1. EL SISTEMA DE IDENTIFICACIÓN DE PELIGROS SAF-T-DATA® PARA MANEJO SEGURO DE SUSTANCIAS EN LABORATORIOS1. COLOR EN LAS ETIQUETAS PARA ALMACENAMIENTO POR COMPATIBILIDADEl sistema SAF-T-DATA® de J. T. BAKER incluye un método codificado en colores para organizar adecuadamente las áreas de almacenamiento de sustancias químicas. El color del bloque SAF-T-DATA® en la etiqueta indica el tipo de almacenamiento requerido, para que simplemente se almacenen juntos los productos que tienen igual color, siguiendo las recomendaciones de seguridad para cada clase de sustancias y también separando los productos con incompatibilidades específicas dentro de cada color.Los colores y clases de sustancias son:AZUL: Almacene en un área segura, especial para TÓXICOS.ROJO: Almacene en un área especial para sustancias INFLAMABLES.AMARILLO: REACTIVOS. Almacene aislado y lejos de materiales combustibles o inflamables.BLANCO: CORROSIVOS. Almacene en área especial anticorrosiva.VERDE: Riesgo moderado. Almacene en un área general, apropiada para sustancias químicas.* Antes era anaranjado. Se cambió a verde para evitar confusiones con otros sistemas de etiquetado.CON FRANJAS: Almacene el producto individualmente, separado de cualquier otra sustancia. Las franjas indican que la sustancia es incompatible con las del color de su misma clase.Las franjas van oblicuas y los colores se rayan sobre blanco excepto el blanco (sobre negro). Para facilitar la visión, las franjas se colocan sólo en la parte inferior del bloque SAF-T-DATA® de la etiqueta (ver ejemplos más adelante)2. CLASIFICACIÓN NUMÉRICA PARA UNA RÁPIDA COMPRENSIÓN DEL PELIGROEs una clasificación fácil de entender, que permite comprender al instante el grado de peligro de la sustancia que están manipulando, tanto a los usuarios profesionales como a quienes no tienen formación en química.El producto se clasifica en 4 categorías de peligro: Salud, inflamabilidad, reactividad y contacto, cada categoría dentro de una escala de 0 a 4, siendo:0 =Ninguno1 =Leve2 =Moderado3 =Severo4 =ExtremoLos peligros severos o extremos (cáncer, explosivo, etc) se ayudan a identificar mediante pictogramas, al igual que los elementos de protección recomendados para el manejo adecuado de la sustancia.3. INFORMACIÓN ESCRITA SOBRE LOS PELIGROSPara complementar la información del sistema SAF-T-DATA®, las etiquetas de productos J. T. BAKER proporcionan la advertencia escrita presentada en el mismo formato del sistema WHMIS canadiense. Este formato incluye la advertencia así como los símbolos de peligro reconocidos internacionalmente (para inflamables, cancerígenos, etc). Vea el sistema WHMIS completo en la última página.4. EJEMPLOSSAF-T-DATA® para el ETANOL: Salud (Healt): 2 – moderadoInflamabilidad (Flammability): 3 – Severo (inflamable) Reactividad (Reactivity): 1 – LeveContacto (Contact): 2 – ModeradoDebajo de cada inicial (en inglés) va el grado de peligro_______________________H F R C 2 3 1 2Equipo de protección: Monogafas y lámina facial, overol impermeable, guantes, campana de extracción extintor para fuegos clase B.Color para almacenamiento: Rojo (inflamables)InflamableSAF-T-DATA® para el ÁCIDO CLORHÍDRICO:Salud: 3 – Severo (tóxico)Inflamabilidad: 0 – NingunoReactividad: 2 – ModeradoContacto: 3 – Severo (corrosivo)__________________________H F R C3 0 2 3Equipo de protección: Monogafas y lámina facial, overol impermeable, guantes, campana de extracción Color para almacenamiento: Blanco (corrosivos)Tóxico CorrosivoSAF-T-DATA® para el HIDROSULFITO DE SODIO:Salud: 1 – LeveInflamabilidad: 3 – Severo (inflamable)Reactividad: 3 – Severo (reactivo con agua)Contacto: 1 – Leve_______________________H F R C1 3 3 1Equipo de protección: Monogafas y lámina facial, overol impermeable, guantes, campana de extracción.Color para almacenamiento: Rojo rayado (separado)Inflamable Reactivo5. LA DIFERENCIA CON EL SISTEMA DE LA NFPAMuchos proveedores de laboratorios químicos aun utilizan únicamente el sistema de la NFPA (Asociación Nacional de Protección contra Incendios, de Estados Unidos) el cual está diseñado para ser interpretado por BOMBEROS especialistas en atención de emergencias con sustancias peligrosas. Mientras que para ellos es importante entender cómo reacciona un producto al echarle agua y los peligros