Comentarios alumnado tras la charla de Coral Herrera y María S. Martín
Adolescencia e identidades LGTB en el cine español
1. REVISTA ICONO 14, 2011, Año 9 Esp., pp. 05-57. ISSN 1697-8293. Madrid (España)
Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M.J.: Adolescencia LGBT en el cine español
Recibido: 17/02/2011 – Aceptado: 23/07/2011
A9/ESP – REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS – ISSN: 1697 - 8293
Palabras clave
Cine español, homosexualidad,
ADOLESCENCIA adolescencia, LGBT, estereotipo,
representaciones queer
E IDENTIDADES LGBT Key Words
Spanish cinema, homosexuality, gay,
lesbian, stereotype, queer representations
EN EL CINE ESPAÑOL
Abstract
Evolución, personajes Either as a subject or as an object of
desire, isolated in his essential
y significados loneliness or related to others through
symmetrical or asymmetrical relation-
ships, innocent or manipulative,
victim or culprit (or often both), the
Juan Carlos Alfeo Álvarez teenage homosexual character forms a
category itself. Furthermore, the way
Profesor Contratado Doctor
in which characters functioning in this
Facultad de Ciencias de la Información. Universidad Complutense category have been portrayed speaks
de Madrid. Avda. Complutense s/n. 28040 Madrid (España) - Email: clearly about the evolution of the
jcalfeo@ccinf.ucm.es discourse, and consequently the social
imaginary, around homosexuality.
Beatriz González de Garay Domínguez This paper analyzes the evolution of
teenage homosexual characters in
Profesora FPU Spanish cinema, from early represen-
Facultad de Ciencias de la Información. Universidad Complutense tations to contemporary ones,
de Madrid. Avda. Complutense s/n. 28040 Madrid (España) - Email: examining the characters in terms of
bgonzalezgaray@ccinf.ucm.es both the roles and the meanings
attached to them.
María Jesús Rosado Millán
Presidenta de la Fundación iS+D para la Investi-
gación Social Avanzada. Profesora Asociada
Facultad de CC. Sociales y Jurídicas. Universidad Carlos III de Madrid.
C/ Madrid, 126, 28903, Getafe, Madrid (España) - Email:
mrosado@isdfundacion.org
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 5
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
2. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
Resumen
Sea como sujeto o como objeto de deseo; aislado en su soledad esencial o vinculado a otros en
relaciones simétricas o asimétricas, depositarios de la mayor ingenuidad o lúcidos manipulado-
res, víctimas o verdugos, cuando no ambas cosas, los personajes homosexuales en su tránsito
por la adolescencia constituyen una categoría en sí mismos. Por otra parte el modo en el que
han ido siendo representados dice mucho de la evolución del imaginario colectivo en relación
con la cuestión homosexual.
En este artículo se aborda el desarrollo de las representaciones de los adolescentes homosexua-
les en el cine español desde las primeras representaciones hasta la actualidad, analizando los
personajes que han ido apareciendo en las pantallas de la cinematografía española, así como la
evolución de los roles y de los significados que se han ido vinculando a cada uno de ellos.
Introducción
Los límites de lo que la mirada colectiva no eran una cuestión de censura estatal, sino
está dispuesta a “asimilar” en relación con la más bien de público. Dado que el número de
representación de la sexualidad se ponen de espectadores aportado por los ambientes gays
manifiesto especialmente en la representa- españoles no era suficiente, las películas que
ción de la experiencia sexual asociada a trataban esta cuestión tenían que atraer a
sectores concretos de la población como un público más amplio, cuya simpatía para
los niños, los adolescentes o los ancianos. con la causa homosexual había que granje-
El ámbito de lo que se prefigura como arse. (Hopewell 1989, 177)
mostrable, es en el que más evidentes se Esta idea sigue siendo válida hoy en día y el
hacen los desajustes y las paradojas que análisis de lo que es posible mostrar, de lo
jalonan los discursos hegemónicos en rela- que se muestra y del modo en que se orga-
ción con la sexualidad en un cine dirigido a niza su representación, incluso el análisis de
un público mayoritariamente heterosexual, lo que se omite, nos dan una pista sobre el
si pretende vivir de la taquilla y del resto grado de asimilación de la cuestión LGBTIi
de instancias del circuito comercial. en el imaginario social.
El peso de la mirada del espectador en la Los personajes y los roles que desempeñan
configuración de los discursos es algo apun- en su interacción resultan asombrosamente
tado por Hopewell en relación con el cine fijos e incluso predecibles. Ya hemos
de la Transición: hablado en trabajos anteriores acerca de la
Las limitaciones con que se centró la descrip- representación de estos personajes e inclu-
ción de la homosexualidad en la transición so de la evolución de las modalidades de
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 6
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
3. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
representación fílmica en relación con la La representación del personaje homo-
homosexualidad (Alfeo, 1997 y 2000), por sexual adolescente ha estado sujeta a los
lo tanto no vamos ahora a extendernos en mismos avatares que el resto de factores
sus aspectos generales sino a centrarnos en que constituyen la representación de la
la cuestión concreta de la representación de homosexualidad en general. Dicha evolu-
la homosexualidad a través del personaje ción está íntimamente ligada al propio
adolescente, pues dicha representación devenir histórico de nuestra sociedad y ha
resulta reveladora de lo que nuestra socie- dejado su rastro de manera más o menos
dad y nuestra cultura opinan, aún hoy en patente, entre otros, en los discursos ci-
día, en relación con esta cuestión. nematográficos.
Objetivos
El objetivo de este trabajo es llegar a cono- nario colectivo en esta materia y extraer
cer de manera exhaustiva la galería de conclusiones sobre cuáles son los paráme-
personajes adolescentes que, en relación tros de dicha trasformación tanto en lo
con cuestión LGBTI, han ido apareciendo relativo a la construcción de los propios
en los relatos cinematográficos españoles personajes como en lo referente a los me-
desde los últimos años de la Dictadura canismos y estrategias de representación de
hasta la actualidad y su evolución. la cuestión LGBTI y su perduración o mo-
Ello nos permitirá abordar una reflexión dificación a lo largo de los años.
crítica sobre la evolución del propio imagi-
Metodología
La metodología que sirve de base al desa- La dimensión cuantitativa, no incluida en
rrollo de la investigación de la que se deri- este texto pero disponible en anteriores
va este artículo es de carácter mixto, cuan- publicaciones (Alfeo 1997 y Pelayo 2010),
titativo y cualitativo, si bien en este texto, aborda la cuantificación de rasgos de repre-
por razones de espacio, se expondrá sola- sentación del personaje, tanto directa como
mente la dimensión cualitativa, entrando indirecta, en diferentes películas de la
en aspectos cuantitativos solo si resulta cinematografía española desde 1961 hasta
pertinente para la mejor comprensión de la actualidad.
los argumentos expuestos.
