La familia Hamil, conformada por Sofía, Wilson, Kate y Martín, viajó durante horas para comprar una casa nueva en Detroit. Al llegar, sufrieron burlas por su baja estatura por parte de los vecinos, la familia Robinson. Más tarde, la familia Hamil escuchó ruidos extraños y encontró sangre en el garaje, asustándolos. Finalmente, los Robinson confesaron haberlos asustado, pero terminaron haciéndose amigos al darse cuenta que lo que importa no es la apariencia sino el corazón.