El documento habla sobre la importancia de orar en el Espíritu Santo y permitir que guíe nuestra vida. Sugiere que debemos ofrecer nuestros cuerpos como un sacrificio vivo a Dios, poniéndolos a su disposición para que Él pueda transformarnos y enseñarnos a pensar y actuar como desea. También enfatiza la necesidad de ser sensibles a la presencia del Espíritu Santo y cooperar con Él para que nos ayude a vencer la tentación y andar en el poder de Dios.

1. El Espíritu Santo Es Nuestro Ayudador
En el Jardín de Getsemaní no estaba en el corazón de
Pedro fallarle a Dios. Si es que él hubiese orado, proba-
blemente no hubiese fallado. Cuando la tentación vino,
él no hubiese entrado en ella.
¿Qué es 1o que hay en su corazón? ¿Desea usted andat
libre de pecado? ¿Desea usted agrad¿r a Dios? Usted
desea ser un creyente sólido, uno en quien Dios pueda
depender, uno a quien Dios pueda llamarle fiel, Si es
asi el deseo de su corazón es ser un siervo sabio y fiel.
Al usted orar en el espÍritu, el Espíritu de Dios toma lo
que está en su corazón y manifiesta la voluntad perfecta
de Dios en su vida. El orar en el espÍritu hace que la
voluntad de su corazón ocurra. Causa que la voluntad
'del EspÍritu domine la carne. Le da a su espíritu control
sobre su carne.
La clave es la oración. Dé un diezmo de su tiempo
diariamente al Señor. Pase una hora orando en el
espÍritu y una hora en Su Palabrar 1r sü vida será cam-
biada.
Escuche el consejo del EspÍritu Santo a cada mo-
mento, y obedezca Sus indicaciones. Causará que el am-
biente del espÍritu llegue a ser realidad para usted. Déle
al EspÍritu Santo control de su vida. Usted comenzará a
andar en el Espíritu en lugar de la carne.
Andar en el Espíritu
Un Sacrificio Viao
¡La hora de la siega ya está aquí! Esta ola de gloria es
para cosechar las almas de esta Tierra al reino áe Dios.
Debemos eiercitar tanta diligencia hacia eI aprender a
andar en el Espíritu, como lo ñemos hecho al'aprender
a andar por fe. La gloria de Dios no está manifes'tada en
una iglesia que es floja y poco espiritual. Si
",
qr"
estamos demasiado preocupados en nuestros proiio,
deseos para buscar ál SeRor y escuchar Su voz, áste
movimiento del Espíritu sencillamente nos va a pasar de
largo. El desea moltrarnos las cosas qr" o.rdrán, ¡El
desea mostrarnos cómo andar en Su gl,oria! Es hora qle
andemos en el ambiente de lo sobreñatural.
La función del Espíritu Santo es manifestar la presen-
cia de Jesús en el cuerpo de Cristo. El está en ntsotros
para revelar la imagen-de Jesús. Lo que Le impide es
nuestra forma carnal de pensar y de actuar. Dios no
desea que nos conformeriror u
"it" mundo, ,ir,o qrá
seamos transformados, por la renovación de nuestias
mentes, a pensar y actuar como El. Dios nos está
llamando a funcionar en el ambiente del espíritu.
La manifestación
-del
poder de Dios en lá Iglesia es
relativa a la santida{ de la Iglesia. Dios no se mánifiesta
a Sí mismo cuando
!u geñte es desobediente y tiene
pecado en sus vidas. Si no dejamos de lado las cÁas del
mundo y prestamos atención a las cosas espirituales,
4
56 57

2. I
Un Sacrificio Vivo
nunca podremos andar en la gloria-que Dios quiere reve-
iu, u ,'rorotros' Debe-os
"It"
dispuestos a cambiar
.rrr"rtrm actitudes y nuestras prioridádes Para agradar al
Padre.
