Valentina, una chica con virtudes y defectos, se considera muy romántica, me gusta las flores, los dulces y que mis amigos sean detallistas, vivo al otro lado de la frontera en la ciudad de Mérida, vivo con mi papá y mamá, mi madre es profesora del mejor colegio de esta ciudad, mi papá es un obrero de fábrica de textiles, un día por mejorar la calidad de vida, a papá le asignaron un cargo mejor que el que tenía, le ofrecieron ser administrador de una empresa de textiles en Guadalajara, sin dudarlo papá acepto. Cuando papá nos comunicó que dejaríamos todo, fue la peor noticia que me habían dado nunca pensé que dejaría todo lo que tenía a mi alrededor, mis amigos, mi casa y sobre todo a él, Alejandro mi novio, la persona que me enamoró con sus palabras y detalles, era el chico del cual me había enamorado. Llego el día de partir, Alejandro estaba afuera de casa, con sus ojos llenos de lágrimas, no pudo contenerse, se acercó nos abrazamos y dijo que nunca me olvidaría que él me visitaría en algún momento. El camino a Guadalajara se hizo muy largo, mama decía que no me desesperara que íbamos a llegar pronto, durante el trayecto hacia la nueva ciudad, solo pensaba en cómo iba hacer mi vida en una nueva ciudad me llene de mucha preocupación, no sabía que pasaría conmigo, solo era imaginación, era como que volver hacer amistades con gente que no conocía y que no sabía cómo era su cultura