LOS CANTARES DE
GESTA
Durante la Edad Media hubo dos escuelas o
corrientes literarias importantes: el mester de
juglaría y el mester de clerecía.
La palabra mester significa oficio o trabajo; por
tanto, mester de juglaría es el trabajo de los
juglares, y mester de clerecía es el oficio o trabajo
de los clérigos dedicados a la literatura.
Los juglares eran músicos y artistas que cantaban
o recitaban por las plazas y palacios
composiciones sobre hechos guerreros. Estos
poemas cantados se llamaron Cantares de
Gesta, y el más famoso de nuestra literatura es el
Poema del Mío Cid.
POEMA DEL MÍO CID
El Poema o Cantar del Mío Cid es
un cantar de gesta, compuesto a
comienzos del siglo XIII. Cuenta las
hazañas de Ruiz Díaz de Vivar, el
Cid, un personaje real que vivió en el
siglo XI en Castilla.
Fue un noble guerrero, que sufrió
destierro por el rey Alfonso VI y que
combatió con su ejército en varias
batallas hasta conquistar Valencia a
los musulmanes, donde murió en el
año 1099.
Estatua del Cid, en Burgos
Iglesia de San Miguel (siglo XI) de
San Esteban de Gormaz,
localidad donde Rodrigo Díaz tenía dominios.
Tumba del Cid y Doña Jimena
en el crucero de la Catedral de Burgos
PARTES DEL CANTAR
• Cantar del destierro: El Cid es obligado a salir
de Castilla por el rey, no sabemos por qué
pues falta el inicio. Se despide de su mujer
doña Jimena y de sus hijas y comienza sus
conquistas.
• Cantar de las Bodas: los infantes de Carrión,
atraídos por la fortuna del Cid que acaba de
conquistar Valencia, piden a sus hijas doña
Elvira y doña Sol por esposas. Las bodas se
celebran solemnemente.
• Cantar de la afrenta de Corpes: los infantes
demuestran su cobardía y, ante las burlas,
abandonan a sus esposas tras maltratarlas en
el robledo de Corpes. El Cid pide justicia al
rey, que concede nuevos matrimonios para sus
hijas con los infantes de Navarra y de Aragón. Las hijas del Cid, de Ignacio Pinazo, 1879.
Doña Elvira y doña Sol aparecen atadas en
el robledo de Corpes tras ser vejadas por sus
esposos, los infantes de Carrión.
PARTE PRIMERA: EL DESTIERRO DE MIO CID
[CRONISTA]
__De sus ojos fuertemente llorando,
_De un lado a otro volvía la cabeza mirándolos; n
__Vio las puertas abiertas y contrapuertas sin candados,
_La perchas vacías, sin pieles y sin mantos
5 __Y sin halcones y sin azores ya pelechados.
__Suspiró Mío Cid, se sentía muy preocupado,
__Habló Mio Cid sumamente mesurado:
[CID]
__¡Bendito seas, Señor Padre, que estás en lo alto!
_¡Esto me han devuelto mis enemigos malvados!
[CRONISTA]
10 __Entonces deciden aguijar a riendas sueltas.
__A la salida de Vivar vieron una corneja a la derecha,
__A la entrada de Burgos la vieron a la izquierda.
__Se encogió Mio Cid de hombros y alzó la cabeza.
[CID]
_¡Albricia, Albar Fáñez, nos echan de nuestra tierra! n
[CRONISTA]
15 __Mio Cid Ruy Díaz en Burgos entró 3
__Con sesenta abanderados, a los que a ver salían mujeres y varones;
__Asomados por las ventanas burgaleses y burgalesas vio
__Llorando de los ojos, ¡tan grande era su dolor!
__Por su boca todos decían una razón:
[BURGALESES]
20 __¡Dios que buen vasallo! ¡Ojalá encuentre intercesor!
CANTAR DE MÍO CID
(Inicio)
·····································································
De los sos oios tan fuerte mientre lorando
Tornaua la cabeça e estaua los catando:
Vio puertas abiertas e vços sin cannados,
Alcandaras uazias sin pielles e sin mantos,
E sin falcones e sin adtores mudados.
Sospiro Myo Çid ca mucho auie grandes cuydados.
Ffablo Myo Çid bien e tan mesurado:
Grado a ti Sennor Padre que estas en alto,
Esto me an buelto myos enemigos malos.
Alli pienssan de aguiiar, alli sueltan las riendas:
A la exida de Biuar ouieron la corneia diestra,
E entrando a Burgos ouieron la siniestra.
Meçio Myo Çid los ombros e engrameo la tiesta:
Albricia Albar Ffanez ca echados somos de tierra.
Myo Çid Ruy Diaz por Burgos entraua.
En su conpanna LX pendones leuaua: exien lo ver mugieres e uarones.
Burgeses e burgesas por las finiestras son puestos.
Plorando de los oios, tanto auyen el dolor.
De las sus bocas todos dizian una razon:
Dios, que buen vassalo si ouiesse buen sennor!