Hoy culminamos este peregrinaje por la senda de San Juan Eudes: Día 9. Nos preparamos ahora para vivir mañana la solemnidad de San Juan Eudes.
Compartimos con ustedes el documento total de este peregrinaje
Por la senda de
Por la senda de
San Juan Eudes
San Juan Eudes
La vida de San Juan Eudes no es sólo una historia del pasado, que al
recordarla o narrarla lleva al ser humano a adquirir conocimiento de
alguien que hizo el bien, al contrario, interpela y hace que el hombre salga
de sí mismo para vivir de acuerdo con el Evangelio, tal como este Santo
Francés vivió. Pero, ¿qué significa vivir de acuerdo con el Evangelio? Es una
pregunta amplia que no sólo se puede responder con palabras, porque sería
sesgado y limitado. Sin embargo, hay una palabra que puede llegar a
encerrar lo demás: Amor. Así es, el Amor, este es el concepto que define a
Jesús, quien es el Evangelio vivo, y que puede llevarnos a vivir como vivió
San Juan Eudes, porque ciertamente, este hombre murió de amor por Dios y
por los hermanos.
La vida de este hombre leída e interpretada en este Siglo XXI es algo
apasionante, porque su camino de amor y santidad revela su entrega
confiada a Dios y al prójimo, pues lo dio todo de sí para que la Santísima
Trinidad viviera y reinara en las almas cristianas, y quien no se considerara
cristiano fuera persuadido no solo de palabra sino por la vida de Jesús,
quien nos revela al Padre, y quien envío su Corazón, es decir, al Espíritu
Santo para que él nos recordara todo (cfr. Juan 13), y nos impulsara a la
misión de ir y predicar a todo el mundo, haciéndolos discípulos y
bautizándolos en nombre de la Trinidad Beatísima (cfr. Mateo 28, 19) .
Siendo así, surgen preguntas confrontantes como: ¿Por qué no es tan
conocido San Juan Eudes? ¿Cuál es la mirada de la Iglesia frente a su vida
que nos testimonia a Jesús? ¿Podría su vida apasionar a un joven al igual que
a un adulto? ¿La misión de los Eudistas, además de predicar con su vida la
vida de Jesús, no es la de hacer conocer a su padre fundador que les señaló
quién es el Corazón? Todas estas preguntas y las que puedan surgir son la
motivación para comenzar algo tan especial como esta propuesta llamada
"Por la senda de San Juan Eudes”. ¿De qué trata? Se trata de no solo conocer,
sino también, de recorrer juntos la vida y el camino que San Juan Eudes hizo
con un solo motivo: la Gloria de Dios. Por eso, la Unidad de Espiritualidad
Eudista desea proponerles un camino de peregrinación en el que se pueda,
de cierta forma, como enseña el P. Eudes, formar a Jesús, darle Gloria y
amarlo y hacerlo amar.
Por tal motivo, los invitamos a recorrer juntos esta vía que nos revelará una
vida, un caminar, una meta.
San Juan Eudes, ruega por nosotros.
Presentación
2
Esta palabra que dice Yahvé a Jeremías: “Antes de haberte formado yo en el seno materno, te
conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado: yo, profeta de las naciones te constituí” (Jr 1,
5), y que se resume en el título de este primer día: “Te había pensado desde la Eternidad”,
nos hace pensar en San Juan Eudes, escogido para ser profeta del amor y de la
misericordia.
En el Memorial de los beneficios de Dios[1], él mismo comienza a decir cómo su nacimiento
y gestación fue obra de Dios por intercesión de la Santísima Virgen María a quien le
tendría gran afecto:
3
(Jeremías1,5)
Introducción
Introducción
Por un maleficio que les había sido inferido, mis padres pasaron tres
años, desde su matrimonio, sin tener hijos; hicieron entonces voto a la
Virgen María, de ir a nuestra Señora de Recouvrance, lugar de devoción
mariana en la parroquia de Tourailles, diócesis de Séez. Habiendo
quedado encinta mi madre, volvió en peregrinación con mi padre a
dicha capilla, en la que me ofrecieron y consagraron a nuestro Señor y a
nuestra Señora [2].
Se puede notar, cómo él mismo asume su nacimiento como don de Dios, y es aquí donde la
palabra que fue dirigida a Jeremías, se hace de nuevo viva, porque este hombre fue
pensado desde la eternidad para cumplir una misión muy importante: la de darnos a
conocer con su vida y sus escritos: El Corazón de Jesús y María. ¡Qué maravillosa misión! A
esta se le podría denominar la “Misión del amor” porque al darnos a conocer este misterio
admirable, no hizo otra cosa que la de lanzar un fuego ardiente sobre todos los cristianos
para que estos se apasionaran y se hicieran una sola realidad con este Corazón
amabilísimo.
Te había pensado desde la eternidad, dijo Yahvé a Jeremías, ¿Para qué me ha hecho Dios?
Se preguntó San Juan Eudes y respondiéndose a si mismo dice: para él, para que piense en
él, lo ame, hable de él, obre por él y me sacrifique por su gloria. Porque no es sólo mi
principio y prototipo sino también mi fin[3]. ¡Que admirable poder leer esto! Pues permite
ver de fondo que el llamado de Dios y la consagración que hicieron sus padres, y que luego
él mismo vivió con ahínco, ha sido capaz de permear hasta el siglo XXI.
Siendo así, la UEE se permite presentar un camino en el que se recorrerá de manera
espiritual, y si se desea, presencialmente, los lugares y momentos más importantes de la
vida del Santo del Corazón de Jesús y María. Por tal motivo, serán nueve días de
peregrinación que nos llevarán a caminar, hasta que junto con él, se pueda decir: ¡Jesús es
mi Todo!
