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INTRODUCCIÓN
En este día que es tu día también, deseo de todo
corazón compartir mis poemas. Son aquellos que
fueron escritos durante el taller de poesía conducido
por el poeta Pedro Correa Vásquez. (Q.E.P.D)
Germinación de mis Versos fue publicado en el año
1997, en forma mecanografiada. La portada “MI
Papá” pertenece a la primera edición y es obra de
Irik Manuel Limnio (Buar).
Espero que puedan deleitarse en sus momentos de
lectura; y si en algún momento sientes que esos
versos alude a tu persona, piensa que es así, porque
la poesía es muy atrevida y puede internarse en
nuestra vidas sin que pida permiso.
Disfrútenlo.
Con amor
Irik
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SONETO # 1
Señor, ayer cumplí febriles años
no hubo felicidades ni hubo velas.
Sólo se me acercó un perro y estelas.
Estelas de astros que aclaran peldaños.
La mesa estuvo vacía esa tarde
sin dulce sin regalo, mas no importa
porque, también, la vida mía es corta,
es chispa que no busca algún alarde.
Creí, tener sinceras amistades,
pero ahora la congoja me sepulta,
las tristezas de meses sobrepasan
mis ojos como pasan las edades.
Vendrá, otra vez, diciembre que me insulta
brisas que con pesares se entrelazan.
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SONETO # 2
He grabado mis sueños sobre el lienzo
de la palabra, el tiempo que se esfuma.
Es cierto. Fresca es beso de un comienzo.
Yo lo gocé. Era blando cual espuma.
Ahora mi hado es distinto y un enigma,
otra faz clama ansioso, cruel espejo.
De la sombra, soy triste paradigma
anclado en un estéril cuerpo añejo.
Te confirmo, Señor, no me arrepiento
de este poniente, es quietud esperada.
Sólo, al ver querubines jugar, siento
que entre presente mío y la isla amada
Se han quedado esperando, el frío viento
e infancia juguetona, mi llegada.
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SONETO # 3
Quisiera dirigirme al vasto cielo,
a través de su onda llegar a Europa,
para contar al piano y a una copa
francesa mi desgracia. Oh, alma de hielo.
A veces, alma, siéntome tan raro
como si la palabra me mintiera,
como si sombra que nacer me viera
hubiéseme dejado en desamparo.
Yo sufro el sufrimiento de las rocas,
navego sin célula en lo incierto,
tal vez ya no podré tocar lo tierno
con mis poros sedientos de otras bocas.
Oh, Señor, hoy mi pecho es un desierto
Sin oasis anegado en el infierno.
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SONETO # 4. BURDEL
En un lugar obsceno de la muerte,
verdugo eterno de sus concurrentes,
las cervezas cautivan inclementes
al pedante que juega con la suerte.
Unos dicen: es valle del olvido
para otros es gozar en campo tierno
donde ya no regresa el dulce invierno
ni el gigante crepúsculo encendido.
El humo nauseabundo cubre espacio
del burdel que indecente vida gana,
cuando un ebrio perdido canta lacio
entre la manoseada copa ufana
del nocturno espectral que ama despacio
y, a veces, odia al sol que luz emana.
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SONETO # 5. KABSUS II
Kabsus, mientras hablabas con el aire,
el arpa carmesí volvió a llamarte .
Sus notas condenadas al desaire
arrastraban cadenas al no hallarte.
Escucha, lejos mueren sus palabras,
no tienen sangre y luz sus ciegos ojos.
Sólo esperan por crudos siglos que abras
tu liso llanto. Te ruegan de hinojos.
Mira, su cuerpo es tronco viejo y seco,
flota entre quietudes y sin raíces:
es navío esquelético que zarpa.
Te busca con congoja en su propio eco
donde quedó la vida sin matices,
donde yo soy, pequeña mía, ese arpa.
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SONETO # 6. VOLVER DE LA AUSENCIA
Óyeme, no siempre la muerte es juego
del hado, extrañadamente la buscamos.
Constantemente vaga y, como fuego,
nos traga cuando vidas escalamos.
No temas. Enmudezca la existencia
cuando tu mente explora ese momento.
No será el fin, será volver de ausencia
donde eras sólo ilusión. Lo lamento.
Su senda se enverdece a nuestros pasos
muy lejos del silente camposanto.
En su morada abundan los abrazos.
Todo ademán por eso tienen encanto.
Únicamente añorarás retazos
de calles emputadas, mas no el encanto.
