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Resumen unidad 5
1. Portafolio de Nutrición #5
Unidad #5: Tópicos selectos de nutrición
Nutrición
Docente: M. en C. Marisa González Momita
Alumno:
Ibal Rodríguez Carlos Alexis
Sexto semestre Nuevo Modelo 2012
Turno Matutino
25 de mayo de 2015
Universidad Autónoma de Nayarit
Unidad Académica de Ciencias Químico Biológicas y Farmacéuticas
2. Unidad #5: “Tópicos selectos de nutrición”
A) Dieta como unidad de la alimentación
Como se ha visto durante el desarrollo del curso, una Dieta es el conjunto de alimentos que una persona
consume al día (el término proviene del griego “díaita”, que significa forma de vida). Desde el punto de vista
de la nutrición, se puede decir que “Todas las personas tienen una dieta”, es decir, es personalizable, ya que
forma parte de nuestro estilo de vida. Es por ello que la dieta no se debe de confundir con un régimen
especial para tratamientos o padecimientos.
La dieta forma parte de La Unidad de la Alimentación, el cual es un sistema integrado por varios factores que
intervienen en el proceso de alimentación de un individuo. Tanto factores biológicos (estado de salud,
genética), psicológicos (tranquilidad emocional, influencias, experiencias), socioculturales (medios de
comunicación, identidad étnica, educación, ocupación, religión), entre otros (conocimiento del alimento,
ingresos, residencia, etc.), conforman este sistema. A través de este sistema se puede decir que el consumo
diario de alimentos depende de una combinación de influencias innatas y sociales, los cuales provocan que
las personas opten por alimentos específicos de acuerdo a sus preferencias, experiencias y creencias
personales.
Como se mencionó anteriormente, la dieta puede confundirse con un régimen especial, ya sea para bajar de
peso o tratar ciertas enfermedades, siendo que ambas situaciones son solo modificaciones en el hábito
alimenticio, es decir, una modificación de la dieta. La dieta puede verse afectada por las influencias de la
Unidad de la Alimentación, pero no debe ser del todo estricta. Sin embargo, deben manejar de manera
adecuada las cantidades de nutrientes y calorías necesarios que se requieren al día, debido a que si no se
obedece de manera adecuada, puede traer consecuencias graves.
En nutrición, la dieta se divide principalmente en dos grupos:
1) Dieta terapéutica: Es el régimen manejado para compensación o control de nutrientes en un
padecimiento, por ejemplo obesidad, anorexia, bulimia, enfermedades cardíacas, etc.
2) Dieta no terapéutica: Es el régimen adaptado según las actividades de la personas, con el fin de
sustentar de manera adecuada los nutrientes que su organismo requiere, por ejemplo, en personas de
la tercera edad, estudiantes, madres lactantes, etc.
A partir de las influencias y criterios anteriormente mencionados, la dieta pude adaptarse según las
condiciones del individuo. Es importante que se verifique de manera constante su situación alimenticia, esto
puede observarse con el apoyo de parámetros especiales que se mencionarán en este resumen.
B) Evaluación del estado nutricional de los individuos
La evaluación del estado nutricional se define como la medición de indicadores alimenticios y nutricionales
relacionados con el estado de salud, con el fin de identificar la posible ocurrencia, naturaleza y extensión de
las alteraciones del estado nutricional. Este tipo de evaluación verifica tanto el estado del individuo o
población, en respecto a la condición nutricional.
La evaluación se apoya en diversas ramas de la ciencia, con el fin de determinar de manera confiable los
parámetros que se desean estudiarse. Los métodos de evaluación son bastante diversos, desde los
antropométricos (mediciones físicas y composición del cuerpo), bioquímicos (medición de nutrientes,
metabolitos o compuestos corporales como sangre o secreciones), clínicos (determinación de signos y
síntomas patológicos), dietéticos (evaluación de consumo de alimentos), entre otros.
Aunque no es posible tener una idea exacta del estado nutricional a partir de datos dietéticos, los resultados
de las encuestas alimentarias sí permiten tener información sobre la posibilidad de que una o varias
personas tengan ingestas inadecuadas de energía y nutrientes, con el fin de verificar los posibles riesgos que
pudiesen generarse.
