Este documento discute la larga historia de opresión y persecución del pueblo judío a manos del cristianismo, desde los pogromos y la Inquisición hasta el Holocausto. Argumenta que el cristianismo ve al pueblo judío como una amenaza a su afirmación de ser el "verdadero Israel" y ha intentado soluciones como matar, convertir o humillar a los judíos a lo largo de los siglos. También describe los esfuerzos misioneros cristianos contemporáneos en Israel, disfrazados como judíos
1. #51
El enemigo cristiano
Tenemos largas cuentas con el cristianismo, unas cuentas llenas de sangre. El cristianismo
es el que derramó más sangre judía a lo largo de toda la historia – ya sea a través de
cristianos devotos, cristianos menos devotos, y personas que absorbieron la cultura cristiana.
El Holocausto fue obra de los alemanes, que nunca negaron su cristianismo.
Los cristianos convinieron exterminarnos – a filo de espada, o de cualquier otra forma. Pero,
¿por qué? ¿Qué les hicimos?
Es que los cristianos arguyen que ellos son Am Israel (el Pueblo de Israel) auténtico. Hubo
un intento que nosotros seamos Am Israel, pero según su forma de pensar eso fracasó, y por
ello fuimos sustituidos por un nuevo Am Israel: Somos el Am Israel de carne, pero ellos son
el Am Israel espiritual, el verdadero Am Israel – Verus Israel. Somos el Am Israel viejo, sólo
las escorias históricas que deberán desaparecer totalmente.
Pero para su enojo, nosotros no desaparecemos – y argüimos que somos Am Israel. Por
eso, ellos hacen todo lo que pueden para "ayudarnos" a desaparecer: Pogromos, inquisición
y conversión por la fuerza. Judíos que se negaron a convertirse fueron tirados a la hoguera,
sus barrigas fueron partidas, los golpearon hasta matarlos, las mujeres fueron violadas, sus
riquezas fueron robadas, los ahogaron y los acogotaron – a través de la religión que se
apoda a sí misma "la religión del amor". Esa religión pregona que cuando te dan una
cachetada, debes ofrecer la otra mejilla – pero en la práctica, fue ella la que nos golpeó todo
el tiempo. Y peor que ello: De momento que fuimos sustituidos, estamos demás en el mundo.
Debemos dejar de existir, o convertirnos al cristianismo.
Pero somos un pueblo terco, y no dejamos de existir. Por ello, el cristianismo tuvo que
adoptar otra teoría: No importa si ese pueblo continúa existiendo, lo importante es que sea
humillado. Siendo un pueblo desgraciado y humillado es un monumento vivo-muerto que
atestigua que el cristianismo es auténtico, ya que "el nuevo y auténtico Am Israel" es el
importante, cuenta con un millar y medio de adeptos – en contraste con los judíos, que son
desgraciados, pobres y necesitados. Por el contrario, que se queden así para toda la
2. eternidad, como una excelente prueba. Así escribe el filósofo religioso cristiano Pascal – que
también fue un conocido matemático.
En resumen, hay tres soluciones: Desaparecer, convertirse al cristianismo o por lo
menos ser humillados en el exilio – el judío perseguido, solitario y errante. En
base a ello, nos persiguieron y nos hicieron sufrir hasta la muerte.
En comparación con ellos, el problema árabe es lateral: En nuestra ausencia, se
acostumbraron a vivir en nuestra tierra y ambicionaron también el poder. Es un conflicto
territorial. Pero el conflicto con el cristianismo no es por un trozo de tierra, sino que es algo
básico, esencial - ¿quién es Am Israel? O nosotros, o ellos. Es así que el cristianismo se
comporta según ese triángulo infernal: Matar, convertir o humillar.
Pero hubo un desperfecto en su plan: Volvimos a nuestra tierra, y el Estado de
Israel fue creado. Los profetas vaticinaron que Am Israel volverá a su tierra, pero
según los cristianos son ellos los que deben volver. Ellos no volvieron, nosotros sí.