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 7
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
4. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
Los criterios de selección de los títulos y de una franja de edad comprendida entre los
los personajes son: 10 y los 19 años, considerando que consti-
- Películas protagonizadas por personajes tuye un grupo poblacional con necesidades
en los que sea suficientemente explícito de atención específicas - no lo son tanto
el rasgo homosexual. cuando abordamos las representaciones
audiovisuales, por lo que estableceremos
- Películas de producción exclusivamente
dos factores para determinar qué persona-
española.
jes forman parte de la muestra que aborda-
Entre los rasgos se han cuantificado los remos en este artículo:
relativos a: aspecto físico, edad, perfil
- Edad representada entre los 10 y los 19
socioeconómico, nivel cultural, represen-
años.
tación de rasgos sexuales (génesis, exclusi-
vidad, aceptación, evolución) y de las ac- - Dependencia material del núcleo fami-
ciones y espacios diferenciales. liar. Este es un criterio final de carácter
diacrítico y acumulativo que nos puede
Sin embargo, lo más relevante del método
ayudar en aquellos casos límite en los
lo constituye, lógicamente, la interpreta-
que haya dudas razonables a la hora de
ción cualitativa de los datos y su conexión
determinar la edad biológica de un de-
con el contexto socio-histórico y su evolu-
terminado personaje.
ción.
Por otro lado, y como veremos, la delimi-
Uno de los problemas metodológicos estri-
tación de la adolescencia choca, en épocas
ba, en el caso concreto que nos ocupa, en
como la regida por la censura, con proble-
definir qué entendemos por adolescencia
mas de representación de cuestiones como
en términos de representación. Si bien el
la actividad o la orientación sexual, donde
límite teórico inferior parece definirse con
nos encontramos a actores adultos que, sin
claridad, la edad aparente de los personajes
embargo, dan vida a personajes cuyas acti-
establece un continuo en su extremo supe-
tudes y rasgos comportamentales están más
rior, entre la adolescencia propiamente
cerca de la adolescencia que de la juventud
dicha y la juventud más temprana, donde
o de la madurez y que hoy en día nos resul-
no siempre es posible establecer cortes
tan anacrónicos, una cuestión que aborda-
nítidos.
remos de entrada en estas páginas.
Aunque los criterios clínicos son claros - la
OMS establece que la adolescencia abarca
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 8
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
5. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
1. Introducción
El instinto busca antes de saber lo que quie- punto de vista social, pues como bien
re. Deborah P. Briztmanl apuntan Llamas y Vidarte (1999, 122),
La sociedad española ha vivido en la última
Esta juventud constituye un nuevo fenóme-
década y media cambios profundos en su
no social: una generación de jóvenes que se
manera de entender y afrontar la realidad
identifican como gays y lesbianas, la prime-
LGBTI. Con independencia de las tensio-
ra en hacerlo en la historia de la humani-
nes lógicas que acompañan a los debates
dad.
sociales sobre temas que ponen en juego
las diferentes sensibilidades en relación Ya no se trata del recurso tradicional a una
con movimientos de cambio en el orden legitimación de carácter histórico que
establecido, es evidente que la cuestión establecía vínculos, a menudo idealizantes,
LGBTii ha dejado de ser un tema marginal con los referentes de la cultura clásica, en
para convertirse, pese a quien pese, en sus versiones helénica o romana, o con el
una realidad cada vez más cotidiana, sin más tardío espíritu renacentista, al que
dejar de entender que se trata más de un debemos, como bien señalan Aliaga y
proceso en curso, al que le queda aún un Cortés (1997, 131) “el icono del joven
largo camino, que de una cuestión real- efebo como objeto ideal de deseo” sino
mente cerradaiii. que nos encontramos ante una forma de
ser específica y única que no mira al pasa-
Esta nueva sensibilidad se pone de mani-
do.
fiesto una vez más en los discursos mediá-
ticos, entre los cuales el cine mantiene aún Los discursos fílmicos y televisivos se
un estatus de privilegio debido a su capa- construyen desde el presente sobre la base
cidad de abordar con profundidad los de personajes y situaciones contemporá-
asuntos más diversos. neas que ofrecen información no solo
sobre “cómo ser”, sino que también adop-
Estos cambios son especialmente evidentes
ta tintes pedagógicos ofreciendo al espec-
en la población LGBTI más joven, libre de
tador no LGBTI pautas sobre cómo inter-
antiguas rémoras y rodeadas de modelos
actuar –o al menos cómo se espera que lo
identitarios específicos a los que recurrir a
haga- y qué actitudes adoptar en un entor-
la hora de construir su manera específica
no cotidiano: el instituto, el trabajo, la
de ser y de vivir. Este hecho, aparente-
familia, los amigos, etc.
mente circunstancial, consecuencia lógica
derivada el propio proceso de apertura, Si bien es posible decir que en la actuali-
posee enorme trascendencia desde un dad el personaje LGBT ha dejado de cons-
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 9
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
6. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
tituir una rareza incluso en materia de tencial o del frenesí más despreocupado,
investigación en el ámbito académico, lo hasta llegar a los adolescentes en tránsito
es más aún decir que esta normalización que rinden tributo a la tradición de los
de la realidad LGBT es especialmente despertares estivales.
notable cuando estudiamos la representa- A diferencia de otras cinematografías, la
ción fílmica o televisiva de personajes española no abunda precisamente en los
jóvenes o adolescentes. habituales temas del despertar sexual, de
Con independencia de los juicios de valor la confusión identitaria, de la exaltación de
que se puedan establecer sobre la idonei- una amistad que juega en el límite del
dad de los estereotipos, los adolescentes deseo, asuntos todos ellos comúnmente
de hoy en día no necesitan leer entre líne- asociados a la experiencia adolescente,
as ni apropiarse de discursos ajenos, extra- sino que ofrece una visión compleja, di-
yendo de ellos el común denominador versa y en absoluto ingenua de estos per-
para construir su propia historia, trajes sonajes y de sus circunstancias.
prestados, arreglados a duras penas en la Otro asunto que llama poderosamente la
oscuridad de la sala o en la intimidad del atención es el acusado desequilibrio cuan-
dormitorio, ni asumir estereotipos negati- titativo entre las abundantes representa-
vos unívocos construidos desde una ins- ciones de la adolescencia gay y las casi
tancia dominantemente heterosexual y, a inexistentes representaciones de la adoles-
menudo, machista y homofóbica. cencia lésbica, transexual y bisexual, que
El cine y la televisión ofrecen todos los llega a ser inexistente en el caso de la
días modelos específicos más o menos intersexualidad, independientemente de la
heterogéneos; igualmente elaborados época de la que estemos hablando. Este
desde una posición dominante, probable- hecho, que no es nuevo en absoluto al
mente también discutibles o matizables en considerar el conjunto de las producciones
función de lo que cada uno pretenda en- de nuestra cinematografía, se hace más
contrar en ellos, pero indiscutiblemente acusado si nos ceñimos al personaje ado-
propios. lescente.
Nuestro cine ha transitado en las últimas En estas páginas intentaremos abordar el
décadas desde los quinquis barriobajeros, significado de las representaciones fílmicas
pasando por la galería de adolescentes españolas de los personajes LGBTI adoles-
urbanos presas de la desorientación exis- centes y su evolución.
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 10
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
7. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
2. ¿Y tú cuántos años tienes?
Esta podría ser la primera pregunta que ría de edad se alcanzaba entonces en España
tendríamos que hacerle a los personajes de a los 21 años.
algunas de las películas rodadas durante la Por otro lado esta estrategia también nos
dictadura. habla de las rémoras que afectan a la repre-
Como no podía ser de otro modo, las pelí- sentación de determinados asuntos, espe-
culas elaboradas con anterioridad a la tran- cialmente los sexuales, en relación con
sición democrática se realizaron bajo la determinados sectores de la población. El
modalidad oculta de representación (Alfeo, trato con el imaginario colectivo se vuelve
1997 y 2000) y contienen una clara adver- especialmente espinoso si el relato decide
tencia para quienes pretendan violar el convertir a ancianos o especialmente a
orden social y moral: "quien mal anda, mal niños y adolescentes tempranos en sujetos
acaba". deseantes o en objetos de deseo.