derivados de una exposición aguda (instantánea) típica de la sola atención de un incendio, los peligros que se presentan por el USO RUTINARIO EN UN LABORATORIO son completamente diferentes.Los riesgos de la EXPOSICIÓN CRÓNICA (a largo plazo), el CONTACTO y la REACTIVIDAD en un laboratorio, son críticos para el personal que manipula las sustancias y es por esto que J. T. BAKER desarrolló el sistema SAF-T-DATA®.Datos especialesLas etiquetas de J. T. BAKER traen otras informaciones útiles incluyendo órganos afectados, nombre y número del producto según Naciones Unidas, medios absorbentes recomendados en caso de derrame y también el rombo de la NFPA.Símbolos del sistema WHMIS:<br /> Evolución Histórica de la Biología (II): Nacimiento de la Química y la quot;
fuerza vitalquot;
de los seres vivos (siglos XVII y XVIII)<br />Manuel Gonzalo Claros<br />Durante el siglo XVII se transforma la naturaleza misma del conocimiento: se trata de penetrar en las intenciones de la Naturaleza, de captar los fenómenos y de unirlos por leyes. No se pretende estudiar la Naturaleza, sino saber cómo funciona, cómo se puede descifrar. Para conseguir este nuevo enfoque es preciso disponer de un sistema de signos apropiados que permitan analizar, ordenar y medir los objetos. Nada mejor que las Matemáticas y Física para lograr el lenguaje adecuado. Desde Aristóteles, la Ciencia es un todo homogéneo en la que los fenómenos naturales se explicaban sin apelar a una causa externa, sino mediante una somera y simple descripción de los fenómenos y formas. Con Descartes se abandona esta concepcion generalista y aparece el binomio causa/efecto en la explicación y el análisis de los sistemas naturales. Este tipo de enfoque alcanzará su máxima expresión con Isaac Newton (1647-1727): a la materia y al movimiento que constituía el mundo de Descartes, Newton añade el espacio, un vacío en el que se mueven las partículas. Lo que va a mantener las partículas en su lugar, lo que las une entre sí para formar un universo coherente, es la atracción o «afinidadquot;
, término que ya antes había sido empleado por San Alberto Magno.<br />La Química iniciará de forma discreta su historia moderna con los trabajos de Jean Baptiste van Helmont (1577-1644) iniciador de la llamada «química neumática» o de los gases. Para sus estudios utilizó el término quot;
chaosquot;
, que pronunciado con fonética flamenca se convierte en el conocido y usado término quot;
gasquot;
. De esta época son también los trabajos del irlandés Robert Boyle (1627-1691) y el francés Edme Mariotte (1630-1684) sobre la relación entre el volumen y la presión de los gases. Ambos, de forma independiente, descubireron lo que se conoce como la quot;
ley de Boyle-Mariottequot;
. Además, Boyle suprimió el artículo quot;
alquot;
del término árabe alquimia en su libro quot;
El Químico escépticoquot;
, lo que históricamente marca el fin de la Alquimia y el comienzo de la Química.<br />En cuanto al estudio de los seres vivos, durante esta época empiezan a vislumbrarse dos disciplinas: por un lado la Fisiología, procedente de la Medicina y por otra parte la Historia Natural, íntimamente relacionada con la diversidad y clasificación de los objetos del mundo. La Historia Natural se desarrolla progresivamente favorecida por el estudio sistemático del análisis de estructuras, hasta alcanzar su mayoría de edad con Linnée en el siglo XVIII. En cambio, la Fisiología sufrirá de lleno la fiebre mecanicista de la época que limitará su desarrollo: los seres vivos están compuestos por una diversidad de órganos que funcionan como máquinas, y la Fisiología sólo tiene que vislumbrar cómo se engranan unos con otros. El mecanicismo a ultranza se acabó transformado en materialismo, puesto que no se descubría ninguna justificación a la finalidad de los seres vivos. Esta finalidad era conocida como quot;
almaquot;
, quot;
inteligenciaquot;
o quot;
fuerza vitalquot;
