Reportaje para Fuera de Serie en la casa-taller de Luis Mínguez, uno de los mejores encuadernadores de España y cuyos libros acaban en las manos de monarcas y papas.
1. Es la referencia en un oficio que desaparece. De sus manos salen tomos para monarcas
y jefes de Estado: Putin, Obama, el Papa... Un trabajo delicado le lleva 100 horas y
cobra 5.000 euros. “Quiero formar a chavales de la calle que están apedreando perros”,
dice el genial artesano madrileño. Por JAVIER CABALLERO Fotografía de ÁLVARO FELGUEROSO
EL GRAN
L u i s M í n g u e zL I B R O S
ntre el prolongado uso y la
edaddelaparato,elreproduc-
tordeCDyanoobedececomo
debiera.“Noteapoyesmucho
en esa mesa que salta de can-
ción”,aconsejan.Unalímpida
luz de la cuenca del Henares
se filtra por la ventana. Huele
apielesdeanimales,apapel,hierroymadera.Vuelael
canto gregoriano y carga el ambiente de paciencia y
meticulosidad. In nomine patris, se activa la banda
sonora de la jornada laboral. Doce horas o más. Casi
todos los días (y algunas fiestas de guardar).
Noesmonasteriocistercienseniviejaimprentailus-
trada o enciclopédica, sino la casa taller del, probable-
mente, mejor y más sublime encuadernador del rei-
no.Delasmanos,delosdedosdeLuisMínguezSerrano
(Santorcaz,Madrid,28dejuniode1967)afloranlasmás
exquisitasybellasencuaderna-
ciones de este país, libros que
él remata con camisa, estuche
y epidermis de lujo y filigrana,
y que acaban acariciados por
santos padres, reyes, emires,
sultanesyjefesdeEstadocomo
Vladimir Putin o Barack Oba-
ma. El pasado mes de abril,
Don Juan Carlos y Doña Sofía
regalaron al papa Francisco
dos volúmenes de la obra mís-
tica de San Juan de la Cruz y
SantaTeresadeJesúsconelse-
lloMínguez,aunqueél,discre-
to, no confirma ni desmiente
queseanlaborsuya.Atenorde
lascrónicas,elPontíficequedó
maravillado. “Trabajo para or-
ganismosoficialescomoelMinisteriodeCultura,ytam-
bién tengo directivos de grandes empresas y gente
más o menos conocida. Hace poco, un cliente com-
pró una Biblia sefardí que le costó 1.000 euros y luego
ledaban300.000eurosporella.Lehiceelestucheensu
casa,porseguridad.Hedeserconfidencialconlosnom-
bres,entenderá”,señalamientrasbuscaunhierropara
realizar un mosaico sobre las tapas de un encargo.
Vino al mundo el virtuoso sastre de los libros en la
bimilenaria villa de Santorcaz, población a un salto de
Alcalá de Henares (Madrid) una vez se sortean las cur-
vasdelGurugú.Decastalevieneaestegalgounaprofe-
E
sión tan inusitada, ahora que la era táctil transforma, y
en algunos sectores arruina, todo lo que toca. La acti-
vidad editorial ha descendido un 20% en tres años, se-
gúnlaFederacióndeGremiosdeEditores.Deacuerdo
con el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros
(informede2012),el9,7%delosespañolesdisponede
un e-reader. El porcentaje de lectores que descargó
libroselectrónicospasandoporcajaesdel32%delapo-
blación. Por el respeto reverencial hacia lo que consa-
gra su vida, las yemas de Luis no pasan páginas de
e-books, formato proscrito en su hogar. De su genealo-
gía procede su purismo. Su padre, trabajador en el
ArchivoGeneraldelaAdministración,encuadernador
y artista gráfico, le inoculó el veneno de la bibliofilia.
Eran los felices 80 de Naranjito y de una desta-
padalibertaddeprensa.“Enmipasióninfluyóunami-
go de la familia, crítico de arte y asesor cultural de
Tabacalera,quemeenseñabacatálogosdegrandesen-
cuadernadores. Al verlos per-
díelseso,comodonQuijote”,
recuerda.EsementoresJavier
González de Vega, autor de
AlasombradeAdolfoSuárez(ed.
Plaza&Janés,1996),dequien
fuejefedeprotocolo,ybiógra-
fooficialdeDoñaMaríadelas
Mercedes. “Luis Mínguez es
extraordinario artista, pero
mejorpersona.Meencuader-
nó el libro que escribí de la
madre del Rey y consiguió un
resultado prodigioso. Todos
los elogios se quedan cortos”,
califica el escritor.
