2. Lo primero que hay que saber es que las estrellas son entregadas a aquellos restaurantes
merecedores de aparecer en la Guía Michelín que se publica en más de 12 países del mundo. Esta
guía nace de la compañía Michelín, productora de cauchos. En 1900, los hermanos André y
Édouard Michelín deciden publicar una guía que muestre tipos de neumáticos, usos, tips para
reparar fallas simples en un vehículo y mapas incluyendo una sección de hostelerías para los
viajeros.
Eustiquio José Lugo Gómez
3. En 1920, luego de la guerra, los ejemplares comienzan a ser vendidos a un costo de 750
francos o 2$, lo que provocó un cambio considerable en el listado de restaurantes que se
presentaban, estableciéndose listas y categorías dentro de la ya afamada guía roja. Hoy es
una referencia infalible de qué sitios visitar para aquellos que buscan experiencias de alto
nivel con la comida.
Eustiquio José Lugo Gómez
4. ¿Quién decide que restaurantes son merecedores?
Los jurados responsables de catar los platillos de estos restaurantes son una especie de
agentes encubiertos. Muy pocas personas de Michelín conocen los nombres de los
críticos, de hecho ni siquiera los dueños de la empresa tienen esa información. Esta es la
forma en la que han tratado de mantener honestos resultados sin que sean influenciados
por intereses exteriores.
Eustiquio José Lugo Gómez
5. El juez Michelin se presenta en cada restaurante sin previo aviso y sin distintivo alguno,
por lo tanto es atendido como un cliente más, esto le permite tener la objetividad y la
experiencia que cualquier comensal merece. Las visitas de los jueces al restaurante
pueden realizarse de 5 a 7 veces para evaluar la regularidad y mantenimiento de la
calidad del servicio y que no fuera sólo una cena excepcional mientras las demás pueden
ser mediocres.
Eustiquio José Lugo Gómez