3. Para conocer el estado nutricional de una población, se recurre principalmente a los indicadores directos e
indirectos. Los indicadores directos evalúan los individuos en respecto a su condición de salud a partir de los
métodos anteriormente mencionados (antropométricos, bioquímicos, etc.). Mientras que los indirectos
permiten sospechar la prevalencia de los problemas nutricionales a partir de los factores externos (p. ej.
ingreso per cápita, consumo de alimentos, tasas de mortalidad, etc.). Las características de estos
indicadores los hacen la principal fuente de estudio para estos parámetros, ya que son modificables a la
intervención nutricia, son confiables, reproducibles y susceptibles para su validación. A continuación se
mencionan los indicadores más utilizados en la valoración de la nutrición:
1) Indicadores de la nutrición
1.1. Indicadores antropométricos: La antropometría es la medición científica del cuerpo humano, al igual
que de sus componentes. Este tipo de indicadores nos permite evaluar de manera directa y
cuantitativa aquellos elementos del organismo (p. ej. reservas proteicas y tejido graso del organismo)
que sufran modificaciones tras los cambios nutricionales. Al obtener estas mediciones, son
compararlas con un patrón de referencia generalmente aceptado a nivel internacional para así
identificar el estado de nutrición. A partir de este criterio, pueden diferenciarse los individuos
estudiados a partir de parámetros donde se considere a una persona “sana”, con el fin de diagnosticar
padecimientos nutricionales. Entre los más comunes destacan;
1.1.1. Peso-talla: Se encarga de evaluar la cantidad de peso requerida en base a la talla del sujeto. En este
indicador, puede definirse la desnutrición u obesidad en una persona. El problema que presenta este
indicador es que solo puede definirse la cantidad adecuada de grasa corporal en relación peso-talla,
ya que ambas no son del todo relacionables.
1.1.2. Talla-edad: Suele aplicarse principalmente en niños. Se mide principalmente la talla en relación con la
edad de la persona. A partir del dato arrojado, se compara con un patrón o tablas de referencia, para
obtener un diagnóstico, los cuales pueden ser desnutrición crónica, retardo de crecimiento, entre
otras.
1.1.3. Peso-edad: Se mide la medición entre el peso y la edad del sujeto, para compararse con una tabla o
patrón de referencia, con el fin de obtenerse una clasificación del estado nutricional del sujeto. Es útil
para implementar programas de vigilancia en niños, que tiene riesgo de padecer deficiencia de
nutrientes.
1.1.4. Medición de circunferencia de cintura y cadera: También llamado como relación cintura cadena
(RCC), es la evaluación de la distribución del tejido adiposo a partir de la medición entre cintura y
cadera. La relación entre ambas proporciones proporciona un índice de distribución regional de la
grasa y sirve también para valorar los riesgos para la salud del individuo, como diabetes, hipertensión
arterial, entre otros problemas. Este parámetro se calcula dividiendo la circunferencia de la cintura,
entre la cadera (ambos en centímetros). Para hombres, los parámetros normales van desde 0.78 a
0.93 y para mujeres entre 0.71 a 0.84.
1.1.5. Índice de masa corporal: Es una medida de asociación entre la masa y la talla de un individuo, la
cual se expresa como masa en Kg y el cuadrado de la estatura en metros cuadrados, siendo su
unidad de medida Kg/m2. La OMS ha propuesto la clasificación de mediciones en base a la relación
que tengan ambas proporciones mencionadas. En adultos hombres y mujeres con IMC entre 25.0 y
<30.0 se considera sobrepeso, mientras que la obesidad en individuos que tenga un IMC mayor o
igual a 30.8 (obesidad I de 25 a 29.9, obesidad II de 30-40 y obesidad III de 30 a 40), por otro lado, se
considera la desnutrición en debajo de 18.4 (grado III menor a 16, desnutrición grado II de 16-16.9,
desnutrición grado I de 17-18.4). Una persona normal debe poseer un IMC de 18.5 a 24.9.
1.2. Indicadores bioquímicos
Este tipo de pruebas permiten medir el nivel hemático (sanguíneo) de vitaminas, minerales y proteínas
e identificar la carencia de éstos. Su utilización radica en detectar estados de deficiencias subclínicas
causadas por disminución o sobresaturación de nutrientes o metabolitos, los cuales reflejan el
contenido total corporal.
4. 1.3. Indicadores clínicos
Demuestran los cambios físicos que responden a padecimientos derivados a una mala nutrición. Estas
pruebas permiten identificar signos y síntomas de las deficiencias o exceso de nutrimentos y aquellos
relacionados con una enfermedad.