Iráscontodoslosqueinicienestecaminosinimportardondeseencuentren.
Nuestrametaalaquedeseamosllegares“LaGloriadeDios”,puesestafuela
metadeSanJuanEudes.Poreso,nuestrarutacomenzaráenRi,aldeadeOrne
enlaregióndelaBajaNormandía.
Para realizar un ejercicio de peregrinación es importante tener en cuenta a dónde desea ir,
con quienes va a ir y desde dónde iniciará su recorrido, de manera que pueda preparar todo
de acuerdo con lo previsto, es bueno tener en cuenta:
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Instruccionesparalaperegrinación
Instruccionesparalaperegrinación
Elrecorridoiniciarádesdeellugardondeteencuentres,soloabretucorazóny
prepárateacaminar.
Preparatodolonecesarioparaelviaje,tuGPSymochilaeudista,enlaque
reservarástodoloquenecesites,enespecial,elmapaenelqueestarálaruta
marcada,tucorazónjuntoconlasmismasdisposiciones,sentimientos,
intencionesquetuvoJesúsaliniciaruncamino.
Nodejesderecorrercadadía,tenpresenteque,sitecansas,puedesdescansary
continuar,loimportanteesseguir,sisientesquenodasmás,recuerdaqueporel
caminovanmáshermanosquetepuedenauxiliarconsuoraciónyayuda
necesaria.
AcudecadamomentoalaintercesióndelaSantísimaVirgenMaría,puesella
viviólaGloriadeDiosdemaneraanticipada.
RecuerdaquerecorreremoselcaminodeSanJuanEudes,porello,tenpresente
queélnosacompañaráparaalcanzarnuestrameta:laGloriadeDios.
Canto de peregrinación. De David.
"¡Quéalegríacuandomedijeron:"VamosalacasadelSeñor"!
Yaestamosentuspuertas,oh,Jerusalén:
Jerusalén,bienedificada,ciudadbienunida.
Allí suben las tribus, las tribus del Señor, según la norma de
Israel,paraalabarelnombredelSeñor.
Allí están los tribunales de justicia, los tribunales de la casa de
David.
PedidlapazparaJerusalén:"Quevivantranquilostusamigos,
que reine la paz dentro de tus muros y la tranquilidad en tus
palacios". Por mis hermanos y compañeros, diré: "La paz esté
contigo".
PorlacasadelSeñor,nuestroDios,tedeseolafelicidad."
Oraciónparacadadíadela
Peregrinación
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AnexoNº2
AnexoNº2
SALMO122(121)
11
Enesteprimerdía,teinvitamosarevisarelmapa,lamochila,elGPS
Eudista,ytodoslosdemásmaterialesdegranimportanciaparala
peregrinación.Siyalohashecho,entonces,comencemos
Nos ubicamos en Ri, una comuna francesa deldepartamento de Orne de la Baja Normandía. Este
lugar es el inicio de la historia, pues allí se ubican Isaac Eudes y Martha Corbin, esposos y padres
de Juan Eudes. En este lugar sucedieron dos acontecimientos importantes:
El primero de ellos fue su nacimiento, según él
mismo lo comenta en el Memorial de los Beneficios
de Dios sus padres no podían concebir, por lo que
hicieron voto o promesa de ir al Santuario de
Nuestra Señora de la Recouvrance para solicitarle
este favor [4].
A los dos días de su nacimiento, fue bautizado con elnombre de Juan, posiblemente, de acuerdo
con algunos historiadores, pudo haberse llamado Juan Bautista Eudes. Este santo considera el
Bautismo algo muy especial, pues es el nacimiento para la vida eterna y, por ende, comienza una
nueva vida: Ser otro Jesús sobre la tierra.
Nací el miércoles 14 de noviembre de 1601. Fui
bautizado el viernes siguiente, al anochecer, en el
comienzo del sábado; fui llamado Juan por mi padrino
que llevaba ese nombre; mi madrina se llamaba
María.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como
era en el principio, ahora y siempre.
Gracias al Padre que dio a su Hijo
el nombre que está por encima de todo nombre,
para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble,
en el cielo, en la tierra, en el abismo [5].
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Hizo sus primeros estudios bajo la dirección de un sacerdote llamado Jacques Blannette
Ha salido de casa para ir a la ciudad de Caen a estudiar alColegio de los Jesuitas en 1615
Estando allí con los Padres Jesuitas, ingresa a la congregación de Nuestra Señora en 1618
El 19 de septiembre de 1620 recibe la tonsura y las otras órdenes menores en la diócesis de Séez.
En 1623, el 25 de marzo fue admitido en la Congregación delOratorio por su maestro espiritual
Pierre de Bérulle. En este mismo año sin haber recibido aún las órdenes mayores, sus
superiores le dan la orden de predicar.
En 1625 en la cuaresma fue ordenado diácono y el20 de diciembre fue ordenado sacerdote y a
los 5 días, el 25 de diciembre celebró su primera misa. En 1626 cae asolado por una enfermedad
de la cual se desconoce su nombre y patología.
En el año de 1627 llega la peste y azota a muchas parroquias de la diócesis nataldel Padre
Eudes, por lo que en su espíritu abnegado decide levantarse aún convaleciente y atender a los
apestados[8].
