A partir de ahora contamos con otro instrumento para defender nuestros derechos económicos, sociales y culturales, y además en el ámbito internacional. 12 Marzo 2013 El Correo
E
ntre tantos recortes de de-
rechos, una noticia ha pa-
sado en gran parte desa-
percibida en los periódicos
e informativos. El pasado 6 de febre-
ro, la alta comisionada de la ONU
para los Derechos Humanos, Navi
Pillay, informó sobre la pronta en-
trada en vigor –este verano– de un
nuevo protocolo clave para un tra-
tado internacional que, por prime-
ra vez, permitirá a las personas indi-
viduales –como usted y como noso-
tras y nosotros– presentar ante un
comité de laONU reclamaciones en
relación con los derechos económi-
cos, sociales y culturales, situando
así esos derechos tradicionalmente
minusvalorados en pie de igualdad
con los derechos civiles y políticos.
Tras la ratificación del Protocolo Fa-
cultativo del Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y
Culturales por parte del décimo Es-
tado en hacerlo –Uruguay, el pasa-
do 5 de febrero–, empieza a correr el
plazo de tres meses establecido para
su entrada en vigor. El Estado espa-
ñol está entre los países que lo rati-
ficaron previamente, por lo que de-
berá aplicar sus disposiciones.
El protocolo incluye y perfeccio-
na tres nuevas vías: el procedimien-
todereclamacionesindividuales–co-
municaciones–, para personas o gru-
pos que alegan violaciones a los con-
tenidos del Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y
Culturales. Se instaura, en segundo
lugar, un procedimiento de investi-
gación que proporciona al Comité
DESC (Derechos Económico Socia-
les y Culturales) de la ONU la facul-
tad de realizar investigaciones de ofi-
cio. Y por último, se habilita un pro-
cedimiento de reclamaciones inte-
restatales.
Cuando un Estado ratifica un tra-
tado de derechos humanos, hace ex-
preso su compromiso ante la comu-
nidad internacional de asumirlo
como obligación legal; el problema
es cómo lograr que los Estados lo
cumplan. La gran novedad radica,
por tanto, en la posibilidad de la de-
manda individual que permitirá a
la ciudadanía acceder directamen-
te al comité que controla dicho pac-
to. Esta nueva vía es un paso de gi-
gante. Y hay precedentes: por ejem-
plo, el Tribunal Europeo de Dere-
chos Humanos ya rompió en su mo-
mento el muro de control de los Es-
tados para convertirse en un tribunal
más al servicio de la ciudadanía eu-
ropea. No fue así en los inicios de la
andadura de dicho tribunal, pero
hoy en día sí. Y es esa demanda la
que permite que el Convenio Euro-
peo de Derechos Humanos se con-
vierta en eficaz mediante la presión
externa ejercida por los ciudadanos
y ciudadanas hacia sus Estados, a los
que se obliga a cumplir con los de-
rechos humanos.
La noticia tiene, además, un es-
pecial interés vista la situación en el
Estado español. El año pasado, el Co-
mité DESC de Naciones Unidas in-
formó sobre el «impacto negativo de
la crisis económica –y sobre las res-
puestas del Gobierno a la misma– en
el disfrute del derecho al trabajo y a
unas condiciones laborales decen-
tesenEspaña.Estasituaciónhapues-
toenpeligrolacapacidaddeunagran
parte de la población para ejercer
otros derechos, especialmente el de-
recho a un nivel de vida adecuado y
el derecho a una vivienda asequible.
El deterioro de una amplia gama de
indicadores sociales y económicos,
incluyendo el marcado aumento de
los niveles de pobreza y desigualdad
de ingresos, junto con los drásticos
recortes en el gasto social, apunta a
un retroceso en los derechos arriba
mencionados, con gravísimas con-
secuencias en la vida de las personas
más vulnerables».
Así las cosas, se abren puertas que
sería interesante, y hasta necesario,
atravesar.A falta de un análisis jurí-
dico exhaustivo para ver qué fórmu-
las concretas se podrían utilizar, da
la impresión de que, por ejemplo,
asociaciones que trabajan contra la
pobreza, o en defensa de las perso-
nas migrantes, y en general perso-
nas que consideren que se han vul-
nerado sus derechos sociales econó-
micos o culturales, podrían reclamar
por el incumplimiento del Estado
español del citado tratado interna-
cional. Y casos no van a faltar.
Laprimeraformadesuperarelmo-
mento económico, social y político
que vivimos, ése que llamamos cri-
sis, debería ser reconocer, de forma
efectiva, y a todos los ciudadanos y
ciudadanassindistinción,elderecho
a no ver recortados sus derechos le-
gítimos.Siemprehahabidogentevi-
viendo bajo el umbral de la pobreza
sintenerningunaculpadeello.Aho-
ra el problema se ha multiplicado y,
portanto,resultamásvisibleennues-
tro entorno inmediato.
A partir de ahora contamos con
otroinstrumentoparadefendernues-
tros derechos económicos, sociales
y culturales, y además en el ámbito
internacional, ámbito en el que los
Estados son muy sensibles. Por tan-
to, no hay que desdeñar el efecto di-
suasorio que este nuevo recurso pue-
de tener en los propios Estados.
La experiencia histórica demues-
tra que estas cosas tienden a ir des-
plegándose gota a gota pero acaban
por horadar la piedra; la piedra de la
injusticia social de las personas ca-
rentes de recursos económicos, mar-
ginadas y excluidas de nuestras so-
ciedades. Contra todo pronóstico te-
nemos un nuevo aliado: que no pase
desapercibido.