Además de los indicadores, existen alternativas para verificar el estado de nutrición de la población, ya sea
verificando la ingesta diaria promedio de una persona o a partir de un estudio interrogatorio a la misma, con
el fin de obtener datos de apoyo que contribuyan a la investigación. A continuación se mencionan los
siguientes:
2) El estudio del consumo de alimentos
A partir de estos estudios, se tiene suficiente evidencia de la relación que existe entre el modelo del consumo
alimentario con respecto a enfermedades crónico-degenerativas. Dependiendo de la cantidad y el tipo de
alimento que se consuma diario, éste proporciona importantes antecedentes que pueden relacionarse con el
desarrollo, prevención y tratamiento de diversos padecimientos. Estos estudios sirven como apoyo para
identificar la relación que existe entre la alimentación de la población y el desarrollo de enfermedades no
transmisibles, siendo que a partir de los resultados que se arrojen, puede ser de útil ayuda en la toma de
decisiones con respecto al manejo de alimentos en un entorno social.
3) Encuestas alimentarias
Se refiere a las encuestas que tienen como objetivo recolectar datos que tengan relación con el estado
nutricional del individuo, con el fin de verificar el estado de salud según el criterio del paciente. Se dividen en
dos grupos, las encuestas alimentarias por registro, donde se recolectan datos relacionados con el peso de
los alimentos que consume una persona antes y después de su ingesta, éste tipo de encuestas se realizan
desde horas o hasta días, esto es con el fin para verificar el consumo promedio de alimento diario, el cual
deriva en un patrón de consumo, el cual puede ayudar a arrojar datos que permita aclarar situaciones
anormales con respecto a la nutrición del individuo. Las encuestas alimentarias por interrogatorio consisten
en la recolección de datos con respecto al consumo de alimentos, ya sea por un lapso de tiempo (se realiza
cada 24 horas) o por tendencia de consumo (se pregunta con cuanta frecuencia se consume determinado
alimento).
La selección de los métodos e indicadores mencionados depende los objetivos que se persiguen al realizar
la misma, la cual depende de los recursos disponibles en términos ajenos a la evaluación. Una correcta
selección traerá consigo una información objetiva y oportuna para generar una recolección adecuada de
datos.
C) Dietología
La dietología es la ciencia encargada de la aplicación de la nutrición para mejorar la calidad de vida. Las
personas especializadas en esta área, a la cual se les conoce como dietólogos o nutriólogos, se encargan
del implementar en los pacientes un tratamiento nutricional, con el fin de controlar sus padecimientos o
enfermedades o para la prevención de patologías. Los dietólogos intervienen en la gestión de control de
calidad y seguridad alimentaria, diseño y planificación de dietas adaptadas a las patologías o tratamientos de
los pacientes. Al implementarse una dieta, el dietólogo según el tipo de padecimiento, implementa un
régimen que se adapte a las necesidades del paciente. Existen distintos tipos de dietas, que se distinguen
entre sí por variar la frecuencia y variabilidad con la que manejan el consumo de alimentos. A continuación,
se mencionarán los tipos de dietas implementadas por los nutriólogos más comunes:
1) Dieta Suficiente:
Esta dieta tiene que ser suficiente en cantidad y calidad. Desde el punto de vista energético, debe tener la
cantidad suficiente de calorías que una persona requiere, ni más ni menos. Por ejemplo, un adulto normal
requiere de 2000 a 3000 calorías al día.
5. 2) Dieta equilibrada:
Este tipo de dieta se guía en el Plato del buen comer, es decir, el contenido energético debe consistir en un
régimen balanceado de nutrientes. En los alimentos que se administran, el contenido nutricional debe
conformarse entre un 60% a 70% de hidratos de carbono, básicamente polisacáridos, de 10 a 15% de
proteínas y de 20 a 25% de lípidos.
3) Dieta adecuada:
Se relaciona con respecto a la edad, sexo, constitución física, estado fisiológico y actividad del paciente. En
situaciones anormales al estado de salud, se adecúa al estado patológico de la persona, con el fin de alentar
o tratar los padecimientos que posea, para mejorar a corto o largo plazo su calidad de vida.