Hemos salido de Ri y proseguimos con nuestro recorrido, esta vez hacia Argentan. Allí, ha
ocurrido algo ciertamente fatal: ha llegado la peste y ha cobrado la vida de muchas personas. En
medio de este contexto conozcamos algunos hechos en la vida de San Juan Eudes:
La divina misericordia es amor dirigido a las angustias de las criaturas para aliviarlas e, incluso,
liberarlas, cuando es para su provecho según lo disponga la divina providencia que realiza todo
con número, peso y medida. Esta admirable misericordia, lo mismo que la bondad, alcanza a todas
las obras de Dios (Sal 145, 9), las de la naturaleza, de la gracia y de la gloria. Las de la naturaleza,
pues han sido sacadas de la nada. Todo lo que se contiene en elorden de la naturaleza, desde toda
la eternidad estaba sumido en la nada que es abismo de infinidad de imperfecciones y fuente de
inmensas desdichas. Las de la gracia, pues habiendo caído elhombre en elpecado, abismo de
males infinitamente más espantosos que los precedentes, la divina misericordia no solo lo ha
retirado de allí, sino que lo ha restablecido en estado de gracia tan noble y divino que de miembro
de Satán como era por sus crímenes, lo hizo miembro de Jesucristo, y de hijo del diablo lo hizo hijo
de Dios, y por consiguiente heredero de Dios y coheredero delHijo único de Dios.
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Las de la gloria, pues no contento con haber elevado alhombre alestado sobrenatural y sublime
de la gracia cristiana, que lo hace partícipe de la naturaleza divina, quiso sacarlo de la bajezas,
miserias, imperfecciones y peligros de que está rodeado, mientras vive en la tierra, y exaltarlo
hasta el cielo, al trono de Dios, como partícipe de su gloria inmortaly algoce de la felicidad eterna
y de todos los bienes que posee.
Por tanto, todo lo que hay en el orden de la naturaleza, de la gracia y de la gloria, es efecto de la
divina misericordia. Puede decirse con verdad que no solo la tierra está llena de la misericordia del
Señor (Sal 119, 64) sino que el cielo, la tierra y todo eluniverso están colmados de ella; se encuentra
incluso en el infierno pues los condenados, según piensan santo Tomás y otros teólogos, no son
castigados a la medida de lo que merecen, pues la divina misericordia se extiende a todas las obras
de Dios [9].
En Argentan, San Juan Eudes fue capaz, aún convaleciente, de atender a los
apestados, de darlo todo por ellos, auxiliarlos con los sacramentos e incluso
vivir con ellos, en verdad ¡Otro Jesús sobre la tierra! Por talmotivo, en esta
peregrinación te invitamos a ser otro Jesús, porque ser Jesús, es ser
misericordioso, por tanto, si en todos estos nueve días de peregrinación
encuentras a quien auxiliar, no te detengas ¡hazlo! y atiende a los apestados
de nuestro tiempo, es decir, a los marginados por diferentes causas. Sé el
Jesús que escucha, ama, abraza y transforma su entorno en algo
humanamente divino y divinamente humano.
LlegaryvertodoloquehizoSanJuanEudes,ciertamenteesalgoimpresionantey
tambiéninterpelante,porqueser MisionerodelaMisericordia asuestilo,esalgo
trascendente,quesaledenuestrascortasexpectativas.Sinembargo,nadaquenose
puedahacersiJesússeformaennosotros...¿Quieressabermás?¡Vamos,sigamos
caminando!MañanaveremosotrogranacontecimientoquenoshablarádeunJuan
Eudesquefuetanhumanocomodivinoentantosuvidanosdice:¡Jesús!
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Hemos salido de Argentan hacia Coutances, lugar donde residió una mujer que causó en su
momento mucho ruido, pues por causas diversas esta mujer sufre de lo que se le puede
denominar posesiones diabólicas por diversos maleficios y brujerías, esta mujer a la que nos
referimos se llama María Des Vallées, la cualse le conocía como Hermana María por iniciativa de
San Juan Eudes. Ciertamente sufrió mucho, pero todo esto la llevó a una entrega única a la Divina
Voluntad y a ser para San Juan Eudes, una mística, amiga y consejera, pues ella le ayudó tanto en
la oración como en diversos momentos en que necesitó discernimiento para las fundaciones que
hizo: Orden de Nuestra Señora de la Caridad delRefugio, la Congregación de Jesús y María y muy
probablemente la Tercera Orden: La Sociedad delCorazón de la Madre Admirable.Pero ¿Se
resume acá lo que se le denomina una amistad fundada en Dios? Se diría que no, pues va mucho
más allá.
Dejemos que San Juan Eudes nos hable:
Yo, infrascrito, sacerdote del seminario de Caen, he declarado a monseñor, ilustrísimo y
reverendísimo Obispo de Bayeux, mi Prelado, que hace varios años, habiendo sido obligado por
las órdenes de monseñor de Matignon, obispo entonces de Coutances, de hacerme cargo de la
dirección de María de Vallées, nativa de su diócesis, creí que era mi deber, para rendir un informe
exacto del espíritu e interior de esa persona, recoger y poner por escrito todo cuanto pude saber de
Asimismo, en agosto de 1641 recibí de Dios uno de los
mayores beneficios que me haya otorgado su divina
bondad. En ese tiempo tuve la dicha de empezar a
conocer a la hermana María des Vallées. Por su medio
la divina Majestad me ha hecho incontables favores,
muy señalados. Después de Dios, me siento
agradecido por este favor con la Virgen María, mi
Señora digna de todo honor y mi muy querida Madre.