¡Un gran problema! Al principio del Holocausto, el Papa exhortó a todos los
dirigentes cristianos del mundo prohibir de toda forma posible el nacimiento del
Estado de Israel – porque de ello depende todo el destino del cristianismo, y no
sólo su trono.
En efecto, las profecías se cumplen en nosotros. Ya no somos el judío errante, el
judío solitario – somos un pueblo respetable, que vive en su tierra. Ya no se nos
puede dar cachetadas, porque Tzaha"l (el Ejército de Defensa de Israel) sabe
devolver y doblar – el que nos de una cachetada en la mejilla, recibirá dos
cachetadas en ambas mejillas, para que todos vean y teman.
Hubo un percance en el plan, pero enseguida se repusieron: Es cierto que fue
creado el Estado de Israel, pero seguramente se desmoronará – y nosotros lo
ayudaremos a desmoronarse, provocando su desequilibrio.
Hasta aquí la concepción católica. En contraste, los malditos protestantes arguyen que el
tema no es urgente: Que vuelvan a su tierra, que construyan su estado – e incluso el Beit
HaMikdash (El Templo) – y cuando terminen, todos se convertirán al cristianismo. ¡Y ese
será un gran acontecimiento, muy importante! Por supuesto, también hoy en día hay que
esforzarse en convertir judíos al cristianismo: Ya no se los puede matar, tienen su propio
ejército. También humillarlos se volvió difícil. Pero todavía se los puede convertir, y eso es lo
que hacen los protestantes en todo el mundo - y sobre todo en Israel. El presupuesto de la
misión en Israel - millones de dólares – es el doble que el de todos los otros países juntos.
Desde su punto de vista, convertir un judío es un gran éxito – pero hacerlo en Israel, es lo
más importante. Así dejará de existir Am Israel. En nuestro país hay muchos misioneros:
8000 pagos que trabajan jornada completa, otros muchos que trabajan jornadas parciales, y
3. varias decenas de miles de voluntarios que hacen su labor cuando es necesario. Todos ellos
actúan en silencio y engañando a las personas, haciendo el mal con astucia.
Ellos ubican a los judíos que están en mala situación económica, les dan dinero sin hablarles
una palabra de cristianismo, una y otra vez. De esa forma se vinculan con ellos, y después
de uno o dos años empiezan a hablarles de religión. Así actúan sin descanso, cuando su
meta es convertir a todo Am Israel.
Por supuesto, no debemos preocuparnos demasiado: No lo lograrán. Pero también que
conviertan a algunos judíos, es una desgracia. Hay que estar atentos, y luchar contra esa
vergüenza y ese oprobio.
Hay una secta que se apoda "Testigos de Jehova", que reparten dinero y librillos que
parecen muy inocentes: "Am Israel - ¿qué es?". "¿Qué es judaísmo?". "¿Qué es el Mesías?".
Sobre los librillos están dibujados la estrella de David, el candelabro y otros símbolos judíos.
Ellos penetran lentamente dentro del mundo judío.
Todos esos misioneros, de todo tipo, buscan judíos desgraciados: Problemas económicos,
problemas sicológicos, peleas entre cónyuges, problemas de educación de los hijos... Ellos
les hablan al corazón, y lentamente los envenenan.
Y hay peores: "Judíos para Jesús" – parte de ellos son judíos que se convirtieron
al cristianismo. Tienen kipa, hablan hebreo y se enrolan en el ejército. También
sus hijos son misioneros: El hijo viste una kipa tejida, estudia en una Ieshiva
Tijonit (liceo religioso) y participa de las actividades de Bney Akiva (movimiento
juvenil religioso) – pero es un misionero. También su hija lo es, en
la Ulpena (liceo religioso para muchachas). Van al Beit HaKneset (Sinagoga), se
visten como judíos, rezan como judíos – no revelan su identidad. Imparten clases
de Tanaj (Biblia) que parecen totalmente comunes y normales – pero con el
tiempo, introducen ideas cristianas. Son unos 5000, y viven en todo el país –
también en los asentamientos. En el Midrejov de Ierushalaimpodrás ver a
veces Jasidim (miembros de una corriente jasídica) de Breslav que bailan y
cantan: ¡No! Ellos son misioneros disfrazados. Hay también Jasidim de Breslav
auténticos que pasan por allí, y en su inocencia caen en la trampa, cantan y
bailan con ellos...
