Luisa de Marillac y la educación de las niñas pobres
Sí a la vida, no a la violencia y al crimen. 26 de agosto de 2009
1. SÍ A LA VIDA, NO A LA VIOLENCIA Y AL CRIMEN
Este es un comunicado que emite La Secretaría General de la Conferencia Episcopal
Paraguaya por la constante inseguridad y violencia que estamos viviendo
COMUNICADO
SÍ A LA VIDA, NO A LA VIOLENCIA Y AL CRIMEN
La sociedad paraguaya se ve sacudida por la inseguridad, la violencia y el crimen. El
secuestro extorsivo y asesinato del joven Juan Ortíz llena de dolor e indignación no sólo a
sus padres, familiares y seres queridos, sino también a la ciudadanía toda.
Los hechos de robos y asaltos formanparte, lamentablemente, de la cotidianidad de nuestro
país. Son frecuentes también los crímenes violentos, que no siempre se aclaran y quedan
a la sombra de las sospechas y de la impunidad.
El Estado tiene la obligación de proteger la vida y los bienes de las personas en el marco
del estricto respeto a la dignidad humana y a las garantías que confieren la Constitución y
las leyes.
Se impone una revisión estructural de los órganos pertinentes del Estado para el fiel
cumplimiento de su rol. Los organismos de seguridad deben dar seguridad. Esa es tarea
del Estado.
Dios quiere que todos sus hijos "tengan vida y la tengan en abundancia", en Jesucristo (
Jn. 10,10). La vida plena y digna de cada habitante del suelo paraguayo es una tarea que
involucra a toda la ciudadanía, pero es responsabilidad fundamental de quienes tienen a su
cargo la administración de las instituciones públicas.
Es necesaria una profunda conversión al Señor que lleve al cambio del corazón y de las
actitudes que permitan una convivencia pacífica y armónica en la sociedad paraguaya.
La paz es fruto de la justicia y de la equidad. "La paz peligra cuando a las personas no se
les reconoce aquello que les es debido en cuanto a su condición humana, cuando no se
respeta su dignidad y cuando la convivencia no está orientada hacia el bien común"
(Compendio de la DSI, 494)
Asunción, 26 de agosto de 2009
SECRETARÍAGENERAL DE LA CEP