Este documento ofrece consejos sobre cómo mejorar la habilidad de escuchar a los demás. Explica que escuchar activamente es una virtud subestimada que mejora las relaciones interpersonales. Luego, proporciona cinco consejos clave para escuchar mejor: 1) entender las necesidades del otro, 2) mantener contacto visual, 3) no distraerse, 4) practicar la escucha activa mediante gestos y comentarios breves, y 5) hacer preguntas para aclarar dudas.
2. Aprender a escuchar
Ser bueno escuchando al resto es una virtud que subestimada en muchos
sentidos. Pero si se domina, nos vuelve mucho más hábiles a la hora de trazar
vínculos con otros. Y recordemos que la calidad y la cantidad de estos vínculos
son algo que define nuestra calidad de vida. A poca gente le gusta tratar
habitualmente con alguien que no le hace caso mientras habla.
4. 1. Estima las
necesidades de la
otra persona
Para empezar, es bueno mantener
la atención puesta en lo que el
lenguaje no verbal de la otra
persona y lo que dice entre líneas
nos cuenta acerca de las
necesidades que la mueven a
hablar. ¿Busca ser escuchada
para explicar un hecho que ha
tenido un fuerte impacto
emocional en ella? ¿O
simplemente quiere explicar algo
para que utilicemos esa
información para hacer algo?
Dependiendo de estas
necesidades, nuestra
participación en la conversación
debe ser más basada en el
escuchar, o en el escuchar y el
hablar.
5. 2. Mantén el
contacto visual
Mantener el contacto visual es uno
de los aspectos fundamentales de
cualquier conversación cara a cara.
Si ni se cumple este norma, no solo
se crea una sensación de
distanciamiento con respectoa a la
persona con la que nos estamos
comunicando; además, incluso
pueden aparecer malentendidos y
fallos a la hora de interpretar los
pensamientos y las intenciones del
otro.
6. 3. No te lo tomes
como un descanso
Escuchar no es menos que hablar;
es tan o más importante, de hecho.
Así pues, no te tomes estos ratos
como momentos de descanso en
los que puedes hacer lo que
quieras. Porque si lo haces,
simplemente te limitarás a decir lo
que quieres decir para luego
desconectar, dejar de prestar
atención y dedicarte a fantasear,
tararear mentalmente canciones o
a recordar experiencias.
7. 4. Practica la
escucha activa
No solo tienes que prestar atención a lo
que la otra persona te dice. Además,
tienes que hacer saber que estás
prestando atención. De este modo, la otra
persona tendrá un aliciente para hablar
tanto como quiera, sin sentirse coartada, y
la comunicación genuina fluirá.
Para conseguirlo, asegúrate de darle ritmo
a la conversación asintiendo y mostrando
claramente tus reacciones a lo que la otra
persona dice (con gestos o con
exclamaciones). También puedes aportar
breves comentarios acerca de lo que la
otra persona comunica, pero sin llegar a
hacerlos tan largos que supongan una
interrupción.
8. 5. Pregunta las
dudas que te surjan Una conversación es siempre algo
dinámico, en buena parte
improvisado. Por eso, tú también
puedes contribuir a que sea
significativa, incluso en el rol de
persona que escucha, formulando
preguntas sencillas o pidiendo
aclaraciones.