En los últimos años de la dictadura los En este sentido viene al caso citar a Lolita,
adolescentes cinematográficos eran gene- la obra de Vladimir Nabokov llevada al cine
ralmente representados por actores adul- por Stanley Kubrick en 1962, protagoniza-
tos, de modo que su adscripción a la ado- da por la actriz Sue Lyon. Nadie que mire a
lescencia o “pseudoadolescencia” venía dada la Lolita de Kubrick en el famosísimo plano
más por las circunstancias que rodeaban al del jardín podría pensar que en realidad el
personaje que por su encarnación física por personaje al que Humbert contempla to-
parte de un actor verdaderamente púber. mando al sol sobre el césped es una niña de
Este es un problema metodológico relacio- 12 años, entre otras cosas porque la señori-
nado con la recepción que se genera debido ta Lyon contaba con casi 16 cuando fue
al cambio de contexto cultural y social, y descubierta por el director y había sido
que no es exclusivo del cine. Los cambios caracterizada para aparentar alguno más.
que nuestra sociedad ha experimentado en Esta estrategia permitió a Kubrick colocar
relación con la imagen social de la mujer y al personaje y al asunto -muy aligerado- del
de sus roles, así como de las correlaciones que se nos habla, en un imaginario más
entre edades y actitudes, harían que la fácilmente digerible. Nieves Soriano
interpretación, entonces verosímil puesta (2011) recoge la siguiente argumentación
en escena de la ingenuidad, pareciese hoy del propio Kubrick:
en día, cuando menos, irónica y sin el más (...) debido a las presiones que aquel tiempo
mínimo atisbo de verosimilitud. La mayo- ejercieron el Código de Producción y la Le-
gión Católica de Decencia, creo que no dra-
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 11
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
8. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
maticé lo suficientemente el aspecto erótico A menudo el montaje evidencia la voluntad
de la relación de Humbert con Lolita, y por del relato de hacernos partícipes de esta
estar muy poco realizada esta obsesión sexual fascinación a través del montaje, como
pienso que mucha gente supuso demasiado observan Fouz y Martínez:
pronto que Humbert estaba enamorado de Como en el caso de „Los placeres ocultos‟ y
Lolita „El Diputado‟, la cámara adopta frecuente-
La contención franquista en materia de mente el punto de vista del hombre maduro y
representación en la que los adolescentes se ofrece a la audiencia su mirada deseante so-
limitaban a declarar, como Rocío Dúrcal, bre el cuerpo del joven. Esto se traduce en
que eran Más bonita que ninguna (Luis César frecuentes planos del joven y escasos planos
Amadori, 1965) o que, según los compo- del cuerpo sexuado, pero no abiertamente
nentes de Los Bravos, Los chicos con las erótico, del hombre maduro.iv
chicas (Javier Aguirre, 1967) deben estar (Fouz y Martínez 2007, 118)
aunque solo sea para dar brincos por el
De todos modos nuestra cultura, en la que
prado y que como Los chicos del Preu (Pedro
el puritanismo está infiltrando las relacio-
Lazaga, 1967) se abotonaban hasta la barbi-
nes sociales, ha creado la paradoja de una
lla aunque fuese verano, basculan al polo
ingenuidad sexuada, tanto en lo físico co-
opuesto.
mo en lo verbal, que de tanto en tanto se
Con la eclosión temática y también erótica hace un hueco en la imaginería televisiva.
de la Transición, el cine redescubre al Son figuras de una procacidad incoherente
adolescente, heterosexual o LGBT; un en una sociedad sexualmente paranoica,
adolescente físicamente expuesto, atractivo asaltada de forma preocupantemente fre-
y sexualmente explícito convertido en cuente por el conocimiento de numerosos
objeto de fascinación erótica. casos de pedofilia. En el contexto actual
sería cuando menos arriesgado colocar a los
Gráfico nº 1. Jóvenes prostituidos
actores adolescentes de las series televisivas
en El diputado
juveniles acostándose con personajes ma-
duros –o cuando menos intentándolo o
flirteando con ellos- en los contextos narra-
tivos de sexualidades urgentes y explícitas
de muchas de las películas de la Transi-
ción.
Fuente: De la Iglesia (1978) El propio Eloy de la Iglesia reflexionaba a
propósito de este asunto:
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 12
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
9. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
Entonces eran posibles muchas más cosas que ble que la edad de los personajes implica-
hoy no lo son, cuando se ha creado una espe- dos se va reduciendo con el tiempo (Alfeo,
cie de censura interiorizada; hay un acuerdo 1997, 303), tendencia que se ha mantenido
no escrito sobre lo que se puede decir o no. hasta nuestros días.
Tampoco serían posibles „Arrebato‟ y „Bil- Este desajuste entre antigua representación
bao‟, Habría problemas con cualquier pelí- y nuevas recepciones hace que en ocasiones
cula interpretada por menores. Pero como percibamos igualmente desajustes entre
entonces la mayoría de edad todavía estaba personajes y actores y también en la deco-
en los veintiún años, el concepto de menor dificación de algunas actitudes, pero no
era un dislate que todo el mundo entendía considerar esta particularidad haría que el
que no había por qué respetar. Hoy no sería análisis perdiese una parte cualitativamente
posible El Diputado. (Aguilar y Llinás relevante.
1996, 140)
En este supuesto se encuentra el personaje
Es poco menos que imposible aceptar co- de Alfredo en Diferente (Luis María Delga-
mo verosímiles a adolescentes de 20 o 21 do, 1962) o las internas de La Residencia
años, pero es un esfuerzo y una concesión (Narciso Ibáñez Serrador, 1969).
que debemos hacer. Es lógico que cueste
trabajo en nuestro contexto actual, cuando Gráfico nº 2. Diferente. Deseo
el tema de los adolescentes como sujetos homoerótico explícito
sexuados está superado -siempre y cuando,
eso sí, solo se relacionen entre ellos- y en
el que los propios niños llevan tiempo
siendo caracterizados como adultos en
miniatura y se les hace encarnar, a modo
de disfraz y como si fuesen sujetos desean-
tes y presuntamente deseables, las poses,
los discursos y las actitudes seductoras de
los adultos ante la mirada extasiada de sus
padres y abuelos, en programas televisivos Fuente: Delgado (1962)
del estilo de Menudas Estrellas (Antena 3,
Alfredo es un personaje generacionalmente
1996, 2000 y 2002).
ambiguo, pese a su edad aparente, nota-
Nuestra filmografía viene presentando a lo blemente inmaduro e incapaz, según el
largo de los años esta tendencia. En el propio discurso, de asumir las responsabili-
análisis de la evolución de la edad de los dades que por edad y clase le correspon-
personajes de la cinematografía española en derían según el discurso, colocado al servi-
relación con la cuestión LGBTI, es destaca- cio de la amonestación y de la advertencia
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 13
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
10. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
moral. A través de la tragedia de Alfredo, arrepentíos!- y a cambio les permitía verse
el espectador es advertido sobre lo que le en la gran pantalla con una historia propia.