Jamás podré manifestarle cumplida gratitud [10].
ella, tanto de diversas personas, de doctrina y piedad singulares, que la habían conocido o dirigido
varios años antes que yo, como también de cuanto yo mismo pude conocer desde que asumí su
dirección. Pero en esto nunca fue mi intención componer un libro para darlo a la publicidad ni
presentar estas cosas como verdades indudables, sino solamente como un escrito de memorias y
como un relato sobre el cual mis superiores pudieran emitir eljuicio que les viniera a bien. Que, si
en algunos lugares añadí reflexiones, solo lo hice para proponer de qué manera estas cosas
podrían explicarse y entenderse, no era mi propósito que otros distintos de ellos, examinasen esos
escritos. Si hoy en día se encuentran en otras manos, pues escucho decir que algunos dicen
tenerlos, esto ha sucedido por descuido o por infidelidad de algunos de mis amigos, a los cuales se
los había confiado de buena fe, para que los vieran solo en su particular, que tomaron o dejaron
tomar copias a mis espaldas y contra mi voluntad. Consecuentemente algunos malintencionados,
no sólo los han confundido y mezclado con otros escritos, que ya habían sido hechos por otras
personas sobre el mismo caso, pero incluso los han mutilado y alterado en algunos pasajes, para
hacer que se puedan interpretar siniestra y criminalmente. Reconozco que no soy impecable ni
infalible. Por mí mismo sería capaz de incurrir en toda clase de errores si la divina Bondad no me
preservara. Reconozco, como el gran san Agustín, que soy deudor de la gracia de Dios, no solo por
el poco bien que he tratado de hacer, sino también por todo elmalque no he hecho. Por lo demás,
si hay en los escritos que son auténticamente míos, alguna expresión demasiado fuerte, o alguna
proposición que no sea del todo conforme con la doctrina común de la Iglesia, estoy listo y
dispuesto a retractarme sinceramente, oralmente y por escrito, y a someter todo lo que he escrito y
todo cuanto escriba en adelante al juicio y corrección de la santísima Iglesia católica, apostólica y
romana, y en particular de monseñor, mi Obispo, en cuyas manos he entregado todos mis escritos
a fin de que los juzgue y ordene de la manera como quiera Dios inspirarle, y me someto
enteramente a su juicio. Hecho en Caen, eldía 25 de junio de 1675.
JUAN EUDES, Sacerdote[11]
20
Llegar a Coutances no solo nos trae recuerdos dolorosos delP. Eudes y de la
Hna. María des Vallées, antes bien, nos lleva a recordar elnacimiento de una amistad
salida del Corazón de Dios. Cabe señalar que, posiblemente se reunían en la Iglesia de
la Roquelle, una pequeña capilla donde juntos hablaban de sus experiencias con Dios.
Por lo que podríamos imaginar: sus charlas, sus risas, sus llantos, escucha recíproca,
su oración mutua, etc., algo tan humanamente divino y divinamente humano, pues
no hay nada más divino que una amistad llena de amor que deja ver no sólo sus
fortalezas sino también la vulnerabilidad. Te invitamos durante este camino de
peregrinación a pensar en todas las amistades que has tenido y que, por algún
motivo, no has vuelto hablar con ellas:¡Es hora de dar elpaso a la divinidad! Deja que
tu humanidad sea cercana a aquellos con los que quizás debas pedir perdón, dar un
abrazo, escuchar, y por qué no,
decir un te amo de amigos.
¡La amistad verdadera si existe!
21
Te das cuenta que a lo largo del camino necesitamos de alguien que nos auxilie, en este
caso, el P. Eudes tuvo a la Hna. María Des Vallées, alguien muy especial para él. No dejes
de caminar, los pasos de este hombre nos revela con seguridad que Ser otro Jesús es
cuestión de abandono en Dios. Si crees que necesitas charlar con alguién, recuerda que
tienes a los hermanos de camino o a tu guía turística (Espíritu Santo) Habla con él,
seguramentetedirácualeslamejormaneradehacerlascosas.
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Damos un giro y ahora nos encontramos en Caen, lugar donde se concentrará elinicio de las
fundaciones del P. Eudes. Llegar acá trae mucha espectativa, pues conocer todo lo referente a él,
luchas y humillaciones que tuvo que soportar por amor a Dios y la obra, ¡Es admirable! En Caen,
nacen dos primeros proyectos: La Orden de Nuestra Señora de la Caridad delRefugio fundada en
1641 y la Congregación de Jesús y María fundada en 1643. Dejemos que San Juan Eudes nos hable
de este acontecimiento:
El fin supremo y general de esta Congregación, que le es común con muchas otras, es que sus
miembros se esmeren por realizar estas palabras delEspíritu Santo: “Colere Deum et facere
Voluntatem ejus corde magno et animo volenti.” (Honrar a Dios y hacer su Voluntad con gran
corazón y animo decidido); “servir a Cristo y a su Iglesia en santidad y justicia en su presencia,
todos los días de su vida” (cfr; 2 Mac 1, 3 y Lc 1,75). Y así, por este medio, adquirir la perfección que
un cristiano y un sacerdote deben tener para agradar a Dios. Además de este fin último, tiene
otros dos subalternos y particulares: El primero es que sus hijos se dediquen cuidadosamente, por
los ejercicios de los seminarios, a preparar obreros irreprochables para la viña delSeñor (...) El
segundo fin particular de la Congregación es que sus hijos se esfuercen en renovar elespíritu del
cristianismo y hacer vivir y reinar a Jesús en ellos, por su ejemplo, sus oraciones, sus
También fue en 1641, en la fiesta de la Inmaculada
Concepción de la santísima Virgen, cuando Dios me
concedió la gracia de comenzar la fundación de la
casa de Nuestra Señora de la Caridad. Demos gracias a
Dios. En 1643, por exceso de su bondad, nuestro Señor
y su santísima Madre, nos hicieron la gracia de
empezar la fundación de nuestra pequeña
Congregación; aconteció el 25 de marzo, día en que el
Hijo de Dios se encarnó y la Virgen fue constituida
Madre de Dios.
