunitaria de
respuesta para abordar el
consumo de drogas
Fortalecimiento
Comunitario
Gestión local de
programas
Figura N° 12: Proceso de
Fortalecimiento Comunitario
34. 33
La forma de intervenir condiciona el tipo de respuesta de la comunidad. Una intervención que
trata de cierta forma a sus usuarios, provoca en ellos una determinada forma de responder frente
a sus problemas. La intervención se ve tensionada ya que ha provocado una baja apropiación de
este tema en la ciudadanía, eso sumado a discursos centralizados fundados en la evidencia
disponible sin generar espacios para el diálogo con la comunidad.
Esta nueva perspectiva en la gestión territorial que realiza el SENDA Previene implica de un lado el
desarrollo de propuestas programáticas flexibles, adecuadas a ésta exigencia y capaces de recoger
las especificidades, y de otro prácticas horizontales en la implementación, lo cual requiere que
sea transversal al apoyo técnico realizado desde los niveles regional y nacional.
Todo lo anterior se traduce en la preocupación por establecer y consolidar mecanismos y espacios
de participación en las dinámicas de interfaz que facilita el SENDA Previene. Una vía será el
fortalecimiento de la participación de los miembros de las comunidades presentes en la comuna
en la Comisión Comunal. Ésta constituye la principal instancia impulsada por el SENDA para
vincularse con los actores locales de mayor relevancia, pero que en los últimos años ha tenido un
carácter más bien institucional. Se promoverá incorporar a líderes de organizaciones de base y
otros miembros de las comunidades. Esto permitirá generar un espacio no sólo para el trabajo
intersectorial, sino también para involucrar a la comunidad en los procesos de planificación y
evaluación que allí tengan lugar.
La segunda vía y la más relevante en términos de lo expuesto en este apartado, se refiere a la
generación de instancias de trabajo con representantes de las comunidades en el territorio, en
esta línea se espera que el SENDA Previene, enfatice su acercamiento a la comunidad, planificando
reuniones de diagnóstico, de planificación, de retroalimentación y de evaluación con la
participación activa de miembros de la comunidad que representen actores clave en los
territorios. En un nivel de trabajo de interfaz avanzado se espera que el SENDA-Previene
promueva la integración de miembros de la comunidad en los equipos de trabajo encargados de la
ejecución de las líneas programáticas que se desarrollan en la comuna (Grupo motor).
Oferta programática
Adecuación
Diagnósticos y planificaciones
participativas
SENDA
Previene
Acompañamiento
Sostenibilidad
Grupos de apoyo a la
intervención
Evaluaciones y
Planificaciones autónomas
Comunidad
Figura N° 13: Proceso de Interfaz
Comunitaria
35. 34
RE-ORIENTACIÓN DE LOS PROCESOS DE IMPLEMENTACIÓN
Incorporar las dimensiones de gestión y vinculación territorial antes expuestas, supone reformular
la función de implementación que ha sostenido el SENDA Previene hasta el momento. Por un
lado, el SENDA Previene está llamado a asegurar el cumplimiento de metas institucionales de
implementación asociadas a los programas de educación (“Certificación de Escuelas” y “Continuo
Preventivo”) y tratamiento (“DIT”), y por otro, se espera que el SENDA Previene sea capaz de
desarrollar acciones propiamente preventivas en territorios que no responden a los requisitos o
priorizaciones de acceso a la oferta programática central, o bien que son muy pequeños o aislados
como para acceder efectivamente a estos recursos.
Entendiendo lo anterior, el SENDA Previene debe integrar tres funciones fundamentales: 1)
Gestión y vinculación territorial, 2) Diseño local de acciones preventivas que respondan a las
características del territorio, y 3) Implementación de programas nacionales. Esta última función,
sin embargo, se presenta con mayor fuerza cuando no existe una oferta programática extensa
instalada en la comuna, y por lo tanto las acciones de vinculación, adecuación y articulación de la
oferta programática central son muy acotadas.
Tal como se ha resaltado durante el desarrollo del apartado de gestión y vinculación territorial, los
SENDA Previene que cuentan con programas centrales en la comuna, deberán concentrar sus
esfuerzos en el desarrollo de interfaces programáticas consistentes (vinculándolos a los
territorios, ajustándolos a sus particularidades y facilitando el diálogo entre los distintos
diseños), que permitan el aumento en los niveles de impacto de cada uno de ellos, y en la
configuración de mecanismos de retroalimentación de diseños centrales para incorporar las
particularidades locales y regionales en los programas que tienen mayor nivel presupuestario y
cantidad de beneficiarios.
A diferencia de los SENDA Previene con alto nivel de implementación central, existen otros SENDA
Previene que requieren desarrollar una oferta propia de acciones preventivas acordes con las
particularidades del territorio en el que insertan. En ausencia de una orientación técnica
consistente en esta dimensión, estos SENDA Previene tienden a enfocarse únicamente en el
cumplimiento de metas centrales sin equipos complementarios (Actuar A Tiempo, Actuar en
Comunidad, DIT, etc.), y el desarrollo de acciones de difusión que no guardan coherencia con los
enfoques y las metodologías promovidas desde el nivel central, descuidando el abordaje específico
de los problemas de sus comunas.