ocurre a quienes subvierten el orden esta- En relación con el lesbianismo, La Residen-
blecido y, sobre todo, a quienes toleran, cia también abunda en el tópico que rela-
cegados por un paternalismo mal entendi- ciona el lesbianismo con espacios de reclu-
do, dicha subversión. sión, en los que reina una atmósfera de
Sin duda este planteamiento, unido a una opresión constante. En este caso se trata de
total omisión de referencias explícitas, un personaje secundario y la trama no está
aunque aún así bastante obvias en algún centrada en el lesbianismo, pero sirve al
caso, a la cuestión homosexual que alimen- director para construir una atmósfera tur-
ta la trama fue lo que permitió que la cen- bia en la que los deseos latentes alimentan a
sura aceptase el guión de Diferente, pese a sus moradoras y desatan la crueldad y la
los reparos expresados por escrito por uno violencia sobre la ingenua Teresa.
de sus miembrosv. El adolescente LGBT adoptará diferentes
La película no decía nada nuevo a los formas en los años sucesivos pero en ade-
homosexuales de la época -¡descarriados, lante ya lo hará bajo una apariencia pro-
piamente adolescente.
3. Primeros personajes, primeras víctimas
A lo largo de las páginas siguientes repasa- adolescente estará presente desde el primer
remos algunos de los personajes más rele- momento asumiendo roles diversos y se-
vantes en relación con la cuestión LGBT en mióticamente complejos. Se podría decir
nuestro cine y que constituyen, por sí que el adolescente empieza siendo una
mismos, construcciones estereotípicas en pieza esencial en el juego de representacio-
esta materia. Ellos nos servirán para abor- nes de la cuestión homosexual en el cine
dar las múltiples expresiones de la adoles- realizado durante el periodo transición
cencia en nuestro cine y serán el medio democrática y seguirá siéndolo, aunque con
para desentrañar los detalles de la repre- otros significados y de una manera más
sentación cinematográfica de la homo- emancipada del mundo adulto, en décadas
sexualidad en relación con la adolescencia posteriores.
–no solo de la adolescencia LGBT- desde la En su inicio, el personaje homosexual, tal
Transición democrática hasta nuestros días. vez buscando el amparo de modelos histó-
La cuestión LGBT tarda en aparecer en el ricamente legitimados, responde a un es-
cine español por razones obvias, pero el quema cultural muy asentado: el del joven
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 14
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
11. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
en relación asimétrica con un hombre ma- (Vicente Aranda, 1977) también recurre a
duro. Pero poco queda del modelo Eróme- la escultura, en este caso de un hermafrodi-
nos y Erastés, pues en términos prácticos el ta con fondo musical de J.S. Bach, para sus
adulto tiene ya poco que descubrirles créditos de entrada. Pero a este modelo
cuando se conocen y las edades no se co- homo-helénico, muy del gusto anglosajón
rresponden con los roles del modelo tradi- desde el S. XIX, se suma en España el
cional; es tan solo una estructura vacía y modelo literario árabe clásico, también
pretérita a la que se apela como parte de lleno de referencias homoeróticas asimétri-
una estrategia de legitimación: cas, y Gay Club (Ramón Fernández, 1980)
En las representaciones de homosexuales recurre en su apertura a unos versos muy
masculinos, suele darse la relación entre un elocuentes de El collar de la paloma del
hombre maduro y un joven efebo o atlético poeta cordobés hispanoárabe Ibn Hazm.
de cultura o clase diferente a la del protago- Las películas de la Transición constituyeron
nista. […] Se trata de una manera de re- la primera línea en el combate por la visibi-
presentar el afecto homoerótico que había lidad homosexual en nuestro país. Vistas
adquirido cierta legitimidad a partir de los desde la perspectiva actual de una identidad
referentes helénicos desde principios de siglo. LGBTI combativa y aún cuestionada pero
La homosexualidad era entonces perversa, lejana de aquellos primeros encontronazos
transgresora o ilegal, pero el erotismo efébico a cielo abierto, estos discursos pueden
tenía elementos de idealización. (Mira pecar de excesivo afán “asimilacionista”. Se
2008, 90) trata, en general, de personajes ambiguos,
La legitimación histórica y cultural, que alienados, representados a menudo como
remite el deseo homoerótico a fuentes víctimas de un sistema que no tiene sitio
históricas, como comenta Mira, o a ámbi- para ellos y carentes del halo de ingenuidad
tos de excelencia individual y de alta cultu- que caracterizaba a la versión más popular
ra, se aprecia, sobre todo en las primeras de los adolescentes cinematográficos del
películas españolas sobre esta cuestión. A periodo dictatorial.
un dios desconocido (Jaime Chávarri, 1977) Muy al contrario, el personaje adolescente
nos conecta con la obra y el universo lor- se muestra dueño de sí y, heredero de
quianos cuyo poema Oda a Walt Whitman Lolita, es capaz de traer en jaque al adulto
constituye el leitmotiv de la película. El sobre el que ejerce un poder tiránico basa-
diputado (Eloy de la Iglesia, 1978) abre los do sobre la base del conocimiento y el
títulos de crédito con planos detalle - control de la fascinación que su cuerpo y su
intercalados con planos que remiten a la juventud provocan.vi
Revolución Rusa de 1917- de la escultura
David, de Miguel Ángel. Cambio de sexo
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 15
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
12. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
rar una reflexión plena de matices sobre la
Gráfico nº 3. La Estética del Calzoncillo. naturaleza homosexual y también sobre la
Representación del cuerpo adolescente
adolescencia, aunque lo hiciese en este caso
en personajes diferenciados, y romper o
revisar algunos mitos a propósito del eter-
no binomio hombre maduro-adolescente.
Este es el único personaje no homosexual
que trataremos, pero la interacción adoles-
cencia-madurez y la relativa a heterosexua-
lidad-homosexualidad revelarán, como
veremos, parte del imaginario que preten-
Fuente: De la Iglesia (1976) demos sacar a la luz.
En esta película, junto a Eduardo, el hom-
No debemos entender que al hablar de
bre maduro al que nos referíamos, profe-
homosexualidad y adolescencia en el cine
sional de éxito, atractivo y homosexual
español debemos restringirnos exclusiva-
aparece Miguel, un adolescente hetero-
mente a analizar personajes adolescentes
sexual de extracción humilde que lucha
representados como LGBT; de hecho será
esforzadamente por prosperar y que pre-
interesante ver otro tipo de interacciones
senta un plan vital de una sencillez ejem-
que permitirán cuestionar, de manera
plar consistente en finalizar estudios en una
bastante subversiva, viejos modelos y tópi-
academia al tiempo que trabaja para, más
cos. Veamos, pues, la galería de persona-
adelante, casarse con su novia y fundar una
jes; una muestra particular que, pretende-
familia.
mos, nos permita obtener una visión gene-
ral de esta polifacética y, por ello, compleja Sobre este lienzo de ortodoxia hegemóni-
cuestión. ca, Eloy de la Iglesia introducirá el factor
homosexual con dos objetivos: elaborar un
3.1. Miguel discurso de carácter pedagógico sobre la
Como acabamos de decir, resulta intere- propia cuestión homosexual (Aguilar 1996,
sante abordar otro tipo de equilibrios, Alfeo 2000 y Melero 2010) y su integra-
como el que se establecen en Los placeres ción en el discurso dominante y romper los
ocultos. En esta caso vamos abordar la rela- mitos habitualmente asociados a la homo-
ción entre un personaje adolescente no sexualidad y que el propio Eduardo explici-
LGBT y un homosexual maduro. Es un ta en diferentes momentos en Los placeres
caso peculiar en nuestro cine, pero inclui- ocultos relacionados con la soledad, la mar-
remos a Miguel porque su interacción con ginación y la promiscuidad sexual.