4) Dieta variada:
Una dieta variada consiste en proporcionar al organismo distintos grupos de alimentos al combinarlos en
distintas proporciones. En ella se cubren las ingestas recomendadas de energía y nutrientes, y los objetivos
nutricionales, proporcionando de esta forma lo que requiere el organismo (no confundir con la dieta
equilibrada). El ejemplo más claro de este tipo de dieta es la pirámide de la alimentación, la cual tiene como
propósito guiar a la población a una adecuado consumo en base a la proporción de sus grupos, es decir,
consumir más aquellos alimentos que se encuentran en la base de la pirámide (frutas y verduras), las cuales
aportan un nivel energético aprovechable, y en menor proporción los que se encuentran en la cima (azúcares
y comida chatarra), conocidos por aportar grandes cantidades de energía, siendo la minoría aprovechables
para el organismo.
5) Dieta inocua:
También llamada dieta inocua, es el régimen el cual tiene como propósito preparar alimentos con las
mayores medidas higiénicas posibles (p. ej. cocción, desinfectación, etc.), con el fin de que los mismos no
causen daños en el organismo al ser consumidos. Además de las medidas higiénicas, debe de asegurarse
que los alimentos no sean portadores de agentes patógenos, ya sean biológicos, químicos o físicos que
dañen al paciente que los consumen. Este tipo de dieta suelen implementarse en personas que padezcan
infecciones severas, pero la base de su elaboración se aplica todos los días en los establecimientos donde
elaboren alimentos.
6) Dieta completa:
La dieta completa contiene todos los nutrimentos que se requieren. Al consumir todos los grupos de
alimentos, se reciben cualquier tipo de nutriente que el cuerpo necesita. A comparación de la dieta variada, la
completa no distingue proporción. Se recomienda combinar todos los grupos de alimentos en cada tiempo de
comida.
D) Nutrición y formulación de dietas según las diferentes etapas de desarrollo y actividad de los
individuos
1) Dietas para infantes y adolescentes
En el periodo de la infancia y adolescencia se promueve la etapa de crecimiento y desarrollo, procesos en
los cuales requiere altas cantidades de energía y nutrientes. A pesar de que la fase de crecimiento es
continua, en estos periodos, se dan diferentes fases o etapas en las cuales varían las necesidades nutritivas
y energéticas.
El periodo lácteo es la primera fase de la vida. En este caso, el bebé se alimenta exclusivamente de leche
(puede ser materna o adaptada). Un niño se considera lactante hasta el primer año de vida, pero a partir de
los 5-6 meses vidas, ya puede consumir alimentos distintos.
6. La leche materna contiene un alto contenido de proteínas (apróx. 0.9g/100ml), lactosa (7.4gr/100ml) y
diversos ácidos grasos poliinsaturados con el linoleico, los cuales son, cantidades y nutrientes esenciales
para el desarrollo del bebé.
En el periodo preescolar (de 2 a 5 años), hay un crecimiento más lento que en la etapa anterior, pero las
necesidades de energía y nutrientes son superiores a las de un adulto. En este caso, los carbohidratos
predominan entre como el 50-60% de fuente de energía en su organismo, mientras que los lípidos con un 30-
35%, mientras que las proteínas, las cuales son el refuerzo de crecimiento, componen 1.1 gr/kg de peso del
niño.
En el periodo escolar (6 a 10 años), la necesidad de los carbohidratos aumenta de un 60 a 70% del total de
energía consumida (lo que equivale a 50 grs al día). Los lípidos proporcionan con una fracción la energía
consumida (30%), sin embargo, componentes como los ácidos grasos intervienen en la regulación del
metabolismo al formar parte de los fosfolípidos de las membranas celulares, facilitando los procesos de
ósmosis. En cuanto a las proteínas, la demanda es mayor que la de un adulto, debido a que se encuentran
en pleno crecimiento y necesitan de estos componentes para desarrollar su organismo, el cual requieren
1gr/kg de peso. Por último, las vitaminas deben ser proporcionadas en cantidades adecuadas,
principalmente la A, B, C, D, E y K. Mientras que los minerales deben ser administrados también en
cantidades pequeñas, entre los cuales destacan el Hierro, Calcio, Zinc y Yodo. La fibra entra en este grupo,
ya que promueve un buen funcionamiento gastrointestinal y previene desordenes como el estreñimiento.
En el caso de los adolescentes, se producen más cambios físicos. Con una adecuada nutrición, puede
desarrollarse una clave para hacer frente a las necesidades de esta etapa y prevenir trastornos alimenticios.
