1. La bicicleta demuestra ser el medio de transporte más eficiente tanto en
ahorro de recursos por ser un vehículo que no depende del combustible,
como en la facilidad que otorga a la hora de encontrar un sitio donde
estacionarla.

2. • Pero esto no significa que para el usuario no sea un problema el tener que estacionarla en
cualquier parte. Al no estar bien resguardada existen claras posibilidades de que te la roben.

3. • La prioridad siempre la tienen los automovilistas y/o los motociclistas, ya que se les asignan
lugares establecidos para que puedan estacionarse. La bicicleta es un vehículo más y como tal,
deben darle la importancia correcta en el entorno que nos rodea. Según Pablo Arriagada,
vocero de la agrupación “Happy Ciclistas”, actualmente por ejemplo las señaléticas desplazan
a la bicicleta, dándole protagonismo a otras formas de movilización en el espacio urbano.

4. • Respecto a las medidas de seguridad que debe respetar el ciclista, actualmente el uso del casco es
obligatorio, pero es un hecho que cae en una contradicción. Lo más seguro no es la obligatoriedad
del uso de aquel elemento, sino que el aumento de gente en bicicleta que transite por las calles, y
el respeto y prudencia que deben tener el resto de conductores ante sus pares.

5. • “El uso del casco debe ser recomendado y no obligatorio, su uso implica desincentivar la
bicicleta como transporte. Incluso, si un conductor ve a un ciclista con su casco puesto, este
asume que dicho individuo está asegurado, entonces el automovilista no toma la conciencia
debida que tiene que asumir a la hora de transitar junto a alguien que se movilice con una
bicicleta por la calle”, señala Arriagada.

6. • Actualmente se le prohíbe a un ciclista transitar arriba de su vehículo por una peatonal. Pero
entonces, ¿por dónde debe movilizarse? ¿por la calle? ¿por una ciclovía? Las vías de acceso a
Santiago Centro no están en el perfecto estado que deberían presentarse para circular por
ellas.

7. • El llamado es a pedalear por la calle, pero deben existir las condiciones pertinentes para
aquello. Caroline Moren, perteneciente a la corporación “Arriba e’ la chancha” aporta como
dato que: “Las ciclovías existentes hasta el momento, no tienen utilidad para los ciclistas, son
recreacionales”.

8. • Suficiente tiene un ciclista con la ignorancia que le muestran día a día a su sistema de
transporte, como para que también le quiten la posibilidad de circular por las peatonales. Y si
ese tuviese que ser el caso, tratar de darle las herramientas adecuadas para que pueda
circular como cualquier otro medio de transporte urbano.

9. • Es importante considerar que la bicicleta, como vehículo, también es utilizada como un
medio para trabajar. Existe gente que se mueve en esta vendiendo productos, entregando
encomiendas, comida, etc.

10. • También está el caso de los servicios de repartición de diarios. Individuos que se mueven por el
centro de Santiago otorgándole a la gente, la mayoría oficinistas, de informarse sobre el
acontecer nacional e internacional.

11. • Ya sólo no vemos a la bicicleta como medio de transporte sino también como medio de
trabajo, y ante tal situación, es importante darle el reconocimiento que merece dentro de
nuestra sociedad. (Ciclista repartiendo el diario “La Segunda”).

12. • Ante la importancia, respeto y prudencia que debemos tener con el ciclista, habría que
agregarle medidas como ajustar los límites máximos de velocidad para conducir por la
ciudad. En la actualidad el límite no bajó, sino que aumentó de 50 km/hr a 60 km/hr, hecho
que enmarca la peligrosidad en la que se ve envuelto un ciclista al circular por calle.

13. • “Si mantenemos aquellos límites de velocidad, lo único que estamos haciendo es no ser
responsables como ciudadanos y convertimos al ciclista, en un futuro discapacitado o
donador de órganos”, recalca tajantemente Moren.