Eduardo permitió a Eloy de la Iglesia elabo-
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 16
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
13. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
Eduardo, quien manifiesta un interés cla- cubrir ese vacío, librarme de esa soledad a la
ramente erótico por Miguel al principio de que estamos inevitablemente condenados los
la película, decide en un momento dado que somos así.
reconvertir su deseo en casto afecto, en RAÚL: -Te veo muy sensiblero, Eduardo.
una suerte de reinterpretación del mito de
EDUARDO: -Es que con estos chicos lo pue-
la doncella y el unicornio, con todas sus
do conseguir. Gracias a ellos puedo dejar de
connotaciones sexuales, en el que el pre-
ser un solitario, un marginado.
sunto candor del joven Miguel apacigua el
instinto depredador, entendido en este Pero volviendo a la cuestión de los equili-
caso además como moralmente aniquila- brios y de las relaciones de la adolescencia
dor, de Eduardo. con la homosexualidad, Miguel representa
un nuevo tipo de adolescente y es, pese a
El personaje de Eduardo cambiará su rol de
su vocación claramente positiva, un perso-
seductor por una actitud más paternalista
naje con luces y con algunas sombras.
cuyo afán es merecer la confianza redento-
ra de Miguel, a través del cual Eloy de la Gráfico nº 4. Miguel y Carmen con
Iglesia hace explícita la opinión general y el Eduardo. Replanteando la familia
imaginario de la ciudadanía en relación con
la homosexualidad. Para lograr esta con-
fianza tendrá que pasar las pruebas del
chantaje y del desprecio íntimo y colectivo
materializado en -y a través de- la figura de
Miguel.
Eduardo es la expresión del buen homo-
Fuente: De la Iglesia (1976)
sexualvii (Smith 1992, 144), del gay que
renuncia a la satisfacción de su deseo sexual
Eloy de la Iglesia, cuya intención pedagógi-
-“No te preocupes, puedes estar tranquila,
ca es muy clara y está llena de matices
nunca ha pasado nada ni nunca pasará" le
relacionados con la esfera de lo privado, de
asegura Eduardo a Carmen, la novia de
lo público y, en general, con el posiciona-
Miguel, en la secuencia del lago en la que
miento político que impregna su cinemato-
se sincera con ella- en aras de conseguir un
grafía, no desaprovecha la ocasión para
bien de orden superior: el afecto sincero
poder elaborar una crítica más o menos
que le permita huir de la soledad, de la
sutil sobre la honradez.
marginalidad y construir, junto a Miguel y
Carmen, una suerte de familia. Miguel, además del joven esforzado que
intenta salir adelante, es aprovechado tam-
EDUARDO: -(...) a mí me gustaría formar
una especie de familia ¿comprendes? Quiero
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 17
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
14. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
bién para denunciar la actitud hipócrita EDUARDO: ¿Qué pensarías si te dijese que
vinculada a la heteronormatividad. la carta que recibiste la escribí yo? Que esa
Durante una buena parte de la película, el organización no existe. Que todo ha sido
espectador asume como ciertos los roles una invención mía para tenerte a mi lado
victorianos al uso: el homosexual maduro y ¿eh? ¿Qué pensarías?
corruptor que acecha al joven ambiguo e MIGUEL: ¿Pero qué interés podías tener tú
ingenuo, ignorante de la amenaza que se en mí, si ni siquiera me conocías?
cierne sobre él, quien otorga su confianza Esta pregunta abre la puerta a „La Verdad‟
casi a ciegas al que cree que no es más que y, con ella, a la ruptura del esquema. El
un espontáneo benefactor sobre quien espectador va a enterarse de que en reali-
proyecta la admiración a una figura paterna dad el equilibrio entre Eduardo y Miguel es
ausente de su entorno familiar. fruto de una negociación tácita profunda-
MIGUEL: Es gracioso, pero cuando salgo por mente arraigada en el imaginario colectivo.
ahí contigo, la gente debe pensar que eres mi Es muy común, aún hoy en día, el argu-
padre. Te parecerá una chorrada, pero eso mento heteronormativo según el cual la
me gusta. realidad LGBTI es „tolerable‟ en la medida
EDUARDO: Los padres no suelen llevarse en la que se circunscriba a la esfera de lo
por ahí a sus hijos de juerga, y mucho menos estrictamente privado y no se haga visible
a buscar fulanas. en la esfera de lo público. Si esto último
MIGUEL: ¿Por qué no? Yo me pongo a ima- sucede, el factor LGBTI se percibe como
ginar y me imagino lo que me da la gana y una amenaza para el orden social que preci-
me invento un padre cachondo, inteligente, sa urgentemente ser controlada, borrada,
comprensivo. Con dinero, por supuesto. Ve- contestada y severamente amonestada en
mos, un tío como tú. nombre de la conveniencia. El hermano de
Eduardo se lo deja bien claro cuando se
[Eduardo guarda silencio y mira a Mi-
entera de la agresión sufrida por él a manos
guel]viii
de unos pandilleros:
¿Por qué me miras así? Estás pensando que
EDUARDO: ¡Oye Ignacio, hace años te
soy tonto ¿verdad?
conté mi „problema‟, no creo que vayas a ex-
EDUARDO: No, Miguel, estoy pensando en trañarte ahora! (El entrecomillado es nues-
lo ridículo de esta situación. tro).
MIGUEL: Ya. Creo que me he pasado ¿no? IGNACIO: Sí. Y acuérdate de lo que te dije:
EDUARDO: El ridículo es por mi parte, no tú puedes ser como seas, pero la discreción
por la tuya. está por encima de todo. No puedes olvidar
MIGUEL: ¿Por qué?
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 18
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
15. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
quién eres ni el cargo que ocupas ni los ape- EDUARDO: Tengo que decirte toda la ver-
llidos que llevas. dad, necesito que la sepas.
Ignacio le desglosa a Eduardo con absoluta MIGUEL: Pero yo no, ¿no te das cuenta?
claridad los límites infranqueables de la ¡No necesito saber tu verdad! ¡Nunca he
„generosidad‟ heteronormativa en materia querido saberla!.
de tolerancia: el estatus social, la credibili- EDUARDO: Miguel... [cogiendo entre sus
dad profesional y el honor y el buen nom- manos la cabeza de Miguel].
bre de la familia. Como se suele decir co-
MIGUEL: [Zafándose] ¡Quita, marica, suél-
loquialmente: "de libro". Estos parámetros
tame! No te creas que yo soy un imbécil. Me
suelen ser la piedra de toque para distinguir
he criado en un barrio, sé todo lo que hay
verdadera integración de simple tolerancia
que saber. Desde los doce años he conocido
y Eloy de la Iglesia aborda esta cuestión a
tipos como tú que te siguen por la calle o se
través de Miguel cuando Eduardo decide
te arriman en el metro, pero confié en ti por-
contarle su „verdad‟ en una complicada
que... ¡porque en alguien hay que confiar,
escena que constituye el momento, a nues-
coño!
tro juicio, más trascendente en la argumen-
tación reivindicativa de Los placeres ocultos. EDUARDO: Escúchame, por favor...