Precoz observador de téc-
nicasdomésticasyajenas,con
17añosMínguezayudabaasu
padre a dorar libros. Con veintipocos ganó un certa-
men amateur en Francia haciendo un traje a una bio-
grafía de Maurice Ravel. Luego han llovido recono-
cimientos, aquí y allá: la Bienal de San Juan de Luz
de2003(“queescomounCampeonatodelMundode
laespecialidad”,comenta);elPremioNacionaldeEn-
cuadernación del Ministerio de Cultura por un agua-
fuertesobrepielparaLospoemasdeSidneyWest,deJuan
Gelman, en 2008; el prestigioso galardón que otorga
lasagaGalván,gaditanosprimorososenesteoficiodes-
deprincipiosdesiglo...“Nosotrospremiamoslare-
gularidad, la honradez, lo bien hecho, y Mínguez
PARA FRANCISCO. Los Reyes con el Papa y los
dos libros de la obra mística de Santa Teresa
y San Juan de la Cruz con que lo obsequiaron
en Roma el pasado 28 de abril.
CASADES.M.ELREY/BORJAFOTÓGRAFOS
ENCUADERNADOR
MAESTRO
?
2. EN EL TALLER
Mínguez, 46
años, en la
tercera planta
de su casa,
donde ultima los
libros, con un
hierro grabador
y un ejemplar de
Crónica del rey
don Pedro
ya terminado.
?
3. Con pundonor y perseve-
rancia, Mínguez goza su gran
momento en un oficio en retro-
ceso. Su talento tiene un mere-
cido caché, mas con justiprecio.
“Un aguafuerte me lleva unas 100
horasypuedecostar5.000euros.Un
libroclásiconormal,entre600y1.000
euros. Calcula a cuánto está la hora
de trabajo. Sale más caro llevar el co-
che al taller”, explica.
Ha encuadernado primeras ediciones
de casi todo Lorca, Alberti, Caprichos de
Goya, códices, Quijotes, los Chistes de Queve-
do...Sinembargo,ypesealoconseguido,hay
nuevoshorizontes.“Estátodoporhacer.Quie-
ro fundar una escuela, un estilo Mínguez de
aguafuertesquemarquetendencias,unselloin-
confundible para la posteridad. No estoy por la
labor de entretener a gente, a ricas de salón que
quieranencuadernar.Amídamechavalesdelaca-
lle, que estén por ahí apedreando perros. Vamos a
formargentedeprovechoquehagalibrosylosame,
aunque no sepan leer”. Asegura Luis que el mundo
delaencuadernaciónseimprimecontintaoscurantis-
ta, que es una esfera hermética y llena de envidias. “La
gente que se dedica a esto como hobby es de la alta so-
ciedad.QueunchicodeSantorcazhayallegadoadon-
de ha llegado molesta. Luego te admiran, pero al prin-
cipio, ojo...”, deja caer.
Enelpocotiempoqueledejansusmenesteres,jue-
ga al pádel o sale a correr, y le tira más el Atleti que
el Madrid (por aquello de la cultura del esfuerzo),
desapasionado del balompié y de los placeres mun-
danos. “Yo no querría ser Messi ni Ronaldo. A mí me
hubiera gustado nacer en el Madrid Romántico o
haberconocidoalgranBrugalla.Tratodeformarpar-
te de ese grupo único de grandes encuadernadores.
Noquieroserartesano,sinoartista”,proclamaestetor-
cuatogoloso (peculiar gentilicio de esta tierra, que fue
hogar de los catones), casado y con dos hijos. “Mi
chaval quiere ser arquitecto. Aprenderá a encuader-
nar porque le gusta, pero no a nivel profesional”.
Hombredefeycompromiso,oraetlabora,seacues-
ta leyendo a Elena Poniatowska, reciente premio Cer-
vantes,aGarcíaMárquezoinclusoalgúnlibrodelpapa
Francisco.Notardandomuchollegaráalabenditame-
silladenochedeBergogliootradesusenvolturasarro-
pando,estavez,unlibrosobreJerusalén.“Cuandoter-
mino un trabajo, sea para quien sea, antes de cubrir
y meter el libro en su estuche le doy un beso”, con-
fiesa. “Para mí es como un hijo que se va”. W
esunartistaalquesetie-
neengranconsideración”,
explicaJoséGalvándesdela
tacitadeplata.“Haypocosta-
lleres preparados para afron-
tar encuadernaciones clásicas
enEspaña”.En1992,losGalván
pusieron en marcha la Asocia-
ciónparaelFomentodelaEncua-
dernación de Arte (AFEDA), que
hoy cuenta con 600 miembros.