El EspÍritu Santo obra en nosotros para traer nuestra
conciencia o percepción al ambiente del espíritu'
Sutur",a, obra dlsde uf'"'u para mantenernos atados a
este mundo'--La
Segunda carta a Timoteo 2:21 dice que si un hom-
bre se hlmpia de iniquidad, será un.vaso de honor' pre-
prt"a. pura brenurbbtut' Note quien hace la limpieza'
in no*Ur" rnismo! ¿Y qué acuerdi,hny entre el templo de
Oroi y tot idolos? Porque'aosotros soi.s el templo del Dios
.ai-
l¡l"tí, c:omo Dios diioi uabitaré y andaré entre ellos' y seré su
iior,'y ellos serán'Mi pueblo.' Así que' amados' puesta qu.e
tenentos tales promesas,'linrpiémonos de toda contaminación de
carne v de espíritu, pei'rf,ccio'ando lq santidad en el temor de
Dios (II Corintios 6:6,7:1)'
No Se Aleje
Cttando alguno es tentado, no diga
1ue
es tentado de patte de
p¡ir; porquí o¡o, no puetle ser ten'tado por el mnl' rti El tienta
,
"rA¡L,
,ino qu, cada t'tno es tentado, cusndo de su propia con-
"ru'piilri"r:,i,,
ei atraído y seduc.ido' Entonces la concupiscenci.a'
de:spués que ha ,onruiidr, ds a luz el pecado; y el y1cLdo'
s¡eido co,rsumado, da s luz la muerte (Santiago 1:13-15)-
-
Ertu porción de la Escritura dice que somos tentados
cua.tdo nos alejamos' ¿Alejar de qué? De Dios' Como
nuevas criaturas en Ciisto- jesús, nuestro hombre in-
terior desea hacer la voluntad de Dios' Nuestros cora-
zones desean agradarle y hacer lo que es correcto en Su
vista. Sin embaigo, tenemos que contender con las ten-
taciones de la cstne."-
i" fuf^Ura rnás a menudo asociada con "la carne" es
el térrnino "luiutia." En nuestro pensamiento' está co-
Andar en el Espíritu
nectado con sexo o inmoralidad. Pero en el griego, la
palabra sencillamente significa "fuertes deseos." La lu-
juria de la carne es sencillamente el fuerte deseo de
seguir los caminos de este mundo, en lugar de los de
Dios. Por ejemplo, una lujuria por dinero le puede alejar
a usted de Dios.
Es aceptable tener un deseo por éxito, de obtener una
educación o una carrera, o ser reconocido en su pro-
fesión. Estos son permisibles si es que acaso nuestros
deseos son puestos en la perspectiva apropiada-en
segundo lugar a Dios. Pero debemos estar siempre
vigilantes de que estas cosas no nos alejen de Dios, y
que sigamos la voluntad de Dios para nuestras vidas.
Nuestro fuerte deseo debe ser por Dios.
El Padre desea que tengamos éxito. Por otra parte,
Jesús dijo, " LQué aprovechará el hombre si ganara todo
el mundo y pierde su alma?"
No deseamos ser alejados de Dios por medio de los
deseos carnales. Podemos andar y funcionar en este
mundo sin ser parte de é1 (Juan 17:16). Como creyentes,
ya somos ciudadanos del reino del cielo. No somos de
este mundo.
Ser Sensitivo al Espíritu Santo
En el pasado, éramos deudores a la carne. Dios nos
está llamandr: a que pongamos nuestros afectos en las
cosas de arriba. El desea clue prestemos nuestra atención
a las cosas del Espíritu, para que podamos dorninar al
mundo alrededor nuestnr ccln el amor y poder de Dios.
Dios ha esperado pacientemente por la lglesia. Es hora
que Su poder y gloria sean manifestados como nunca
antes.
Ei Señor le dijo a Kenneth que habían tres cosas que
teníamos que hacer para movernos en el fluir del
5B
59

3. Un Sacrificio Vivo
Espíritu Santo. Debemos purgarnos de pecado. Debe-
mos interceder. Debemos prepararnos para la crítica.