según las creencias religiosas de los diversos científicos.<br />El juego de relaciones que se establece entre los átomos por atracción o afinidad propuesto por Newton recala de forma peculiar en la noción de ser vivo. A mediados del siglo XVIII empieza a denominarse a los seres vivos «seres organizados», «cuerpos organizados», «partículas vivientes» según Maupertius y «moléculas orgánicas» según Buffon. Estos términos jugarán para los seres vivos un papel idéntico al de los átomos para las cosas. Del mismo modo que la disposición del átomo fija la forma y la cantidad de las cosas, la disposición de las partículas vivientes (moléculas orgánicas) determina el aspecto y propiedades de los seres vivos.<br />El estudio de la Química Neumática (de los gases) hizo resurgir la teoría corpuscular de la materia, y con ello, las cuestiones relacionadas con el peso en las combinaciones entre sustancias. Fueron los trabajos del ruso M.W. Lomonossoff (1711-1765), considerado como el padre de la química-física, de H. Cavendish (1731-1810), y de J. Priestley (1733-1804) los que abrieron el camino al francés A. L. Lavoisier (1743-1794) para explicar correctamente el fenómeno de la combustión y elaborar la quot;
ley de conservación de masasquot;
. J. L. Proust (1754-1826) a tenor de los resultados de Lavoissier, formuló la quot;
ley de las proporciones definidasquot;
para una reacción química. Con Lavoisier se inicia una nueva etapa de la Química que salpicará de lleno a otras disciplinas como la Fisiología, aún anclada en el mecanicismo a ultranza de Harvey. La Fisiología progresa en sus análisis porque se aplican los conceptos y los métodos de la Química y de la Física: el ser vivo dejará de ser una mera yuxtaposición de órganos más o menos complejos y se convierte en un conjunto de funciones que responden a exigencias e interdependencias precisas. Por ejemplo, los estudios sobre la respiración de los animales son analizados según términos exclusivamente físico-químicos, de forma análoga a los efectuados sobre la combustión.<br />La obra de Lavoisier tiene una preocupación constante por el lenguaje, por encontrar las palabras justas que describan los distintos hechos experimentales. Esta preocupación semántica le lleva a la tarea gigantesca de homogeneizar y racionalizar el lenguaje y la nomenclatura química que hasta el momento era extraordinariamente vaga, confusa y heterogénea. Lavoisier clasifica las distintas clases de sustancias y les da una nomenclatura racional. La Química se constituye en ciencia, con sus técnicas, su lenguaje y sus conceptos propios, y adquiere unas generalizaciones simbólicas a las que todos los químicos pueden referirse. Guiados por las nuevas ideas adquiridas, el francés Joseph Louis Gay-Lussac (1778-1850) dio a conocer la quot;
ley de los volúmenes de combinaciónquot;
. La teoría atómica de J. Dalton (1776-1844) explica estas leyes y da origen a la notación química desarrollada posteriormente por J. Berzelius (1779-1848). Esta nomenclatura es una escritura universalmente aceptada y que será muy útil en el desarrollo subsiguiente de la Química. A finales del siglo XVIII, tras permanecer ignorado durante 50 años, resurge el principio de Avogadro (1811) que permite establecer y diferenciar los conceptos de átomo y molécula, y sentará las bases para la determinación de los pesos atómicos y moleculares, tarea ardua que fue elegantemente resuelta por Cannizaro en 1858.<br />En lo concerniente a la Historia Natural, Lamarck (1744-1832) introduce un corte radical entre los objetos del mundo: distingue el mundo inorgánico (no viviente, inanimado, inerte) y el mundo orgánico (lo que está vivo: respira, se nutre y se reproduce). Berzelius sugiere en 1807 que las sustancias características de los organismos se llamasen orgánicas, y las características del medio no viviente, inorgánicas. La división marcada por Lamarck y Berzelius provoca otra en el seno de la Química: la química mineral y la química orgánica. En cambio, se considera que en los seres vivos existe una fuerza particular capaz de determinar un cambio de forma y de movimiento de la materia: la quot;
fuerza vitalquot;
. Diversos autores empiezan a utilizar el término Biología refiriéndose a la ciencia que estudiará «todo lo que realmente es común a los vegetales y a los animales, así como todas las facultades que son propias a cada uno estos seres». Así, a finales del siglo XVIII, la división entre lo orgánico y lo inorgánico es tan profunda que parecen mundos irreconciliables.<br />Manuel Gonzalo Claros es Profesor Titular en el Departamento de Biología Molecular y Bioquímica de la UMA<br />