La dieta en esta etapa debe ser ordenada y equilibrada. En el caso de los macronutrientes, se debe consumir
aproximadamente entre 10 a 15% de proteínas para generar energía y regular el crecimiento. En el caso de
los lípidos, la contribución de energía deberá ser entre 30 a 35% del total de calorías aportadas. Y al igual
que en la niñez, los carbohidratos predominan en el contenido energético, superando el 55-60% del aporte
necesario. Para regular el tránsito intestinal, el consumo de fibra es esencial, ya que ayuda a evacuar mejor y
permite un adecuado transporte de nutrientes. Mientras, los micronutrientes como las vitaminas son
esenciales para que el cuerpo se desarrolle normalmente, entre las requeridas destacan la riboflavina
(formación de eritocritos), vitamina D (absorción de calcio), ácido fólico. Por otro lado, las necesidades de
minerales aumentan, especialmente del hierro (formación de eritrocitos), calcio (formación de huesos) y zinc
(desarrollo de gónadas sexuales).
2) Dietas para jóvenes
A partir de la finalización de la adolescencia (18-21 años), se requiere de la aplicación de una dieta saludable
que proporcione suficientes calorías y nutrientes para que se continúen un adecuado desarrollo del
organismo. A partir de esta etapa, los niveles energéticos bajan considerablemente su demanda, por lo que
es necesario limitar la cantidad de comidas que solventes grandes cantidades de aporte, como dulces y
comida rápida, ya que estos contienen grandes cantidades de lípidos y carbohidratos. Para generar un buen
aporte energético, es necesario consumir una cantidad adecuada de frutas y verduras, ya sea en estado
fresco (de preferencia, ya que su contenido está inerte), seco o en jugo (natural). Por otro lado, el consumo
de granos (arroz, maíz, cacahuates) debe ser menor que el de un niño, pero en cantidades moderadas
puede contribuir al fortalecimiento del organismo, mientras que los lácteos a consumir debe contener nula o
poca cantidad de grasa, para moderar el consumo de estos compuestos. Por último, el consumo de carnes
debe ser moderado, el cual preferentemente debe optarse por carnes magras y de ave, para evitar la
sobreacumulación de grasas.
3) Dietas para adultos
En el caso de los adultos, debe de realizarse una dieta equilibrada. La aplicación de esta dieta consiste en
alimentarse con 3 comidas al día, complementándose con un refrigerio entre tiempos. Las proteínas que se
consumen deben ser de un buen aporte, es decir, que retribuyan con el fortalecimiento del organismo (se
7. debe de consumir en exceso). En el caso de carbohidratos (cereales, carnes, lácteos), a pesar de que son la
principal fuente de energía, deben de cuidarse las cantidades consumidas, principalmente de alimentos que
no sean de carácter saludable. En el caso de las grasas, se debe optar por alimentos que solo cumplan con
el requerimiento necesario, si se consumen aquellos se sobresaturen las cantidades (embutidos, pieles,
huevos, etc.) pueden afectar en la salud en mediado plazo, siendo que estos deban ser consumidos de vez
en cuando. Si se combinan los alimentos de manera adecuada, se puede llegar al equilibrio sin
complicaciones. Para alcanzar este objetivo en esta edad, se implementa principalmente el plato del buen
comer, donde podemos verificar las proporciones ideales alimentos a consumir. En el caso del agua, se
recomienda consumir diariamente 8 vasos, lo que equivale a 2 litros. Un adulto en promedio solo requiere
500 mg de NaCl, debido a que si se sobreconsume este compuesto, puede generar problemas cardíacos.
4) Dietas para adultos mayores
Debido al deterioro de diversos sistemas y órganos, el cuerpo humano puede sufrir deficiencia de nutrientes
con el paso de los años, causando cambios en el metabolismo, en la estatura, peso, compartimientos,
aparato digestivo, sistema nervioso, sentidos, entre otros.
A causa de estos padecimientos, las personas en este grupo de edad son predilectas a consumir ingestas
con dosis recomendadas para cubrir sus necesidades. La necesidad energética de un adulto mayor
disminuye con la edad, llegando hasta una ingesta de 2400 calorías al día. Sin embargo, las necesidades
proteínas se encuentran altas, debido a que un adulto mayor tras la disminución del compartimento
muscular, requiere de un mayor aporte (entre 1-1.25 gr/kg de peso) de estos compuestos para fortalecer
estos sistemas, a la vez para fortalecer el aporte energético bajo. En el caso de los carbohidratos, se
recomienda que un 50-60% de la ingesta energética provenga de los carbohidratos en forma de moléculas
complejas, para complementar la pérdida rápida de energía. Si realizan dieta hipocalóricas, es decir, de bajo
contenido de estos compuestos, pueden provocar la aparición de trastornos metabólicos (lipólisis, cuerpos
cetónicos, etc.). Se recomienda que el consumo de grasas sea similar al respecto de la población (30% del
total energético).
