Presentación realizada en la VII Reunión del Grupo de Trabajo 2025 (GT2025) de la Iniciativa América Latina y Caribe sin Hambre, en Guatemala entre el 21 y 22 de noviembre.
http://www.rlc.fao.org/es/iniciativa/seguimiento/gt2025/vii-reunion-del-gt2025/
Nota conceptual de presentación del Observatorio del Derecho a la Alimentació...
Discurso de Ignacio Rivera en Reunión del Grupo de Trabajo 2025 de la Iniciativa América Latina y Caribe sin Hambre
1. APERTURA REUNIÓN
GRUPO DE TRABAJO2025 DE LA
“INICIATIVA AMÉRICA LATINA Y CARIBE SIN HAMBRE”
Guatemala, 20 de noviembre 2013
Saludos
Señor Ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación de Guatemala;
Señor Secretario de Seguridad Alimentaria y Nutricional deGuatemala;
Señores Embajadores del Grupo de América Latina y el Caribe ante las Naciones Unidas
(GRULAC).
Señora Vicepresidenta de la Republica de Guatemala
Estimadas Ministras, Ministros, representantes del cuerpo diplomático y delegados;
Señores Representantes Regionales de organismo regionales y de organizaciones
internacionales y regionales de cooperación técnica presentes;
Señoras y Señores representantes de la sociedad civil;
Señor Representante de FAO en Guatemala;
Señor Secretario Técnico de la Iniciativa para América Latina y el Caribe sin Hambre
Señoras, Señores y estimados colegas y amigos,
En nombre de la FAO y de todos los participantes de esta Séptima Reunión del Grupo de
Trabajo 2025 de la Iniciativa América Latina y Caribe sin Hambre, quisiera expresar mi más
profunda gratitud al Gobierno y al pueblo de Guatemala por su hospitalidad y apoyo a la
organización de esta importante reunión.
Nuestra región ha tenido avances significativos en la última década de combate al hambre y
desnutrición. América Latina y el Caribe es una de las regiones del mundo que mayores
progresos ha hecho en la reducción dela inseguridad alimentaria en las últimas dos décadas.
La incidencia del hambre en esta Regiónse ha reducido en un 25%, vale decir de 65.7
millones de personas en el periodo 1990-92 a 47 millones entre 2011-2013.
Estos datos representan aún un 7,9% de la población total del continente que sufre el flagelo
del hambre; y para la FAO la única cifra aceptable de hambre es cero. Lo que nos lleva una
vez más a unir la experiencia desarrollada en nuestros países y hacer uso de la mayor
creatividad posible que tenemos para replantearnos los mejores caminos para que ningún ser
humano de esta región padezca inseguridad alimentaria en cualquiera de sus formas.
La mayoría de nuestros países enfrentan “una doble carga de malnutrición”, dado que
coexisten en los países los problemas de desnutrición ya mencionados -especialmente en los
niños-, sobrepeso y obesidad vinculados al exceso de calorías consumidas, y enfermedades
crónicas asociadas con la poca diversidad de la dieta y la carencia de micronutrientes a través
de vitaminas y minerales.
2. El desafío es aún muy grande, pero también los avances son importantes. Para continuar
nuestra misión es necesario analizar lo que estamos haciendo bien para potenciarlo y
fortalecerlo.
La reunión de este Grupo de Trabajo es una oportunidad para generar un diálogo e
intercambio de conocimiento y experiencias a nivel regional, priorizando las oportunidades y
los desafíos que tenemos actualmente.
Los insumos generados en estas jornadas de trabajo, permitirán un diálogo más fluido entre
los países para vencer el desafío del hambre que está presente en nuestra región.
La Iniciativa para América Latina y el Caribe sin Hambre se inició hace 8 años
coincidentementeen este país, durante la primera Conferencia Latinoamericana sobre Hambre
Crónica. Desde entonces, los países de la región han refrendado año tras año su compromiso
por favorecer políticas públicas y marcos jurídicos que garanticen la seguridad alimentaria y
la reducción del hambre y desnutrición en la región.
La FAO, bajo el liderazgo del por entonces Director Regional el Sr. Graziano Da Silva, viene
apoyando a la Iniciativa para América Latina y el Caribe sin Hambre desde que se inició en el
año 2005, fecha que es un hito adicional en la historia de integración de esta región, cuando
los países se unieron formalmente para encontrar maneras de reflexionar para cooperar entre
los países y hacer una realidad el derecho humano a la alimentación de todos los habitantes de
América Latina y el Caribe. La Iniciativa es ahora un referente para la Organización que yo
represento a nivel mundial, y esfuerzos similares se están promoviendo en África.
A través del seguimiento a los diferentes acuerdos realizados, la FAO valora la incidencia que
este Grupo de Trabajo ha tenido en los resultados optimistas que hoy tenemos referentes a la
reducción del hambre.
Estos logros son producto de un trabajo extenso y comprometido de todos los países que hoy
nos acompañan en esta reunión. Los esfuerzos, se han traducido en un mayor compromiso de
los Estados para impulsar políticas públicas y marcos jurídicos más inclusivos.
Gracias al Grupo de Trabajo 2025 reunido hoy, se ha logrado establecer un mecanismo por
los países de la región que realiza un seguimiento sistemático a la Iniciativa América Latina y
Caribe sin Hambre y al proyecto del mismo nombre. Valoramos en gran manera, el flujo de
información que se ha desarrollado entre las naciones que componente este Grupo de Trabajo,
que brinda a la FAO y a otras instancias, los lineamientos en materia de seguridad alimentaria
y nutricional en la región para analizarlos y discutirlos en forma participativa. También
queremos destacar el compromiso mostrado desde el inicio por la cooperación española y
brasileña por impulsar la Iniciativa.