A la Trinidad sacrosanta, a la humanidad de Cristo
Jesús, a la fecundidad de la Virgen Madre, a la totalidad
de los santos, se tributen alabanza sempiterna, honor,
poder y gloria, de parte de toda criatura por los siglos
infinitos. Amén [12].
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instrucciones, la práctica del ministerio sacerdotaly especialmente por los ejercicios de las
misiones. El medio para llegar a estos fines es la fielobservancia de las Reglas y Constituciones.
El fin general de la Congregación de Hijas religiosas de Nuestra Señora de Caridad que le es común
con otras Congregaciones que hay en la Iglesia, es servir y honrar a Dios por la observancia exacta
de los santos votos de pobreza, de castidad y de obediencia, y por imitación perfecta de todas las
otras virtudes de Nuestro Señor y de su muy santa Madre. Pero su fin propio y característico, que
la distingue de las demás, es imitar, en cuanto posible, mediante la divina gracia, la muy ardiente
caridad de que el muy amable Corazón de Jesús Hijo de María, madre de Jesús, están abrasados
por las almas creadas a imagen y semejanza de Dios, rescatadas por la preciosa sangre de su Hijo.
Para ello se ocupan de todo corazón, mediante elejemplo de una santa vida, el fervor de sus
oraciones y la eficacia de sus instrucciones, en la conversión de las jóvenes y mujeres que han
caído en el desorden de una vida licenciosa, y que, movidas por Dios, quieren salir del estado de
pecado para hacer penitencia bajo su guía, y para aprender más fácilmente los medios de servir a
su divina Majestad y salvarse [13].
Llegamos a Caen, un lugar central de la misión de San Juan Eudes, pues allí sienta su presencia
y obra cristiana por medio de estas dos fundaciones. ¡Qué bondad la de Dios! Debemos esta vez
hacer una parada extensa, pues hay que volver alprimer amor[14], acá te invitamos a conocer
el interior y exterior de lo que fue el primer seminario y elprimer monasterio.
Siendo así, si eres incorporado o perteneciente a la familia eudista, te invitamos a renovar tus
compromisos como consagrado, es decir, tu promesa de incorporación, votos religiosos o
promesas privadas. Hazlo con el profundo amor que debe embargar tu corazón para
responder a Dios, al estilo de San Juan Eudes. No obstante, si no eres consagrado sino laico, te
invitamos a renovar tus promesas bautismales, para que tu misión de ser otro Jesús sea
conforme a las enseñanzas del P. Eudes.
Renovación de tus Promesas
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Seguimos en la región de Caen, la misión de Juan Eudes no se limita solo a estar con los que son
parte del clero, en realidad tuvo muchos laicos amigos asociados a su misión. En este caso,
hablaremos de la Familia Blouet de Camilly, la cualfue muy cercana, capaz de costear muchas
misiones, acompañarlo, hasta construir una capilla en los territorios de su castillo para que él
pudiera celebrar allí el santo Sacrificio. Es tanto su familiaridad que uno de los hijos de esta
familia, Jean Jacques Blouet de Camilly se hará sacerdote de la congregación, quien poco después
de la muerte de Juan Eudes llegará a ser superior generalde la CJM.
Escuchemos a San Juan Eudes:
El conocimiento que tenemos de la muy sincera y cordialamistad que usted, y el señor de Camilly,
y toda su familia, han tenido siempre para con nuestra congregación, nos obliga a darles pruebas
de nuestra gratitud. (...).Suplicamos muy humildemente a Nuestro Señor y a su dignísima Madre
que ratifiquen en el cielo lo que hacemos en la tierra, que los colmen con abundancia de sus muy
santas bendiciones, que los modelen según su Corazón, y que los hagan dignos de ser delnúmero
de los verdaderos hijos de su amabilísimo Corazón.
Dado en nuestra casa de Caen el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción de la sacratísima
Madre de Dios, en el año de mil seis cientos setenta y cuatro,
JUAN EUDES, Sacerdote misionero.
En septiembre del mismo año realicé en la parroquia
de Fresne una misión costeada por el señor de
Camilly. Plugo a Dios convertir en esa ocasión a
numerosos protestantes. Durante esta misión
comencé la recitación, con los fieles, de las oraciones
de la mañana y de la noche, como lo hemos seguido
haciendo.
Glorifiquen al Señor sus misericordias y lo alaben todos
sus ejércitos [15].
Caen,8dediciembrede1674
27
Poco se habla de la pastoral de Juan Eudes en torno a las
familias, ya que, por lo general siempre se le relaciona
con la vida consagrada o en otros campos, pero, hemos
visto por sus propios escritos lo importante que fue
para él acompañar a las familias.
Dicho lo anterior, en esta estación te invitamos a que,
como signo, puedas buscar la reconciliación entre tu
núcleo familiar (espiritual o biológico)y, por ende,
preparar un gesto especial en el que les demuestres lo
mucho que los amas.
Una familia, un solo corazón
¡Bien, felicidades! Continuamos en la región de Caen ¿No es espectacular? A mi me trae
una alegría inmensa, saber que formamos una gran familia dentro del gran Corazón de
Dios es algo maravilloso. San Juan Eudes supo formar muy bien su "familia ampliada" a
lo largo de su misión, que nosotros en esta peregrinación también podamos ir creando
familia al andar. Caminemos juntos, porque si acá es un lugar crucial, no te imaginas la
meta.¡Vamos,aúnfalta!
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Hemos llegado al punto de centrarnos en Caen, donde la misión de este santo del Siglo XVII
comienza a fluir; lo que prosigue de nuestra peregrinación, será por estos alrededores.