Y si el Espíritu de aquel que leuantó de los muertos a lesús
mora en aosotros, El que leaantó de los muertos a Cristo lesús
uiaificará también auestros cuerpos mortales por Su Espíritu
que mora en aosotros. Así que, hetntanos, deudores somos, no
a la cante, para que aiaamos conforme a la carne; porque si
aiuís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu
hacéis morir las obras de la cttrne, aiairéis. porque todos los
que süt guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios
(Romanos 8:11-14).
Leemos en el Antiguo Testamento que ellos estaban
muy cuidadosos acerca de la habitación del Espíritu de
Dios. ¡Debemos considerar quién vive en nosotros!
¡Somos templos móviles, andando, del Espíritu Santo!
"Yo seré un Padre para ellos," Dios dijo, "y habitaré en
ellos, y andaré en é[os."
El mismo Espíritu que levantó a Jesús de los muertos
le levantará a usted de la esclavitud del cuerpo mortal.
El vivificó la carne mortal de Jesús, y vivificará nuestra
carne mortal por Su Espíritu. Pero nosotros tenemos que
hacer lugar para El. Usted debe ser sensitivo a El y siem-
pre conciente de Su presencia.
El Espíritu Santo no es un dictador. El solamente Se
rnoverá cuando usted cede a El. El es nuestro Fortale-
cedor. El es El que Se acerca para ayudarnos. El no
puede ayudarnos si no participamos con El en la acción
espiritual. Debemos estar concientes de Su presencia y
cooperar con El.
Ofrézcase a Sí Mismo
Así que, hennanos, os ruego por las misericordias de Dios,
que presentéis auestros cuet?os en sacrit'icio ztiuo, santo,
agradable a Dios, que es uuestro culto racional. No os
Andar en el Espíritu
conforméis a este siglo, sino transformaos por medio tle la
renoaación de uuestro entendimietl¡e,, para que comprobéis cuál
ses la buena aoluntad de Dios, agradable y perfecta (Romanos
12:1,2).
Esta porción de la Escritura está hablando acerca de
crucificar la carne, tal como en Gálatas 5:24,2s. pero ros
que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y
deseos. Si aiuimos por el Éspíritu, andemos también po, ít
Espíritu. Se nos amonesta que ofrezcamos nuestros cuer_
pos como sacrificio vivo. Debernos dejar de lado nues_
tros deseos naturales para poder .r*pli. los deseos de
Dios. La traducción ae Wuést dice que debemos colocar
nuestros cuerpos a disposición de Dios.
De acuerdo a la Bibhá, esto es nuestro único culto ra_
cional. Esto puede parecer una demanda irracional a
3lgt;rno.:. ¿Por qué és nuestro culto racional? porque
Jesús.dio Su cuerpo como un sacrificio vivo po. ,olo_
tros. Hemos sido comprados con un precio, y d"b"rnou
glorificar a Dios en nuestro, .r"rpb, y en nuestros
espíritus (I Corintios 6:19,20).
"
Liprl3!1a-griega traducida ,,Señor,,
significa ,,amo,
o
dueñ.o," El llegó a ser nuestro dueño
"r,
uj *o*"rlto qr"usted Lo hizo el Señor de su vida. Muchos cristianos
han nacido de nuevo, pero no Le permiten a Jesús ser
Señor en sus vidas. Ellós escojen cóntinuar andando en
las oscuridades de este mund.-,, qr" andar en la luz de
Dios.
El Padre nos ha libradt¡ tle la potestacl de las tinieblas, y
traslodado al reino dt. Su ttt.tnLlt¡ Hryo (Colosenses i,ilíIfemos sido transferidos al reino ¿" fjior. Deberr_ros pí-ner n.uestros cuerpos.y nrentes a disposición de Dios y
permitir. c¡ue el Espíritu Santo nos ánseñe cómo vivir
ba¡o el dominio de Dios.
Este sacrificio de nuestros cuerpos debe ser un sacrifi_
cio santo y agradable. La palabra griega thusin, traducida
i
i
60
61,

4. Un Sacrificio Vivo
"sacrificio," denota "el acto de ofrenda.,, Debemos
hacer una ofrenda en nuestros cuerpos. Usted es la
ofrenda que Dios desea.