El diálogo entre Miguel y Eduardo contin- MIGUEL: Ya te he escuchado bastante
úa y se precipita hacia lo inevitable e irre- ¿Además, para qué tanto juego? habérmelo
versible. Escuchemos de nuevo a los perso- propuesto el día que me hablaste en el esca-
najes: parate, te hubiera dicho que no y ya está.
EDUARDO: El día que te abordé en el esca- Lo que podríamos denominar como el
parate de las motos no era la primera vez “problema de la verdad” se volverá a plan-
que te veía, llevaba varios días observándo- tear en El Diputado. La verdad es la chispa
te... ¿Comprendes?. que hace estallar el conflicto porque rompe
MIGUEL: No. el equilibrio que se establece entre honra-
dez y autoengaño.
EDUARDO: Al principio era sólo una simple
atracción física, pero se fue convirtiendo en Miguel es el ingenuo y honesto joven que
algo más importante. Por las noches pensa- se beneficia de su relación con Eduardo, el
ba: „mañana se lo diré‟, pero cuando llega- adinerado maduro homosexual, sin que le
bas, cuando te sentía cerca me entraba un asalten dudas acerca ni de su honradez ni de
infinito miedo a perderte y me contenía, es- su honestidad –que no son lo mismo- am-
perando... deseando que llegase el momento parado en la coartada de su pretendido
de poder decir... „des-conocimiento‟.
MIGUEL: ¡Venga, calla! ¡Cállate!
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 19
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
16. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
Cuando Eduardo decide abrir su corazón, La segunda sería “Con dinero, por supues-
se encuentra con una respuesta muy pecu- to”, que casi de pasada revela la verdadera
liar para la época; Miguel, en lugar de naturaleza del interés del pretendidamente
reaccionar desde la homofobia más básica e ingenuo Miguel: un cambio de posición
irracional, lo hace desde una posición mu- social que, por otra parte, no parece reper-
cho más elaborada que nos permite com- cutir –y desde luego el discurso tiene oca-
prender que la ingenuidad de Miguel no sión de mostrar lo contrario y no lo hace-
era más que un espejismo. en la vida de su madre o de sus hermanos
Este quiebro supone una ruptura de para- menores.
digma sorprendentemente temprana pues, La tercera saca a la luz la naturaleza „artifi-
al fin y al cabo, Los placeres ocultos es, en cial‟ de su imaginario: “Yo me pongo a
1976 y tras años de lucha con la censura, la imaginar y me imagino lo que me da la
primera película en la que se aborda la gana”. Es decir, Miguel no se engaña; su
cuestión homosexual de manera central. El imaginario con Eduardo es una construc-
clásico esquema del adulto corruptor – ción sobre la que el personaje manifiesta
como el propio Eduardo se define en algún tener absoluto control y, puestos a elegir,
momento- y el adolescente ingenuo salta ha elegido la que mejor le cuadra, como es
por los aires en esta secuencia en la que se lógico. Pero éste es el verdadero conflicto
aborda la gestión de la verdad. de Miguel con la „verdad” de Eduardo:
Como varón heterosexual debe rechazar a que, al aflorar, le deja sin coartada y sin vía
Eduardo, lo que implica renunciar a los de escapatoria y pasa de ser “lo que le da la
beneficios que de él obtiene: trabajo, afec- gana” a convertirse en “lo que es” y, sobre
to, seguridad y la „ilusión‟ de otra vida, so todo, lo que puede ser a los ojos de los
pena de convertirse en „sospechoso‟ a sus demás: el amigo de un „marica‟ de cuya
propios ojos. Las motivaciones y el conflic- protección, en su nuevo rol de joven
to de Miguel aparecen claras ahora ante sexuado y potencial objeto de deseo, se
nuestros ojos en tres expresiones del diálo- beneficia. Sigue así la tradición de los mu-
go citado anteriormente: chos adolescentes que le han precedido
desde el principio de la Historia y que
La primera sería “La gente debe pensar que
vincula su propia identidad a la identidad
eres mi padre”, que evidencia la interiori-
de su presunto erastés. Todas estas imágenes
zación y la plena consciencia de Miguel de
se harán explícitas por boca de la amante
la mirada de los otros sobre su relación con
de Miguel en la escena del chantaje a
Eduardo y la tranquilidad de que lo que
Eduardo.
probablemente piensan le deja a salvo de
toda sospecha. Ya no se trata, pues, del esquema paterno-
filial inocuo en el que Miguel nos hacía
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 20
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
17. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
pensar que creía; ahora sabemos que el RAÚL: Pues prepárate a luchar. Pero no solo
joven era consciente a priori de su rol po- contra un marica que te ofrezca quinientas
tencial, lo que le coloca contra las cuerdas pesetas por acostarte con él. Piensa que a lo
de la objeción moral y, más aún, del cues- mejor todos los días estás vendiendo cosas
tionamiento identitario y del escarnio más importantes que eso y ni siquiera te has
público, como acabará ocurriendo. dado cuenta... por eso te digo: prepárate a
Tras este punto en la trama, en Los Placeres luchar.
los significados se recolocan y Eduardo se Efectivamente; la honestidad y la integri-
da cuenta de que la verdad le rodea y que, dad no residen en la bragueta y Miguel
incluso, se le demanda. puede no estar siendo tan honesto –ni tan
Miguel se somete a un proceso rápido de íntegro- como él proclama.
pedagogía „gayfriendly‟ a cargo del ex- Con las ideas ya más claras, Miguel vuelve
amante de Eduardo, Raúl, que es quien al encuentro de Eduardo y, como prueba
lleva la voz explícitamente reivindicativa y de su nuevo compromiso, decide enfren-
deliberadamente panfletaria en la película, tarse a quien ha capitaneado un ataque
un tono que hoy en día puede chocarnos contra su personaix. Se reparten de nuevo
pero que era frecuente en aquel momento. los naipes de esta particular partida y Mi-
Raúl le pone los puntos sobre las íes a Mi- guel y Eduardo hablan abiertamente de la
guel y separa con destreza dialéctica el homosexualidad, su naturaleza y sus cir-
grano de la paja en materia de honestidad: cunstancias en un diálogo que debió resul-
MIGUEL: Pero yo no soy de los que se van tar fascinante para el espectador de la época
con un marica para sacar la pasta ¿Com- (Melero 2010, 232). Cada uno desde su
prende? Y eso que las he pasado muy pu- posición y, con las cartas boca arriba, reini-
tas… cian una nueva relación, eso sí, con el pe-
culiar –por lo explícito- pacto de no agre-
RAÚL: Me parece muy bien. Muchos que
sión (sexual) por parte de Eduardo:
empiezan cobrando luego terminan pagando
por hacer lo mismo. EDUARDO: Pero llegas a una conclusión y
es que todos tenemos derecho a ser como so-
MIGUEL: Por eso. Pero la culpa la tienen
mos, y que nadie, absolutamente nadie, tie-
los maricas. Ellos son los que… [Raúl le
ne por qué a hacerte cambiar
corta]
MIGUEL: Bueno, eso es cierto, pero…
RAÚL; Un momento ¿eh? que no solo co-
rrompen los maricas…. EDUARDO: Te advierto que yo tampoco lo
había comprendido, pero de repente me di
MIGUEL: Pero yo no estoy dispuesto a que
cuenta de que es así. Por eso nunca intentaré
nadie se aproveche de mí.
nada contigo; puedes estar tranquilo. Tam-
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 21
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
18. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
poco yo tendría derecho a hacerte cambiar a MIGUEL: -Lo importante es que la he perdi-
ti. do a ella.
