2. No tuvieron más remedio porque no sabían que hacer; al ver su Dulce Semblante una y otra vez delante el deseo empezó a crecer.
3. ¿Qué podemos ofrecerle? ¿Qué se puede hacer por Él? ¿Qué hacemos que no le sobre y a la vez no desentone con esa Cara de miel?
4. Y pensando en esa ofrenda a alguien se le ocurrió: carey por su cara de nácar y por sus manos, la plata, podría ser lo mejor.
5. ¿Pero con eso que hacemos? otro hermano preguntó... son materiales nobles más siempre parecerán pobres ante su Cara de amor.
6. ¡Pues hagámosle una cruz! ... esa será nuestra ofrenda para aliviar, si podemos el andar del Nazareno y que así se nos entienda.
7. Y desde aquel día Jesús tiene de Carey su Cruz por amor y por esmero, de los que siempre rezaron y siempre se encomendaron al mejor de los trianeros.