¿Qué es lo que Dios desea de nosotros como una
ofrenda continua a El? El desea que nuestros cuerpos no
se conforrnen a este mundo, que está tras el modelo de
Satanás. El desea que nuestros cuerpos estén a Su
disposición, paÍa El poder cambiarlos de mundanalidad
a santidad. Debemos ser transformados por la renova-
ción cle nuestras mentes. W. E. Vine dice que,,renovar,,
significa,_ "el ajuste de la visión y pensamiento moral y
espiritual a la mente de Dios." Tal como el EspÍritu
Santo nos enseña a pensar como Dios piensu y u uitru,
como Dios actúa, la expresión externa de nuestro cuerpo
comenzará a identificarse con la expresión interna áe
Jesús. Comenzaremos a caminar en lá voluntad buena y
agradable de Dios.
Ofrézcase a sí mismo como un sacrificio vivo. Itinda
sus propios deseos para poder cumplir los deseos de
Dios. Esto no es algo irracional que Dios pide, sino que
es razonable. Este es sólo su culto razonable, porqre
usted ha sido comprado a un precio valioso. ¡esús le id-
quirió a usted con la crucifixión de Su propia carne y
derramó Su sangre para redimirle. Jesújilegó a ,u, ,lí
sacrificio vivo por usted. Lo menos que uJted puede
hacer es dar su cuerpo a Dios. Usted no se pertenece.
Hay una decisión que debe ser hecha. ¿Va usted a ser-
vir sus propios intereses? ¿O va a servir al Señor Jesús?
Yo creo que usted va a decidir a ofrecerse a sí mismo en
un sacrificio vivo. Y cuando lo haga, usted va a comen-
zar a encontrar que no tiene que pelear la lucha entre su
carne y espíritu. ¡Su espíritu, controlado por el Espíritu
Santo, hará terminar la guerra! Al obedeier al Espíritu
Santo, 1a ley del Espíritu de vida que está en Cristoiesús
le hará a usted Iibre de la ley del pecado y la rnuerte.
Andar en el Espíritu
Entrene Su Carne a Obedecer
Antes que usted experimentara el nuevo nacimiento,
su cuerpo estaba acostumbrado a seguir malas prácticas.
Usted era dominado por fuerzas extérnas. Al ceder más
y más a Dios, usted recondiciona su carne a seguir las
cosas de Dios (Romanos 6:16-23).
^Y .tndo_aquel
que participa de la leche. es inexperto en la
Palabra de justicia, porque es niño; pero el alinrcito sólido es
para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso
tilen los_sentidos ejercitados en el discemimiento'del bien y
del mal (Hebreos 5:13,14).
No es fác1l al comienzo, pero por medio de la práctica,
su cuerpo discernirá la diferencia entre el bien y el mal.
No es algo que usted tiene que pelear. Si usteá camina
en el E_spíritu, cuando vienen las tentaciones, el Espíritu
Santo le guiará a mortificar las obras del cuerpo, y usteci
resistirá la tentación. Mientras más usted ándá en el
Espíritu, más su cuerpo será afectado y traído a obe_
diencia a Dios.
El Espíritu Santo de Dios tendrá un efecto en su
cuerpo natural. Proverbios 4:20-22 establece esto. Dice
que la Palabra de Dios es vida para aquellos que la
hallan, y salud para toda su cante.
La Palabra de Dios es viva, poderosa, y más filuda que
una espada de dos filos (Hebreos 4:12). El Espíritu de
Dios está en Su Palabra. Traerá salud u ,,, .ulrpo. La
Palabra de Dios y el Espíritu de Dios darán vida a su
.11r"... Jesús dijo, "Mis palabras son espíritu y son
vida."