Cabe preguntarse si el P. Eudes realizó su misión entorno a los jóvenes; respecto a ello hay pocos
datos de referencia. Sin embargo, su juventud, según la cuenta él, fue ciertamente un continuo
aprendizaje entorno a sus estudios, pero también a las virtudes.
Reflexionemos sobre esto que San Juan Eudes nos dice:
Grabar en las almas de los jóvenes el temor de Dios y las demás virtudes, la máxima alabanza que
se puede brindar a la divina Majestad. Ya que elejemplo es la razón última para convencernos de
lo que decimos, se comportarán en tal forma que ellos mismos sean para sus discípulos ejemplos
de piedad y de todas las virtudes[17].
Hice mis primeros estudios en una aldea, bajo la
dirección del sacerdote Jacques Blanette; su ejemplo y
las instrucciones espirituales que impartía a sus
alumnos me sirvieron mucho. Mi padre me envió
luego a Caen para continuar mis estudios en el colegio
de los padres Jesuitas. Fui recibido en el curso cuarto,
en 1615, en la fiesta de san Dionisio, bajo la guía del
padre Robin. Con él estudié dos años más, lo que
considero gracia especial de nuestro Señor, pues era
un director virtuoso y muy piadoso; a menudo nos
hablaba de Dios con fervor extraordinario; todo esto
me ayudó inmensamente en los caminos de la
salvación.
Bendice alma mía al Señor, no te olvides de tus beneficios
[16].
30
Como vemos por sus escritos, san Juan Eudes, lo que más desea es poder
hacer que todos (inclusive los jóvenes) lleguen a la plenitud de la Vida
Cristiana: La configuración con Cristo por medio de la vivencia de las
virtudes. Son los jóvenes los destinatarios de esta realidad, son ellos, como
diría nuestro Santo Padre, el Papa Francisco, “Elahora de Dios”. No son
ellos los descartados, son ellos quienes por Voluntad divina están
llamados dentro de nuestra vida eclesiala ser verdaderos evangelizados y
evangelizadores, por ello, la invitación de este día es a demostrar con todos
tus afectos a los jóvenes el gran amor de Dios de la manera en la que el
Espíritu Santo te ilumine. Te invitamos a ver en los jóvenes aJesucristo
joven,que también sonrió, también fue hijo y fue hermano, eljoven que
tuvo amigos y que se interesó por siempre en amar a Dios.
¡El ahora de Dios!
A veces creemos que San Juan Eudes solo trabajó pensando en los que
se encuentran dentro de la vida sacerdotal o consagrada, pero llegar a
estepuntonoshacepensarquesumisiónnoseresumióaeso:¡Fuemás
allá! ¿Qué te parece? ¿Algo fascinante? A mi me encanta y ¿A ti? Sería
algo maravilloso realizar una pastoral de jóvenes Eudistas que luchen
poramaryhaceramar¿teanimas?
32
Seguimos en Caen, y qué fuerte tuvo que ser para elP. Eudes mantenerse firme en la fe; en
realidad, algo que no se puede hacer por sí solo sino es con la gracia de Dios. Dejemos que él mismo
nos diga:
Contempla el mundo natural, este gran universo que encierra tantas maravillas: los cielos, elsol,
la luna, los astros en general; los cuatro elementos de los que elaire está poblado de tan gran
variedad de aves; la tierra cubierta de tantas especies de animales, de árboles, de plantas, de
flores, de frutos, de metales y de piedras preciosas; y elmar repleto de multitud tan prodigiosa de
peces. A esto añadamos las criaturas racionales, los hombres y los ángeles; considerémoslos en el
estado natural de su creación. ¡Qué milagro tan maravilloso haber hecho todo esto de la nada! No
es solamente un milagro sino un mundo infinito de milagros: cuenta todas las criaturas que Dios
ha hecho, y enumerarás otros tantos milagros realizados por la divinidad alsacarlas delabismo de
la nada; cuenta todos los momentos transcurridos desde la creación delmundo; en cada uno de
ellos han sido creados, puesto que la conservación es una creación prolongada; y contarás
también otros tantos milagros, sin hablar de otra infinidad de maravillas que han sido, son y
serán constantemente realizadas en el gobierno deluniverso.
En más de una ocasión me he encontrado en
peligro inminente de perder la gracia de mi Dios y
de caer en el abismo del pecado; él me ha
preservado por mediación de mi Señora y buena
Madre, la Virgen María. Te ensalzo, Señor Dios,
con todo mi corazón y glorificaré tu nombre por
siempre pues tu misericordia se ha mostrado
grande conmigo y arrebataste mi alma del abismo
profundo.
Gloria a ti, Madre de la gracia;
gloria a ti, Madre de misericordia,
Porque fuiste mi amparo en contra de mi
enemigo.
Gloria a ti, Madre amadísima,
de parte de toda criatura, por siempre. Amén[18].
33
El mundo de la naturaleza como lo presenta Juan
Eudes, es la forma más clara de ver el amor de Dios,
que se desborda de tal manera que no se contiene,
que crea y recrea para mostrar su esencia: elamor.
La prolongación en la conservación de lo creado es
una respuesta de amor a Dios, además de que la
naturaleza nos grita cuánto debemos amar a Dios
por este mundo de milagros. Te invitamos para que
tu casa sea la primera en responder a este amor
admirable de Dios, cuidando tu jardín o plantando
algún arbusto que te hable de esta realidad.
Ahora bien, ¿quién es el autor de tan incontables prodigios? Es la bondad inconcebible y elamor
inefable del divino Corazón de este Verbo adorado, de quien san Juan Evangelista nos habla en
estas primeras palabras de su evangelio: En elprincipio era elVerbo, y elVerbo era Dios, y todo
fue hecho por él. Por amor al hombre hizo todos los seres, a pesar de haber previsto todas las
ingratitudes, ofensas y ultrajes infinitos que de élhabría de recibir.
