12. “ No fui movido por el odio ni por la venganza, sino por el amor a mis padres y a mi pueblo, quienes soportan terribles sufrimientos. Lamento profundamente haber herido a alguien, pero no tenía otra manera de expresarme. Ser judío no es un crimen. No somos criminales. El pueblo judío tiene derecho a vivir.” Hershl Grynspan * Hershl Grynspan tenía 17 años y residía en París cuando recibió una carta de su hermana comunicándole que ella y sus padres habían sido expulsados de Alemania. Ante la impotencia frente a esta situación, Hershl Grynspan decidió sacudir al mundo: atentó contra el tercer secretario en la Embajada alemana en París, Ernst von Ratt. Este asesinato sirvió de oportunidad a los nazis para desatar el pogrom del 9 de noviembre de 1938. Y con la Kristallnacht comenzaría la escalada de amenazas, persecución y violencia física comenzaba una espiral ascendente que caracterizaría las particularidades de la Shoá.