Guarda tu corazón; porllue de él mana la aida (proverbios
4:23). Al ser soltadas por su voluntad, estas fuerzas del
espíritu renacido crucifican los deseos de la carne, y
demandan que obedezca a Dios. Estas fuerzas son amor,
gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, manse_
dumbre, y templanza (Gálatas 8:22,23). ¿No afecta el
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63

5. Un Sacrificio Vivo
amor su carne? ¿y_el gozo? Si usted tiene paz, ¿no lebeneficia a usted físicámentei-ü"r',r".zas del espúituresucit¿rán su carne mortal, y entrenarán su carne a
i;ff;;Ll:lrse
a hacer ras coias de Dios
"" lü;;;:
una uez que nos hemos-entregado totalmente a Dios,
u,,có1o tlegamos al lugar dr"á;"J;spíritu es la fuerzadominante? Creo qr"""t capítulo;u;tuo de I pedro estáhablando directamente a nósotuos hoy. La primera cartade Pedro 4:1,2 dice: puesto-
i*" Cr¡u" ha padecido porttosotros en la csnte, aosotros también armaos ari *iri, {rl'_samiento; pues quie.n ha padecido ,n io' ,orur, terminó con erpecado, para no aiuir el ttempo q* irrto'rn lo corne, ;;;fr:;;;
1
la.s
.corlcu¡tiscenciss
^e
los homlirrr,, iiru confnrme a la aolun_tad de Dios.
lomo creyentes, somos ilamados a entrar a ros sufri_mienjos. de Jesús (I pedro 4:12). ir-,.rAt.i¿r_,.;ñ;;h;enseñado que estos sufrimieníos son pruebas, enferme_dades, malestares , pobreza,
"r..-I_u
giUlia dice que JesúsÉue nuestro substituto. Cuando EI pagó cl precio por elpecado, nos redimió de la ,"rldi.lá; ?; lrHóÍrr;3:13; Deuteronomio 28:15_68).
Armese con este pensamiento: ,,Sufriré
en la carneantes de failar de agradarle a Dios.,, Esto nos robustece.Esto suelt¿ al Espíñtu Santo p"., f.lirfecernos y capa_crtarnos para vencer. Nuestia voluntad L" d"ír'üá;"para darse a nosotros. Es una decisión, si es que acaso
yamo_s a agradarnos a nosotros mismo¡
dar aI p,,il.-;;p.;;;;':,;;:::j'"'l'T3^'l" "T9: a asra-
carne ha cesado ,9ue
cualquiera que ha sufrido ei la
mismo y ,r ;;;d.: ffi;:rl,lli-,;Í,: g.;t:""3,'j
que Dios nos está llamando"a hu.".. ños está pidiendoque nos demos de nosotros mismos. Nos esti;ilil;que Le sirvamos.
Andar en eI Espíritu
, Si alguno Me sirae, sígame; y clonde yo estuuiere, allí tam_
bién estará Mi seruidor." si a$uno Me siroiere, Mi padre re
honrará (Juan12:26).Jesús dllo, ,,Si
alguno Me sirve, a él
el Padre honrará.,, Usted no puede servirse a sí mismo va sus propios intereses y servlr a Jesús al mismo ti.;;.,.Urr:d^li"l9 que tomar una decisión: ,,¿A
q"id;;;;servir?" ¿Voy a servir mis propios intereses y seguir tras
las cosas naturales de este rnrr,do, tras mis deseos natu_
rales? ¿O.voy a servir_al Señor Jesús, que me compró?,,
Pues quien ha padecido en la carne, terininó con el prriao,
pqra no aiair el tiempo que resta en la carne, conforme a la's
concupiscencias de los hombres, sino conforme a la aoluntad de
Dios. Y es allí donde queremos vivirl_en la voluntad de
Dios.
El entrar en Sus sufrimientos es senciliamente aban_
do_nar los deseos de la carne para andar en el Esplritu.
l.-*: Orj"; Si atguno quiere aenír en pos ¡;At¡:;;üí;';;,mstnol y torne su cr.uz, y sígame (Mateo 16:24). §ería co_
rrecto decir, "Niegue iu carne,,,o,,ari"gr" su
egoísmo." El tomar nuestra cruz es negarnos a nosotros
mismos el lujo de andar en la carne. ñebemos uuur",áál
l1_1."y"r[o.s
propios intereses y deseos para andar en el
r,sprrrtu. uros debe ser permitido ser Dios de nuestras
vlclas.