Todas las criaturas son otras tantas lenguas y voces que nos predican sin cesar la caridad inefable
de su benignísimo Corazón, y nos exhortan a adorar, amar y glorificar según nuestra capacidad a
tan insigne bienhechor. El cielo y la tierra, dice san Agustín, y todo cuanto encierran, no se cansan
de gritarme que ame a Dios [19].
"La ecología Eudesiana"
Seguimos en Caen y vemos que hasta el tema de la Ecología trató ¡Algo único! porque si te diste
cuenta, San Juan Eudes ve esto desde la perspectiva de amar a Dios, porque la naturaleza me grita
que lo ame y esto también desde el cuidado de las cosas. Ya Casi nos acercamos al final de nuestra
peregrinación y esto nos anima a continuar, porque mientras recorremos el camino,
contemplamos el amor de Dios manifestado en la naturaleza. ¡Avancemos nuestro camino hacia
laGloriadeDios!
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Ahora san Juan Eudes se encuentra en París y no puede esperar más, porque como élmismo
cuenta, la peste asola muchos lugares que élpuede auxiliar, de manera especial en la diócesis de
Séez, ¡Qué admirable, ha vuelto al lugar donde salió! Allá se dirige para atender a los más
necesitados, no importándole sino la Gloria de Dios la cuales que elhombre viva:
En 1627 la peste asoló las parroquias de San Cristóbal, san
Pedro de Vrigny, san Martín de Vrigny, de Avoines y otras
vecinas, de la diócesis de Séez; estando los enfermos
privados de todo auxilio espiritual y encontrándome
entonces en París, solicité autorización al R.P. de Bérulle
para ir a asistirlos. Me la concedió. Fui a hospedarme donde
un sacerdote ejemplar de la parroquia de san Cristóbal, el P.
Laurens, quien me acogió caritativamente en su casa.
Celebrábamos diariamente la santa misa en la capilla de san
Evroult, no lejana de su residencia. Ponía en seguida las
hostias que había consagrado en una cajita de hojalata, que
conservo en el fondo de mi baúl, la que llevaba al cuello.
íbamos luego, este sacerdote y yo, por las parroquias, en
busca de los enfermos; los confesábamos y enseguida yo les
daba el santísimo Sacramento. Así hicimos desde fines de
agosto hasta la fiesta de Todos los Santos cuando la peste
cesó del todo. Dios nos preservó hasta el punto de no haber
experimentado incomodidad alguna.
Te bendigo, Señor y Rey mío, te ensalzo,
Dios Salvador mío; doy gracias a tu Nombre
porque fuiste mi ayuda y mi escudo [20].
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3. Adorar a Nuestro Señor Jesucristo en sus sufrimientos y en las santas disposiciones con las que
los sobrellevó; y darnos a él para sufrir con su espíritu, es decir, con espíritu de amor a Dios, de
sumisión a la divina voluntad, de obediencia a los médicos y a los que nos gobiernan, de
desprendimiento de nosotros mismos, de paciencia y tranquilidad.
4. Manifestar a Nuestros Señor que queremos que todas las asistencias y servicios que se nos
brinden sean, no para nosotros que no merecemos ser servidos ni siquiera mirados, sino por él
pues sólo él es infinitamente digno de ser amado y servido por todo elmundo.
5. Rogar a Nuestro Señor que haga, en nuestro lugar, todo eluso que debemos hacer de nuestra
enfermedad, dándole nuestra voluntad con esta intención y suplicándole que una nuestros
dolores a los suyos y los ofrezca a su Padre por las mismas intenciones con las que él ofreció los
suyos.
6. Rogar a la santísima Virgen, a nuestros ángeles de la guarda, a nuestros santos patronos, que
suplan nuestros defectos y hagan por nosotros, ante Dios cuando debemos hacer para rendirle
nuestros deberes con esta ocasión.
7. Renovar a menudo estos actos, no todos siempre sino alternadamente [21].
A lo largo de nuestras vidas, hemos evidenciado a muchas personas que
han estado enfermas, algunas que pueden sobrellevar sus enfermedades,
otras que están sirviéndose de algún medicamento o de algún aparato y
otras tanto que están postradas en cama. Como otros tantos Jesús, te
invitamos a visitar a los enfermos, no solo con una voz de aliento, sino
que todo tu ser se disponga a brindarle compañía, amor, misericordia, en
una palabra: hazlo de nuevo digno, hazle sentir que es digno de ser amado
y que su enfermedad no es impedimento sino la oportunidad de amar a
Dios.
Salimos de Caen a París, allí se va a encontrar luego de haber estado
hablándonos en Caen, claro está que su estadía allá no durará mucho,
porque su misión como ya se ha anunciado se va a centrar en Caen. Pero,
ahora lucha por los enfermos y eso nos dice mucho ¿Te encontrarás
enfermos en el camino? Lo más probable es que sí, no dudes en atenderlos y
sinecesitasapoyo,avísanos,juntosauxiliaremosalosmásnecesitados
¡Sé Jesús para los enfermos!
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Caen, lugar del amor, si así puede llamársele, pues allí nuestro amado Padre Juan Eudes da su
vida, hace que se erija capillas al Divino Corazón de Jesús y María, entre otras cosas, como la
culminación de su libro el Corazón de María que es ciertamente una respuesta de amor a Dios y del
amor de Dios hacia nosotros.
Hoy, 25 de julio de este año de 1680, me
concedió Dios la gracia de terminar mi
libro sobre el Corazón admirable de la
santísima Madre de Dios.