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SONETO # 7. NOSTALGIA EN JUNIO
Desde tu adiós perpetuo, en mustio junio,
la añoranza se teje muy temprano
y se hace más lejano el plenilunio.
Desde entonces, amor, yo existo en vano.
Se fue con tu vestigio mi semblanza,
también vetustas arpas ya sin notas.
Es el pesar infame aguda lanza,
que has vertido en mis largas voces rotas.
Despierto con la hoguera y con el humo,
aún presiento, inhalo tu presencia,
tú tal vez, sin estar estás conmigo.
Por eso a lo no visible me sumo
Para encontrarnos pulcros en la ausencia
donde amarnos podamos sin testigo.
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SONETO # 8. QUISIERA VERTE
Quisiera verte frente al mar sentada,
rodeada del ocaso, siempre bella,
mirar espejo de agua en llamaradas
desde una peña muda sin querella.
Quisiera verte dócil en mis brazos,
eternamente, amor, brotar de mi alma.
Por más que siglos tratan nuestros lazos
romper, por siempre tú serás mi calma.
Quisiera oír tu voz que fiel decora
pentagrama de música perdida
en brote de un geranio que te adora.
De rocío, quisiera verte ungida,
y desnuda sobre alas de la aurora
milenaria que sombra nos convida.
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SONETO # 9. AMOR DE UN CIEGO
Por más que mis pupilas, mi semblante
se cieguen por los años que ungen días
Las manos me serán de eternas guías
para amar tu beldad, prenda fragante.
Sí... podré penetrar en tu universo
sin miedo, deslizándome en tu boca,
como sombra en la luz y el agua en roca,
mientras se opaca lento mi orbe terso.
Nunca, quizás, podré volver a verte
ni decirte que blanca es azucena.
Mas hoy tan solo puedo concederte
dulzura de pasión la cual serena
ansiedad de mi sexo que tenerte
declama. Tú, que clamas dura pena.
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SONETO # 10. EN LA LUZ
Parte seré, muy pronto, de lo oscuro
como amarillo es parte del topacio.
Seré ceniza, acaso fuego impuro
hilvanado de barro en el espacio.
Después vendrá la luz, muere el espanto.
Otras formas de hablar tendrán mis labios.
No habrá palabra ni grito en mi llanto.
El llanto que inspiró a los nobles sabios.
Parte seré del silbido que crece,
del calor humano que no se olvida.
Y grabaré en mi aliento que fallece
un círculo de sonrisa prendida.
Triste es decir esto, mas enaltece
el espíritu en esta despedida.
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SONETO # 11. SOLEDAD
Ay, frente a una lúgubre cerveza,
ungido con el humo del tabaco,
en el perenne templo del dios Baco,
hablo ciego y sin boca con tristeza.
Pensé morir en esta cueva oscura
donde los cuerpos niegan su existencia,
creen ser el mismo alcohol, sutil esencia
del olvido. Pensé la vida es dura.
Vine solo a la orilla de esta noche
sin retorno, a buscar un gran consuelo,
porque como los otros soy testigo
de mi derrocamiento y mi derroche.
Todo ha cambiado, mi ánima está en duelo,
estoy vacío, seco y sin amigo.
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SONETO # 12. REMEMBRANZAS
Viejas huellas me trajo el calendario.
Recuerdo que en mis lágrimas compuse
dos cuartetos azules, luego puse
sobre ellos una frase: mi calvario.
Yo era, me acuerdo, un piélago sin alma,
casi una célula honda, un ciego fruto.
De pronto se anidó ella en mi aire inmuto,
creó una risa aplanada de la calma.
Por eso empiezo a creer que oculto vivo
bajo una sola línea, un blanco velo.
Es difícil morir en estas horas
tan tuyas, aunque siga yo cautivo.
Cautivo por un ávido flagelo,
cautivo por alondras soñadoras.
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SONETO # 13. SER UN SONETO
En edén, un soneto te declama,
viola sin ruido el mudo de las cosas,
Y tú acaricias el gris de sus prosas
que brotan poco a poco como llama.
Yo quiero ser tan solo aquel soneto,
aquella vaga epístola sin dueño
para ungir con el cáliz tu risueño,
oh, gaviota que ocultas mi secreto.
Me honraría ser una telaraña,
un alto quejido en tu espalda estrecha
para atenuar mi larga pesadumbre.
Ser un soneto es mi alegría extraña,
la más pía quimera que te acecha.
No hay algo más radiante que esta lumbre.
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SONETO # 14. AMARGO SUEÑO
Amor, ayer soñé morir tu risa
envuelta en ciega, mustia y tosca tarde.
