1. Aunque los valores comienzan a formarse desde temprana edad y cada quien
le da un sentido propio, la puesta en práctica de los valores es una decisión
personal. Cada quien determina cómo actuar frente a las distintas situaciones
de su vida.
2. Es aquella cualidad humana por la que la persona se determina a elegir actuar
siempre con base en la verdad y en la auténtica justicia (dando a cada quien lo
que le corresponde, incluida ella misma).
Ser honesto es ser real, acorde con la evidencia que presenta el mundo y sus
diversos fenómenos y elementos; es ser genuino, auténtico, objetivo. La
honestidad expresa respeto por uno mismo y por los demás, que, como
nosotros, "son como son" y no existe razón alguna para esconderlo. Esta
actitud siembra confianza en uno mismo y en aquellos quienes están en
contacto con la persona honesta.
3. Es la cualidad de ser modesto y respetuoso. La humildad, en diversas
interpretaciones, es ampliamente visto como una virtud en muchas tradiciones
religiosas y filosóficas, cuya relación con las nociones de ausencia de ego.
La Justicia: La justicia es un concepto de la rectitud moral basada en la ética,
la racionalidad, el derecho, la ley natural, la religión o la equidad. También es
el acto de ser justo y / o equitativo .
4. El valor que se construye por el esfuerzo de estar a tiempo en el lugar
adecuado.
El valor de la puntualidad es la disciplina de estar a tiempo para cumplir nuestras
obligaciones: una cita del trabajo, una reunión de amigos, un compromiso de la
oficina, un trabajo pendiente por entregar.
El valor de la puntualidad es necesario para dotar a nuestra personalidad de
carácter, orden y eficacia, pues al vivir este valor en plenitud estamos en
condiciones de realizar más actividades, desempeñar mejor nuestro trabajo, ser
merecedores de confianza.
5. Nuestra vida transcurre entre logros y fracasos, y la autoestima es el valor que nos hace
tener plena seguridad en nuestras capacidades, además, da la fortaleza necesaria para
superar los momentos difíciles de nuestra vida, evitando caer en el pesimismo y el
desánimo.
Para que la autoestima sea realmente un valor, debemos tener un fundamento sólido
sobre el cual queremos edificarla. Si solamente pensamos en ella como un producto del
éxito, la posición profesional, una elevada capacidad intelectual o la aceptación social,
reducimos todo a un actuar soberbio y con fines meramente protagonistas.
6. La voluntad es la capacidad de los seres humanos que nos mueve a hacer
cosas de manera intencionada, por encima de las dificultades, los
contratiempos y el estado de ánimo.
Todo nuestro actuar se orienta por todo aquello que aparece bueno ante
nosotros, desde las actividades recreativas hasta el empeño por mejorar en
nuestro trabajo, sacar adelante a la familia y ser cada vez más productivos y
eficientes. En base a este punto, podemos decir que nuestra voluntad opera
principalmente en dos sentidos:
7. La amistad es un vínculo que nos proporciona la posibilidad de compartir experiencias,
conocimientos e incluso medios económicos. Los lazos de amistad se potencia
recíprocamente y no puede existir por separado. La realidad de la amistad es
dual. Implica la existencia de al menos dos personas. La amistad necesita a un
interlocutor para compartir, crecer mutuamente y descubrir (se) en él sus valores y
también sus deficiencias.
El buen amigo no anula al otro sino que lo potencia, es su compañero y un facilitador de
sus muchas posibilidades. Sufre cuando tu sufres y se alegra cuando tu te alegras. No
es envidioso, ni prepotente ni se aprovecha de ti
8. La paciencia no es pasividad ante el sufrimiento, no reaccionar o un simple aguantarse:
es fortaleza para aceptar con serenidad el dolor y las pruebas que la vida pone a nuestra
disposición para el continuo progreso interno.
A veces las prisas nos impiden disfrutar del presente. Disfrutar de cada instante sólo es
posible con unas dosis de paciencia, virtud que podemos desarrollar y que nos permitirá
vivir sin prisas. La paciencia nos permite ver con claridad el origen de los problemas y la
mejor manera de solucionarlos.
9. La colaboración se debe dar como una actitud permanente de servicio hacia el trabajo y
la familia, pero también se puede ayudar a cualquier persona que lo necesite, pensando
en todo aquello que deseamos que hagan por nosotros, y viendo en los demás a su otro
yo.
La realización de las personas está basada en la colaboración y el esfuerzo de otras
personas.
La colaboración es posible cuando hay facilidad de desprendimiento; esto significa ser
de espíritu generoso y este sentimiento produce un ambiente de enriquecimiento,
respeto, apoyo y solidaridad.
10. El respeto comienza en la
propia persona y está
referido a las leyes
naturales. El estado original
del respeto está basado en
el reconocimiento del propio
ser como una entidad única,
una fuerza vital interior, un
ser espiritual, un alma. La
conciencia elevada de
saber “quién soy” surge
desde un espacio auténtico
de valor puro. Con esta
perspectiva, hay fe en el
propio ser así como
entereza e integridad en el
interior.