¡Oh, Trinidad sacrosanta,
vida eterna de los corazones,
santidad del Corazón de María,
reina de todos los corazones. ¡Amén![1]
En sus últimos meses permanecía atento a la vida de sus contemporáneos, a los acontecimientos
del reino de Francia. Fue así como tuvo noticia delmatrimonio, en Châlons, el 8 de marzo de 1680,
del Delfín de Francia, Luis, con la princesa María Cristina de Baviera. Entonces sin vacilación,
escribió a la Delfina: Ruego a Dios, señora, que la haga a usted tan santa que acreciente el número
de las santas reinas y princesas que se han santificado en Francia.1080 “Con las rodillas desnudas
sobre el piso” A fines de julio de 1680, apenas terminada la conclusión delCorazón admirable, el
Padre Eudes cayó enfermo y tuvo que guardar cama. Sin duda había reunido todas sus fuerzas
para acabar su obra. Ahora ya no podía más. Estuvo enfermo durante tres semanas, presa de
crueles sufrimientos. Un día le preguntaron:
- ¿Padre, está sufriendo mucho?
- ¡Espantosamente!
- ¿No quiere usted, Padre, sufrir todos esos dolores por amor a nuestro Señor?
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- De todo corazón -respondió- de todo corazón.
Sí, Salvador mío, acepto de todo corazón todos estos dolores…
Después de esa visita, el P. Eudes permaneció consciente y tranquilo a pesar de sus sufrimientos.
Conversaba con sus hermanos que venían a visitarlo. Les infundía valor. Les hablaba “de las
alegrías del paraíso” (...) con viva conciencia de su indignidad, pero almismo tiempo con
esperanza tan firme que ya parecía gozar de ella. Pidió que le administraran elsanto Viático y la
Unción de los enfermos. Apenas vio que llegaba elSantísimo Sacramento, pidió a su enfermero
que lo ayudara a levantarse. Los demás no lograron impedírselo.
“Se hincó, pues, con las rodillas desnudas sobre elpiso (...) y sostenido por dos de sus hermanos
hizo reconocimiento público a nuestro Señor, de sus innumerables pecados (...) y pidió perdón a
todos los miembros de la Congregación. Les recomendó la fidelidad a las constituciones y los
confió a Jesús y María. Y recibió de manos delseñor Dufour elPan de vida. Luego oró por largo
tiempo en voz alta. En sus últimas horas repetía: “Jesus meus et omnia”, ¡Jesús es mi todo!
Finalmente murió el lunes 19 de agosto de 1680 “hacia las 3 de la tarde”. Inhumaron su cuerpo en la
iglesia inconclusa del seminario de Caen. Elpapa San Pío X lo beatificó en 1909, y Pío XI lo
canonizó en 1925 [23].
Estamos aún en Caen donde finaliza nuestra
peregrinación que al mismo tiempo es elinicio de una
nueva forma de ver todo, pues el testimonio y nuestro
destino era llegar a dar Gloria de Dios. Con este recorrido
ya hemos comenzado a vivir esta realidad; ahora te
invitamos a prolongar esta experiencia y a vivir tu
oración con un encuentro para adorar, bendecir, alabar,
amar y dar gloria a Dios.
Mi vida es tu Gloria
no te des por vencido, ya estamos apunto de coronar, de estar en la cima de lo que
nos propusimos como meta... Ánimo ¿Necesitas alguna de las disposiciones de
Jesús? ¿Necesitas sus sentimientos para continuar? Solo dilo y buscamos en nuestra
mochila.Cuéntanosquenecesitasparaculminarestecaminodeperegrinación
41
Pequeña autobiografía a modo de diario en elque cuenta los momentos más
importantes de su vida
Juan Eudes, obras completas XII, ed. GabrielBeauchesne (Rennes: libraire de L’Homme
et Briguet, 1911), 103-104.
Juan Eudes, obras completas II, ed. Gabriel Beauchesne (Rennes: libraire de L’Homme
et Briguet, 1906) 140.
Memorial de los Beneficios de Dios. Documento autobiográfico perteneciente al tomo
XII en el que relata los acontecimientos más importantes de su vida.
Juan Eudes, OC XII, 104- 105.
Juan Eudes, obras completas II, ed. Gabriel Beauchesne (Rennes: libraire de L’Homme
et Briguet, 1906), 181-182.
Juan Eudes, obras completas I, ed. Lafolye Fréres (Vannes, 1905), 514- 516
San Juan Eudes, OC XII, 105- 107.
Juan Eudes, obras completas VII, ed. Gabriel Beauchesne (Rennes: libraire de L’Homme
et Briguet, 1908), 7- 8.
San Juan Eudes, OC XII, 111-112.
Juan Eudes, obras completas XI, ed. Gabriel Beauchesne (Rennes: libraire de L’Homme
et Briguet, 1910)113- 114.
Juan Eudes, obras completas IX, ed. Gabriel Beauchesne (Rennes: libraire de L’Homme
et Briguet, 1909), 112-113.
Juan Eudes, obras completas X, ed. Lafolye Fréres (Vannes, 1909),80.
Apocalipsis 2,3- 4.
San Juan Eudes OC XII, 109.
San Juan Eudes, OC XI, 179-180.
San Juan Eudes OC XII, 105.
San Juan Eudes, OC IX, 387.
San Juan Eudes, OC XII, 119-120.
San Juan Eudes, OC VIII, 347-348.
San Juan Eudes, OC XII, 107-108.
San Juan Eudes OC III, 477-499.
San Juan Eudes, OC XII, 135
Paul Milcent, San Juan Eudes: artesano de la renovación cristiana en elsiglo XVII.
(Bogota: Colombia, Valmaría) 2005. 322-323.
1.
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