MIGUEL. ¿De verdad? EDUARDO: -¿A Carmen? Pero...
EDUARDO: De verdad. MIGUEL: -Su padre no me la dejará ver
MIGUEL. ¿Podemos entonces ser amigos? nunca más.
EDUARDO: ¡Debemos ser amigos! Por cierto EDUARDO: -¿Qué ha ocurrido?
¿cuándo me presentas a tu novia?” MIGUEL: -¿Que qué ha ocurrido? Si tú tie-
Con esta introducción del factor femenino nes la culpa de todo: tú me has sacado de mi
entre los hombres se sella un nuevo contra- mundo, de mi ambiente, para meterme en el
to. Miguel “puede estar tranquilo” por lo tuyo.
que respecta a Eduardo, pero ¨los otros” EDUARDO: -¿Pero qué estás diciendo? Tra-
son otra cuestión, como pronto se verá. ta de razonar...
La despechada, desesperada y también MIGUEL: -¿Razonar? Si yo no te hubiera
madura amante de Miguel –otra evidencia conocido nunca, si no te hubiera tratado,
de la falsa ingenuidad de Miguel y de su ahora no pensarían de mí que soy un marica
indudable heterosexualidad- al ver que como tú.
Miguel la está dejando de lado, decide El “prepárate a luchar” de Raúl adquiere
mover ficha y chantajear a Eduardo; como todo su sentido. La homofobia no es solo
éste no se aviene, habla con los padres de una cuestión que afecte al sujeto homo-
Carmen, su novia, del presunto „lío‟ de sexual; es una fuente de sufrimiento e
Miguel con Eduardo. El resultado es ca- inestabilidad que afecta al entorno y, por lo
tastrófico para Miguel que responsabilizará tanto, es parte de una batalla colectiva que
a Eduardo de su desgracia, y lo hará en interesa a la sociedad porque, como afir-
público, en la oficina del banco que dirige, maba Eduardo, “todos tenemos derecho a
protagonizando el primer acto de „outing‟ ser como somos”.
de la historia del cine español.
Eloy de la Iglesia deja el final deliberada-
Aparecen así, de una tacada, algunos de los mente abierto probablemente huyendo de
temas que van a ser recurrentes en el en la una final feliz demasiado blando y obvio. El
modalidad reivindicativa de representación mensaje ha sido entregado a la sociedad.
LGBT: El chantaje, lo peligros de la visibi- Tras el desastre, alguien llama a la puerta
lidad, la vulnerabilidad, el escarnio público de Eduardo; por su expresión, son buenas
y la redención del personaje homosexual. noticias y seguramente se trata de Miguel.
EDUARDO: -Miguel ¿Qué haces aquí?
¿Quién te ha hecho eso?
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 22
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
19. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
3.2. Juanito asestarle un duro golpe a la incipiente de-
mocracia española.
Como se ha dicho las „encarnaciones‟ de la
adolescencia en el cine de este periodo Juanito es inicialmente el victimario de
parecen empeñadas en romper con la tradi- Roberto, la figura encargada de ganar la
ción del adolescente ingenuo y aniñado, del confianza de la víctima para luego, en con-
personaje viscontiano, un cambio de para- nivencia con los verdugos, franquearles el
digma perfectamente expuesto por Eloy de paso dejando que hagan lo que quieran
la Iglesia por boca de Roberto Orbea en El hacer. A Juanito se le promete a cambio
Diputado (Eloy de la Iglesia, 1978) cuando una importante suma de dinero por el
él y su amante, Juanito, son sorprendidos „trabajo‟.
por su esposa, Carmen: Pese a su rostro angelical, el imberbe Jua-
ROBERTO (A CARMEN): -¿Te lo imagina- nito no solo no es un personaje viscontiano
bas diferente, verdad que sí? Supongo que de “mírame y no me toques” como Tadzio
pensabas en un adolescente frágil; en un per- en La muerte en Venecia (L. Visconti, 1971);
sonaje de Visconti que pueda aparecer en Juanito, como su colega Nes (Ángel Par-
una playa del Lido de Venecia con música de do), es un adolescente con pocos escrúpu-
Mahler al fondo. Pues no Carmen, no es un los que ni siquiera cuenta con la coartada
pequeño Lord que pueda enamorar a Oscar discursiva de la “necesidad imperiosa” para
Wilde ni un efebo griego ni un “petit prin- explicar sus acciones. Conseguir una moto
ce”, no. Ya lo ves, es un lumpen, un golfillo o una buena “chupa” son razones suficientes
de barrio. Y nada de canciones de Mahler ni para prostituirse y tampoco pretende justi-
arias de ópera ni playas en Venecia, nada de ficarse por ello.
eso. Música hortera, discotecas estridentes, Su cara y su cuerpo son su capital y su
barrios hacinados, motos robadas… miseria. negocio se basa en la gestión del deseo que
Ese es su mundo. es capaz de despertar en los hombres ma-
Juanito es, de hecho, bastante más que “un duros, o al menos esa es su autojustifica-
lumpen, un golfillo de barrio” como ción porque, en realidad, y como se verá,
románticamente es visto por Roberto Or- su propio deseo está implicado en la tran-
bea desde su madurez idealizante y algo sacción.
paternalista; es un joven de extrarradio El Diputado es una historia de culpa y re-
que se dedica a la prostitución y que es dención y un alegato en favor de la libertad
captado por una organización de extrema sexual y por la integración social del deseo
derecha para tenderle una emboscada al bisexual, si bien acaba basculando hacia su
carismático diputado y líder del PCE con el vertiente exclusivamente homosexual. En
fin de desacreditar a la izquierda y de paso este escenario la lucha política y el contex-
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 23
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
20. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
to sociohistórico son la clave de un discurso Las películas eróticas de la Transición son
legitimador en la medida en la que ambos también un testamento de la aparición de
factores impregnaban todo el tejido social „sexualidades periféricas‟ en el cine narrati-
de la época, especialmente los sectores más vo, puesto que vienen a ser las primeras re-
reprimidos por varias décadas de dictadura presentaciones del lesbianismo asimiladas
obsesionada con el control de la vida abiertamente en el cine comercial. Este hecho
sexual, pero la homosexualidad también hace que estas películas sean ejemplos valio-
era rechazada por sectores de la propia sos del debate que han llevado a cabo críticos
izquierda, como bien lamentaba un desen- feministas que han señalado cómo la mirada
cantado Ocaña en Ocaña, retrat intermitent patriarcal convencional ha monopolizado la
(Ventura Pons, 1978). Como bien señala representación del sexo entre mujeres y ha
Melero, „colonizado‟ (Dworkin 1981, 47) a la les-
El rechazo descarado de la derecha y la biana, conquistando su cuerpo para el dis-
hipocresía y cobardía de la izquierda deja- frute exclusivo del hombre, apoderándose de
ban a los grupos de liberación homosexual ella y convirtiéndola en un objeto, al mismo
desamparados en su búsqueda de un espacio tiempo que ha ofrecido la posibilidad de ex-
político. (2010: 242) poner formas de sexo nuevas y trasgresoras
„desmitificando un número de prácticas que
Volviendo a la dictadura, la férrea repre-
han sido tabú para muchas mujeres‟ (Webs-
sión sexual de un régimen interesadamente
ter 1986, 35)
confesional había afectado, si bien en muy
diferente grado y con distintas consecuen- Este destino compartido de represión puso
cias, tanto a homosexuales como a hetero- a la sociedad española en disposición de
sexuales. Las generosas cifras de taquilla y recibir y comprender la denuncia de
el boom de las películas de contenido eró- prácticas represivas y la demanda de res-
tico son la prueba de la avidez del pueblo paldo por parte de otras realidades sexua-
español por recuperar el tiempo perdido en les, por chocantes que pudieran resultar.