Jesús sufrió en el hecho que vino a la Tierra y vivió enun,cuerpo natural, tal como el suyo y el mío. ú fr" t"r,_
tado por la debilidad de la carne; ,ir'"*burgo, El rr*.,pecó. Jesús sufrió a través de Su obediencia . porque cier_
taruente no socorriti
.a los ángeles, sino que sttcorrió a la
descendencia de Abralmttt. l.or'irt ,uíot irii, ser en todo seme-
iante a Sus hermatns, para uenir a ser rnisericoraioro y iitSumo Sacerdote en b r¡ue a Dios Se refie:,re, para etpiar los
Ttecado.s del pueblo. pues en cuanto H kismo padeció siendo
tentado, es poderoso para socorrer a los que son tetttados
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65

6. Un Sacrificio Vivo
(Hebreos 2:16-18). Esa es la forma como sufrimos. so-
mos tentados en la carne. Así es como Jesús sufrió
cuando El estaba viviendo en la Tierra.
Somos tentados en la carne. Debemos sufrir la
crucifixión de nuestra carne y traerla a obediencia a
Dios, para que la gloria de Diás pueda ser revelada en
nosotros.
El poco sufrimiento que padecemos, al ordenar nues_
tra carne que sea obediente, no es nada comparado con
la gloria que será revelada en nosotros (Romanos g:1g)-
Solamente estamos cediendo las cosas de esta
"i¿r,
qí"
obran muerte en nosotros. La paga del pecado'es
muerte, y la dádiva de Dios es vidá. La muerte no tiene
su aguijón cuando ha sido absorbida en vida. La primera
carta de Corintios 15:56 revela que el pecado
",
Lt ugrri
jón de la muerte. El pecado le áa a llmuerte su lu[ar.
I-uego el fin, cuando eniregue el reino al Dios y padre, cuíndo
haya suprinido todo dominio, toda autorid.ad y poten'.cia. io,i_
que preciso el que El reine hasta que haya puis'to a torlos Sus
eyemig.o_s debajo de Sus_pies. y el posirer enemigo que será
destruido es la muerte (I Corintios 15:24_26).
Sino gozao-s por cuanto sois participantes de los padeci_
m.ientos de Cristo, para que también in la reaelación de Su
gloria os gocéis con gran alegría (I pedro 4:1,2). Dios quiere
revelar Su gloria en usted.
..
Dios quiere que crucifiquemos la carne, o morti-
fiquemos las obras del cueipo, por Su Espíritu. El ha
puesto Su Espíritu en nosotios prra hacernos andar en
Sus caminos (Ezequiel 36:27). Éedro dice, ,,Mortificad
las cosas de la carne.,, La palabra ,,mortificar,,
en el
griego
.significa
' 'moriÍ.,, Estás porciones de la Escritura
están diciendo la misma cosa. Debemos hacer q""
"""r_tra carne sea obediente a Dios para poderu orori, (experi_
mentar) al Señor y el poder de Sr_rresurrección. ,,(por_
que mi determinado propósito es) conocerle a El_para
Andar en el Espíritu
lue -yo
pueda progresivamente llegarr a estar más pro-
funda e íntimamente relacionado cón El, percibier-ráu y
reconociendo y comprendiendo (las maravillas de Si
persona) más fuerte v claramente. y que yo puecla, de la
misma m3leral llegar a conocer el poáer qré fl.rye de Su
resurrección (el cual es aplicado a Sus creyenteá); y que
yo pueda con"rpartir Sus sufrimientos al ser continua-
rLente transformado (en espíritu a semejanza de El) a Su
muerte, (en la esperanza) que si es posible que yo logre
la resurrección (espiritual y moral), lque me'lerárrt"¡'á"
entre los muertos (aunque esté en ef cuerpo)..." por lo
cuaf aquellos (cle nosotros) que somos espiritualmente
maduros y crecidos tenemos esta opinión, y mantene_
mos estas convicciones y, si es que en cualquier manera
difieren de opinión, Dios jo aclarará también,,
(Filipenses 3:10,15, de la Bibtia Anrylificada).