Firman también este artículo
Jon Landa, Juan Ibarrondo, Héctor
Zalama y Juana Mari Astigarraga
en representación de la Asociación
Pro Derechos Humanos Argituz.
ANTÓN
Que no pase
desapercibido
ANDRÉS KRAKENBERGER
La hora de la verdad
Llegó la hora de la verdad. Hoy
los cardenales se encerrarán en
la Capilla Sixtina y comenzará
el cónclave que, como su nom-
bre indica, será bajo llave y lejos
de miradas indiscretas. Lo que
se hable ahí dentro quedará en-
tre esos muros. Todas las espe-
culacionesquehemosoídoyleí-
doestosdíassequedaránennada
y viviremos unos días –¿pocos?
¿muchos?–enlaincertidumbre.
Dos candidatos aparecen como
favoritos en las ‘quinielas de pa-
pables’: Scola, italiano, conser-
vador; y Scherer, brasileño, pro-
gresista. Yo personalmente
apuesto por el segundo, aunque
sospecho que el grueso de la cu-
ria se inclina por el primero, la
continuidad y el ‘aquí no pasa
nada’. ¿Qué será de la labor de
limpieza emprendida por Bene-
dicto XVI?Teniendo en cuenta
que el Pontífice se vio obligado
aabandonar,esmuyposibleque
su sucesor tienda a tomársela
con más calma.Aunque con es-
tascosasnuncasesabe,quepara
eso se supone que interviene
nadamenosqueelEspírituSan-
to.A los creyentes les queda re-
zar para que los cardenales se
dejen inspirar bien. Los demás
esperaremos a la fumata blanca
expectantes.
:: JUAN L. HENAR DELGADO.
BILBAO
El grotesco cortejo
fúnebre de Chávez
Asistimos a la muerte del presi-
dente deVenezuela, Hugo Chá-
vez. A nadie ha pillado por sor-
presa, aunque la cúpula de su
Gobierno intentara ocultar la
verdadera situación del dicta-
dor, con el fin de prepararse a
perpetuar la continuidad en el
poder. Y tras la muerte, que por
ser de un ser humano no debe-
mos aplaudir, el esperpento or-
ganizado por las autoridades: al
engaño alrededor de la fecha y
lugar de la muerte del dictador
hay que añadir la farsa del cor-
tejo fúnebre, en el que el difun-
to ‘brillaba por su ausencia’...
pues se ha sabido que el ataúd
estaba vacío. Grotesco se mire
pordondesemire.Todaestahis-
toria está montada sobre un en-
gaño infame, que se aprovecha
del candor o ignorancia de una
parte del honrado pueblo vene-
zolano, para mofarse del mis-
mo. Con estos precedentes es
fácil imaginar lo que le espera a
Venezuela, más de lo mismo:
corrupción, mentiras, manipu-
lación, populismo barato, falta
de libertad, intolerancia, totali-
tarismo. Sólo podemos desear
que acabe cuanto antes y que
Venezuela retome la senda de
lademocraciaylosderechoshu-
manos.
:: FINA MILLÁN HITA. BARCELONA
Florecimiento
del desprecio
Al escuchar el término ‘leche’
nomevienealacabezaunacaña
decerveza,alverunbotedemiel
no siento un sabor amargo en la
boca. En cambio, esta tarde me
ocurrió algo sorprendente: al
leer la palabra ‘futuro’ en un
anuncio de trabajo del cual se
hizo eco la prensa, me vino a la
cabeza el entorno social dibuja-
do por Miguel Delibes en la no-
vela ‘Los santos inocentes’. ¿Se-
ría ello síntoma de un trastorno
incipiente? Para mi tranquili-
dad, los comentarios de los lec-
tores indicaban que se trataba
de algo colectivo, de un senti-
miento compartido. Por lo vis-
to, ante la oferta laboral a cam-
bio de alojamiento, manuten-
ción y la posibilidad de cobrar
un salario en el futuro, la gente
tiende a volver la mirada hacia
el pasado. Lamentablemente,
parece que la política está faci-
litandoelflorecimientodeldes-
precio y la indecencia.
:: ALEJANDRO PRIETO ORVIZ.
GIJÓN
El Partido Socialista comienza a hacerse detritos por todo el te-
rritorio español. La actitud díscola con la que se ha enfrentado
el recién elegido alcalde de Ponferrada, Samuel Folgueral, le
pone al señor Rubalcaba en un serio brete, por no decir que aca-
ba de clavar el primer clavo de su cruz.Al señor Rubalcaba –que
ya se encuentra tocado por la controversia que existe entre el
PSOE y el PSC– le quedan muy pocas excusas para no tener que
dimitir. Los últimos varapalos electorales, los insumisos y los
tránsfugas que proliferan por doquier hacen impensable que
se le pueda ver como la alternativa de Rajoy. Y lo triste es que
el PSOE tampoco cuenta ahora mismo con un carismático su-
cesor que pueda devolver la ilusión y, sobre todo, los votos que
necesita este partido para ser lo que era. Solo se ven arribistas
como Carme Chacón y otros parecidos a ella que esperan con
egoísmo su propia oportunidad. Es imperativo que el PSOE
convoque primarias y que sólo se presenten caras nuevas con
nuevas ideas que aportar. Los incunables del partido sobran y
los pancistas, también. :: JON GARCÍA RODRÍGUEZ. BILBAO
El PSOE se descompone
CARTAS
AL DIRECTOR
cartas@elcorreo.com
A partir de ahora contamos con otro instrumento
para defender nuestros derechos económicos,
sociales y culturales, y además en el ámbito internacional
OPINIÓN32 Martes 12.03.13
EL CORREO