La educación es el proceso de facilitar el refinamiento de habilidades o capacidades propias del individuo, mediante el aprendizaje o la construcción de conocimientos, así como también de las virtudes, creencias, hábitos, u otras características del ser. El proceso educativo se puede dar a través de la investigación, el debate, la narración de cuentos, la discusión, la enseñanza, el ejemplo y la formación en general. La educación no solo se produce a través de la palabra, pues además está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes. Generalmente, la educación se lleva a cabo bajo la dirección de las figuras de autoridad: los padres, los educadores (profesores o maestros),12 pero los estudiantes también pueden educarse a sí mismos en un proceso llamado aprendizaje autodidacta.3 El conjunto de personas que tienen un protagonismo activo en la educación reciben el nombre de Comunidad Educativa. Cualquier experiencia que tenga un efecto formativo en la forma en que uno piensa, siente o actúa puede considerarse educativa. La educación puede tener lugar en contextos formales o informales. La educación formal está comúnmente dividida en varias etapas, como Educación preescolar, escuela primaria, escuela secundaria y luego la universidad o instituto. Al concluir la formación se expide un comprobante o certificado de estudios, que permite acceder a un nivel más avanzado. Existe una educación conocida como no formal (no escolarizada) por la que, a diferencia de la formal, no se recibe un certificado que permita acceder a un nuevo nivel educativo al terminar la formación; normalmente, los lugares que ofrecen la educación no formal, son los centros comunitarios, instituciones privadas u organizaciones civiles, pero principalmente se suele dar en la familia o entornos no institucionalizados, como incluso puede ser internet. El derecho a la educación ha sido reconocido por muchos gobiernos. A nivel global, el artículo 13 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966 de las Naciones Unidas reconoce el derecho de toda persona a la educación.4 Aunque en la mayoría de los lugares hasta una cierta edad la educación sea obligatoria, a veces la asistencia a la escuela no lo es, y una minoría de los padres eligen la escolarización en casa, a veces, con la ayuda de la educación en línea.
1. (UASD)
Recinto san Francisco de Macorís, Rep. Dom.
Nombre:
Delman Allendy Diaz Francisco
Matricula:
100300273
Maestro:
Ángel Santana
Materia:
Medidas y evaluación educativa
Sección:
24
Trabajo:
Tarea unidad 1
Fecha:
4 de febrero de 2023
2. Concepto de evaluación en por lo menos 3 enfoques de la educación dominicana
Enfoque racionalista académico: Antúnez (1998) plantea que este enfoque sobrevalora el
conocimiento en función del cual actúan profesores y alumnos, por lo tanto, los contenidos llegan
a ser lo básico y nuclear del currículum. Se enfatiza la transmisión de valores y tradiciones
culturales con el propósito de lograr que los estudiantes dominen o entiendan las más grandes ideas
y conceptos creados por el hombre.
Enfoque cognitivo: Su máximo exponente es Piaget (1978) quien enfatiza las capacidades
cognitivas desde una perspectiva genética. En el currículum, sólo destacan los contenidos en la
medida que activan procesos mentales, por lo tanto, se responde fundamentalmente a las preguntas
de cómo y qué llega a conocer el sujeto.
Enfoque tecnológico: se centra en cómo entregar la información optimizando el proceso
de enseñanza aprendizaje a través de la búsqueda y selección de medios tecnológicos eficaces para
producir aprendizajes según los fines deseados. Taba (1974) propone un circuito que permite
comprender la lógica de una construcción curricular bajo este enfoque: selección y ordenación del
contenido, elección de experiencias de aprendizaje y planes para lograr las condiciones óptimas
para lograr los objetivos.
Tipos de evaluación en el enfoque constructivista.
El proceso de aprendizaje para el constructivismo está integrado por procesos cognitivos
individuales y procesos de interacción grupal, los cuales implican el uso de los diferentes tipos de
evaluación: diagnóstica, formativa y final, esto implica una evaluación continua y centrada en el
éxito del alumno en el proceso de aprendizaje. En el caso del alumno, éste es concebido como un
sujeto pensante, que debe desarrollar su autonomía para transformarse en un individuo que es
capaz de aprender a aprender, para lo cual el docente debe fomentar la participación activa del
alumno en el proceso de aprendizaje y en la evaluación a través de la autoevaluación y la
coevaluación.
Otros aspectos interesantes de la evaluación constructivista, lo representa la integración de
la dimensión ética de la evaluación, que permite preservar el respeto y dignidad del alumno como
persona, y la evaluación de las experiencias propias del alumno y de sus vivencias como formas
validas del aprendizaje.
3. Concepto de evaluación en el currículo de la educación dominicana.
La evaluación es un proceso sistemático y continuo de recogida de informaciones relevantes
con la finalidad de que los actores del proceso educativo reconozcan y aprecien la eficacia de la
enseñanza y la calidad de los aprendizajes. Es necesario partir de un enfoque integral de la
evaluación en el que tanto las pruebas estandarizadas externas, como las evaluaciones que se
realizan en el aula y la evaluación que se hace al Sistema Educativo en su conjunto tienen el
objetivo principal de mejorar los aprendizajes de las y los estudiantes. Las decisiones que se tomen
al reorientar el proceso educativo deben estar fundamentadas en la información que aportan dichas
evaluaciones. La evaluación no es un fin en sí mismo, sino un medio para contribuir con la mejora
educativa.
El fin último de la evaluación en un currículo basado en competencias es promover
aprendizajes en función de dichas competencias. La evaluación debe estar completamente alineada
y ser coherente con las intenciones curriculares, así como con las expectativas de aprendizaje de
los y las estudiantes, de la comunidad educativa y la sociedad en general.
La escuela es como un laboratorio donde lo que se enseña y se aprende tiene la finalidad de
ser practicado en situaciones de la vida real. Las competencias constituyen un conjunto complejo
de aprendizajes, así que requieren de un proceso evaluativo también complejo. Evaluar el
desarrollo de las competencias supone usar instrumentos y medios diversos acordes a la
competencia que se pretende evaluar y en contextos similares a las situaciones reales que vivirá la
y el estudiante. Por tanto, no se trata sólo de evaluar conceptos y hechos, sino también
procedimientos, valores y actitudes. Esto supone de parte del maestro y de la maestra la capacidad
para utilizar diversos métodos, técnicas y los instrumentos que respondan a las características de
lo que quieren evaluar, pero también supone crear e incorporar nuevos recursos de evaluación que
sean acordes con las competencias. Las competencias del profesorado se ponen de manifiesto no
sólo en su forma de enseñar, sino también en su forma de evaluar, ya que ambas tienen que estar
en concordancia. De hecho, la forma en que se evalúa condiciona el modo como la y el estudiante
buscan aprender. En ese sentido, es importante notar que algunas estrategias de aprendizaje pueden
ser también estrategias de evaluación y viceversa: cualquier actividad de evaluación es a la vez
una actividad de aprendizaje.
4. Se trata de aplicar la evaluación desde la funcionalidad diagnóstica, formativa y sumativa al
inicio de cada unidad, proyecto o módulo realizado para organizar el proceso de enseñanza y
aprendizaje.