En el verso quince, pablo dice, ,,por lo cual, nosotros
que somos espiritualmente maduros y crecidos, tene_
mos esta opinión, y mantenemos estas convicciones.,,
La manifestación de la gloria de Dios depende de la
capacidad nuestra de traer nuestra carne a suiección. Si
usted no tiene control sob_re su carner entonces el
Espíritu Santo no tiene control sobre su carne.
_Po.rque .si
uiaís cont'orme a la carne, moriréis; mas si por el
Espíritu hacéis morir las obras de la carne, aiairéis. Ities no
habéis recibido el esptíritu de esclaaitud para estar otra aez en
temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el
cual clnmamos: ¡Abba, pndre! Et Espíritu mismo tta testimonio
a nuestro espíritu, de que somL)s hijas de Dios. y si hijos, tam_
bién herederos; herederos tre Dios y coherederos con'cri,sto, si
e:.que padecgrnos juntamente con El, para que juntamente con
El1eamos glorificados. pues tengo por ciertb que las aflicci,nes
del tiempo presente no so, contparables ,o, io gloria'ueniclera
que en nosotros ha de manit'estarse (Romanr:s g:13, 15_1g).
-_l
I
i
ili
iii
ti
ilir
iirli
llllil
ll
ili
lil
lll'
L
lilr
rrill
ilr
)
66 67

7. El Espíritu santo le guía a mortificar las obras de sucuerpo. Tantos como obedecen, crecen -a la estatura
completa, o madurez, de hijos de Dios. Á;;;riil;;
:PjT,d*:uerpo a través aát fspiritu, podumo, vivir la
Andar en el Espíritu
¡Hoy es el día! Antes de hacer alguna otra cosa, ponga
este libro de lado y levante sus manos a Dios. Hága áe
su cuerpo un sacrificio vivo, santo, y agradable a El.
¡Usted nunca será el mismo!
Un Sacrificio Vivo
#i* Dios.leyí en laTierra. Jüús ji¡o qr" el reino deros clelos está dentro de usted. podemoi vivir aquella
vida alta, de la cual Jesús habló. roáL-o, vivi¡ en unaposición para que el Espíritu de Dios fluya a;r"é_;;
Slsotro¡
al mundo y Lo revele a ellos. Ére
"s
nuestro
[amamtento.
Transformado a Su Imagen
Romanos B:29 dice, porque a los que antes conoció,
tambien los predestinó para qu.e fuesen hechos ,o"¡or*iii'tn
imagen de Su Hijo, para que'El sea el pri*oi*ito ,"r1,
muchos hermanos. Usted no debe ser esirujad'o al motáe
de este mundo. ¡Usted deb_e lucir y ,.trru.'tal como lesús!Permita que el Espíritu Santo lé afecte de tal manera
que uste.d viva aquí en la Tierra como si estuviera en el
cleto. ¡trI crelo no tiene pecado, enfermedad, o necesi_
dad! usted tiene er ambiente ilimitaáo der espÍritu aouí
dentro de usted. Dios habitu
".,
,rt"¿ y
-ír"r#i;
usted. Dios desea qle S.u cuerpo ,*ur, rrrrá, de Su glo_
ria, manifestada a todo el munáo. porque Oior, qu, áíiiOque.de las tinieblas resprandeciese ra ruz, is el qu, ,titp,toniiiio
en nuestros corazone', para iluminación del conocimi'ento ai tigloria de
ligs en la faz de lesucristo, pero tenemos este tesoro
en aasos de barro, para que la excelencia del poder ,;; ¡, i;;;;,y no.de nosotros (II Corintio s 4:6,2),
,
Djos
9"rgl que la Iglesia sea transformada a la imagen
de Jesús. El desea que controlemos y dominemos al
mundo físico alrededor nuestro. Cuaído ," .""rpo
",hecho un sacrificio vivo, Dios Se ,"""f*e en usted.
68 69