19.04.2012 Cómo es la personalidad de un alcohólico
1. 19.04.2012 - Cómo es la personalidad de un alcohólico
Aproximadamente 18 millones de personas en Estados Unidos son alcohólicos o
tienen problemas de alcohol. Esta es una enfermedad crónica y progresiva, pero si se
busca ayuda, la persona puede tener una vida normal.
Aunque no se conocen las causas del alcoholismo, muchos especialistas piensan que es
consecuencia de otra enfermedad mental que sufre la persona.
Algunos individuos con depresión, problemas de ansiedad o bipolares usan el alcohol
para controlar o enfrentar los síntomas propios de la enfermedad que padecen. Luego
la bebida se convierte en un medicamento para poder manejar determinadas
situaciones.
Según el Instituto Nacional de la Salud norteamericano, el alcohólico tiene rasgos bien
definidos. Así como a una persona le da antojo de comer chocolate, en el alcohólico el
antojo es por beber alcohol. Además, es un individuo que no puede dejar de tomar
una vez que comienza. Con el tiempo, desarrolla dependencia física al alcohol y
presenta síntomas propios del síndrome de abstinencia como náusea, sudoraciones y
temblor en todo el cuerpo cuando deja de ingerirlo. Por último, la costumbre de beber
lleva a que el cuerpo del enfermo le pida cada vez una mayor cantidad de alcohol para
poder sentir la euforia y placer que necesita para realizar actividades cotidianas.
El alcohólico es una persona emocionalmente inmadura porque en vez de usar
destrezas como la comunicación, la empatía, meditar o hacer deporte, para enfrentar
emociones fuertes, está acostumbrado a usar el alcohol.
Además la persona utiliza muchos mecanismos de defensa como la mentira y ponerse
en el papel de víctima para poder tomar o justificar su comportamiento. Es muy común
que busquen pretextos para beber, justificando el consumo, diciendo por ejemplo,
tengo demasiado trabajo, así que me merezco un trago.
En la mayoría de los casos, el alcohólico tiene una vida con mucho caos a su alrededor.
Por ejemplo, se enfrenta a muchos problemas en su familia y en el trabajo, justamente
2. porque es emocionalmente inmaduro y no tiene destrezas para manejar el temor,
la ira, la frustración y el dolor, entre otras emociones.
Además de alterar la personalidad, el alcoholismo puede traer serios problemas al
organismo. Aumenta las posibilidades de desarrollar cáncer, puede causar daño severo
al hígado, al cerebro y a otros órganos. En una mujer embarazada, consumir bebidas
alcohólicas causa daños irreparables al niño. Las personas que beben son más
propensas a tener accidentes de tránsito y a cometer delitos e, inclusive, a intentar
suicidarse.
Cabe destacar que cuando nos referimos al alcoholismo hay dos categorías. Primero
está el individuo físicamente adicto al alcohol y que sigue bebiendo pese a problemas
de salud, con su familia y en el ámbito laboral. En otras palabras, el alcohol es el que
controla la vida de esta persona.
El segundo tipo se refiere a la persona que abusa del alcohol y que eso conlleva a
problemas con su entorno, pero que no está adicto físicamente.
Hay diferentes criterios para determinar si una persona es alcohólica o no. Cuando la
bebida interfiere en su vida diaria deja de trabajar o interfiere en sus relaciones
personales, tiene un problema que debe tratarse.
Otros síntomas del alcoholismo es beber solo, ponerse violento, volverse hostil cuando
alguien lo confronta sobre el tema y el no poder controlar la cantidad que está
tomando.
Lo más importante es que las personas alcohólicas pueden recuperarse si buscan
ayuda. La clave es que la persona realmente quiera sanarse. En otras palabras, si usted
necesita ayuda, debe estar preparado para ayudarse a sí mismo.
Idealmente, la forma más eficaz de combatir el alcoholismo es dejando de tomar
completamente, lo que se conoce como abstinencia. Para lograr esto se necesita
mucho apoyo de la familia y de los seres queridos y usualmente implica cambiar de
vida. Es decir, dejar las amistades de antes y cualquier cosa que provoque ese deseo de
beber.