La Iniciativa América Latina y el Caribe Sin Hambre es un compromiso político establecido
por los países de la región en el año 2005 para contribuir a crear las condiciones que
permitirán erradicar el hambre de forma permanente en el plazo de una generación. Este
compromiso profundiza desde un enfoque de derechos humanos los Objetivos de Desarrollo
del Milenio 2015 y establece una meta específica y más ambiciosa en el combate al hambre:
3. la reducción de la incidencia de la desnutrición crónica infantil por debajo del 2,5%, en todos
los países de la región al año 2025.
Esta Iniciativaha sido ratificada en diversas instancias internacionales y regionales,
incluyendo la Declaración de la Primera Cumbre de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) celebrada en enero de 2013 en Santiago de Chile, y
todas las Conferencias Regionales de la FAO para América Latina y el Caribe desde su
creación.
La Iniciativa descansa en tres ejes fundamentales:
El hambre es un problema POLÍTICO y su erradicación definitiva depende de las
acciones en esta área.
El hambre es una violación de los derechos humanos y como tal la única cifra aceptable
de personas en esta condición es CERO.
El hambre puede ser combatida desde la esfera internacional, mediante los mecanismos
de gobernanza y acuerdos que pueden ser aplicados a nivel nacional
En los últimos años hemos sido testigos de importantes esfuerzos en los países de la región a
partir de los ejes mencionados.
En ese sentido, quisiera resaltar el gran trabajo desarrollado por el Gobierno de Guatemala, a
través del Pacto Hambre Cero, que está combatiendo el hambre y está promoviendo la
seguridad alimentaria y nutricional en 166 municipios priorizados.
Sin lugar a dudas, los países hermanos y la FAO aplauden este compromiso público y
valoramos la mística y la responsabilidad con que se está implementando.
De esta manera, podría enumerar la cantidad de esfuerzos a nivel nacional para reducir el
hambre y garantizar la seguridad alimentaria, que se desarrollan en los países de nuestra
región. Sin embargo, el tiempo es corto y no me alcanzaría para reconocer uno a uno los
avances en materia de política pública inclusiva para la seguridad alimentaria que están
realizando.
Pero, permítanme decirles que su trabajo es motivo de aliciente para la FAO y que en los
últimos años vemos resultados que nos permiten estar convencidos que es posible alcanzar
Hambre Cero en nuestra región.
Estos compromisos se ven reflejados en diversas iniciativas y programas que van tomando
los organismos de integración regional como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños, CELAC, la Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR; y a nivel subregional
como la Secretaría de la Comunidad del Caribe CARICOM, y el Sistema de Integración
Centroamericana, SICA, entre otros, convirtiéndose estos organismos en un elemento básico
en la construcción del necesario compromiso político regional alrededor de la lucha contra el
hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición
4. Sumado a estos procesos ya encaminados, contamos con la gran oportunidad que los procesos
de los cooperación Sur – Sur han iniciado en nuestra región, reconociendo los importantes
avances y experiencias existentes que deben formar parte de las soluciones de este reto
común, involucrando de una forma solidaria y colaborativa a todos los países de la región.
Paralelamente, el siguiente año ha sido declarado como el Año Internacional de la Agricultura
Familiarpor la Reunión de Altos Funcionarios sobre Agricultura Familiar de la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC.
En América Latina y el Caribe la agricultura familiar produce más del 70% de los alimentos
que el resto de la población consume. Paradójicamente, estos mismos hogares sufren los
mayores índices de pobreza e inseguridad alimentaria, siendo que seis de cada diez de estas
familias rurales padecen hambre.
Este hecho representa al mismo tiempo un desafío y una oportunidad para fortalecer los
sistemas alimentarios de todos los países de la región.
Al mismo, precisamos enfatizar en estrategias ya iniciadas por los países y por FAO que
tienen una alta repercusión en nuestra región, como el cambiar a patrones más sostenibles de
producción y consumo, en un contexto decambio climático.
Asimismo, debemos reducir las pérdidas y los desperdicios, y mejorar la calidad de
nuestraalimentación, es otro de nuestros desafíos. Cerca de mil 300 millones de toneladas de
alimentos -aproximadamente un tercio de la producción anual - se pierde o se desperdicia
cada año.
También tenemos pendiente garantizar sistemas alimentarios yagrícolas más justos y de
fortalecer los mecanismos de gobernanza a nivel global. La FAO está trabajando en este tema
junto con los Gobiernos.
Nuestra región es altamente susceptible a eventos climáticos, por lo que también deberemos
considerar aumentar la resiliencia de las familias ante las amenazas y las crisisvinculadas a la
agricultura y la seguridad alimentaria. Esto requerirá implementar programas de gestión de
riesgos y poner en marcha acciones que respondan a lasnecesidades específicas de países de
nuestra región.
Finalmente, deseo resaltar que esta iniciativa pertenece a todos nuestros países, a través de los
gobiernos, los parlamentos, el sector privado, la sociedad civil y la academia, porque la lucha
contra el hambre es responsabilidad y compromiso de todos los sectores de la sociedad en su
conjunto.
Para concluir les agradezco por su compromiso a la noble misión que nos reúne en los
siguientes días de trabajo y especialmente agradecer una vez más al Gobierno de Guatemala
por su hospitalidad.
Muchas gracias.