Parte de ellos se disfrazan de Jasidim de Breslav, otros de datiim leumim (religiosos
nacionalistas), y hay también quienes se disfrazan de jaredim (ultra-ortodoxos). Andan de
casa en casa en los barrios jaredimy reparten dinero – como si fuese de una organización de
caridad. Vuelven una y otra vez, y van atrapando a sus víctimas con su tela de araña.
Tanto nos hicieron sufrir a lo largo de las generaciones, y todavía continúan intentando
convencernos que hay una persona que es un dios, un dios-humano, tres que son uno, uno
4. que es tres... Ya lo escuchamos, frente a la hoguera, cuando nos dijeron: "¡Conviértanse al
cristianismo, o los tiraremos al fuego!". Y contestamos: "¡Escucha Israel, el Eterno es nuestro
Señor, el Eterno es uno!". Entonces, ¿quizás nos dejarán en paz ahora?
¡No! Ellos no cesan. Se encuentran en el país, y cazan almas desgraciadas. Las compran
con dinero, y después las convierten al cristianismo – les hacen el bautismo en el Kineret o
en la piscina de un hotel.
Hay que abrir los ojos y luchar. La organización "Yad LeAjim" lucha ya hace decenas de años
contra los misioneros. Pero no es solamente su papel: Es el papel de todo judío - religioso o
secular, derechista o izquierdista, Ashkenazi o Sfaradi – detener esas repugnantes acciones,
cuando ellos se atreven a venir a nuestra propia tierra para convertirnos al cristianismo.
También en el exterior ellos actúan, pero los judíos allí son más cuidadosos. Tienen buenas
"antenas" para saber diferenciar. Pero aquí en nuestra tierra, es más difícil. En una esquina
de Tel-Aviv hay dos muchachos sentados, que cantan cantos de Eretz Israel (la Tierra de
Israel) acompañados de guitarras - ¿cómo podrás saber si son misioneros? Ellos reparten
gratuitamente librillos de judaísmo – y sólo al final es nombrado Jesús.
Debemos cuidarnos, ser concientes del peligro. Ellos trabajan mucho dentro de los círculos
de Olim(inmigrantes) de Rusia – y parte de ellos son cristianos que llegaron al país
amparados por la "Ley del Retorno".
Por eso, no debemos olvidar que el cristianismo es el enemigo número uno a lo largo de toda
la historia. Los depravados asesinos árabes son poca cosa en comparación. También las
armas árabes, son armas cristianas: Los árabes no saben fabricar armas. Ya hace 400 años
que están estancados – desde el punto de vista cultural, científico y tecnológico. Ellos no
saben fabricar armas, y si los cristianos no les venderán, habrá paz. La anhelada paz llegará
por sí sola. Pero los cristianos les venden armas, y les enseñan a utilizarlas. Los cristianos
son nuestro principal enemigo, en todas las generaciones.
El Ramba"m escribe que toda la Torá es una lucha contra la idolatría (More Nebujim 3:29). El
cristianismo es una idolatría disfrazada de Tanaj (Orot, Pág. 34): Idólatra por dentro, judío por
afuera. "No hay más judío, no hay más griego" – dijo Paulus. Se puede ser judío y griego al
mismo tiempo: Un griego idólatra por dentro, y un judío por fuera. Por ello, nuestra lucha
contra el cristianismo es la misma lucha contra la idolatría – aunque mucho más compleja y
sofisticada.
No es por azar que en el libro "Orot" – el gran libro del Rav Kuk, donde habla del
renacimiento de la nación, el regreso a Tzion, la reconstrucción de la tierra – se habla tanto
del cristianismo, nuestro opositor, y se habla del enorme daño que le produce a la
5. humanidad. La respuesta al cristianismo, es Israel y su renacimiento: También para ello
renacemos, gracias a D's. Volvemos a nuestra tierra, nos reforzamos y también reforzamos
nuestra lucha contra ellos.
Nos reforzaremos, y nos fortaleceremos!.