Este documento presenta varias historias de amistades improbables entre animales salvajes y humanos. Incluye ejemplos de tigres huérfanos cuidados por monjes budistas, un leopardo y un ratón que se hicieron amigos, un bebé hipopótamo que se aferró a una tortuga de 100 años después de un tsunami, y un joven que crió un oso grizzli. La moraleja es que todos los seres vivos necesitan amor para existir, ya que el amor es universal y necesario como el oxígeno.

1. AMISTADES IMPROBABLES

2. En el templo Budista Wat Pha Luang en Tailandia, los tigres huérfanos son recogidos y cuidados por los monjes .

5. Y los comedores de hombres se transforman en grandes gatos, ávidos de caricias y cariño. Mimados tanto por los monjes…

6. … como por los innumerables turistas que se presentan para evolucionar entre los felinos en libertad.

8. Magnífico, ¿ no?

9. Kevin Richardson, el amigo de los felinos…

12. Y de los animales salvajes…

13. Sus fotos han dado la vuelta alrededor del mundo…

16. Bello, ¿no ?

17. Pero lo improbable también puede acontecer con los protagonistas menos pensados…

18. ¡ Un leopardo y un ratón!

21. Perros encadenados en el Gran Norte, que fácilmente hubieran podido servir de comida…

23. … pero que se transformaron en compañeros de juego.

26. Un bebé hipopótamo que sobrevivió a un tsunami en Kenia y que, solo en el mundo, se aferraría a una tortuga de 100 años a quien escogerá como madre sustituta…

29. ¡ Ambos se volvieron inseparables!

30. Esta mamá tigresa que perdió a sus crías, volcará su afecto en estos curritos. …

32. ¿Increíble, no ?

33. Este joven, en el Canadá, criará un oso grizzli.

34. Quien crecerá un poquito…

39. Y estos… ¡grandes compadres!

60. ¿La moraleja ? Si hemos de encontrar una moraleja en estas imágenes…

61. … es que cada ser viviente precisa de amor. Que el calor humano, nada tiene de humano… El amor es universal y necesario para que todos podamos existir.

62. De la misma manera que nos es indispensable el oxígeno, tenemos necesidad de calor y ternura… Aquél que vive sin ello, sólo tiene la ilusión de estar vivo…

63. Entonces, ¡amen !