36. 35
Entendiendo estas diferencias, la presente orientación busca que la función de gestión y
vinculación territorial sea flexible, respetando las particularidades de los territorios, sus
necesidades y la dotación de programas, profesionales y metas institucionales que orientan el
trabajo en la comuna. Además, flexibilizar la gestión y vinculación territorial, atendiendo a las
diferencias de tamaño y énfasis de funciones en cada SENDA Previene, demanda la construcción
urgente de orientaciones específicas para la profundización en el desarrollo e implementación
de acciones preventivas locales que dialoguen de manera consistente con los avances
conceptuales y técnicos provenientes del SENDA Nacional y del inter-sector.
Si bien el objetivo general del SENDA Previene seguirá siendo la gestión territorial de programas e
iniciativas institucionales para incrementar sus niveles de impacto en el territorio (dispositivo de
gestión), el desarrollo de iniciativas propias supone la construcción situada de una perspectiva
preventiva que debe responder a las personas y las comunidades cuando las ofertas centrales no
se focalizan en estos territorios, lo que supone el levantamiento de necesidades, el diálogo
constante con el SENDA Regional y Nacional en materia de diseño e implementación de
programas, y la retroalimentación de los diseños centrales a partir de las experiencia y los
resultados logrados por estas acciones locales.
El SENDA Previene tiene el desafío de presentar resultados consistentes en materia de gestión
(vincular, adecuar y articular) y diseño local de acciones preventivas para modificar la prevalencia
de implementaciones parciales (componentes aislados de educación, laboral y tratamiento) que
tienden a dificultar el desarrollo de una perspectiva local en materia de drogas o bien reducen
estas dimensiones de autonomía al desarrollo de acciones desarticuladas y sin consistencia
técnica. Por otro lado, este mayor nivel de elaboración técnica a nivel comunal y regional busca
revitalizar el posicionamiento comunitario del SENDA Previene, avanzando progresivamente en
una mirada particular del fenómeno a nivel local que valora las prácticas y saberes de las
SENDA
Previene
Función 3:
Implementar
programas
nacionales
(Metas)
Función 1: Gestión y
vinculación territorial
(Aumento del impacto de los
programas)
Función 2: Desarrollar e
implementar acciones
preventivas (Diseños locales)
Variación en los
énfasis de trabajo
Previenes con baja
concentración programática
Previenes con alta
concentración programática
Figura N° 14: Articulación de
funciones del SENDA Previene
37. 36
personas y las comunidades a la hora de elaborar abordajes preventivos. De esto deriva la
prevalencia de las funciones 1 y 2 por sobre la función 3 del esquema anterior.
Acciones locales con consistencia técnica
El reconocimiento y promoción de las acciones que puede realizar el SENDA Previene cuando no
encuentra respuestas satisfactorias hacia las particularidades de sus comunas y barrios en la oferta
programática central, supone el abandono de actividades que no presentan consistencia técnica
en ninguna de las áreas de desarrollo de SENDA (estándares mínimos de calidad de prevención,
tratamiento o integración social).
Lo anterior no puede ser abordado desde una definición central, rígida y unívoca de lo que es o no
preventivo, puesto que dicha definición requiere considerar múltiples variables territoriales y
comunitarias que configuran la apuesta del SENDA Previene. Sin embargo, esta complejidad
demanda una definición clara de cuáles son las apuestas técnicas específicas de las acciones
emprendidas que pueden aumentar los factores protectores de las personas y las comunidades, y
la forma en la que se observarán y evaluarán sus resultados.
En este sentido, promover la consistencia técnica no significa vetar acciones recreativas,
deportivas o artísticas por el nivel de generalidad o dispersión con la que suelen ser relacionadas a
la prevención del consumo de drogas, sino por el contrario, tomar estas acciones, examinarlas
para determinar sus impactos preventivos específicos y valorar su costo-efectividad.
Entendiendo lo anterior, una actividad recreativa, deportiva y artística cuyo único valor preventivo
es ocupar el tiempo libre de un niño, niña o joven, presenta niveles de efectividad muy bajos que
no justifican sus costos. En otro escenario, vincular las actividades deportivas, recreativas o
artísticas al desarrollo de redes, soportes sociales o relaciones intergeneracionales positivas,
desarrollo de competencias para la resolución de conflictos, el mejoramiento de las relaciones
sociales (presión de pares), la empatía o la confianza entre los distintos miembros de una
comunidad, constituyen factores preventivos de relevancia, susceptibles de ser incluidos en una
metodología que da consistencia técnica al abordaje local y permite evaluar sus resultados.
El énfasis en la consistencia técnica de la labor del SENDA Previene deberá ser orientada y
monitoreada por el SENDA Regional, delimitando claramente los objetivos, los procesos y los
resultados esperados en cada acción o actividad desarrollada y las etapas posteriores de
evaluación y re-orientación de las apuestas que se realizan en los distintos territorios. Esto supone
mirar con especial atención las actividades que pueden fácilmente hacer prevalecer su valor de
difusión en desmedro de su orientación preventiva.