la construcción del imaginario sexual que Probablemente el mayor reto de El Diputa-
identificaba la libertad sexual con la Liber- do fuese resolver la paradoja argumental de
tad con mayúsculas. El debate en torno al que un dirigente de izquierdas, empeñado
cuestionamiento o la confirmación del en la lucha por la liberación de las clases
carácter “liberador” de estas películas en oprimidas, recurra a la prostitución de un
relación con la mujer en general y con el joven alienado para satisfacer su deseo.
lesbianismo en particular sigue abierto. Como indica Casimiro Torreiro (1996, 37)
Alejandro Melero (2010, 124) lo resume
El Diputado y Miedo a salir de noche
eficazmente del siguiente modo:
(1979) constituyen el recordatorio de que De
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 24
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
21. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
la iglesia no sólo está dispuesto a criticar a trama, destaca que el principal conflicto de
sus adversarios políticos, sino también a mi- Juanito no sea el hecho de dedicarse a la
rar debajo de la propia alfombra […] en prostitución o a cometer delitos, sino pen-
busca de contradicciones de una moral su- sar en que la verdadera pulsión de su acti-
puestamente progresista que se oculta de vidad sexual sea su propio deseo homo-
manera vergonzante frente a ciertas cuestio- sexual.
nes incómodas (homosexualidad, drogas JUANITO [A Roberto]: Cuando le acompañé
blandas, relaciones de triángulo); una vez a su habitación me puso la mano en la bra-
más, un discurso sobre lo que implícitamente gueta. Me dijo que me daba quinientas „pe-
se había consensuado no hablar. las‟ si me dejaba hacer una paja. Yo ya hab-
Nuevamente la opción de los protagonistas ía oído hablar de eso ¿sabes? Algunos de los
por la verdad será la clave para sortear la que trabajaban en el hotel se iban por la no-
paradoja, pero también sentenciará su final. che a hacer la carrera al „drugstore‟ ¿Y sabes
Roberto Orbea es un hombre maduro y lo que más me jodió? Que en cuanto empezó
desorientado cuyo comportamiento sexual a meneármela me corrí. Sí, sí, me corrí en
y cuyas ideas discurren por vías separadas y seguida. Yo me preocupé; dije: a ver si voy a
esencialmente contradictorias. Al optar por ser yo también maricón ¡Vaya chorrada! Yo
la autenticidad al confesarle a Carmen la lo hice por la pasta, y ya está. Me corrí, cla-
naturaleza de su deseo y establecer con ella ro, pero eso le pasa a cualquiera.
y su amante, Juanito, un bien avenido Tras esta declaración, rota la máscara ini-
triángulo, Orbea recupera parte de su cial pese a toda negación, la violencia de
coherencia. Por otro lado Juanito va des- Juanito, como ocurriera con la de Miguel
prendiéndose poco a poco y no sin conflic- en Los placeres, -y por similares razones- se
to, de su cinismo, de su alienación, y va dispara. El sentirse definitivamente desnu-
cediendo a la verdadera naturaleza de sus do ante Roberto le lleva a atacarle e intenta
emociones. dar marcha atrás en su apuesta por la since-
Juanito se miente a sí mismo diciendo ridad:
dedicarse a la prostitución por dinero y JUANITO: (…) Soy un chulo, no te hagas
pertenecer a una familia relativamente ilusiones y si estoy contigo es porque [Juani-
acomodada; acabará reconociendo ser hijo to parece dudar]… pues porque me sueltas
de una madre soltera, con lo que ello signi- la pasta ¿O qué te habías creído, so gilipo-
ficaba aún en esa época, y revelando sus llas?
dudas sobre la verdadera naturaleza de su La duda de Juanito al señalar la motivación
deseo. En la secuencia de la pelea entre económica como la única razón de su per-
Roberto y Juanito, punto de inflexión en la manencia junto a Roberto revela la verda-
evolución de ambos personajes y de la
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 25
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net
22. Alfeo J.C., González de Garay B. y Rosado, M..J.: Adolescencia LGBT en el cine español
dera naturaleza del conflicto y resulta obvio necesidad del sujeto para romper la diso-
que toda la violencia subsiguiente es un nancia con el entorno. La mentira es lo que
ejercicio de negación de un vínculo afectivo convierte en vulnerables a los personajes de
con el diputado, porque una cosa es la ambas películas y el reconocimiento de la
actividad sexual, el deseo pragmático, y verdad y de sus implicaciones, será la ac-
otra muy distinta es la amenaza identitaria ción que convierta al personaje en héroe
de una vinculación emocional imposible de pues, como a tal, le enfrentará a su destino.
justificar al mismo nivel ni con la misma Gráfico nº 5. Juanito antes y después
facilidad que la primera. de su transformación de chapero a
joven comprometido
Uno de los hilos más interesantes de seguir
en El Diputado es precisamente la transfor-
mación psicológica y física de Juanito desde
su estatus inicial de joven delincuente hasta
su posterior expresión como joven com-
prometido, militante y preocupado por la
suerte de Roberto.
Al inicio de la película Juanito viste como
cualquier chaval de barrio; cabello desor-
denado, vestuario de macarra al uso con
pantalón ceñido, cinturón ancho, cazadora,
camiseta y pose de chapero. Todo ello
constituye sus iniciales señas de identidad,
pero estas señas se van transformando a lo
largo del relato y acabará notablemente
mejor vestido y bien peinado con gestos
Fuente: De la Iglesia (1978)
más contenidos y nobles intenciones, remi-
tiéndonos a un prototipo de “buen chaval”
ROBERTO: […] Bueno… sabía que me
al que era ajeno inicialmente.
engañabas en algunas cosas, desde luego, pe-
El mensaje liberador de Roberto ha hecho ro en el fondo estaba convencido de que todo
su trabajo, dirimiendo con ello parte de su no podía ser falso.
incoherencia, y Juanito parece haber en-
JUANITO ¿A que no sabes cuál es la mayor
contrado su lugar en un mundo hostil.
mentira que te he contado?
El “problema de la verdad” vuelve a ser un
ROBERTO: Indudablemente no decirme que
aspecto central de la trama de El Diputado,
eras un cebo de los fascistas
como lo fue en Los Placeres Ocultos; una
9/E REVISTA ICONO 14 – A9/ESP – pp. 05/57 | 10/2011 | REVISTA DE COMUNICACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS | ISSN: 1697–8293 26
C/ Salud, 15 5º dcha. 28013 – Madrid | CIF: G - 84075977 | www.icono14.net