La fibra en el adulto mayor es esencial para asegurar una óptima función gastrointestinal. El consumo diario
(20 a 35 grs diario) junto con una ingesta hídrica adecuada previene problemas como estreñimiento y
favorece un mejor control de la glucemia, colesterol, etc. En el caso de las vitaminas, se recomienda
principalmente el consumo de la D, E, C, B6, B12 y ácido fólico. Mientras que el consumo de minerales,
procede de las mismas formas que en los diferentes grupos.
5) Dietas para las mujeres embarazadas
El embarazo es una de las etapas de mayor vulnerabilidad nutricional en la mujer. Si llega al desequilibrio
(desnutrición u obesidad de la madre), hay un riesgo de morbimortalidad del bebé, patologías y
complicaciones de parto. Las mujeres requieren has 3000 calorías al día, debido a que en su estado se
disminuye la actividad física y se requiere un mayor gasto energético por el aumento del peso. La cantidad
de consumo de proteínas aumenta hasta 10 grs al día, se recomienda satisfacer esta necesidad con dos
tazas de leche. En cuanto a los lípidos, no debe de superar más del 30% de las calorías totales al día. El
consumo de grasas “omega” (p. ej. 3 y 6) ayuda al buen funcionamiento del sistema útero-placentario, el
desarrollo del SNC y la retira del feto durante el embarazo. En el caso de los minerales, su consumo suele
variar según las necesidades de la mujer, por ejemplo, las cantidades de hierro se duplican durante el
embarazo, o en el caso del calcio, las ingestas deben incrementarse (hasta 1000 mgs), debido a que el feto
experimenta un tras paso de éste elemento de parte de la madre durante los primeros meses de gestación.
En el caso de las vitaminas, algunas deben limitarse parcial o totalmente durante el embarazo, por ejemplo,
el consumo de la vitamina A en altas dosis durante las primeras semanas de embarazo, pueden generar un
efecto teratogénico en el feto. Caso contrario con el ácido fólico, este compuesto debe consumirse apróx. 0.6
mgr/ al día, debido a que contribuye a la disminución de aparición de defectos en el tubo neural.
6) Dietas para deportistas
8. La ingesta energética debe cubrir el gasto calórico y permitir al deportista mantener un peso corporal
adecuado para rendir de forma óptima en su actividad deportiva. La actividad física aumenta las necesidades
energéticas de algunos nutrientes, es por ello que debe llevar una dieta equilibrada basada en una gran
variedad de alimentos. Los carbohidratos cumplen con su respectiva función energética (60-65% del aporte
energético), lo cuales contribuyen a ser una fuente de combustibles para el músculo, ya sea por gasto directo
o en forma de reserva de glucógeno. Los lípidos son el segundo lugar de aporte energético en el organismo
del deportista (20-30%). Una dieta rica en lípidos contribuye a la formación de niveles adecuados de
glucógeno, por otro lado, si es baja, existe riesgo de sufrir deficiencias en vitaminas liposolubles (A, D, E, y
K). El deportista debe consumir al menos proteínas de buena calidad, que contienen una cantidad adecuada
de aminoácidos esenciales, los cuales provienen principalmente alimentos de origen animal, principalmente
huevos, carnes, pescado, etc. En el caso de los micronutrientes, se mantienen los niveles adecuados de
ambas al consumirse en cantidades proporcionales, principalmente provenientes de alimentos de origen
vegetal.
7) Dietas para personas con diabetes
Este tipo de dieta se desarrolla según el tipo de diabetes, el peso y el estilo del vida del paciente. La
alimentación de una persona diabética se limita a mantener los niveles adecuados de glucosa en sangre. Las
limitaciones abarcan desde el nulo consumo de alimentos con altos contenidos de azúcar, comer menores
cantidades de grasa, altas cantidades de fibra, frutas y vegetales, limitar el consumo de alcohol y usar menos
sal en la preparación de los alimentos.
