Franco critica la "democracia verbalista y formal del Estado liberal" y propone una "democracia efectiva" que garantice el bienestar del pueblo a través de la justicia y la libertad económica. Más tarde, Franco rechaza que destruyó una democracia y defiende una democracia basada en la participación del pueblo a través de organizaciones como la familia, el municipio y el sindicato.