RUMBO A JAPÓN.Con una produc-
ción constante, los libros de Mínguez
viajan desde el minimalismo rural de
Santorcaz hasta la suntuosidad barroca
de la Roma cardenalicia o la cinemato-
gráfica biblioteca de la Casa Blanca. O a
un misterioso coleccionista del Japón im-
perial. Pero reina la calma en este rincón
complutense. En más de dos décadas traba-
jando calcula que no habrá encuadernado
más de 250 ejemplares, dedicando el tiempo
necesario a cada uno. “Despacio se llega a don-
de con prisa se va”, reza el método Mínguez.
Compartimentados sus dominios entre hogar y
taller,laprimeraplantalaocupanlasestanciasdomés-
ticas y una cuidada biblioteca. En el segundo piso
estálaprimerapartedeltaller,allídondeconstruye,des-
montayrestauralibros(hasta2.000eurossieltrabajoes
muy profundo). Los lava, los despoja de hongos, les
injerta fragmentos con delicadeza de cirujano... Sabe
muchodelimpiarcuadernillosyprensarvolúmenes,ha-
ciendo unas serraduras para coserlos, a la española o
a la francesa, con hilo de algodón encerado o de nilo.
Posteriormente los enloma, redondeando su cur-
vada espina dorsal con martillo de zapatero. Alinea
los cajos –pestañas donde yacerán las tapas–, encola
el lomo y borda las cabezadas que unen los cuaderni-
llos. Todo es extremadamente puntilloso. “Cualquier
fallosenota.Encartonas,poneslalomeraycubreselli-
bro. Si haces aguafuerte trabajas por separado la piel
y necesitas una máquina de presión llamada tórculo,
un tipo de prensa para impresión de grabados. Esa es
mi gran especialidad”, se enorgullece.
Ensuentornodetrabajoseentremezclantijeras,re-
glas, plegaderas para aplastar y pegar, cúter, ingletes,
bisturíes, repujadores, prensas y pesos, mordazas, chi-
flas españolas e inglesas para rebajar el grosor de la
piel... Ni rastro de materiales sintéticos. “Uso pieles
de cabra con curtido marroquí, que cuesta unos 450
euros el metro cuadrado”, aclara. “También piel de
cabra de Nigeria curtida en Inglaterra, piel oasis tra-
tada en Northampton, chagrín de grano pequeño,
caribú,búfalo,patadeavestruz,oveja,lagarto,serpien-
te... Depende del libro. De cada piel salen dos volú-
menestamañoA4”,pormenorizaaltiempoquerecuer-
daqueelpandeorode23quilatesvienedeAlemania.
En el palomar, tercera planta, ultima el producto.
Allí gofra, o sea, estampa en seco, sobre papel o en las
cubiertas de un libro, motivos en relieve o en hueco,
según la RAE. La utillería le cuesta unos 5.000 euros
alaño.Recientementehacomprado150hierrosdegra-
bar de un taller que cierra. Cada vez que viaja a París o
al País Vasco francés trae la maleta repleta. Desde que
en los años 40 del pasado siglo la capital gala viviera el
apogeo de la encuadernación mundial, Francia reina
en el ramo, con Monique Mathieu entre los más re-
putados artistas. En España las grandes figuras del si-
gloXXfueronEmilioBrugalla(1901-1987),suhijoSan-
tiago, Antolín Palomino y los Galván .
Información sobre encuadernaciones en www.afeda.org
ElvídeodeestereportajeenOrbytyenwww.fueradeserie.com
EN VERSO. Chistes para desorientar a la poesía, de Nicanor
Parra. A la izq., con su camisa; a la dcha., sin ella, para ver
el aguafuerte. Arriba se aprecian las cabezadas dobles que
unen los cuadernillos, bordadas a mano con hilo de seda.
AdemásdeChistesparadesorientaralapoesíayL’Atlantide,que
ilustranestaspáginas,otrostomosdestacanentrelasobrasmaes-
tras de Mínguez. Tierra quemada se alzó con el Premio José
Galván en 2009, y Espectro le valió un tercer puesto en el Na-
cional de Encuadernación del Ministerio de Cultura, por servir
de piel a Como la lluvia, de José Emilio Pacheco, Premio Cer-
vantes 2009. Un año antes, había ganado el máximo galardón
por Sidney West y otros poemas, de Gelman. ”Fe de vida, de
JoséHierro,conpieldebúfalo,yunLibrodefirmas–pielazulreal,
pan de oro– para el Ayuntamiento de Móstoles por el 200 ani-
versario de la Guerra de Independencia también están entre los
más preciados”, señala él. Los precios, de 1.000 a 5.000 euros.
TRABAJOS RECONOCIDOS
EXOTISMO. L’Atlantide, de Pierre Benoit, encuadernado en
plena piel chagrín amarilla. A la izq., con camisa.
En el centro, con el bolsillo que protege las páginas.
A la dcha., vista cenital con el bolsillo a medio extraer.
L u i s M í n g u e zL I B R O S
J.M.PRESAS
?