E) Trastornos de la alimentación
Los trastornos alimenticios son enfermedades que causan graves perturbaciones en la dieta diaria de una
persona. Un padecimiento de este tipo empieza al comer de manera anormal el alimento, ya sea en
cantidades grandes o pequeñas, hasta un punto donde sale fuera de control. Suelen aparecer principalmente
en la adolescencia o adultez temprana, pero también puede generarse en otras etapas con menor
frecuencia. Existen una gran diversidad de trastornos, pero entre los que más destacan, se encuentran los
siguientes:
1) Anorexia nerviosa: Se caracteriza por manifestar un adelgazamiento extremo (emanación), incesante
búsqueda de delgadez y poseen un miedo intenso a subir de peso. La persona que posee este
Transtorno tienen una imagen corporal de si “distorcionada”, con un autoestima influenciada por las
percepciones de la forma y el peso del cuerpo. En el caso de las mujeres, se manifiesta la pérdida
temporal de la menstruación. Algunas personas con anorexia nerviosa atraviesan episodios de
atracones seguidos de una dieta extrema y/o exceso de ejercicios, vómitos autoinducidos y abuso de
laxantes, diuréticos o enemas. Otros síntomas que se pueden desarrollar con el paso del tiempo
incluyen:
• Pérdida de masa ósea (osteopenia u
osteoporosis).
• Cabello y uñas quebradizas.
• Piel seca y amarillenta.
• Crecimiento de vello en todo el cuerpo (por
ejemplo, lanugo).
• Anemia leve, agotamiento y debilidad
muscular.
• Presión sanguínea baja, respiración y pulso
lento.
• Daño en la estructura y el funcionamiento
del corazón.
• Daño cerebral.
• Insuficiencia multiorgánica.
• Disminución de la temperatura corporal
interna,
• Letargo, pereza o cansancio todo el tiempo.
• Infertilidad.
2) Bulimia nerviosa: Se caracteriza por episodios frecuentes de ingesta de cantidades extremadamente
grandes de comida y una sensación de falta de control sobre los mismos. A este atracón le sigu3e un
tipo de comportamiento que lo compensa por el exceso de comida, como vómitos forzados o abuso de
9. laxantes o diuréticos, ayunos o exceso de ejercicios o una combinación de estos comportamientos. La
bulimia manifiesta varios síntomas, entre los cuales destacan
Garganta inflamada e irritada en forma
crónica.
Glándulas salivales inflamadas en el área
del cuello y la mandíbula.
Esmalte de los dientes gastados, más
sensibles y cariados como resultado de la
alta exposición al jugo gástrico.
Trastorno de reflujo gastroesofágico.
Dolor e irritación intestinal a causa del
abuso de laxantes.
Gran deshidratación a causa de la pérdida
de líquidos al vomitar o defecar por la
acción de laxantes.
Desequilibrio electrolítico que puede
conducir a un ataque cardíaco (debido a los
niveles muy bajos o muy altos de sodio,
calcio, potasio y otros minerales).
3) Trastorno por atracón: En este trastorno, la persona pierde el control sobre su alimentación. A
diferencia de la bulimia nerviosa, a los episodios por atracones no les siguen comportamientos como
purgas, exceso de ejercicios o ayunos. La mayor parte de estas personas suele padecer sobrepeso u
obesidad. Estas personas tiene mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o presión
arterial elevada, a su vez pueden experimentar sentimientos de culpa, vergüenza o angustia, llevando
a más atracones.
4) Ortorexia: Es un padecimiento donde la persona tiene una obsesión comer alimentos sanos hasta
límites patológicos.
5) Vigorexia: Estas personas tienen obsesión por el ejercicio para incrementar musculatura con ayuda
de dietas restrictivas y con suplementos proteicos.
6) Permarexia: Trastorno donde la persona piensa que todo lo que come engorda, lo cual lo lleva a
probar distintas dietas, muchas de ellas poco confiables, por ejemplo las dietas milagros. Estas
personas cuenta las calorías constantemente, consumen de manera frecuente suplementos
vitamínicos, diuréticos, etc.
7) Seudorexia o pica: Trastorno por comer sustancias ingeribles, por ejemplo algodón, moho, ceniza de
cigarro, etc.
8) Potomanía: Trastorno caracterizado por beber frecuentemente grandes cantidades de líquido de
forma compulsiva. Las personas que la poseen superan hasta los 4 litros diarios, lo cual puede causar
una hiperhidrosis. Generalmente se asocia a la anorexia ya que beben agua para tener sensación de
saciedad.
