Jesucristo nos hizo reyes y sacerdotes según Apocalipsis 1:5-6. Originalmente, Adán y Eva tenían este reinado y sacerdocio en el Edén, pero lo perdieron por el pecado. Jesucristo restauró este reinado y sacerdocio al morir en la cruz para pagar por nuestros pecados, lavarnos y reconciliarnos con Dios. Al aceptar a Jesucristo como Salvador, podemos experimentar esta paz con Dios, prosperidad y comunión directa con Él como sus reyes y sacer
1. Reyes y Sacerdotes
“y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano
de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su
sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e
imperio por los siglos de los siglos. Amén” (Apocalipsis 1:5-6).
Por muchos años se ha enseñado la primera parte de estos versículos,
donde se enfocaban en predicar que, con la muerte de Jesús en la Cruz del
Calvario pudimos experimentar el amor del Padre, y que fuimos lavados de todos
los pecados. Por supuesto, si se tiene a Jesucristo como el único y suficiente
Salvador. Eso es extraordinario. El Dios Padre me ha perdonado los pecados y me
demuestra que me ama. Muchas personas vivían con eso, yendo a una iglesia
pero triste porque sus vidas no eran prosperas. Pero terminemos la segunda parte
de los versículos. Allí se completa lo que Jesucristo hizo para mi, para ti, y para el
resto de la humanidad, nos hizo reyes y sacerdotes para Dios. Bueno, y, ¿qué
significa eso? Expliquemos las funciones de cada palabra rápidamente:
Funciones de un rey: El rey es la cabeza del gobierno. Su poder comprende
atribuciones políticas, judiciales, religiosas y militares; las cuales, son vitalicias y
dotan al monarca de inviolabilidad personal. El rey vela por la convivencia pacífica
entre los habitantes de la ciudad, para lo cual tiene atribuciones de legislador y de
juez supremo. Un rey es el que gobierna sobre todo. Crea las leyes, y a la vez es el
juez. Funciones de un sacerdote: Las responsabilidades sacerdotales son
básicamente dos: la ejecución de las ofrendas y la comunicación con Dios. El
sacerdote cuida del santuario y comunica las decisiones divinas. Representa al
pueblo delante de Dios y a Dios delante del pueblo. Esto quiere decir que tengo
un reinado, y que a la vez puedo llevarle las ofrendas a Dios y tener una comunión
con Él. Y todo eso es en esta tierra. No después que muera. Dice, ¡nos hizo!, y no
dice, ¡que nos hará! Más adelante en el mismo libro de apocalipsis se describe lo
siguiente: “y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y
de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido
para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para
nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra” (Apocalipsis 5:9-
10). Qué grande es esto, dice, “y nos has hecho para nuestro Dios reyes y
sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”. Sí, y es sobre esta tierra. ¡Aleluya!
2. Ahora ¿qué significa redimir? 1. agorazo, comprar. Se traduce con el verbo
redimir en Apocalipsis 5:9: “con tu sangre nos has redimido” y que traduce: “nos
compraste”; “has adquirido”. 2. exagorazo, forma intensificada, denota redimir,
literalmente “comprar afuera” (ex, o ek, afuera), especialmente de comprar un
esclavo con vistas a otorgarle la libertad. Se utiliza metafóricamente: (a) en
Gálatas 3:13 y 4:5, de la liberación dada por Cristo a los cristianos con respecto a
la ley y su maldición; con respecto a su significado (b) en Efesios 5:16 y Colosenses
4:5. 3. lutroo, liberar contra recepción de un rescate (relacionado con lutron,
rescate). Se utiliza en un sentido espiritual (Tito 2:14), de la obra de Cristo al
redimir a los hombres “de toda iniquidad”; 1 Pedro 1:18: “fuisteis rescatados”, de
una vana manera de vivir, esto es, de la esclavitud de la tradición. En ambos casos
se afirma que el medio de la redención es por parte de la muerte de Cristo.
Ahora, si somos reyes y sacerdotes, y tenemos un reino y una comunión
permanente, personal y directa con Dios, somos llenos de paz. Esto dice también
la Palabra de lo que Jesús logró para todos, “Mas él herido fue por nuestras
rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y
por su llaga fuimos nosotros curados” (Isaías 53:5). La paz vino a nosotros y el
castigo fue a Él. Pero, en este caso, ¿de qué paz habla? Es sobre la enemistad que
existía entre Dios y los hombres. “Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en
otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.
Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared
intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los
mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un
solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a
ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades” (Efesios 2:13-16). En
el Edén se había perdido ese reinado y ese sacerdocio, y se formo una enemistad
entre los hombres y Dios. Por supuesto, Jesús eliminó eso.
Pero ¿Cómo que antes el hombre era rey y sacerdote? Sí, así es. Cuando
Dios creó a Adán y a Eva les dio esa figura. Si fuimos hechos a su imagen y
semejanza, fuimos reyes y sacerdotes, el Edén fue hecho para que el hombre
reinara en él, y la comunión con el Creador era permanente, “Y creó Dios al
hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los
bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y
señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que
se mueven sobre la tierra. Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da
semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da
3. semilla; os serán para comer. Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los
cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta
verde les será para comer. Y fue así. Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí
que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto” (Génesis
1:27-31). Les dijo, señoread sobre todo, os he dado todo para comer, y fue así, y
era bueno en gran manera. Pero para entender esto, veamos ¿Qué significa
señorear? dominio, autoridad, señorío. Se traduce “señorío” en Efesios 1:21 y 2
Pedro 2:10. Ejercer señorío. El término se traduce “se enseñorean” en Mateo
20:25 y Marcos 10:42: “se enseñorean”; “dominándolos” en Hechos 19:16
“enseñoreándose” en 1 Pedro 3:5 se traduce “teniendo señorío sobre”.
Y, ¿Cómo se logra esto? La Palabra de Dios dice que al aceptar a Jesucristo
como nuestro único y suficiente Salvador, y no a otra persona, somos
perdonados, fue pagada la deuda o el castigo y somos libres de la maldición, y
somos vencedores, y todo esto por medio de la Sangre de Jesucristo, “Y ellos le
han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de
ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte” (Apocalipsis 12:11). Y al llevar
a cabo Jesús este sacrificio por la humanidad le fue dado un lugar a la diestra del
Padre y nombrado Sumo Sacerdote, y con un sacerdocio mayor que el levítico, o
el de la ley, “Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre
según el orden de Melquisedec” (Salmos 110:4). Ese sacerdocio según la orden de
Melquisedec pasa a nosotros, ya que la cobertura que tenemos es esa.
Por supuesto, es necesario creer en cambio que Jesucristo se ofreció en
sacrificio por los pecados de la humanidad entregando su vida en la Cruz y, siendo
Sumo y Eterno Sacerdote según el orden de Melquisedec. Dado que Cristo es
Sumo Sacerdote y su sacerdocio es perpetuo, y esto lo convierte en el Redentor.
Cuantos hombres que siendo reyes por decirlo así, no tienen un sacerdocio,
tienen riquezas y poder y no tienen una comunión con Dios, viven llenos de
problemas y de angustias. Y, cuantos sacerdotes viven sin poder experimentar
una prosperidad para sus vidas, ya que no son reyes. Pero, Dios ha determinado
por medio de Jesucristo que vivamos como reyes y sacerdotes. Es volver al
paraíso, es ser dueños de todo, y entrar en la presencia de Dios
permanentemente. Eso es lo que Dios ha querido para la humanidad entera. Pero
no lo han entendido. Si se lograra que cada persona fuera rey y sacerdote, no
habría necesidad en esta tierra. Pero, eso se obtiene única y exclusivamente por
medio de Jesucristo que fue el que murió, no por medio de nadie más. El siendo
Rey, dueño de todo, se ofreció a sí mismo, siendo ofrenda y sacerdote a la vez,
4. pero en el orden de Melquisedec, y no en el orden levítico que llevaba a cabo
Aarón, y nos devolvió ese reinado y sacerdocio que nos pertenece. Busca a Jesús,
la Biblia dice que ya nos hizo reyes y sacerdotes. Debes de entregarle tu vida y
corazón, y decidir seguirlo por donde el te indicará. Acuérdate que Él es el
Camino, para encontrar la Verdad, y esa Verdad nos llevará a la Vida, y Vida
eterna. Dios te bendiga y decide desde hoy a ser rey y sacerdote, y bajo el
sacerdocio del orden de Melquisedec, esto es bajo el sacerdocio del dueño y
Señor de todo, Jesucristo Rey de reyes, y Señor de señores, y Sacerdote eterno.
Amén.
Osmán Montero (Auburn, 16 de mayo de 2011)