1. ¡URGENTE!: RELOJERO SE NECESITA.
Lic. Jorge Ingaramo.
En quince años, hubo una admirable revolución agrícola, con expansión de la
frontera. Los cultivos tradicionales crecieron 147%. Somos un “ejemplo” en las
universidades del mundo. Este perfecto mecanismo de relojería productiva, necesita
hoy una inmediata “reparación”: urgen drásticos cambios de la política pública. Y
tienen que darse AHORA.
La Revolución en la producción.
La Argentina pasó de sembrar MHas 22 y producir MT 40 de granos, a ocupar MHas 10
adicionales y alcanzar casi los MT 100. La combinación de un 45% de aumento de área y
un 67% de mejora en los rindes, con cambios en el portafolio de cultivos, produjo un
resultado dos veces y media superior al previo a la aparición de los “buques insignia” que
dispararon el proceso: la siembra directa, la soja RR y los maíces Bt.
Los agricultores migraron hacia una “conducta empresaria” de máximo
aprovechamiento y actualización tecnológica: fuimos el primer país de América Latina en
promover las biotecnologías que dieron el puntapié inicial.
El doble cultivo anual y la ampliación de la ventana óptima de siembra, agregaron
600.000 has por año.
Buena parte de la adopción de tecnología y el cambio empresario e institucional, se
produjo en los primeros diez años, antes de que la soja superara los U$S/tn 260 (2006-07).
Lo paradójico es que, en pleno “boom”, el proceso se fue frenando: hace cuatro años que
rondamos apenas los MT 90/102, lejos de los potenciales MT 115.
Sin duda, hubo “renta ricardiana” en las tierras más aptas. Llamamos ricardiana a
aquella renta (retribución por la propiedad, para su uso) que puede ser percibida por un
rentista y cuyo pago no daña la rentabilidad del que produce.
Avivado por el fenómeno, el Estado se apropió de 1/3 del precio internacional, dejando
apenas U$S/ha 50/100, para los arrendatarios, antes de pagar Ganancias.

2. Rutas en mal estado y muy peligrosas, camiones obsoletos, redes ferroviarias
desinvertidas, mala o inexistente conectividad digital, es lo que el productor obtuvo a
cambio de tan violenta transferencia. Pero, duplicó la apuesta:
- En soja y girasol, estamos en el mejor rinde mundial.
- En maíz, una tonelada por debajo de los EE.UU. y lejos de China o Brasil.
- En trigo, tenemos rindes buenos, aunque incomparables a los de la Unión Europea y
su “agricultura de maceta”.
Las otras revoluciones.
- Se evitaron inversiones en acopio, ya que el ingenio argentino creó el silobolsa.
- Los Mercados a Término en dólares y la descarga de riesgo en Chicago, optimizaron
la comercialización.
- La “agricultura por contrato” facilitó la diferenciación de productos.
- La autofinanciación empresaria abarcó no sólo el ciclo de cultivo sino también la
renovación de maquinarias y equipamiento.
Los grandes cambios fueron los institucionales:
- Dominan los alquileres de campos, los pooles y los Fondos de Inversión (60% de la
producción), que atrajeron a inversores extra-campo. La separación entre propiedad
y gestión, modelo muy eficiente, incluyó la protección de los recursos y las prácticas
sustentables, mediante compromisos de largo plazo.
- La aparición de los contratistas y proveedores de servicios fue crucial: su alta
eficiencia y su capacidad para desplazarse geográficamente, de acuerdo al clima,
permitieron el empleo de la mejor tecnología con la mayor calificación de la mano
de obra. Se cosecha casi just-in-time. El parque de maquinarias es “de lujo”.
- Los proveedores de insumos, no sólo innovaron en sus productos sino también en su
participación en la cadena de financiamiento. Lástima que no todos, en el campo,
entiendan que las regalías deben ser pagadas, si se quiere competir de igual a igual
con los mejores del mundo.
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3. Preguntas.
¿Cómo es posible que un sistema envididado hasta por los farmers, que supo adaptarse
a Retenciones del 35%, con elevados costos en dólares y erráticas políticas cambiarias,
pueda sobrevivir, beneficiando a un “socio privilegiado”, que no pone nada y saca la mitad
de cada camión que va con granos al puerto?.
¿No se dan cuenta lo mal que la vamos a pasar, si no se corrigen el Tipo de Cambio real
y las alícuotas de Retenciones, aparte de las ineptas intervenciones comerciales; ahora que
los precios internacionales caen?.
Para salvar a las empresas mejor organizadas, ¿hay que mandarlas a países vecinos,
donde no hay Retenciones?.
El mecanismo de relojería necesita correcciones inmediatas: un relojero que conozca del
oficio y que haga oídos sordos a los fines recaudatorios o distributivos. Para la campaña
2013-14, hay una pelea adentro del sistema, para poder “salvarse” del daño que viene de
afuera; no el de los chinos, sino el de nuestros gobernantes, que quieren toda la piel, pero
todavía no tienen el oso.
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