9) Drunkorexia: Se restringe la ingesta alimenticia para compensar el consumo de calorías que les
proporcionan las bebidas alcohólicas. La persona que posee este padecimiento suele estar bastante
informada de la cantidad de calorías de los alimentos, pero no tienen una adecuada proporción de los
nutrientes.
10)Diabulimia: Trastorno donde hay una pérdida de peso como consecuencia del desequilibrio hormonal
producto de la diabetes tipo 1.
11)Sadorexia: Procede de la anorexia, bulimia, ortorexia y combinado con un maltrato corporal, se
emplean métodos de adelgazamiento masoquistas. Se emplea para llegar a la delgadez extrema con
consecuencias catastróficas. También se le conoce como dieta del dolor.
10. 12)Bulmarexia: Es un proceso que alterna situaciones de hiperactividad y negaciones a comer típicas de
la anorexia, con atracones y purgas clásicas de la bulimia.
13)Síndrome del comedor nocturno: Se caracteriza por la ingesta por la noche de más del 25% del
total de calorías que hay se deben consumir a diario, lo cual genera falta de sueño, anorexia matutina
y poca o nula ingesta de alimentos en el desayuno.
Las consecuencias de estos trastornos son bastante diversas, las cuales van desde simples fatigas,
dificultades de realizar actividades normales, baja concentración en la escuela o trabajo, hasta unos más
graves como pérdida de la menstruación, riesgo de infertilidad, depresión, etc. Debe de recordarse en todo
momento que son enfermedades, las cuales si se permite que continúen sin control, tienen un riesgo vital. A
medida que pasa el tiempo, son más difíciles de tratar y los efectos se vuelven más graves. Una nutrición
adecuada, reduciendo el exceso de ejercicio y la interrupción de los comportamientos de purga constituyen la
base del tratamiento.
F) Glosario
Antropometría: Es la ciencia de la medición de las dimensiones y algunas características físicas del cuerpo
humano. Esta ciencia permite medir longitudes, anchos, grosores, circunferencias, volúmenes, centros de
gravedad y masas de diversas partes del cuerpo, las cuales tienen diversas aplicaciones (entre ellas la
nutrición). Tiene un aspecto cuantitativo, en el campo de la salud se relaciona principalmente con la
estructura, composición y constitución corporal y con las dimensiones del cuerpo humano en relación con las
dimensiones patrón para verificar estados patogénicos o “saludables” en las personas.
Caloría: Es una unidad del Sistema Técnico de Unidades, basado en el calor específico del agua. El uso
científico lo define como una cantidad de energía calorífica necesaria para elevar la temperatura de un gramo
de agua pura en 1°C (desde 14.5 °C a 15.5°C), a una presión normal de una atmósfera.
Pirámide de la alimentación: Es una representación gráfica diseñada a fin de indicar en forma simple
cuáles son los alimentos que son necesarios para una dieta (principalmente la dieta variada), y en qué
cantidad consumirlos, para lograr una alimentación balanceada. Esta pirámide incluye todos los grupos de
alimentos, sin intentar restringir ninguno, sólo indica de manera proporcional cuánto se ha de consumir de
cada uno de estos grupos a fin de mantener una buena salud.
Plato del buen comer: Es un concepto gráfico para la promoción y educación para la salud en materia
alimentaria, la cual es dirigida por los criterios mencionados por NOM-043-SSA2-2005. En ella se representa
los criterios generales que unifican y dan congruencia a la Orientación Alimentaria, dirigida a brindar a la
población opciones prácticas, con respaldo científico, para la integración de una alimentación correcta que
pueda adecuarse a sus necesidades y posibilidades. Su diseño consiste en un círculo, en el cual se
representa que el ciclo alimentario no tiene principio ni fin, dando a entender que todos los grupos son
igualmente importantes.
Teratoma: Es un tipo de cáncer que consiste en quister que contienen una o más de tres capas germinales
embrionarias: ya sean ectodermo, mesodermo y endodermo. El diagnóstico para las personas con teratomas
malignos se basa en el tamaño del tumor, su ubicación y edad del paciente.
G) Bibliografía
Hernández Rodríguez, M. (1999). Tratados de nutrición. Díaz de Santos S.A.: España.
Marín Rodríguez, Z.R. (2005). Elementos de nutrición humana. Editorial Reverté: España.