Busqué entre el claro sol y en lenta brisa
tu piel. Oh, flor, sin ti la vida me arde.
Errante, en orbe entero, mi alma ausente
tras negra noche oculta inmensa pena.
Dolor que sólo tú, mujer presente,
angustia mía, amarga y cruel serena.
De mí, volaste frágil como un ave,
sin haz de luz mi vida oscura y fría
dejaste. Sí, dejaste el viento grave.
Entonces dije: adiós, ventura mía,
Que en pecho mío muda cruz se clave,
contigo, así vivir un nuevo día.
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SONETO # 15. NATURALEZA EN CRISIS
Erguido en la montaña de las horas
pude ver enlutarse verdes plantas.
Con cada sequedad de selvas santas
se torcían las últimas esporas.
En su concavidad el mar moría
todo lo que en sus aguas se anidaba
en su espejismo anónimo expiraba.
Su grito cardinal me estremecía.
A lo lejos talaban un arbusto
con él singular canción de vida.
¡Deténganse!, grité, amen la natura,
ampárenla con fe del ecocida,
sigamos saboreando su frescura.
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SONETO # 16. CONFESIONES
Confieso lo que nunca he confesado.
Violé su nombre en aura de un estío.
Nombre que nadie había profanado
hasta la fundación del orbe mío.
Ella, forma intangible y sepultura
mía, sembró su paz en mi cantero.
Y todo su ardor, fuente de ternura.
moldeó mi ser, mis pasos con esmero.
He vivido su ocaso, sus confines,
también la vasta gloria de fortuna.
Fortuna coagulada de jardines
que mi visión ha creado en una duna.
Un momento...silencio los clarines.
Confieso: en su mirar parió la luna.
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SONETO # 17. POESÍA
Silencio. Si en verdad quieres poesía
para tejer la luz con tu melena,
mirar el tegumento de sombría
no busques en la adusta voz ajena.
Búsquela donde el aire se humedece
con la palabra añeja de las olas.
En corta senectud que se enmudece
con los años cual flores de amapolas.
Hable con rocas. Rocas que se han muerto
para nacer de nuevo en la penumbra,
porque poesía es todo, es uno mismo,
es lo invisible, es céfiro sin huerto.
Si quieres pulcro poema oír, alumbra
tu espíritu y olvida el pesimismo.
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SONETO # 18. INJUSTO DESTINO
Pudieron ver mis ojos por las calles
penumbra de edificios caerse al suelo,
nacer desnudos el alba por los valles
mas no pude encontrar algún consuelo.
Sentí pesar al verme todo oscuro,
pintado de huracán, presagio rudo.
Era la senda como el vasto muro,
con púas que impedían mi hado mudo.
Culpable es el injusto y atroz destino
por robar de mis manos la dulzura
de mi alma pulcra, que ya no es de lino.
El vino se parece a la amargura.
Amargo quiero ser cual este vino
para olvidadme de esta desventura.
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SONETO # 19. RECUERDOS DE AKUANUSADUP
Antes de radicarme en la ciudad,
yo chupaba senos de Akuanusadup,
pueblo amado, vecino de Yandup.
Allí jugué jugando con mi edad.
Y ante descomunal verde estructura
fui fiel recolector de caracoles
y enemigo mortal de los frijoles,
ciertamente también de las verduras.
A las faldas de la estatua de Cristo
me acostumbraba hacer escuetas vueltas,
a veces largas vueltas planetarias.
Ahora que vivo en la ciudad resisto
desterrar al olvido aquellas sueltas
memorias que crecen cual pasionarias.
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SONETO # 20. INVITACIÓN
Descansa como polvo en mi sosiego,
aflórate en la hondura de mi sombra.
Allí conocerás el beso ciego
que por milenios trémulos te nombra.
Ven, pequemos el pecado profundo,
comulguemos la savia de la tierra.
Somos gotas apenas en el mundo
donde sólo un silencio nos encierra.
Aquí, dentro de mí, no se coagulan
las penas, mas hay rimas y detalles.
Brotan sin apagarse los colores,
y los meses amores acumulan.
Te esperaré en el bosque, no me falles.
Que no te sorprendan los ruiseñores.
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Nací en la comunidad de Akwanusadup, Comarca
Kuna Yala) el 28 de diciembre de 1969. Realicé mis
estudios en la comunidad de Yandup (Rodolfo
Chiari y Félix Esteban Oller, primaria y primer ciclo
respectivamente). En la provincia de Colón culminé
mis estudios secundarios, específicamente en el
colegia Abel Bravo.